I. Primeras referencias de los Tāhiríes en las fuentes
Las primeras
referencias a los Tāhiríes se
encuentra en las fuentes zaydíes desde el final del siglo XIV. En esta época,
el Bajo Yemen y la Tihāmah estaban gobernados por el sultán rasulí al-Malik al-Ašraf Ismā‛īl (1377-1401)
mientras Dhamār y el norte del país estaban en manos de los imāmes zaydíes.
En 1391 una
rebelión en Hisn al-Ra’bah, al oeste
de Dhamār, contra los zaydíes, llevó a que el imām ‛Alī b. Salāh al-Dīn bajara desde el norte. También hubo noticias
de la expulsión de Radā‛ del gobernador zaydí (‛amil). Como el imām
estaba preparando volver a capturar la ciudad tuvo conocimiento de que el
shaykh Tāhir b. ‛Āmir estaba a cargo
del área en nombre del sultán rasulí, al-Malik
al-Nāsir, y que previamente había entrado en Radā‛ con el apoyo de las
tribus. El autor del Ghāyah al-Amānī,
Yāhya b. al-Husayn b. al-Mu’ayyad
Muhammad (1635-1679), que ocupó importantes cargos bajo el imām zaydí al-Mahdī, comenta que este shaykh Tāhir
fue el primero de la familia en tomar el poder y que obtuvo este poder al
trabajar en nombre de los rasulíes. El sultán dio a Tāhir fondos y hombres,
ordenándole combatir a los zaydíes. En esta ocasión, las cosas no fueron bien
para Tāhir. Fue derrotado hasta llegar a Riyām, donde buscó refugio en la fortaleza.
Unos pocos meses más tarde, las dos partes entraron en batalla una vez más. Los
tāhiríes fueron derrotados de nuevo, tomando el imām zaydí represalias contra
un ataque tahirí contra su gobernador en Radā‛. Los tāhiríes fueron vencidos,
perdieron 50 hombres, a pesar de haber reunido una gran fuerza que de nuevo
incluían miembros de la tribu de los Banū
Durar y Madhlij.
Entre 1393 y
1406, las referencias principales a los tāhiríes aparecen mayormente en el Ghāyah:
en 1394 el imām luchó contra el pueblo de Radā‛. Posiblemente los tāhiríes
estuvieran implicados, pero no son mencionados por el nombre. En 1400, año de la
muerte del sultán al-Ašraf Ismā‛īl y la ascensión de an-Nāsir Ahmad, el imām bajó
a Radā‛, y demandó del shaykh ‛Alī b.
Tāhir b. ‛Āmir , hijo de Tāhir, la fortaleza de Mis‛āl. El shaykh ‛Alī
inmediatamente se la entregó, y a cambio le fue dado un caballo pura sangre y
una túnica honorífica. Fue colocado un mameluco al mando de Mis‛āl y el imām
continuó desde allí hacia Riyām, donde Hurrat Šams, hija del fallecido tío del
imām, al-Asad al-Kurdī, estaba residiendo. Ella estaba al cuidado del shaykh
Tāhir b. ‛Āmir con su hijo ‛Āmir b. Tāhir, y pidió con éxito al imām quedarse
en Riyām.
Tan pronto como
el imām salió de Dhāmar, tuvo noticia de que los shaykhs tāhiríes estaban
causando problemas otra vez. Regresó y destruyó una parte de su territorio y
recibió delegaciones del pueblo de al-Hadā y Radmān, pidiendo la paz. El shaykh Muhammad b. Tāhir llegó hasta el imām disculpándose por su hermano ‛Alī. El
imām aceptó las disculpas y procedió a destruir la fortaleza de Radmān, dejando
solo Mi‛sāl, al-Zahra‛ y Riyām.
La siguiente
referencia a los tāhiríes es a la muerte del shaykh ‛Alī b. Tāhir en 1403, que
es descrito como uno de los más prominentes oponentes del imām ‛Alī Salāh
al-Dīn en la región de Radā‛.
En la crónica
rasulí anónima sin titulo ofrece un punto de vista en cierto modo diferente de
la relación entre los rasulíes y los tāhiríes. En estas referencias, los
shaykhs tāhiríes no están al “servicio” de los rasulíes, como se indica más
arriba en 1391. Las relaciones entre los distintos personajes tāhiríes no están
claras. En 1406 el sultán an-Nāsir Ahmad viajó al territorio del shaykh
Ma‛wdah, seguido por su ministro, Šihab al-Dīn, que pasó por territorio tāhirí
en su camino a Hajar. El 5 de abril de 1407 llegaron noticias de que el
ministro había matado a un grupo de seguidores de Ma‛wdah y había destruido
muchos lugares en sus territorios. El 25 de abril, después de entrar en
al-Janad, el sultán hizo la paz con él, por tanto, parece que en 1406 los
tāhiríes aparecen como rebeldes.
A partir de 1414
las referencias a los tāhiríes se vuelven más numerosas y está claro que
estaban aumentando constantemente en la estima de los rasulíes. En 1409 se
anuncia la muerte del shaykh Ma‛wdah. En 1414, su hijo el shaykh Tāhir b.
Ma‛wdah llegó a la corte rasulí y se le entregaron túnicas ceremoniales. Como
prueba de su estima el sultán ordenó que un palacio que se llamará Dār al-Na‛īm
fuera construido por el shaykh en al-Miqrānah. Al año siguiente, en 1415, Tāhir
se encontró una vez más con el sultán rasulí unos pocos días más tarde hubo
desfiles espectaculares y procesiones en Ta‛izz, y el sultán cubrió de honores
al shaykh tāhirí. También encontramos en 1415 la primera referencia a la
protección real rasulí de las tierras tāhiríes cuando el imām ‛Alī b. Salāh
bajó y tomó una parte de su territorio. El sultán rasulí contraatacó con una
gran tropa para ayudar a los tāhiríes, que son descritos como si estuvieran
bajo la protección del sultán rasulí. El encuentro tuvo lugar en un lugar
llamado al-Darām. El ejército zaydí fue derrotado y perseguido hasta Wadi
Khubān, al sureste de Yarīm, después de lo cual, el sultán fue a al-Miqrānah y
pagó a los constructores del palacio que estaba construyendo para el shaykh
Tāhir, Dār al-Na‛īm, 20.000 dinares.
En 1418, el imām
atacó territorio tāhirí de nuevo, tomando las fortalezas de Balq y al-Qal‛ah.
Los rasulíes, en represalia, enviaron al amir Badr al-Dīn al-Kamilī para
combatir al ejército zaydí que fue obligado a retrasarse. En 1419, los zaydíes
decidieron abandonar sus intentos para controlar esta parte de Yemen, por el
momento, y entregar al amir rasulí, la mayoría de las fortalezas que el imām
había quitado por la fuerza a Tāhir. No obstante, esto no duró, pues tres años
más tarde, en 1421, los zaydíes atacaron el territorio tāhirí de nuevo, pero
fueron rechazados. En 1429, el shaykh Tāhir tomó la fortaleza de al-A‛šūr al
imām, un evento trascendental, que dio como resultado tres días de celebración
en la corte rasulí.
En 1431 aparece
la primera referencia a la nisbah (adjetivo que indica el lugar de
origen de la persona, afiliación tribal o ancestral) omeya tāhirí, mencionada
en el contexto de una visita del shaykh ‛Alī al sultán rasulí en Ta‛izz. Su
título completo es dado aquí por primera vez como shaykh Šams al-Dīn ‛Alī b.
Tāhir b. Ma‛wdah b. Tāj al-Dīn al-‛Amrī.
Al año siguiente,
en 1432, las relaciones entre los rasulíes y los tāhiríes se reforzaron aún más
a través del matrimonio. En 1436, la Crónica Rasulí relata que ‛Alī b. Tāhir
(futuro al-Malik al-Mujāhid) ocupó la fortaleza de al-Miqrānah y con ayuda de
los rasulíes expulsó a su sobrino y a un número de sus seguidores. El sultán
estaba encantado y los desfiles y bandas militares (tablkhānah) se
sucedieron durante tres días. No se da ningún antecedente a esta disputa
tāhirí.
En 1436, hay
referencia a que los tāhiríes estaban implicados en la querellas familiares
zaydíes. Durante un periodo de rivalidad entre el imām al-Mutahhar y an-Nāsir,
este último atrajo a los shaykhs tāhiríes a su bando y en la siguiente batalla
en al-Qurayš, cerca de Jahrān, al-Mutahhar fue derrotado y encarcelado.
a) El declive del
estado rasulí
Los sucesos que
finalmente llevaron al colapso de la dinastía rasulí en 1454 se produjeron a
través del conflicto entre el legítimo sultán rasulí al-Muzzafar y otro
pretendiente, al-Mas‛ūd. Los tāhiríes apoyaron a al-Muzaffar y en 1443 les
encontramos en Lahj “externamente en apoyo de
al-Malik al-Muzaffar contra al-Mas‛ūd, mientras que en sus corazones iban tras
la independencia, por lo que vieron de la debilidad del estado rasulí”.
Esta es la primer insinuación seria que tenemos de las ambiciones tāhiríes.
Por esta época
también los tāhiríes estaban involucrados con los zaydíes. En 1445-5 tuvo lugar
una batalla entre los tāhiríes y los Āl-‛Ammār, partidarios de los zaydíes.
Incapaces de conseguir el éxito, los Āl-‛Ammār buscaron la ayuda del imām
an-Nāsir. Este último bajó e hizo la paz pero luego regresó en secreto a territorio
tāhirí destruyendo una serie de viviendas en sus dominios obligándolos a
retirarse a Hisn Lahm.
En 1446-7
al-Mas‛ūd se dirigió a Ta‛izz donde asedió al sultán al-Muzaffar en su
fortaleza. El sultán pidió a los tāhiríes ayuda y ‛Āmir b. Tāhir vino en su
rescate. Al-Mas‛ūd se quedó en Dār al-Wa‛d hasta que los tāhiríes le vencieron,
y lo expulsaron de Ta’izz con seguridad. Entonces al-Mas‛ūd se dirigió a Mawza‛
en 1448 y a continuación a Aden. Los tāhiríes y al-Muzaffar fueron juntos a
Lahj, donde lucharon de nuevo con al-Mas‛ūd. Este consiguió escapar y logró
capturar la ciudadela de Ta‛izz en 1450-1. En 1453 ‛Āmir b. Tāhir construyó un dār
en Lahj, luego regresó a su territorio de origen para reunir un gran ejército
para combatir a al-Mas‛ūd. Después de una batalla que no resultó concluyente,
‛Āmir regresó a su hogar (posiblemente al-Miqrānah, aunque esto no está
especificado).
Entre 1451 y 1454
hubo constantes combates entre los dos pretendientes rasulíes al-Mas‛ūd y
al-Mu’ayyad (en Zabīd desde 1451), y entre al-Mas‛ūd y los tāhiríes con éxito
alternativo. Finalmente en 1454 al-Mas‛ūd abandonó Aden que entonces fue tomado
inmediatamente por al-Mu’ayyad. Éste permaneció allí hasta que llegaron los
tāhiríes y se proclamaron gobernantes legítimos más avanzado ese año.
Hacia el final
del periodo rasulí en 1454, el territorio bajo control tāhirí puede definirse,
en términos generales, como el área marcada por las ciudades principales de
Juban, Radā‛ y al-Miqrānah. Aproximadamente desde 1443 comienza a ser
mencionados en conexión con Lahj y Aden, donde estaban involucrados en el
comercio. Está claro que al mismo tiempo que trabajaban para el sultán rasulí,
estaban actuando en su propia capacidad, para consolidar una base en Lahj y
Aden donde estaban relacionados con el comercio.
La toma del poder
por parte de los tāhiríes comenzó con la captura de Aden por ‛Āmir y ‛Alī. Esto
sucedió el 28 de julio de 1454, cuando ‛Āmir entró en la ciudad encubiertamente
después del anochecer, escalando la muralla con una pequeña banda de hombres,
que el había traído consigo desde la fortaleza de al-Ta‛kar. El día siguiente,
que era viernes, su hermano ‛Alī entró a través de la puerta principal y tomó
el control de la ciudad. Al-Mu’ayyad, cuya riqueza y posesiones fueron
capturadas, evidentemente se rindió sin demora y estableció una casa en Aden
donde recibio un estipendio, su propio séquito y un tablkhanah.
Al-Mas‛ūd había tomado refugio en Harqah con el shaykh ‛Abd Allāh b.
Abī’l-Surūr, pero fue convencido de que regresara a Zabīd por un grupo de
esclavos leales a él. Allí permaneció al-Mas‛ūd bajo la proteccion de Bayt
al-Ghazālī hasta finales de octubre cuando convocó al shaykh Ibn Abī’l-Surūr,
desde Harqah y juntos partieron a Ta‛izz. Llegaron hasta Hays, cuando
al-Mas‛ūd, evidentemente, tuvo un segundo pensamiento, abandonó sus ambiciones
y partió hacia La Meca.
b) La entrada
tāhirí en Zabīd
La población de
Zabīd se componía de dos grupos principales de personas, los habitantes
ordinarios representados por los mayores (kubarā’), que a la partida del
rasulí al-Mas‛ūd habían escrito a al-Mujāhid ‛Alī, prometiéndole su lealtad.
También estaban los esclavos, los ‛abīd, y la resistencia
principal a los tāhiríes vino de ellos. Tenían una tradición de rebelión
incluso duratne el periodo rasulí. Había varias facciones esclavas de las
cuales unas iban a apoyar a los tāhiríes y otras no.
Como ya se dijo
antes, el líder de una de estas facciones, Yūsuf al-Fulful invitó a entrar en
Zabīd al expulsado amir rasulí Jayyāš al-Sunbulī. Los grupos de esclavos
atraídos al bando tāhirí, a través de los esfuerzos de Jayyāš fueron los ‛Abīd
al-Sayyid y los ‛Abīd al-Šamšī. Contra los tāhiríes estaban los esclavos de
Faššal, que al tener conocimiento de la llegada inminente de al-Mujāhid ‛Alī,
cruzaron las murallas. Otros grupos de esclavos eran los liderados por ‛Abd
Allāh b. Zaytūn. También se opusieron a los tāhiríes, y estaban enojados con
Jayyāš por permitirle entrar en Zabīd. Otro líder mencionado era Faraj
al-Khayrī. El grupo que controlaba contaba con unos 400 esclavos, y fueron
obligados a huir de Zabīd tras una lucha con el amir Jayyāš y sus seguidores.
Estos esclavos
eran los descendientes de los esclavos procedentes de Abisinia, que habían sido
traidos por primera vez al Yemen en tiempos islámicos por los Ziyādíes
(818-1018), que fundaron Zabīd en 819. A ellos le fueron confiados el ejército,
la administración y el trabajo agrícola. La primera y única casa gobernante
esclava hereditaria, de raza negra fue establecida en Yemen bajo el nombre de
Najāhíes (1021-1159): Una vez que los Najāhíes perdieron su supremacía, estos
“esclavos” retuvieron aparentemente su identidad étnica, y simplemente deben
haberse convertido en otro grupo social más. Posiblemente son ellos, los que
son conocidos en los periodos rasulí y tāhirí como ‛abīd. Es difícil
establecer, sin embargo, cúal era su posición exacta. Por ejemplo, es difícil saber
si aún había auténticos esclavos entre ellos o si solo era un término para
definir su posición étnica y social, más bien como es utilizado hoy día el
término akhdām.
En la época
ayyubí e inicios de la rasulí apareció un tipo diferente de esclavo. Los
mamelucos eran esclavos turcos o circasianos, usados debido a su absoluta
lealtad al sultán en un sistema iniciado por los ayyubíes en Egipto. Pero no
siempre eran de confianza. En Egipto obtuvieron tal poder que fueron capaces de
expulsar a los ayyubíes y establecer su propia dinastía, la Mameluca, y en
Yemen, en 1322, se volvieron contra el sultán rasulí al-Mujāhid. Es interesante
destacar que no teniendo éxito, huyeron a Zabīd, donde son descritos aliándose
con los ‛abīd. No está claro a partir de la descripción posterior de
sucesos, si los ‛abīd estaban siendo liderados por los mamelucos, o si
todos están siendo agrupados como ‛abīd, ya que, después de esto, ya
solamente se usa el término ‛abīd.
Después de que
los esclavos hubieran sido expulsados de Zabīd, la khutbah se leyó en
nombre de al-Malik al-Zāfir ‛Āmir b. Tāhir. Al-Mujāhid hizo su entrada
ceremonial en Zabīd el sábado siguiente. Con él estaban su sobrino el shaykh
Jamāl al-Dīn Muhammad b. Dā’wūd, el fāqīh al-Muqrī y miembros de la
tribu Qurašī. Una vez en Zabīd los qurašī continuaron el alboroto, saqueando
las casas de los esclavos y otras. Se produjeron peleas, 15 miembros qurašī
fueron muertos y fueron obligados a partir ignominiosamente sin botín, pero
agradecidos de poder salir de manera segura.
III. El
reinado de al-Malik al-Zāfir ‛Āmir (1454-1460)
Aunque lo dos
hermanos, ‛Āmir y ‛Alī, llegaron al poder conjuntamente, se estableció
rápidamente que ‛Āmir al-Malik al-Zāfir, a pesar de ser el más joven de los dos,
asumiera la posicion de nivel más alto. Poco después de que los ingobernables
esclavos hubieran sido expulsados de Zabīd, la kutbah fue pronunciada en
nombre de al-Zāfir y así continuó hasta 1460, cuando ‛Alī asumió el poder.
Los principales
preocupaciones durante los primeros 10 años de su gobierno fueron la
consolidación de su poder sobre el bajo Yemen, en particular, la imposicion de
un control firme sobre las tribus de la Tihāmah y otros recalcitrantes
elementos de la población, y las relaciones con los zaydíes.
a) El control de
la Tihāmah
Ibn al-Dayba‛ nos
advierte al principio de su crónica del periodo tāhirí que la sumision de las
tribus de la Tihāmah iba a ser su principal preocupación. La lucha constante
para conservar el control de los Ma‛āzibah también había una preocupacion
importante para los rasulíes. Redhouse les decribe como “una turbulenta tribu
guerrera de los árabes montañeses...que infestó y devastó la región montañosa
cerca de la llanura, desde la latitud 13º 13’ hasta 15º 30’ asolando las
llanuras también en ocasiones”. Redhouse no pudo encontrar ninguna referencia a
ellos de fuentes materiales a su disposición y sugiere que la palabra Ma‛āzibah
significa vagabundos (del árabe ‛azaba = estar lejos de) infieriendo así
que su nombre describía su estatus y conducta. También sugiere de modo bastante
posible que pudieron ser incitados secretamente en su disidencia por los imāms
zaydíes en cuyos intereses había estado, naturalemente, mantener inestable las
partes meridionales de Yemen.
Al intentar
analizar las relaciones entre los tāhiríes y los Ma‛āzibah es importante
recordar, como ha señalado Sālihiyyah, que estas tribus ocupaban una de las
partes más fértiles del Yemen bajo control tāhirí. Por tanto, esta tierra era
potencialmente una fuente altamente significativa de ingresos para el estado.
