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lunes, 22 de octubre de 2012

Las Dinastías Mongolas Islamizadas (1220-1500) (I): Los Khanatos Genghiskhánidas

1. La formación del Imperio mongol de Genghis Khan  

Antes de Genghis Khan (Činggis Qa'an en mongol) el nombre de "mongol" solo se aplicó a los miembros de una pequeña tribu que vivía en la zona que ahora se conoce con el nombre de Mongolia.  En el extremo oriental, a lo largo de los lagos Buir-Nor y Kulun-Nor, estaban los Tártaros; al oeste de ellos, en el país regado por los ríos Tola, Orkhon, alto Onon y Kerulen, se encontraban los Keraitas; más al oeste, entre el río Selenga y el Altai, los Naimanos. Al norte de los Keraitas y de los Naimanos había otras tribus, de las cuales las más importantes eran los Oirates (Oyirad) y la de los Merkitas. Todas esas tribus, que serán designadas colectivamente con el nombre de "mongoles", estaban emparentadas entre sí por la raza y por la lengua, y aunque de una manera lejana, con los Turcos y los Tunguses.

La influencia, directa o indirecta, que China tuvo en las tribus dependió, en parte de sus respectivos poderíos militares en un momento determinado, y en parte de la receptividad de las tribus respecto a los atractivos  de la civilización china. Es muy significativo  de las relaciones de China con los nómadas durante la segunda mitad del siglo XII el hecho de que durante las tres centurias anteriores China septentrional había sido gobernada por dinastías de origen nómada -los Kitanes o dinastía Liao (947-1125) y los Yuchen o dinastía Chin (1122-1234) por medio de las cuales las tribus nómadas seguramente aprendieron más acerca de la civilización china que a través de los chinos directamente.

Muchos de los habitantes de Mongolia eran shamanistas, aunque el shaman (böge)  solo ejerció una influencia dominante en los asuntos tribales de los habitantes de los bosques. En las estepas el liderazgo recayó en los jefes de las tribus y los clanes, cuyo "estatus" dio a la sociedad un caracter marcadamente secular y aristocrático. Los jefes tribales se llamaban khanes (qa'an) y el dirigente de una confederación de tribus tomaba el nombre de Khaqan Gran Khan). Fuera de los bosques la vida económica tomaba la forma de un nomadismo pastoril, en el cual la prosperidad y la posibilidad de supervivencia de la tribu dependía de la cualidad y la extensión de los pastos a los que tenía acceso. Entre las tribus más avanzadas el comercio ocupaba un lugar subsidiario en la economía pero no dejaba de ser importante.

La sociedad en la que nació Genghis Khan (cuyo nombre de nacimiento fue Temujin, nacido en 1155 ó 1156) estaba perfectamente imbuida de valores feudales y durante su vida se comportó como un aristócrata. Nacido en el poderoso clan Borjigin, su padre Yesugei-Baghatur, era nieto de un tal Qabul Khan, que en su época de esplendor había hostilizado las fronteras de la China de los Yuchen y había llegado a asumir el eminente título de Khaqan. Esta corta fase de grandeza había finalizado cuando los yuchen persuadieron a los Tártaros de que aplastaran a sus pretenciosos vecinos, pero el recuerdo de Qabul Khan y de su hijo probablemente estimuló las ambiciones juveniles de Temujin. Yesugei-Baghatur fue un producto característico del feudalismo nómada, un señor que tenía rebaños propios y que podía reunir un fuerte séquito de parientes y partidarios, que le ayudaron en la endémica lucha tribal de la época. Por tanto, Temujin no fue un bárbaro de origen humilde pero genial; era, a pesar de haber pasado su juventud en medio de grandes dificultades, el heredero de una tradición aristocrática y de unos sueños de gloria ancestrales.
  
Después de la muerte de Yesugei-Baghatur y de las desintegración de su casa, Temujin y sus hermanos tuvieron que luchar contra la hostilidad de los clanes rivales para poder subsistir y conservar sus pocos animales. A veces su pobreza fue tan grande que vivieron gracias a la caza y de la pesca. Pero la participación en pequeños feudos estimuló los instintos marciales y la capacidad de sobrevivir, de manera que Temujin fue reuniendo gradualmente a su alrededor una pequeña partida de hombres que se sentían atraidos por sus facultades de mando, su inteligencia y su cautela, tanto como por su extraordinaria destreza física. Además, Temujin disfrutaba de la protección de Tughril, Khan de  los Keraitas y antiguo aliado de su padre. El apoyo de Tughril le proporcionó el estatus de jefe de segunda fila. Mientras tanto, Temujin organizó a sus seguidores  de forma más eficaz de lo que era usual entre los jefes; estableció una guardia personal, dispuso un sistema de remonta para sus hombres y utilizó mensajeros para hacer llegar a su órdenes.
  
Hacia el final del siglo XII los Tártaros se volvieron peligrosamente poderosos y los yuchen de la dinastía Chin se volvieron hacia los Keraitas en busca de aliados contra este nuevo peligro. Tughril con el apoyo de Temujin atacó a los Tártaros desde el oeste, mientras que los Yuchen lo hacían desde el sur; los Tártaros fueron vencidos y dejaron de existir como tribu independiente; los yuchen otorgaron a Tughril y a Temujin sendos títulos chinos. Pero Temujin era todavía un subordinado de Tughril y esta situación dio lugar a malentendidos y recriminaciones. Parece que Tughril conspiró con los enemigos de Temujin pero este atacó a su antiguo jefe, que después de una breve guerra, fue vencido y muerto.

Temujin había alcanzado una posición de superioridad como aliado de los Keraitas, a los que había ayudado a destruir a los Tártaros. Ahora ambos pueblos eran súbditos suyos y con estas sucesivas adiciones de fuerzas atacó a los Naimanos (cuyo territorio había formado parte del antiguo reino Uighur) que habían sido los primeros mongoles en utilizar la escritura uighur. A la conquista de los Naimanos siguió la de los Merkitas y la unión de todas las tribus bajo el mando indiscutido de Temujin.
  
El establecimiento de esta confederación fue señalado por la celebración de un quriltai (asamblea de príncipes) en 1206, donde Temujin asumió el título de  Qa'an (o Khaqan, emperador) con el título de Genghis Khan. Desde entonces las tribus que habían sido conquistadas y que entraron a formar parte de la confederación tomaron el nombre de Mongoles. En 1206 Genghis Khan tenía ya 50 años y no era ya un jovial Alejandro Magno, sino solamente el gobernante de una confederación tribal situada sobre las fronteras septentrionales de China. Pero ya estaba comenzando a aparecer su genio como estratega y organizador. Una absoluta obediencia fue impuesta a todos los niveles de esta organización. 
  
La estructura de la confederación tribal establecida por Genghis Khan era claramente feudal, y quedaba definida por una pirámide de poder en la cima de la cual se hallaba la familia del Khaqan. Probablemente Genghis Khan se consideró no el líder del pueblo mongol, sino la cabeza de la aristocracia mongol, y los miembros de esta clase eran preferidos a los hombres de origen humilde. De esta manera Genghis Khan conservó la lealtad de los jefes de clan no solo de su propia tribu sino también de la tribus confederadas y conquistadas.
  
Entre 1206 y 1209 los Oirates y los Kirguises de Mongolia noroccidental fueron subyugados y los Uighures, antiguos vasallos de los Qarakhitanes del suroeste del Altai  se sometieron prudentemente. Genghis Khan se dispuso entonces a atacar a sus vecinos sedentarios más poderosos. Las confederaciones tribales de gran tamaño podían mantenerse unidas si existían líderes que pudieran convencer a la aristocracia nómada de que la confederación era una ventaja para ellos porque ofrecía muchas oportunidades de saquear y adquirir riqueza mediante el chantaje al que se sometía a los vecinos más débiles y mediante el cobro de impuestos en las rutas de las caravanas.
  
Al sur de Mongolia existían 4 reinos a los que era posible atacar: China septentrional, gobernada por los Yuchen; la China al sur del río Yangze, gobernada por Sung; el estado tanguto de Xi-Xia, con base en Gansu, y al sur de este, el Tibet. Genghis Khan atacó primero a los Xi-Xia, que se convirtieron en vasallos mongoles. Con el prestigio resultante de ese triunfo y con la reciente experiencia de combatir contra ciudades fortificadas y entre poblaciones sedentarias, Genghis Khan se dirigió entonces contra  China septentrional. En 1211 acompañado de sus mejores comandantes y de sus cuatro hijos, Jöči, Čagatay, Ögödäi y Tolui, Genghis Khan cruzó la frontera de Manchuria y recorrió triunfalmente el  norte de China. En 1212 los khitanes de Manchuria se rebelaron contra los yuchen y se hicieron vasallos de los Mongoles. En 1215 tomaron Pekin (Beijin). Pero los Yuchen todavía sobrevivían en China y durante el resto de la vida de Genghis Khan los mongoles entablaron negociaciones con ellos y entre ambos pueblos se produjeron numerosas escaramuzas. Seguramente, las campañas contra los Yuchen fueron las más difíciles de su carrera militar y en ellas desplegó su mejor destreza.
  
2. La expansión hacia el oeste y el primer contacto con el mundo musulmán
  
Todavía quedaba en el Altai núcleos naimanos y merkitas que aún resistían, y estos focos de peligro quedaron eliminados por el general Subetei. Mientras tanto otro general, Jebe, atacó a Küchlüg, hijo del rey de los Naimanos, que había usurpado el trono del Gur-Khan del pueblo Qarakhitai, una rama de los Khitanes que anteriormente había gobernado en el norte de China, y que huyendo de los Yuchen, había emigrado hacia el oeste, derrotando a los turcos Qarakhaníes, e instalándose en la tierra de Semirechie, a orillas del lago Balkhash. En 1218 Jebe ocupó el reino Qarakhitai y tomó el partido de los agraviados musulmanes en contra de Küchlüg, el cual huyó a Kashgaria donde fue alcanzado y se le dió muerte.

