1. Las Provincias Caspianas
Entre las antiguas provincias del Imperio Sasánida, las regiones costeras a lo largo de la costa meridional del Mar Caspio resistió la penetración de los árabes y el Islam más tenazmente. Protegida por la elevada coordillera montañosa de Alburz escaparon al ímpetu principal de los victoriosos ejércitos árabes cuando avanzaban hacia el este en el interior de Khurasán. Las primeras invasiones árabes solo fueron parcialmente existosas. En el año 30/650-1, bajo el Califa 'Uthmān, Sa'īd b. al-'Ās entró en Gurgān, la provincia que toca la costa suroriental del Mar Caspio, e impuso un tributo a su gobernante. Desde allí marchó al oeste para conquistar partes de Tabaristān. Esas conquistas se perdieron de nuevo durante la lucha entre 'Alī y Mu'āwiya por el Califato, y el impuesto de Gurgān fue retenido frecuentemente. Mu'āwiya poco después de ganar la posesión única del Califato en 41/661 envió a Masqala b. Hubaira para subyugar Tabaristān, pero él y su ejército fueron aniquilados en Rūyān, al oeste de Tabaristān. En los años 61-4/680-3 un intento para conquistar Tabaristān acabó en derrota de un general de Kūfan Muhammad b. al-Ash'ath al-Kindī. Gurgān no fue colocado bajo gobierno musulmán hasta 98/716-17, cuando Yazīd b. al-Muhallab derrotó a los turcos Chöl (en árabe, Sūl) de las estepas de Dihistān al norte del río Atrak, que había tomado el país de manos de su mazbān Firūz b. Qūl, y construyó la ciudad de Gurgān (cerca de la moderna Gunbad-i Qābūs) que se convirtió en la capital de la provincia musulmana. Un intento posterior de Yazīd para conquistar Tabaristān terminó en fracaso, y fue forzado a dejar el país después de concluir una tregua.
Tabaristān, la provincia más desarrollada y poblada de las provincias caspianas, en ese tiempo gobernada por una dinastía de Ispahbads conocida a partir de su ancestro Dābūya como Dābūyíes con su capital en Sārī. Portaban los títulos Gīlgīlān, Padashwārgarshāh (siendo Patashwārgar el antiguo nombre de las montañas de Tabaristān, más tarde distorsionado como Farshwādgarshāh), Ispahbad de Khurasán, se dice que había sido conferido sobre ellos por el último rey Sasánida Yazdgard III, y pretendía descender del rey sasánida Pē rō z a través de su hijo Jāmāsp. La historia primitiva de la dinastía está sumida en la oscuridad. La primera mención de un Ispahbad gobernando Tabaristān en una información fiable se refiere al año 79/698. Las monedas acuñadas en los nombre de los Ispahbads Dābūyíes solo son conocidas desde 711. Se fechan en una era post-sasánida que comienza en 651. Las declaraciones en las fuentes posteriores de que sus ancestros, antes del ascenso del Islam, gobernaban Gilān, pueden ser meramente un intento de explicar su título de Gīlgīlān. El hecho de que Tabaristān en los primeros tiempos islámicos albergara otras dinastías de Padhghōspans y Ustandārs se ha interpretado como que reflejan un intento de reconstituir la más alta jerarquía administrativa sasánida allí, quizá en la época en que Pē rō z, el hijo de Yazdgard III esperaba restaurar el Imperio Persa. El uso de esos títulos en Tabaristān como nombre y designaciones aparece, no obstante, mucho más tarde. Su adopción entre los gobernantes parece más atestiguar la supervivencia de los sentimientos nacionales persas, que también alentaban la preservación del título Ispahbad mucho tiempo después de la expulsión de los Dābūyíes por la conquista musulmana. La región del monte Damāvand en el mismo periodo fue gobernada por una dinastía que llevaba el título de Masmughān ("El Grande de los Magos") que indica una función religiosa. Otra dinastía de Masmughānes se menciona en el área de Miyāndūrūd en Tabaristān oriental.
Al-Hajjāj b. Yūsuf durante su mandato como gobernador de 'Irāq y el este renovó los esfuerzos musulmanes para dominar Tabaristān. En 78/697 un grupo de Khārijíes bajo su líder Qatarī que buscara refugio en Tabaristān fueron recibidos hospitalariamente por el Ispahbad. Cuando Qatarī demandó su conversión al Islam en los términos Khārijíes unió fuerzas con el ejército enviado por al-Hajjāj, y Qatarī fue asesinado, de acuerdo con una legendaria información, por el propio Ispahbad en un combate singular. Bajo la presión de nuevos ataques el Ispahbad acordó pagar tributo pero consiguió mantener a los musulmanes fuera del país. Cuando el ejército revolucionario 'Abbāsí alcanzó Ray en 131/748 el Ispahbad Khūrshīd fácilmente siguió la invitación de Abū Muslim de transferir su alianza y pagar tributo al nuevo poder. El Masmughān de Damāvand rechazó una petición similar y repelió las tropas 'Abbāsíes enviadas contra él.
Después de la ejecución de Abū Muslim por el Califa al-Mansūr el Ispahbad Khūrshīd apoyó al zoroastriano Sunbādh que se rebeló en 137/754-5 reclamando venganza por Abū Muslim y le ofreció refugio tras su derrota por las tropas califales. Sunbādh fue muerto, no obstante, por un pariente del Ispahbad al que había rechazado mostrar respeto. Al-Mansūr intentó expulsar a Khūrshīd al nombrar y coronar a un primo suyo como Ispahbad. Como este expediente fracasó en su propósito de agitar la posición de Khūrshīd, se alcanzó un acuerdo bajo el que Khūrshīd prometía pagar un fuerte tributo. Pero en 141/759 al-Mansūr declaró la guerra contra el Ispahbad. En dos años Tabaristān fue conquistado mediante la acción concertada de los generales Abu'l-Khasīb, Khāzim b. Khuzaima, Abū 'Aun b. 'Abd Allāh, Rauh b. Hātim, y 'Umar b. al-'Alā'. El citado en último lugar también tomó Rūyān e incluso más al oeste, Kalār y Chālūs que se convirtieron en ciudades musulmanas fronterizas hacia el país de Dailamān. El Ispahbad huyó a Dailamān y reunió un ejército de Dailamitas y Gīlitas amenazando un contraataque. Pero cuando sus esposas e hijos fueron capturados por los musulmanes desesperó y se envenenó en 144/761. Damāvand también fue conquistado por los musulmanes, probablemente unos pocos años más tarde.
Desde entonces Tabaristān fue gobernado por gobernadores musulmanes que residían en Āmul. Su primera tarea fue asegurar la dominación musulmana sobre los territorios recientemente dominados. Aunque la nobleza fue generalmente dejada indemne, algunos líderes zoroastrianos prominentes fueron muertos durante los primeros años de la ocupación. El tercer gobernador, Abu'l-'Abbās al-Tūsī, c.146/763 estableció guarniciones (masālih) que en fuerza van entre doscientos y mil árabes y persas, principalmente de Khurasán, fieles (abnā') a la causa 'abbāsí en más de cuarenta ciudades y lugares estratégicos desde Tamīsha en el este hasta Kalār y Chālūs en el oeste. Las montañas de Tabaristān, no obstante, siguieron eludiendo el control de los conquistadores. Fueron gobernadas por miembros de dos familias que reclamaban, como los Dābūyíes, ilustre descendencia en el pasado sasánida. La sierra montañosa oriental, más tarde conocida como las montañas Sharvín, era el domino de Sharvín de la casa de Bāvand. Se decía que su ancestro Bāv era un nieto de Kā'ūs, hijo del rey sasánida Kavādh, y que había venido a Tabaristān en tiempos de la huida de Yazdgard III ante los conquistadores árabes. Bāv es, por otra parte, el nombre de un magus, y se ha sugerido que la familia era descendiente de un prominente sacerdote zoroastriano de Ray en el cambio del siglo VI. La sede de los Bāvandíes estaba en Firīm en el monte Shahriyārkūh. La cadena montañosa central era gobernada por la casa de Qārinvand que residía cerca de Damāvand y en Lafūr. Un hermano menor de Vindādhhurmuzd, Vindāspagān, mantuvo un domino sobre las montañas occidentales y residía en Muzn en la frontera de Dailamān. Supuestamente los Qārinvand eran descendientes de Sōkhrā, primer ministro de Kavādh, a cuyo hijo Kāren se le concedió partes de Tabaristān por Anūshirvān. Quizá más fiable es un relato diferente que afirma que habían sido instalados en sus dominios por los Dābūyíes un siglo antes. Vindādhhurmuzd y sus sucesores se consideraron herederos de los Dābūyíes y asumieron sus títulos Gīlgīlān e Ispahbads de Khurāsān. En este periodo se los Bāvandíes eran tratados como reyes de Tukhāristān y probablemente también reclamaban el título de Ispahbad.
Khālid b. Barmak durante su gobernorato en Tabaristān (c.151-5/768-772) intentó expandir la influencia musulmana en las tierras altas al establecer relaciones amistosas con Vindādhhurmuzd y construir ciudades allí. Fueron destruidas después de la partida de Khālid por el Bāvandí Sharvīn. En 164/781, en una ápoca de inquietud en Khurāsān, el Califa al-Mahdī envió mensajeros a los príncipes gobernandes del este, entre ellos "el rey de Tabaristān el Ispahbad" (Vindādhhurmuzd) y "el rey de Tukhāristān Sharvīn", y recibió promesas su lealtad. Sin embargo, dos años más tarde, Vindādhhurmuzd, aliado con Sharvīn y el Masmughān de Miyāndūrūd dirigió una peligrosa rebelión antimusulmana. Las crónicas locales informan, sin duda exagerando, que todos los musulmanes por todo Tabaristān fueron masacrados en un solo día. Las masacres supuestamente estarían confinadas a las tierras altas y aquellas partes de las tierras bajas que los rebeldes eran capaces de controlar. Vencieron a los primeros ejércitos musulmanes enviados contra ellos y mataron a sus líderes. El levantamiento fue lo suficientemente serio como para que el Califa enviara en 167/783-4 a su hijo Mūsā con un "enorme ejército e impedimenta tal como nadie hubiera equipado anteriormente", a Gurgān para dirigir la guerra contra Vindādhhurmuzd y Sharvīn, los dos señores de Tabaristān". En el siguiente año al-Mahdī envió otro ejército de 40.000 hombres bajo Sa'īd al-Harashi a la provincia rebelde. Finalmente, Vindādhhurmuzd fue derrotado y herido y se entregó a Mūsā en Gurgan con la promesa de un perdón. Mūsā, tras su ascenso al Califato en 169/785 le llevó a Bagdad, pero pronto le permitió tegresar a sus dominios.
Las relaciones con los gobernadores permanecieron entonces amistosas durante un tiempo. Jarīr b. Yazīd, gobernador desde 170/786 hasta 172/788, vendió a Vindādhhurmuz extensas propiedades de tierra domanial fuera de Sārī. En los últimos años de Hārūn al-Rashīd, no obstante, ocurrieron nuevos problemas. Los dos reyes de las montañas en alianza controlaron estrictamente el acceso a sus territorios y no permitieron que ningún musulmán fuera enterrado allí. Los hombres del Bāvandí Sharvīn asesinaron a un sobrino del gobernador Khalīfa b. Sa'īd al que este último había nombrado su delegado. En 189/805 Vindāspagān, hermano de Vindādhhurmuz, mató a un recaudador de impuestos musulmán enviados a inspeccionar sus villas. El Califa, que llegó a Ray para tratar asuntos con un gobernador de Khurāsān de dudosa lealtad, envió a los dos príncipes de Tabaristán ordenándoles aparecer ante él. Ambos reyes se apresuraron a garantizar a Hārūn su sumisión, prometiendo el pago del impuesto sonbre la tierra, y Vindādhhurmuz se presentó al Califa quien le confirmó como Ispahbad. A petición suya Hārūn reemplazó al gobernador de Tabaristān , pero dió al nuevo gobernador instrucciones para restrigir la autoridad de los príncipes a las tierras altas. Como rehenes por su lealtad tomó a Qārin, hijo de Vindādhhurmuz , y a Shariyār, hijo de Sharvīn, en Bagdad. Fueron devueltos a sus padres cuatro años después cuando Hārūn pasó a Ray en su camino a Khurāsān.
El nieto de Vindādhhurmuzd, Māzyār b. Qārin, fue privado de su reino por el Bāvandí Shariyār b. Sharvīn y su propio tío Vinda-Umīd b. Vindāspagān. Llegó a la corte del Califa al-Ma'mūn y aceptó el islam recibiendo el nombre musulmán de Abu'l-Hasan Muhammad y se ganó la confianza del Califa. En 207/822-3 retornó con el gobernador Mūsā b. Hafs, nieto de 'Umar b. al-'Alā', a Tabaristān donde al-Ma'mūn le había concedido el gobierno de dos ciudades. Primero mató a su tío y en 210/825-6 conquistó, de acuerdo con Mūsā, los territorios del Bāvandí Shāpūr, sucesor de su padre Shariyār, y le condenó a muerte. Habiendose convertido en el único gobernante de las tierras altas adoptó los títulos tradicionales de los Ispahbads de Tabaristān, construyó mezquitas en Firīm y otras ciudades, y llevó a cabo incursiones provechosas de los cuales él estableció a unos 10.000 en el área fronteriza de Muzn. Su influencia también se expandió en las tierras bajas a expensas del gobernador Mūsā y, después de la muerte de este último en 211/826/7, de su hijo Muhammad. Su régimen pronto encontró la oposición de un sector de la aristocracia nativa y por parte de los descendientes de los abnā', que vió amenazada su posición como elemento gobernante. Como sus intentos de desacreditar a Māzyār con al-Ma'mūn fracasaron, estalló una insurrección contra Māzyār en Āmul en la que el gobernador Muhammad b. Mūsā fue expulsado. Māzyār tomó la ciudad tras un asedió de ocho meses, ejecutó a algunos de los líderes y encarceló a otros, entre ellos a Muhammad. Al-Ma'mūn otorgó a Māzyār el gobierno de todo Tabaristān, y al-Mu'tasim, que le sucedió en el Califato le confirmó al principio.Sin embargo, Māzyār pronto se vió envuelto en una disputa con 'Abd Allāh b. Tāhir que como virrey del Este reclamaba la supremacía sobre Tabaristān. Māzyār rehusó transmitir los ingresos de Tabaristān al Tāhirí, en su lugar sometiéndolos a un representante del Califa, y rechazó al intercesión de 'Abd Allāh para la liberacion de Muhammad b. Mūsā. A su vez 'Abd Allāh denigró a Māzyār ante el Califa y fomentó la oposición interna a él. Como los descendientes de los abnā' le acusaron de apostasía y trabajaron para su derrocamiento, sus medidas contra ellos se convirtieron cada vez más represivas. Tomó rehenes para prevenir su abandono del país y abolió sus privilegios fiscales que ya no se justificaban puesto que ellos ya no eran obligados a lcuhar contra los infieles Dailamíes y montañeses. Finalmente envió a los habitantes de Āmul y Sārī a los campos de prisioneros y estimuló a los campesinos nativos para rebelarse contra sus señores de la tierra. El Califa ordenó a 'Abd Allāh b. Tāhir a iniciar acciones contra ellos. Traicionado por su hermano Qūhyār, Māzyār en 224/839 fue capturado por el ejercito Tahirí y enviado a Samarra donde fue azotado hasta la muerte al año siguiente.
Las fuentes, invariablemente hostiles a Māzyār y los pro-Tāhiríes repiten las acusaciones contra él de que volvió al Zoroastrismo y conspiró con el Khurramī Bābak contra el Islam. Esos cargos no parecen tener inguna base sólida de hecho, aunque es evidente que Māzyār en su lucha con los descendientes de los abnā' vino a depender cada vez más en partidarios nativos, a menudo zoroastrianos. Ni hay clara evidencia de que Māzyār intentara rebelarse contra el Califa. Si fue alentado en su resistencia a 'Abd Allāh b. Tāhir por el rival de este último al-Afshīn, se convirtió en víctima de la lucha por el poder entre esos dos hombres. Sin embargo, esta acusación en sí misma, parece en algunas fuentes un cargo inventado de los Tahiríes para probar la traición de su rival.