Las medidas favoritas, tanto de los sultanes rasulíes como de los tāhiríes, de
exigir los ingresos era gravar las palmeras datileras, y de hecho, hay indicios
de que los Ma‛āzibah eran vulnerables a este respecto. Pero ninguno de los
sultanes tāhiríes fue capaz de desarrollar una estrategia apropiada en sus
tratos con las tribus, aparte del castigo constante.
Si examinamos el
periodo entre 1456-1460, el primer hecho registrado de alguna importancia, es
un ataque en 1456 sobre los Ma‛āzibah. Ataque similares y represalias contra
ellos y los Qurašis después ocurren frecuentemente en los años siguientes.
Una vez que
al-Mujāhid hubo tratado con los esclavos, envió un mensaje a los Ma‛āzibah
pidiendo su moderación y obediencia. Los Ma‛āzibah no cumplieron y el sultán
partió contra ellos a las aldeas de al-Daj‛ en Wadi Rima‛, donde estaban
residiendo. Los Ma‛āzibah, en esa época eran un gran número con más de 100
caballos. Las dos partes se encontraron, al-Mujāhid y sus tropas en un flanco,
y los Qurašis (todavía en el bando tāhirí, en esta etapa) en el otro flanco, con
la caballería de Tihāmah. Los Ma‛āzibah hicieron un ataque masivo sobre las
tropas tāhiríes, pero, mientras que al-Mujāhid y sus seguidores se mantuvieron
firmes, el otro lado fue derrotado, incluyendo las tropas procedentes de
Hodeida. Al-Mujahid y su caballería atacaron a los Ma‛āzibah opuestos a ellos y
los pusieron en fuga. Las tropas del sultán mataron a 12 de ellos; uno del
grupo del sultán, Muhammad b. Hāzim,que era un hombre bravo, pero que había dado
mal consejo, fue capturado y ejecutado por los parientes de los Ma‛āzibah
muertos. Entonces al-Mujāhid atacó a los Ma‛āzibah hasta Mahjariyah, una aldea
en Wadi Rima‛, y los derrotó. Mató a uno de sus jinetes, Mufrih b. Junaydah.
Tuvieron lugar
otros encuentros con la tribus de la Tihāmah en 1457 cuando al-Mujāhid atacó
las palmeras de Madanī y mató a 20 de los Ma‛āzibah. Se hizo la paz mediante la
entrega por parte de estos de 60 caballos: Poco después los Ma‛āzibah hicieron
una incursión sobre la ciudad de Faššal, mataron a 6 guerreros y tomó 20
caballos. Las referencias finales de este año son para los Qurašis. Al-Mujahid
regresó de Aden a Zabīd, con la intención de atacar a Qurašis, pero se pusieron
bajo la protección del shaykh Ismā‛īl al-Jabartī. El sultán tomó sus caballos,
devolviéndolos más tarde. Les impidió el acceso a los palmerales de Zabīd y les
devolvió a sus propietarios originales, que no se especifican, pues habían
estado en manos qurašis desde el tiempo de los rasulíes.
Aunque no está
claro qué iniquidad cometieron, en 1458 al-Mujahid privó a los Qurašis de los
ingresos de sus palmeras datileras, y miembros prominentes de la tribu fueron
encadenados y conducidos a al-Miqrānah. En otra ocasión, la disensión entre
los Qurašis provocó que a-Mujahid mediara entre ellos y les ordenó establecerse
en al-Qurayšiyyah e invalidó la venganza de sangre entre ellos. Entonces, él
extrajo impuestos de ellos y confiscó 20.000 dinares.
A partir del
primer acontecimiento de 1456 sabemos que los Qurašis todavía estaban en el
bando tāhirí. Pero en 1457 se habían vuelto problemáticos y, como los Ma‛āzibah
comenzaron a ser una espina en la carne de los tāhiríes, y tuvieron que ser
aplastados; luchando contra los tāhiríes en el mismo lado que los Qurašis,
estaban las tropas de Hodeida; posiblemente eran del grupo traído por el señor
de Hodeida, Ibrāhīm b. ‛Umar al-Thābitī, que había sido colocado a cargo de
Bayt al-Faqīh.
En estos años
veremos que el patrón ha sido establecido: escaramuzas consistentes en ataque y
contraataques, a menudo ataque por el sultán, normalmente sin dar ninguna
razón; un pequeño número de gente muerte y la posibilidad de premios
sustanciales, generalmente caballos y dinero. También comenzamos a tener noticias
más específicas sobre las bases Ma‛āzibah, las cuales se centraban alrededor de
Wadi Rima‛ y Mahjariyyah.
b) Una rebelión
en Ta’izz y las actividades de Abū Dujānah
En 1457 apareció
una amenaza para los tāhiríes por parte de Naqīb al-Lubayn, que tomó la ciudadela
de Ta‛izz. No obstante, fue rápidamente derrotado por las tropas de al-Malik
al-Mujāhid, que le capturó, junto a 50 de sus hombres y recuperó la ciudadela.
Una segunda amenaza más seria llegó por parte de Abū Dujānah Muhammad b. Sa‛d
b. Fāris al-Kindī, el señor de al-Šihr.
Al-Šihr era el
más importante puerto sobre la costa del Océano índico después de Aden y tanto
rasulíes como tāhiríes estaban asiosos por tenerlo bajo su control para
beneficiarse de los ingresos del comercio. Fue tomada por los rasulíes al mando
de al-Muzaffar, a finales del siglo XIII. Durante la última parte del periodo
rasulí, cuando el estado estaba en declive, al-Šihr cayó en manos de la tribu
de Kindah, con Abū Dujānah a su cabeza.
No contento con
al-Šihr Abū Dujānah decidió tomar Aden también, y en 1457, confabulado con uno
de los jefes de la tribu Yāfi‛ī, Mubārak al-Thābitī, llegó a la costa de Aden
con varios barcos. El ataque fue planeado para una época en que ninguno de los
sultanes tāhiríes estaba en la ciudad. Abū Dujānah fracasó por dos factores: la
presencia del shaykh ‛Alī b. Sufyān en el área que apostó guardias en los muros
y mandó buscar al sultán al-Malik al-Zāfir. El segundo factor que tuvo en
contra fue el tiempo. Se levantó un fuerte viento y provocó que varias de sus
naves se rompieran y se hundieran. En la retirada, el propio barco de Abū
Dujānah se volcó y naufragó en la costa. Fue capturado por las fuerzas del
sultán y montado sobre un camello, deshonrado, fue paseado por las calles de
Aden. Tanto su sobrino como el jefe Yāfi‛ī que le había ayudado fueron
asesinados.
Después de tener
conocimiento de su captura, su madre, Bint Ma‛āšir, nombrada por Abū Dujānah
para cuidar los asuntos en al-Šihr durante su ausencia, fue ella misma a Aden
para intentar y obtener la liberación de su hijo. El sultán acordó con la
condición de que al-Šihr fuera entregada a los tāhiríes. Abū Dujānah no parece
haber alcanzado al-Šihr con vida, no obstante, pues se informó que fue
envenenado. En 1459, el sultán tāhirí nombró como gobernador de al-Šihr al amir
Jayyāš al-Sunbulī, quien se recordará fue decisivo al lograr la entrada tāhirí
en Zabīd en 1454. El autor de la crónica Ghāyah finaliza el relato de la
rebelión de Abū Dujānah diciendo: “Ésta fue, de hecho, una notable
coincidencia [la derrota] y prueba de que con la llegada de unanueva
dinastía, incluso los rebeldes se sometían a ella”.
c) Conflictos
entre los zaydíes y los tāhiríes
La primera
referencia de la implicación tāhirí ocurrió en 1456, cuando el autor del Ghāyah,
Yāhya al-Husayn destaca que los tāhiríes estaban alentando a los dos rivales
por la sucesión zaydí, al-Mansūr al-Nāsir b. Muhammad (rival, 1439-1462), por
una parte, y al-Mutahhar al-Mutawakkil II (en Dhamār, 1437-1475) por otro.
Durante los
últimos días de los rasulíes, los tāhiríes fueron empleados por ellos como
tapón entre los dominios zaydíes y rasulíes. En la época de la toma de posesión
tāhirí en 1454, el territorio controlado por los zaydíes consistía en las
tierras altas septentrionales y al sur hasta Dhamār, que los tahiríes tomaron
en 1461. En 1455 al-Nāsir se dirigió a Sa‛dah en respuesta a una queja de ‛Abd
Allāh de los Banī Mudā‛is sobre la sharīfah Fātimah, que había matado a uno de
los Mudā‛isíes (por razones no comentadas). La sharīfah era la viuda del imām
Salāh al-Dīn al-Mahdī, que había sido encarcelado en San‛ā’ por al-Nāsir, él
cual había muerto allí en 1446. En esta época, la sharīfah controlaba Sa‛dah.
Aprovechando el pretexto de la denuncia contra ella, al-Nāsir tomó Sa‛dah, la
encadenó a ella y a su ministro, y los llevó a San‛ā’. Su hija Badrah escapó.
Al-Mutahhar, tomando ventaja de la excursión a Sa‛dah e incitado por los
tāhiríes, intentó tomar San‛ā’. la lucha estalló entre los partidarios de
al-Nāsir en la ciudad y los de al-Mutahhar, que también tenía a la tribu de
Hamdān de su lado. No obstante, al-Nāsir era demasiado fuerte y cabalgando a
través de Hamdān recuperó San‛ā’.
El primer
encuentro zaydí/tāhirí ocurrió en 1457 entre las fuerzas tāhiríes y las del imām
al-Nāsir que finalizó en un tratado de paz. En 1459 al-Nāsir se dirigió de nuevo
a territorio tāhirí. Jayyāš al-Sunbulī atacó el campament0 de al-Nāsir y mató a
varios de sus seguidores. Estos encuentros menores prepararon el terreno para
las confrontaciones más serias que comenzarían al año siguiente en 1460.
IV. El
reinado de al-Malik al-Mujāhid ‛Alī (1460-1478)
Desde
la toma de posesión tāhirí, de los dos hermanos ‛Āmir y ‛Alī en 1454 hasta
1460, fue ‛Āmir quien tuvo la primacía. No obstante, los dos hermanos parecen
haber tenido igual autoridad. Como parte de la división del trabajo puede haber
sido que al-Malik al-Mujāhid estuviera a cargo de los asuntos tribales en la
Tihāmah, pues en esos cuatro años fue él quien dirigió el combate contra los
Ma‛āzibah y los Qurašīs, y quien intentó obligarles a someterse. Por otra
parte, fue la presencia de al-Zāfir la que fue requerida cuando Abū Dujānah
amenazó Aden en 1457, indicando la potencial seriedad de la amenaza, siendo el
pueto de Aden una de sus principales fuentes de ingresos.
No
obstante, en 1460, la Khutbah fue pronunciada y las monedas acuñadas en
nombre de al-Malik al-Mujāhid. Esto se hizo, de acuerdo con Ibn al-Dayba‛, con
la aprobación de su hermano, ya que al-Zāfir lo prefería. Los papeles se
invirtieron pero los dos continuaron, de hecho, gobernando conjuntamente hasta
la muerte de ‛Āmir en 1465.
a) El
conflicto entre Zaydíes y tāhiríes que llevó a la muerte de ‛Āmir en 1465
El
primer evento registrado es una importante batalla entre los zaydíes y los
tāhiríes, que ocurrió en un lugar llamado Radm y fue iniciada por el zaydí
al-Nāsir. Ambos tuvieron grandes pérdidas. Los tāhiríes perdieron al shaykh
Muhammad b. Tāhir, hermano de los dos sultanes, y notables entre las pédidas
zaydíes fue un Ibn Kāmil, y el “sultán” de los Jawf, ‛Alī b. Mukhariš, quien
era considerado por sus aliados zaydíes “de igual valor...que 100 jinetes”.
‛Alī b. Mukhariš fue asesinado por el futuro tercer sultán, ‛Abd al-Wahhāb.
El
relato más detallado del suceso es proporcionado en las fuentes zaydíes.
Al-Nāsir había reunido un gran ejército y había incluido fuerzas procedentes de
Jawf. Cuando al-Nāsir llegó a Radā‛ desde Dhamār, empezaron a tener lugar la
mediación y la negociación.
No
obstante, de acuerdo con otra fuente, el Anbā, la batalla que siguió,
surgió por accidente, cuando la caballería de al-Nāsir atacó por error, el
campamento del tāhirí, Muhammad b. Tāhir. El sultán amir entró a defender a su
hermano, pero no pudo evitar que fuera asesinado. Lo que sabemos solo por las
fuentes zaydíes (y debemos tener en cuenta la perspectiva parcial) es que el
ejército tāhirí fue totalmente derrotado. Otras fuentes no cuentan el
resultado (Bhigyah y Qurrah). Las fuerzas de al-Nāsir saquearon y
expoliaron “armas, plata y oro”, y luego al-Nāsir tomó el control de Radā‛. Una
batalla posterior tuvo lugar en la fortaleza de Radā‛, tras lo cual fue
devuelta a ‛Āmir.
El
conflicto entre zaydíes y tāhiríes iba a intensificarse dramáticamente al año
siguiente y culminó con la captura de San‛ā’. En 1461, por tanto, convergieron
allí sobre los zaydíes, que ocupaban Dhamār, dos ejércitos tāhiríes: al-Zāfir
con soldados de infantería, y al-Mujāhid, con tropas y la caballería de la
Tihāmah. Dándose cuenta de que no obtendría apoyo local para atacar al sultán,
al-Nāsir fue a la cercana fortaleza de Hirrān con su familia, y en la noche partió
hacia San‛ā’, donde comenzó a reunir sus fuerzas. Mientras, al-Zāfir en su
campamento en las afueras de Dhamār recibió una sucesión de ancianos de Dhamār,
incluyendo al shaykh de Dhamār al-Maqmahī, suplicnado un salvoconducto, que les
fue concedido. Al-Zāfir nombró a su sobrino ‛Alī b. Tāj al-Dīn gobernador de
Dhamār y partió hacia Aden para preparar una expedición contra el pueblo de
al-Šihr, que estaba reclamando su independencia.
Un
corto periodo de tiempo después, al-Nāsir, habiendo reunido sus fuerzas regresó
y volvió a capturar Dhamār. Taj al-din, su gobernador tāhirí huyó. En
represalia, el sultán tāhirí al-Zāfir planeó un ataque de dos puntas. Por una
parte, la alianza de 1456 contra al-Nāsir fue revivida con el sultán al-Zāfir,
el pretendiente zaydí al-Mutahhar y la poderosa tribu de Hamdān bajo el
liderato del amir ‛Alī b. Hasan. Las complejidades de esta alianza se insinúan
en la siguiente declaración: “Hamdān se inclinó hacia el imām al-Mutahhar y los
tāhiríes, mientras que estos últimos y el imām se mantuvieron como uno contra
al-Nāsir". El imām al-Mutahhar y Hamdān atacaron San‛ā’ y sus distritos
circundantes. Contrarrestando el ataque en nombre de al-Nāsir estaba Yahyā al-Karraz.
Tuvieron lugar algunas escaramuzas en las que varios de los de al-Mutahhar y
algunos de los hombres de Hamdān resultaron muertos.
La
segunda línea de ataque contra el zaydí al-Nāsir fue contra Dhamār. Las fuerzas
tāhiríes, una vez más, obligaron a al-Nāsir a huir a Hirrām, provocando en su
prisa que dejara atrás su tesoro, tras lo cual los tāhiríes marcharon, se
apoderaron de lo que fuera lo que estuviera en el tesoro, y concedieron paso
seguro a los habitantes. El palacio y las casas de los Banū al-Maqmahī fueron
destruidos “mientras al-Nāsir observaba desde Hirrām”. Después de algún intento
infructuoso en la negociación sobre tierras y fortalezas al-Nāsir volvió a
San‛ā’.
En
lugar de regresar por la ruta esperada, al-Nāsir se salió por la vía de ‛Urqub,
en la región de al-Hadā, donde fue bien recibido por las tribus locales que le
invitaron a ser su huesped. Aceptando su hospitalidad, les acompañó a su
fortaleza, Haddād, y dispersó sus tropas alrededor. Tan pronto como finalizó su
comida y oraciones, al-Nāsir y sus hombres fueron robados por sus anfitriones e
insultados. Entonces, algunos de los habitantes de ‛Urqub, fueron al sultán
tāhirí ‛Āmir b. Tāhir, para hacerle saber lo que había ocurrido. El sultán
estaba claramente encantado, les recompensó bien y les envió de vuelta con
grilletes e instrucciones para hacer caer a al-Nāsir. Podría parecer que el
pueblo de ‛Urqub había actuado enteramente por su propia iniciativa. Ellos no
podían haber estado confabulados previamente con los tāhiríes ya que el cambio
de ruta de al-Nāsir fue, según se cuenta, improvisado. No obstante, entretanto,
las noticias de este asunto se habían extendido a los fuqahā’ zaydíes,
que estaban más angustiados por esto. Apelaron al pueblo de ‛Urqub,
advirtiéndoles de “no destruir el madhhab zaydí al entregar a al-Nāsir a
al-Zāfir, sino más bien, entregarlo al imām al-Mutahhar”. El señor de ‛Urqub,
convencido, escribió entonces a al-Mutahhar informándole de la situación y él
personalmente bajó y sacó a al-Nāsir, y le llevó encadenado a San‛ā’.
Todavía
apoyando a al-Nāsir en San‛ā’ estaba Ibn Mukhāriš, pariente de ‛Alī b. Mukhāriš
del Jawf, muerto en la batalla de Radm. Sus hombres y la guarnición de la
ciudad decidieron intentar liberarle. También le apoyaba Yāhya al-Kharraz y Muhammad,
hijo del imām al-Nāsir. Contra al-Nāsir, en San‛ā’, estaba la sharīfah Fātimah,
quien, tras ser trasladada desde San‛ā’ estaba viviendo en un palacio conocido
como Dār al-Kikhyā, que una vez había pertenecido a su abuelo Salāh al-Dīn, y
ya desde entonces había sido tomado por al-Nāsir. Había surgido una disputa
entre el imām y la sharīfah sobre el uso, por parte de ella, de sus propios
servidores (posiblemente guardias) que él no deseaba que ella tuviera. Ella
persisitió en esto, sin embargo, y teniendo noticias de la captura de al-Nāsir,
bloqueó la puerta de su palacio y subió con sus sirvientes al techo, pidiendo a
gritos apoyo para al-Mutahhar. La lucha que estalló de su palacio fue dirigida
por Yāhya al-Karrāz y Muhammad b. al-Nāsir. Finalmente, forzaron y saquearon el
palacio y la sharīfah y sus hijos fueron trasladados a otra parte. En esta
etapa al-Mutahhar no estaba en la ciudad. Su preocupación era mantener a
al-Nāsir encerrado y lo llevó desde Masna‛at Dila‛ a Kawkabān y luego a la
fortaleza en al-‛Arūs, donde moriría en 1464.
Temiendo
que al-Mutahhar intentara tomar San‛ā’, al-Karrāz y Muhammad b. al-Nāsir
buscaron ahora el apoyo de los tāhiríes. No está claro, no obstante, si
al-Zāfir se desunió de al-Mutahhar, su aliado anterior. Las negociaciones entre
Muhammad b. al-Nāsir y al-Malik al-Zāfir tuvieron lugar a través de al-Karrāz,
y se le culpó mucho por este papel más tarde. El qasr de San‛ā’ fue
entregado al mensajero de al-Zāfir, y se pronunció la khutbah en nombre
de los tāhiríes. De hecho, la khutbah fue leída en nobmre de al-Zāfir
aunque en 1460, se anunció que sería en nombre de al-Mujāhid. Esto no es
explicado y puede sugerir que los hermanos tāhiríes habían decidido estar a
cargo de diferentes partes de su territorio.