La conquista del reino Qarakhitai dió a los mongoles una frontera común con el principal estado musulmán del siglo XIII, el del Shah de Khwarizm, 'Ala al-Din Muhamamad (1200-1220), cuyo imperio en los últimos 20 años se había aprovechado del debilitamiento de los imperios circundantes, conquistando a los Ghuríes el Afganistán y luego se extendió hacia la Persia Occidental, donde puso fin a los últimos restos del Imperio Saljuqí de Iraq en 1194. Este enorme imperio no tuvo apenas tiempo de cohesionarse lo suficiente como para poder oponer una resistencia efectiva al empuje de los ejércitos mongoles. Genghis Khan, intentando asegurar el libre movimiento de los mercaderes a través de las estepas, quizá no se planteó, en un primer momento, agredir a un vecino tan poderoso como 'Ala al-Din Muhammad.

 En 1218, un grupo de unos 450 mercaderes musulmanes (la mayor parte de ellos procedentes de Khiva y Bukhara) que volvían de Mongolia hacia Mawarannahr (Transoxiana) fueron atacados y asediados por el gobernador del Shah de Khwarizm en Otrar, que se apoderó de sus propiedades. Cuando un mensajero de Genghis Khan llegó ante 'Ala al-Din para pedir retribución por un acto de tal vandalismo y contrario a la política de Genghis Khan, este lo hizo ejecutar, retando al caudillo mongol, que se vió obligado a contestar a la agresión.

En 1219 Genghis Khan se dirigió al oeste con el grueso de sus tropas, sus principales generales y sus hijos, avanzando despacio y organizando maniobras para que sus hombres y los caballos estuviesen preparados al máximo. Su ejército era probablemente de 150.000 a 200.000 hombres; el del Shah de Khwarizm era mucho más numeroso, pero carecía de disciplina, cohesión y líderes. Acompañado de su hijo menor Tolui, atacó primero Otrar y después avanzó hacia Bukhara, que asedió inmediatamente, corriendo idéntica suerte Samarcanda. A la vez dos cuerpos del ejército mongol había cruzado el Syr Darya (Jaxartes), uno, mandado por Jöči, había descendido hacia Jand y después hacia Urganj, mientras que un tercero había remontado el río y se había dirigido a Banakat y Khokhand. La resistencia que encontraron los mongoles fue débil, debido parcialmente a la conducta de 'Ala al-Din, que muy pronto abandonó la lucha y huyó a una isla del Mar Caspio, donde murió muy poco después.

Después de la captura de Bukhara y Samarcanda, Genghis Khan se acercó al Amu Darya (Oxus), mientras que Jöči y sus hermanos conquistaban Urganj. En la primavera de 1221 se apoderó de Balkh, a la vez que Tolui invadía Khurasán y saqueaba las ciudades de Marv, Herat y Nishapur. La conquista del imperio de los Khwarizm-Shahs por los mongoles resultó en la destrucción total de la civilización urbana en el Khurasán. Las ciudades fueron arrasadas y la población diezmada para prevenir posteriores sublevaciones.

El hijo del sultán, Jalal al-Din se refugió en Ghazna, y reconstituyó un ejército con el que venció en Perwan a un cuerpo del ejército mongol. Genghis Khan marchó sobre Ghazna, que no opuso resistencia. Alcanzó a Jalal al-Din a orillas del Indo, despedazando a sus soldados (1221) junto a Nesawi. El príncipe pudo escapar y buscó refugio en la corte del sultán de Delhi. Su familia cayó en poder de los mongoles, quienes mataron a todos sus hijos varones.

Tras la batalla de Parwan, Herat se había rebelado. El general mongol Aldjigidai se apoderó de ella en 1222 masacrando a toda la población. Los que regresaron para repoblar Marv cometieron el error de matar al prefecto persa colocado por Tolui y aclamaron a Jalal al-Din. Fueron degollados hasta el último hombre.

En Transoxiana, los mongoles tuvieron menos problemas que en China para tomar las ciudades fortificadas. Se debía al hecho de que el temor que inspiraba en los países musulmanes por ser "paganos" era mayor que en China, donde estaban acostumbrados desde hacía siglos a sus vecinos. Tras haber degollado a 4/5 partes de la población, para administrar a los supervivientes, los mongoles dejaron a un funcionario civil (daruqatchi), a veces uighur, pero otras veces incluso persa. Aunque en el Irán Oriental destruyó la brillante civilización urbana, Genghis Khan lo hizo para tratar de convertir las marcas del sudoeste en una especie de tierra de nadie, que sirviera de explanada defensiva de su imperio.

Cruzó el Amu-Darya en 1222 y pasó por Bukhara, donde sintió la curiosidad de que le explicaran los principales dogmas de la religión musulmana. Los aprobó todos, salvo el peregrinaje a La Meca, que consideró inutil porque pensaba que el mundo entero era la Casa de Dios (del Tangri, el Cielo Eterno de los mongoles). En Samarcanda ordenó que se hiciera en su nombre la oración pública musulmana puesto que había sucedido al sultán Muhammad. Su retirada hacia Mongolia fue lenta y hasta 1225 no llegó al valle del Tola.

Una vez muerto el sultán de Khwarizm en el Caspio (1220), como se dijo más arriba, los generales Jebe y Subetei persiguieron su cabalgada hacia el oeste. Tras haber saqueado Ray y haber sometido Hamadan solo exigieron un rescate. Tomaron al asalto Qazwin, matando a toda la población. El último atabeg turco del Azerbaijan, Uzbak, de la dinastía de los Ildeguzíes, logró apartarles de Tabriz pagando un elevado precio. Jebe y Subetei hicieron en invierno una incursión en Georgia (febrero de 1221). Desde allí volvieron a Azerbaijan y saquearon Maragha. En ese momento, los dos generales estuvieron a punto de marchar sobre Bagdad. El pequeño ejército abbasí reunido en Daquqa no hubiera sido capaz de defender el Iraq Arabí. Pero volvieron a Hamadán para pedir rescate y esta vez la población se resistió. Tomaron Hamadán, mataron a la población y quemaron la ciudad, y desde allí volvieron a Georgia, donde saquearon el sur del país.

Los mongoles marcharon a Shirwan, y después descendieron por Derbend a las estepas del norte del Cáucaso. Se enfrentan allí a una coalición de pueblos de la zona: alanos, lezgios y cherkesos y turcos qipchak. Tras separar la coalición sobornando a los Qipchak los vencieron a todos. Los Qipchak apelaron a los rusos: un khan de Qipchak logró que su yerno ruso y otros príncipes intervinieran unidos contra los mongoles, movilizando un ejército de 80.000 hombres dirigidos por los príncipes de Galich, Kiev, Chernigov y Smolensk. Los mongoles retrocedieron y solo aceptaron combatir cuando el enemigo estuvo convenientemente fatigado y sus diversos ejércitos estaban bastante distanciados. Los Qipchaq y los de Galitzia atacaron sin esperar a los de Kiev, y fueron derrotados. Este primer desastre ruso no tuvo de momento consecuencias políticas. Los mongoles se contentaron con saquear en Crimea los establecimientos genoveses de Sudak. Jebe y Subetei franquearon el Volga, vencieron a los búlgaros del Kama, a los turcos qamqli del Ural y finalmente se unieron al gran ejército de Genghis Khan al norte del Syr-Darya.

En Persia, el heredero de Khwarizm se aprovechó de la indiferencia que parecían mostrar los mongoles hacia los asuntos de Irán para regresar a su país (1224). Fue reconocido sin dificultad como sultán por los atabegs o gobernadores hereditarios turcos de Kirman (Qutlugh-Shahs) y Fars (Salghuríes). Desde Shiraz arrebató Isfahan y Djibal a su propio hermano que había formado allí un principado (1224), y después partió para someter Azerbaijan. Uzbak había sabido sobrevivir mediante un fuerte tributo  a la invasión de Jebe y Subetei. Sin embargo, Jalal al-Din se apoderó de Tabriz y fue reconocido en toda la provincia. Desde allí, venció a los georgianos en 1225; por dos veces más les venció, consolidando así su poder en Azerbaijan. Por tanto, Jalal al-Din se convirtió en señor de toda la Persia occidental, con las capitales de Isfahan y Tabriz.

En lugar de organizar sólidamente su nuevo reino persa para prepararse para el retorno inevitable de los mongoles, se enemistó con los más importantes príncipes musulmanes del Asia Occidental: amenazó con una invasión al Califa de Bagdad (1224), y después de un largo asedio, fue a tomar la plaza fuerte de Khilat (noroeste del lago Van) al sultán ayyubí al-Ashraf de Damasco. Terminó por provocar una coalición en su contra de al-Ashraf y el sultán saldjuqí 'Ala al-Din Kay-Qobad I, soberano de la zona turca de Asia Menor, que le derrotaron cerca de Erzikan. Y justo entonces se produjo una nueva invasión mongola.

El Gran Khan tenía ya por lo menos 60 años pero su entusiasmo por la guerra estaba intacto. Durante la campaña contra el Shah de Khwarizm, el gobernante Xi-Xia, su vasallo, se había negado a enviar tropas en ayuda de su superior mongol y posteriormente se había rebelado aprovechando la larga estancia de Genghis Khan en Persia (1219-1225) y había arruinado a los yuchen para reafirmar su autoridad en el norte de China. En 1226 emprendió su última campaña. Después de una enconada resistencia, los tangutos fueron finalmente aplastados, pero antes de que se hubiera producido la muerte de Genghis Khan (1227). 

3. Muerte de Genghis Khan y división de su herencia entre sus hijos

 Antes de su muerte, Genghis Khan había dividido sus territorios conquistados entre sus cuatro hijos: Jöči, el mayor, recibió el ulus (feudo) que estaba constituido por los territorios que los mongoles habían conquistado al oeste del Irtysh. Como Jöči había muerto antes que su padre, toda esta inmensa zona pasó a su hijo Batu, que lo amplió a expensas de sus vecinos occidentales, fundando el Khanato que fue conocido con el nombre de Horda de Oro. El segundo hijo de Genghis Khan, Čagadai (en la forma perso-árabe Čagatay o Chagatai) recibió Mawarannahr (antigua Transoxiana), Kashgaria, Semirechie y Jungaria Occidental, es decir, la zona esteparia del antiguo imperio Qarkhitan, desde el país uighur por el este hasta Bukhara y Samarcanda por el oeste, englobando la zona del río Ili, el lago Issyk-Kul, el curso alto de los ríos Chu y Talas. El tercero, Ögödäi recibió Jungaria Oriental, Mongolia y las provincias chinas ya conquistadas. De acuerdo con la costumbre mongol el cuarto hijo, Tolui (el Otchigin o hijo menor) se encargó de la Casa de su padre, de los tesoros y de los pastos de sus antepasados, y del mando de las mejores tropas del Imperio. Gracias a estas tropas dos de su hijos, Mongka y Kublai se hicieron dueños del Imperio y completaron la conquista de China, mientras que otro hijo, Hulagu las empleó para destruir el Califato Abbasí de Bagdad y para constituir el Il-Khanato de Iran.
   