Tabaristān cayó ahora bajo el gobierno Tāhirí durante dos décadas. Qūhyār, a quien los vencedores habían prometido la posesion del reino de Vindādhhurmuzd, fue asesinado por el guardia esclavo de su hermano, y generalmente se ha supuesto que la dinastía Qārinvand llegó a su fin en este momento. Esta suposición probablemente es errónea. En los sucesos del año 250/864 se menciona a un Ispahbad de Lafūr, Bādūspān b. Gurdzād. Se hace referencia a él y sus descendientes, en ocasiones, a través de tres generaciones hsta 318/930 como gobernantes de Lafūr, Vinda-Umīdkūh y Vindadhhurmuzkūh. Uno de ellos es designado en una fuente contemporánea como Qāriní ("Ibn Qārin"). Después de 318/930 la dinastía aparentemente declinó en importancia y no es mencionada durante casi un siglo. Pero hacia el fin del siglo V/XI Ibn Isfandiyār mencionan de nuevo a los amīrs de Lafūr y expresamente les llama Qārinvand. Es evidente, así, que Bādūspān b. Gurdzād también debe ser un Qārin, aunque su relación exacta con Māzyār se desconoce.
El Bavandí Qārin b. Shahriyār, que también había ayudado a la conquista Tāhirí, en recompensa por sus servicios fue restaurado en el gobierno delas montañas Sharvín. En 227/842 aceptó el Islam. La islamización de la población nativa en Tabaristān evolucionó rapidamente ahora. La mayoría adoptó el Islam sunní leal al régimen 'abbāsí , especialmente de las escuelas Hanafī y Shāfi'ī. Pero también el Shī'ismo antagonista se expandió pronto. El Imāmismo encontró partidarios especialmente en Āmul y el este de Tabaristān en Astarābād y Gurgān. En Rūyān y Kalār Zaidī el Shī'ismo fue propagado por los seguidores del 'Alí al-Qāsim b. Ibrāhim al-Rassi (muerto en246/860). Uno de los principales transmisores de las enseñanzas de al-Qāsim fue Ja'far b. Muhammad al-Nairūsī, un nativo de Nairūs en Rūyān. Desde Rūyān con sus estrechas conexiones con los Dailamitas -Rūyān había pertenecido anteriormente, en efecto, a Dailaman- el Zaidismo comenzó a extenderse hacia el oete a los Dailamitas y Gīlitas viviendo fuera del territorio del Islam.
Cronología y Genealogía de las dinastías Dabuyí y Qariní
2. El gobierno 'Alí en Tabaristān
Fue en Rūyān, Kalār y Chālūs donde la insatisfacción creciente con algunos oficiales Tāhiríes estallaron en una rebelión abierta en 250/864. Los líderes locales pactaron una alianza con los Dailamitas e invitaron al Hasaní desde Ray, al-Hasan b. Zaid, a convertirse en su jefe. Al-Hasan, que adoptó el nombre de reinado de al-Dā'ī ila'l-haqq, se convirtió en el fundador del reino zaydí del Caspio. En el año siguiente fue obligado por contraofensiva del Tāhirí Sulaymān b. 'Abd Allāh a buscar refugio en el país de Dailamān, pero antes del fin del año estaba sin incidentes en posesion de todo Tabaristān. Desde 253/867 en adelante generalmente también mantuvo su dominio sobre Gurgān. Otros 'Alíes con su apoyo ganaron temporalmente el control sobre Ray (250-1/864-5, 253/867, 256/870, 258/872), Zanjān, Qazvīn (251/4/865-8) y Qūmis (259-66/873-79). En dos ocasiones al-Hasan fue de nuevo obligado a huir a Dailamān. En 255/869 el general 'abbāsí Muflih y en 260/874 Ya'qūb al-Saffār invadieron Tabaristān y Rūyān, pero ambos se retiraron en corto plazo.
Cuando al-Hasan murió en Āmul en 270/884, su hermano Muhammad, al que había nombrado sucesor, estaba en Gurgān. En Tabaristān, el cuñado de al-Hasan, el 'Alí Abu'l-Husayn Ahmad b. Muhammad, usurpó el gobierno durante diez meses hasta que fue expulsado por Muhammad. Este último, que asumió el mismo nombre de reinado que su hermano, ganó popularidad con los Shī'íes en todas parte por restaurar los santuarios de 'Alī y al-Husayn destruidos por el Califa al-Mutawakkil y por enviar generosos regalos a los 'Alíes fuera de sus dominios. En 277/9/891-3 Rafi' b. Harthama, entonces en el control de Khurasān, conquistó Tabaristān y penetró profundamente en las regiones de Dailamān y Gīlān donde el 'Alí había buscado refugio. Cuando el Califa al-Mu'tadid en 279/892 otorgó el gobernorato de Khurasān a su rival, el Saffārí 'Amr, Rafi' hizo la paz con Muhammad b. Zayd restaurándole en Tabaristān y prometiendole alianza. En 283/896 ocupó Nishāpūr durante un corto tiempo e introdujo el nombre de los 'Alíes en la khutba allí, pero 'Amr pronto le expulsó. En 287/900 Muhammad se dispuso a conquistar Khurasān. Fue derrotado y muerto por el ejército samaní bajo Muhammad b. Harūn al-Sarakhsī en Gurgān. Su hijo y presunto heredero Zayd fue llevado a Bukhārā, y al-Sarakhsī tomó posesión de Tabaristān.
El reinado de los dos 'alíes fue apoyado incondicionalmente en Rūyān y Kalār. En Tabaristān y Gurgān el entusiasmo inicial por el nuevo régimen pronto dió paso bien a un apoyo voluble, bien a una oposición latente. La dependencia del régimen en los rudos e indisciplinados soldados Dailamíes dio origen a quejas en las ciudades. La adopción oficial de la doctrina Shī’ī y la teología Mutazi’lī provocaron la resistencia entre los ‘ulamā’ sunníes, a los que los gobernantes no dudaban en oponerse con severas medidas de represión. El Qāriní Bāduspān apoyaba lealmente a al-Hasan b. Zayd, pero su hijo Shahriyār se opuso más tarde a Muhammad. El Bāvandí Qārin y su nieto y sucesor Rustam eran tradicionalmente hostiles y no perdieron ninguna oportunidad de fomentar los problemas y aliándose con los enemigos extranjeros del régimen. Finalmente Rustam en 282/895 fue encarcelado y torturado hasta la muerte por Rāfi’ b. Harthama, que en ese tiempo apoyaba a Muhammad b. Zayd, y el reinado Bāvandí decayó temporalmente.
Khālid b. Barmak durante su gobernorato en Tabaristān (c.151-5/768-772) intentó expandir la influencia musulmana en las tierras altas al establecer relaciones amistosas con Vindādhhurmuzd y construir ciudades allí. Fueron destruidas después de la partida de Khālid por el Bāvandí Sharvīn. En 164/781, en una ápoca de inquietud en Khurāsān, el Califa al-Mahdī envió mensajeros a los príncipes gobernandes del este, entre ellos "el rey de Tabaristān el Ispahbad" (Vindādhhurmuzd) y "el rey de Tukhāristān Sharvīn", y recibió promesas su lealtad. Sin embargo, dos años más tarde, Vindādhhurmuzd, aliado con Sharvīn y el Masmughān de Miyāndūrūd dirigió una peligrosa rebelión antimusulmana. Las crónicas locales informan, sin duda exagerando, que todos los musulmanes por todo Tabaristān fueron masacrados en un solo día. Las masacres supuestamente estarían confinadas a las tierras altas y aquellas partes de las tierras bajas que los rebeldes eran capaces de controlar. Vencieron a los primeros ejércitos musulmanes enviados contra ellos y mataron a sus líderes. El levantamiento fue lo suficientemente serio como para que el Califa enviara en 167/783-4 a su hijo Mūsā con un "enorme ejército e impedimenta tal como nadie hubiera equipado anteriormente", a Gurgān para dirigir la guerra contra Vindādhhurmuzd y Sharvīn, los dos señores de Tabaristān". En el siguiente año al-Mahdī envió otro ejército de 40.000 hombres bajo Sa'īd al-Harashi a la provincia rebelde. Finalmente, Vindādhhurmuzd fue derrotado y herido y se entregó a Mūsā en Gurgan con la promesa de un perdón. Mūsā, tras su ascenso al Califato en 169/785 le llevó a Bagdad, pero pronto le permitió tegresar a sus dominios.
Las relaciones con los gobernadores permanecieron entonces amistosas durante un tiempo. Jarīr b. Yazīd, gobernador desde 170/786 hasta 172/788, vendió a Vindādhhurmuz extensas propiedades de tierra domanial fuera de Sārī. En los últimos años de Hārūn al-Rashīd, no obstante, ocurrieron nuevos problemas. Los dos reyes de las montañas en alianza controlaron estrictamente el acceso a sus territorios y no permitieron que ningún musulmán fuera enterrado allí. Los hombres del Bāvandí Sharvīn asesinaron a un sobrino del gobernador Khalīfa b. Sa'īd al que este último había nombrado su delegado. En 189/805 Vindāspagān, hermano de Vindādhhurmuz, mató a un recaudador de impuestos musulmán enviados a inspeccionar sus villas. El Califa, que llegó a Ray para tratar asuntos con un gobernador de Khurāsān de dudosa lealtad, envió a los dos príncipes de Tabaristán ordenándoles aparecer ante él. Ambos reyes se apresuraron a garantizar a Hārūn su sumisión, prometiendo el pago del impuesto sonbre la tierra, y Vindādhhurmuz se presentó al Califa quien le confirmó como Ispahbad. A petición suya Hārūn reemplazó al gobernador de Tabaristān , pero dió al nuevo gobernador instrucciones para restrigir la autoridad de los príncipes a las tierras altas. Como rehenes por su lealtad tomó a Qārin, hijo de Vindādhhurmuz , y a Shariyār, hijo de Sharvīn, en Bagdad. Fueron devueltos a sus padres cuatro años después cuando Hārūn pasó a Ray en su camino a Khurāsān.
El nieto de Vindādhhurmuzd, Māzyār b. Qārin, fue privado de su reino por el Bāvandí Shariyār b. Sharvīn y su propio tío Vinda-Umīd b. Vindāspagān. Llegó a la corte del Califa al-Ma'mūn y aceptó el islam recibiendo el nombre musulmán de Abu'l-Hasan Muhammad y se ganó la confianza del Califa. En 207/822-3 retornó con el gobernador Mūsā b. Hafs, nieto de 'Umar b. al-'Alā', a Tabaristān donde al-Ma'mūn le había concedido el gobierno de dos ciudades. Primero mató a su tío y en 210/825-6 conquistó, de acuerdo con Mūsā, los territorios del Bāvandí Shāpūr, sucesor de su padre Shariyār, y le condenó a muerte. Habiendose convertido en el único gobernante de las tierras altas adoptó los títulos tradicionales de los Ispahbads de Tabaristān, construyó mezquitas en Firīm y otras ciudades, y llevó a cabo incursiones provechosas de los cuales él estableció a unos 10.000 en el área fronteriza de Muzn. Su influencia también se expandió en las tierras bajas a expensas del gobernador Mūsā y, después de la muerte de este último en 211/826/7, de su hijo Muhammad. Su régimen pronto encontró la oposición de un sector de la aristocracia nativa y por parte de los descendientes de los abnā', que vió amenazada su posición como elemento gobernante. Como sus intentos de desacreditar a Māzyār con al-Ma'mūn fracasaron, estalló una insurrección contra Māzyār en Āmul en la que el gobernador Muhammad b. Mūsā fue expulsado. Māzyār tomó la ciudad tras un asedió de ocho meses, ejecutó a algunos de los líderes y encarceló a otros, entre ellos a Muhammad. Al-Ma'mūn otorgó a Māzyār el gobierno de todo Tabaristān, y al-Mu'tasim, que le sucedió en el Califato le confirmó al principio.Sin embargo, Māzyār pronto se vió envuelto en una disputa con 'Abd Allāh b. Tāhir que como virrey del Este reclamaba la supremacía sobre Tabaristān. Māzyār rehusó transmitir los ingresos de Tabaristān al Tāhirí, en su lugar sometiéndolos a un representante del Califa, y rechazó al intercesión de 'Abd Allāh para la liberacion de Muhammad b. Mūsā. A su vez 'Abd Allāh denigró a Māzyār ante el Califa y fomentó la oposición interna a él. Como los descendientes de los abnā' le acusaron de apostasía y trabajaron para su derrocamiento, sus medidas contra ellos se convirtieron cada vez más represivas. Tomó rehenes para prevenir su abandono del país y abolió sus privilegios fiscales que ya no se justificaban puesto que ellos ya no eran obligados a lcuhar contra los infieles Dailamíes y montañeses. Finalmente envió a los habitantes de Āmul y Sārī a los campos de prisioneros y estimuló a los campesinos nativos para rebelarse contra sus señores de la tierra. El Califa ordenó a 'Abd Allāh b. Tāhir a iniciar acciones contra ellos. Traicionado por su hermano Qūhyār, Māzyār en 224/839 fue capturado por el ejercito Tahirí y enviado a Samarra donde fue azotado hasta la muerte al año siguiente.
Las fuentes, invariablemente hostiles a Māzyār y los pro-Tāhiríes repiten las acusaciones contra él de que volvió al Zoroastrismo y conspiró con el Khurramī Bābak contra el Islam. Esos cargos no parecen tener inguna base sólida de hecho, aunque es evidente que Māzyār en su lucha con los descendientes de los abnā' vino a depender cada vez más en partidarios nativos, a menudo zoroastrianos. Ni hay clara evidencia de que Māzyār intentara rebelarse contra el Califa. Si fue alentado en su resistencia a 'Abd Allāh b. Tāhir por el rival de este último al-Afshīn, se convirtió en víctima de la lucha por el poder entre esos dos hombres. Sin embargo, esta acusación en sí misma, parece en algunas fuentes un cargo inventado de los Tahiríes para probar la traición de su rival.
Tabaristān cayó ahora bajo el gobierno Tāhirí durante dos décadas. Qūhyār, a quien los vencedores habían prometido la posesion del reino de Vindādhhurmuzd, fue asesinado por el guardia esclavo de su hermano, y generalmente se ha supuesto que la dinastía Qārinvand llegó a su fin en este momento. Esta suposición probablemente es errónea. En los sucesos del año 250/864 se menciona a un Ispahbad de Lafūr, Bādūspān b. Gurdzād. Se hace referencia a él y sus descendientes, en ocasiones, a través de tres generaciones hsta 318/930 como gobernantes de Lafūr, Vinda-Umīdkūh y Vindadhhurmuzkūh. Uno de ellos es designado en una fuente contemporánea como Qāriní ("Ibn Qārin"). Después de 318/930 la dinastía aparentemente declinó en importancia y no es mencionada durante casi un siglo. Pero hacia el fin del siglo V/XI Ibn Isfandiyār mencionan de nuevo a los amīrs de Lafūr y expresamente les llama Qārinvand. Es evidente, así, que Bādūspān b. Gurdzād también debe ser un Qārin, aunque su relación exacta con Māzyār se desconoce.
El Bavandí Qārin b. Shahriyār, que también había ayudado a la conquista Tāhirí, en recompensa por sus servicios fue restaurado en el gobierno delas montañas Sharvín. En 227/842 aceptó el Islam. La islamización de la población nativa en Tabaristān evolucionó rapidamente ahora. La mayoría adoptó el Islam sunní leal al régimen 'abbāsí , especialmente de las escuelas Hanafī y Shāfi'ī. Pero también el Shī'ismo antagonista se expandió pronto. El Imāmismo encontró partidarios especialmente en Āmul y el este de Tabaristān en Astarābād y Gurgān. En Rūyān y Kalār Zaidī el Shī'ismo fue propagado por los seguidores del 'Alí al-Qāsim b. Ibrāhim al-Rassi (muerto en246/860). Uno de los principales transmisores de las enseñanzas de al-Qāsim fue Ja'far b. Muhammad al-Nairūsī, un nativo de Nairūs en Rūyān. Desde Rūyān con sus estrechas conexiones con los Dailamitas -Rūyān había pertenecido anteriormente, en efecto, a Dailaman- el Zaidismo comenzó a extenderse hacia el oete a los Dailamitas y Gīlitas viviendo fuera del territorio del Islam.
Cronología y Genealogía de las dinastías Dabuyí y Qariní
2. El gobierno 'Alí en Tabaristān
Fue en Rūyān, Kalār y Chālūs donde la insatisfacción creciente con algunos oficiales Tāhiríes estallaron en una rebelión abierta en 250/864. Los líderes locales pactaron una alianza con los Dailamitas e invitaron al Hasaní desde Ray, al-Hasan b. Zaid, a convertirse en su jefe. Al-Hasan, que adoptó el nombre de reinado de al-Dā'ī ila'l-haqq, se convirtió en el fundador del reino zaydí del Caspio. En el año siguiente fue obligado por contraofensiva del Tāhirí Sulaymān b. 'Abd Allāh a buscar refugio en el país de Dailamān, pero antes del fin del año estaba sin incidentes en posesion de todo Tabaristān. Desde 253/867 en adelante generalmente también mantuvo su dominio sobre Gurgān. Otros 'Alíes con su apoyo ganaron temporalmente el control sobre Ray (250-1/864-5, 253/867, 256/870, 258/872), Zanjān, Qazvīn (251/4/865-8) y Qūmis (259-66/873-79). En dos ocasiones al-Hasan fue de nuevo obligado a huir a Dailamān. En 255/869 el general 'abbāsí Muflih y en 260/874 Ya'qūb al-Saffār invadieron Tabaristān y Rūyān, pero ambos se retiraron en corto plazo.
