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domingo, 22 de julio de 2012

Los Samaníes de Transoxiana (819-1005)

[Extraido y traducido de: R.N. Frye: The Samanids. Capítulo IV del Volumen IV de The Cambridge History of Iran: the Period From the Arab Invasion to the Saljuqs.]

El hogar original de los Samaníes es incierto, pues algunas obras árabes y persas reivindican que ese nombre se derivaba de una villa cerca de Samarcanda, mientras otros afirman que era un pueblo cerca de Balkh o Tirmidh. El segundo es un poquito más probable ya que la aparición más antigua de la familia samaní en las fuentes parece estar en Khurasán más que en Transoxiana. En algunas fuentes los Samaníes reclamaban ser descendientes de la noble familia Sasánida de Vahram Chubin, mientras que un autor reivindicaba que eran de origen turco y pertenecían a la tribu Oghuz, que es más improbable, pero cabe la posibilidad de fuera un intento tardío por relacionarlos con un origen heftalita o turco. No obstante todas las tradiciones relativas al origen de la dinastía sostienen que Saman Khuda aceptó el Islam de manos de Asad b. 'Abd Allah al-Qasri (o Qushairi), gobernador de Khurasán (105-9/723-7). pues después, Saman puso a su hijo por nombre Asad, por el gobernador. No oimos hablar más de Asad hasta el tiempo de al-Ma'mun cuando su gobernador de Khurasán, Ghassan b. Abbad, recompensó a los cuatro hijos de Asad por el apoyo prestado a al-Ma'mun contra un rebelde llamado Rafi' b. Layth. Esto tuvo lugar entorno al año 204/819, y los cuatro hijos de Asad fueron designados para las ciudades siguientes: Nuh en Samarcanda, Ahmad en Ferghana, Yahya en Shash e Ilyas en Herat. Este nombramiento de gobierno para los hijos de Asad marca el inicio del poder samaní en Transoxiana, puesto que a la línea de Ilyas en Herat no le fue tan bien como a sus hermanos en el norte. Ilyas murió en 242/856 y su hijo Ibrahim tomó su lugar en Herat. Después, Ibrahim fue llamado por Muhammad b. Tahir, gobernador de Khurasán, para convertirse en comandante de su ejército, pero combatió infructuosamente contra los kharidjíes en Sistán. Cuando Ya'qub b. Layth asedió Herat, el gobernador tahirí envió a Ibrahim contra Ya'qub. En una batalla cerca de Fushanj (o Pushang) en 253/867 Ibrahim fue derrotado y huyo a Nishapur, donde más tarde se sometió a Ya'qub y fue tomado prisionero por él y enviado a Sistán.

En Transoxiana, a la muerte de Nuh (227/841-2), el gobernador de Khurasán designó a los dos hermanos de Nuh, Yahya y Ahmad, sobre la ciudad de Samarcanda, pero Ahmad († 250/864-5) sobrevivió a su hermano († 241/855) y transmitió el poder a un hijo Nasr en Samarcanda, y a otro hijo, Ya'qub en Shash, quien gobernó allí un largo tiempo. No sabemos exactamente qué ocurrió entre Yahya y Ahmad, y por qué la línea de Ahmad sustituyó a la de su hermano Yahya. Quizá Yahya entregó el poder a su más enérgico hermano Ahmad, que gobernaba la mayoría de Transoxiana, aparte de los oasis de Bukhara y Khwarizm, mientras Yahya quedaba solo como un soberano títere en Samarcanda. Es significativo el que no se haya encontrado monedas de Yahya mientras que las monedas de cobre (fals) de Ahmad comienzan en 244/858-9 en Samarcanda. (El derecho de los Samaníes de acuñar moneda de plata, dirhams, no existe antes de Nasr b. Ahmad, c.273/886.) Con la quiebra de la autoridad de los gobernadores Tahiríes de Khurasán y las victorias de Ya'qub b. Layth, Nasr b. Ahmad se encontró virtualmente como el soberano independiente de Transoxiana con su capital en Samarcanda. Consolidó su poder al enviar a su hermano Isma'il a Bukhara que estaba en un estado caótico en el vacío dejado por la caída de los Tahiríes. Las tropas khwarizmíes habían asaltado y saqueado la ciudad de manera que Isma'il fue bienvenido por el pueblo que le apoyó desde el principio como restaurador del orden. No pasó mucho tiempo antes de que el desacuerdo sobre la distribución de los impuestos causara conflictos entre Isma'il y su hermano Nasr. La historia del conflicto entre los dos, y la victoria de Isma'il, es relatada por Narshakhi, así como por otras fuentes. Aunque Isma'il fue el vencedor en la lucha fratricida, no se trasladó a Samarcanda sino que hizo a Bukhara el nuevo centro del estado samaní.

El estado samaní había recibido el reconocimiento en el año 261/875 cuando el Califa al-Mu'tamid había enviado la investidura para toda Transoxiana a Nasr b. Ahmad en oposición a las reclamaciones de Ya'qub b. Layth el Saffarí. Incluso después de la victoria de Isma'il, a los ojos del Califa Nasr era todavía el gobernante de Transoxiana más que su hermano Isma'il, e Isma'il reconoció esta legalidad hasta la muerte de Nasr en Jumada I 279/agosto 892.

Mientras, Ya'qub b. Layth también había muerto y fue sucedido por su hermano 'Amr, que se consideró heredero de los Tahiríes, y por tanto soberano de jure de Transoxiana, así como de Khurasán y otras partes de Irán. 'Amr persuadió al Califa de que le enviara la investidura para Transoxiana, y esto se hizo posiblemente con la esperanza de que los Saffaríes y los Samaníes se destruyeran mutuamente. Isma'il fue el vencedor, y si hay que creer las historias sobre la derrota de 'Amr, fue capturado por las tropas de Isma'il cerca de Balkh sin una escaramuza. En cualquier caso, 'Amr fue capturado y enviado prisionero a Bagdad donde el Califa ordenó su ejecución. La fecha de esta victoria de Isma'il sobre 'Amr es incierta, pero probablemente fue en la primavera de 287/900.

La victoria sobre 'Amr proporcionó el reconocimiento para Isma'il por parte del califa como soberano sobre todo el Khurasán. Este reconocimiento formal, en forma de documentos, regalos, y una túnica de honor, significa solo un reconocimiento de la situación real, puesto que el poder del Califato hace tiempo que había cesado de extenderse hacia el este. Isma'il fue el auténtico fundador del estado Samaní, y es altamente considerado en todas las fuentes por sus buenas cualidades como gobernante, ciertamente casi un soberano idealizado.

Isma'il extendió el dominio samaní en todas direcciones. En 280/893 hizo una expedición hacia el norte y capturó la ciudad de Taraz donde, según se dice, una iglesia nestoriana fue convertida en mezquita y se tomó mucho mucho botín. Esta expedicion es relatada de manera diferente por varias fuentes, pero todas están de acuerdo en el éxito de Isma'il. Esta campaña y otra llevada a cabo por Isma'il en 291/903, aunque no dió como resultado una gran extensión de las fronteras samaníes al norte y al este, al menos hicieron que esa frontera estuviera segura de los ataques de los turcos infieles, y posibilitaron que los misioneros musulmanes propagaran el Islam en las estepas. Podemos suponer, si estudiamos las monedas existentes, que Isma'il puso fin a la existencia independiente de varios estados vasallos pequeños en Asia Central, colocándolos directamente bajo gobierno samaní. Probablemente en 280/893 puso final a la dinastía local de Ushrusana en el valle del alto Zarafshan, famosa por se la patria del malogrado Afshin Haidar b. Kaus. No se sabe cuando se sometieron las diversas partes de Transoxiana a los Samaníes, pero alguno de ellos quedaron bajo el control de sus gobernantes locales, por ejemplo en Khwarizm donde el país se convirtió en parte del estado samaní después de que Isma'il derrotara a 'Amr b. Layth, pero la dinastía local khwarizmí siguió floreciendo hasta 385/995 en el sur del país, mientras que un gobernador de los samaníes gobernaba en el norte con su capital en Gurganj. En 385/995 el gobernante septentrional derrotó al meridional y anexionó sus dominios, pero en toda la existencia del estado samaní ambas partes quedaron como vasallos reales de los Samaníes. Así, los dominios de Isma'il estaban compuestos tanto de provincias del gobierno central como de príncipes vasallos.