No se
oye nada más sobre San‛ā’ en las fuentes hasta dos años más tarde, en 1463. En
este año, al-Malik al-Zāfir subió a San‛ā’ para contrarrestar una rebelión del
pueblo de Dhahbān. Estaba a la cabeza de un ejército de tamaño impresionante
que incluía 1000 jinetes. Luchó contra el pueblo de San‛ā’ y Hamdān, quienes,
como se recordará, anteriormente eran parte de la alianza al-Mutahhar/tahiríes
contra al-Nāsir. El castigo se impuso al estilo tāhirí, con árboles talados en
Haddah y casas destruidas. Al año siguiente tenemos noticia de que Yāhya
al-Karrāz fue debidamente recompensado por sus esfuerzos en nombre de los
tāhiríes al ser nombrado nā’ib de San‛ā’ junto con Muhammad b. ‛Īsā al-Ba‛dānī.
En
1466, los zaydíes comenzaron su rebelión contra los tāhiríes en serio. Como
esto iba a convertirse en una de las principales humillaciones sufridas por los
tāhiríes, vale la pena entrar en cierto detalle. Hay dos versiones principales,
la mayoría de los detalles son recogido desde las fuentes zaydíes, mientras que
se encontrará una versión mucho más breve en Ibn Dayba‛.
Cuando
los tāhiríes conquistaron San‛ā’ en 1463 permitieron a Muhammad b. al-Nāsir
residir en la ciudad. Dos años más tarde, reconocieron que esto había sido un
error, ya que actuó como foco para la rebelión. Entonces, al-Zāfir escribio a
Muhammad b. ‛Īsā al-Ba‛dānī, diciéndole que quería que Muhammad b. al-Nāsir se
trasladara al sur. Al-Ba‛dānī informó a este úlimo, quien reconoció que esto
significaría el encarcelamiento para él. Entonces, Muhammad b. al-Nāsir
escribió Muhammad b. ‛Īsā Shārib, nā’ib de su padre en Dhū Marmar que le
seguía siendo leal y había continuado proporcionándole fondos. Después,
Muhammad b. ‛Īsā Shārib prometió lograr la fuga de Muhammad b. al-Nāsir.
Se
presentó una oportunidad cuando al-Ba‛dānī (descrito de manera diversa como ‛amil
o nā’ib) partió de San‛ā’ con gran parte del ejército para recaudar el zaqāt
del territorio de Sanhān, dejando la ciudad casi vacía. Muhammad b. ‛Īsā Shārib
apareció en casa de Muhammad b. al-Nāsir, y a la manera de los cuentos de hadas,
se lo llevó en “un caballo pura sangre” con la intención de dejarlo en Dhū
Marmar”. La gente del pueblo le rogó primero que atacara la casa de al-Karrāz,
ya que se sentían particularmente enojados por su papel en la entrega de San‛ā’
dos años antes a los tāhiríes. La casa de al-Karrāz fue debidamente saqueada y
la gente de la ciudad sugirió entonces a Muhammad b. ‛Īsā Shārib y a Muhammad
b. al-Nāsir que aprovecharan la oportunidad y recuperaran la ciudad totalmente.
El qasr (alcázar) fue entonces atacado y los de la tribu Hamdān que
estaban en él, se rindieron inmediatamente. A la mañana siguiente, los zaydíes
habían consolidado completamente su posición.
Cuando
estas noticias alcanzaron al gobernador de San‛ā’, al-Ba‛dānī, fue vencido por
la vergüenza. El sultán estaba fuera de sí y reunió un vasto y nutrido
ejército, y partió hacia San‛ā’, la cual rodeó por todas partes. Instaló
mangoneles (catapultas) y destruyó las murallas alrededor de San‛ā’ y los
jardines que contenían todo tipo de frutas y flores. Esto provocó que cegaran
los pozos y drenaran los ríos. Las fuerzas tāhiríes también destruyeron la
ciudad de Shibām Banī al-Suhaym.
La
importante fiesta religiosa ‛Id al-Adhā (Celebración del Sacrificio) cayó
durante el asedio de San‛ā’, e inclinándose a la presión de las tropas,
al-Zāfir levantó el campo el 16 de julio y regresó a casa, diciendo que
volvería en el mes de muharram (septiembre 1465).
A la
partida de ‛Āmir, Muhammad b. al-Nāsir intentó ahora reunir más fuerzas. Envió
al hermano de Muhammad b. ‛Īsā Shārib, Salāh, a la tribu de los Banū Jabr y
Nimh para obtener apoyo tribal, pero encontró que estos últimos ern
desafortunadamente leales a los tāhiríes y Diwār al-Jabrī le atacó y mató. Él
obtuvo de los habitantes de San‛ā’ 4.000 ūqiyyahs de plata para
permitirle pagar a las tropas. Ahora con fondos suficientes, Muhammad b.
al-Nāsir fue capaz de anunciar que quienquiera que viniera a unirse a él sería
generosametne recompensado. Muchos arqueros llegaron y también comenzó a
reconstruir las murallas de San‛ā’.
Al-Zāfir
regresó como había prometido en septiembre de 1465. Para obligar a los
san‛ā’níes a la sumisión completa, decidió cortar el suministro de agua. Atacó
San‛ā’, talando las plantaciones y detruyendo sus fortalezas. Luego regresó sin
peligro, a sus propios territorios (Juban, al-Miqrānah) y desde allí reunió
1000 cabezas de ganado para destruir los pozos que quedaban y las corrientes en
los alrededores de San‛ā’. Cuando llegó a los pies de Bayt Baws mandó que los ghayls
(canales de irrigación) de al-Aalaaf y al-Barmakī fueran destruidos.
Al-Zafir también taló los árboles en Haddah, “hizo que sus corrientes fueran
desviadas”. Para enfatizar la culpabilidad personal del sultán, al autor del Ghāyah nos dice que “puso gran
empeño en ello, incluso presentándose ante los que estaban trabajando a sus
órdenes, para ver lo que estaban haciendo. Después de esta orgía de
destrucción, al-Zāfir regresó a Jubān, en la ruta del desierto por la vía de
Mā’arib.
La
debacle final en el intento tāhirí por volver a capturar San‛ā’ fue en el mes
de junio de 1466. Mientras que los sultanes tāhiríes estaban en Aden, llegaron
cartas para al-Malik al-Zāfir de algunos de los habitantes de San‛ā’,
proclamando ser partidarios de los tāhiríes, descritos como munāfiqīn
(mentirosos) en las fuentes zaydíes, jurando lealtad y diciéndoles que fuera y
tomara el control sobre el área. Superado por la alegría, partió a toda prisa
sin la aprobación de su hermano al-Malik al-Mujāhid. En el Bughyah, Ibn
al-Dayba‛ dice que al-Zāfir llegó a San‛ā’ “con una gran fuerza sin ser
decidida o de corazón firme y mal preparada para la batalla”.
Muhammad
b. ‛Īsā Shārib, el principal defensor de la ciudad, estaba fuera con solo 30
jinetes, pero logró entrar y reunir las personas dentro. Un ataque masivo tuvo
lugar sobre los tāhiríes acapados fuera y ‛Āmir al-Malik al-Zāfir fue
asesinado. El ejército tāhirí fue saqueado y dispersado en desorden. Ibn
al-Dayba‛ atribuye la derrota a la falta de preparación del sultán y la pérdida
de sus bagajes y riqueza, que no habían tenido tiempo de deshacer y que un
grupo de san‛ā’níes les había quitado. No obstante, al-Malik al-Zāfir,
enfrentado, tanto al ataque zaydí como a la desbandada de su ejército
“permaneció firme a la cabeza de sus tropas de su territorio de origen y
lucharon con honor hasta la muerte”. Esto sugiere que los desertores eran las
tropas tribales, reclutadas por el camino, que posiblemente solo habían
accedido a venir con la promesa de recompensa.
El
control tāhirí de San‛ā’, llegó a su fin, por el momento, y Muhammad b.
al-Nāsir fue establecido como imām durando su gobierno unos 40 años.
b) La
relación ente los dos sultanes
Una
cuestión que debe plantearse en esta etapa, es por qué, si al-Malik al-Mujāhid
era el sultán proclamado, fue que ‛Āmir y no él, lideró la campaña contra los
zaydíes. Puede arrojarse alguna luz sobre esto al examinar lo que podemos conocer
sobre la relación entre los dos hermanos. En 1464, se relata una disputa entre
ellos, que tuvo lugar poco antes del desastroso intento final tāhirí sobre
San‛ā’ en 1466.
El
relato más completo de esta pelea se encontaría en el Ghāyah. Es
interesante porque muestra claramente la posición de Ibn al-Dayba‛. En su papel
como historiador de la corte, claramente no estaba dispuesto a incluir nada en
su texto que pudiera considerarse como inestable o que mostrara a los tāhiríes
bajo una luz negativa. La cuestion que surge es de donde obtiene el autor del Ghāyah
esta informacion extra, lo cual no puede responderse por ahora. La historia es
como sigue. Al-Mujāhid había nombrado como ‛āmil de Zabīd a su hermano
‛Abd al-Malik. No obstante, poco después éste fue cesado y sustituido por Ibn
Sufyan; la razón fue que el sultán había oido que ‛Abd al-Malik habia
reintroducido tocar instrumentos musicales (malāhī) para Zabīd, que
había sido popular en tiempo de los rasulíes. Al-Mujāhid, que es descrito como
virtuoso y devoto, desaprobaba enérgicamene esta actividad. ‛Abd al-Malik se
quejó a al-Zāfir de que había sido calumniado. Al-Mujāhid, sintiendo
menoscabada su autoridad, decidió dejar el país. Bajó de las montañas, y en
secreto partió hacia La Meca en camello, evitando entrar en Zabīd. Cuando estuvo
claro que al-Mujāhid no iba a entrar en Zabīd, los
qāīdíes y faqīhs, salieron a suplicarle que lo hiciera. Finamente accedió pero
se quedó solo un corto tiempo y luego continuó hacia Aden.
El Bughyah
cuenta que la disputa se arregló después de que los dos sultanes fueran juntos
a Aden y luego a su propio territorio de origen. En el Ghāyah se decribe
otra etapa en la historia, que la deja fuera Ibn al-Dayba‛. Después de acordar
entrar y quedarse en Zabīd, al-Mujāhid, en secreto, se fue a la costa, y
embarcó en un navío que navegaba hacia Hodeida. El ejército partió en busca suya
y las noticias del sultán legaron al ‛āmil de Hodeida que le previno de
viajar más, y le ordenó, al parecer, regresar a Zabīd. Así que vlvió a la costa
de Zabīd (posiblemente Ghulayfiqah o al-Fāzah) pero, ovbiamente, ansioso
todavía por escapar, intentó vía a la India. Sin embargo, el viento lo obligó a
ir hacia la costa de Aden. Ibn Sufyān le siguió y entraron en Aden donde fue
encontrado por al-Zāfir, que finalmente consiguió San‛ā’rle de su enfado y
melancolía. No están claras cuales eran las intenciones de al-Mujāhid.
Ciertamente, puede haber estado intentando abdicar, lo que explicaría la
ansiedad de qādíes y faqīhs de Zabīd, que habían temido entonces la anarquía y
el desorden civil.
A
pesar de haber arreglado su disputa está claro que aún existía alguna animosidad
entre ellos como es indicado por el ataque mal planificado de al-Zāfir sobre
San‛ā’ que emprendió sin consultar antes con su hermano al-Mujāhid. También
puede ser que el precio que al-Mujāhid pagó por ser sultán fue que al-Zāfir
controlaría la parte norte de los dominios, lo que explicaría por qué las
campañas sobre los zaydíes fueron organizadas por él, y por qué la khutbah
fue proclamada en su nombre en San‛ā’.
Más
allá del intento de conquistar San‛ā’, hubo otros varios asuntos que preocupaban
a los tāhiríes. Estos estaban principalmente preocupados con la consolidación
de su control, en primer lugar, sobre problemáticos elementos , tales como los
poderosos Hubayš‛is y las tribus de la Tihāmah.
c) La
expedición a al-Šihr
Como se discutió
anteriormente, al-Šihr había sido tomado por los tāhiríes en 1457 y el amir
Jayyāš al-Sunbulī nombrado gobernador en 1459. Dos años más tarde, en 1461, los
hermanos del anterior gbernante independiente de al-Šihr, Abū Dujānah, desafiaron la autoridad tāhirí, y comenzaron a saquear barcos en su camino hacia
Aden. El año siguiente, al-Zāfir contratacó y envió una expedición para
derrotar a los hermanos rebeldes. Se reunió una gran fuerza y partió hacia
Aden.
Solo el alquiler
de los camellos costó, según informa Ibn al-Dayba‛ en tono ligeramente
sorprendido, 12.000 dinares. Cuando el sultán llegó a Aden, cargó sus barcos con
hombres y suministros, y salió hacia al-Šihr, junto al camino de la costa, y
sus barcos en el mar, manteniendo el ritmo con él. Ésta no fue tarea fácil, ya
que en un punto, los barcos perdieron de vista al ejército, y sus tropas casi
murieron por falta de agua. Enfrentado a este gran ejército, el líder rebelde
huyó. El autor del Ghāyah da dos versiones de los acontecimientos que
siguieron. En la primera versión, al-Zāfir entró y combatió a los habitantes,
guarnicionó la ciudad, trató con los ancianos e hizo la paz con el señor de
Zafār, al-Habūdī. En otra versión, al- Habūdī fue derrotado por el general
tāhirí y ex-gobernador Jayyāš, entró luego en al-Šihr y envió noticias de la
victoria resultante con su hijo, ‛Alam al-Dīn Sulaymān, al sultán tāhirí. ‛Abd
al-Malik, el sobrino del sultán, entró luego en al-Šihr y lo saqueó. Después de
un tiempo, el mismo al-Zāfir entró, ordenó que parara el saqueo y resolvió los
asuntos de la ciudad, designando al amir Ahmad b. Sunqur al-Yamanī como
gobernador, y llevando prisioneros a Aden. También obligó al señor kathīrí de
Zafār a ayudarle. Los Āl Kathīr, cuya base estaba en la región de Zafār, había
sido hostil a Abū Dujānah, ya que su tribu, los Kindah, había tomado al-Šihr en
1434-5. No obstante, los tāhiríes no fueron capaces de mantener el control
sobre al-Šihr por mucho tiempo, y hacia el final del siglo XV, la habían
perdido en favor de los kathīríes, que también poseían partes del interior de
Hadramawt. La historia continua de la región desde esta época está dominada por
las luchas de los kathīríes contra la tribu, con base e Aden, de Yāfi‛.
d) Las rebeliones
de los hermanos Hubayšīes
Una familia que
figura con energía en este periodo es la de los Hubayšīes. Hay alguna confusión
potencial ya que estamos tratando con dos grupos de Hubayšīes, los cuales pueden
estar o no relacionados, los unos con los otros más que vagamente; los primeros son
rebeldes contra el sultán, el segundo era un amir que trabajó para los tāhiríes
(al-Hubayšī, recompensado con iqta‛ en la parte norte de los dominios
tāhiríes en 1471, estuvo muy involucrado en liderar las batallas contra los
rebeldes. Cuando el sultán al-Mujāhid cayó enfermo en 1472, y su sobrino ‛Abd al-Wahhāb fue nombrado guardián, el amir tomó
ventaja de la situación para expandir su territorio y sembró las semillas para
la disensión en Zabīd, en particular, entre los escribas (kuttab). Fue
arrestado y se le ordenó pagar grandes sumas en compensación, y se le impidió
que trabajara con los escribas. Recuperó el favor del sultán en 1473.
‛Abbās b. Jalāl
b. ‛Abd al-Bāqī y su hermano Idrīs al-Hubayšī estaban continuamente capturando
fortalezas en el área de Dhū Jiblah de manos
de los tāhiríes y luego perdiéndolas para los sultanes. Las referencias a esta
luchas comenzaron en 1457 con la reconquista por parte de ‛Abbās b. Jalāl b.
‛Abd al-Bāqī al-Hubayšī de su propia área (Mikhlaf) en Dhū
Jiblah. El sultán al-Mujāhid intentó recuperarla y en 1458 derrotó a al-Hubayšī
y mató a muchos de sus seguidores. Después el sultán intentó poner bajo su
control todas las áreas afectadas por la rebelión de al-Hubayšī; y unos pocos
meses más tarde, volvió a capturar una serie de sus fortalezas. Cuatro años más
tarde, en 1462, el sultán, una vez más reconquistó las fortalezas hubayšīes que
entretanto posiblemente habían sido reclamadas por al-Hubayšī. Éste prometió
obediencia y ellos hicieron la paz. No obstante, su hermano Idrīs, se rebeló al
año siguiente, y esto llevó al asedio de la fortaleza de Khadād, cerca de Dhū Jiblah, en la que el sultán finalmente logró la
victoria. En 1474 el shaykh Idrīs admitió finalmente la derrota y como signo de
su capitulación, tenemos noticias de que se unió al sultán en una entrada
ceremonial en Ta‛izz. Nada más se sabe hasta 1474, cuando el sultán, una vez
más, asedió la fortaleza de Khadād, probablemente vuelta a tomar por Idrīs.
Este último tomó refugio en la cercana fortaleza de al-Khadrā‛. El sultán
ordenó un ataque con mangoneles (catapultas) e Idrīs sufrió la derrota una vez.
El fin definitivo
de la rebelión Hubayšī llegó en 1478 cuando el shaykh Idrīs fue asesinado en
Aden por el emir tāhirí ‛Umar b. ‛Abd al-Azīz al-Hubayšī. El sultán le había
dado permiso para hacer esto por el hecho de que el shaykh Idrs había matado a
su padre. No obstante, la fortaleza de Khadād aún no estaba en manos tāhiríes,
y no consiguieron capturarla hasta 1481, durante el reinado de al-Malik
al-Mansūr, después de un largo asedio.
e) Rebeliones en
la Tihāmah
Después de la
muerte de al-Malik al-Zāfir en las afueras de San‛ā’ en 1466, las tierras de
los tāhiríes cayeron en la agitación, con la oposición al sultán al-Mujāhid
alzándose entodos los frentes. Habiendo recuperado los zaydíes San‛ā’ y Dhamār, los siguientes años de al-Mujāhid se pasaron
en mantener el orden en la Tihāmah, y en movimiento constantemente.
En 1467 hubo
cuatro incendios en Zabīd, que no fueron accidentes sino represalias por parte
de las tribus. Ibn Sufyān, el gobernador de Zabīd, parece estar a cargo de
sofocar a las tribus. En 1468 hubo enfrentamientos con los al-Ka‛biyyun, tribu
residente en la Tihāmah septentrional, al este de al-Mansuriyyah; en 1469, con
los Ramāt; en el mismo año más adelnate, contra los Banū Hafīs, uno de los
encuentros más serios de este breve periodo.