División del Imperio de Genghis Khan

Genghis Khan designó sucesor a su tercer hijo Ögödäi, al haber muerto Jöči antes que su padre, y al ser considerado Čagatay demasiado cruel e inflexible para logra retener la lealtad de los jefes de las tribus. El principio de su reinado (1227-1241) fue testigo de una gran ampliación del Imperio. Durante el invierno de 1230/1 Ögödäi Khan había enviado un ejército de 30.000 hombres mandado por Chormaghun Noyan, que llegó con enorme rapidez por la ruta de Khurasán y Ray, antes de que Jalal al-Din tuviera tiempo de reunir sus tropas, y se abalanzaron directamente sobre Azerbaijan. Ante esa noticia, abandonando Tabriz, huyó hacia las llanura del Monghan y Arran y después a Diyar Bakr, seguido, siempre de cerca, por los mongoles. Terminó siendo asesinado oscuramente en las montañas de Diyar Bakr por un campesino kurdo (1231).

Chormaghun Noyan se quedó 10 años (1231-1241) a la cabeza del ejército mongol acampado en el noroeste de Persia. Estableció su residencia habitual en las llanuras del Monghan y de Arran porque esa estepa de abundante hierba convenía a su caballería. Su área de operaciones fue Azerbaijan, Armenia, Georgia y Diyar Bakr. En 1239 se apoderó en la Gran Armenia de las ciudades de Ani y Kars. 

En las estepas del norte del Mar de Aral y el río Ural, Batu operaba con su ejército de 150.000 hombres. Estaban presentes todas las ramas gengiskhánidas. El jefe del ejército era el veterano Subetei, que entonces tendría unos 60 años. En 1236 destruyó el reino de los Búlgaros del Kama; desde 1237 atacaron a los turcos paganos, nómadas en estado casi salvaje, a los que los musulmanes llamaban Qipchak y los bizantinos Cumanos. Una parte de los Qipchak se sometieron  y se convirtieron en el núcleo de la población del "Khanato de Qipchak" u "Horda de Oro". En 1237 los mongoles atacaron y convirtieron en vasallos a los príncipes rusos. Saquean las ciudades de Suzdal, Moscú y Vladimir, Jaroslavl y Tver. Más al norte, Novgorod se salvó por el deshielo. En 1240 tomaron Chernigov y Kiev; después asolaron el principado de Galitzia. Una parte del ejército mongol mandada por Baidar (hijo de Čagatay) y Qaydu (nieto de Ögödäi) partió de Ucrania para atacar Polonia. En 1241 llegaron a las afueras de Cracovia, cuyos habitantes abandonaron y y fue quemada. Penetraron en Silesia y aplastaron un ejército de 30.000 hombres al mando del duque Enrique de Silesia, compuesto por polacos, cruzados alemanes y caballeros teutones. Tras esas victorias, los mongoles entraron en Moravia ya solaron el país; de ahí se reunieron con los otros ejércitos mongoles que operaban en Hungría. Tres ejército mongoles habían entrado: uno desde el norte, el segundo desde Galitzia y el tercero desde Moldavia. Se concentraron en la capital de Hungría, Pest. En la batalla subsiguiente en abril de 1241 Subetei obtuvo una victoria total. Incendiaron Pest y el rey Bela IV tuvo que refugiarse en las costas del Adriático. En julio de 1241 la vanguardia mongola llegó incluso a Neustadt, cerca de Viena. La muerte del Gran Khan Ögödäi en diciembre de ese año salvó a Occidente. Los príncipes evacuaron Hungría para volver a Mongolia a resolver la cuestión sucesoria.

Las campañas de 1236-1242 proporcionaron un territorio inmenso, que se convirtió en posesión de Batu. Desde entonces este "ulus" será designado en la Historia como Khanato de Qipchak o de la Horda de Oro.

4. La Fragmentación del Imperio 

A la muerte de Ögödäi Khan en 1241 se produjeron los primeros signos de que la unidad del imperio se estaba resquebrajando. Todos los hijos de Genghis Khan habían muerto y suponiendo que él pensaba que la sucesión se estableciera a través de la descendencia de Ögödäi, el hijo de este, Güyüg, se convirtió en Kaghan (Qa'an) (1241-1248), después de la regencia de la esposa de Ögödäi, Törägänä Qatun (1241-1246). Sin embargo, Batu era ahora el mayor de los descendientes de Genghis Khan y muy pronto formó una una alianza con el hijo mayor de Tolui, Möngkä, contra la familia de Ögödäi. 

Chormaghun Noyan tuvo como sucesor a la cabeza del ejército mongol de Persia al noyan Baichu (o Baiju), quien conservó este puesto de 1242 a 1256. Baichu dió un importante paso hacia la conquista mongol al atacar al sultanato saldjuqí de Qonya (Rum). Aplastó al ejército saldjuqí cerca de Erzinjan en 1243, y ocupó Sivas. Tokat y Qaisariya, que quisieron resistirse fueron saqueadas totalmente. El sultán Kay Khusraw II pidió la paz, reconociéndose vasallo del Gran Khan. La Armenia Cilicia se colocó espontáneamente bajo soberanía mongol. En 1245 Baichu consolidó el dominio mongol en Kurdistán. El atabeg de Mosul (Mawsil), Lu'lu también reconoció por su propia voluntad la soberanía mongol.

Durante su corto reinado, Güyüg perdió el apoyo de los más poderosos miembros de su familia y en el momento de su muerte (1248) estaba a punto de producirse un enfrentamiento entre él y Batu.

Los descendientes de Gengis Khan estaban divididos en dos facciones: Batu y Möngkä (representantes de las líneas de Jöči y Tolui) estaban unidos en contra de los descendientes de Ögödäi y Čagatay. En 1250 se reunió un quriltai cerca del lago Issyk-Kul para eliminar estas diferencias, pero no se llegó a ningún resultado. Un segundo quriltai celebrado un año después cerca de Kerulen fue dominado por Bärkä (Berke), hermano de Batu, el cual consiguió que fuera elegido Möngkä como Qakhan, puesto que Batu había cedido sus derechos al trono. El primer acto de Möngkä al subir al trono fue ordenar la ejecución de los que se oponían a él y a Batu, de manera que durante el resto de su reinado (1251-1259) le fue posible concentrar sus esfuerzos en la expansión territorial. Los príncipes de la Casa de Tolui pensaron sobre todo en Extremo Oriente.

Durante el reinado de Güyüg y la regente Törägänä Qatun el Khurasán estuvo administrado por el oirato Arghun Agha (1243-1255). Se esforzó por proteger a la población irania frente a los abusos y extorsión de los oficiales mongoles. Encontró un apoyo firme también del Gran Khan Möngka, aplicando en Persia una capitación proporcionada a la capacidad de los contribuyentes para mantenimiento del ejército y el servicio de postas imperiales. Möngka confió en 1251 la provincia de Herat a un señor del distrito de Ghur, Shams al-Din Muhammad Kart, de raza afgana. Estos príncipes tenían el título de Malik. Sobrevivieron en su pequeño reino, a la propia dominación mongola (1251-1389). Los mongoles toleran también, a título de vasallo, a la dinastía de los atabegs de Kirman, de la Casa de los Qutlugh-Shahs y a los atabegs Salghuríes de Fars.

5. La Fundación de los tres Khanatos musulmanes: Horda de Oro, Persia y Čagatay

En 1251 Möngkä decidió confiar el virreinato de Persia a su hermano Hulagu, que adoptó el título de "Il-Khan", que quiere decir "Khan subordinado", recibiendo la orden de suprimir los dos poderes espirituales que subsistían todavía en Persia: el principado de los isma'ilíes en Mazandaran y el Califato Abbasí de Bagdad. Hulagu cruzó el Amu Darya en 1256. Atacó a los isma'ilíes, conocidos como "assasins" en sus nidos de águila, de Melmundiz y Alamut. El gran señor de los isma'ilíes, Rukn al-Din Kurshah capituló y fue tomado prisionero. La terrible secta, que en el siglo XII había desafiado todos los intentos de los sultanes Saldjuqíes, había hecho temblar al Sultanato y al Califato, finalmente fue exterminada.

A continuación atacó al Califa Abbasí de Bagdad, jefe espiritual sunni y señor de un pequeño patrimonio en el Iraq Arabí. El Califa reinante al-Musta'sim (1242-1258) creía poder servirse de la astucia ante el peligro mongol, tal y como lo habían hecho sus predecesores desde hacía mucho tiempo con las hegemonías sucesivas que había tenido el mundo musulmán. El Khan reclamaba al Califa el poder temporal concedido antes en Bagdad a los Buyíes (Buwayhíes) y a los Saldjuqíes. Pero el Califa no quería renunciar al dominio temporal que habían reconquistado a los últimos Saldjuqíes de Persia. El descenso de los ejércitos mongoles contra Bagdad comenzó en 1257. Baichu descendió por el camino de Mosul; el naimano Kitbuqa por el camino de Luristán y el propio Hulagu descendió de Hamadán desde el Tigris por Kirmanshah y Hulwan. El pequeño ejército califal había tratado de oponerse a la invasión pero quedó despedazado (17/01/1258). Los soldados de la guarnición trataron de escapar, pero los mongoles los atraparon, los dividieron entre sus compañías y los mataron hasta el último hombre. El Califa fue en persona a rendirse. El saqueo duró 7 días. Murieron 90.000 habitantes. En cuanto al Califa fue obligado a entregar sus tesoros y por respeto a su dignidad los mongoles evitaron verter su sangre, por lo que lo metieron en un saco, lo cosieron y lo pisotearon con sus caballos. La ciudad fue incendiada y destruidas las tumbas de los Abbasíes. Las simpatías de Hulagu por el cristianismo hizo que respetaran la vida de los cristianos.