Ya que después de la derrota de 'Amr b. Layth, Isma'il había recibido del Califa la investidura sobre Tabaristán, así como Khurasán, Ray e Isfahan, decidió anexionar esos reinos al suyo. En 287/900 envió un ejército contra Muhammad b. Zayd, el soberano de facto de Tabaristán y Gurgán, a pesar de los intentos del enviado de Muhammad por contenerle. Isma'il resultó victorioso y derrotó y mató al gobernante de Tabaristán. El general de Isma'il se rebeló, sin embargo, y al año siguiente Isma'il mismo dirigió un ejército en Tabaristán. El general rebelde, Muhammad b. Harun, huyó a Daylam e Isma'il restableció el gobierno samaní sobre Gurgán y Tabaristán. Ray y todo el Khurasán se sometieron a Isma'il pero Sistán e Isfahan quedaron independientes. Así, el corazón de los dominios de Isma'il se mantuvo en Transoxiana con su capital en Bukhara.

Isma'il ha quedado en la historia no tanto como un general capaz o como un gobernante fuerte, aunque fue ambas cosas, sino mas como el arquetipo del soberano justo y ecuánime. Muchas historias de este estilo se encuentran tanto en fuentes árabes como persas. Por ejemplo, en una ocasión los pesos usados en la ciudad de Ray para darle peso a los metales preciosos eran demasiado duros. Les ordenó corregir y deducir la cantidad de exceso que ya había sido recogido de los impuestos de la ciudad. Se han encontrado pesos de piedra con el nombre de Isma'il en ellos, así que podemos sospechar que el soberano sistematizaba las pesas y medidas en sus dominios aunque no se menciona en las fuentes. Isma'il introdujo otras reformas en su reino, en incluso en Qazwin, su puesto de avanzada más occidental, confiscó las posesiones de alguno de sus terratenientes con la aprobación del pueblo llano. A causa de sus campañas, especialmente al norte contra los turcos nómadas, el corazón del reino, Transoxiana, estuvo tan segura de ataques enemigos que los muros y otras defensas de Bukhara y Samarcanda fueron descuidados. Hasta donde vivió Isma'il no hubo necesidad de muros defensivos pero más tarde, al fin de la dinastía, los antiguas, pero ahora destartaladas murallas fueron echadas muchísimo de menos.

Isma'il fue leal al Califa pero no hay evidencia de que él, o cualquiera de los gobernantes samaníes, pagara tributos o impuestos a Bagdad. Se enviaban regalos, pues este era el procedimiento normal, también se mandaban informes sobre sus actividades, y se acuñaba monedas en nombre de ambos, el Califa y el Samaní gobernante, mientras que ambos nombres eran también mencionados en las oraciones diarias, al menos hasta el ascenso de los Buyíes. Sin embargo, las relaciones entre los Samaníes y los Califas continuaron siendo correctas aunque formales hasta el fin de la dinastía. Todos los gobernantes samaníes son llamados amir en las fuentes, que en esa época significaba algo parecido a virrey del Califa, el cual era amir de todos los musulmanes. Como los Califas Abbasíes, los Samaníes tomaron nombres de trono, por ejemplo amir-i hamid para Nuh b. Nasr; algunos también tenían nombres póstumos, por ejemplo,  Isma'il fue llamado amir-i madi, "el último amir", después de su muerte, y Ahmad b. Isma'il fue llamado amir-i shahid, "el amir martirizado", como fue recogido por Muqaddasi .

Isma'il cayó enfermo y después de un largo intervalo murió en el mes de Safar 295/noviembre 907, el día exacto informado de manera diferente en varias fuentes. Fue sucedido por su hijo Ahmad. Al comienzo de su reinado Ahmad se puso en camino para conquistar Sistán que había permanecido bajo un gobernante saffarí. Hacia 298/911 la mayoría de la provincia se había sometido al gobierno samaní. No obstante, la provincia de Tabaristán se separó de los Samaníes con la revuelta de un líder Zaydí shi'í llamado Nasir al-Kabir. Antes de que Ahmad pudiera tomar medidas para reconquistar Gurgán y Tabaristán, que se habían rebelado, fue asesinado por uno de sus esclavos que le cortó la cabeza cuando estaba durmiendo en su tienda cerca de Bukhara. Algunas fuentes dicen que los escalos mataron al amir Ahmad porque él confiaba demasiado en en hombre eruditos para aconsejarle, y había introducido el uso del árabe en lugar del persa en órdenes y decretos, al contrario que su padre. Murió en Jumada II 301/enero 914 y su hijo le sucedio a la edad de ocho años.

Nasr b. Ahmad, apellidado Sa'id "el Afortunado", fue justo eso al tener a Abu 'Abd Allah al-Jaihani como su primer ministro. Jaihani no solo fue un administrador capaz sino también un famoso geógrafo y hombre erudito. La ascensión al trono de un niño de ocho años, no obstante, llevó a una serie de revueltas, la más peligrosa de las cuales fue la del tío de su difunto padre, Ishaq b. Ahmad, un hermano menor de Isma'il en Samarcanda. Ishaq acuñó sus propias monedas y sus hijos le ayudaron; uno de ellos Mansur tomó Nishapur y varias ciudades de Khurasán. Después de varias batallas, Ishaq fue derrotado y capturado mientras su hijo murió en Nishapur. Más tarde, los propios hermanos de Nasr se rebelaron contra él, y con dificultad suprimió esas revueltas también. A pesar de estos problemas internos, Nasr fue capaz de reconquistar alguna de las provincias occidentales que habían abandonado la alianza con los Samaníes a la muerte del amir Ahmad. Ray fue reocupada pero Tabaristán demostró mucha más dificultad. La mayoría de la provincia retornó al gobierno samaní pero entonces un líder local llamado Makan b. Kaki no solo asumió Tabaristán sino que también atacó Khurasán donde fue derrotado por un general de los Samaníes en 940. Nasr murió después de un gobierno de 29 años en 331/943. Varias fuentes nos cuentan que los oficiales líderes del ejército de Nasr se oponían a su apoyo a los misioneros isma'ilíes en su reino y conspiraron para asesinar al amir. Pero Nuh, hijo de Nasr, tuvo conocimiento del complot y en un banquete para organizar la revuelta Nuh apresó y decapitó al jefe de los descontentos, prometiendo, sin embargo, poner fin a los Isma'ilíes. Persuadió a su padre para abdicar y poco después Nasr murió.


A pesar de las revueltas y los problemas internos, el reinado de Nasr b. Ahmad puede ser considerado el cenit o la edad dorada del gobierno samaní. Más que el soberano, sus dos primeros ministros fueron responsables del florecimiento de la literatura y la cultura. Ya hemos mencionado a Jaihani que fue primer ministro desde 302/914 a 310/922 y desde 327/938 a 331/941. El otro fue Abu'l-Fadl al-Bal'ami que mantuvo el puesto de 310/922 a 327/938. Jaihani escribió una geografía que no ha sobrevivido pero partes de la cual han sido incorporadas en otros trabajos.Esta geografía contiene información detallada sobre tierras y pueblos al este y norte de Transoxiana, que el primer ministro había obtenido de enviados, mercaderes y otros. Su interes en geografía le llevó a invitar a geógrafos a la corte en Bukhara, pero el más famoso de la época, Abu Zayd al-Balkhi, rehusó dejar su ciudad nativa de Balkh a pesar de los atractivos dela corte del amir. Pero los intereses de Jaihani no se limitaban a la geografía, ya que sabemos a partir del Fihrist de Ibn al-Nadim que escribió otro libros que no han sobrevivido. Científicos, astrónomos, hombres de letras y otros vinieron a la capital, Bukhara, de tal manera que su fama como centro de aprendizaje se extendía por todo el mundo islámico. Bal'ami, que estendió su patronazgo a muchos sabios y hombres de literatura, era también un hombre de erudición y cultura. Él reemplazó a Jaihani, que había sido sospechoso de escondera los creyentes Shi'íes o incluso tendencias dualistas maniqueas y fue cesado del cargo. Bal'ami continuó las políticas de Jaihani y se mostró un administrador aún más hábil cuando sofocó un levantamiento en la ciudad de Bukhara liderado por los hermanos de Nasr, al incitar a los rebeldes unos contra otros.