Cuando al-Hasan murió en Āmul en 270/884, su hermano Muhammad, al que había nombrado sucesor, estaba en Gurgān. En Tabaristān, el cuñado de al-Hasan, el 'Alí Abu'l-Husayn Ahmad b. Muhammad, usurpó el gobierno durante diez meses hasta que fue expulsado por Muhammad. Este último, que asumió el mismo nombre de reinado que su hermano, ganó popularidad con los Shī'íes en todas parte por restaurar los santuarios de 'Alī y al-Husayn destruidos por el Califa al-Mutawakkil y por enviar generosos regalos a los 'Alíes fuera de sus dominios. En 277/9/891-3 Rafi' b. Harthama, entonces en el control de Khurasān, conquistó Tabaristān y penetró profundamente en las regiones de Dailamān y Gīlān donde el 'Alí había buscado refugio. Cuando el Califa al-Mu'tadid en 279/892 otorgó el gobernorato de Khurasān a su rival, el Saffārí 'Amr, Rafi' hizo la paz con Muhammad b. Zayd restaurándole en Tabaristān y prometiendole alianza. En 283/896 ocupó Nishāpūr durante un corto tiempo e introdujo el nombre de los 'Alíes en la khutba allí, pero 'Amr pronto le expulsó. En 287/900 Muhammad se dispuso a conquistar Khurasān. Fue derrotado y muerto por el ejército samaní bajo Muhammad b. Harūn al-Sarakhsī en Gurgān. Su hijo y presunto heredero Zayd fue llevado a Bukhārā, y al-Sarakhsī tomó posesión de Tabaristān.
El reinado de los dos 'alíes fue apoyado incondicionalmente en Rūyān y Kalār. En Tabaristān y Gurgān el entusiasmo inicial por el nuevo régimen pronto dió paso bien a un apoyo voluble, bien a una oposición latente. La dependencia del régimen en los rudos e indisciplinados soldados Dailamíes dio origen a quejas en las ciudades. La adopción oficial de la doctrina Shī’ī y la teología Mutazi’lī provocaron la resistencia entre los ‘ulamā’ sunníes, a los que los gobernantes no dudaban en oponerse con severas medidas de represión. El Qāriní Bāduspān apoyaba lealmente a al-Hasan b. Zayd, pero su hijo Shahriyār se opuso más tarde a Muhammad. El Bāvandí Qārin y su nieto y sucesor Rustam eran tradicionalmente hostiles y no perdieron ninguna oportunidad de fomentar los problemas y aliándose con los enemigos extranjeros del régimen. Finalmente Rustam en 282/895 fue encarcelado y torturado hasta la muerte por Rāfi’ b. Harthama, que en ese tiempo apoyaba a Muhammad b. Zayd, y el reinado Bāvandí decayó temporalmente.
Los Dailamíes demostraron ser los más valiosos, si
no siempre aliados fiables, de los dos gobernantes ‘Alíes. Salvaron su reinado
varias veces al darles refugio y ayudándoles a recuperar su reino perdido. Los
territorios Dailamíes en este periodo se extendían desde el río Chālus hacia el
oeste a lo largo de la costa aproximadamente hasta el Gāvarūd y en las tierras
altas hasta el valle del Safīdrūd en su curso medio. A lo largo de las
pendientes de los Alburz, los Dailamíes ocuparon el cauce del Shāhrūd,
separados de las llanuras de Qazvīn por una cadena de colinas. Las tierras
bajas alrededor del delta del Safīdrūd estaban ocupadas por los Gilitas. Los
Dailamitas y los Gīlíes hablaban dialectos que se diferenciaban lo suficiente
del lenguaje de la mayoría de los persas como para ser incomprensible para
ellos. Estaban divididos en tribus, y la autoridad política era ejercida por
los jefes tribales sobre una base hereditaria. Una dinastía de “reyes de los Dailamíes”
conocida como los Justāníes, era reconocida, aunque no está claro cuán lejos se
exendía su autoridad fuera de su propia tribu. Su sede estaba en Rūdbār, en un
valle lateral del Shāhrūd, cuando en 246/860-1 se dice que uno de ellos había
construido la fortaleza de Alamut. Los Justāníes, cuyos orígenes se desconocen,
son mencionados por primera vez en las fuentes en c.176/792 cuando uno de ellos
dio refugio al refugiado ‘Alí Yahyā b. ‘Abd Allāh. Hārūn al-Rashīd durante su
visita a Ray en 189/805 recibió a Marzubān b. Justān, señor de los Dailamíes, y
le despidió con regalos. En la época de la llegada de al-Hasan b. Zayd a Kalār,
el Justāní Vahsūdān b. Marzubān primero le prometió alianza, pero pronto le
retiró su apoyo y murió en 251/865. Su sucesor Khūrshīd era hostil, pero los
‘Alíes eran capaces de neutralizar su influencia entre los Dailamíes y pronto
fue reemplazado por Justān b. Vahsūdān que prestó importantes servicios a
al-Hasan y a Muhammad. Los Gīlíes, de acuerdo a una única fuente que pueden no
ser totalmente fiable, reconocían a reyes de los suyos que pertenecían al clan
real Shāhānshāvand y residían en la región de Dākhil al norte de Lāhījān. El
primer rey de los Gīlíes que se menciona, Tirdādh, padre de Harūsindan, debe
haber sido contemporáneo de los hermanos ‘Alíes, aunque los Gīlíes
permanecieron generalmente alejados del apoyo de su causa.
El Imamato Zaydí de los ss. IX y X en Tabaristán |
Mientras Tabaristān caía bajo el poder del sāmāní
Ismā’īl que restauró el sunnismo y otorgó generosas compensaciones a muchas
víctimas del régimen zaydí, la causa zaydí fue promovida entre los Dailamíes
por un ‘Alí que pertenecía al séquito de los dos Dā’ī’s. El husayní al-Hasan b.
‘Alī al-Utrūsh después de la muerte de Muhammad b. Zayd huyó a Ray desde donde
pronto aceptó una invitación de Justān b. Marzubān que le prometía apoyo para
vengar al Dā’ī y recobrar Tabaristān. Dos campañas que asumieron conjuntamente
en 289/902 y 290/903 terminaron en fracaso.
Más tarde, al-Utrūsh dejó a Justān para convocar a los Dailamíes al
norte del Alburz y los Gīlíes al Islam tomando su residencia a su vez en
Gīlākjān, en el valle del Pulīrūd entre los Dailamíes, y en Hausam (actual
Rūdisar) entre los Gīlíes. Al-Utrūsh convirtió a la mayoría de los Dailamíes
“del interior” y a los Gīlíes al este del Safīdrūd que le aceptaron como su
imām con el nombre de reinado al-Nāsir li’l-haqq. La doctrina legal y ritual
zaydí que él tocaba divergía de algún modo de la doctrina de al-Qāsim b.
Ibrāhim a la que los zaydíes se convirtieron anteriormente en Rūyān y siguieron
en Dailamān. Esas divergencias provocaron más tarde un fanático antagonismo entre
los Nāsiriyya, seguidores de la doctrina de al-Utrūsh, y los Qāsimiyya,
seguidores de la doctrina de al-Qāsim. El conflicto tuvo implicaciones más
amplias, ya que un nieto de al-Qāsim, Yahyā al-Hādī ila’l-haqq en 284/897 logró
fundar un estado zaydí en el Yemen. Él y sus sucesores patrocinaron y
desarrollaron la doctrina de al-Qāsim. Los Qāsimiyya del Caspio fueron tentados
así de buscar la guía y el liderato de los imāms Zaydíes del Yemen. De hecho un
contingente sustancial de Tabarīs, la mayoría probablemente de Rūyān, prestaron
ayuda militar efectiva a al-Hādī.
Los Gīlíes al oeste del Safīdrūd, la parte más
extensa de Gīlān, probablemente por la misma época se convirtieron al Islam
sunní por un estudioso hanbalí de Āmul, Abū Ja’far al-Thūmī. Ustādh Abū Ja’far,
como fue conocido más tarde, fue enterrado en Rasht. Su santuario, localizado
en el distrito de Ustādsarā, se convirtió en lugar de peregrinación se mantuvo
como el santuario principal de Rasht hasta principios del siglo XX, aunque una
inscripción del año 1009/1600-1 le identificaba como sobrino del Profeta y
hermano de leche de al-Husayn b. ‘Alī. Esta región de Gīlān produjo una serie
de distinguidos eruditos hanbalíes durante los siglos siguientes.
La demanda de al-Utrūsh a la lealtad entre los
Dailamíes chocó con los intereses de Justān b. Vahsūdān quien se resintió de su
pérdida de autoridad e intentó impedir que al-Utrūsh aumentara los impuestos.
En el conflicto consiguiente los ‘Alíes ganaron ventaja, y Justān fue obligado
a jurarle alianza. En 301/914 al-Utrūsh parte a una campaña en Tabaristān. Esta
vez el ejército samaní bajo Abu’l-‘Abbās Su’lūk sufrió una aplastante derrota
en Būrdidah sobre el río Būrrūd al oeste de Chālūs, y al-Utrūsh ocupó Āmul. Al
año siguiente un contraataque samaní le obligó una vez más a retirarse a
Chālūs, pero después de cuarenta días, expulsó al enemigo y puso todo
Tabaristān y temporalmente Gūrgān bajo su dominio. El Bāvandí Sharvīn b. Rustam
y el Qāriní Shahriyār b. Bādūspān que al principio se opusieron a él, fueron
forzados a someterse. El historiador sunní contemporáneo Tabarī, él mismo
nativo de Āmul, paga tributo a este soberano ‘Alí afirmando que “el pueblo no
había visto nada como la justicia de al-Utrūsh, su buena conducta, y su
cumplimiento del derecho”. Al-Utrūsh murió en 304/917. Los Nāsiríes Dailamíes y
los Gīlíes durante siglos más tarde hicieron la peregrinación a su santuario en
Āmul y conservaron un afecto por sus descendientes, a cada de los cuales se le
concedió el sobrenombre honorífico al-Nāsir.
Los seguidores Zaydíes de al-Utrūsh, aparte de los
Dailamíes y los Gīlíes, se opusieron a la sucesión de cualquiera de sus hijos,
a los que consideraban disolutos y mal dispuestos para el gobierno, y
favorecieron al Hasaní al-Hasan b. al-Qāsim, comandante en jefe de su ejército.
Ya en vida de al-Utrūsh la rivalidad entre sus hijos y al-Hasan había llevado a
disputas durante las que al-Utrūsh mismo fue depuesto durante un breve tiempo
por al-Hasan. Tras la muerte de al-Utrūsh, su hijo Abu’l-Husayn Ahmad invitó a
al-Hasan desde Gīlān y sometió el reino a él. Ahmad fue amonestado por su
hermano Abu’l- Qāsim Ja’far que dejó Āmul con la intención de ganar el trono de
su padre por la fuerza. Al-Hasan, que adoptó el nombre de reinado de al-Dā’ī
ila’l-haqq, forzó al Bāvandí Sharvīn y al Qāriní Shahriyār a pagar más tributo
y conquistó Gurgān. Al pueblo de Tabaristān le gustó, especialmente desde que
mantuvo a los soldados bajo estricto control. En 306/919 Abu’l-Husayn desertó
del Dā’ī y se unió a su hermano Ja’far. En Gīlān. Ja’far derrotó al Dā’ī y
asumió el gobierno en Āmul. Por consiguiente los dos hermanos ocuparon Gurgān.
El Dā’ ī, que había buscado refugio con el Qāriní Muhammad b. Shahriyār, fue
capturado por este último y enviado al Justāní ‘Alī b. Vahsūdān, por este
tiempo gobernador abbasí de Ray. ‘Alī le envió a Alamut para su detención a
manos de su hermano Khusraw Firuz. Este último le liberó pronto cuando ‘Alī fue
muerto por el Sāllarí Muhammad b.
Musāfir. Siete meses después de su huida el Dā’ī regresó a Tabaristān con un
ejército que había reunido en Gīlān y derrotó a Ahmad cerca de Asterābād.
Entonces llegó a un acuerdo con él, mientras Ja’far huía a Ray y a Gīlān. Ahmad
gobernó generalmente Gurgān por el Dā’ī. En 309/921 el general del Dā’ī Līlī b.
“al-Nu’mān” (el nombre real de su padre era Shahdūst), rey de los Gīlíes en
sucesión a Tirdādh, conquistó Dāmghān, Nīshāpūr y Marv, pero finalmente fue
derrotado y muerto por el ejército samaní.
Cuando el ejército derrotado regresó a Gurgān, un grupo de líderes
Gīlíes y Dailamíes conspiraron para matar al Dā’ī. El último fue informado,
llegó rápidamente a Gurgān y mató a traición a siete de ellos, entre ellos
Harūsindān b. Tirdādh, al que los Gīlíes habían reconocido como su rey tras
Līlī. Este incidente dio como resultado la desafección de parte del ejército
Gīlí y Dailamí y finalmente la muerte del Dā’ī a manos de Mardāvij b. Ziyār,
sobrino de Harūsindān a través de su hermana.
En 311/923 Ahmad de nuevo hizo causa común con su
hermano Ja’far contra el Dā’ī. Cuando este último huyó a las tierras altas, los
hermanos entraron en Āmul, y Ahmad asumió el gobierno hasta su muerte dos meses
más tarde. Ja’far le sucedió y repelió un ataque del Dā’ī que finalmente se
retiró a Gīlān. Cuando Ja’far murió en 312/925 los líderes dailamíes en Āmul
pusieron a un hijo de Ahmad, Abū ‘Alī Muhammad, sobre el trono. Las constantes
disputas entre los ‘Alíes había robustecido en efecto las manos de los jefes
Dailamíes y Gīlíes, que cada vez más, eran capaces de utilizar a los ‘Alíes
como títeres en sus propias luchas por el poder. Pronto emergieron dos líderes dailamíes como
rivales principales en esta lucha: Mākān b. Kākī y Asfār b. Shīrūya. Mākān y su
primo al-Hasan b. Fairūzān conspiraron a favor del joven hijo de Ja’far,
Ismā’īl, quien era medio hermano de al-Hasan a través de su madre. Capturaron a
Abū ‘Alī y colocaron a Ismā’īl sobre el trono. Sin embargo, Abū ‘Alī tuvo éxito
al matar al hermano de Mākān, quien se suponía que iba a matarlo, y consiguió
el apoyo de Asfār. Mākān fue derrotado y huyó a las montañas, mientras Abū ‘Alī
volvió a reinar. En cuestión de meses fue muerto en un accidente y fue sucedido
por su hermano Abū Ja’far Muhammad. Como su reinado estaba debilitado por la
revuelta de Asfār, Mākān en 314/926 descendió de las tierras altas y le expulsó
de Āmul. El Dā’ī, que no había respondido a las primeras propuestas de Mākān se
unió ahora a él desde Gīlān y, una vez más fue restaurado al gobierno de Tabaristān,
mientras que Abū Ja’far encontró refugio en las tierras altas. En 316/928 el
Dā’ī y Mākān partieron en una ambiciosa campaña
y conquistaron Ray y la provincia de Jibāl hasta Qum. Asfār, que
gobernaba Gurgān bajo soberanía samaní, aprovechó la ocasión de su ausencia
para invadir Tabaristān. El Dā’ī, sin Mākān, volvió y se enfrentó a Asfār a las
puertas de Āmul. Como su ejército fue derrotado, el Dā’ī fue mortalmente herido
por Mardāvīj b. Ziyār, que había entrado al servicio samaní incluso antes que
Asfār y así vengó el asesinato de su tío Harūsindān. Asfār entonces derrotó a
Mākān en Ray, y éste huyó a Dailamān.
El sentimiento dailamí era todavía fuerte entre
Dailamíes y Gīlíes, y el gobernador dailamí de Asfār en Āmul restauró a Abū
Ja’far al-Nāsir como Imām. Ante la protesta de Nasr b. Ahmad, jefe supremo
samaní de Asfār, éste arrestó y lo envió junto con algunos otros ‘Alíes a
Bukhārā. En 318/930, una vez más, Mākān conquistó Tabaristān, Gurgān y
Nīshāpūr. Su primo al-Hasan b. Fairūzān, al que había dejado a cargo de Tabaristān,
se rebeló y de nuevo alzó a su medio hermano Ismā’īl como imām, pero la madre
de Abū Ja’far, prima de Ismā’īl, se las arregló para envenenar a éste último.
Abū Ja’far, liberado de prisión en Bukhārā durante una rebelión contra Nasr b.