Los Banū Hafīs
eran una tribu que residía en Tihāmah septentrional, enfrente de las islas
Kamarān y alrededor de al-Zaydiyyah. Estaban conectados con la tribu de los
Zaydiyyah. A comienzos del periodo tāhirí, los Banū Hafīs eran leales a los
tāhiríes. No esta claro, qué los hizo rebelarse; ‛Abd al-‛As sugiere que
estaban influidos por sus vecinos, los Ma‛āzibah. En 1470 Ibn Sufyān les atacó
y mató a su líder Abū’l-Ghayth b. Muhammad b. Hafīs, y a un gran número de
seguidores. Luego, Ibn Sufyān capturó una serie de pueblos, dejando una fuerza
de seguridad en al-Šarīh, la cual él fortificó, dejando a cargo de ella a
Sulaymān b. Jayyāš al-Sunbulī. Ahmad b. Abū’l-Ghayth, hijo del líder anterior
de los Banū Hafīs buscó protección en Bayt al-Faqīh b. Husaybar. No obstante,
no pasó mucho tiempo antes de que la fuerza de seguridad en al-Šarīh fuera
atacada por los Banū Hafīs, pero lograron recharzarlos. Entonces, el sultán
envió una tropa para vengar los ataques en 1470 a la cabeza del cual estaba el
hermano del sultán, ‛Abd al-Malik e Ibn Sufyān. En la batalla que siguió los
Banū Hafīs fueron derrotados con 200 muertos. Sin embargo, el amir tāhirí ‛Alī
b. Sufyān resultó muerto. Con claridad, esto no fue suficiente para pacificar a
la tribu rebelde. Más avanzado el año, el sultán al-Mujāhid intentó librarse de
ellos comprándoles con un regalo de ‛Izz al-Dīn b. Hafis para distribuirlos
entre los miembros de la tribu. Desafortunadamente, ‛Izz al-Dīn fue atacado y
saqueado cuando atravesaba el territorio de los Rimāt. Una vez más el ejército
del sultán salió en bloque para sofocar a los rebeldes y al final se hizo la
paz.
Con este
enfrentamiento el sultán al-Mujāhid perdió a su amir de más confianza, ‛Alī b.
Sufyān. Fue reemplazado como gobernador de Zabīd por Qādī Sharāf al-Dīn Ismā‛īl
b. Muhammad al-Ahmar. Su primera acción fue permitir que los habitantes usaran
una hojas de palmera para sus techos, después de que se les hubiera impedido
durante tras años por temor a los incendios. La declaración de al-Ahmar se mide
por la afirmación de que solo su intercesión en este asunto logró mover al
sultán, donde incluso había fallado el qādī jefe al-Naširī.
f) El papel del
shaykh Yūsuf y la invasión de Jizān por el sharīf Muhammad b. Barakat
Es comprensible
que en tiempos de dificultad, el sultán debía confiar en su familia inmediata,
aunque fue su familia, quien planteó la amenaza más fuerte. ‛Abd al-Wahhāb, el sobrino del sultán, le sustituyó
durante su enfermedad, y el shaykh Yūsuf fue nombrado delegado de Zabīd en
1474. Yūsuf ea uno de los seis hijos de al-Malik al-Zāfir ‛Āmir. Era muy
popular, percibiéndose, en este mismo año, sus entretenimientos como más
lujosos que llos de sultán. También fue conocido como coleccionista de libros
preciosos y erudito, en particular de lenguaje y medicina. Ibn al-Dayba‛
también añade que no era un erudito religioso, quizá para explicar sus acciones
desleales contra el nuevo sultán más tarde. Desde la recuperación del sultán,
el shaykh Yūsuf parece tener un papel cada vez más prominente en los asuntos de
estado. Esto se nota, en particular, al participar en los conflictos con las
tribus. También se vio envuelto en una disputa sobre Jizān.
En 1477 las
fuentes registran la invasión de Jizān por el señor de La Meca. Parece que había
un profundo desacuerdo entre el sharīf Muhammad b. Barakāt, señor de La Meca y
Ahmad b. Dīb, señor de Jizān “por una razón bien conocida” que Ibn al-Dayba‛ no aclara.
Muhammad b. Barakāt se preparó para invadir Jizān, pero curiosamente, se
preparó como una peregrinación, con literas y esposas, además de un gran
ejército. Después de un infructuoso intercambios de cartas, tuvo lugar una
batalla, que Muhammad b. Barakāt ganó, y en la que Jizān fue saqueada, la
muralla de la ciudad destruida y su tesoro, repleto de libros preciosos, armas
y túnicas, reunidas por el padre y el abuelo de Ahmad b. Dīb fue saqueado. De
acuerdo con el Ghāyah, el hijo de Ibn Dīb huyó a Zabīd, donde fue bien
acogido por el shaykh Yūsuf.
En 1478, el
sultán al-Malik al-Mujāhid ‛Alī murió. Al final del mes de Muharram (abril de
1478) subió a Jubān desde Aden y requirió la presencia de Šams al-Dīn al-Muqrī.
Aunque su dolor empeoró, su mente estaba firme, y nombró a Muhammad b. Husayn
al-Qammāt al-Zabīdī como qādī principal de Aden. Tras su muerte, el shaykh ‛Abd
al-Malik preparó su cuerpo y se realizaron las exequias. El cronista dice que
durante su reinado, las tribus árabes (‛arab) y los esclavos de Tihāmah
estaban en el apogeo de su disensión y que las controló. Esto es cuestionable,
más bien puede decirse que intentó controlarlos con un grado variado de éxito.
V.
Los reinados de ‛Abd al-Wahhāb al-Malik al-Mansūr (1478-1489) y ‛Āmir al-Malik
al-Zāfir (1489-1517)
1. El reinado de
‛Abd al-Wahhāb al-Malik al-Mansūr (1498-1489)
a) La rebelión
del shaykh Yūsuf
Al-Mujahid nombró
sucesor a su sobrino ‛Abd al-Wahhāb, que le
había sustituido durante su enfermedad. Se dio el laqab de al-Mansūr y
su título completo era al-Malik al-Mansūr ‛Abd al-Wahhāb
Tāj al-Dīn b. Dā’wūd b. Tāhir. No obstante, otros miembros de la familia tāhirí
no aceptaron esto fácilmente. Particularmente desilusionado estaba su primo
Yūsuf, de quien se recordará que había sido nombrado representante de Zabīd en
1474. Inmediatamente después de su nombramiento, el nuevo sultán, acompañado
por el shaykh al-Qamāt, fue en primer lugar a Aden. Entró en secreto, antes de que
los habitantes de la ciudad tuvieran conocimiento de la muerte de su tío y
estableció su autoridad sobre Yāfi‛. Distribuyó túnicas honoríficas y llevó a
cabo los deseos de su tío nombrando al shaykh al-Qamāt, qādī principal de Aden.
Desde allí fue a Ta‛izz y estaba a punto de pasar a Zabīd, cuando tuvo noticia
de las intenciones rebeldes de su primo Yūsuf. Las palabras de reconciliación y el
estímulo de 1.000 dinares ašrafíes no sirvieron de nada, y al-Mansūr decidió
pelear. Yūsuf persuadió a los zabīdīs (en gran parte a través de amenazas, dice
Ibn al-Dayba‛) para apoyarle y ordenó al khatib que pronunciara la khutbah
en nombre de los Banū Tāhir en general, en lugar de en el nombre de al-Mansūr
‛Abd al-Wahhāb (es interesante que su rebelión
no fue tan extensa como pedir la khutbah en su propio nombre). El sultán
al-Mansūr regresó inmediatamente a Aden, y reunió 5 lakk de oro y una
gran cantidad de plata y la llevó a al-Miqrānah, posiblemente para evitar que
Yūsuf se apoderara de ella, en el caso de que algo fuera desastrosamente mal.
Entonces preparó un gran ejército listo para marchar sobre Zabīd.
Yūsuf ordenó a
sus seguidores, que son referidos como ‛abīd al-sultān y ‛abīd
al-sayyid para tomar posiciones fuera de la ciudad para evitar la entrada
de las tropas del sultán, y salió él mismo con ellas dejando al amir, Qāsim b.
Wahbān, a cargo de Zabīd. El amir pretendía estar al lado de Yūsuf, mientras
que, de hecho, apoyaba al sultán. Y así, ocurrió que, cuando Yūsuf regresó
encontró las puertas de Zabīd cerradas contra él e incapaz de entrar, decidió
dirigirse hacia la fortaleza de Qawarir. No obstante, estaba oscuro, Yūsuf y
sus compañeros no pudieron encontrar un guía y su resolución se debilitó. El
shaykh Buhayr ordenó que los que guardaban las puertas declararan la victoria
para el sultán y avisó a Yūsuf que se rindiera. Yūsuf accedió y fue hasta el
campamento, donde éste fue amable con él y le ordenó ir y dormir en la tienda
de su hermano Ahmad que había permanecido leal al sultán. Al día siguiente
todos hicieron una gran entrada ceremnial en Zabīd con 500 caballos y un número
igual de hombres (el sultán estuvo acompañado en todo momento por el shaykh
Ahmad). Con respecto a shaykh Yūsuf, confinado en Zabīd y ansioso de partir, se
le permitió ir acompañado de dos de los seguidores de su tío, al-Hajj Muhammad,
señor de Darā‛ y el shaykh Muhammad al-‛Absī, siendo su ira tan intensa, dice
al-Dayba‛, que estuvo cerca de asesinarlos. Llegaron al puesto de al-Buq‛ah,
donde un barco esperaba para llevarlos en su camino a La Meca. Antes de su
partida había confiado dinero, armas y otras posesiones a sus amigos en Zabīd,
que eran el qādī ‛Alī b. Ahmad al-Nāširī, Jamāl al-Fīhrī, el shaykh al-Ghazālī
y el shaykh Ahmad al-Šanīnī, señor de la tribu Qurašī. El sultán ordenó que
todo fuera entregado y todos accedieron excepto el qādī ‛Alī al-Nāširī. Esta
accion iba a provocar su caída. Entonces el shaykh Yūsuf partió a La Meca,
donde fue recibido calurosamente ppor Muhammad b. Barakāt (a pesar de haber
ayudado al oponente de este último. Pero si estaba esperando recibir ayuda de
algún tipo, no la recibió. Desde allí fue a Jizān donde fue bien recibido por el
sharīf al-Ghawāyir y luego regresó a Yemen, y entrando en el territorio de los
Banū Hafis buscó la protección de Ahmad b. Abī al-Ghayth. Este último no solo
le dio refugio sino también a su hija en matrimomio.
Los Banū Hafīs
eran, desde antiguo, enemigos de los tāhiríes. Que Yūsuf buscara la protección
allí, por tanto, no es sorprendente. En 1479 lanzó un ataque sobre los Banū
Hafīs para recuperar a su primo y castigarlos por acogerlo. Durante esta
campaña, el primo leal Ahmad resultó muerto. Yūsuf fue capturado y llevado a
Ta‛izz, luego a Radā‛ donde fue encarcelado y finalmente muerto. El enfado
del sultán no quedó todavía satisfecho pues al año siguiente, en 1480, les atacó
de nuevo.
b) Las tribus de
la Tihāmah
La más seria
amenaza al sultanato de al-Mansūr en este momento había terminado, y el otro
único miembro de la familia tāhirí en rebelarse, pero que fue rápidamente
contenido, fue el shaykh Ibrāhīm b. ‛Āmir, su primo y uno de los hermanos de
Yūsuf, el que estaba en la fortaleza de Radā‛.
Como su
predecesor, los más serios esfuerzos entre los años 1480 y 1488
estuvieron concentrados sobre las tribus. Estos encuentros pueden resumirse como
sigue. En 1480 hubo un ataque por las fuerzas del sultán sobre los zaydiyyūn,
así como el ataque sobre los Banū Hafīs mencionado más arriba. Más avanzado el
año 1480, hubo otra campaña contra los zaydiyyūn y contra el “arabe” en Bayt
a-Faqīh para obtener el kharaj. En 1482, el problemático Ahmad b. Hafīs
fue capturado, lo cual fue motivo de grandes celebraciones en Zabīd. Fue
llevado a prisión en Ta‛izz. En el mismo año, el sultán montó un ataque sobre
los esclavos āmiríes, que habían estado haciendo inseguros los caminos atacando
a los viajeros. En 1483, los zaydiyyūn atacaron a varios emires tāhiríes, Hilāl
y el qādī Sharāf al-Ahmar (previamente, cabeza del dīwān), y este último
fue herido. Al-Mansūr envió a ‛Umar b. ‛Abd al-Azīz al-Hubayšī, y también fue
él mismo. Una serie de pueblos de los zaydiyyūn fueron destruidas, incluyendo
Bayt al-Faqīh b. Hušaybar. En 1485, los zaydiyyūn fueron asediados por las
tropas del sultán y capitularon entregando 130 caballo, 40 camellos y 40.000
dinares y se les ordenó dejar Bayt al-Faqīh b. Hušaybar. Hubo una campaña más
en 1486 en el Wadi Mawr bajo el liderazgo del amir Qāsim b. Wahbān para obtener
el kharaj. Fue muerto al igual que el faqīh ‛Alī al-Tayyib al-Najjār,
conocido como un estudioso de la ciencia. Había estado en el cargo de waqf,
relacionado con las mezquitas y muros, y allí estuvo con él en la campaña una serie de kuttab y esclavos. El sultán envió una fuerza al mando del amir
‛Umar b. ‛Abd al-Azīz al-Hubayšī que consiguió obtener el kharaj de
varias tribus. Este último había sido designado ‛āmil
sobre Tihāmah, principalmente para recaudar el kharaj y, como se ha
visto, esta fue su principal actividad.
También en 1486,
‛Umar b. ‛Abd al-Azīz al-Hubayšī colocó a dos escribas en Bayt al-Faqīh b.
Hušaybar que cometieron atrocidades y oprimieron al pueblo, y como resultado
fueron atacados y asesinados por miembros de tribus árabes (‛arab) de la tribu
‛Atīq en 1487. Después de tener noticias de esto, el sultán envió tropas a
Zabīd. Los miembros de la tribu, conociendo la llegada del sultán, llevaron un
ataque sobre al-Hubayšī. Ya que sus tropas eran muy pocas, fue derrotado y
escapó al territorio de los Za‛liyyūn y siguió allí hasta que llegó el sultán.
El soberano preparó su enorme ataque con 1000 caballos. Encontró al-Zaydiyyah
vacía de sus habitantes y la incendió. En 1488 hubo más campañas contra los
zaydiyyūn. Esta vez no estuvo implicada ninguna lucha por obtener el kharaj,
esto se obtuvo también de los Rimāt y Lamiyyūn y se les tomó 70 caballos. En
1489 hubo otra campaña exitosa par aobtener el kharaj de las tribus
incluyendo los zaydiyyūn que fue ordenada por el shaykh ‛Āmir (el futuro sultán
al-Malik al-Zāfir II) y encabezada por Muhammad b. ‛Īsā
al-Ba‛dānī, justo antes de la muerte del sultán.
Como se puede
percibir del resumen anterior, la tribu más resistente a la autoridad del
sultán eran los zaydiyyūn. No hay mención de los Ma‛āzibah o los Qurašis en
esta ocasión. La intención de los ataques es obtener el kharaj, una
tarea de la que al-Hubayšī parecía estar a cargo por lo general. Su negación a
darlo era considerada normalmente como rebelión, y daba lugar inevitablemente a
la llegada de las fuerzas del sultán. La persistencia en ambas partes es
notable. También vale la pena destacar que durante este periodo cuatro
incendios importantes ocurrieron en Zabīd, solo uno de los cuales, en 1484,
puede ser adscrito probablemente a causas naturales.
c) Una visita del
señor de Jizān
Un suceso de
alguna importancia fue la visita diplomática en 1482 realizada por el señor de
Jizān, el sharīf Abū’l-Gawāyir b. Darīb (o Dīb). Se recordará que la mención
anterior de Jizān estaba en conexión con su destrucción por el sahrif de La
Meca, Muhammad b. Barakāt, en 1477. Es difícil establecer con precisión las
relaciones entre Jizān y los tāhiríes: en 1461 se destacaba que Ismā‛īl
al-Jabartī había sido capturado estableciendo correspondencia con el señor de
Jizān. A continuación del saqueo de Jizān en 1477, el hijo de Ibn Darib huyó y
recibió proteción en Zabīd del shaykh Yūsuf quien por entonces era delegado en
Zabīd. Yūsuf, después de su rebelión contra su primo el sultán, buscó, a su
vez, protección del señor de Jizān. Por tanto, esto sugeriría que el señor de
Jizān y los sultanes tāhiríes no estaban en relaciones particularmente
amistosas, pero no se nos dan lo antecedentes. La visita del sharīf de Jizān al
sultán tāhirí fue un gran asunto, obviamente destinado a demostrar un nuevo
comienzo de las relaciones y es descrito en algún detalle. El sultán no había
recibido aviso de la visita y al saber que el sharīf estaba en camino con un
gran ejército, envió inmediatamente a por su vestimenta de gala, la cual estaba
guardada en el tesoro (posiblemente en al-Miqrānah). Tras los saludos formales,
como era mediodía, el sharīf, algunos de su ejército y los amires fueron a uno
de los jardines para descansar. Se encontraron de nuevo por la mañana, haciendo
el sharīf una gran entrada a través de Bāb Š-bārīq hasta Dār al-Kabīr
al-Nāsirī. Hubo una recepción a la que asistieron qādīes, amires y ulemas, y
más tarde les dio regalos y dinero. Aquí podemos tener la explicación para la
visita, quizá fueron muy necesarios fondos para la reconstrucción de Jizān.
d) El
enfrentamietno zaydí-tāhirí
El undécimo año
del reinado de al-Malik al-Mansūr estuvo, en gran medida ocupado, como hemos
visto, en extraer de las recalcitrantes tribus los impuentos en Tihāmah. Solo
tenemos noticia de una confrontación con los imāms zaydíes y que esta es de
1484. Con muy poco comentario conocemos que los zaydíes perdieron el control de Dhamār después de haberla mantenido 16 años. Hubo
una batalla y ‛Abd Allāh, hijo del imām al-Mutahhar, su gobernador, huyó a
San‛ā’. Aquí tenemos un interesante giro. El Ghāyah nos cuenta que ‛Abd
Allāh fue bien recibido en San‛ā’ por Muhammad al-Nāsir. La enemistad entre los
padres de ‛Abd Allāh y Muhammad había sido extrema. Los dos zaydíes hicieron
ahora las paces como resultado de la acción tāhirí y ‛Abd Allāh iba a quedarse
en San‛ā’ hasta que ‛Āmir b. ‛Abd al-Wahhāb
(el futuro sultán al-Zāfir) la capturó en 1504.
e) El ascenso del
shaykh ‛Āmir
Durante 1488-9 el
shaykh ‛Āmir se volvió más importante y sus acciones indican su posición como
presunto heredero. Llegó a Zabīd con un gran ejército en 1489, y la puso a
cargo de Muhammad al-Ba‛dānī, quien tuvo mucho éxito y concertó ciertas
condiciones con los líders tribales, que entregaron mucho dinero y caballos.
Todos juntos vinieron a Zabīd (incluyendo a estos líderes tribales) a los que
el sultán dio túnicas ceremoniales. Después, ‛Āmir dio un agenerosa sadaqah
(limosna voluntaria) y la experta caballería llegó desde Aden y realizó una
representación impresionante. Liberó a los hijos de Ahmad b. Abī’l-Ghayth b.