Antologías de figuras literarias, tal como el Yatimat al-dahr de Abu Mansur al-Tha'alibi, el Lubab al-albab de Muhammad 'Aufi y otros nos dan los nombres y trabajos de poetas y autores de esta época. No solo estudiosos religiosos, escribiendo en árabe, sino poetas escribiendo tanto en árabe y persa, historiadores y científicos adornaron la corte de Nasr b. Nasr. Para comenzar con los geógrafos, no solo fue Jaihani famoso en este área sino que Abu Dulaf continuó una embajada a China para Nasr y escribió un informe de sus viajes. Ibn Amajur al-Turki fue un astrónomo activo durante un tiempo en el ámbito de Nasr. Los teólogos eran tantos que no podían discutir allí. Aunque al-Farabi (†339/950) nació en Transoxiana, la mayoría de su vida la pasó en Bagdad y en otros lugares. Quizás, el grupo más significativo de literatos en la corte de Nasr eran los poetas persas, principalmente Rudaki que murió probablemente en 329/940. El ascenso del lenguaje neopersa y laliteratura se discute en otro capítulo. Basta decir que que durante el reinado de Nasr libros tanto árabes como persas fueron producidos en su capital, así como en otros lugares del reino, y se reunió una biblioteca en Bukhara que ganó la alabanza de los estudiosos incluyendo a Ibn Sina, que la usó más adelante en la era samaní.

La organización del estado samaní estaba modelada a partir de la corte califal en Bagdad con sus divisiones central y provincial. Hemos mencionado que el soberano nombraba a los gobernadores locales, o los dinastas locales funcionaban como gobernadores aunque realmente eran vasallos del amir samaní. El deber principal de ambos, gobernadores y potentados locales, era recaudar impuestos y aportar tropas si hacía falta. El gobierno principal en los dominios samaníes  era la enorme provincia de Khurasán, al sur del río Oxus, que fue, al principio, encomendada a un pariente del soberano o más tarde a uno de sus esclavos de confianza. El gobernador de esta provincia era generalmente el sipah-salar (árabe: sahib al-juyush) o comandante del ejército principal. Los esclavos, al igual que en Bagdad, pudieron ascender a altas posiciónes de autoridad, y la escuela de palacio para esclavos de la corte, es descrita por Nizam al-Mulk en su Siyasat-nama. Del mismo modo que en Bagdad, también en Bukhara los esclavos finalmente lograron usurpar la autoridad y el soberano se convirtió en una marioneta en sus manos.

La división de funciones políticas entre la corte (dargah) y la cancillería (divan) reflejaba condiciones similares en Bagdad. El oficio del primer ministro o visir (vazir), era especialmente importante, pues un ministro poderoso podía nombrar o cesar a otros oficiales e incluso podían mantener tener el mando del ejército. Teoricamente, el visir era la cabeza del divan, la burocracia, y por lo tanto era la contrapartida en la institucion burocrática de la cabeza de la corte, el chambelán (hajib). Realmente, el visir se convirtió en la mano derecha del amir, y por tanto, en efecto, el segundo en el mando del estado samaní. El hajib, o hajib al-hujjab como también es llamado en las fuentes, era el equivalente de un moderno ministro de corte, aunque bajo los primeros samaníes, el vakil, o cabeza de la Casa del amir parece haber sido más influyente que el hajib. Como la guardia de palacio turca se volvió más poderosa, el oficio de hajib, que incluía autoridad sobre la guardia, también se incrementó, fundamentalmente a expensas del vakil. Por tanto, el factor constante en el gobierno del estado samaní era la burocracia, presidida por el visir, donde la corte podía ser la escena de conflicto por el poder entre la organización doméstica dirigida por el vakil y la rama ejecutiva del dargah dirigida por el hajib.

La rama ejecutiva estaba compuesta no solo por la guardia de palacio, sino también por el ejército. El problema del control del ejército se complicó más tarde por la abrumadora importancia del gobernador de Khurasán como comandante del ejército del Khurasán, y también por el crecimiento del sistema del esclavo turco en la corte samaní. Después del reinado de Isma'il, los Samaníes cambiaron su atención principal del Asia Central al Irán occidental, y el sistema del esclavo turco vino a dominar la corte. Hasta mediados del siglo IV/X, no obstante, el primer plano era mantenido por el divan bajo los dos notables visires que hemos mencionado más arriba. Bajo ellos el divan, como describe Narshaki, recibió la forma que fue tan admirada por Nizam al-Mulk y autores tardíos. La historia nos cuenta que hubo diez ministerios en la ciudad capital, los de primer ministro (vazir), el tesorero (mustaufi), correspondencia ('amid al-mulk), capitán dela guardia (sahib shurat), jefe de la oficina de correos (sahib barid), inspector, fiscal, así como general (mushrif), los dominios privados del soberano, jefe de policia (muhtasib), donaciones religiosas (auqaf) y de justicia (qada). La administración central estaba acompañada por una organización similar en la capitales provinciales, pero a una escala menor. Algunas provincias, sin embargo, no estaban bajo el gobierno central sino que mantenían una existencia cuasi-autónoma bajo príncipes locales y con variadas relaciones hacia Bukhara. Aunque la burocracia prosperaría, o al menos exhibiría poder e influencia, bajo un buen visir, podía y de hecho seguía funcionando, incluso pobremente, bajo un visir débil. Este instrumento de administración, forjado bajo los Samaníes continuó existiendo tras la caida de la dinastía. No es fácil, sin embargo, seguir la fortuna de la burocracia a través de los siglos IV/X y V/XI. Para un asunto, no tenemos certeza de cuando sustituyó el persa al árabe como lenguaje oficial de la burocracia. Una observación de Hamd-Allah Qazvini, historiador del siglo VIII/ XIV, de que el Amir Ahmad b. Isma'il cambió las proclamaciones y decretos del persa al árabe, indica que antes de Ahmad el persa había sido el lenguaje de la burocracia. En cualquier caso, la medida no fue popular y hubo de ser rescindida. La cuestión del lenguaje, sin embargo, es más importante que un mero cambio burocrático, pues es la tónica de la naturaleza de la burocracia samaní que tendría mucha influencia más tarde.

Debemos apartarnos brevemente para discutir la cuestión del uso del persa en la corte de los Samaníes. Generalmente se cree que en la cancillería de los Samaníes, hasta el fin de la dinastía, solo se usaba  el árabe y que todos los intentos por introducir el persa fallaron. Creo que la situación era diferente. Ya que sabemos que el persa era utilizado como lenguaje de la burocracia bajo los Ghaznawíes, y que el visir del sultán Mahmud, Maimandi, fracasó en su intento por cambiar el uso del persa al árabe, por lo que se debe asumir que el persa había sido usado previamente. Además, bajo los buyíes hubo un katib al-rasa'il al-farisiya "secretario para la correspondencia persa", y que el nombre de uno de ellos, Shirzad b. Surkhab, ese conocido. Se ha supuesto que este departamento se ocupaba de los Zoroastrianos y solo usaba el pahlavi, pero no hay razones de por qué los escribas no han escrito persa en caracteres árabes en las cortes buyíes. Rudaki, el poeta de Transoxiana, creo que presupone un desarrollo previo del neopersa en la escritura árabe. Además, Khwarizmi en su libro Mafatih al-'ulum aunque no lo dice así, implica la existencia de la escritura neopersa. Sugiero que la mayoría de la burocracia de la corte de Bukhara estaba dirigida en persa escrito, mientras que el persa era el lenguaje hablado "oficial" y el árabe fue también usado por más formal, para los asuntos religiosos y califales. En efecto, la burocracia samaní era bilingüe.

Desafortunadamente, no tenemos suficientes evidencias para reconstruir la administración central y provincial y la burocracia del estado samaní en detalle, pero a partir de libros tardíos, tales como el Siyasat-nama de Nizam al-Mulk, está claro que la organización del estado samaní proporcionó un modelo para los Saldjuqs y estados posteriores. El modelo mismo no era una herencia directa del aparato estatal sasánida sino una interesante mezcla de rasgos sasánidas, locales del Asia Central y árabo-islámicos, pues Transoxiana, el dominio de los Samaníes, no había sido parte del Imperio Sasánida. Un breve vistazo en sus orígenes puede explicarnos algo de sus características generales.