Los príncipes de Mosul y Fars, y los sultanes saldjuqíes de Qonya corrieron a rendir homenaje al conquistador. Pero Hulagu aún tenía que someter Siria y Egipto. Los francos dominaban una pequeña franja costera desde que Saladino en 1187 había conquistado Jerusalén y con ello la mayor parte del reino. El interior estaba dominado por los distintos príncipes de la confederación ayyubí, los cuales hicieron acto de vasallaje. A pesar de ello, Hulagu quería conquistar la zona occidental de Mesopotamia y la Siria musulmana. Las tropas cristianas y armenias se unieron a los mongoles en la conquista de Siria. Conquistaron Alepo, Damasco y avanzaron hasta Gaza sin encontrar obstáculo alguno. Los cristianos fueron los únicos que se salvaron de las matanzas.

Parecía que las conquistas serían definitivas cuando en 1259 moría Möngkä y estalló una lucha sucesoria entre sus hermanos Kublai y Arigh Bökä. Una vez que Hulagu partió hacia Persia, el ejército de siria solo contaba con 20.000 hombres. El sultán mameluco comprendió que las circunstancias volvían a ser favorables. Los cristianos de la costa permitieron el paso de las tropas musulmanas. En 1260 el pequeño ejército mongol fue derrotado y su comandante ejecutado. El resultado fue que toda la siria musulmana fue anexionada al Sultanato Mameluco de Egipto. A finales de 1260 Hulagu hizo un nuevo intento pero fue rechazado cerca de Homs.

En estas circunstancias ya habían cristalizado los tres estados mongoles principales que con el tiempo adoptarían el Islam, expandiendo con su conversión el mundo musulmán  hacia las estepas rusas y hacia Asia Central. El primero en convertirse al Islam fue la Horda de Oro. Tenía su capital en Saray, en el Volga. Después de las conquistas iniciales Batu estuvo dedicado en consolidar los nuevos territorios al oeste del Volga, lo que significó la creación de un sistema fiscal efectivo y la intensificación de la sumisión exigida a los pueblos conquistados durante las campañas de 1237-1241. En Rusia esto se logró con la cooperación de los gobernantes eslavos: Jaroslav de Vladimir, su hijo Alexander Nevsky y Daniel de Galich. Batu murió en 1355 y la Horda de Oro fue gobernada durante un siglo por sus descendientes directos hasta que en 1359 el trono pasó a los descendientes de otro hijo de Jöči. Durante ese periodo la clase dirigente mongol y sus tropas turcas se fusionaron gradualmente con los primitivos habitantes de Dash-i Qipchak, hasta convertirse en los tártaros de tiempos posteriores; asimismo, el Islam se hizo la religión predominante y la lengua tártara comenzó a evolucionar como una lingua franca.

Bärkä (Berke, en mongol), hermano de Batu, fue el primer gobernante mongol en convertirse abiertamente al Islam. Su reinado (1257-1267) estuvo dominado por el conflicto con su primo Hulagu, y el hijo de este, Abaqa, con motivo del control del Cáucaso, que se convirtió en la segunda mitad del siglo XIII en una barrera que se disputaron ferozmente la Horda de Oro y el Il-Khanato de Persia. La enemistad de Batu y Hulagu se debió en parte a la conversión de Berke al Islam, lo que le llevó a oponerse a la política que Hulagu tenía en relación al Califato. Pero también procedía de su resentimiento por la transferencia que Möngkä había hecho a su propio hermano Hulagu de la región del Cáucaso, que anteriormente pertenecía a la Horda de Oro. Como resultado de esta enemistad, Berke cultivó la amistad de los Mamelucos de Egipto, sobre los cuales ejerció una cierta soberanía nominal ya que su nombre se leía en la Kutba (Homilía del viernes) de las mezquitas de El Cairo, Damasco y La Meca. La política de alianza con los mamelucos enriqueció la vida cultural de la Horda de Oro, puesto que de Egipto llegaron a Saray y a Nueva Saray artistas, artesanos, intelectuales y teólogos, pero ello también señaló el fin de esta fase expansionista de los mongoles, que daba por supuesta la unidad de los descendientes de Genghis Khan como base de la conquista del mundo.

Durante los reinados de Uz-Bik (Öz-Beg) (1313-1342) y Jani-Bik (1343-1357) la Horda de Oro se convirtió en un estado islamizado en todos sus aspectos (a pesar de que muchos de sus súbditos no eran musulmanes) y el Yasak comenzó a ser gradualmente sustituido por la Sha'riah. Esta conversión fue un hecho de crucial importancia para los Tártaros (musulmanes de la Horda de Oro) y para los rusos, puesto que desde entonces ambos pueblos estuvieron divididos por la religión y la cultura lo que hizo imposible una futura integración. Las ciudades gobernadas por la Horda de Oro -Saray, Nueva Saray y Astrakhan en el Volga, Urganj en Khwarizm, Machar en el Kumar, Azaq en la desembocadura de del Don y Kaff, Qiram y Surdaq en Crimea- eran ricos centros de artesanía y comercio, a los que los Khanes protegían, ya que constituían su principal fuente de recursos.

En Persia, el alto nivel que alcanzó la cultura iraní durante el periodo del Il-Khanato fue debido a la relativa estabilidad del gobierno interno entre los años 1258 y 1335, no obstante las disputas sucesorias y los frecuentes  conflictos que surgieron con los estado vecinos. Al logro de esta estabilidad contribuyeron varios factores: la organización militar de los Khanes, que era igual, si no superior a la de la Horda de Oro y a la del Khanato de Čagatay; la eficiente organización del sistema de impuestos llevado a cabo por expertos funcionarios iraníes y la favorable situación del Khanato por el que pasaban las principales rutas comerciales del Oriente Medio. Tan pronto como el Imperio Mongol estuvo firmemente establecido, el comercio y la vida urbana comenzaron a revivir, en parte como resultado de al demanda de bienes de lujo para la nueva clase dirigente mongola. Como consecuencia, la ciudad de Tabriz creció hasta convertirse en uno de los emporios más prósperos del mundo medieval, pues se benefició de us proximidad a los campamentos de los khanes, de la destrucción de Bagdad en 1258, así como del conflicto entre los mongoles y los mamelucos de Siria, conflicto que hizo que las rutas se desviaran hacia el norte del Creciente Fértil.

Aunque Abaqa, hijo de Hulagu, era budista, lo mismo que su padre, también se mostraba favorable a las comunidades del interior, aliándose a la Cristiandad contra los mamelucos de Egipto.

En el exterior Abaqa liquidó la guerra emprendida por su padre contra Bärkä; en el nordeste tuvo que hacer frente a la incursión del Khan Čagatay Barāq de Transoxiana (1269-1270) que invadió Khurasán, ocupando Marv y Nishapur. Pero en 1270 aplastó a Barāq cerca de Herat. En 1273 Abaqa llevó la guerra a Transoxiana, enviando un ejército para saquear Bukhara.

Por el oeste tuvo que proseguir la lucha contra los mamelucos egipcios. En 1277 el sultán Baibars en Capadocia aplastó las tropas mongolas que ocupaban el sultanato Saldjuqí. Abaqa acudió a Anatolia donde castigó al sultán severamente. En octubre de 1281 un ejército mongol de 50.000 hombres penetró en Siria, auxiliados por los armenios de Cilicia, georgianos y francos, se encontró con los mamelucos cerca de Homs, mandado por el sultán Qalawn. La expedición mongola acabó en desastre y Abaqa murió poco después.

Su sucesor fue su hermano Takudar (Ahmad), que tras subir al torno adoptó el Islam, tomó el nombre de Ahmad y el título de sultán, y emprendió la islamización del Il-khanato de Persia. En 1282 envió a los mamelucos una oferta de paz y alianza. Los viejos mongoles, budistas y nestorianos, se agruparon en torno al príncipe Arghun, hijo de Abaqa. Se rebeló en Khurasán, desde donde marchó a Djibal, pero fue vencido en 1284 y obligado a entregarse. Sin embargo, una conspiración de generales provocó una revolución de palacio. Abandonado por sus tropas, Takudar fue condenado a muerte. Arghun detuvo la islamización del khanato.

Arghun intentó conseguir la ayuda de la Cristiandad contra los mamelucos. Sin embargo, las potencias occidentales no se decidían a organizar una cruzada que en unión del ejército mongol hubiera salvado las colonias francas en Siria. Arghun solo tuvo que tomar las armas para defender sus fronteras septentrionales, en el Khurasán, donde se rebeló el emir Nawruz y estuvo a punto de apoderarse del príncipe Ghazan, pero tuvo que refugiarse en Transoxiana, con el Khan Qaidu, jefe de la Casa de Ögödäi. Por el Cáucaso, el Khan de  la Horda de Oro mandó atacar la frontera de Persia, por Derbend, pero el lugarteniente de Arghun deshizo la vanguardia enemiga en 1290.

A la muerte de Arghun se inició un periodo de inestabilidad política, con varios khanes efímeros apoyados por diversos sectores militares mongoles. Contra el último de estos khanes, Baidu,  se levantó Ghazan, hijo de Arghun, con el apoyo de Nawruz con el que se había reconciliado en 1294; éste persuadió a Ghazan de que abandonara el budismo por el islamismo, para obtener el apoyo del elemento persa. Finalmente, Ghazan hizo prisionero a Baidu y le condenó a muerte.

Retomando la antigua política de Hulagu y Abaqa, Ghazan dirige una nueva invasión contra el Imperio Mameluco, en Siria, llegando a conquistar Damasco, pero volvió a Persia en 1300 y los mamelucos volvieron a reocuparla. En 1303 intentó de nuevo conquistar Siria, pero fue vencido, siendo esta la última de las intervenciones mongoles en esta región.