Ahmad, en este tiempo ganó el apoyo de Mardāvīj b. Ziyār que se había rebelado
contra Asfār y había tomado posesión de Ray. En 319/931 Mardāvīj le envió con
un ejército para conquistar Tabaristān a Mākān, pero fue derrotado. Más tarde,
Vushmgīr, hermano y sucesor de Mardāvīj, le estableció en Āmul como su
gobernador. Tras la conquista de Ray por el Būyí Rukn al-Dawla (331/943) Abū
Ja’far fue a vivir allí sin ninguna autoridad política hasta su muerte. Los
‘Alíes no fueron ya capaces de recuperar
su dominio en Tabaristān. Los descendientes de al-Utrūsh continuaron ejerciendo
influencia en Āmul donde fueron estuvieron centrados en el santuarios de sus
ilustres ancestros y fueron dueños de muchas propiedades. Repetidamente los
descendientes de al-Utrūsh son mencionados como gobernadores de la ciudad bajo
los gobierno Ziyārí y Būyí.
3. La dominación Ziyārí en Tabaristān y Gurgān
Los Ziyāríes, descendientes de Ziyār b.
Vardānshāh, pertenecían al clan Gīlí que vivía en la región de Dākhil. Se dice
que Vardānshāsh había disfrutado de gran autoridad entre los Gīlíes. Como otras
dinastías persas de la época, más tarde proclamaron ancestros reales
preislámicos presumiendo que eran descendientes de Arghush Farhādān, rey de
Gīlān en la época de Kai-Khusraw. Mardāvīj b. Ziyār en 318/930 fue enviado por
Asfār, junto con el hermano de éste último, Shīrzād para conquistar la
fortaleza de Shamīrān en Tārum del Sallārí Muhammad b. Musāfir. Durante el
asedio fue persuadido de rebelarse contra Asfār por cartas de Mākān y los
Sallāríes, que le prometían ayuda. Con la ayuda de los hijos de los Sallāríes
capturó a Shīrzād por sorpresa y le mató junto con 29 jefes de los Varūdāvand,
la tribu de Asfār. Cuando se aproximó a Asfār en Qazvīn, el ejército de este
último se pasó a él. Asfār huyó, y Mardāvīj heredó sus territorios, Ray,
Qazvīn, Zanjān, Abhar, Qum y Karaj. En 319/931 capturó y mató a Asfār y en
rápida sucesión capturó Hamadān, Dīnavar e Isfahān de los gobernadores del Califa.
Entonces se volvió contra Mākān con el que había concertado al principio un
tratado después de haber recibido su apoyo contra Asfār. Tras una derrota
inicial, Mardāvīj en 320/932 tomó Tabaristān y Gurgān. Mākān, cuyos intentos
por recuperar sus territorios fracasaron, entró al servicio de los Samaníes.
En321/933 Mardāvīj, amenazado por una ofensiva del sāmāní Nasr b. Ahmad, acordó
un tratado de paz bajo el que él sometía Gurgān y pagaba tributo por la
posesión de Ray a este último. Su atención se dirigió ahora hacia el sur de sus
dominios donde el Būyí ‘Alī, al que había nombrado gobernador de al-Karaj,
había renunciado a su alianza y llevó a cabo con éxito conquistas
independientes. Hacia finales de 322/934
el ejército Ziyārí había ocupado Ahvāz, y ‘Alī, ahora en Shīrāz, reconoció de
nuevo su supremacía. Ahora Mardāvīj estaba maquinando ambiciosos planes sobre
una campaña para conquistar Bagdad y derrocar al Califato. Entonces intentó ser
coronado en Ctesifonte y restaurar el Imperio Persa. Antes de que pudiera
llevar a cabo esos planes fue asesinado en Isfahān en 323/935 por tropas turcas
a las que había insultado gravemente.
La causa Ziyārí fue debilitada aún más por la
defección de los turcos, algunos de los cuales se unieron a ‘Alī b. Būya en
Shīrāz mientras otros entraron al servicio del Califa. El hermano de ‘Alī,
al-Hasan, el futuro Rukn al-Dawla, fue así capaz de ocupar Isfahān. La mayor
parte de los Dailamíes y Gīlíes en ejército Ziyārí, no obstante, retornaron a
Ray y prometieron alianza a Vushmgīr, el hermano de Mardāvīj. Vushmgīr todavía
en 323/935 rechazó a Mākān y a un ejército sāmāní de Tabaristān y conquistó
Gurgān. Entonces reconoció la supremacía sāmāní para reforzar su retaguardia
con vistas a resistir el avance Būyí. Evidentemente con la misma motivación
devolvió Gurgān a Mākān en 325/936. En 328/939-40 Mākān fue atacado en la
principal ciudad de Gurgān por el general sāmāní Abū ‘Alī b. Muhtāj, y
expulsado después de un prolongado asedio a pesar de la ayuda que Vushmgīr le
envió. Ibn Muhtāj marchó después contra Vushmgīr en Ray y le derrotó en una batalla
que costó a Mākān su vida. Vushmgīr huyó a Tabaristān donde se encontró con una
revuelta de al-Hasan b. Fairūzān, gobernador de Sārī, que le acusó de ser
responsable de la muerte de su primo Mākān. Derrotado por Vushmgīr, al-Hasan se
unió a Ibn Muhtāj y le indujo a emprender una nueva campaña en Tabaristān. Vushmgīr
fue obligado a reconocer la supremacía sāmāní, pero cuando Ibn Muhtāj partió a
Khurāsān, recuperó Ray, solo para ser expulsado de allí en 331/943 por el Būyí
al-Hasan, esta vez para siempre. Volvió a Tabaristān y fue derrotado allí por
al-Hasan b. Fairūzān, que previamente había ocupado Gurgān. Mientras Vushmgīr
huía con el Ispahbad Bāvandí Shahrīyār y luego encontró refugio en la corte del
sāmāní Nūh b. Nasr, al-Hasan b. Fairūzān entró en relaciones amistosas con el
Būyí dándole a su hija en matrimonio, aunque prudentemente reconoció la
soberanía sāmāní una vez más cuando Ibn
Muhtāj reocupó Ray en 333/945. En esta época, Vushmgīr recuperó Gurgān con
apoyo sāmāní pero fue incapaz de mantenerlo.
En 335/947 conquistó de nuevo Gurgān y Tabaristān con la ayuda de un extenso
ejército sāmāní y expulsó a al-Hasan b. Fairūzān. Al año siguiente Rukn
al-Dawla tomó Tabaristān y Gurgān de él. Al-Hasan b. Fairūzān, de nuevo, hizo
causa común con los Būyíes. Vushmgīr pudo, no obstante, seguir contando con el
apoyo de los Sāmāníes en su contienda con los Būyíes. En los años siguientes
Gurgān y Tabaristān cambiaron varias veces de mano hasta que se concertó una
paz general entre Rukn al-Dawla y los Sāmāníes en 344/955 bajo el que los
primeros se involucrarían en no molestar a los Ziyāríes en Tabaristān. La
evidencia numismática muestra que la paz no duró mucho. En 347/958 Vushmgīr
logró ocupar brevemente la capital de Rukn al-Dawla, Ray. Dos años más tarde Rukn
al-Dawla, a su vez, ocupó Gurgān durante un breve tiempo, y en 351/962 (y quizá
en 355/966) Vushmgīr perdió tanto Tabaristān y Gurgān para los Būyíes.
Vushmgīr fue muerto por un jabalí en una cacería en
357/967, justo después de que un ejército sāmāní hubiera llegado a Gurgān
durante una campaña conjunta contra Rukn al-Dawla. Bīsutūn, el hijo mayor de Vushmgīr,
llegó de Tabaristān, donde había sido gobernador, a Gurgān, ahora capital
Ziyārí, para reclamar la sucesión. El
comandante sāmāní, no obstante, favoreció a su hermano Qābūs, cuya madre era
una hija del Ispahbad Bāvandí Sharvīn. Bīsutūn volvió a Tabaristān y pidió a
Rukn al-Dawla apoyos reconociendo la soberanía Būyí. Cuando el ejército sāmāní
dejó Gurgān volviendo a Khurāsān, Qābūs encontró el apoyo de al-Hasan b.
Fairūzān, que ahora estaba gobernando Simnān, pero Bīsutūn conquistó Gurgān y
Simnān forzando a Qābūs a someterse. Bīsutūn confirmó su alianza con los Būyíes
al casarse con una hija de ‘Adud al-Dawla, hijo de Rukn al-Dawla, y en 360/971
fue recompensado con el título de Zahīr al-Dawla, por al-Mutī’, el califa
títere de los Būyíes.
Cuando Bīsutūn murió en 357/977 su suegro y
gobernador de Tabaristān, el Gīlí Dubāj b. Bānī se apresuró hasta Gurgān para
asegurar la sucesión con apoyo sāmāní para el hijo menor de Bīsutūn, en cuyo
nombre él pensaba gobernar. El hermano de Bīsutūn, Qābūs ganó el apoyo del
ejército y el Būyí ‘Adud al-Dawla, hijo de Rukn al-Dawla. Expulsó a Dubāj de
Gurgān y capturó a su sobrino en la fortaleza de Simnān. En 368/978-9 el califa
al-Tā’i’ le otorgó el título de Shams al-Ma’ālī. Un año más tarde Qābūs ofendió
a su señor Būyí, al ofrecer refugio a Fakhr al-Dawla, hermano de ‘Adud
al-Dawla, que había incurrido en la ira de éste último. Qābūs perdió Tabaristān
en 369/980 para ‘Adud al-Dawla, y en 371/981 Mu’ayyad al-Dawla, hermano de
‘Adud al-Dawla, le expulsó de Gurgān. Él y Fakhr al-Dawla huyeron a Nīshāpūr.
Cuando un ejército sāmāní que fue enviado para restaurar Gurgān a Qābūs fue
derrotado, las provincias Ziyāries cayeron bajo el gobierno būyí directo
durante 17 años, mientras Qābūs vivían en el exilio en Khurāsān. Fakhr
al-Dawla, después de la muerte de Mu’ayyad al-Dawla en 373/984 fue convocado
por el visir de éste último, al-Sāhib b. ‘Abbād, y colocado en el trono de Ray,
pero no permitió que Qābūs retornara a sus dominios. Solo después de la muerte
de Fakhr al-Dawla y la sucesión de su hijo menor Majd al-Dawla en 387/997 fue
capaz Qābūs de recobrarlos. Seguidores suyos ganaron el control de Rūyān y
Tabaristān y luego se dirigió a conquistar Gurgān. Después del fracaso de
algunos intentos būyíes por desalojarlo, su reinado permaneció generalmente
indiscutido. Aunque estableció relaciones amistosas con el ghaznawí Mahmūd,
gobernó ahora sin reconocer a ningún otro señor supremo que el Califa. Qābūs era
culto en términos generales y uno de los famosos estilistas en la literatura
epistolar de su tiempo, y compuso poesía, tanto en árabe como en persa. Su corte atrajo a muchos poetas y famosos
eruditos como al-Bīrūnī y Avicena. Sus sentimientos religiosos eran sunníes, y
frenó severamente la actividad shī’ī y mu’tazilī en sus dominios. Su
sanguinario espíritu de venganza, que costó la vida a muchos de sus altos
oficiales y jefes del ejército a la más ligera ofensa o mera sospecha,
finalmente provocó su caída. Algunos jefes de su ejército conspiraron contra él
y, aunque fracasaron en capturarle en su castillo fuera de Gurgān, ganaron el
control de la capital. Invitaron a su hijo Manūchihr, gobernador de Tabaristān,
a asumir el gobierno. Manūchihr, temiendo perder el trono, se les unió y
persiguió a Qābūs hasta Bistām donde había buscado refugio. Qābūs accedió a
abdicar a favor de su hijo y se retiró a un castillo donde pasó el resto de su
vida en la devoción. Los conspiradores, no obstante, aún tenían miedo de él y
se las ingeniaron para tenerle congelado hasta 403/1012. Su mausoleo cerca de
Gurgān, en forma de una torre de ladrillo cilíndrica ha seguido siendo un punto
de referencia.
Manūchihr fue confirmado luego en su gobierno y
recompensado con el título Falak al-Ma’ālī. También reconoció la supremacía del
Ghaznawí Mahmūd y prometió pagarle tributo, quizá para prevenir el apoyo de
Mahmūd para posibles pretensiones de su hermano Dārā, que previamente se había
unido a la corte ghaznawí, al trono. A petición de Manūchihr, Mahmūd le dio a
una de sus hijas en matrimonio. Su relación, no obstante, no siempre permaneció
sin molestias. En 419/1028, Mahmūd, en su camino para conquistar Ray al Būyí
Majd al-Dawla, invadió el territorio de Manūchihr. Este último huyó y luego
consiguió su retirada por su alta suma.
Cuando Manūchihr murió poco después, su hijo Anūshīrwān
Sharaf al-Ma’ālī fue confirmado por Mahmūd como su sucesor a cambio de su
compromiso de pagar tributo. Anūshīrwān, que todavía era joven, en 423/1032 fue
prácticamente excluido del gobierno por Abū Kālījār, pariente materno suyo y
jefe del ejército ziyārí. El ghaznawí Mas’ūd, sucesor de Mahmūd, confirmó a Abū
Kālījār como gobernante de Gurgān y Tabaristān bajo su compromiso de continuar
pagando el tributo y un año más tarde se casó con una hija suya. No obstante,
el tributo no fue pagado de manera regular, y en 426/1035 Mas’ūd invadió Gurgān
y Tabaristān hasta Rūyān. Abū Kālījār huyó ante el ejército ghaznawí, pero después
de su retirada recuperó el control y alcanzó un acuerdo con Mas’ūd prometiendo
renovar el pago del tributo. Más tarde, Anūshīrwān, después de 431/1040, logró
arrestar a Abū Kālījār y reasumir el gobierno él mismo. Esta inestable
situación animó al Saljuq Tughrïl Beg a conquistar Gurgān en 433/1041-2.
Tughrïl instaló allí como su representante a Mardāvīj b. Bishūī, anterior
comandante ghaznawí, que pronto llegó a un acuerdo con Anūshīrwān bajo el que
se proclamó la soberanía de Tughrïl a través de Gurgān y Tabaristān. La
dinastía ziyārí sobrevivió bajo la supremacía saljuq, hasta el último cuarto
del siglo.
Genealogía y Genealogía de la dinastía Ziyarí
Genealogía y Genealogía de la dinastía Ziyarí
4. Los Ispahbads Bāvandíes y los Ustandārs de Rūyān
en el siglo IV/X
La historia de los Ispahbads Bāvandíes de
Shahriyārkūh en el siglo IV/X solo puede ser fragmentariamente ensamblada junta
desde referencias ocasionales en las fuentes literarias y algunas evidencias
numismáticas. Sharvīn b. Rustam, el Bāvandí que gobernaba en tiempos de los
‘Alíes al-Utrūsh y al-Hasan b. al-Qāsim, es mencionado en los sucesos del año
318/930. Su hijo Shahriyār es citado en primer lugar como gobernante de
Shahriyārkūh en 331/943, cuando el ziyārí Vushmgīr, su cuñado, buscó refugio con
él. En 336/947-8 Shahriyār personalmente ofreció su sumisión al Būyí Rukn al-Dawla cuando este
último conquistó Tabaristān. Más tarde fue expulsado de Shahriyārkūh por su
hermano Rustam, quizá con apoyo Būyí. En 357/968 Shahriyār es mencionado en
Gurgān en presencia del comandante del ejército samaní que intentaba conquistar
Tabaristān. El gobierno de Rustam en Firim está atestiguado por monedas con su
nombre que datan desde 353/964 a 369/979, en el cual regularmente reconocía la
supremacía Būyí. La inscripciones de esas monedas también indican su apoyo al
shī’īsmo Imāmí. Monedas acuñadas en Firīm en 371/981 y 374/984-5 nombran a
“al-Marzubān b. Sharvīn” como el soberano que reconocía la soberanía del Būyí
Fakh al-Dawla. Este al-Marzubān probablemente pueda ser identificado como el
hijo de Rustam y autor del Marzubān-nāma,
una colección de cuentos sobre los reyes persas preislámicos originalmente
escritos en el dialecto de Tabaristān. Así, al-Marzubān probablemente sea un
hermano de la famosa Sayyida, esposa de Fakhr al-Dawla, quien, después de la
muerte de su marido llegó a gobernar en nombre de su hijo menor Majd al-Dawla.
En 375/985-6, no obstante, un “Ispahbad Shirvān b. Rustam”, que no es
mencionado en las fuentes literarias, mantuvo el dominio sobre Firīm de acuerdo
con una moneda en la que la soberanía būyí no es reconocida. Pudo ser un
hermano, bien de al-Marzubān o bien de Shahriyār b. Dārā b. Rustam, que de
acuerdo a las pruebas numismáticas gobernaba
Firīm en 376/986-7 y reconoció la supremacía del būyí Fakhr al-Dawla.