Desde comienzos del siglo II/VIII hasta la segunda mitad del III/IX Transoxiana se había transformado de ser un área de muchos dinastas locales, casi lo que puede llamrse ciudades-estado, usando el sogdiano y otras lenguas iranias como sus lenguajes "de estado", en una parte importante del Califato Abbasí. Si tomamos Samarcanda en el año 725, el "lenguaje oficial" de la ciudad era todavía el sogdiano, testimonio son las cartas sogdianas encontradas en 1934 en el monte Mug al este de Panjikant. El lenguaje "escrito oficial" era el árabe, ya que los árabes gobernaban la ciudad. El lenguaje "religioso" era también el árabe para los musulmanes, y el Avéstico con el Pahlavi para Zoroastristas. En el hogar eran hablados los dialectos sogdianos. Cien años más tarde el persa había remplazado al sogdiano como el lenguaje "oficial hablado", mientras que el árabe permanecía permanecía como el lenguaje "oficial escrito" aunque pronto (probablemente bajo Nasr b. Ahmad o Isma'il b. Ahmad) sería cambiado al persa. El lenguaje "religioso" fue ahora casi exclusivamente árabe ya que la mayoría de la población se había convertido al Islam. En el hogar los dialectos sogdianos todavía se hablaban así como más y más persa. Como se ha señalado más arriba no sabemos donde se produjo la primera escritura del persa en el alfabeto árabe, pero la burocracia samaní de la época de Isma'il estaba basada tanto en la forma de escritura árabe como neopersa. Los Samaníes fueron los primeros en "persianizar" la burocracia, copiada de Bagdad, que a su vez había sido préstamo de Ctesifonte, la capital de los desaparecidos Sasánidas.

Es probable que la burocracia sasánida hubiera estado fuertemente bajo la influencia del clero zoroastrista en el Irán preislámico. Las referencias a los mobads en las literaturas medio-persa y árabe, así como el enorme número de sellos sasánidas con los nombres de los sacerdotes en ellos, indican la importancia del clero sasánida. La clase de los escribas, no obstante, existía y estaba separada del clero, por lo que sobrevivió para servir a los nuevos amos musulmanes, mientras que los sacerdotes, por supuesto, tuvieron que retirarse de algunas posiciones de influencia en el gobierno tras la llegada del Islam. Por otra parte, los escribas, eran de vital importancia para los conquistadores beduinos, pues solo los escribas podían guardar los registros y ayudar a los árabes a gobernar sus nuevas conquistas en el este. Por lo tanto, después de la expansión el papel de los escribas en Irán se incrementó en importancia comparado con los tiempos sasánidas, donde habían representado poco más que la contabilidad para los jefes seculares y para los oficiales religiosos tales como jueces y abogados.

En el Asia Central preislámica, por otra parte, el rígido sistema, casi de casta, del Irán Sasánida no había mantenido su domino, los "sacerdotes" (maniqueos, cristianos y budistas, así como zoroastricos) y los hombres de letras estaban más igualados en influencia, pues la sociedad allí era más mercantil y comercial que una sociedad jerárquica de castas como en Irán. El desarrollo de una sociedad islámica igualitaria, era, por tanto, más propicio en Transoxiana que en Irán, y es por lo que el bien conocido "Renacimiento Iranio" comenzó en Asia Central más que en Irán mismo. El nombre "renacimiento", sin embargo, puede ser engañoso si eso significa un renacimiento del pasado, pues fue más un renacimiento islámico-iranio que floreció bajo los Samaníes, y la parte islámica de aquel fue más importante y característico que en ellado iranio. Los Samaníes liberaron al Islam de sus estrechos orígenes  y costumbres árabes beduinos e hizo de ello una cultura y sociedad internacionales. Ellos mostraron que el Islam tampoco se limitaba al lenguaje árabe, y al hacerlo se ganaron un lugar significativo en la historia del mundo.

La estructura de gobierno de los Samaníes reflejan esto, también, pues las tres clases intelectuales de la sociedad islámica eran claramente discernibles en las fuentes sobre los Samaníes, los escribas (persa dabir, árabe katib), los intelectuales (persa farhangi, árabe adib) y los eruditos religiosos (persa danishmend, árabe 'alim), más conocidos en los plurales árabes, kuttab, udaba' y 'ulama. En Bukhara, la capital samaní, los escribas eran la más importante de las tres en los tempranos años de la dinastía y los 'ulama en el fin de la dinastía. No obstante, todos fueron eclipsados al final por la institución militar turca que se descutirá más abajo.

De este modo, la sociedad bajo los Samaníes estuvo lejos de ser un simple reflejo del gobierno estatal dividido entre la corte y la burocracia. Ciertamente, los líderes religiosos se resistían frecuentemente a  aceptar cualquier empleo en el gobierno, incluso un juzgado, que estaba en el ámbito de la religión. Como hombres eruditos, los poetas y narradores, aunque frecuentemente apoyados por el amir o alguno de su entorno, a veces mostraban su independencia de, y oposición al gobierno samaní. Asimismo, mercaderes, terratenientes (generalmente, los dihqans, continuación de la sociedad preislámica), y artesanos de bazar pudieron ejercer presión sobre el estado en virtud de suinfluencia y cooperación para asegurar objetivos mutuos. Durante la primera mitad del siglo IV/X, las coondiciones económicas fueron buenas en los dominios samaníes. Los ghazis estaban ocupado en las fronteras de Asia Central contra los turcos paganos, mientras que los 'ayyarun o fityan, que estaban activos en muchas partes de Irán durante este periodo, estaban en comparación tranquilos en Transoxiana. Con la conversión de los turcos de Asia Central al Islam y los desarrollos internos en el estado samaní, la situación cambió en la última parte del siglo IV/X, que se discutirá más abajo. Antes de volver a los turcos, sin embargo, la organización provincial del estado samaní será examinado.

Transoxiana en el tiempo de las conquistas árabes era un área de pequeños oasis que se puede dividir en tres áreas lingüísticas y culturales: Khwarizm en el bajo río Oxus y alrededor del Mar de Aral, donde el khwarizmí era el lenguaje oficial escrito y hablado, con una era nativa local, fechando desde el siglo I d.C. La Gran Sogdiana comprendía incluía no solo Samarcanda y Bukhara, sino áreas de influencia o colonización sogdiana al este, tales como Farghana o Shash. El lenguaje sogdiano, y una cultura basada en un comercio que llegaba hasta China y sobre propiedades de tierra de la aristocracia local de dihqans, tendrá influencia sobre esta extendisíma área. Finalmente en Bactria, que incluía Chaghaniyan, la mayoría del actual Tayikistán y el Afganistán septentrional, el lenguaje kushano-bactriano en un alfabeto griego modificado estaba en uso en los siglos I/VII y II/VIII. En Bactria, el centro del budismo iranio, esta religion aún reclamaba muchos adeptos. Finalmente, al sur de las montañas del Hindukush, en el valle de Kabul, Ghazna y Zamindavar, un resurgimiento del hinduismo había reafirmado la influencia india. Aunque en la época de Isma'il b. Ahmad la mayoría de Sogdiana era musulmana, y Khwarizm casi lo mismo, extensas partes de Bactria, y casi todo el Hindukush y las regiones de Afganistán del sur no habían sido islamizadas. En todas esas áreas, no obstante, no importa cuales fueran los cambios religiosos, las antiguas costumbres y prácticas de gobierno continuaron existiendo. En muchos valles de las áreas montañosas, la única realidad política se expresaba en la forma de una relación vasallo-señor. Así, los árabes en sus conquistas en Asia Central habían sido obligados a hacer acuerdos separados con cada ciudad u oasis, que probablemente consideraban a los nuevos amos en la vieja relación vasallo-señor que había existido previamente en esta parte del mundo. Los Samaníes fueron herederos de esta tradición.

Cuando a los cuatro hijos de Asad les fueron entregados gobiernos bajo los Tahiríes, no solo encajaron en el patrón del Asia Central de varios dinastas locales, sino que las relaciones entre ellos fueron las de la solidaridad familiar, una característica de esa sociedad "feudal". No sabemos si el sistema de gobierno en la sociedad sogdiana preislámica estaba basada en una fuerte tradicion familiar donde el miembro mayor de la familia sucedería al gobierno supremo, pero si recordamos que más tarde entre los Buyíes el sistema del amirato senior era una realidad política, y entre los Qarakhaníes turcos, tras la caida de la dinastía samaní, tal sistema de sucesión fue practicado, uno puede preguntarse si este sistema no era una vieja costumbre irania más que centroasiática. No tenemos bastante información para responder esta cuestión, pero parece haber existido en Asia Central en una fecha temprana.