Su hermano Uljaytu (Öldjaitü) le sucedió. Por un tiempo se adhirió al shi'ismo persa. Bajo su reinado el islamismo se intensificó en el khanato de Persia. A pesar del abandono de las tradicionales simpatías genghiskhánidas hacia los nestorianos, Uljaytu siguió la política de su hermano Ghazan. En 1305-06 estableció su capital en Sultaniye, en el noeste de Iraq. En política exterior, a pesar de su piedad musulmana, continuó la política de sus antepasados contra los mamelucos egipcios. Los enfrentamientos tuvieron por escenario el reino de Cilicia, vasallo mongol. Las guarniciones mongolas de Asia Menor les infringieron graves pérdidas.

En Asia Menor, a principios del siglo XIV (1307) la dinastía saldjuqí desapareció. Por lo tanto, los virreyes mongoles establecidos en Qonya gobernaban directamente el país. Ello puso a los mongoles frente a los pequeños emires turcos, herederos de sus señores saldjuqíes, que trataban de aprovechar la ausencia de un poder central para hacerse independientes. Entre los Karaman y sobre todo los Otomanos, en el noroeste de Frigia y Bitinia comenzaron a crecer a costa del Imperio Bizantino.

En el oriente iranio los Il-khanes tuvieron que hacer frente a las incursiones de sus parientes del khanato de Čagatay y contra las veleidades independentistas de sus vasallos, los Kart, que gobernaban en Herat. Finalmente, los Kart quedaron definitivamente en posesión de Herat, siendo considerados por los Il-khanes de Tabriz como los guardianes fronterizos de las marcas del nordeste.

En 1316 murió Uljaytu y le sucede su hijo de 12 años, Abu Sa'id Bahadur (1316-1335). Durante toda su vida sería el juguete de los señores mongoles, quienes gobernaron en su nombre, disputándose el poder y las provincias. Durante la primera parte de su reinado, el poder estuvo en manos del emir Čupan, quien entre 1317 y 1327 fue el verdadero señor de Persia. Pero en 1327, Abu Sa'id cansado de su tutela rompió con él. Čupan, que estaba en Khurasán, levantó el estandarte de la revuelta y se dispuso a marchar desde Mashad al Azerbaijan, pero fue abandonado por sus tropas y se refugió en Herat donde el malik Kart mandó que lo estrangularan. Uno de sus hijos, Timurtash, huyó a Egipto, pero los mamelucos lo mataron para no disgustar a Abu Sa'id.

La caída de Chupan representó un golpe de muerte para el khanato de Persia. Cuando poco después desaparezca el propio Abu Sa'id no se encontrará nadie, ni a la cabeza de los ejércitos ni de la Administración, que pueda mantener el estado mongol-persa, por lo que se disolverá el ulus de Hulagu. Además, en Asia Menor, la muerte de Abu Sa'id dejó a Anatolia sin dueño, y liberó a los emires turcos locales, los Karaman al sureste y los otomanos por el noroeste.

A la muerte de Abu Sa'id (1335), en lugar de elegir un nuevo khan de la Casa de Hulagu, los señores eligieron a un genghiskhánida de otra rama, Arpa Gawun (Arpa Ke'ün), descendiente de Arigh Bökä, hermano de Möngkä, Hulagu y Kublai. En 1336 este khan inesperado fue vencido y muerto por un gobernador que se había rebelado. Después, dos señores feudales, entre los que se dividía el resto de la nobleza mongola, se disputan el poder bajo la cobertura de reyes fantasmas. Uno era el gobernador de Asia Menor, Hasan-i Buzurg o Jalayir; el otro Hasan-i Kičik (el Pequeño) era nieto de Čupan. En 1338 éste último consiguió apoderarse de Tabriz, la capital, formando un reino que incluía Azerbaijan y el antiguo Djibal, y a su muerte (1343) le sucedió su hermano al-Ashraf. Durante ese tiempo, Hasan Jalayir reinó en Bagdad, donde en 1340 se proclamó rey independiente.

En 1365 el khan de la Horda de Oro o Qipchak, Jani-Bik penetró en Azerbaijan y mató a al-Ashraf el Čupaní. Esa catástrofe benefició a los Jalayir: el hijo de Hasan, Uways se apoderó de Azerbaijan en 1358, reinando hasta su muerte (1374) en Bagdad y en Tabriz.

Mientras, en Herat y Khurasán oriental el reino afgano de los Kart se hacía totalmente independiente. El hábil Ghiyath al-Din Kart había muerto en 1329, y sus dos primeros hijos Shams al-Din y Hafiz solo reinaron algunos meses. Pero el tercer hijo Mu'izz al-Din Husayn haría de su reino un estado relativamente poderoso, que incluso intervino en los asuntos de Transoxiana. En el Khurasán occidental, un simple jefe de bandidos, Abd ar-Razzaq, que en medio de la anarquía general se había apoderado de la fortaleza de Sabzawar, fundaba el estado de los Sarbadaríes. Le mató su propio hermano Wajih al-Din Mas'ud (1358) y continuó su obra, apoderándose de Nishapur. Un príncipe mongol, descendiente de Qassar, hermano de Genghis Khan, en el desorden total había sido proclamado Khan en 1337. Se estableció en Bistan, al noroeste de Khurasán y reinó también en Mazandaran. Los Sarbadaríes reconocieron nominalmente su soberanía pero en 1353 lo asesinaron, quedando dueños de todo el noroeste de Khurasán, mientras los Kart cuidaban el sureste. Los Kart eran afganos sunníes y los Sarbadaríes persas shi'íes, por lo que ambas dinastías guerrearon encarnizadamente.

En Fars, desde 1336 los Injuíes se hicieron independientes con capital en Shiraz. Unos años más tarde, en 1353 fueron desplazados por una dinastía árabe-irania, los Muzaffaríes. Su fundador, el árabe Mubariz al-Din Muhammad, instalado ya en Yazd y en Kirmán, se hizo dueño de Shiraz (1353) y de Isfahan (1356/7). En 1358 fue depuesto y cegado por su hijo Shah Shuja († 1384) que le sucedió en Shiraz, mientras que Isfahan pasaba a otros Muzaffaríes.

En la zona occidental de Persia, ya se anunciaba la presencia de la tribu turcomana del Cordero Negro, los "Qara Qoyunlu". En el momento del reparto del khanato huláguida estaban instalados en distrito armenio de Much, y avanzaron hasta Mosul, de donde les expulsó Uways Jalayir (c.1336). En 1374, el jefe Qara Qoyunlu, Bairam Khwadja volvió a ocupar Mosul y Sindjar. Su nieto Qara Yusuf, fundará la fortuna de su casa quitándoles a los Jalayir la ciudad de Tabriz (1387) donde se mantendrán hasta que los expulse Tamerlán.

6. Los sucesores de Jani Bik en el khanato de la Horda de Oro

Durante casi un siglo los khanes de la Horda de Oro habían combatido a sus parientes mongoles de Irán sin haber conseguido ninguna ventaja. La muerte de Abu Sa'id en 1335 ofreció una oportunidad única a Uz-Bik para intervenir al sur del Cáucaso, pero ni siquiera él logró algo digno de mencionarse. Sin embargo, en 1357, cuando el Il-Khanato se había desintegrado por completo y en Azerbaijan gobernaba Malik al-Ashraf, Jani-Bik cruzó el Cáucaso con un ejército que quizá llegaba a los 300.000 hombres, se apodró de Tabriz y de su gran tesoro, y mandó ejecutar a al-Ashraf. Sin embargo, por temor a la peste, Jani-Bik no permaneció mucho tiempo en Azerbaijan, sino que retornó enseguida a Dash-i Qipchak, dejando a su hijo Birdi Bik como gobernador en Tabriz. La muerte de Jani Bik poco después requirió la presencia de Birdi-Bik en el norte y Tabriz fue evacuada, siendo ocupada por el Uways Jalayirí, como se ha visto más arriba.

En 1348-9 Crimea se vió atacada por la Peste Negra, la cual al aparecer causó la muerte de 85.000 personas, antes de extenderse por las rutas comerciales con las caravanas. Muy poco después la estabilidad dinástica de que había disfrutado la Horda de Oro durante casi un siglo acabó al extinguirse la línea de descendientes de Batu. Siguió un periodo de 20 años en el que predominó la anarquía y durante el cual varios descendientes de Jöči lucharon por el trono. Estos conflictos afectaron las relaciones que la Horda de Oro tenía con los pueblos vecinos, especialmente con los príncipes rusos, que eran vasallos del khan. En 1332 Uz-Bik había concedido el título de Gran Duque a Ivan I de Moscú, esperando que Ivan impusiera el orden entre los pendencieros rusos, pero esto tuvo desastrosas consecuencias puesto que Ivan pudo consolidar su poder con la aprobación de su señor mongol, de lo que resultó que Moscú se engrandeció continuamente a costa de sus rivales. Un anuncio del peligro que este intenso y ambicioso vecino representaba, se produjo cuando el general tártaro Mamay, que aspiraba al mando de la Horda de Oro, fue derrotado por el Gran Duque Dmitriy. Esta derrota destruyó las aspiraciones de Mamay con lo que facilitó el surgimiento de Tuqtamish, descendientes de Orda, hermano mayor de Batu, que en 1381 se había proclamado dirigente indiscutible de la Horda. Antes de que Tuqtamish consiguiera el control de la Horda de Oro, tuvo que emprender una dura lucha por el liderazgo con sus parientes de la Horda Blanca (el ulus original de Orda) que se hallaba establecida en el actual Kazakhstán. En esta lucha recibió la ayuda de Tamerlán, que normalmente era vasallo del khan Čagatay de Mawarannahr y que rápidamente se creó un reino para sí mismo a expensas de los territorios de su soberano. Una vez que se convirtió en gobernante de la Horda de Oro, parece que percibió la amenaza que representaban las ambiciones de Tamerlán y que ni quisiera la vasta extensión de Asia Central sería suficiente para que dos hombres como ellos la compartieran.