Hafīs al mismo tiempo que los honraba. Para garantizar la buena conducta tomó
como rehenes a un número de mujeres y niños Banū Hafīs. Durante su estancia en
Zabīd, el shaykh ‛Āmir ordenó reparar mezquitas y madrasahs. Después de
lo cual, se unió con su padre en Jubān. Su padre estaba sufriendo de algo que
afectaba a su pierna lo cual causaría su muerte. Murió en mayo de 1489.
2. El reinado de
‛Āmir b. ‛Abd al-Wahhāb al-Malik al-Zāfir
(1489-1517)
a) Las rebeliones
contra el sultán
En 1489, de
acuerdo con los deseos de su padre, el nuevo sultán ‛Āmir b. ‛Abd al-Wahhāb asumió el cargo, siguiendo el acuerdo por
consenso entre los ancianos. Él se dio el laqab de al-Malik al-Zāfir,
con el título adicional de Salāh al-Dunyā wa’l-Din. Como su padre al-Mansūr, su
sucesión no se produjo sin oposiciones. Pronto sucedió que el acuerdo por
consenso no fue, de ninguna manera, un punto de vista unánime. La lucha, en esta
ocasión, fue más amarga y tardó más tiempo en resolverse. Alzados contra el
sultán estaban sus tíos, hijos del primer sultán tāhirí, ‛Āmir (1454-1460),
quienes habían sido pasados por alto una vez más con la sucesión del tercer
sultán tāhirí, ‛Abd al-Wahhāb al-Mansūr en
1478. Activamente envuelto en la rebelión estaban los hijos de ‛Āmir I,
Muhammad, ‛Abd Allāh (uno de los líderes del círculo principal), ‛Umar, Ahmad y
el hijo de este último, Dā’wūd . Se recordará que los otros hijos de ‛Āmir I,
Ibrāhīm y Yūsuf se habían rebelado bajo al-Mansūr y aún estaban en prisión en
Radā‛. Esto incrementó, sin duda, el resentimiento contra el nuevo sultán.
También se opuso ‛Abd al-Bāqī b. Muhammad b. Tāhir. Del lado del sultán estaban
sus primos inmediatos de la línea de Dā’wūd b. Tāhir, Ahmad b. Muhammad b.
Dā’wūd y Muhammad b. ‛Abd al-Malik b. Dā’wūd .
Una vez
concluidos los arreglos del funeral de al-Mansūr en Jubān, el sultán ‛Āmir fue
a al-Miqrānah. Obtuvo, así pensaba, la alianza de su primo, ‛Abd Allāh b. ‛Āmir,
y le dio como iqta‛ la parte oriental del dominio tāhirí (al-bilad
al-Sharqiyyah), no se especifica exactamente donde. El sultán pronto dejó
al-Miqrānah para ir a Ta‛izz, molestado por las multitudes del pueblo allí, que
consistían en gran medida en el personal del ejército y las delegaciones del
pueblo que venían a hacerle peticiones. Mientras estaba en Ta‛izz, tuvo
conocimiento de las noticias de que sus tíos, ‛Abd Allāh, Muhammad y ‛Umar
habían roto su promesa de lealtad, habían tomado el control de Jubān y reunido
en un ejército a miembros de Yāfi‛ y muchos de los habitantes de Juban.
Capturaron fortalezas, destruyeron el palacio de 300 habitaciones construido
por al-Malik al-Mansūr, casas pertenecientes a comerciantes, las del shaykh
‛Abd al-Malik, hermano del sultán y el amir Muhammad b. ‛Īsā
al-Ba‛dānī y otros. Destruyeron casas en el Bajo juban, perdonando solo las de
sus seguidores. El sultán preparó un enorme ejército de 20.000 (moqātil) y
asedió a los rebeldes en la ciudadela. Cuando el qādī ‛Umar b. ‛Abd al-Salām
tuvo noticia de la llegada del sultán cerca de Jubān, salió a su encuentro con
él; en represalia, el shaykh Ahmad, uno de los tíos rebeldes, ordeno destruir la
casa del qādī; en ella había una colección de 1500 preciosos libros.
Con las noticias
de la llegada del gran ejército del sultan a Juban, ‛Abd Allāh b. ‛Āmir huyó a
Jabal Harīz, y desde allí a territorio Yāfi‛. El sultán envió tras él una fuerza bajo el liderazgo de su primo, Ahmad b. Muhammad b. Dā’wūd. Ahmad, hijo
del tío rebelde Dā’wūd fue hecho prisionero y muchos de los rebeldes fueron
asesinados. Un acuerdo redactado por el amir ‛Abd al-Azīz al-Hubayšī, dio lugar
finalmente a una paz entre el sultán y los rebeldes de la fortaleza de Juba, de
acuerdo con el cual, los rebeldes recibirían 40.000 dinares anualmente de los
ingresos de Aden y además las tierras de Jabal Harīz y al-Šu‛ayb. El asedio de
la ciudadela que había durado 55 días fue levantado.
Mientras estaba
en Radā‛ poco después, el sultán supo que los tíos habían roto el acuerdo y el
shaykh Muhammad b. ‛Āmir y al-Muntasar al-‛Arabī, y el hijo del señor de Mar‛it
(= Jabal Sabir) había llegado a Ta‛izz y un número de habitantes había animado
al shaykh Muhammad a intentar tomar la ciudad. En Ta‛izz estaba la persona
designada por el sultán, Šams al-Dīn Yūsuf al-Muqrī, que ordenó que el pueblo
combatiera a los rebeldes. El señor de Mar‛it resultó muerto y los rebeldes se
batieron en retirada. En cuanto al amir, ‛Umar b. ‛Abd al-Azīz (al-Hubayšī) que
estaba en Ta‛izz, salió sin participar en la lucha. Esto irritó en gran medida al
sultán que le arrestó después de la batalla de Suhban, mencionada a
continuación y lo metió en prisión.
Mientras el
sultán estaba en Radā‛ recibió una visita del qādī de Ibb, ‛Abd al-‛Ālim ‛Abd
Allāh al-Burayhī llevando un mensaje del pueblo de Ba‛dān, que le necesitaban
para resolver los disturbios en ese área. En su camino capturó la fortaleza de
los Banū Sayf, una de las tribus de Ibb, y desde allí fue a Suhban donde tuvo
lugar una gran batalla entre el sultán y su tío Muhammad en la que las fuerzas
del sultán resultaron victoriosas. Esta fue una gran victoria en la que 540 de
los rebeldes fueron cogidos prisioneros.
Ahora había
problemas en Aden. El sultán había ordenado antes la expulsión de la tribu de Yāfi‛ī
de Aden por su traición. Otro de sus primos rebeldes, ‛Abd al-Baqī b. Muhammad
obtuvo 100 escalas de mano para escalar los muros de Aden y tomarla,
consistiendo su ejército principalmente en Yāfi‛ī desposeídos. Sin embargo, no
tuvo éxito. El shaykh Muhammad le infligió una terrible derrota y fue
afortunado al escapar con vida y una mano rota. Fueron capturados 400 de sus
seguidores y sus suministros tomados.
Esto fue entonces
el fin de la disensión familiar. Los futuros intentos menores por parte de sus
tío para afirmarse fueron igualmente infructuosos.
Ahora el sultán
pudo volver su atención a otro frente, la inevitable oposición de las tribus de
la Tihāmah. En 1489 tuvo noticia del primero de una serie de conflictos contra
los Ma‛āzibah y los Qurašīs. Esto es interesante ya que habían presetnado pocos
problemas durante el reinado de al-Mansūr, dirigidos todos sus esfuerzos a los
zaydiyyūn. El último enfrentamiento registrado contra los Ma‛āzibah había sido
en 1474. Tomando ventaja de la preocupación del sultán con miembros sometidos
de su familia, los Ma‛āzibah habían estado aterrorizando al pueblo que vivía
entre Zabīd y Bayt al-Faqīh . La persona a cargo de estos asuntos tribales era
Jamāl al-Dīn Muhammad b. ‛Abd al-Malik (posiblemente b. Dā’wūd).
b) La recaudación
del kharaj y signos de prosperidad
En el primer año
de ‛Āmir, en 1489, como hemos visto, el sultán concentró su esfuerzo en
reforzar su posición frente a sus primos y tíos rebeldes. Los miembros leales
de la familia están por todas partes en este periodo, quedando el shaykh
Muhammad b. ‛Abd al-Malik a cargo de Aden, por ejemplo, así como una serie de
amires y qādīes de confianza. Los amires más importantes eran Muhammad b. ‛Īsā al-Ba‛dānī, y ‛Umar b. ‛Abd al-Azīz al-Hubayšī
hasta su defección en Ta‛izz, comentada más arriba. Otros eran Šams al-Dīn
Yūsuf al-Muqrī que defendieron Ta‛izz contra el shaykh rebelde Muhammad b.
‛Āmir, ‛Abd al-‛Ālim al-Burayhī, qādī de Ibb, el amir Šams al-Dīn al-Ba‛dānī,
el amir al-‛Ansī, el sharīf ‛Abd Allāh b. Sufyan, y ‛Alī b. Muhammad al-Nizarī.
La mención del segundo grupo ocurre desde aproximadamente 1495 en adelante.
La tarea
principal de los amires era la extracción del kharaj de las reticentes
tribus; hacían esto anualmente, y cada vez con más éxito. Era el kharaj
y también los ingresos del puerto de Aden lo que proporcionaban la base de la
riqueza y estabilidad del reinado de ‛Āmir y los signos de prosperidad son
evidnetes: la entrega del sultán de la sadaqah es mencionada
frecuentemente, e incluso dado que Ibn al-Dayba‛ está obligado a exagerar la
bondad del sultán, están implicadas grandes sumas claramente. Numerosos trabajos
de construcción, la edificación de nuevos monumentos, acueductos, etc, y la
reparación de los edificios existentes, son mencionados. También indicativo de
este periodo fue la preocupación del sultán por comprar manuscritos; en 1495
gastó 150 ašrafíes en una edición de al-Bukharī, y adquirió el trbajo de 24
volúmenes de Zarakšī. Parece que el primer volumen se perdió, y fue encontrado
envuelto en un pozo en 1497. Al año siguiente el sultán compró el manuscrito de
al-Fath al-Barī por 150 ašrafíes también. Otra muestra de que el reinado de
‛Āmir estaba mostrando al final señales de paz y estabilidad, podemso verlo en
cómo era considerrado por sus contemporáneos fuera del Yemen. En 1490, recibió
una embajada del sultán mameluco Qaīt Bay. El embajador traía regalos que
incluían túnicas honoríficas, una espada, un anillo y un abanico en el que
estaba inscrito, al parecer, el nombre del califa ‛abbāsí de El Cairo. En 1497,
recibió otra embajada y presentes del siguiente sultán mameluco al-Nāsir
Muhammad y un regalo de pajaros cazadores del sharīf de La Meca.
Vale la pena
destacar que este periodo vio profundos cambios que tuvieron lugar a través del
mundo islámico, los cuales nuestras fuentes permanecen silenciosas. No
obstante, es interesante qe las fuente zaydíes muetran más interés en el mundo
exterior que las fuentes sunníes. Solo en Rawh al-Rūh o en el Ghāyah,
encontramos las referencias a los otomanos bajo Sulaymān tomando Siria en 1517,
o la ascension del shah safawí Ismā‛īl en 1507, o la conquista de Granada en
1492. Yemen se vio envuelto dramáticamnte en los sucesos que afectaron a todo
el mundo islámico, la llegada de los portugueses.
b) Expansión del
territorio tāhirí en los dominios zaydíes.
En 1501 el sultán
tāhirí ‛Āmir II comenzó una campaña diseñada para conquistar los territorios
septentrionales que poseían los zaydíes. Comenzó en Dhamār
y se dirigió a San‛ā’ donde comenzó su asedio. El pueblo de San‛ā’ llamó al
sharīf Muhammad b. al-Husayn al-Bahhāl, descrito en la Qilādah como
señor de Sa‛dah, ofreciéndole algunas concesiones sobre una serie de fortalezas
disputadas. El autor del Ghāyah, no menciona a al-Bahhāl aquí. La
historia en esta fuente es que ellos consiguieron el apoyo del imām Muhammad b.
‛Alī al-Wušalī y Muhammad b. Husayn al-Hamzī, amir de Sa‛dah. Tuvo lugar una
batalla encabezada por el bando tāhirí por el amir ‛Alī b. Muhammad al-Ba‛dānī.
En esta ocasión las fuerzas tāhiríes fueron derrotadas y se retiraron. Muhammad
b. al-Nāsir, señor de San‛ā’ dio la bienvenida a al-Wušalī y a al-Hamzī. La khutba
fue leída en nombre de al-Wušalī y tuvieron lugar grandes celebraciones: la
creencia fue que los tāhiríes habían sido derrotados permanentemente.
No obstante, tres
años más tarde, en 1504, el sultán tāhirí hizo otro intento sobre San‛ā’. Había
reunido un vasto ejército de entre una variada colección de tribus de la
Tihāmah, ascendiendo, de acuerdo con el Ghāyah a 170.000 hombres y 3.000
jinetes. Paró brevemente en Radā‛ y luego continuó hasta Dhammar y San‛ā’.
Estaba en Radā‛ cuando el viajero Ludovico de Varthena vio el ejército e
informó que iba caminio de San‛ā’. Su descripción de la composición y las armas
que llevaba es extremadamente significativa, proporcionándonos detalles que
nuestras fuentes yemeníes nunca habrían pensado incluir. Dice que el ejército
constaba de 80.000 hombres. A partir de esta
descripción que hace Varthema del ejército, queda claro que este ejercito permanente
era bastante pequeño y estaba compuesto de un núcleo de esclavos negros. Igual
que los mamelucos de Egipto, estos hombres eran de la más alta confianza debido
a que su lealtad era antes que nada para el sultán. El resto del ejército eran
miembros de las tribus, las cuales eran reunidas cuando eran necesarias y mucho
menos fiables. Esto se demostró en particular durante las batallas en 1517,
cuando el núcleo de las tribus huyó.
Esta
ejército puso a San‛ā’ bajo asedio durante 6 meses. El sultán ‛Āmir comenzó
este sitio el 19 de octubre de 1504, golpeando la ciudad con mangoneles. Cinco
meses más tarde, hubo una tremenda batalla entre tāhiríes y zaydíes, liderados
por el sharīf Muhammad al-Husayn al-Bahhāl, señor de Sa‛dah, que había estado
involucrado en el asalto previo sobre los zaydíes en 1501, el imām Muhammad b.
‛Alī al-Sarraj al-Wušalī y el amir Muhammad b. al-Husayn al-Jawfī. Ellos
vinieron en ayuda de Ahmad, hijo del imām al-Nāsir, que estaba a cargo de
San‛ā’. La batalla tuvo lugar en Thāfil, a casi 5 kilómetros y las fuerzas
zaydíes fueron derrotadas severamente. El imām al-Wušalī
fue capturado y su muerte en prisión se informa en momento más avanzado del
año. Los textos zaydíes afirman bastante categóricamente que los tāhiríes le
envenenaron. Los habitantes de San‛ā’ se rindieron y se les otorgó protección,
y los líderes zaydíes Ahmad b. al-Nāsir y ‛Abd Allāh b. al-Mutahhar, fueron
tratados honorablemente. Pidieron, en particular, que Muhammad b. ‛Īsā Shārib
al-Asadi, que estuvo envuelto en el asesinato del primer sultán tāhirí en 1465
fuera perdonado, y esto fue concedido. El sultán entró en San‛ā’ y se quedó en
el palacio de la sharīfah Fātimah. El ejército tāhirí entró en la ciudad y como
resultdo los habitantes sufrieron enormemente. Luego, el sultán envió a los
zaydíes, Ahmad b. al-Nāsir y ‛Abd Allāh b. al-Mutahhar, junto con Muhammad b.
‛Īsā Shārib, a Ta‛izz, junto con sus familias y posesiones para poder
vigilarlos.
La
captura de San‛ā’ de manos de los zaydíes fue una victoria extremadamente
importante para los tāhiríes. ‛Āmir estaba ahora en la
cima de su poder. Mientras que estuvo en San‛ā’ en 1504, se concentró en
consolidar su posición alrededor de la ciudad y sofocar cualquier oposición
entre los zaydíes.
En
1508 el sultán fue de nuevo a San‛ā’ para renovar el tratado y conseguir
capturar una pocas fortalezas zaydíes importantes más, cercanas a San‛ā’; Zafar
B. Wahhās, al-Fassayn, al-‛Arūs y al-Rišah. En 1510, mientras el sultán estaba
en Radā‛, recibió una embajada del sultán mameluco Qānsawh al-Ghawrī
(1501-1516). Los emisarios eran Zayn al-Dīn al-Muhtasib y el tāwašī Bašir,
portando regalos. El sultán tāhirí actuó recíprocamente, al dar la instrucción
al gobernador de Aden, el amir Murjān de preparar un barco fuertemente cargado
con obsequios para el sultán mameluco, a cambio. Vale la pena destacar que los
intercambios de embajadas entre Egipto y Yemen en el periodo rasulí eran
frecuentes y en esta escala, meintras que en el periodo tāhirí tales embajadas
son raras. Otra es registrada en 1514, que el sultán recibió en San‛ā’,
posiblemente de manera deliberada para demostrar la extensión de su poder y el
control territorial al sultán mameluco. El respeto que demostraba Qānsawh a
‛Āmir está bastante reñido con la conducta de sus generales dos años más tarde.
En
1511 el sultán estaba expandiendo sus fronteras una vez más. Almando de su
general, el amir ‛Alī b. Muhammad al-Ba‛dānī conquistó lo que el Qiladah
expresa como maghārib San‛ā’ . Parece que al este de San‛ā’, más que al
oete, es decir como se nos cuenta, llegó hasta una posición que tenía a la
vista Ma‛arib. En esta campaña también capturó las principales
fortalezas zaydíes, incluyendo Thula y Kawkabān. En 1513, el mismo año en que
los portugueses atacaron Aden, el pueblo de San‛ā’ hizo un atentado contra la
vida del amir tāhirí al-Ba‛dānī que ahora estaba a cargo de esa ciudad. El
intento fue descubierto y los conspiradores castigados. Más tarde en ese año,
mientras el sultán estaba en Ta’izz recibió con honores una delegación del ašraf
zaydí de Sa‛dah. Al año siguiente, el sultán se dirigió una vez más a San‛ā’, y
mientras estaba allí, el ašraf de Sa‛dah llegó hasta él de nuevo, y esta
vez sus peticiones se hicieron claras: pedía su alianza y ofrecían entregar
Sa‛dah al sultán. Él envió una fuerza que fue sorprendida por el camino por el
hijo de al-Bahhal, señor de Sa‛dah (que había sido derrotado por los tāhiríes
en 1504, y el amir tāhirí fue obligado a retroceder. Sadah, el bastión del
zaydismo, escapó del alcance de los tāhiríes. Parecería probable que se
contactara con los tāhiríes para apoyo como resultado de disensiones internas
entre los zaydíes. Esta no es la priemra vez que los tahiries se involucraban
en las disputas zaydíes.