En cualquier caso, en sus tratos entre miembros de su propa familia y con pequeños dinastas en el este, los Samaníes expandieron su estado sobre la base de las relaciones de vasallaje. Ya hemos mencionado que Khwarizm se sometió a Isma'il. En Chaghaniyan la dinastía local también aceptó el gobierno samaní pronto, probablemente sometiéndose a Isma'il, y en muchas fuentes la familia gobernante es llamada por el nombre arábigo de Muhtaj (Al Muhtaj). Uno de sus miembros, Abu 'Ali Chaghani, se convirtio en gobernador de Khurasán hacia 318/930 y fue cesado en 334/945, pero se rebeló y ocupó Bukhara por un breve tiempo en 336/947, después fue derrotado, perdonado y reinstalado como gobernador de Khurasán, muriendo en 344/955. Más al este, en el actual valle de Vakhsh, estaba el principado de Khuttalan que también se sometió al señorío samaní. Al sur del río Oxus, la familia de los Farighuníes gobernaba en Juzjan, actual área de Maimana en Afganistán, y eran leales vasallos de los samaníes al final de su gobierno. Hubo, por supuesto, vasallos menores cuya existencia puede suponerse a partir de breves notas en las fuentes, tales como los soberanos de Gharchistán, Bust y Ghazna. En definitiva, el gobierno samaní pesaba ligeramente sobre sus vasallos y los beneficios del gobierno centralizado eran mayores que cualquier desventaja. algunas familias principescas locales, no obstante, perdieron sus patrimonios, como la familia de los antiguos gobernantes de Bukhara y otras ciudades en el oasis de Bukhara. En conjunto, sin embargo, los Samaníes intentaron atar a los gobernantes locales a Bukhara en una relación de vasallaje, más que extirpar las dinastías locales. La paz se hizo incluso con los Saffaríes en Sistán que se convirtieron en vasallos de los Samaníes durante un tiempo.

Las regiones centrales del Reino Samaní en el siglo X

El ascenso de los esclavos turcos a un gran poder en el estado samaní será examinado, pues cambiaron el equilibrio de poder para su propia ventaja. Los turcos no eran recien llegados en el Próximo Oriente, pues los árabes encontraron mucha dificultad en combatirlos en el Khurasán oriental y en Transoxiana en la época del Califato Omeya. Una de las razones para que los Samaníes expandieran sus fronteras hacia el norte y el este era obtener esclavos más que expandir el Islam. Los misioneros que siguieron a los ejércitos samaníes, no obstante, convirtieron a muchos paganos con el paso del tiempo. Incluso antes de Isma'il los Samaníes habían participado en incursiones y conquistas tahiríes en Tansoxiana. Bajo el gobierno de Talha b. Tahir su general Ahmad b. Khalid asaltó Farghana y Ushrusana, que se habían revuelto contra el gobierno de Ahmad b. Asad, el gobernador en Shash. En 207/822 Bunjikath, la capital de Ushrusana, fue incendiada, y bajo Isma'il, Ushrusana fue incorporada al reino samaní y el último soberano, llamado afshin, Sayyar b. 'Abd Allah fue muerto. Su última moneda, de cobre, está fechada en 279/892. El orden general fue restaurado y se hicieron algunas conversiones. De acuerdo con Sam'ani en 225/839-40 Nuh b. Asad conquistó Isfijab y construyó una nueva muralla alrededor para proteger la ciudad de los turcos paganos. Es dificil reunir todas la noticias sobre las expediciones de Isma'il contra los turcos, pero en el año 280/893 es memorable por la conquista de Taraz/Talas, donde se hicieron conversos al Islam.En ests expediciones los ghazis o guerreros por la fe eran un factor importante en los ésxitos samaníes. todo este tiempo el comercio de esclavos en los dominios samaníes fue una importante fuente de ingresos tanto para comerciantes como par el gobierno, que gravaba incluso el el paso del comercio de esclavos a Bagdad y a otros lugares. Los esclavos turcos eran altamente valorados por sus cualidades marciales y los amires samaníes mantuvieron escuelas para esclavos que preparaban para el servicio militar o para el administrativo. Es probable que los amires utilizaran esclavos turcos en su gobierno porque eran más fiables que los dihqans locales y además los esclavos eran bien entrenados para sus puestos desde la infancia. Su número creció al igual que su influencia. Un geógrafo árabe dice que en el año 375/985 los esclavos se vendían en Transoxiana por 20 ó 30 dirhams por cabeza, pues los samaníes habían hecho muchos prisioneros, y monopolizaban el trafico de esclavos de manera que los precios bajaron por la saturación del mercado. Así que el número de turcos en el interior del territorio samaní fue considerable.

El entrenamiento de esclavos en la corte samaní es descrito en detalle por Nizam al-Mulk, y su adistramiento les preparó bien para posicines de liderato en el estado. Esos oficiales turcos y generales después importaron esclavos ellos mismos y así los turcos se convirtieron en más y más importantes en el ejército y en la administración.  La turquización definitiva de la mayoría de Transoxiana se comenzó así en serio bajo los Samaníes, pero no fue tanto este hecho lo que trajo su caida como la perdida de confianza en la dinastía por la población, que al final abandonó a los Samaníes a su destino.

Desde la época de Nasr b. Ahmad hasta el final de la dinastía la mayoría de las energías de los Samaníes fueron dedicadas a sus fronteras occidentales, pues el ascenso de las dinastías shi'íes en el Irán occidental supuso una amenaza para los Samaníes sunníes. El ascenso de los Buyíes, y especialmente su conquista de Bagdad en 333/945, intensificó la amenaza en el oeste. El amir en Bukhara era Nuh b. Nasr, que sucedió a su padre en 331/943. El nuevo soberano se encontró con una revuelta en Khurasán que fue sofocada, y luego con dificultades por parte de Abu 'Ali Chaghani, mencionado más arriba.

Abu 'Ali rechazó abdicar de su puesto como gobernador de Khurasán en favor de Ibrahim b. Simjur, un turco al servicio del amir. En cambio, se unió a un tío de Nuh, Ibrahim b. Ahmad, y alzó el estandarte de la revuelta. En 336/947 durante un breve tiempo Ibrahim fue reconocido como soberano de Bukhara y Nuh tuvo que huir a Samarcanda. La población de Bukhara, no obstante, no soportó al nuevo amir, así que Nuh volvió y tomó venganza sobre su tío y dos hermanos cegándoles. Aunque Nuh consiguió saquear la capital de Abu 'Ali en Chaghaniyan, fue obligado a hacer la paz en 948 y restaurar a Abu 'Ali en el gobierno de Ghaghaniyan. En 341/952, tras la muerte del gobernador interino de Khurasán, Mansur b. Qara-tegin (habiendo muerto Ibrahim Simjur antes en 337/948), Abu 'Ali fue nombrado de nuevo goberndor de Khurasán y comenzó una guerra contra los Buyíes. Esta lucha fue instigada por los Ziyaríes de Tabaristán que eran enemigos de los Buyíes y aliados de los Samaníes. Abu 'Ali, aunque exitoso en el campo de batalla, hizo un compromiso con los Buyíes en Ray que desagradó a Vushmgir el Ziyarí, que se quejó en Bukhara de que Abu 'Ali estaba haciendo causa común con el enemigo. Como resultado Abu 'Ali fue depuesto de nuevo de su gobierno. Abu 'Ali, por lo tanto, se unió a los Buyíes y recibió, a  través de su agente, un diploma del Califa Abbasí al-Muti' para gobernar sobre Khurasán.

Con la muerte de Nuh en 343/954 Abu 'Ali parecía estar en una buena posición para establecer un gobierno independiente sobre Khurasán, pero murió también y el gobierno samaní fue rstablecido. El nuevo gobernador Bakr b. Malik al-Farghani había sido nombrado por Nuh, pero este oficial turco, que se había forjado un feudo para sí mismo en un lugar llamado Nasrabad en el valle de Farghana (un síntoma de la evolución en el estado samaní), fue asesinado por la guardia turca del amir menos de dos años después de asumir el cargo. Fue sucedido durante un tiempo por Muhammad b. Ibrahim Simjuri, mientras que el visir fue Abu Ja'far 'Utbi, de la misma prominente familia que había producido un visir anterior. Estaba claro, sin embargo, que la clase militar dirigente turca en Bukhara había tomado el control del gobierno, pues Abd al-Malik, hijo y sucesor de Nuh, fue incapaz de actuar sin su acuerdo. El líder de los turcos era Alp-Tegin y se nombró asímismo gobernador de Khurasán, asegurándose al mismo tiempo el nombramiento como visir de Muhammad b. Abu 'Ali Muhammad Bal'ami, hijo del Bal'ami que había sido visir bajo el amir Nasr. Desafortunadamente, el hijo no era tan capaz como su padre y los asuntos continuaron siendo delegados en manos de los turcos. La muerte del amir Abd al-Malik a finales de 350/961 no cambió el panorama.