El pretexto inmediato para el choque llegó cuando Tuqtamish volvió a establecer buenas relaciones con los mamelucos y después cruzó las montañas en 1385-6 y saqueó las ciudad de Tabriz. Tamerlan se desquitó en 1386-7 atacando el Cáucaso, pero mientras tanto Tuqtamish atacó Mawarannahr (Transoxiana) llegando en su incursión hasta las muralla sde Bukhara. Tamerlán volvió rápidamente hacia el este en dirección al Amu Darya y recobró su prestigio saqueando Urganj, una de las principales fuentes de riqueza de los khanes de la Horda de Oro. En 1389 Tuqtamish tomó de nuevo la iniciativa conduciendo un inmenso ejército hacia el Syr-Darya, pero retirándose a Dash-i Qipchak después de un indeciso encuentro con las fuerzas de Tamerlán. En 1391 Tamerlán contraatacó al mando de una expedición a través de Kazakhstán hasta el valle medio del Volga donde venció a Tuqtamish en un sangriento encuentro al lado del río Korducha, pero cometió el error de no consolidar su victoria persiguiendo a su enemigo al otro lado del Volga.

Tuqtamish demostró tener un gran poder recuperación y en 1394 volvió a atravesar el Cáucaso de norte a sur. En 1395 el mismo Tamerlán marchó desde Azerbaijan a través del Cáucaso y aplastó de forma decisiva a Tuqtamish al lado de Terek. Este nunca se recuperó de esta derrota y pasó el resto de su vida como un fugitivo en busca de aliados que le ayudaran a ocupar de nuevo el trono. Desde el río Terek, Tamerlán avanzó profundamente en los territorios de la Horda de oro, penetrando hacia el norte hasta Rjazan y devastando Azaq, Nueva Saray y Astrakhan (seguramente como forma de debilitar la prosperidad comercial del khanato), antes de volverse hacia Samarcanda para planear la invasión de la India.

El derrumbamiento de Tuqtamish despejó el camino para que emergiera la última figura importante en la historia de la Horda de Oro; este fue Idiku, un tártaro nogai del clan Manguit que en 1399 derrotó al Gran Duque Vytautas de Lituania (1377-1430), el cual intentaba ampliar sus dominios a expensas del khanato. Con este rechazo de la agresión lituana Idiku restauró el prestigio de la Horda de Oro ante sus vecinos occidentales y ante los principados rusos, a la vez que en el este reconquistó Khwarizm de manos de los timuríes en 1405-06 y lllegó a penetrar hasta las cercanías de Bukhara. En 1408 atacó Moscú y exigió un elevado tributo como precio de su retirada. Como no pertenecía a la familia de Genghis Khan Idiqu no pudo asumir la soberanía total, pero se sintió satisfecho con ejercer la autoridad en nombre de los khanes genghiskhánidas, a los que manejó como marionetas. Pero, desgraciadamente, a la muerte de Idiqu en 1419 estalló una lucha inevitable entre los jefes tártaros que aspiraban a ocupar su lugar. Todo ello fue aprovechado por Vytautas para debilitar el khanato con continuas interferencias en sus asuntos internos.

Durante el siglo XV la Horda de Oro se desintegró, precipitándose este proceso por la obra de devastación que Tamerlán llevó a cabo y por el crecimiento del poder de Lituania y Moscú. Pero sobre todo más importantes fueron las irresponsables luchas intestinas dirigidas por los jefes de los clanes y la aristocracia militar en nombre de los impotentes khanes, convertidos en títeres en sus manos.

Hacia la mitad del siglo XV el ulus original de Batu había desaparecido completamente. En su lugar se establecieron los khanatos independientes de Kazán y Astrakhán en el valle del Volga y el de Crimea, además de la Horda Blanca en Kazakhstán, la Horda Nogai al norte del Caspio y el Khanato de Sibir (basado sobre todo en la depresión de Irtysh-Tobol), cuyos gobernantes eran descendientes de Sibagan (cuya forma árabe, Shayban,  dará nombre a una poderosa dinastía uzbeka), que era hermano de Batu. Los encarnizados y sangrientos conflictos que se produjeron entre estos estados sucesores del khanato explican la facilidad con que el creciente poderío moscovita derrotó a sus antiguos soberanos tártaros durante la segunda mitad del siglo XV y la primera del XVI. En 1552 Ivan el Terrible se apoderó de Kazán y en la misma década Astrakhán también fue  incorporado. El khanato de Crimea sobrevivió durante otros dos siglos, pero a en calidad de protectorado otomano.

7. El Khanato Čagatay

El tercer y último gran khanato mongol que adoptó el Islam, y que tuvo su origen, al igual que los de Persia y Horda de Oro, en el reparto de la herencia de Genghis Khan entre sus hijos, fue el Khanato Čagatay. El ulus originario estaba formado por los territorios de los uighures y los Qara-khitai (Jungaria, Semirechie) y la depresión del Tarim (Kashgar, con las ciudades principales de Kashgar, Aqsu y Yarkand), a los que se le había añadido una parte sustancial de las posesiones de los últimos Shahs de Khwarizm, Mawarannahr y Khurasán (que después pasó a los il-Khanes de Persia),  pero no la propia Khwarizm que había sido incluida en el ulus de Jöči). en general, pude decirse que sus fronteras se extendían desde le Altai y el alto Irtysh hasta el mar de Aral y el Amu-Darya y durante algún tiempo llegó a estar incluida en el ulus la región al sur del  Hindu Kush hasta Ghazna y el país del Indo. Entre los súbditos de Čagatay había shamanistas, musulmanes, nestorianos, cristianos y budistas, y estaban dedicados a una gran cantidad de trabajos y ocupaciones; había nómadas, agricultores de oasis y habitantes de importantes centros manufactureros y comerciales como Samarcanda, Bukhara, Kashgar, Yarkand y Aqsu). El mismo Čagatay mostró poco interés por la vida urbana; sus principales campamentos, tanto de invierno como de verano, se hallaban muy cerca del río Ili, y aunque la antigua ciudad de Bishbaliq fue la primera sede de su administración muy pronto fue reemplazada por Almaliq, situada entre el Tian Chan y el lago Balkhash.

Durante el reinado de Čagatay, Mawarannahr estuvo gobernada por un musulmán, Mahmud Yalavach, rico mercader de Khwarizm, que fue sucedido por su hijo, Mas'ud Bik, el cual recibiría el cargo de gobernador de todo el ulus, mientras otro mercader musulmán, Habash 'Amid, también gozaba de la confianza de Čagatay.

Al morir Čagatay en 1241, le sucedió un nieto suyo, Qara Hulagu, que no consiguió la aprobación de Güyüg, el cual le reemplazó por Yisu-Möngkä, el quinto hijo de Čagatay. En 1251, cuando Möngkä se convirtió en khaqan reinstaló a Qara Hulagu, que murió antes de volver a obtener el trono y durante el resto de la década el ulus fue gobernado por su viuda, Urġinah (Orqina), que actuó como regente de su hijo Mubarak Shah, mientras que la continuidad administrativa se mantuvo mediante Habash 'Amid y su hijo Nasir al-Din.

La tranquilidad obtenida por este acuerdo finalizó al ser invadido el ulus por otro nieto de Čagatay, Alġu, partidario de Arigh Bökä en su lucha contra Kublai. En 1260 Alġu se estableció como gobernante, fortaleciendo su posición mediante su matrimonio con Urġinah. Entonces abandonó su alianza con Arigh Bökä, el cual en revancha asoló la Jungaria tan profundamente que durante los años1263-64 su población fue diezmada por el hambre. Después, favorecido por Kublai, Alġu dedicó sus últimos años a combatir a Qaydu que gobernaba la Jungaria oriental, y era el representante del ulus de Ögödäi. Alġu murió en 1266 y fue sucedido por Mubarak Shah, el primer gobernante Čagatay que se convirtió al Islam, pero cuya candidatura no fue aceptada por Kublai, el cual le sustituyó por su primo Baraq, otro biznieto de Čagatay.

 El ulus de Čagatay era ya menos extenso que anteriormente: la fundación del Il-Khanato de Persia en Irán había convertido el Amu-Darya en la frontera suroccidental del khanato a la vez que el triunfo de Qaydu sobre Kublai en Jungaria significó una pérdida de territorio en el este. Baraq se enemistó pronto con Kublai y se encontró en una guerra simultánea con Kublai y con Qaydu. Éste le derrotó, lo que hizo llegar a un acuerdo: a principios de 1269, durante un quriltai celebrado entre los descendientes de Čagatay y de Ögödäi, contra los de Tolui, que reinaban en China y en Irán. Habiéndose quejado Baraq de que no tenía pastos suficientes, se llegó al acuerdo de que invadiría Irán. Entró en Khurasán venciendo  a su gobernador pero el Il-Khan Abaqa lo atrajo a una trampa cerca de Herat y la infligió un completo desastre. Baraq entró en Transoxiana con el resto de su ejército y pasó el invierno en Bukhara, donde se hizo musulmán. Murió en 1271, quizá envenenado por Qaydu. Desde entonces, hasta que su hijo Duwā (1282-1307) obtuvo el trono con la ayuda de Qaydu, hubo un intervalo de dos breves reinados de poca importancia. Duwā fue un firme gobernante, apropiado para su aliado Qaydu, y ambos juntos combatieron a los generales de Kublai y a la Horda Blanca por el norte. En 1273-4 Abaqa tomó venganza de la incursión de Baraq al Irán y él mismo entró en Mawarannahr, saqueando Urganj y Khiva, y saqueó Bukhara en 1273. Pero Duwā contestó al ataque, expulsó de Afghanistán a los Huláguidas e incluso realizó una incursión desde Ghazna hacia el interior del Pujab.

Duwā  siguió siendo fiel a Qaydu hasta el final. En 1301 ambos iniciaron una expedición para reconquistar Karakorum a los descendientes de Kublai pero Qaydu fue derrotado  y murió durante la retirada. El núcleo de su reino, el ulus de la Casa de Ögödäi era Jungaria y Semirechie, que había arrebatado a los Čagataydas en 1271, a la muerte de Baraq, y sus campamentos de invierno y verano se hallaban situados en la región al sur del lago Balkhash, entre los ríos Ili y Chu, y probablemente el Talas le servía de frontera con el disminuido Khanato de Čagatay, aunque es casi seguro que llegó a ejercer una forma de soberanía sobre Transoxiana (= Mawarannahr) y Kashgaria. Por el noroeste su dominio alcanzaba, a través de la cordillera de Altair, hasta los cursos altos del Irtysh y el DuwāYenisei; por el este hasta el lago Chagan-Nor y por el sur hasta el Lop-nor.