Evidentemente Shahriyār fue expulsado un poco más tarde por su tío al-Marzubān
y se alió con el ziyārí Qābūs en su exilio en Nīshāpūr. Hacia 388/998 conquistó
Shahriyārkūh que de acuerdo con al-‘Utbī, de cuyo relato dependen todas las
fuente más tardías, eran mantenida entonces por “Rustam b. al-Marzubān, tío
materno de Majd al-Dawla”, y proclamó la soberanía de Qābūs. Su rival le
expulsó con ayuda būyí, pero Shahriyār, ayudado por Qābūs, recuperó sus
dominios. Pronto proclamó la independencia del ziyārí y fue atacado y capturado
por su rival, que había roto con Majd al-Dawla y ahora reconocía la supremacía
de Qābūs. Se ha señalado que al-‘Utbī parece haber invertido el nombre del
rival y quería decir al-Marzubān b. Rustam, tío de Shahriyār b. Dārā.
Al-Marzubān, en efecto, es conocido por haber sido Ispahbad de Shahriyārkūh, cuando
fue visitado por el erudito al-Bīrūnī en algún momento entre 384/994 y
393/1004, más probablemente sobre 389/999. Se desconoce cuanto tiempo continuó
gobernando. Shahriyār b. Dārā murió c.390/1000 en Ray, quizá envenenado por el
visir Abu’l-‘Abbas al-Dābbī.
Las fuentes literarias no mencionan los nombres de
ningún Ispahbad durante las siguientes décadas. Un Ispahbad de Firīm es
mencionado anónimamente, no obstante, ayudando a Majd al-Dawla y su madre
contra un rebelde en 407/1016-7. Un Ispahbad de Tabaristān en 418/1027 fue
capturado en una guerra con el Kākūyí ‘Alā’ al-Dawla, en cuya prisión murió en
419/1016-7. Casi con certeza, el primero, y quizá también el segundo, podrían
identificarse con el Ispahbad Bāvandí Abū Ja’far Muhammad b. Vandarīn, quien de
acuerdo con una inscripción en 407/1016-7 ordenó la construcción de un
mausoleo, conocido como Mīl-i Rādkān en el valle alto del río Nīkā al suroeste
de Astarābād y evidentemente estaba todavía vivo en tiempos de su terminación
en 411/1020. Esos datos, no obstante fragmentarios, tienden a invalidar la presunción general de los
modernos estudiosos de que el reinado de la dinastía expiró en este periodo
hasta su nuevo ascenso a principios de la era Saljuq.
Rūyān en el siglo IV/X cayó bajo el control de una
dinastía que lleva el título de Ustandār. La recuperación de este titulo
preislámico que señalaba a un gobernador de distrito es una prueba adicional
para el fortalecimiento continuado de los sentimientos nacionales persas en la
región del Caspio. Se menciona en las fuentes a un Ustandār gobernando Rūyān
por primera vez en los sucesos del año 336/947-8. Hay monedas acuñadas en Āmul
en los años 337/948-9 y 343/954-5 en nombre de Ustandārs y referencias
dispersas en las fuentes literarias los mencionan, de diversas maneras como
vasallos de los Būyíes, Ziyāríes o ‘Alíes, hasta alrededor de principios del
siglo V/XI. Esas noticias no proporcionan ninguna indicación en cuanto al
origen de la dinastía, ni que sean suficientes como para trazar sus relaciones
familiares. Los Ustandārs de las eras Saljuq y posteriores pretendían descender
de Bādūspān, hermano de Dābūya, ancestro de los Dābūyíes. Bādūspān
supuestamente fundó el gobierno de los Ustandārs en Rūyān, que continuó sin
interrupción entre sus descendientes. Auliyā’ Allāh Āmuli (siglo VIII/XIV) en
su historia de Rūyān fabrica un genealogía completa de los Ustandārs de esta
época hasta Bādūspān, y se remonta además hasta Adan. Zahīr al-Din Mar’ashī
(siglo IX/XV) añade información sobre los soberanos individuales y la extensión
de sus reinados, sobre la cual está basada los relatos y cronología
modernos de una dinastía Bādūspāní en
Rūyān en los tempranos siglos del Islam. Esta información es totalmente
ficticia. Se duda si los Ustandārs de tiempos saljuqíes y posteriores están
relacionados con los del siglo IV/X.
Cronología y Genealogía de la dinastía Bavandí
Cronología y genealogía de la dinastía de los Ustandars Bādūspāníes de Rūyān
Cronología y Genealogía de la dinastía Bavandí
Cronología y genealogía de la dinastía de los Ustandars Bādūspāníes de Rūyān
5. Los ‘Alíes en Gīlān y Dailamān
Cuando el régimen de los ‘Alíes en Tabaristān se
colapsó más allá de todo arreglo, las regiones sólidamente zaydíes de Dailamān
y Gīlān oriental ofrecieron sus aspiraciones, si bien territorialmente más
limitadas, a una nueva etapa. Hausam, la ciudad en el borde oriental del área
habitada por los Gīlíes, donde al-Nāsir al-Utrūsh había estado activo, se
convirtió en centro de aprendizaje de los Nāsiriyya y sede de una serie de
gobernantes ‘Alíes. El fundador del régimen ‘Álida en la ciudad fue Abu’l-Fadl
Ja’far b. Muhammad, nieto del hermano de al-Utrūsh, al-Husayn al-Shā’ir, quien
en 320/932 se estableció allí, adoptando el nombre de reinado al-Thā’ir
fi’llāh, y reinó durante tres décadas. En los años desde 337/948 hasta 341/953
ocupó Āmul tres veces. La primera vez estaba aliado con el Ustandār de Rūyān,
la segunda vez con Vushmgīr, y finalmente con Rukn al-Dawla, pero cada vez fue
desalojado en cuestion de meses. Murió en 350/961 y fue enterrado en Miyāndih,
a 30 kilómetros al este de Hausam, donde su tumba todavía sigue en pie. Dos de
sus hijos, Abu’l-Husayn Mahdī al-Qā’im bi’llāh y Abu’l-Qasim Husayn al-Thā’ir
fi’llāh le sucedieron a su vez. El último fue pronto capturado por Langar, hijo
de Vushmgīr, que desde los últimos años de Abu’l-Fadl al-Thā’ir había estado
intentando arrebatar el Gīlān oriental a los ‘Alíes. Los ziyāríes estuvieron,
en efecto, permanentemente interesados en mantener su influencia en su país
natal. También los Būyíes de Ray,
intentaron afirmar su autoridad en la región, que contenía su propio hogar
original, Liyāhij (más tarde Lāhijān). Rukn al-Dawla logró atraer a Siyāhgīl b.
Harūsindān, rey de los Gīlíes, a Ray a pesar de los ofrecimientos que Vushmgīr,
su primo, le hizo con la esperanza de tentarle a unirse al campo Ziyārí.
Después de la muerte de Siyāhgīl, Langar había comenzado a reclamar el reino
entre los Gīlíes orientales. Cegó parcialmente a al-Husayn al-Thā’ir y lo envió
a su padre Vushmgīr, quien lo mantuvo en prisión. Al-Husayn fue vengado por Abū
Muhammad al-Hasan al-Nāsir, hijo de Abū Ja’far Muhammad quien antes de su
muerte había llegado a residir en Ray bajo la protección de Rukn al-Dawla. Abū
Muhammad, probablemente ayudado o al menos favorecido por Rukn al-Dawla, ganó
el control de Hausam y en 353/964 mató a Langar en una batalla. Poco después
fue expulsado de Hausam por otro hijo de Abu’l-Fadl al-Thā’ir, Abū Muhammad
al-Hasan, conocido como Amīrkā.
Las exacciones de Amīrkā chocaron con los intereses
del Justāní Mānādhar, rey de los Dailamíes, que escribió a Abū Abd ‘Allāh
Muhammad, hijo del Dā’i al-Hasan b. al-Qāsim, invitándole a reclamar el
liderato zaydí entre los Dailamíes y los Gīlíes. Abū Abd ‘Allāh, por esta
época, síndico de los ‘Alíes en Bagdad, había adquirido alta erudición en
teología y la ley e incuestionablemente cumplía los requisitos para el Imāmato
zaydí a este respecto. En efecto, él es el primer ‘Alí después de al-Utrūsh que
más tarde fue reconocido universalmente como imām en pleno por los zaydíes. En
353/964 se unió a Mānādhar en Rūdbār y, después de un revés inicial, tomó Hausam
de Amīrkā y gobernó con el nombre de reinado de al-Mahdī li-dīn Allāh.
Disfrutando de un amplio apoyo entre los Qāsimiyya Dailamíes, así como la mayor
parte de los Nasiriyya Gīlíes, hizo grandes esfuerzos para aliviar el intenso
antagonismo entre las dos escuelas, manteniendo que ambas doctrinas eran
igualmente válidas.
Amīrkā, que había encontrado refugio en un castillo
cerca de Hausam, continuó acosando a al-Mahdī hasta que fue capturado por él.
Fiel a las aspiraciones tradicionales zaydíes, al-Mahdī partió luego a
conquistar Tabaristān. En 355/966 derrotó al Ustandār Nasr b. Muhammad al-Kūhī,
que era entonces vasallo de Vushmgīr. Una revuelta de Amīrkā le obligó a volver
a Hausam. De nuevo escapó Amīrkā a su castillo y renovó sus incursiones contra
al-Mahdī. En 358/969 capturó a al-Mahdī y le mantuvo prisionero durante unos
pocos meses, pero entonces fue forzado por los seguidores de al-Mahdī y por un
ejército enviado por Mānādhar a liberarle. Un año más tarde al-Mahdī murió y
fue enterrado en Hausam.
Amīrkā recuperó el control de Hausam, No obstante,
fue atacado por Abū Muhammad al-Nāsir, quien anteriormente había escapado a Ray
y por dos veces había venido a apoyar a al-Mahdī, tu tío materno, pero cada vez
le había abandonado en protesta por su misericordia hacia Amīrkā. Capturó y
mató a Amīrkā, y tomó posesión de Hausam. Una moneda acuñada allí indidca que
reconocía la soberanía del Būyí Rukn al-Dawla. El Ziyārí Bīsutūn más tarde
liberó al medio ciego Husayn al-Thā’ir y le suministró dinero para combatir a
Abū Muhammad, pero fue derrotado y muerto por éste último. Su hijo Abu’l-Hasan
‘Alī se comprometió a vengarle y logró expulsar a Abū Muhammad de Hausam., de
acuerdo con la evidencia numismática en 364/974-5. Presumiblemente, Abu’l-Hasan
también fue apoyado por Bīsutūn, pues reconocía la supremacía ziyārí. Aun
estaba gobernando en 369/980 mientras que su rival Abū Muhammad había perdido
todo el poder.
Después de estos datos, la información en relación
con la historia de Hausam escasea en las fuentes. Evidentemente, la ciudad
quedó como objeto de competición entre los pretendientes Nāsiríes y Thā’iríes
al liderato zaydí. En 380/990 un aspirante, representante de otra rama de la
casa ‘Alí apareció en Gīlan: Abu’l-Husayn
Ahmad b. al-Husayn al-Mu’ayyad bi’llāh de la familia Buthānī. Al-Mu’ayyad y
su hermano mayor Abū Tālib Yahyā al-Nātiq bi’l-haqq, habían ganado reconocimiento
universal entre los zaydíes tardíos como Imāms por su rango excepcional en la
erudición religiosa. Una serie de sus trabajos legales y teológicos han sido
preservado por los zaydíes en el Yemen. Nacidos en Āmul, estudiaron en Bagdad y
en otro lugar, y luego pertenecieron al círculo del visir al-Sāhib b. ‘Abbād y
el famoso juez principal Mu’tazilī ‘Abd al-Jabbār en Ray. Al-Nātiq enseñó
varios años en Gurgān y dedicó uno de sus trabajos a al-Hasan al-Mus’abī, visir
del ziyārí Manūchihr. Aunque ambos hermanos también aprendieron en la doctrina
legal de al-Nāsir al-Utrūsh, ellos se adhirieron, y desarrollaron, la doctrina
de al-Qāsim y al-Hādi. La causa de la escuela Qāsimiyya, predominante en Rūyān
y las regiones vecinas de Dailamān, había sido impulsada antes de al-Mu’ayyad
por la actividad de un nieto de al-Hādi, Yahyā b. Muhammad al-Hādi, que venía
de Yemen. Aunque, evidentemente, no tuvo mucho éxito en sus ambiciones
políticas, se convirtió en un importante transmisor de la doctrina de su abuelo
en las regiones caspianas. Su estancia duró varias décadas, y él u otro
pretendiente ‘Alí de ese tiempo fue enterrado en Aspchin, a unos 30 km. al
oeste del río Chālūs.
Cuando al-Mu’ayyad llegó a Gīlan, Hausam estaba
gobernada por un Dailamí, Shīrzīl, evidentemente bajo la soberanía del Būyí
Fakhr al-Dawla, que estaba preocupado por la actividad de al-Mu’ayyad. El ‘Alí
ocupó Hausam con apoyo zāydí durante un año, pero fue expulsado y más tarde
inducido por al-Sāhib b. ‘Abbād para retornar a Ray. Cuando se levantó una
segunda vez en Gīlan, probablemente tras la muerte de Fakhr al-Dawla (387/997),
un Thā’irí, Abū Zayd, ejercía el control de Hausam. Al-Mu’ayyad le expulsó y
mantuvo el dominio sobre la ciudad durante unos dos años, pero finalmente Abū
Zayd sacó ventaja ya que los Gīlíes Nāsiríes gradualmente se apartaron de
al-Mu’ayyad. Abū Zayd, a su vez, fue expulsado de Hausam y muerto por un
Nāsirí, Abu’l-Fadl. La familia de al-Thā’ir ofreció entonces apoyo pleno a
al-Mu’ayyad para vengar la muerte de Abū Zayd. Esta vez, Al-Mu’ayyad se estableció
en Langā, no muy al oeste de Aspchīn, entre los Dailamíes Qāsimíes, mientras
Hausam fue tomada por el Thā’irí Kiyā Abu’l-Fadl, que reconoció nominalmente el
Imāmato de al-Mu’ayyad. En torno al año 400/1009-10 al-Mu’ayyad partió, apoyado
por Kiyā Abu’l-Fadl y el Ustandār de Rūyān, para conquistar Āmul, que estaba
gobernado por un Nāsirí para el ziyārí Qābūs. Al-Mu’ayyad fue derrotado en
Āmul, y su situación se debilitó además por la defección del Ustandār. Más
tarde, Manūchihr, el sucesor de Qābūs, que era claramente más simpatizante al
Shī’ismo que su padre, celebró un tratado de paz con al-Mu’ayyad y le pagó a él y a
Kiyā Abu’l-Fadl un subsidio.
Langā, tras la muerte de al-Mu’ayyad en 411/1020 y su
entierro allí, quedó como la sede de los
‘Alíes que reclamaban el Imāmato entre los Dailamíes Qāsimíes. El hermano de
al-Mu’ayyad al-Nātiq († 424/1033?) evidentemente estaba activo allí, aunque no
se conoce ningún detalle. En 417/1026 el Husayní Ahmad b. Abī Hāshim, conocido
como Mānakdīm, reclamó el Imāmato en Langā, con el nombre de reinado de
al-Mustazhir bi’llāh pero no estuvo mucho tiempo. Probablemente poco después de
la muerte de al-Nātiq, ‘Alī b. Ja’far al-Mahdī li-dīn Allāh de la rama Huqainī
de la Casa ‘Alí consiguieron el reconocimiento de Imam allí. También pertenecía
al círculo de Qādī ‘Abd al-Jabbār y seguidor de la escuela legal Qāsimí. Su
reinado puede haber durado varias décadas, bien entrado la era saljuqí. Fue
enterrado en Langā. Hausam, en el Gīlan Nasirí, durante el mismo periodo
continuó, sin duda, siendo disputada entre Thā’iríes y Nāsiríes, aunque no se
dispone de ninguna información hasta el año 432/1040-1 cuando los estudiosos de
Hausam instalaron a un descendiente de al-Utrūsh, al-Husayn al-Nāsir, y después
de instruirle en las ciencias religiosas esenciales, le juraron lealtad como
imām. Gobernó durante 40 años en Hausam, donde su tumba todavía es conocida. La
expansión de la autoridad saljuq en Tabaristān y las regiones al sur de la cordillera
de Alburz no estorbaron apreciablemente las actividades saudíes en Dailamān y
Gīlān, pero más avanzado el siglo la difusión del Ismā’īlismo Nizārí colocó a
las comunidades zaydíes en Rūyān y Dailamān bajo una presión creciente.