El problema de la sucesión, no obstante, dividió al partido turco, pues Alp-Tegin apoyaba al hijo de Abd al-Malik, Nasr (III),  mientras que otro y más extenso grupo, encabezado por un compañero de infancia de Mansur, el hermano del amir,  llamado Fa'iq, tuvo éxito en alzar a Mansur al trono. Alp-Tegin viendo sus posibilidades oscuras, dejó Nishapur, la capital de Khurasán, por Ghazna donde se estableció independientemente de los Samaníes y puso las bases para el futuro Imperio Ghaznawí. 

Abu Salih Mansur b. Nuh gobernó durante quince años en la misma tradición que sus predecesores, un patrocinador de las artes y la literatura, pero su gobierno fue ahora no solo débil sino que estaba crónicamente en deuda. Su gobernador de Khurasán, Abu'l-Hasan Muhammad Simjuri, que permaneció en el poder desde 351/962 hasta la muerte de Mansur, luchó contra los Buyíes. Fue fácil encontrar un pretexto para las hostilidades ya que Vushmgir, el príncipe ziyarí, había sido expulsado de Tabaristán y Gurgan por los Buyíes el mismo año en que Simjuri fue nombrado gobernador de Khurasán. La muerte de Vushmgir al año siguiente puso fin a las hostilidades, pero el soberano Buyí Adud al-Dawla acordó pagar tributo a los Samaníes que estaban duramente presionados para conseguir dinero para sus tropas. El tributo desfortunadamente no continuó mucho tiempo.

Una característica de la última parte del gobierno samaní tanto en Transoxiana como en Khurasán fue el declive de la clase dihqan. No solo el ascenso de los turcos a través del sistema esclavista de la corte, sino también el declive del interior causó el empobrecimiento de los dihqans. Comparados con los Tahiríes, los Samaníes fueron una dinastía muy centralizada, y el crecimiento de la burocracia en paralelo al crecimiento de las ciudades. Bukhara, Samarcanda, pero especialmente Nishapur, y otras ciudades de Khurasán crecieron mucho en tamaño y complejidad. Por ejemplo, el oasis de Bukhara, que había sido dotado con florecientes ciudades y rodeado por un muro  que la protegía de las arenas del desierto y de los nómadas, bajo los últimos Samaníes se convirtió en una metrópolis -Bukhara, con pueblos que casi eran suburbios, más que una sucesión de ciudades. La muralla estaba descuidada, igual que lo fue la agricultura en general, cuando las arenas invadieron las áreas pobladas. La arqueología confirma las fuentes que indican que los dihqans y los campesinos se congregaron en las ciudades en la segunda mitad dle siglo IV/X. La clase dihqan perdió su poder e influencia, y el proletariado de la ciudad se hinchó en tamaño. El gobierno compró tierra o la confiscó a cambio de impuestos, disminuyendo así la tierra suejta a impuestos, mientras que el valor de la tierra declinó, no ayudado por el crecimiento del waqf o tiera de donación religiosa, adjuntas a una mezquita, hospital, escuela o similar. Los ingresos procedentes de la tierra se redujeron considerablemente, que es una razón por la que el gobierno estaba siempre en busca de nuevos ingresos. Así que las viejas familias tradicionales dieron paso a nuevos terratenientes, incluyendo comerciantes y oficiales del ejército. El campesinado estaba más oprimido que antes y también huyeron a las ciudades. Los escritores contemporáneos se quejaban de la falta de saneamientoy condiciones de hacinamiento en las ciuddes, mentras mucha gente sufría de los privilegios que otros tenían. por ejemplo, los sayyids, descendientes del Profeta Muhammad, estaban exentos de pagar impuestos por el gobierno samaní al igual que los oficiales de la guardia y otros. todo esto no ayudaba en los ingresos del estado.

Hemos mencionado la religión solo brevemente. los amires samaníes eran devotos musulmanes, y excepto para el interludio cuando Nasr b. Ahmad flirteó con los isma'ilíes, permanecieron sunníes de la creencia hanafí. Existieron Shaf'íes pero no en gran número, mientras que los shi'íes, en general, después de Nasr b. Ahmad se mantuvieron bajo tierra. Los amires samaníes fomentaron las actividades misioneras, y patrocinaron la traducción de trabajos religiosos del árabe al persa. Fue bajo Mansur b. Nuh cuando el Tafsir o comentario sobre el Qu'ran por Tabari fue traducido del árabe al persa por un grupo de estudiosos. otros libros fueron puestos en persa a las órdenes de los amires samaníes apra defender la ortodoxia frente a la herejía. Abu'l-Qasim Samarqandi (†342/943) fue uno de los escritores religiosos activos bajo los samaníes y tradujo al persa sus propios tratados sobre la ortodoxia. hasta el final de la dinastía los 'ulama fueron prosamaníes pero al final ellos también abandonaron a la dinastía.

Los literatos que florecieron en las cortes de los primeros samaníes, tales como Rudaki, continuaron disfrutando su favor más tarde. No solo eran trabajos relidiosos traducidos del árabe al persa por orden de los amires samaníes, sino que las obras seculares tampoco fueron descuidadas. El visir Abu 'Ali Muhammad Bal'ami comenzó su obra sobre la traducción de la gran historia de Tabari al persa en 352/963 y terminó unos pocos años más tarde. Asimismo, libros sobre medicina y drogas fueron escritos en persa bajo los samaníes, y la biblioteca de la corte de bukhara era famosa. Proporcionó educacion para el joven Ibn Sina que vivía en Bukhara a fines de la dinastía samaní. Otro sabio, Muhammad b. Yusuf al-Khwarizmí, que murió c. 387/997, sirvió en la burocracia samaní y compuso una pequeña enciclopedia en la que escribió sobre la burocracia entre muchos otros temas. En resumen, los estudiosos eran bievenidos en la corte de bukhara así como en las cortes provinciales del estado samaní que copiaban a Bukhara. Los poetas y narradores eran incluso mejor recibidos, y el más famoso era Daqiqi. 

Abu Mansur Muhammad b. Ahmad Daqiqi  fue invitado a la corte samaní por Nuh II, hijo del amir Mansur que encargó al poeta escribir la historia épica del Irán preislámico en verso. No terminó su trabajo pues en 367/977 fue asesinado, de acuerdo con algunas tradiciones por su propio esclavo. Daqiqi  fue solo uno de varios poetas o narradores en el siglo IV/X que estaban buscando preservar la herencia del antiguo Irán antes de que fuera olvidado y absorbido por la nueva cultura islámica que estaba cambiando no solo el viejo lenguaje persa por las influencia masiva de palabras árabes y expresiones, sino que también sustituyendo ideas e ideales por las antiguas costumbres iraníes, preservadas en las baladas de los juglares y narradores. Firdausi, que comenzó su obra bajo los Samaníes pero la concluyó bajo los ghaznawíes, no fue, como a menudo se ha descrito, el fundador de la nueva literatura persa. Más bien, fue el salvador de la literatura persa media. En realidad, escribió en alfabeto árabe, pero ¿quien puede leer el persa en el engorroso alfabeto pahlavi en la época de Firdausi? Fue la corte samaní la que inicio el interés en preservar el pasado iranio preislámico y Firdausi fue el resultado de ese interés.