A
pesar del hecho de que no consiguieran capturar Sa‛dah, el territorio bajo
control tāhirí alcanzaba su mayor extensión. No obstante, el peligro estaba
asomando por el horizonte para los tāhiríes. Un nuevo imām, Šarāf al-Dīn había
sido nombrado en 1506, en rivalidad con al-Hasan al-Nāsir I (1495-1523). En
esta etapa no etaba en posición de ooponerse a los tāhiríes, pero su papel en
la conquista mameluca de Yemen en 1517 iba a mostrarse crucial.
c) El
ataque portugués a Aden
Después
de la apertura de la ruta comercial portuguesa hasta la India en 1497 por Vasco
da Gama, las posibilidades para la supremacía quedaron claras rápidamente. Se
sugiere que sus motivaciones iniciales eran: el celo de cruzada, el deseo por
el oro de Guinea, la búsqueda del Preste Juan y de las especias. Su fortaleza
descansa en su decidida determinación, reforzada por los recursos humanos y
armas. Un medio para su supremacía comercial era la eliminación del control
musulmán del comercio, tanto en el Mar Rojo como en el Océano Índico, y tomando
la red comeracial totalmente bajo su control a través de la emisión de pases
navales. Un objetivo principal era desviar el comercio de especias desde
Alejandría y Venecia a Lisboa y Amberes. Para poner en práctica sus grandes
planes tenían que ganar el control de los principales emporios comerciales en
Malacca, Aden y Hormuz, y crear bases, principalmente en África oriental e
India.
Habiendo
capturado Socotra y Hormuz en 1507 e impuesto sobre el soberano de esta última
un tributo anual, 6 años más tarde, para los portugueses era el momento de
hacer lo mismo con Aden. Los yemeníes vieron aproximarse la flota durante algún
tiempo, y ya que estaba cada vez más cerca, intentearon sin éxito atraerla a un
punto más allá de Aden, mediate fuegos encendidos en los acantilados, sabiendo
que el monzón del este les impediría regresar. El Viernes Santo de 1513, la
flota portuguesa amarró a las afueras del puerto y tuvo lugar algo parecido a
un diálogo entre el comandante portugués, Albuquerque y el amir Murjān,
gobernador tāhirí de Aden. Al principio Albuquerque pretendía que solo estaba
allí en su camino a Yidda para averiguar las intenciones del sultán mameluco.
El amir Murjān envió un presente de comida, que, no obstante, fue rechazado.
Albuqerque anunció sus condiciones, que la bandera portuguesa sería izada en
Aden, sus hombres estarían acuartelados allí, y si los comerciantes le
suministraban él les daría salvoconducto. De hecho había un número de barcos
comopletamente cargados en el puerto y los mercaderes estaban ansiosos por
descargarlos antes de que los portugueses entraran, pero el amir se negó,
creyendo que podía proteger la ciudad y el puerto adecuadamente.
El
ataque sobre Aden, que duró al menos cuatro horas, fue un fracaso y los
portugueses se retiraron, saqueando y luego quemandolos barcos todavía cargados
en el puerto. El poder de fuergo principal del amir Murjān estaba en la isla de
Sirah, ligeramente al este de Aden y disparó sobre los hombres de Albuquerque
cuando estaban preparándose para reembarcar. García de Noronha, sobrino de Albuquerque,
atacó la fortaleza y capturó 36 cañones. Albuquerque estaba ansioso por
adentrarse en el Mar Rojo porque eran los últimos días del monzón oriental.
Esto explicaría por qué no entró en ningún otro puerto de la costa del Mar
Rojo, además de que el ejército del sultán les estaría esperando. En lugar de
eso, se dirigieron directamente a Kamarān, quedándose allí durante dos meses,
saqueando y robando, antes de hacer un segundo intento en Aden.
Albuquerque
estaba desenado intentar y obtener la liberación de un determinad número de
compatriotas suyos, prisioneros por el sultán tāhirí en Zabīd, y envió a
alguien para negociar por ellos, lo cual se demostró inútil. No obstante, los
cautivos escaparon. Dieciseis barcos navegaron a Aden, dos a Zayla, donde los portugueses quemaron 10 barcos en el puerto, después de lo cual se reincorporaron a sus
compañeros en Aden, que habían estado luchando sin éxito porque elpueblo estaba
prevendo sus tácticas desde la ocasión anterior. Sin embargo, quemaron 20
barcos en el puerto y preparon un ataque nocturno, pero fueron sorprendidos.
Durante la ausencia de Albuquerque en Kamarān, el amir Murjān había fortificado
de nuevo Sirah. Los portugueses consiguieron captura la torre y montar su cañón
allí, y sobre dos grandes barcos que capturaron en el puerto, volvieron sus
armas hacia el puerto y hacia una catapulta montada por los yemeníes en el
punto más alto de Sirah. Tuvo lugar una gran batalla durante la cual su
comandante resultó muerto y los yemeníes se alzaron con la victoria. Por el
momento los portugueses ya se habían desanimado y estaban ansiosos por volver a
Diu.
Los
portugueses fracasaron en tomar Aden la primera vez como resultado de una
combinación de factores. En primer lugar, estaba defendida de manera efectiva
por sus murallas. Pero tampoco estaban preparados los portugueses, pues no
estaban familiarizados con la configuración del terreno y no fueron capaces de
hacer un uso pleno de su potencia de fuego masiva desde sus barcos, ya que los
bancos de arena les impidieron llevar sus barcos demasiado cerca de la tierra.
La ruptura de las escalas también fue un factor importante. En la segunda
ocasión, a pesar de ser capaces de poner su cañón sobre Sirah e infligier daño
a Aden, el ataque parece haber sido poco entusiasta e ineficaz. Esta claro que
los yemeníes tenían una potencia de fuego considerable a su disposición en
Aden.
Hubo
una serie de rebeliones significativas contra el sultán en el periodo a
discusión. El primero en 1514 tuvo lugar mientras el sultán estaba en San‛ā’.
Un tal Haydarah b. Mas‛ūd al-Haythamī huyó de San‛ā’ a Dathīnah y allí,
acompañado por su hijo, desde Lahj, atacaron la fortaleza y expulsaron a la
guarnición tāhirí. Abū Makhramah considera este suceso como ominoso pues dice,
“que era el primer caso de debilidad que afectaba al gobierno”.
En el
periodo inicial el control tāhirí sobre el Bajo Yemen llegaba hasta el al-Šihr,
pero gradualmente los Kathīríes, gobernantes tradicionales del área habían
reafirmado su poder y el control de los tāhiríes parece haberse extendido solo
hasta Dathīnah. Con la pérdida allí su presencia se redujo aún más. La tribu de
Hayāthim residía al norte de Wadi Lahj, y es probable que la razón de que su
lider estuviera en San‛ā’ en esa época fuera que puede haber sido uno de los
miembros de la tribu reclutados para luchar en el asedio y captura de San‛ā’.
Este suceso confirma una vez más cúan tenue era el control del gobierno tāhirí
sobre las tribus.
Otra
rebelión tuvo lugar en la misma región más adelantado ella año. Esta vez fue
liderado por el shaykh de los Tawāliq. No está claro en qué capacidad fue
empleado por los tāhiríes, pero cuando su solicitud de más dinero fue
rechazada, saqueó los pastos de Wadi Lahj. La fuerza del gobierno enviada contra
él por el amir de Lahj, Wasan al-Zafirī, fue rechazada y le correspondió al
gobernador de Aden, el amir Murjān, retablecer el control del gobierno.
En el
año siguiente, 1515, la agitacion comenzó de nuevo en Tihāmah septentrional,
centrada alrededor de la aldea de al-Dahī, la cual está al sur de al-Zaydiyyah,
en el Wadi Surdud. La revuelta tribal llevó a un ataque por un número
sustancial de zaydiyyah, 6.000 o 7.000, según los textos. En al-Dahī estaba una
guarnición al mando del amir Hisām al-Dīn ‛Īsā b. ‛Alī al-Hajarī, que con un
pequeñó ejército, logró derrotar a los zaydiyyah, a pesar de sugran número y
mató a 500 o más en el proceso.
Para
resumir los acontecimientos entre 1504 y 1515, en estos años, los tāhiríes
mejoraron drásticamente su posición territorial a expensas de los zaydíes,
capturando San‛ā’, e importantes bastiones; cayendo justo antes de conseguir
Sa‛dah. Mientras, en el sur, su control fue erosionado por la pérdida de
Dathīnah y las rebeliones en la Tihāmah.
e) La
respuesta mameluca al intento portugués sobre Aden
Después
del intento de captura de Aden por los portugueses en 1513, y su posterior
retirada, la amenaza sobre Yemen por estos, por el momento había terminado,
pero el desembarco en Kamarān, en la isla frente a la costa occidental de
Yemen, al norte de Zabīd, había causado pánico en El Cairo. Husayn al-Kurdī fue
enviado a Yidda, ciudad costera del Hijaz, al noroeste de la Meca, en calidad de
su gobernador. Los preparativos para una flota se completaron en 1515 con Salmān
Ra’īs a su cabeza. Las fuentes difieren en cuanto al tamaño y composición de la
flota, pero parece que había entre 15 y 20 barcos armados y unos 6.000 hombres
en total. Salmān Ra’īs era el superior de Husayn al-Kurdī
y la división de deberes era tal que mientras que Salmān Ra’īs era el
comandante en el mar, Husayn tratraba con las actividades terrestres, una
division que desde el principio llevó a la tensión.
Se supone que Husayn al-Kurdī había sido un brutal
comandante. Como delegado en Yidda había impuesto duros tributos sobre los
habitantes y les había sometido a grandes penurias. Hay alguna insinuación de
que había sido enviado a esta expedición para mantenerle apartado de Egipto. Su
sección del ejército estaba formada en su mayoría por turcomanos. Había también
arqueros negros y etíopes que estaban bajo el mando de un magrebí, Nūr al-Dīn
‛Alī al-Maslatī o Maslahātī.
Salmān Ra’īs era
un súbdito otomano, originario de Lesbos. Se convirtió en corsario con una
pequeña flota, haciendo incursiones en las costas de Italia y Sicilia. Las
circunstancias de su huida de tierras otomanas no se conocen pero es mencionado
por primera vez en las fuentes mamelucas en 1514 como jefe de un arsenal
egipcio y de 2.000 jenízaros marinos. Los hombres de Salmān Ra’īs estaban mejor
pagados que los de Husayn y las consecuencias de esto se verán a continuación.
Las instrucciones
de Husayn y Salmān Ra’īs eran construir un fuerte en en Kamarān que actuaría
como base para las acciones de Salmān contra los portugueses. Se mencionó que
Kamarān pertenecía al Yemen y hasta donde puede comprobarse, los egipcios
desembarcaron allí sin previa discusión con el sultán tāhirí.
f) El desembarco
egipcio en Kamarān
En 1515 el sultán
nombró a su hijo ‛Abd al-Wahhāb representante
en Zabīd. Este último, al saber de la llegada de la flota egipcia al mando de
Husayn al-Kurdī en Kamarān, escribió al sultán
informando de estas noticias. El sultán estaba naturalmente preocupado. Ordenó
a su hijo que detuviera el envío de suministros al Hijaz y le pidió que se
quedara en Zabīd. Pasó la fiesta de ‛Īd en Radā‛, donde liberó a una serie de
rebeldes que habían estado en la prisión de la ciudad.
La reacción de
los zaydíes al desembarco mameluco fue rápida. Cuando el imām zaydí Šarāf
al-Dīn supo de la llegada de los mamelucos, inmediatamente vio la oportunidad
para vengarse de los tāhiríes. Escribió a Husayn al-Kurdī,
pidiendo ayuda para liberar Yemen del opresor tahirí. Explicó quién era y
afirmó que sus tierras lindaban con las de los tāhiríes. Apeló, a través de
Husayn, al sultán mameluco Qānsawh al-Ghawrī. El emisario zaydí era el fāqīh Salāh
al-Dīn b. Šarāh Allāh. Husayn mostró la carta a sus oficiales, y tras alguna
deliberación, prevaleció el punto de vista de que no debería haber ninguna
contestación inmediata al imām hata que se hubiera hecho contacto con el sultán
tāhirí. Por tanto, se decidio que dos mensjeros fueran enviados al sultán
pidiéndole ayuda en la guerra contra los portugueses y solicitándole que
compartiera el coste.
El sultán estaba
en Radā‛ al recibir la solicitud de Husayn de provisiones. Buscó el consejo del
fāqīh ‛Alī b. Muhammad b. al-Nizarī, que le aconsejó que ayudara a los
mamelucos. No obstante, el sultán tenía gran fe en su amir al-Ba‛dānī cuyas
cualidades como general claramente admiraba. Este último se oponía a la
cooperación con los mamelucos viendo la petición totalmente humillante para el
sultán, y le dijo a éste que él se comunicaría con aquellos en su nombre. Pidió
ver a los enviados mamelucos, y derramó desprecio a petición suya. A su vuelta
a Kamarān, Husayn empezó a ver el punto de vista del imām zaydí, y le contestó
de una manera amistosa. Sin embargo, no se sugiere de que Husayn le
suministrara los mamelucos que había solicitado.
El Qilādah
no menciona la visión conciliatoria de al-Nizarī. De hecho, el pasaje es más
bien confuso. En él Abū Makhramah dice:
“se dice que
el sultán quería apoyarlos [a los mamelucos] con dinero y municiones después de
que el amir ‛Alī b. Muhammad al-Ba‛dānī le hubiera aconsejado protegerse de su
mal, y al-Ba‛dānī se comprometió a suministrar de su propio trigo y pasas para
ayudar al sultán”. Pero ‛Umar al-Jabarti avisó al sultán de que abandonara esta
política y que no debería mostrar humildad hacia ellos, [argumentando] que
ellos no valían nada y que el mar les contendría,el cual no podrían cruzar. El
sultán siguió el consejo e ignoró al enviado y se abstuvo de enviar cualquier
cosa”.
El relato de la Qilādah
parece confuso. Ninguna de las otras fuentes menciona a al-Jabarti en este contexto.
En la Qilādah, el sultán dice a su hijo, que estaba en Zabīd, que
retuviera el suministro de comida al-Hijaz en este punto de la secuencia en
lugar de cuando las noticias del desembarco se conocieron por vez primera, como
se dice en el Fadl. Ni el Qurrah ni el Fadl mencionan nada
sobre los emisarios mamelucos al sultán o la desábrida constestación. La
actitud del sultán es considerada claramente como un error por Ibn al-Dayba‛ y
un ignominioso momento en la historia tāhirí sobre el que él obviamente prefirió
no extenderse.
El siguiente
suceso que tiene lugar es el saqueo de Hodeida por las tropas egipcias, las
cuales estaban pasando penurias. No había suministros en Kamarān, y Husayn
había esperado ser bien recibido en Aden como lo había sido previamente en
1506. Las tropas estaban descontentas y 700 de ellos desertaron pidiendo que se
les pagara sus salarios. Husayn, habiendo recibido una respuesta no amistosa
del sultán, decidió aprovisionar a las tropas por la fuerza. Los barcos que
había enviado y que había esperado que regresaran con provisiones volvieron a
Hodeida. Los habitantes llamaron al sultán pero curiosamente, cuando las tropas
llegaron, los habitantes se negaron a ayudar a los soldados con comida y agua
tal como era su temor, y después huyeron dejando la ciudad bastante vacía. Los
egipcios desembarcaron y les siguieron, disparando una bala de cañón que pesaba
en torno a 5 kg, que causó un pánico completo. Los soldados mamelucos se
ayudaron incluso con las puertas y contraventanas de madera del pueblo.
Regresaron a Kamarān y alli se concentraron en construir la fortaleza y un
cementerio.
Los mamelucos aún
no tenían los suministros que precisaban. Durante este tiempo tres barcos
vinieron desde Zayla (no se especifica a quien pertenecían pero la conclusión
es que eran tāhiríes cargados con comidad dirigiéndose hacia el norte. Los
egipcios preguntaron por su contenido amenazaron al gobernador del sultán en
Hodeida, cuyo nombre era Muhammad b. Nūh, con que, a menos que le dejara tener
provisiones destruirían el puerto. Sintiédose seguro con las tropas del sultán
en la ciudad, se negó. Los mamelucos dispararon su cañón hacia la ciudad y
causaron un gran daño.
A finales de este
año y comienzos del siguiente (1516), ‛Abd al-Haqq al-Nizarī, el amir tāhirí,
fue enviado a las afueras de Zabīd para reunir un ejército cuya composición era
en gran medida viejos y enfermos. Esto sugiere que el sultán se estaba
preparando para la acción.
La respuesta
desfavorable del amir a los mamelucos y el éxito de su expedición contra
Hodeida, parecen haber sido factores importantes al sugerir a Husayn la idea de
adentrarse más en tierras tāhiríes. Igualmente importanes fueron las
actividades contra los tāhiríes desde dentro del mismo Yemen. Ya se ha
mencionado los intentos del imām de obtener asistencia en su día contra el
sultán. Más signigficativo e indicativo de la infelicidad dentro del estado
tāhirí mismo, fue el apoyo instantáneo dado a los mamelucos, primero del señor
de al-Luhayyah y un poco después del señor de Jizān.
El apoyo del
señor del puerto de Luhayyah, el fāqīh Abū Bakr b. Maqbūl al-Zayla‛ī fue crucial
en la invasión mameluca de Yemen. Pues si él les permitía desembarcar, tendría
fácil acceso al interior. Los mamelucos vinieron a él con regalos intentando ganar
su apoyo. Pudo haber dado rodeos al principio, pero estaba aprendiendo del
bombardeo y destrucción de Hodeida, lo que le llevó a partir inmediatamente
hacia Kamarān y prometer que mostraría a los mamelucos el “camino interior
desde el puerto de al-Luhayyah”. De modo que fue por miedo. El Qurrah
parece insinuar que fue obligado de algún modo “y le ordenaron dar la khutbah
en el nombre del sultán Qānsawh al-Ghawrī.
Sin embargo, no
habría sido influido de esta manera, si hubiera sentido alguna lealtad hacia
los tāhiríes. Un de su familia, Mūsā b. Maqbūl, destaca por haber sido
capturado junto con el shaykh de los Ka‛biyyūn en 1506, en una de las campañas
del amir tāhirí ‛Abd Allāh b. Sufyān contra las tribus de la Tihāmah. Él y el
shaykh fueron enviados a Zabīd y más adelante en el año fue enviado al sultán
en Ta‛izz, junto con el dinero capturado de los zaydiyyah, y caballos y
cautivos capturados de los Ka‛biyyūn. Es probable que el señor de al-Luhayyah
hubiera estado relacionado con el mencionado Ibn Maqbūl y de ahí, la fuente de
animosidad contra los tāhiríes. Además del hecho de que las tribus de la
Tihāmah, incluyendo las septentrionales, habían estado en oposición de forma
discontínua a través del periodo tāhirí hasta ahora, como hemos visto más arriba.
El otro oponente importante de los tāhiríes que iba a ayudar a los mamelucos
fue ‛Izz al-Dīn b. Ahmad b. Dā’wūd, hermano del señor de Jizān.
A pesar de la
aversión de Salmān Ra’īs por hacer un ataque sobre Yemen, argumentando que Qānsawh no les habia dado instrucciones para hacer
esto, y nergarse a tener parte alguna en la expedición terrestre, Husayn al-Kurdī decidió entonces continuar.
Después de la
destrucción de Hodeida, Husayn al-Kurdī envió
con el señor de al-Luhayyah un ataque con 100 mamelucos a bordo y, como
prometió, se les mostró el camino, y fueron llevados en dirección a Mawr.