Cronología y genealogía de las dinastías Zaydíes de Tabaristan y Gīlan
Cronología y genealogía de las dinastías Zaydíes de Tabaristan y Gīlan
6. Los Justāníes y los Sallāríes de Tārum en el
siglo IV/X.
La autoridad de los reyes Justāníes, ya disputada
por la reclamación de los ‘Alíes a la lealtad entre los zaydíes Dailamíes, se
debilitó además a principios del siglo IV/X por querellas familiares y por el
ascenso de la dinastía rival Sallārí en Tārum. Justān b. Vahsūdān, después de
un gobierno de unos cuarenta años fue asesinado por su hermano ‘Alī,
probablemente en la última década del siglo III (903-912). ‘Alī entró entonces
al servicio ‘ābbasí y fue gobernador de Isfahān en los años 300-4/912-6. La
sede tradicional de los Justāníes, Rūdbār de Alamūt, recayó en otro hermano,
Khusraw Fīrūz, que presumiblemente en alguna medida había cooperado con ‘Alī.
El asesinato de Justān fue vengado por su yerno Muhammad b. Musāfir, fundador
de la dinastía Sallārí, quien mató a ‘Alī en 307/919, poco después de que el último
hubiera sido nombrado gobernador ‘ābbasí de Ray. Los sentimientos
anti-‘ābbasíes pueden haberse mezclado
en la motivación de Ibn Musāfir con el deseo de vengar a su suegro. Ibn
Musāfir también mató a Khusraw Fīrūz en batalla, pero no pudo impedir la
sucesión del hijo de este último Mahdī, conocido como Siyāhchashm, en Alamūt.
Siyāhchashm, en 316/928 fue atraído por Āsfar, que codiciaba poseer Alamūt,
para aceptar el gobernorato de Qazvīn y en consecuencia fue muerto por él. Un
hijo de Siyāhchashm es mencionado mucho más tarde como líder en un ejército del
Būyid Mu’izz al-Dawla, muerto en 347/968
en una campaña contra los Hamdāníes de Mosul. No hay informes sobre el destino
de Alamūt tras la muerte de Āsfar en 319/331. En los sucesos del año 379/989 un
Mānādhar b. Justān es mencionado por primera vez, quien más tarde es conocido
como rey de los Dailamíes que gobernaban en Rūdbār. La identidad de este
Mānādhar ha sido discutida, y se ha sostenido que pertenecía, o bien a los
Sallāríes, o bien a otra dinastía desconocida. Un pasaje algo oscuro en una
información del año 379/989 conservada por Yaqūt se ha interpretado queriendo
decir que los Justāníes, en este periodo perdieron la posesión de las tierras
altas de Dailamān, incluyendo Rūdbār, a favor de los Sallāríes y transfirieron
su sede a Lāhījān en las tierras bajas. No hay ninguna prueba sólida que apoye
este punto de vista. Supuestamente Mānādhar fue un hijo, o más probablemente,
un biznieto de Justān b. Vahsūdān. Bajo el año 328/940 una crónica anota la
muerte de un Justān que bien pudo ser el padre de Mānādhar. Justān puede haber
sido apoyado por Muhammad b. Musāfir, supuestamente su tío, para tomar posesión
de Alamūt tras la expulsión de Āsfar. Los Justāníes, así, no perdieron Rūdbār
por un periodo de tiempo prolongado, aunque su posesión fue eclipsada por el
ascenso y espectacular éxito de los Sallāríes.
Mānādhar, como se ha visto, más tarde apoyó al ‘Alí
al-Mahdī. Murió probablemente entre 358/969 y 361/972 y fue sucedido por su
hijo Khusraw Shāh, que es nombrado en las monedas acuñadas en Rūdbār en
361/971-2 y 363/973/4. Las relaciones con los Būyíes fueron estrechas en este
periodo. Mānādhar envió tropas Dailamíes para ayudar a ‘Adud al-Dawla y le dio
una hija en matrimonio. A cambio, ‘Adud al-Dawla envió a su físico Jibrīl b.
Bukhtyishū’ para tratar a Khusraw Shāh. Un hermano de este último, Fūlād fue un
prominente líder del ejército bajo Samsām al-Dawla y más tarde afincado en la
corte de Fakhr al-Dawla en Ray, donde murió despue´s de 384/994. Khusraw Shāh
probablemente aún estaba vivo y gobernando en Rūdbār en algún momento entre
392/1002 y 396/1006. En el siglo V/XI la mención de los Justāníes solo se da
en raras ocasiones en las fuentes
disponibles. Un hijo de Fūlād en 407/1016-7 re rebeló contra el Būyí Majd
al-Dawla, que había rechazado su petición para la posesión de Qazwīn, y
finalmente tuvo que ser recompensado con el gobierno de Isfahān. En 420/1029
Mahmūd de Ghazna después de conquistar Ray envió a al-Marzubān b. al-Hasan b.
Kharāmī, un “descendiente de los reyes de Dailam”, que había buscado refugio
con él, contra el Sallārí Ibrāhīm b. al-Marzubān b. Ismā’īl. Se desconoce quien
gobernaba Rūdbār en este periodo. En 434/1042-3 el Saljuq Tughrïl Beg después de
su conquista de Ray y Qazwīn recibió la sumisión del “rey de Dailam”, sin duda
un Justāní de Rūdbār. Evidentemente la dinastía se desintegró más avanzado el
siglo.
La dinastía Sallārí es nombrada a partir de su
fundador Sal(l)ār (tamién Sālār, de sardār
principe, líder), cuyo nombre fue mas tarde regularmente adoptado como título
por sus descendientes. Sallār usó el nombre musulmán de Muhammad, y el nombre
de su padre, Asvār, fue arabizado como Musāfir. A partir de este último nombre
los modernos estudiosos también han llamado a la dinastía Musāfirí. En las
fuentes más antiguas se refiere a ella como Langarí, a partir de un ancestro
llamado Langar. Los Langaríes en una
fecha desconocida, probablemente en el siglo III/IX, tomaron posesión de la
fortaleza montañosa de Shamirān y desde ella ganaron el control sobre Tārum,
region a lo largo del curso medio del Safīdrūd (Qizil Uzen) antes de su
confluencia con el Shāhrūd. Los lazos matrimoniales con la familia Justāní
existieron, al parecer, incluso antes del matrimonio de Muhammad b. Musāfir con
Kharāsūya, hija de Justān b. Vahsūdān, que le involucró en el feudo familiar
Justāní. Muhammad reforzó Shamirān con
esplendor espectacular atrayendo a trabajadores especializados con la promesa
de una alta recompensa y luego reteniéndoles como trabajadores forzosos. Su
dura tiranía le hizo odioso incluso en su familia. En 330/942 sus hijos
Vahsūdān y al-Marzubān con la connivencia de su madre le capturaron y le
encerraron en un castillo. Mientras al-Marzubān conquistó Āzarbāījān, como bien
se relatará en el contexto de la historia de esa provincia, Vahsūdān mantuvo su
dominio sobre Tārum. Una moneda acuñada en su nombre en 341/952-3 muestra que
apoyaba al Ismā’īlismo. Su hermano al-Marzubān, de acuerdo con Miskawaih también
se adhirió al movimiento Ismā’īlí, aunque no lo indica en almonedas con su
nombre. El Shī’ismo Ismā’īlí había ganado, en efecto, importantes seguidores
entre los Dailamíes, principalmente a través de la actividad del misionero
Ismā’īlí Abū Hātim al-Rāzi († 322/933-4). Se informa de que Asfār b. Shīrūya,
el Justāní Siyāhchashm, y el ziyārí Mardāvīj se habían convertido al Ismā’īlismo,
aunque su apoyo al movimiento fue como mucho efímero. Como confirma la moneda
de Vahsūdān, la doctrina Ismā’īlí difundida entre los Dailamíes en este periodo
no implicaba el reconocimiento de los Califas Fātimíes como Imāms.
Vahsūdān en 355/966 fue expulsado
de Tārum por el Būyí Rukn al-Dawla,
pero pronto recobró su dominio. Es mencionado por última vez en 356/967. Shamirān
más tarde entró en posesión de su hijo Nūh, que murió antes de 379/989-90. En
ese año el Būyí Fakhr al-Dawla se casó con su viuda para ganar la posesión de
la fortaleza y luego se divorció de ella. Su hijo menor, Justān, fue traído a
la corte būyí en Ray, donde también otros Sallāríes estaban presentes en este
periodo. Después de la muerte de Fakhr al-Dawla en 387/997 un biznieto de Vahsūdān,
Ibrāhīm b. al-Marzubān b. Ismā’īl, obtuvo la posesión de Tārum, Zānjan, Abhar y
Suhravard. Durante un tiempo también mantuvo el dominio sobre Qazvīn. Cuando
Mahmūd de Ghazna tomó Ray en 420/1029, envió al Justāní al-Marzubān a
conquistar los territorios de Ibrāhīm, pero no tuvo éxito. Ibrāhīm expulsó a la
guarnición ghaznawí de Qazwīn y derrotó al hijo de Mahmūd, Mas’ūd. Entonces, el
último consiguió sobornar a algunos hombres de Ibrāhīm y le capturó. El hijo de
Ibrāhīm no pudo ser inducido por Mas’ūd a rendir la fortaleza de Sarjahān, pero
fue obligado a acordar pagar tributo. Nada se sabe sobre el destino posterior
de Ibrāhīm. En 434/1043-4 el Sallār de Tārum accedió a la petición del Saljuqí
Toghrïl Beg, que había conquistado Qazwīn, la de que reconociera la supremacía
saljuq y pagara tributo. Este Sallār con más probabilidad, sería el hijo de Ibrāhīm,
Justān, que en cualquier caso era señor de Shamirān tres años más tarde, cuando
Nāsir-i Khusraw visitó la región. La dinastía sobrevivió bajo soberanía Saljuq
durante décadas.
Cronología y genealogía de las dinastías Justaní y Sallarí (Musafirí)
Cronología y genealogía de las dinastías Justaní y Sallarí (Musafirí)
7. Āzarbāījān y Transcaucasia oriental
Āzarbāījān
y las provincias persas en Transcaucasia oriental hasta Darband, a diferencia
de las provincias caspianas meridionales, ofrecieron solamente una pequeña
resistencia a la conquista árabe inicial que tuvo lugar pronto, parcialmente
todavía bajo el califato de ‘Umar. El marzpān sāsānida de Āzarbāījān,
que en esta época se sometió a los conquistadores acordando pagar tributo, no
es mencionado después. En al-Bāb (o Bāb al-Abwāb), como los árabes llamaban a
Darband, el comandante de la guarnición persa hizo causa común con ellos contra
otros enemigos, principalmente los armenios y los kházaros. En efecto, los
últimos frustraron el avance más hacia el norte de los árabes y durante las
siguientes décadas repetidamente invadieron Arrān, Armenia y Āzarbāījān.
Cuando Salmān al-Bāhilī bajo el Califa ‘Uthmān invadió Transcaucasia oriental
desde Armenia, los príncipes locales desde Shakkī en el oeste hasta Sharvān en
el este y Masqat en el norte se sometieron a él y acordaron pagar tributo.
La población de Āzarbāījān en la época de la
conquista era predominantemente irania, hablando numerosos dialectos. Grupos de
kurdos ya habían penetrado en algunas partes de la provincia. Al norte, las
provincias de Arrān, entre los ríos Kur y Araxes, Sharvān (más tarde Shīrvān),
la región al norte del Kur, y Darband, estaban localizadas en el territorio del
antiguo reino de Albania (en árabe Arrān). Los albanios, un pueblo no
indoeuropeo, se habían convertido al cristianismo armenio y estaban
parcialmente armenizados en las áreas al sur de los Kur, donde se habían
establecido los armenios en grandes grupos y se habían efectuado matrimonios
mixtos con ellos. Su lenguaje sobrevivía, no obstante, y todavía se hablaba en
Barda’a, la capital de Arrān, en el siglo IV/X. Los albanios desde el fin del
siglo VI habían sido gobernados por la dinastía Mihránida que sobrevivió bajo
la soberanía musulmana hasta 821-2. Al norte del Kur los inmigrantes iranios
se habían asentado en una cantidad sustancial. Nombre locales como Laizān, Sharvān, Bailaqān, sugieren que venían de Dailamān y otras áreas al
sur del Mar Caspio. Varios invasores del norte también habían dejado
establecimientos en el área, el más importante por este tiempo los Kházaros que
habían ocupado la ciudad de Qabala al oeste de Sharvān. La variedad de la
población así como la fragmentación de la región favoreció la supervivencia de
numerosos principados pequeños, alguno de los cuales habían sido establecidos
por los Sāsānidas con la pretensión de reforzar la defensa fronteriza. Esas
dinastías locales se convirtieron en tributarias de los conquistadores árabes y
generalmente sobrevivieron intactas, al menos, hasta la era Omeya tardía,
aunque poco se conoce sobre su historia. Más tarde alguna de ellas
desaparecieron, mientras que en otros principados el gobierno fue sustituido por
miembros de la nueva nobleza de los conquistadores.
A causa de la expuesta localización fronteriza de Āzarbāījān
y Transcaucasia, los conquistadores árabes fueron obligados a situar fuertes
contingentes allí. Ya en tiempos de ‘Uthmān un gran número de guerreros de Kūfa
se establecieron en Āzarbāījān. En consecuencia, árabes tribales
procedentes de Kūfa, Basra y Siria emigraron a Āzarbāījān y obtuvieron
extensas posesiones de tierra cultivadas por los campesinos nativos. En torno
al año 141/758-9 el Muhallabí Yazīd b. Hātim, nombrado gobernador de Āzarbāījān
por el Califa al-Mansūr, asentó grupos tribales yemeníes procedentes de Basra
en varias partes de la provincia. Al-Rawwād b. al-Muthannā al-Azdī, ancestro de
la dinastía Rawwadí, se estableció entre al-Badhdh y Tabrīz, ganando poder en
la última. También en otras ciudades, los jefes árabes vinieron a construir sus
castillos y dominaron a los habitantes: en Marand Abu’l-Ba’īth Halbas de la
tribu de Rabi’a, en Urmīya Sadaqa b. ‘Alī, cliente de Azd, en Miyāna ‘Abd Allāh
b. Ja’far de Hamdān, en Barza el clan de al-Aud, en Naīrīz Murr b. ‘Amr
al-Mausilī de Tayy, y en Sarāb descendientes de al-Ash’ath b. Qays de Kinda,
uno de los primeros conquistadores. Esos poderosos señores árabes y sus
familias causaron un considerable problema a los gobernadores de la provincia
en los siglos II/VIII y III/IX. La situación fue considerablemente corregida
por el frecuente nombramiento de gobernadores pertenecientes a esas familias
locales. En el norte Barda’a y más tarde al-Bāb mantuvieron fuertes
guarniciones árabes y sirvieron como bases para las guerras con los Kházaros.
Barda’a recibió nuevas fortificaciones bajo el Califa ‘Abd al-Malik, y las de
al-Bāb fueron enormemente reforzadas en 113/731 por Maslama, hijo de ‘Abd
al-Malik, quien asentó a 24.000 soldados sirios allí. Arrān fue regida
normalmente por los gobernadores de Armenia. Frecuentemente, las provincias de Āzarbāījān
y Armenia fueron mantenidas conjuntamente por un único gobernador.
Aunque de acuerdo con una información la mayoría de
la población de Āzarbāījān había aceptado el Islam y “estaba
recitando el Qu’rān” por el tiempo del califato de ‘Alī, esto puede referirse
solamente a localidades limitadas, quizá en particular Ardabīl. La fuerza del
movimiento Khurramī en Āzarbāījān, que bajo el liderato de Bābak desde su
fortaleza de al-Badhdh cerca del Araxes resistió todos los ataques de los
ejércitos califales durante unos 20 años (201-22/816-837) prueba
suficientemente la persistencia de sentimientos anti-islámicos y anti-árabes
entre parte de la población. El Islam en Āzarbāījān fue predominantemente sunní en los primeros
siglos, aunque el Khārijismo se descontrolaba a veces. Serios combates entre
Mu’tazilíes y Sunníes en Barda’a se informan en la época del califa al-Ma’mūn.
Entre los sunníes, el Hanbalismo conservador fue patrocinado por los estudiosos
de hadith, mientras el Hanafismo y Shāfi’ismo
estaban representadas como escuelas menores.
8. Los Sājíes, Sallāríes y Rawwādíes.
La revuelta de Bābak solo había reducido
temporalmente el poder de los jefes árabes en Āzarbāījān. Era evidente, en
parte con el propósito de reducir su turbulenta independencia, y en parte para
verificar la influencia de los reyes Bagratíes de Armenia, que el califa
al-Mu’tamid en 276/889-90, o con mayor probabilidad, en 279/892 nombró a uno de
sus principales comandantes, Muhammad b. Abi’l-Sāj, gobernador de Āzarbāījān
y Armenia. La familia Sājí provenía de Ushrūsana en Asia Central y
probablemente era de origen sogdiano. El padre de Muhammad, Abu’l-Sāj Dēvdat b.