Quizá el tema principal del shah-nama es el conflicto entre Irán y Turán, cuyo pueblo, en los días de Firdausi, se consideraba que habían sido los ancestros de los turcos. Antes de que el gran poema épico fuera finalizado, no obstante, los turcos se habían convertido al Islam y se habían convertido en parte de la sociedad islámica. Ya hemos mencionado algunas de las expediciones samaníes contra los turcos paganos, pero el papel de los derviches y los misioneros que entraron en las estepas fue mayor que el militar a la hora de convertir a los turcos. Las breves noticias en las fuentes meramente indican la actividad de tales misioneros como Abu'l-Hasan al-Kalamati de Nishapur que en el reinado del amir 'Abd al-Malik, estaba activo entre los turcos (presumiblemente los Qarakhaníes). Las incursiones de los turcos paganos en los dominios samaníes hasta, al menos, el fin del gobierno de Isma'il, atrajo voluntarios por la fe o ghazis de todo el mundo islámico oriental para luchar en Transoxiana contra los infieles. Con la conversión de los turcos, no obstante, los servicios de los luchadores por el Islam no fueron necesarios por más tiempo en Asia Central, pero todavía en Anatolia y la región del Cáucaso. En la historia de los Buyíes de Ibn Miskawaih, bajo el año 353/964 sitúa que 5000 de tales guerreros por la fe vinieron desde Khurasán, entraron en territorio Buyí y en 355/966 una hueste de 20000 de ellos vinieron de Khurasán y pidieron permiso para pasar a través de las tierras buyíes para ir al oeste y luchar con los bizantinos. Entre esos guerreros saqueadores estaban indudablemente muchos turcos, precursores del gran movimiento de turcos hacia Anatolia en siglos posteriores. En efecto, la barrera de los ribats o fuertes construidos por los Tahiríes y los primeros Samaníes contra los infieles turcos en Asia Central, y habitados por los guerreros por la fe, en la segunda mitad del siglo IV/X perdió su propósito y fueron abandonados en su mayor parte. La población todavía era predominantemente irania pero pero los turcos habían empezado a establecerse en la tierra y se mezclaron con la población local. Desde mucho tiempo antes de los Samaníes, todos los nómadas habían sido turcos, y sus estrechas relaciones con la población sedentaria ayudaron a acelerar el proceso de asimilacion.

El final de la dinastía se retrasó más de lo que muchos esperaban porque la lealtad del pueblo a la Casa de Saman, a pesar de los incompetentes gobernantes, persisitió  durante un tiempo. Un año antes de que muriera en el verano de 366/976, el amir Mansur dió el puesto de visir a Abu 'Abd Allah b. Muhammad Jaihani, nieto del famoso Jaihani mencionado más arriba, pero el nuevo visir pudo conseguir poco más que sus inmediatos predecesores. En el oeste, el poderoso soberano buyí Adud al-Dawla fue capaz de arrebatar Kirmán de la soberanía nominal samaní e imperar la mayor parte del tiempo en Tabaristán y Gurgan contra el soberno ziyarí Qabus b. Vushmgir, el aliado de los Samaníes. Estos intentaron recuperar las tierras perdidas en el oeste, pero no fueron capaces de imponerse a los Buyíes.

Nuh II b. Mansur era joven cuando ascendió al trono, y fue asistido por su madre y un nuevo visir, Abu'l-Husayn 'Abd Allah b. Ahmad 'Utbi, de la misma familia que el visir anterior. Khurasán fue gobernada, casi podría decirse regida, separadamente de Bukhara, por Abu'l-Hasan Simjuri, y el nuevo visir solo pudo adular al Simjurí y secretamente minar su posición hasta que en 982 fue capaz de reemplazar a Abu'l-Hasan por un general turco llamado Tash que había sido un esclavo del padre de 'Utbi y era leal al visir. Abu'l-Hasan huyó a su apanage en Kuhistán al sur de Tus y Herat. El ejército de Khurasán, ahora el único ejército samaní permanente fue reunido y dirigido contra los Buyíes más tarde en el mismo año 372/982, pero después de los éxitos iniciales fue derrotado decisivamente por los Buyíes y solo la muerte de 'Adud al-Dawla impidió que los Buyíes invadieran Khurasán. Antes de que 'Utbi pudiera reorganizar el ejército fue asesinado por agentes de Abu'l-Hasan Simjuri y Fa'iq que había sido chambelán. El gobernador de Khurasán, Tash, fue llamado a Bukhara por el amir para restaurar el orden en la ciudad a continuación de un levantamiento que había tenido lugar a la noticia de la muerte del visir 'Utbi. Eso hizo y se preparó para combatir a Abu'l-Hasan y su hijo Abu 'Ali aliado con Fa'iq. Tash previó futuros problemas para sí mismo, no obstante, e hizo la paz con sus oponentes. Persuadió al amir para que asignara Balkh a Fa'iq para gobernarla y Herat a Abu 'Ali, mientras que Abu'l-Hasan retornaba a Kuhistán y Tash a Nishapur. Esto último resultó un error, pues el nuevo visir Muhammad b. 'Uzzair había sido enemigo de 'Utbi y por lo tanto de Tash, y no perdió el tiempo en persuadir al amir para que cesara a Tash del gobierno de Khurasán y reinstalara a Abu'l-Hasan Simjuri en su lugar. Tash inmediatamente buscó ayuda de los Buyíes pero incluso con esta ayuda fue derrotado por los Simjuríes y Fa'iq a fines de 377/987, y huyó a Gurgan donde murio al año siguiente.

Abu'l-Hasan Simjuri también murió poco después, y su hijo le sucedió como gobernador de Khurasán con más poder que cualquier gobernador antes que él. Fa'iq discutió con Abu 'Ali y en las hostilidades resultantes el primero fue derrotado en 380/990. Fa'iq, en retirada, intentó tomar Bukhara pero fue derrotado de nuevo, esta vez por Bektuzun, un general turco que servía al amir Nuh. Fa'iq retornó a Balkh que fue capaz de mantener contra los vasallos samaníes instigados a atacarle por Bukhara. Sin embargo, una nueva amenaza apareció en Transoxiana con el profundo avance de los turcos Qarakhaníes en territorio samaní.

La dinastía Qarakhaní había estado consolidando su poder en Kashgar y Balasaghun, a norte de Isfijab durante varias décadas antes de su avance en territorio samaní. En 370/980 habían tomado Isfijab y posiblemente antes de eso, en 366/976 capturaron las minas de plata de los Samaníes en el valle del alto Zarafshan. Más pacíficamente, sin embargo, los Qarakhaníes simplemente heredaron los pequeños principados que habían roto con el gobierno samaní y ya estaban gobernados por "gobernadores" autónomos turcos de los Samaníes.

El soberano Qarakhaní Bughra Khan se despalzó a finales de 991 en territorio samaní y el primer ejército enviado contra él por el amir Nuh b. Mansur fue completamente derrotado. Entonces Nuh se volvió a Fa'iq, le perdonó y le hizo gobernador de Samarcanda con la misión de combatir a los invasores. El cursos de los sucesos no está claro pero después de algunos combates Fa'iq se sometió a Bughra Khan que avanzó hasta Bukhara provocando que Nuh huyera. El gobernante Qarakhaní entró en la capital samaní a finales de la primavera de 382/992. Algunas fuentes, tales como el Kitab al-yamini de 'Utbi, se quejan de que Fa'iq invitó al khan a invadir los dominios samaníes. Mirkhwand, y otros historiadores tardíos sugieren que Abu 'Ali quiso dividir el estado samaní entre sí mismo y Bughra Khan, de manera que invitó a los qarakhaníes a invadir el territorio samaní. Esas inciertas historias de invitaciones llevan a sospechar que mucha gente en el estado samaní no era infeliz al ver el avance de un nuevo poder. En cualquier caso, Fa'iq fue vuelto a nombrar para Balkh por Bughra Khan y dejó la capital.

Nuh escribió a Abu 'Ali en Nishapur buscando su ayuda para recuperar su trono, pero primero rehusó y luego lo reconsideró. Su ayuda no fue necesaria pues Bughra Khan cayó enfermó en Bukhara y dejó la ciudad, muriendo en el camino después de dejar Samarcanda para el norte. Más tarde en el verano Nuh retornó a Bukhara, derrotando facilmente a los delegados de los Qarakhaníes en la ciudad.

El renegado Fa'iq intentó capturar Bukhara pero fue derrotado, y esta vez huyó hacia su anterior enemigo Abu 'Ali al que se unió. Los dos rebeldes decidieron poner fin al gobierno samaní, pero el amir Nuh buscó ayuda en Ghazna, a Sebük-Tegin que había sucedido a Alp-Tegin como gobernante de Ghazna. Nuh también se aseguró la ayuda de los Khwarizmíes y otros vasallos así como Sebük-Tegin y en una batalla en Khurasán en Rajab 384/agosto 994 los rebeldes fueron completamente derrotados. Ambos, Abu 'Ali y Fa'iq, huyeron a Gurgan donde reunieron nuevas fuerzas. Nuh recompensó a Sebük-Tegin y a su hijo Mahmud con títulos y dió el gobierno de Khurasán a Mahmud en lugar de Abu 'Ali.