Duwā reconoció al hijo y heredero de Qaydu, Chapar, pero poco después comenzaron de nuevo las guerras entre ellos. Chapar fue vencido por Duwa y por el ejército imperial Yuan. cogido entre dos frentes, Chapar se entregó a duwa, que se apoderó de todas sus tierras, reconstituyéndose integramente su territorio hasta 1306.

Duwā murió en 1307 y su hijo y sucesor Kūnčik solo reinó año y medio. Entonces ocupó el trono Tāliqū, nieto de Buri, cuya abierta profesión del Islam le enajenó el apoyo tribal que le hubiera sido necesario para consolidar su posición.

Una amplia conspiración contra el usurpador fue dirigida por Kibak, hijo menor de Duwa, el cual finalmente penetró en la tienda de Taliqu y le mató en 1309. Estos conflictos terminaron por animar a Chapar a reanudar las hostilidades pero su ejército fue aniquilado por las fuerzas superiores de Kibak, y volviendo a cruzar el Ili fue a refugiarse en la corte de Qaišan, Qa’an y emperador mongol de China, su pueblo se fusionó con las tribus Čagatay y con las de la Horda Blanca y la línea de los descendientes de Ögödäi pasó a la historia. Tras esta victoria, los príncipes Čagataydas celebraron un gran quriltai en el que decidieron nombrar khan a Esen Buqa, que estaba entonces en China. Como los Čagataydas no podían ampliar su territorio por el lado de China, por las estepas aralo-caspianas y Persia, donde estaban solidamente establecidas las casa de Kublai, Joci y la de Hulagu, trataron de expandirse por el Afganistán oriental. Īsan-Būqā (1309-1318) mandó un ejército que asoló Khurasán hasta llegar a las puertas de Herat (1315), pero se vieron obligados a retirarse al enterarse de un ataque de los mongoles de China, que penetró hasta el lago Issyk-Kul. Además en 1316, Uljaytu invadió Mawarannahr (Transoxiana), saqueando Bukhara, Samarcanda y Tirmiz. Īsan-Būqā murió en 1318 y fue sucedido por Kibak de nuevo, que reinó hasta 1326, y que cambió la capital a Naskhshab (Qarshi), lugar situado al suroeste de Bukhara, temiendo una ocupación permanente de Mawarannahr. De esta manera el centro político del kanato se trasladó de Semirechie y Jungaria a Transoxiana, donde las costumbres paganas nómadas fueron sustituidas por otras islámicas e iraníes. Kibak fue sucedido por otros tres hijos de Duwa, Īlčikdāy (1326-1330), Dūrah-Tīmūr (1330-1331) y Tarmašīrīn ˁAlāˀ-al-Dīn (1331-1334), a los cuales se cree que intentaban una alianza con el sultán de Delhi, Muhammad b. Tughluq, en contra de los Il-khanes. Tarmašīrīn fue un musulmán muy devoto, y a pesar de que el Islam estaba muy difundido entre las tribus, esta religión era inaceptable para los jefes tribales que todavía eran paganos, por lo que en 1334 se sublevaron y le destituyeron. Este suceso marca el comienzo de un periodo de más de treinta años durante el cual la anarquía se adueñó de Trasoxiana, como resultado de las luchas entabladas entre los diversos jefes de las tribus en nombre de khanes rivales, miembros de familia de Genghis Khan. Este oscuro periodo terminó con la subida al trono de Trasoxiana del turco Tīmūr Lang (Timur 'el Cojo'), conocido en Occidente como Tamerlán, en la segunda mitad de siglo.

El antiguo khanato Čagatay se dividió a continuación en dos khanatos gobernados por dos ramas diferentes de la familia real: por una parte Transoxiana y por otra parte Moghulistán, es decir, el país que rodeaba el lago Issyk-Kul, entre los ríos Talas y Manas. En Transoxiana reina, con Qarghi como residencia, el khan Qazān (1343-1346) hijo de Yīsūdūr, y biznieto de Buqa Timur, que era, a su vez, tataranieto de Čagatay (ver arbol genealógico al final del artículo). Parece que intentó dominar la insubordinación de la nobleza turca de Transoxiana, que le había colocado a él en el trono. El jefe de esta nobleza era el emir Qazghan, cuyo feudo estaba situado en los alrededores de Sali Serai, en la orilla septentrional del Amu-Darya. Se rebeló contra Qazān, le derrotó y le mató en 1346. Convertido en el verdadero señor de Transoxiana, no dudó en romper con la legitimidad dando el trono a un descendiente de Ögödäï, llamado Dānišmandjī (1346-1348), pero Qazghan lo sustituyó por un Čagatayda, Bayān-Qulī (1348-1358), nieto de Duwā. En realidad, los Čagataydas de Transoxiana fueron unos reyes holgazanes y todo el poder pasó a manos de los jefes de la nobleza lical, primero Qazghan y más tarde Tamerlán.

Qazghan obligó al malik de Herat, Husayn Kart, a reconocerse vasallo y acudir como tal a rendirle homenaje en Samarcanda. Cuando fue asesinado Qazghan en 1357, su hijo Mirza Abd 'Allāh se mostró incapaz de continuar su obra, pues asesinando al khan Bayān-Qulī para poder poseer a su mujer, se hizo acreedor de la reprobación de la nobleza turca. Bayān-Selyuz y Hadji Barlas, tío de Tamerlán, expulsaron a Mirza Abd 'Allah hasta Andereb, al norte del Hindu Kush, donde murió. Esas luchas debilitaron a los señores feudales provocando una inesperada reacción genghiskhánida .

Mientras los khanes 'holgazanes' de Transoxiana se dejaban dominar por el feudalismo turco local, los nómadas de Moghulistán, es decir el Issyk-Kul, los ríos Ili, Elbinor, Talas, y Chu, tras haber permanecido algún tiempo en la anarquía habían restablecido la realeza Čagatayda en la persona de Tūghluq Tīmūr, un nieto de Duwā. el principal clan mongol de la región eran los Dughlat, que poseían dominios muy importantes tanto en Moghulistán como en Kashgaria, conocida entonces como 'Alti Shahr', 'las seis ciudades'. A mitad del siglo XIV este clan tenía por jefes a tres hermanos: Tulik, Buladji y Qamar al-Din. Buladji tuvo la iniciativa de buscar a un descendiente Čaġatāyda que nofuera señor feudal en Transoxiana. Por eso recibió solemnemente a Tūghluq Tīmūr en Aqsu y le proclamó Qa'an. Tulik, hermano mayor de Buladji se convirtió en ulus begi, primer emir del imperio. Sin embargo, Tūghluq Tīmūr no fue un títere en manos de los Dughlat. Su reinado tuvo gran importancia. En el terreno religioso, si los habitanes de Transoxiana eran fervientes musulmanes, los seminómadas del Ili y de Aqsu seguían siendo en su mayoría 'paganos' budistas y chamanistas. El emir Tulik, primogénito de los Dughlat se había convertido. Tres años más tarde, en 1353, hacía lo mismo Tūghluq Tīmūr, después de un voto hecho en momentos de dificultad; pero independientemente del atractivo espiritual que el islamismo pudiera ejercer sobre él, midió, sin duda, la influencia que le daría esa conversion para apoderarse de Transoxiana. Los dos emires que habían triunfado sobre Abd 'Allāh b. Qazghan se mostraban incapaces de mantener un poder coherente. Fuera de ellos, el reino de Transoxiana estaba dividido hasta el infinito entre los demás representantes del feudalismo local turco. Por eso, Tūghluq Tīmūr en 1360 invadió Transoxiana. Hadji Barlas cruzó el Amu-Darya y se retiró al Khurasán. El triunfo de Tūghluq Tīmūr fue tan completo que el propio sobrino de Hajji Barlas, Timur Leng, de 26 años de edad, consideró prudente unirse al vencedor. Su tío volvió de Khurasán y ocupó de nuevo su posición, pero temiendo que Tūghluq Tīmūr le hiciera matar huyó de nuevo a Khurasán donde unos bandidos lo mataron cerca de Sabzawar.

El nieto de Qazghan, el emir Husayn, se había hecho un feudo que incluía Balkh, Qunduz, Badakhsan y Qabul. Tūghluq Tīmūr le venció y le hizo huir. Al regresar la Samarcanda mandó matar a Bayān Selyuz y dejó a su hijo Ilyās-Khwāĵah, como virrey de Transoxiana, con Tamerlán como consejero.

La muerte de  Tūghluq Tīmūr (1363) fue seguida por grandes transtornos, en los que la familia Dughlat asesinó a cuantos descendientes suyos tuvo a su alcance. En efecto, el emir Qamar al-Din ambicionaba el cargo de ulus begi, que había sido dado a su sobrino Khudaidad, hijo de Buladji. Se vengó matando a Ilyās-Khwāĵah, que venía de Transoxiana expulsado por las victorias de Tamerlán. Qamar al-Din desposeyendo a la dinastía Čagatayda, usurpó el título de Khan y reinó sobre el Moghulistán. Un joven hermano de Ilyās-Khwāĵah, Khir-wāĵah escapó de Qamar al-Din gracias a Khudaidad quien le ayudó a huir de Kashgar para ir a las montañas del Pamir.

Contra Qamar al-Din Tamerlán inició hasta cinco expediciones de carácter preventivo  con el objetivo de poner definitivamente a Transoxiana a salvo de las invasiones periódicas de los nómadas. Qamar al-Din siempre retrocedía ante él, y cada vez que Tamerlán volvía a Transoxiana, recuperaba los territorios perdidos. En 1389 Tamerlán envió un ejército que persiguió a Qamar al-Din hasta la región del Irtish negro, donde se perdió su rastro y nunca volvió a saberse de él. La desaparición del usurpador permitió al Čaġatayda Khir-Khwāĵah recuperar el trono de Moghulistán que mantuvo buenas relaciones con Tamerlán, al que dió una hija suya como esposa en 1397, unión preciosa para éste, pues ella permitía su entrada en la familia genghiskhánida.