Dēvdasht se distinguió en el ejército ‘abbāsí bajo al-Afshīn en la guerra final
contra Bābak y más tarde sirvió a los califas en varias provincias. Después de
su muerte en 266/879 sus dos hijos, Muhammad y Yusūf, siguieron su carrera. La
primera tarea de Muhammad en Āzarbāījān fue someter al rebelde ‘Abd Allāh b.
al-Hasan al-Hamdānī, supuestamente jefe de los Hamdān en la provincia, que
había ocupado Māragha. En 280/893 Muhammad le indujo a someterse bajo la
promesa de seguridad, pero luego confiscó sus propiedades y le ejecutó. Tomó
Maragha como capital, aunque más tarde residió generalmente en Barda’a. Luego
volvió su atención a Armenia, donde el bagratí Smbat I había accedido al trono
en 890. Muhammad le había enviado en nombre del Califa una corona y regalos,
afirmando así su supremacía. Cuando Smbat en 892 envió mensajeros al emperador
bizantino, Muhammad amenazó con atarle, pero fue pacificado por una carta
diplomática del rey. El Bagratí ocupó entonces Dvin (en árabe Dabīl), y en 895
invadió Georgia y Albania. Enfrentándose a esta invasión en el norte, Muhammad
en el mismo año ocupó Nakhchivān y Dvin, pero luego sufrió una derrota y
concluyó una paz con Smbat.
Muhammad pronto se sintió suficientemente fuerte
para rebelarse contra el gobierno califal, supuestamente reteniendo los
ingresos de sus provincias. Quizá fue en este tiempo cuando asumió el
sobrenombre al-Afshīn, título tradicional de los reyes de Ushrūsana, que
aparece en una moneda en su nombre acuñada en Barda’a en 285/898. En el mismo
año se entregó de nuevo a la autoridad califal, evidentemente en preparación
para una nueva campaña contra Smbat, y fue confirmado en el gobernorato de Āzarbāījān
y Armenia. Penetrando en el corazón del reino Bagratí capturó Kars y se llevó a
la esposa de Smbat y parte del tesoro real. Dvin fue firmemente traída bajo su
gobierno en este momento. En 899 acordó cambiar a la reina por el hijo de
Smbat, Ashot. Poco después invadió Vaspurakan y forzó a su gobernante, el
Ardzruní Sargis Ashot, a convertirse en su vasallo y entregó a su hermano como
rehen. Entonces ocupó Tiflis, que ya estaba en manos musulmanas, y, rompiendo
su tregua con Smbat, de nuevo invadió el núcleo bagratí pero fracasó en
capturar al rey. Después de esos éxitos espectaculares su lealtad al gobierno
califal una vez más se volvió sospechoso, pues en 287/900 fue descubierta una conspiración
por la que esperaba ganar la posesión de Dīyar Mudar. Ese mismo año volvió a
invadir Vaspurakan en venganza por la fuga del hermano de Sargis Ashot. Como
éste último huía ante él, dejó una fuerza de ocupación y volvió a Barda’a para
preparar una nueva campaña contra Smbat. Sus planes se vieron truncados cuando
sucumbió a una epidemia en 288/901.
Tras la muerte de Muhammad el ejército colocó a su
hijo Dēvdād sobre el trono, pero después de cinco meses fue expulsado por su
tío Yūsuf b. Abi’l-Sāj, que transfirió la capital a Ardabīl y arrasó las
murallas de Maragha. El rey Smbat intentó liberarse de la supremacía Sājí al
ofrecer su vasallaje directo al Califa al-Muktafī. Cuando rechazó una
convocatoria de Yūsuf para presentarse ante él, el Sājí invadio su país. En
290/903 se alcanzó un acuerdo, y Smbat recibió una corona de Yūsuf reconociendo
así su soberanía. Las relaciones de Yūsuf con el Califa, que nunca habían sido
formalizadas, se volvieron cada vez más tirante. En 295/908 se envió un
ejército contra él desde Bagdad. Solo después de la ascensión del Califa
al-Muqtadir se negoció un acuerdo en Bagdad, evidentemente con el apoyo del
nuevo visir Ibn al-Furāt, al que desde entonces Yūsuf consideró su protector,
citándole regularmente en sus monedas, y en 296/909 el Sājí fue formalmente
investido con el gobernorato de Āzarbāījān y Armenia.
El rey Smbat en el tiempo de la insubordinación de
Yūsuf había sido alentado por el Califa para armarse contra el Sājí. Yūsuf
nunca le perdonó este acto de deslealtad e inmediatamente después de normalizar
sus relaciones con Bagdad se dispuso a reforzar su autoridad en Armenia. Había
encontrado un aliado en Gagik, príncipe de Vaspurakan, que estaba envuelto en
una disputa con Smbat por la posesión de Nakhchivān y ofreció convertirse en
vasallo de Yūsuf. Éste le coronó rey y rechazó las proposiciones de Smbat,
cargando de cadenas a su enviado, el Catholicos Hovhannes. En 296/909 tomó Nakhchivān
y, ayudado por Gagik, ocupó el país de Siunikh. Persiguiendo a Smbat a través
del país, pasó el invierno en Dvin y en 297/910 derrotó al ejército real bajo
dos hijos de Smbat, Ashot Erkath y Mushel, al norte de Erivan. Mushel fue
capturado y envenenado por el Sājí. Cuando la despiadada guerra se prolongaba,
Smbat fue asediado por Yūsuf en una inexpugnable fortaleza y finalmente se
sometió voluntariamente para detener el baño de sangre. Al principio Yūsuf le
permitió salir, pero luego le capturó otra vez y le encarceló durante un año.
Durante el asedio de Ernjak, probablemente en 301/914, Yūsuf le había torturado
y matado ante las murallas de la fortaleza con la esperanza de inducir a la
guarnición a rendirse y luego mando su cuerpo a Dvin para que fuera colgado. La
guerra causó una extensa devastación y fue acompañada de una ola de represión
religiosa. El geógrafo Ibn Hauqal comenta sobre la dureza sin precedentes que Yūsuf
introdujo en el tratamiento musulmán a los armenios y afirma que el pueblo de
Bagdad rechazó comprar esclavos armenios sabiendo que ellos eran ahl al-dhimma. Al principio Yūsuf
también persiguió una política hostil contra Ashot II, el hijo de Smbat, que se
esforzó en restaurar el reino de su padre. Después de que el Ardzruní Gagik
rechazó cooperar más con él, Yūsuf estableció al Sparapet Ashot como rey rival
coronándole en Dvin. Como hijo de Smbat, no obstante, ganó el apoyo general en
Armenia y la atención de Yūsuf cambio a otro lugar, Yūsuf finalmente le
reconoció, probablemente c. 304/917, y le concedió una corona.
Después de la destitución de Ibn al-Furāt, su protector
en Bagdad, Yūsuf había comenzado a retener parte de su tributo anual al
gobierno califal. En 303/915-16 aprisionó al enviado del califa, aunque más
tarde le liberó y le mando de vuelta con regalos y dinero. Después de la
restauración de Ibn al-Furāt al visirato en 304/917 Yūsuf conquistó Zanjān,
Abhar, Qazwīn y Ray del gobernador sāmāní y reclamó en una carta a Bagdad que
el visir previo le había investido con el gobernorato de la provincia, en la
esperanza de que Ibn al-Furāt le respaldara. El Califa al-Muqtadir estaba
completamente enfurecido, no obstante, y se envió un ejército contra el Sājí,
que lo derrotó. Cuando el comandante en jefe ‘abbasí Mu’nis se aproximaba con
otro ejército, Yūsuf se retiró a Ardabīl. A pesar de la intercesión de Ibn al-Furāt
por él, el Califo rechazó confirmarle en el gobierno de las provincias. Mu’nis
fue derrrotado por Yūsuf en una primera batalla cerca de Ardabīl, pero un año
más tarde en 307/919 derrotó al Sājí allí. Yūsuf fue llevado a Bagdad donde
al-Muqtadir le metió en prision durante tres años. En Āzarbāījān
su ghulām Subuk ganó el control y,
después de derrotar un ejército enviado contra él, fue reconocido por el Califa
como gobernador.
En 310/922 Yūsuf fue liberado e investido con el
gobierno de Ray, Qazwīn, Abhar, Zanjān, y Āzarbāījān. Se dirigió a Āzarbāījān
donde Subuk, que había permanecido siempre fiel a él, había muerto. En 311/924
derrotó y mató al gobernador previo de Ray, que se había rebelado contra el
califa y tomó la ciudad. Cuando salió y ocupó Hamadān, su delegado pronto fue
expulsado por el pueblo de Ray. Yūsuf volvió allí brevemente en 313/925 y fue a
Āzarbāījān. En 314/926 fue llamado por el gobierno califal a ‘Irāq para
tomar el cargo de la guerra contra los Qarmatíes de Bahrain que estaban saqueando
el país. Un año más tarde fue derrotado cerca de Kūfa por esos fieros
oponentes, aunque su ejército les sobrepasaba en número en gran medida. Yūsuf
fue capturado y unos pocos meses más tarde, en 315/928, muerto. Alguno de sus
tropas turcas entraron al servicio califal en Bagdad, donde formaron el
regimiento Sājiyya.
Tras la muerte de Yūsuf su sobrino Abu’l-Musāfir
al-Fath, hijo de Muhammad al-Afshīn, fue investido por el califa con el
gobierno de Āzarbāījān. Un año y medio más tarde, en 317/929,
fue envenenado en Ardabīl por uno de sus esclavos. Aunque la dinastía Sājí
finalizó con él, Āzarbāījān no revirtió al gobierno de los
gobernadores enviados por el gobierno califal. Después del asesinato de al-Fath,
Wasīf al-Sharvānī obtuvo el dominio sobre Āzarbāījān. Fue sucedido, probablemente todavía en
el mismo año, por Muflih al-Yūsufī, quien de acuerdo con la evidencia
numismática permaneció en el poder al menos hasta 323/935. En 325/937 el Hamdāní
al-Hasan de Mosul envió a Nazīf, un oficial del regimiento Sājiyya que había
buscado refugio con él, para conquistar Āzarbāījān, pero evidentemente no tuvo mucho éxito.
Hacia 326/938 Daisam b. Ibrāhīm al-Kurdī había tomado las riendas. El padre de
Daisam, cuyo patronímico b. Shādlūya apunta a un origen iranio, con más
probabilidad kurdo, fue un compañero del líder khārijí Hārūn al-Wāziqī en
Mosul. Después de la captura de Hārūn por el Califa al-Mu’tadi en 283/896, Ibrāhīm
huyó a Āzarbāījān donde se casó con la hija de un jefe
kurdo que dio a su hijo Daisam. Daisam, khārijí al igual que su padre, fue
empleado por el Sājí Yūsuf y alcanzó la fama a su servicio.
Daisam, en primer lugar, confió principalmente en
tropas kurdas. La expansión Dailamí, no obstante, pronto engullo también Āzarbāījān.
En 326/937 Lashkarī b. Mardī, un Gīlí anteriormente al servicio de Mākān y los
Ziyāríes Mardāvīj y Vushmgīr, con un ejército compuesto de Gīlíes y algunos
Dailamíes invadió Āzarbāījān y expulsó a Daisam, que, no obstante,
recobró sus dominios con la ayuda de Vushmgīr. Como los guerreros kurdos de
Daisam llegaron a ser ingobernables y pusieron sus manos en alguno de sus
dominios, comenzó a emplear Dailamíes, entre ellos a Sālūk (en árabe Su’lūk),
hijo del Sallārí Muhammad b. Musāfir, para contrapesar su fortaleza y arrestó a
algunos jefes kurdos. El visir de Daisam Abu’l-Qasim Ja’far b. ‘Alī, que había
sido administrador de finanzas bajo el Sājí Yūsuf y también estaba activo como
misionero ismā’īlí, huyó en 330/941-2 a causa de las intrigas contra él a
Tarum, donde Muhammad b. Musāfir fue expulsado por sus hijos Vahsūdān y
al-Marzubān. Alentó a al-Marzubān a conquistar Āzarbāījān y por
correspondencia secreta ganó la alianza de muchos jefes del ejército de Daisam,
especialmente Dailamíes, para al-Marzubān. Cuando este último invadió Āzarbāījān
en 330/941-2 y dio la batalla a Daisam, los Dailamíes se pasaron a él. Daisam
fue obligado a huir y encontró refugio con el rey Ardzruní Gagik de Vaspurakan,
con el que previamente había tenido buenas relaciones.
Āzarbāījān en el siglo X |
Al-Marzubān, él mismo iniciado ismā’īlí, nombró a
Ja’far b.‘Alī como su visir y le permitió que enseñara Ismā’īl’īsmo
abiertamente. Pronto, no obstante, le dio motivos para temer por su posición.
Ja’far solicitó permiso para ir a Tabrīz , donde invitó a Daisam para unirsele
y con la ayuda de los habitantes mataron a los jefes Dailamíes. Cuando Daisam
llegó a Tabrīz , todos los kurdos, a los que al-Marzubān había ofendido, se
reunieron alrededor de él. Al-Marzubān, con su ejército Dailamí les derrotó y
asedió Tabrīz . Hizo propuestas a Ja’far, que una vez más se pasó a su bando, y
según su deseo le fue permitido vivir libremente en su casa sin posición
oficial. Antes de que al-Marzubān hubiera ocupado Tabrīz , Daisam y sus
seguidores escaparon a Ardabīl. Al-Marzubān, ayudado por su hermano Vahsūdān,
le asedió allí y después de sobornar a su nuevo visir logró forzarle a
someterse en 331/942-3. Daisam fue tratado bien por el Sallārí y por petición
propia puesto en el cargo del castillo de al-Marzubān, en Tārum. El importante
pueblo de Ardabīl, por otra parte, fue
castigado por su apoyo a Daisam, con la imposición de un fuerte tributo y la
demolición de la muralla de la ciudad, que ellos habían levantado con sus propias manos. Más tarde
Ja’far volvió al visirato, antes de 344/955 cuando Ibn Hauqal estuvo visitando Āzarbāījān.
Su actividad misionera fue claramente fructífera, pues Ibn Hauqal destaca la
presencia de muchos ismā’īlíes en la provincia.
Ahora al-Marzubān mantuvo su dominio sobre todo Āzarbāījān
y Transcaucasia oriental. Hacia 333/945 también tomó posesión de Dvin de
acuerdo con la evidencia numismática. En la primavera de ese año los rusos (Rūs)
vinieron en barcos por el río Kur y ocuparon Barda’a después de derrotar a un
ejército bajo el gobernador de al-Marzubān, que constaba principalmente de
voluntarios locales. Primero, los habitantes fueron bien tratados por ellos,
pero como la muchedumbre abiertamente ayudó a los ejércitos musulmanes contra
los invasores muchos de ellos fueron masacrados y otros obligados a entregar
todas sus bienes. Los voluntarios musulmanes de todas partes acudieron en
manada para unirse a al-Marzubān en la lucha contra los intrusos infieles. A
pesar de la gran superioridad numérica de su ejército al-Marzubān fue varias
veces vencido. Finalmente, después de que el feroz enemigo hubiera sido
diezmado por una epidemia causada por su indulgencia excesiva en fruta fresca
él preparó una exitosa emboscada en la que 700 hombres y sus jefes fueron
muertos. El resto se retiró a la ciudadela de Barda’a. Cuando al-Marzubān les
asedió se enteró de que al-Husayn b. Sa’īd había sido enviado por su tío, el
Hamdāní al-Hasan Nāsir al-Dawla de Mosul, a conquistar Āzarbāījān
y había alcanzado Samās, donde fue reforzado por los kurdos Hadhbāníes bajo Ja’far
b. Shakūya. Al-Husayn, en 331/942, cuando al-Marzubān y Daisam todavía estaban
en guerra por el control de Āzarbāījān y Nāsir al-Dawla estaba a cargo del
gobierno en Bagdad, había sido investido por el califa al-Muttaqī con el
gobernorato de Armenia y Āzarbāījān. Al-Marzubān marchó contra el Hamdāní,
dejando solo una pequeña tropa para hacer frente a los rusos, y le derrotó en
invierno de 334/945-6. Poco después, al-Husayn fue llamado a Bagdad por su tío
para una campaña. Por el mismo tiempo los rusos partieron llevándose mucho botín
y cautivos.