El siguiente año los dos rebeldes retornaron y forzaron a Mahmud a evacuar Nishapur. Sebük-Tegin se unió a su hijo y de nuevo vencieron a Abu 'Ali y Fa'iq en una batalla cerca de Tus. Los dos huyeron hacia el norte y finalmente Fa'iq alcanzó territorio qarakhaní después de que Nuh rechazara perdonarle. Abu 'Ali, no obstante, fue perdonado y enviado a Khwarizm donde fue encarcelado por el Khhwarizmshah. Tanto el Shah como Abu 'Ali fueron capturados por el amir de Gurganj en Khwarizm septentrional y Abu 'Ali fue enviado a Bukhara donde el amir Nuh después de un tiempo le envió a Sebük-Tegin en 386/996 y fue más tarde ejecutado en Ghazna.

Aunque Fa'iq intrigó con Nasr Khan, sucesor de Bughra Khan para atacar a Nuh y a Sebük-Tegin, el Qarakhaní, en cambio, le hizo gobernador de Samarcanda. La situación se estabilizó, pero los dominios samaníes se habían encogido considerablemente, ahora reducidos al valle del Zarafshan con únicamente Khwarizm pagando sin convicción como estado vasallo. Khurasán y todas las tierras al sur del río Oxus no entregaron su alianza a los Samaníes, habiendoles reemplazado los Ghaznawíes en la mayoría de las regiones. En 387/997 tanto Nuh como Sebük-Tegin murieron, dejando sucesores muy diferentes.

El hijo de Nuh Abu'l-Harith Mansur II era demasiado joven para controlar a sus fuertes asociados, y cuando un rebelde hizo un llamamiento a Nasr Khan por ayuda el Qarakhaní vino, pero arrestó al rebelde y envió a Fa'iq, que fue recibido  por el khan con gran amistad, a Bukhara con una pequeña fuerza. Mansur Ii, no confiando en Fa'iq, huyó pero fue inducido a retornar a Bukhara, aunque el poder permaneció en manos de Fa'iq.  Los asuntos en Khurasán, tras la muerte de Sebük-Tegin, de nuevo invitaron a la intervención por parte de los Samaníes. un general turco llamado Bektuzun, mencionado previamente, fue enviado a Nishapur como gobernador de Khurasán. Fa'iq, que era el poder real en Bukhara, temió el pdoer creciente de Bektuzun y persuadió a Abu'l-Qasim Simjuri, el nuevo gobernnate de Kuhistán, para atacar a Bektuzun. Tuvo lugar un combate en la primavera de 388/998, y Bektuzun resultó vencedor. Hizo la paz con Abu'l-Qasim, sin embargo, y retornó a Bukhara, y aunque él y Fa'iq no se convirtieron en amigos, unieron fuerzas contra una nueva amenaza, Mahmud de Ghazna, que había logrado ganar le poder supremo en su reino después de la eliminación de su hermano Isma'il y otros. Mahmud quiso volver al gobierno de todo Khurasán, y tanto Fa'iq como Bektuzun temieron que el amir Mansur II pudiera traicionarles en favor de Mahmud, así que en Safar 389/febrero 999 depusieron y luego cegaron a Mansur, reemplazándole con su hermano menor Abu'l-Fawaris Abd al-Malik. 

Mahmud vió una oportunidad de afirmar sus proclamas como el vengador del amir depuesto, de manera que se puso en camino hacia Nishapur, pero comprendio que sus enemigos, Bektuzun y Fa'iq, junto con el Simjurí Abu'l-Qasim, posiblemente eran demasiado fuertes para él, así que hizo la paz con ellos a principios de la primavera de 389/999, reteniendo Balkh y herat bajo su poder. Los aliados no confiaban en Mahmud y atacaron la retaguardia de su ejército sin derrotarle, sin embargo. La guerra se renovó y esta vez cerca de Marv derrotó decisivamente a los aliados. Mahmud ahora aseguró  todas las tierras al sur del río Oxus. incluso los gobernantes de Chaghaniyan y otros al norte del río se sometieron a él, y nombró a su hermano Nasr gobernador de Khurasán. El poder había pasado definitivamente de los Samaníes a los Ghaznawíes al sur del Oxus.

El amir samaní Abd al-Malik, junto con Fa'iq y más tarde Bektuzun, en Bukhara intentaron buscar unir fuerzas para una campaña contra Mahmud, pero Fa'iq murió justo cuando el soberano Qarakhaní Nasr decidió poner fin al estado samaní. El amir samaní intentó despertar al pueblo de sus dominios contra los invasores pero fracasó. El pueblo de Bukhara no escuchará a los samaníes especialmente cuando sus líderes religiosos les aseguraron que los Qarakhaníes eran buenos musulmanes como ellos mismos y que no había necesidad de luchar por los desacreditados Samaníes contra aquellos. Los Qarakhaníes entraron en la capital sin resistencia y Bektuzun se sometió, mientras que 'Abd al-Malik fue hecho prisionero. los turcos musulmanes consiguieron lo que los turcos paganos no pudieron hacer; los Qarakhaníes pusieron fin a la dinastía samaní y al gobierno iranio. En adelante, los turcos gobernaron en Asia Central.

Hubo un romántico epílogo a la historia de los Samaníes. Un hermano menor de Mansur b. Nuh y de 'Abd al-Malik llamdo Isma'il escapó de la prision qarakhaní y huyó a Khwarizm donde reunió apoyos para la causa samaní. Tomó el nombre de Muntasir, "victorioso, y tuvo éxito al expulsar a los Qarakhaníes de Bukhara y luego de Samarcanda. pero después el ejército principal qarakhaní fue movilizado y ante su cercanía Muntasir tuvo que abandonar todas sus conquistas y huir a Khurasán. Al principio nuevamente tuvo éxito y expulsó a Nasr, hermano de Mahmud, de Nishapur, pero de nuevo con el acercamiento del ejército de Mahmud tuvo que abandonarlo todo. En 394/1003 Muntasir volvió a Transoxiana y buscó la ayuda de una nueva fuente, las tribus turcas oghuz que se habían infiltrado en el valle de Zarafshan. El poder latente de los turcos nómadas, tan evidente más tarde vajo los Saljuqs se reveló cuando derrotaron a los Qarakhaníes en varias batallas incluyendo al jefe principal Nasr. Muntasir, no obstnate, temió que no pudiera confiar en los turcos nómadas, así que les dejó y se dirigió a Khurasán.

Los intentos de reconciliarse con Mahmud de Ghazna y conseguir sus simpatías para la casa de Saman fracasaron, por lo que Muntasir volvió al valle de Zarafshan donde se aseguró la ayuda de varios partidarios, incluyendo los Oghuz. En Rajab 394/mayo 1004 derrotó a los Qarakhaníes, pero en una batalla subsiguiente los oghuz desertaron y su ejército se desintegró. De nuevo, Muntasir huyó a Khurasán y de nuevo a fines del mismo año probó suerte con unos pocos seguidores para cruzar el río Oxus y reunir partidarios a su causa. Esta vez los Qarakhaníes estaban preparados y Muntasir apenas escapó con vida. Buscó refugio con una tribu árabe cerca de marv pero fue asesinado por su jefe en 395/1005. Así finalizó el último intento de los Samaníes por recobrar el poder.


Los descendientes de la familia samaní continuaron viviendo en los oasis de Bukhara y estuvieron  altamente considerados por el populacho y fueron bien tratados por el gobierno en tiempos posteriores. La memoria de los Samaníes, no solo como la última dinastía irania en Asia Central, sino como la dinastía que unificó el área bajo un único gobierno y que salvó el legado del antiguo irán de la extinción, perduró largo tiempo en Asia Central, y un tipo de "mística" similar a la que rodeó a los Sasánidas con su fundador Ardashir, también creció con respecto a los Samaníes y su fundador isma'il. En verdad, en muchos modos, los Samaníes fueron comparados con los sasánidas. La unión de diversos elementos en Trasoxiana por los Samaníes en un estado pareció a muchos casi milagroso, como sila unidad de Irán y su cultura se hubiera logrado en Transoxiana y no en Irán. Además, esta unidad estaba basada sobre el Islam, y los Samaníes habían demostrado cómo la antigua cultura irania pudo ser compatible con el Islam. Esta es la gran contribución de los Samaníes al mundo del Islam, y por supuesto, a Irán.