Esperándoles estaba el amir tāhirí Muhammad b. Jayyāš al-Sunbulī. Los mamelucos
estaban armados con arcabuces (aqwās al-bunduq) que eran desconocidos en
Yemen en esta época. Los tāhiríes no tenían esperanza de éxito. El amir fue
muerto y Mawr fue tomada. Ahora la tribu zaydiyyah con su bien conocida
antipatía a los sultanes, también decidió unirse a los mamelucos. Un rasgo
interesante de la actividad de los oponentes de los tāhiríes es el hecho de
que fuera una fuerza exterior, que venía para atacar a los tāhiríes y
posiblemente apoderarse de Yemen, claramente ni se les ocurrió ni les preocupó.
En otras circunstancias podría haber causado que se unieran tras los tāhiríes
que , al menos, eran yemeníes, aunque a sus ojos, tiranos, más que apoyar a los
extranjeros.
Un emisario de
los zaydiyyah fue a Kamarān, solicitando aliarse con los mamelucos. Les
prometieron entregar el kharaj a Husayn al-Kurdī.
Las fuerzas combinadas de mamelucos y zaydiyyah atacaron entonces al-Dahī, anteriormente centro de un serio enfrentamiento
entre tāhiríes y los zaydiyyah. En al-Dahī había una
pequeña guarnición tāhirí bajo el liderato de ‛Īsā b. ‛Alī al-Hajarī.
Una vez más la potencia de fuego mameluca derrotó a los tāhiríes y se retiraron
a al-Ghānimiyyah. El sultán tāhirí, que estaba
entonces en al-Miqrānah, parece, al final, haber decidido tomar la acción
decisiva. ‛Abd al-Malik, el hermano del sultán, fue enviado con un ejército y
después de pasar por Zabīd se dirigió a al-Mazhaf. Teniendo noticias de la
expedición de ‛Abd al-Maik, Husayn al-Kurdī
decidió entonces entrar él mismo en la refriega y llegó con Kamarān con unos
1000 soldados armados. Esas tropas pertenecían a Salmān Ra’īs y eran turcos.
Corsali dice que Salmān tenía con él unos 2.000 hombres y que él les pagaba
bien. Esto contrasta con los mamelucos al sevicio de Husayn que estaban peor
pagados y se amotinaban en cada oportunidad. En esta etapa, la Qurrah
nos da algunos antecedentes diciendo que el sultán otomano “Suleyman” (éste
debería ser Selim, ya que Suleyman solo llegó al poder en 1520) había enviado
al sultán mameluco, Qānsawh, una gran fuerza
para ayudarlo en la lucha contra los francos añadiendo que el sultán turco no
sabía que el sultán mameluco y Husayn tenían una agenda secreta y habian estado
planeando conquistar Yemen.
Husayn al-Kurdī llegó con su ejército a Bayt al-Fāqīh b.
Hušaybir. Una vez en al-Mazhaf, el hermano del sultán ‛Abd al-Malik se enfrentó
con una fuerza hostil que estaba formada por “turcos, Rūm y Ma‛āzibah”
encabezados por el sharīf ‛Izz al-Dīn b. Ahmad al-Darib de Jizān. Siguió una
gran batalla en la que venció ‛Abd al-Malik y se convirtió en legendaria.
‛Abd al-Malik se
quedó en Jubayl y luego fue a Zabīd con los cabezas de 14 muertos. En Aden, las
noticias de la derrota egipcia fue saludada con alegría, se iluminó la
fortaleza y hubo grandes celebraciones. No obstante, poco después de esto
llegaron noticias del ataque mameluco sobre Zabīd. Despues de la derrota de
al-Mazhaf “la hipocresía de las tribus quedó clara”. Husayn al-Kurdī les prometió toda clase de cosas, y
mientras estaba en Bayt al-Fāqīh Ibn ‛Ujayl, los Ma‛āzibah también vinieron a
él a pedir alianza. Así, Husayn se dirigio a Wadi Zabīd a esperar los refuerzos
de Salmān Ra’īs. El ejército que llegó a Baba al-Nakhl en Zabīd el 8 de julio
de 1516 estaba formado por la fuerza de mamelucos de Husayn, turcos otomanos
que pertenecían a Salmān Ra’īs, turcomanos y el contingente yemení, un número
sustancial de miembros de las tribus árabes de los Ma‛āzibah y Zaydiyyah.
También estaban acompañados por el sharīf ‛Izz al-Dīn de Jizān y sus seguidores,
y el fāqīh Maqbūl de al-Luhayyah. Contra esta enorme fuerza, del lado tāhirí,
estaba el hermano del sultán, el shaykh ‛Abd al-Malik y su sobrino ‛Abd al-Wahhāb, hijo de al-Zāfir, con el ejército tāhirí.
Después de una valiente lucha, fueron sobrepasados y gran parte del ejército
desertó. El enemigo entró en Zabīd. ‛Abd la-Wahhab fue dispersado pero entró en
la ciudad y buscó refugio en Dār al-Kabīr. Su tío ‛Abd al-Malik le siguió allí
y lo sacó en su propio caballo. Habiendo conseguido forzar su salida, a través
de las troppas mamelucas, huyeron a Ta‛izz con unas pocas de la tropas leales
que le quedaban. También con ellos estaba el fāqīh ‛Alī b. Muhammad al-Nizarī y
al-Sharāf al-Mawza‛ī. Tanto Ibn al-Daybah como Abū Makhramah dicen que este
último fue la causa de la disensión (fitnah) y la extincion porque habia
cargado una secreta antipatía hacia los tāhiríes.
Los
príncipes tāhiríes estuvieron en Ta‛izz solo un corto periodo antes de que el
shaykh ‛Abd al-Wahhāb muriera el 25 de julio. Al-Mawza‛ī murió poco después.
Tras
la partida de Zabīd, el ejército mameluco entró saqueando y robando.
Incendiaron gran parte de la ciudad y causaron una miseria incalculable. Ese
día no se realizaron las oraciones. Husayn al-Kurdī se estableció en al-Dār
al-Kabīr y ordenó al ejército cesar su saqueo, pero le ignoraron totalmente y
siguieron. Entonces Husayn arrestó y encadenó a una serie de mercaderes
yemeníes, intentando extrer de ellos su riqueza. Incluso arrestó a un qādī
llamado al-Muzajjad al que creía tan rico como los qādīes de Egipto. Luego
aparecieron ante Husayn dos egipcios que residían en Zabīd cuyos nombres eran al-Jamīl
y Dughān, a quienes reclutó para anotar los nombres de todos los propietarios
de casaas, exhortándoles pagar 10.000 dinares ašrafíes. También persiguió al
faqīh Šarāf al-Dīn b. Ibrāhīm Ja‛mān en Bayt al-Faqīh que se creía que
guardaba la riqueza del amir tāhirí ‛Abd Allāh b. Sufyān. Cuando se negó, fue
encarcelado y gopeado hasta morir.
Husayn
haía prometido a sus tropas que a la toma de Zabīd él les entregaría a cada un
100 ašrafíes. Ahora no quiso darles nada. Ibn al-Dayba‛ dice que esto fue porque
los mamelucos habían saqueado tanto que no habían dejado nada al estado, lo
cual es difícil de creer. Ellos se rebelaron contra él y le amenazaron. De
acuerdo con Corsali, Husayn envió una carta a Salmān Ra’īs contando lo que
estaba ocurriendo y elmotín que estaba teniendo lugar. Salman replicó que a las
tropas se les pagaría a su regreso a Karaman. Esto no gustó a los soldados y
ellos dijeron a Husayn que preferían quedarse en Zabīd. Husayn al-Kurdī
encontró su posición imposible y decidió partir, habiendo permanecido en Zabīd
solo 14 días. Antes de su partida nombró en su lugar a un mameluco llamado
Barsbay, con el sharīf ‛Izz al-Dīn b. Durib de Jizān como su representante.
Husayn fue derecho a al-Bu’qah y se unió a Salmān. Juntos navegaron a Zayla‛ y
les fueron dados 10.000 ašrafíes, víveres y hombres por los etíopes, después de
lo cual navegaron a Aden, donde los barcos se estaban preparando para salir a
la India con los monzones. Ya habían zarpado pero como el viento no era muy
fuerte, no podían avanzar mucho y navegaban lentamente.
Husayn,
con el cuerpo principal, partió hacia Aden, mientras Salmān alcanzó a los
barcos que etaban cargados de bienes. Los dejó indemnes y simplemente cambió su
propio capitán por el tahirí en el barco del sultán. Esto era para asegurar que
obtenían los ingresos de la venta de los bienes y también tomó la precaución de
enviar una carta al sultán de Gujarāt contándole que Yemen les pertenecía ahora
a ellos. Al capitán del barco se le instruyó para queregresara con provisiones,
madera e hierro.
Husayn
al-Kurdī comenzó entonces el asedio de Aden, bombardeando duramente la ciudad
desde los barcos. No consiguiendo mucho éxito, volvió sus armas hacia la
carretera que conecaba la isla de Sīrah a tierra firme. Siguió una gran batalla
en la que las fuerzas de Husayn fueron derrotadas. Se retiró en sus naves. La
guarnición tāhirí en Sīrah había pedido al amir Murjān refuerzos, dándose
cuenta de su vulnerabilidad.
Sin
embargo, el amir Murjān, viendo que los egipcios se retiraan y navegaban fuera
del puerto, no vio ninguna necesidad y la guarnición volvió a entrar en la
ciudad. Salmān había observado todo esto y decidió saumir las operaciones en
este punto. El amir Murjān tomó la precaución de pagar generosamene al ejército
para mantener su moral. Salmān renovó su ataque colocando sus armas sobre la
carretera de Sīrah, disparando al muro de la ciudad. Una extensa sección cayó
pero fue reparada esa noche con piezas de la planta conocida como “rubia roja”.
Muy ingeniosamente, los yemeníes arrojaron sobre la pared dañada espléndidas
fundas rellenas con cañamazo. Cuando las balas de cañón agujereaban las fundas
se quedaban atrapadas en la planta. Después de su infructuoso ataque, Salmān se
retiró y tuvo noticias de que el shaykh ‛Abd al-Malik había llegado con
refuerzos y había acampado en al-Tilāj. Con estas noticias, los egipcios,
desesperados de conseguir la victoria, tal era la reputación de ‛Abd al-Malik
tras la batalla de al-Mazhaf. Quitaron su artillería de Sīrah y se retiraron
una vez más. Por segunda vez en cuatro años, Aden, aunque atacada salvajemente,
sobrevivió.
La
fuerza mameluca dejada atrás en Yemen, parece que sin elección, era ahora una
entidad separada de la flota que atacó Aden y luego regresó a casa.
g)
Los sucesos que llevaron a la muerte de ‛Āmir II
Barsbay
resolvió los asuntos de Zabīd, luego asentó el campamento en las afueras de la
ciudad, con la intención de ir y ayudar a Husayan al-Kurdī durante su asedio de
Aden. Pero era demasiado tarde, ya que Husayn estaba en Mocha, donde Barsbay se
le unió y regresó a Zabīd después de saquear Mawza‛. En este momento resulta
claro que las dos fuerzas egipcias estaban bastante separadas: Barsbay
había decidido quedarse en Yemen, meirtras que el resto de la flota partió para
Yidda.
El
sultán tāhirí había estado en al-Miqrānah cuado tuvo lugar la ocupación de
Zabīd. Ahora se dirigió a esta ciudad, donde fue recibido por los emisarios de
los egipcios, que pedían la paz. Presentaron sus condiciones que eran que ellos
entregarían todo mediante el pago de una suma de dinero y luego se irían. Como
este suceso ocurrió poco después del encuentro de Barsbay con Husayn al-Kurdī
en Mocha, podemos suponer que esto se discutió entre ellos. El sultán estaba
inclinado a aceptar la propuesta, pero fue advertido de que podría ser una
estratagema -no podemos estar seguros de que le avisaran, pero suena como
al-Ba‛dānī que, como se recordará, era uno de los que le aconsejaron contra la
coperación con los mamelucos la última vez. Y así, el sultán mandó a los
mensajeros hacer las maletas. Luegó marchó a al-Turaybah, perseguido por las
fuerzas egipcias. Tuvo lugar una batalla entre las dos partes. Aunque los
tāhiríes les fue mejor que a los egipcios, no quedaron ilesos; las tropas
tāhiríes estaban heridas y hambrientas y el sultán, de acuerdo con la Qiladah,
para su gran descrédito, no proporcionó alimento para el ejército de sus
propias provisiones. Al día siguiente, hubo un segundo combate, con miembros de
la familia tāhirí que se destacaron tomando parte en la lucha, el sultán mismo
y su hijo Ahmad, y el shaykh Muhammad b. Ahmad b. ‛Āmir. Sin embargo, en esta
ocasión el ejército tāhirí fue derrotado. Los egipcios saquearon el campamento
del sultán y regresaron a Zabīd; los tāhiríes y sus partidarios huyeron a
Ta‛izz. Abū Makhramah, evidentemente, tenía en poca consideración al sultán,
pero quedó bastante impresionado con Barsbay , del que dice que había
proclamado seguridad en la ciudad y no hizo daño a nadie.
En
1517 el sultán se dio cuenta de que tenía problemas con la lealtad del
ejército. Por esta razón, Abū Makhramah dice que él confió en la tribu Mahrah y
en sus esclavos. El resto del ejército estaba resentido de los Mahrah ya que se
les pagaba más que a los otros. En la persecución de Barsbay sobre las fuerzas
tāhiríes que iban a Ta‛izz, este resentimiento se hizo manifiesto y el
ejército, formado por una dispar colección de tribus, comenzó a huir en masa.
Había tres elementos en el ejército: un núcleo de esclavos negros, alrededor de
16.000, los Mahrah, aunque no sabemos cuanto tiempo estuvieron al servicio de
los tāhiríes, y un número dispar de tribus que eran con claridad
despiadadamente oportunistas y leales solo a quien pagara más.
El
sultán evitó un enfrentamiento con los egipcios en Ta‛izz y fue a Ibb. Los
egipcios entraron en Ta‛izz y además de saquear y robar obligaron a los fāqíes
a pronunciar condenas de los tāhiríes en la khutbah. El sultán emigró a
al-Miqrānah, alcanzándola un día antes que los egipcios, y a tiempo de rescatar
a sus esposas y algo de su riqueza. Barsbay esperó hasta que el sultán hubo
partido y entró en la ciudad, saqueándola. Luego, Barsbay fue engañado por los
Al ‛Ammār, quienes le juraron alianza y en cuyo territorio había entrado. No
obstante, esta fue una trampa y le mataron con un grupo de sus hombres.
Los
egipcios que quedaban en al-Miqrānah eligieron a otro mameluco, Iskandar,
descrito en el Qiladāh como un tirano real, pero bravo. Al-Iskandar
consiguió asegurar los 5 lakk de oro (monedas) que habían sido
encerradas en un muro por el sultán, mediante intimidación al fāqīh ‛Umar
al-Jabartī, uno de los amires de confianza del sultán. El amir Murjān especuló
que el sultán debió haber contado a al-Jabartī dónde estaba ocultó el tesoro, ya
que solo él, el esclavo y el albañil sabían donde estaba. Luego, al-Iskandar,
partió hacia San‛ā’ y tuvo un enfrentamiento con las tropas del sultán. El sultán no estaba él mismo allí. Los egipcios fueron rodeados pero
lograron escapar al sobornar a ‛Abd al-Nabī b. Sa‛īd y escaparon a Radā‛.
Volviendo
al sultán, está claro que su valor estaba comenzando a fallar. Después de dejar
al-Miqrānah, estaba tan desesperado por asegurar algún lugar donde poner a
salvo a sus esposa y posesiones, pero tenía tanto miedo de los mamelucos, que
cuando vio a un jinete (de hecho, uno de sus propios hombres) pensó que era un
egipcio, huyó e intentó ocultarse en una de las fortalezas pertenecientes a los
Yāfi‛ī, pero ellos no le dejaron entrar. Sin embargo, las noticias de la batalla
de Gh-frah, le hicieron decidir atacar a los egipcios. Regresó a al-Miqrānah,
dejando a su hijo Ahmad allí, y partió hacia San‛ā’. Esto parece extraño, ya
que habría que suponer que al menos algunas de las tropas egipcias todavía
estaban en al-Miqrānah. El shaykh ‛Abd al-Malik, que era evidentemente más
popular que el sultán, se quedó en Lahj, restableciendo su autoridad allí.
Tuvo noticias del ataque y saqueo de al-Miqrānah y convocó a las tribus,
incluyendo a los Hayāthim, pidiéndoles defender Lahj contra los “turcos” (es decir,
mamelucos) y fue en busca del sultán.
El
sultán, ansioso ahora de enfrentarse a los egipcios, partió hacia San‛ā’. Su
hermano, ‛Abd al-Malik, le previno de esto, ya que presentía que era doblemente
vulnerable en esta parte de Yemen, con los egipcios de una parte, y los zaydíes
de otra. El punto de vista del sultán, no obstante, prevaleció.
Los egipcios, en este momento, estaban asediando infructuosamente San‛ā’. Tomaron a las fuerzas tahiries por sorpresa y los ataaron antes incluso de que hubieran decargado su equipamiento. Tuvo lugar una gran batalla durante la cual, el hermano del sultán, ‛Abd al-Malik, fue muerto por una bala. No habia tenido tiempo siquiera para ponerse las vestiduras protectoras que habían salvado su vida en la batalla de al-Mazhaf. El sultán escapó a Jabal Nuqum, la montaña que domina la vista sobre San‛ā’ al este, fue capturado y muerto ignominiosamente, sin que los egipcios fueran conscientes, al principio, de a quien habían matado (15 de mayo de 1517). Las cabezas del sultán y ‛Abd al-Malik fueron enviadas a San‛ā’ al amir al-Ba‛dānī. Inmediatamente abrió las puertas a ellos, pero a pesar de haber garantizado la protección a los habitantes, los egipcios saqueron San‛ā’. Muchos de los Al ‛Ammār que habían matado a Barsbay fueron muertos ellos mismos. Los egipcios se quedaron en San‛ā’ durante dos meses, y luego decidieron hacer el camino de vuelta a Zabīd.
VI.
La resistencia de los últimos tāhiríes y la invasión otomana (1517-1538)
a)
Zaydíes y mamelucos
La
llegada de los mamelucos a San‛ā’, que ahora eran llamados “circasianos” en los
textos (al-Jarākisah) tuvo el efecto de mobilizar al imām zaydí Šarāf
al-Dīn. La última vez que se le mencionó fue pidiéndole asistencia a Husayn
al-Kurdī contra los tāhiríes en 1515. Ahora decidió actuar en contra, tanto de
tāhiríes como de mamelucos. Primero expulsó a la guarnición tāhirí de Thulā
al mando de su gobernador al-Layth al-Dawdajī, que aún estaba allí, a pesar de
la muerte del sultán. Los mamelucos entonces mobilizaron sus fuerzas para combatir
al imām. Ellos reclutaron el apoyo de ‛Abd al-Malik al-Muharram al-‛Ansī, uno
de los líderes tribales yemeníes que habían apoyado a los mamelucos
anteriormente y que estaba ansioso por conseguir algo del territorio que
anteriormente habían poseído los tāhiríes. Asedió Thulā persistentemente. Pero
durante esta campaña llegaron las noticias desde Egipto de la derrota mameluca
por los otomanos en Marj Dabīq. La muerte de Qānsawh al-Ghawrī fue conocida, así
como la asunción del poder por Tūmān Bey y su muerte a continuación a manos de
Selim I. Los autores zaydíes remarcan que Tūmān Bey y el sultán tāhirí ‛Āmir
fueron asesinados en el intervalo de 12 días uno del otro.