A su muerte se produjeron una serie de desórdenes que dieron a los sucesoreis de Tamerlán en Transoxiana pretexto para intervenir en la zona occidental del khanato, pero finalmente el trono fue ocupado por Uways (1418-1421 y 1425-1428), nieto o biznieto de Khir-Khwāĵah, que pasó su vida luchando infructuosamente en Jungaria contra los oiratos (oyirat). Al morir se produjeron nuevos disturbios entre los emires, los cuales forman facciones rivales en apoyo de sus hijos Īsan-Būqā (II) y Yūnus. En el enfrentamiento la facción de Īsan-Būqā demostró ser la más fuerte y Yūnus fue entregado por sus partidarios a Ulugh Beg, sultán de Samarcanda y nieto de Tamerlán.

El largo reinado de  Īsan-Būqā (1428-1462) fue interrumpido por frecuentes incursiones de los oiratos, por la guerra contra los Timuríes (descendientes de Tamerlán) en Transoxiana y por revueltas internas. Cuando murió, la parte occidental de Moghulistán fue fácilmente ocupada por los partidarios de Yūnus, protegido de los Timuríes, pero este no conquistó Aqsu y Turfan hasta 1472, cuando murió Kibak (II), nieto de Īsan-Būqā. Yūnus fue un estricto musulmán y protegió en gran medida a la clase religiosa, especialmente a los miembros de las órdenes derviches. Tranquilo, cortés y especialmente inteligente, Yūnus tenían un prestigio tan grande entre sus belicosos vecinos de Transoxiana que frecuentemente actuó como árbitro en sus inacabables disputas.

A su muerte en 1487, el khanato fue dividido: su hijo mayor, Mamūd (1487-1508) gobernó en Tašqand mientras su hijo más joven, Amad (1487-1504) , modelo de gobernante Čaġatāy según los moldes tradicionales, reinó en Aqsu. Amad fue un incansable guerrero; combatió a los oiratos dos veces, venciéndolos en ambas, y derrotó tres veces a ejércitos kazakos rebeldes. Sin embargo, no hizo ningún progreso contra el emir Dughlat, Abu Bakr, y falló por completo en sus intentos de conquistar Kashgar y Yarqand. Cuando su hermano Mahmud se vió amenazado por el conquistador uzbeko Muhammad Shaybani, Ahmad se dirigió rápidamente a Tašqand para ayudarle.

En 1503 ambos hermanos fueron derrotados en la batalla de Akhsi, al nordeste de Khokhand (Farġānah) y hechos prisioneros por Muhammad Shaybani, y aunque liberados muy pronto, perdieron Farġānah y Sairam, y nunca alcanzaron su antigua preeminencia. Ahmad moriría de parálisis en Aqsu en 1504, y Ma
mūd cometió el error de caer de nuevo en manos del Shaybánida, quien esta vez le condenó a muerte cerca de Khokhand (1508). La muerte de Mamūd marcó el apartamiento definitivo de los Čaġatāydas en el Turkestán occidental. Expulsados desde entonces a la zona oriental del Tian Shan se perpetuarían allí durante un siglo. A la muerte de Ahmad fue reconocido su primogénito Manūr como khan en Uighuristán (1504-1543), en Turfan, Qarashahr y Kutcha. El emir de Kashgar Abu Bakr Dughlat entró en Aqsu y saqueó el tesoro Čaġatāyda, tras lo cual fue a arruinar las ciudades de Kutcha y Bai.

Sin embargo, los hijos de A
mad demostrarían ser una formidable banda de guerreros que habían heredado totalmente los instintos combativos de su padre. El jefe de ellos era Abū-Saˁīd que había sido capturado de pequeño por los uzbekos y había combatido al lado de Muhammad Shaybani. En 1514 condujo a sus hermanos y seguidores, una fuerza de unos 4.700 hombres contra Kashgar, conquistó esta ciudad fácilmente y acabó con el mando de la familia Dughlat. Abu Bakr huyó a Ladakh y allí fue asesinado. Después de la conquista de Kashgar sus hermanos atacaron las ciudades del este (Uch-Turfan, Aqsu, Bai, Kutcha, Qarashahr y Turfan) con la intención de reconstruir el antiguo khanato de Moghulistán en la forma que tenía durante la vida de su abuelo Yūnus. Abū-Saˁīd combatió a los uzbekos, a los kazakos y a los kirguises, e incluso emprendió la conquista de Ladakh y Cachemira, regiones en donde nunca habían penetrado los khanes  Čaġatāy anteriormente. Su ejército abandonó la región de Kashgar para entrar en Cachemira entre 1531 y 1532, al mando de Muhammad Haydar Dughlat; el mismo Abū-Saˁīd salió también en esa dirección un poco después, invernó en Baltisan y murió en 1533.

El entendimiento entre los dos hermanos aseguró al Asia Central una paz profunda. En el khanato de Uighuristán o Turfan Man
ūr tuvo como sucesor a su hijo Šāh Khan (1543-1570), quien tuvo que luchar contra su hermano Muhammad que se había apoderado de una parte del país de Hami y obtiene contra él la ayuda de los oirates. A la muerte de Šāh Khan se convirtió en soberano de Turfan pero tuvo que defenderse contra un tercer hermano, Sūfi Sultān. Tras él las fuentes guardan silencio sobre el khanato Čaġatāyda de Turfan, aunque sabemos que en 1647 y 1657 un sultán de Turfan al que los chinos consideraban  Čaġatāyda auténtico envió una embajada a Beijing.

 El hijo y sucesor de Abū-Saˁīd en Kashgaria, ˁAbd-al-Rašīd I (1333-1560) mantuvo intactas sus conquistas pero a su muerte el khanato se desintegró como resultado de la rivalidad entre varios miembros de la familia dirigente y la presión ejercida por los uzbekos, kazakos y kirguises.

Durante el curso del siglo XVI el khanato de Moghulistán dejó de existir virtualmente, ya que los oirates (de raza mongol puros, aunque no del linaje de Genghis Khan) habían ocupado Jungaria (región al sureste del lago Balkhash), los kazakos se habían establecido recientemente en Semirechie y los kirguises  del Tian Shan no reconocían a ningún soberano extranjero. El dominio de los Čaġatāydas solo sobrevivió en Kashgaria, debilitándose gradualmente hasta que fue reemplazado por unos regímenes casi teocráticos dirigidos por una ambiciosa dinastía  Khwāĵah  procedente de Transoxiana. El primero de esta dinastía fue misionero y milagrero ambulante de Bukhara, conocido por Hazrat-i Makhtum-i 'Azam, que recibió del khan unos dominios muy bien dotados y murió en Kashgar en 1540. Sus hijos y nietos que pronto se dividieron en facciones rivales llegaron a ejercer una autoridad tanto política como espiritual sobre la población urbana de Kashgaria, aunque fuera de la áreas dominadas por las dos confederaciones rivales de tribus kirguises conocidas por los nombres de Aqtaghliq ('gente de la montaña blanca') y Qarataghliq ('gentes de la montaña negra') con las que las facciones rivale de los Khojas llegarían a aliarse.

 A finales del siglo XVII, el último gobernante efectivo Čaġatāyda que tenía alguna autoridad efectiva sobre las ciudades, Ismāˁīl Khan (1670-1680), se enemistó con el líder de los wāĵah Aqtaghliq, Khwāĵah Hidayatullah y le envió al exilio. Pero desgraciadamente para Ismāˁīl Khan Hidayatullah, popularmente conocido como Hazrat-i Afaq, era un hombre de personalidad dominante que era venerado por sus seguidores como un santo poseedor de  poderes milagrosos y como un profeta solamente inferior a Mahoma. Solicitó la ayuda del gran jefe de los oiratos, Galdan, el cual en 1678 invadió la depresión del Tarim, expulsó a la familia de Ismāˁīl Khan e instlaó a Hidayatullah en calidad de representante personal. Pero no quedando contento con esta subordinación muy pronto comenzó a conspirar con un sobrino de Ismāˁīl Khan, Muammad-Amīn de Uch-Turfan para expulsar a los oirates. Estsos fueron derrotados en la lucha y Muammad-Amīn fue asesinado por uno de sus propios partidarios. De esta manera, Khwāĵah Hidayatullah quedó dueño indiscutido de Kashgaria hasta  su muerte, ocurrida hacia 1694. Después de un periodo de anarquía los Khwāĵah Qarataghliq se establecieron en Yarkand, mientras que los Aqtaghliq retenían Kashgar con lo que se consiguió un equilibrio entre los dos facciones hasta que los oiratos en 1713, librados de las desuniones internas que habían seguido a la muerte de Galdan, volvieron a imponer su poder en Kashgaria y se llevaron a los líderes de ambas facciones a sus cuarteles generales situados en el valle del Ili. Así, Khwāĵah Khwāĵah Dāniyāl, líder de los Qarataghliq se ganó la confianza de Tsewang-Rabtan (1697-1727), que le mandó a Kashgaria como gobernante único, cargo en el que fue confirmado por el siguiente caudillo oirato, Galdan-Tsering (1727-1745). Pero a la muerte de Daniyal los oiratos consideran prudente dividir las ciudades de Kashgaria entre sus cinco hijos, los cuales en el caos que siguió a la muerte de Galdan-Tsering en 1745, retiraron su lealtad a los oiratos. Pero su sumisión fue restaurada fieramente por Amursana (1755-1757), nieto de Galdan-Tsering, que desde entonces apoyó a la facción de los Aqtaghliq. Una vez más establecidos en Kashgaria, los Khwāĵah se encontraron con que ahora eran no solo vasallos de Amursana, sino también del soberano de este, el emperador manchú de China. Sin embargo, los Khwāĵah se unieron a Amursana en su rebelión contra los manchúes, y tras su derrota Kashgaria fue ocupada ocupadas por las tropas chinas en 1758-9, aunque no sin encontrar una fiera resistencia por parte de los Khwāĵah y sus seguidores.

BIBLIOGRAFÍA:

Grousset, René: El imperio de las estepas: Atila, Gengis Khan, Tamerlán. Edaf (colección Clío, 21), Madrid, 2001
Hambly, Gavin: Asia Central. Historia Universal siglo XXI, Volumen 16. Edit. Siglo XXI de España, 1972

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