El
efecto sobre los mamelucos que estaan en Yemen fue lanzarlos a la confusión.
Inmediatamente hicieron la paz con el imām y se retiraron a San‛ā’, humillados.
Su líder, al-Iskandar temía contarles a los san‛ā’níes lo que le habia ocurrido
al sultán mameluco, ya que temía por su propia vida. No obstante simuló lealtad
al sultán otomano Selim y dio la khutbah en su nombre. Luego se preparó
para partir de San‛ā’ a Zabīd. Nombró un amir llamado Hamzah y le dejó con una
fuerza de 300 mamelucos. Se llevó al resto de mamelucos y también fue
acomopañado por ‛Izz al-Dīn de Jizān, que había estado ayudando a los mamelucos
desde su llegada a Yemen, y su otro partidario, el citado al-‛Ansī. Antes de su
partida ordenó que el amir tāhirí al-Ba‛dānī fuera estrangulado.
Pero
el desastre superó a los mamelucos en su camino a Zabīd. Fueron atacados por un
grupo de la tribu Banū Hubayš, que escaparon con la gran riqueza que habian
acumulado de sus diversos saqueos, Mawza‛, el campamento del sultán en
al-Turaybah, Ta‛izz, al-Miqrānah y San‛ā’. Una fuente insinúa que había 3.000
camellos cargado con tesoros, joyas, oro, plata, todo tipo de cosas preciosas y
provisiones. Los Banū Hubayš también tomaron al príncipe ‛Āmir b. ‛Abd
al-Wahhāb. Al-Iskandar llegó a Zabīd en la miseria.
Los
mamelucos que quedaron en San‛ā’ decidieron hacer incursiones en el territorio
zaydí circundante. Esto culminó en una incursión sobre los Banū Bahlūl, y
después de una dura batalla las tribus derrotaron a los mamelucos. Unos pocos
de los últimos que quedaban se retiraron al qasr de San‛ā’. El pueblo de
San‛ā’ invitó entonces al imām Šarāf al-Dīn a tomar el control de San‛ā’.
Como
se mencionó más arriba, al-Iskandar llegó a Zabīd en un estado penoso. No
obstante, se instaló él mismo y su fuerza de mamelucos allí y prometieron su
lealtad a los otomanos. Adoptaron indumentaria otomana y Selim reconoció a
al-Iskandar como su gobernador en el Yemen. Así, se quedó durante tres años.
b) El
amir Murjān y los últimos tāhiríes
Ahora
el amir Murjan intentó congraciarse con el sultán otomano Selim. Le escribió
quejándose de las actividades de Husayn y Salmān, y el ejército mameluco en
nombre del sultán ‛Āmir, según el Qilādah, suponiendo que estaba vivo.
Le contó como habían forjado la destrucción y el derramamiento de sangre sobre
el país. También defendió al sultán por haber ayudado a los portugueses, proveyéndoles
con pilotos y otras asistencias. Confió la carta a dos mensajeros enviados al
sharīf Barakāt de La Meca, al que pedía ayuda para dirigir a los emisarios al
sultán otomano. Los enviados fueron acompañados por presentes tanto para el
sharīf como para Selim I. Los mensajeros llegaron a la corte otomana, y fueron
bien recibidos por el sultán. Después de la embajada, sin embargo, uno de
ellos, Fā’isī, murió en los dominios otomanos. El otro Shādhilī, que llegó con
un regalo de regreso a la isla de Sawākin, fue robado por un grupo de gente de
Dahlak, que hizo esto por odio a los turcos que estaban en Zabīd.
Fuera
lo que fuera lo que estuviera esperando el amir Murjān, está claro que no
recibio nada por sus esfuerzos. Durante los siguientes 20 años hasta la
conquista otomana de Yemen en 1538, el país fue objeto de tres esferas de
influencia: los zaydíes en Yemen septentrional que se extendían gradualmente
hacia el sur; los tāhiríes que quedaban en algunas fortalezas en el Bajo Yemen
y con su base principal en Aden; y los mamelucos y sus aliados que gobernaban a
través de una sucesión de gobernadores que ahora proclamaban representar los
intereses de los otomanos, con base en Zabīd y que controlaban Ta‛izz.
En lo
que respecta a los tāhiríes, los años 1518-1520 son cronificados por Abū
Makhrama y son contados, por tanto, desde el punto de vista de Aden. A la muerte
del sultán ‛Āmir en 1517, su hijo el shaykh Ahmad (nacido en 1497), que había
estado en al-Miqrānah cuando su padre murió, se convirtio en el líder de los
tāhiríes. En Aden, el amir Murjān continuó pronunciando la khutbah en
nmbre de ‛Āmir, el difunto sultán, hasta el primer viernes del año de 1518.
Entonces lo cambió en favor de Ahmad. No obstante, Ahmad no iba a vivir mucho
tiempo después de esto, y Murjān pronto recibio noticias de su muerte. En
al-Miqrānah, decidieron que el shaykh ‛Āmir, el hijo de ‛Abd al-Malik, el
hermano del tercer sultán tāhirí, ‛Abd al-Wahhāb, se convirtiera en el
siguiente líder. Esta última es una palabra mas apropiada , tan limitada era su
autoridad. Los textos en esta etapa se refieren a estos tāhiríes solo por sus
nombres o por el título de shaykh. Aunque el último de estos príncipes, ‛Āmir
(III) b. Dā’wūd, es referido en sus monedas como al-Sultán.
La
selección se hizo con el acuerdo de aquellos de la dinastía con autoridad en
al-Miqrānah. En particular, son citados Naqīb ‛Abd al-Nabī y el fāqīh ‛Alī
al-Nizarī. El amir Murjān estuvo de acuerdo. ‛Āmir parece que era de noble
disposición, pero las tribus pronto se volvieron contra él. La khutbah se
leyó en su nombre en Ibb y los distritos montañosos. Está claro que los tāhiríes
solo tenían el control de una péqueña área en las tierras altas yemeníes.En
1519 hubo una lucha interna por la sucesión entre los tāhiríes. El shaykh
Ahmad, de otra rama, hijo de Muhammad, el cual era hijo del primer sultán tāhirí,
‛Āmir I, se levantó en Radā‛. Fue derrotado, pero escapó a la fortaleza y las
tropas victoriosas saquearon Radā‛. En octubre de 1519, el shaykh ‛Āmir (III)
murió, habiendo reinado menos de un año. El shaykh Ahmad b. Muhammad b. ‛Āmir
fue invitado a ser el líder. Ni ‛Abd al-Malik b. Muhammad, sobrino de ‛Āmir
III, ni el amir Murjān aprobaron esto y el primero se escabulló de Jubān donde
había estado residiendo y buscó la protección del amir Murjān.
Al
año siguiente, 1519, Murjān aconsejó al shaykh Ahmad que tomara Ta‛izz que en
esa época estaba ocupada por los mamelucos. Tuvo lugar una gran batalla en las
afueras de Ta‛izz. El bando de Ahmad estaba ganando cuando fue traicionado por
su supuesto partidario, Naqīb ‛Abd al-Nabī, que era yerno de Murjān. Él y la
tribu de Hayāthim dejaron de luchar y cuando fueron atacados por los mamelucos
huyeron y Ahmad fue derrotado.
La
coalición de tribus que se había formado para combatir a los mamelucos para expulsarlos de Ta‛izz se disolvió y Murjān estaba ansioso de deshacerse del
shaykh Ahmad, y más o menos dejó de obedecer sus órdenes.
En
este mismo año, el gobernador otomano de Yidda, Husayn Beg, llegó al puerto de
Buqah y fue a Zabīd. Tenía noticias de que había un vacío político en Yemen y
tenía ambiciones para ocuparlo. El gobernador otomano de Egipto, Khayr Beg, le
dio permiso para seguir adelante y se dirigió a Yemen en 1520. Tan pronto como
llegó, vinieron las noticias de que el sultán otomano Selim I había muerto.
Al-Iskandar, que había estado allí desde 1518, y se encontraba ahora bien
establecido en Zabīd, se opuso a la idea de que Husayn Beg se hiciera cargo, y
conspiró para matarlo. No obstante, el regreso de Husayn Beg a Yidda fue
incitado por las noticias de los barcos portugueses cerca de la costa en
al-‛Ārah y corrió de vuelta a Yidda para informar a sus superiores.
Los
portugueses tenían unos 20 barcos, galeones y barcos de carga, incluyendo
navíos largos cargados con la mayor parte de sus provisiones, cañones y
riqueza, que ellos tenían que abandonar a causa del viento. El amir Murjān se
preparó para su llegada y se estacionaron las tropas en posiciones
estratégicas. Evidentemente, Murjān no confiaba en ellos, a pesar de que en un
contacto anterior, en 1517, los portugueses mantuvieron una actitud amistosa
hacia los tāhiríes de Aden. Pero no regresaron a Aden, y continuaron navegando
hasta Yidda. Al aproximarse, conocieron que había sido preparada una gran fuerza
contra ellos y perdieron el ánimo y se retiraron a Dahlak, y luego a Aden donde
Murjān, una vez más los aprovisionó, y ellos continuaron después hasta Hormuz.
Volviendo
al shaykh Ahmad (II) b. Muhammad b. ‛Āmir I, éste se dio cuenta de que su
autoridad estaba siendo minada por el amir Murjān. Tal era el poder e
influencia de Murjān que el pueblo de la montaña no reconocería a shaykh Ahmad
hasta que lo hiciera Aden. No obstante, el amir Murjān se volvió contra él
abiertamente y ordenó que la khutbah se pronunciara en nombre del shaykh
‛Abd al-Malik. Abū Makhramah censura a Murjān por haber abandonado al shaykh
Ahmad sin ninguna razón en particular.
Además
de esto, ‛Abd al-Malik, acompañado por ‛Abd Allāh b. ‛Abd al-Nabī, y con fondos
sustanciales tomó las montañas, posiblemente para restablecer el control
tāhirí. Parece que el shaykh ‛Abd al-Malik estaba virtualmente en el bolsillo
de ‛Abd Allāh b. ‛Abd al-Nabī. A partir de esta decripción parece que hubo
mucho vagar sin rumbo, y pocos logros. Después de esta estancia, la misma
situación entre Murjān y ‛Abd Allāh parece haber ocurrido entre Murjān y
‛Abd al-Malik, al que había apoyado. Las tribus querían la garantía de que Aden
estaba a favor de ‛Abd al-Malik, y él solicitó la entrada en Aden, la cual fue
rechazada. Sin embargo, después de muchas deliberaciones, Murjān le permitió
entrar. Entonces siguió allí un periodo durante el que ‛Abd al-Malik se quedó
en Aden, pero fue espiado por Murjān. ‛Abd al-Malik, cansado de su posición
insostenible, empezó a reunir al ejército y a varios líderes tribales. Pero la
clave fueron los Yāfi‛, que componían la mayoría de la población y cuyo apoyo
debía tener para hacer cualquier avance contra el amir. ‛Abd Allāh b. ‛Abd
al-Nabī conspiró para asesinar a ‛Abd al-Malik en la mezquita, al parecer, sin
conocimiento de Murjān, aunque Abū Makhramah es escéptico sobre esto. ‛Abd
al-Malik y Murjān estaban ahora en conflicto abierto. Es en medio de este relato
contado en gran detalle donde la narración de Abū Makhramah finaliza
abruptamente. Los detalles posteriores sobre los tahiríes se encuentran ahora
en las crónicas zaydíes.
Desde
1518, los zaydíes, con asombrosa rapidez, comenzaron a afirmar su autoridad,
sobre todo Yemen septentrional, expulsando las guarniciones tāhiríes donde
todavía permanecían y combatiendo a sus oponentes entre las tribus del norte.
Hacia mediados del la tercera década del siglo XVI estaban empezando a penetrar
en el Bajo Yemen.
En
1527 los mamelucos que estaban en Zabīd marcharon sobre Mawza‛, que estaba en
manos del shaykh tahirí ‛Abd al-Malik b. Muhammad, al que se refiere como
“señor de Ta’izz”. Él huyó a Hisn Masrah, cerca de Ta’izz y allí se retiró con
su familia y posesiones. Fue traicionado por miembros de su familia, Tāhir b.
‛Umar y Muhammad b. Ahmad b. ‛Āmir, que huyeron a al-Miqrānah y volvieron a
establecerse allí, y en Damt y en Jubān. Mientras, el shaykh ‛Abd al-Malik huyó
a Hisn Masrah. No pudo soportar el asedio y con su familia buscó refugio con el
shaykh al-Ghaylānī. Aunque este último había estado actuando antes para ‛Abd
al-Malik, cuidando alguna de sus fortalezas, se volvió contra éste y avisó a
los mamelucos de su llegada. Ellos llegaron y le arrrestaron, lo cogieron con
su familia, mandándolo a su amir que estaba en Khuban. El shaykh fue ejecutado
pero su familia, entre los cuales estaba al-Hurrah ‛Ā’išah, hija de Malik
al-Mansūr y hermana del último sultán, se salvó. Las noticias de la ocupación
mameluca de Hisn Masrah y Ta’izz lanzó al pánico a los habitantes de Dhamār y
San‛ā’. Šarāf al-Din, con su hijo al-Mutahhar, estaba en Thūla en esa época.
Regresaron a San‛ā’ y calmaron a la población.
En
1528, los zaydíes continuaron sus campañas en el Bajo Yemen, y después de
alcanzar Ma‛ban se dirigieron al áera de al-Miqrānah/Juban. Los mamelucos de
al-Miqrānah y Damt escribieron a al-Mutahhar prometiéndole lealtad. Al-Mutahhar
les envió dos emisarios, el fāqīh Muhammad al-Jassar y el
shaykh Ahmad b. al-Hadī al-Mawhabī
para tomar al-Miqrānah. Los Banu Tāhir, que estaban en Radā‛ enviaron a ‛Abd al-Ghanī
para cuidar de los asuntos de al-Miqrānah.
Inmediatamente,
arrestó a los enviados de al-Mutahhar. Los mamelucos, no obstante, procedieron
a liberarlos y arrestaron a ‛Abd al-Ghanī,
informando a al-Mutahhar de los sucesos que estaban ocurriendo. Entonces
al-Mutahhar marchó a al-Miqrānah, capturando las fortalezas alrededor de Damt.
Una vez en al-Miqrānah, capturó lo que quedaba del tesoro del sultán.
Especialmente se mencionaban las armas y los trabajos en metal con finas
incrustaciones, que habían pertenecido a los rasulíes, así como porcelana
china. Al-Mutahhar fue luego a al-Farīd,
que es descrito en el Ghāyah
como uno de los más maravillosos de los dominios tāhiríes.
Fue en este lugar, no mencionado antes, donde el sultán tahirí había huído
desde al-Miqrānah con todas sus posesiones en 1517. El amir zaydí al-Mutahhar
encontró las puertas doradas que ‛Āmir
había había retirado de Zafār al-Asrāf,
y ordenó que fueran devueltas. Desde allí, los zaydíes fueron a Jubān,
que también cayó en sus manos, y desde allí, a Radā‛, donde los tāhiríes que
quedaban en la fortaleza se entregaron. En 1534, el imām zaydí decidió intentar
capturar todos los dominios que previamente habían pertenecido a los tāhiríes.
Ahora se hace mención, por primera vez, del último de los tahiríes, ‛Āmir
(III) b. Dā’wūd.
Tenía
como su wazir a un sharif zaydí, llamado Yāhya al-Sarraj, que se había vuelto
contra el imām Šarāf al-Dīn. Urgió a ‛Āmir a moverse al interior del territorio
del imāmato en el bajo Yemen. Tomando ventaja de las actividades del imām en
Sada, Amir reunió a las tribus bajo el liderazgo de al-Sarraj. También estaba
con él, ‛Alī b. Muhammad al-Ba‛dānī, conocido por otra parte, como al-Simanī.
Llegaron a Damt y tuvo lugar una masacre de sus fuerzas; las cabezas
decapitadas fueron enviadas por al-Mutahhar a su padre el imām, que se
encontraba en San‛ā’. Un poco más tarde, al-Ba‛dānī y sus fuerzas entraron en
batalla con ejército del imām y fueron derrotados. Entonces, al-Mutahhar fue a
Ta’izz donde aún permanecía uno de los tahiríes, Ahmad b. Muhammad que ignoraba
los recientes sucesos y derrotas tahiríes. Ahmad fue asediado en la fortaleza
de Ta’izz, al-Qāhira, pero fue traicionado por sus esclavos que abrieron las
puertas a los zaydíes.
Cuando
los mamelucos de Zabīd supieron de la llegada de al-Mutahhar en Bajo Yemen
decidieron intentar tomar Ta’izz antes de su llegada. Ellos partieron pero se
enteraron de su entrada en Ta’izz y se retiraron. Su líder, al-Iskandar murió
en este año y fue sucedido pòr el amir Muhammad al-Nakhūdhah.
En 1535,
al-Mutahhar ordenó el asedio de Aden, estando ya Khanfar, Lahj y Abyan en sus
manos. Esto resultó infructuoso. En 1536, el hermano de al-Mutahhar, Šams
al-Dīn, sufrió un revés a manos de los mamelucos de Zabīd, y ‛Āmir b. Dā’wūd,
el shaykh tāhirí, pensaba que como resultado su suerte podía cambiar. Con un
considerable ejército marchó desde Aden hasta Umm Q-rīsh. Cuando al-Mutahhar
supo esto avanzó sus fuerzas y hubo una batalla en un lugar llamado Ghayl
Wazrān en el que las fuerzas de ‛Āmir fueron derrotadas y él se retiró a Aden.
La última referencia a los tāhiríes es en 1538-9 con la llegada de la gran
flota de Sulaymān Paša, cerca de la costa de Aden, en camino para luchar contra
los portugueses en el océano Índico. ‛Āmir, teniendo noticia de la llegada de
la flota, escribió inmediatamente a Sulaymān Paša, pidiendo ayuda contra los
zaydíes. Sulaymān contestó en términos amistosos y pidió permiso para que
algunos barcos entraran en el puerto de Aden. Se le concedió. ‛Āmir había
confiado la carta a un turco llamado Furhān, posiblemente uno de los turcos que
estaban en Yemen desde la época de la invasión mameluca. Sulaymān Paša, envió
luego de vuelta a Farhān con una serie de soldados con el propósito de capturar
a ‛Āmir y traerle a su barco. ‛Āmir y seis de sus hombres fueron llevados al
barco de Sulaymān y ejecutados inmediatamente. Luego, Sulaymān partió a la
India. Finalmente regresó de allí, habiendo fracasado en la batalla con los
portugueses, para conquistar Yemen.
‛Āmir
fue el último de los tahiríes, y con su muerte, la dinastía llegó a su fin.
BIBLIOGRAFÍA:
PORTER, VENETIA: The History and monuments of the Tahirid Dynasty of Yemen 858-923/1454-1517
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