En 337/948-9 al-Marzubān, enfurecido por su insulto
que su enviado había sufrido por parte del Būyí Mu’izz al-Dawla, decidió
arrebatar Ray de manos de Rukn al-Dawla. Este último consiguió mediante
propuestas diplomáticas retrasar la campaña de al-Marzubān hasta la llegada de
ejércitos auxiliares de sus hermanos y con su apoyo le derrotó completamente cerca de Qazwīn. El
Sāllarí fue capturado. Los jefes Dailamíes de su ejército que escaparon se
reunieron alrededor de Muhammad b. Musāfir y le trajeron a Ardabīl, mientras Vahsūdān,
que, aparentemente, había sido dejado por al-Marzubān como su representante, se
retiró a Tārum. Muhammad pronto ofendió de nuevo a los Dailamíes y fue obligado
a huir con Vahsūdān, que le encarceló en un castillo donde murió antes de
341/953. Rukn al-Dawla, entretanto había proporcionado un ejército a Muhammad
b. ‘Abd al-Razzāq, antiguo gobernador de Tūs, que había desertado de los Sāmāníes,
para invadir Āzarbāījān. En esta situación Vahsūdān envió a
Daisam allí, supuestamente para ayudar a los hijos de al-Marzubān durante la
ausencia de esté último, ya que conocía el país bien y ganaría el apoyo de los
kurdos. Cuando Ibn ‘Abd al-Razzāq invadió Āzarbāījān, Daisam se retiró a Arrān. En 338/949-50
Ibn ‘Abd al-Razzāq después de un revés se fue a Ray, y Daisam obtuvo el control
sobre Āzarbāījān y Armenia.
En 341/952-3, al-Marzubān, habiendo escapado de su
prisión, envió un ejército contra Daisam, que había usurpado el gobierno de Āzarbāījān.
Daisam fue derrotado cerca de Ardabīl, ya que los jefes dailamíes le habían
abandonado, y huyó a Armenia, donde los príncipes cristianos le ayudaron. Un
año más tarde fue expulsado de allí, también, y buscó refugio en Bagdad, con
Mu’izz al-Dawla, que le dio una recepción real. En 343/954-5 Rukn al-Dawla hizo
la paz con al-Marzubān y se casó con su hija. Daisam perdió la esperanza en la
ayuda Būyí para recuperar su reino y se unió a los Hamdāníes. Después de
recibir ayuda de Sayf al-Dawla de Alepo, ocupó Salmās en 344/955-6 reconociendo
la soberanía de los Hamdāníes. Fue expulsado por al-Marzubān y primero encontró
seguridad con el Ardzruní Derenik, hijo de Gagik. Bajo la presión de al-Marzubān,
Derenik más tarde le arrestó y entregó al Sallārí, que le cegó y encarceló. Fue
asesinado después de la muerte de al-Marzubān por los partidarios de este último.
Después de la captura de Daisam, el reinado de
al-Marzubān permaneció tranquilo hasta su muerte en 346/957. Una lista de sus
tributarios en el año 344/955-6 citada por Ibn Hauqal muestra que su soberanía
era reconocida por la mayoría de los pequeños príncipes del área del Cáucaso y
Armenia. Antes de la muerte de al-Marzubān nombró sucesor a su hermano Vahsūdān
como sucesor. Los comandantes de las fortalezas rehusaron, no obstante,
entregarlas a él, obedeciendo las instrucciones anteriores de al-Marzubān que
había dispuesto el gobierno sucesivo de los hijos de al-Marzubān, Justān, Ibrāhīm
y Nāsir. Incapaz de imponer su autoridad en Āzarbāījān, Vahsūdān volvió
a Tārum. Justān ganó el control de Āzarbāījān mientras Ibrāhīm gobernaba en Dvin como
su delegado. Los esfuerzos de Vahsūdān por sembrar la discordia entre sus
sobrinos pronto dieron sus frutos, especialmente cuando Justān dedicó más y más
tiempo a su harem. En 349/960 un nieto del Califa al-Muktafī, Ishāq b. ‘Īsā, se
rebeló en Gīlān adoptando el nombre califal de al-Mustajīr bi’llāh y encontró
apoyo entre los sunníes de Gīlān occidental. El anterior visir de Justān que
había escapado de prisión, le invitó a venir a Mūqān donde reunió seguidores
para su causa. Justān e Ibrāhīm les derrotaron, y el ‘Abbāsí fue capturado y
muerto en prisión.
Poco después Vahsūdān consiguió atraer a Justān y Nāsir
juntos con su madre a Tārum donde les encarceló. Entonces envió a su hijo Ismā’īl
a asumir el control de Āzarbāījān. Cuando Ibrāhīm en Armenia reunió un
ejército para oponerse a Ismā’īl y liberar a sus hermanos, Vahsūdān les ejecutó
y a su madre. Ibrāhīm fue expulsado de Āzarbāījān por los seguidores de Ismā’īl, pero
retuvo el control de Armenia. Justo cuando había reunido de nuevo un fuerte
ejército Ismā’īl murió, entre 351/962 y 354/965 de acuerdo con la evidencia
numismática. Ahora Ibrāhīm ocupó Ardabīl y devastó los dominios de Vahsūdān,
mientras que este huyó a Dailamān. En 355/966 Ibrāhīm fue derrotado por un
ejército de Vahsūdān, que había vuelto a Tārum. Abandonado por su ejército Ibrāhīm
buscó refugio en Ray con Rukn al-Dawla, mientras Vahsūdān colocó a su hijo Nūh
a cargo del gobierno de Āzarbāījān. Rukn al-Dawla trató a su cuñado más
generosamente y envió a su visir Ibn al-‘Amīd con un ejército para restaurarle
en sus dominios. Ibn al-‘Amīd conquistó Āzarbāījān y ordenó su administración. Entonces
escribió a Rukn al-Dawla proponiéndole desposeer al Sallārí ya que sería
incapaz de conservar el país bajo control y malgastaría su riqueza, pero Rukn
al-Dawla rechazó traicionar la buena fe de Ibrāhīm y retiró a su visir.
Después de la partida de Ibn al-‘Amīd, Vahsūdān envió de
nuevo un ejercito que quemó Ardabīl. Ibrāhīm celebró una paz con su tío, cediéndole parte
de Āzarbāījān, presumiblemente la región de Miyāna. En los años siguientes
se esforzó, con solo un éxito parcial, en volver a imponer su soberanía sobre
los principados musulmanes de Transcaucasia que se habían vuelto
progresivamente independientes. Durante los últimos años antes de su muerte en
373/983 su régimen parece haberse desintegrado y fue encarcelado. Después de
él, Āzarbāījān cayó en manos de los Rawwadíes excepto una pequeña parte
(Miyāna?) que fue mantenida por un nieto de Vahsūdān, al-Marzubān b. Ismā’īl.
Un año más tarde este último fue atacado y capturado por el Rawwādí Abu’l-Haijā.
Su hijo Ibrāhīm huyó a Tārum, donde más tarde fue capaz de restaurar el reino
Sallārí. Un hijo de Ibrāhīm b. al-Marzubān b. Muhammad, Abu’l-Haijā, es
mencionado en una fuente Armenia como gobernando en Dvin en 982-3 cuando fue
incitado por el rey Mushel de Kars para invadir el territorio del rey Bagratí
Smbat II. Probablemente un poco más tarde atacó a Abū Dulaf al-Shaybānī, primer
miembro conocido de la dinastía que gobernaba en Golthn y Nakhchivān hasta
después de 458/1066, pero fue derrotado y perdió sus dominios para Abū Dulaf.
Más tarde, Abu’l-Haijā vagabundeó con su familia buscando ayuda por toda
Georgia y Armenia e incluso visitó al emperador Basilio II. En 989-90 Smbat II
le proporcionó un ejército armenio para reconquistar Dvin, pero luego retiró su
apoyo. Finalmente Abu’l- Haijā fue estrangulado por sus sirvientes.
Los Rawwādíes que sucedieron a los Sallāríes en el
gobierno de Āzarbāījān eran descendientes de la familia árabe
Azdī de al-Rawwād b. al-Muthannā que en los siglos II/VIII y III/IX había
dominado la ciudad de Tabrīz. Con el rápido ascenso en fuerza del elemento
kurdo en Āzarbāījān en el siglo IV/X, vinieron a asociarse
estrechamente con él, especialmente con parte de la tribu Hadhbāni, y ellos
mismos eran considerados kurdos. Durante la cautividad del Sallārí al-Marzubān
(337-41/949-953) se informa que Muhammad b. al-Husayn al-Rawwādí había tomado
algunas partes de Āzarbāījān, probablemente Ahar y Varzuqān, al noeste
de Tabrīz, por el que su hijo y sucesor Abu’l-Haijā Husayn en 344/955-6 pagó
tributo a al-Marzubān. Un año más tarde Abu’l-Haijā ocupó Tabrīz . Después de
construir una muralla alrededor de la ciudad la tomó en 350/961 como su capital.
Tabrīz siguió siendo sede de los Rawwādíes incluso cuando más tarde mantuvieron
su dominio sobre todo Āzarbāījān.
La historia de Āzarbāījān desde en
torno a 370/980 hasta 420/1029 es oscura
por una falta de materia prima. No hay informes sobre las circunstancias del
ascenso de Abu’l-Haijā a la independencia después del Sallārí Ibrāhīm b.
al-Marzubān. Obviamente se aprovechó del declive del poder del último, y quizá
fue él quien encarceló al Sallārí durante un tiempo. Tras afirmar su autoridad en Āzarbāījān
devastó en 377/987 los dominios de Abū Dulaf al-Shaybānī y le quitó Dvin. El
rey Bagratí Smbat II a petición suya pagó los atrasos del tributo armenio. En
378/988-9 atacó Vaspurakan, pero durante la campaña murió.
Abu’l-Haijā fue sucedido por su hijo Mamlān
(Muhammad), que fue incapaz de prevenir la reocupación de Dvin por Abū Dulaf.
Encaró la oposición de su hermano al-Marzubān, al que capturó en 386/996.
Cuando el Curopalate Davith de Taikh conquistó Malāgird (Manazkert) entre 992 y
994 y expulsó a los habitantes musulmanes levantando una indignación
generalizada en el mundo musulmán, Mamlān actuó como defensor de la causa
musulmana. Penetró en Armenia hasta Valāshgird. Encontrando los ejércitos
unidos de Davith, el Bagratí Gagik I, y el rey georgiano Bagrat II, se retiró
sin dar batalla. En 388/998 dirigió otro ejército, esta vez compuesto con los
voluntarios de ‘Irāq y Khurāsān, hasta la villa de Tsumb, al noreste del lago
Van, donde fue encontrado por los ejércitos conjuntos armenio y georgiano. El
encuentro terminó en contra de lo esperado en una severa derrota del ejército
musulmán a pesar de su superioridad numérica.
De acuerdo con la única fuente literaria existente
Mamlān murió en 393/1001 y fue sucedido por su hijo Abū Nasr Husayn. El nombre de
Mamlān, no obstante, aparece en las monedas al menos hasta el año 405/1014.
Así, o bien la fecha dada para su muerte es errónea, o bien Abū Nasr, sobre
cuyo reinado nada se conoce, continuó acuñando moneda en nombre de su padre. De
acuerdo con la misma fuente Abū Nasr murió en 416/1025 y fue sucedido por otro
hijo de Mamlān, Abū Mansūr Vahsūdān. Bajo Vahsūdān las primeras oleadas de
inmigración de turcos Oghuz (Ghuzz) alcanzaron Āzarbāījān, que gradualmente
iban a cambiar completamente la composición de su población. Fuentes armenias
tardías fechan la llegada de los turcos incluso antes y la describen como una
de las causas de la migración de los Ardzruníes y su pueblo desde Vaspurakan a
Sebastaia (Sīvās) y la cesion de la anterior provincia a Bizancio en 1021. Tal
fecha temprana para la llegada de los turcos no puede conciliarse con las
informaciones de las fuentes musulmanas. Los primeros inmigrantes Oghuz en Āzarbāījān
pertenecían todos a los así llamados Turcomanos ‘Irāqíes, que fueron expulsados
de Khurāsān por los Ghaznawíes mientras su líder, Arslan Isrā’īl b. Saljuq fue
arrojado en prisión donde murió c.427/1034. El primer grupo Oghuz que constaba
de unas 2.000 tiendas llegó en 420/1029 y fue bien recibido por Vahsūdān y
empleado de manera efectiva contra sus enemigos. Los armenios quedaron
fuertemente impresionados por su primer encuentro con esos arqueros montados.
Su presencia no detuvo por el momento la presión de Bizancio hacia el este.
Habiendo tomado previamente Arjish a los musulmanes, los bizantinos en 425/1034
expulsaron a Abu’l-Haijā b. Rabīb al-Dawla, sobrino de Vahsūdān y jefe de los
kurdos Hadhbāníes, de la fortaleza de Bergri, al noeste del lago Vān. Como Abu’l-Haijā
estaba en desacuerdo con su tío, el califa intervino para reconciliarles en
aras de recobrar la fortaleza. Sus esfuerzos conjuntos solamente llevaron a una
breve reocupación antes de que la fortaleza se perdiera definitivamente.
Una segunda ola Oghuz, mucho más fuerte que la
primera, llegó en 429/1037-8 bajo sus líderes Būqā, Göktāsh, Mansūr y Dānā.
Aunque Vahsūdān estableció lazos matrimoniales con uno de sus líderes, pronto
comenzaron a rapiñar el país. Saquearon Marāgha en 429/1039, quemaron su
mezquita, y masacraron a muchos de sus habitantes. Un grupo, que se había establecido
en Urmīya, después de una fructífera incursión en Armenia fue atacado a su
vuelta por los Hadhbāníes a causa de la fricción previa entre ellos. Mataron a
muchos de los kurdos y saquearon la campiña. El líder Hadhbāní Abu’l-Haijā b.
Rabīb al-Dawla, que mantenía el control sobre Urmīya, y Vahsūdān unieron
fuerzas para expulsar a los agitadores. Mucho de los Oghuz fueron muertos,
mientras que extensos grupos salieron para Ray y Hamadān. Otros, sin embargo,
se quedaron. En 432/1040-1 Vahsūdān capturó a treinta de sus líderes en un
acena a la que los había invitado y luego mató a muchos de sus hombres. Como
resultado los Oghuz de Urmīya decidieron salir para Mosul. En el siguiente año
otro extenso contingente de Oghuz llegó desde Ray y Hamadān huyendo del saljuq
Ibrāhīm Ïnäl. Fueron derrotados y expulsados por Vahsūdān. De nuevo en 435/1044
unos 5.000 turcomanos volvieron a Āzarbāījān desde Mesopotamia a través de Diyārbakr y
Armenia y ocuparon la ciudad de Khūy (en armenio Her). Los restos de los
turcomanos ‘irāqíes se establecieron ahora firmemente en Āzarbāījān.
Poco después Qutlumush, hijo de Arslān b. Saljuq, se les unió para asumir el
liderazgo.
Tabrīz fue golpeada por un terremoto que destruyó
grandes partes de la ciudad y su muralla; se dice que 40.000 o 50.000 habían
muerto. El palacio se derrumbó, pero el gobernante, que estaba en un jardín,
resultó ileso. Hizo muchos esfuerzos para reconstruir la capital a corto plazo.
Vahsūdān durante la mayoría del resto de su reinado fue el patrocinador del
poeta Qatrān, que le elogió en numerosas odas.
En 446/1054 Toghrïl Beg llegó a Āzarbāījān
y Arrān para recibir la sumisión de los gobernantes locales. En Tabrīz Vahsūdān
se sometió a él, introdujo su nombre en la Oracion del Viernes, y le entregó a
su hijo como rehén. De este modo los Rawwādíes se convirtieron en vasallos de
los Saljuq. El hijo de Vahsūdān Abū Nasr Mamlān, que le sucedió en 451/1059,
una vez más se rebeló contra la dominación turca. Toghrïl en 452/1060 en vano
apostó por Tabrīz. Mamlān viajó en persona a Bagdad para quejarse al Califa
al-Qā’im sobre las depredaciones de los Oghuz en Āzarbāījān, mientras que
muchos notables enviaron cartas de quejas. El Califa escribió a Toghrïl
solicitándole que impidiera a los turcomanos devastar el país, pero fue en
vano. En 454/1062 Toghrïl volvió a Āzarbāījān y obligó al Rawwādí de nuevo a la
sumisión, imponiéndo un fuerte tributo sobre él.
Cronología y Genealogía de los Sājíes y los Rawwādíes de Āzarbāījān
Cronología y Genealogía de los Sājíes y los Rawwādíes de Āzarbāījān
9. Los Shaddādíes de Arrān
Los Banū Shaddād fueron jefes de un clan kurdo,
probablemente de la tribu Haddhbāní, que vagaban por las tierras de pasto de
Armenia. Muhammad b. Shaddād b. Qurtaq sobre el año 340/951-2, en la época de
la detención del Sallārí al-Marzubān, ganó el control de Dvin, probablemente
invitado a la ciudad como protector. Ibrāhīm b. al-Marzubān, que intentó
preservar los intereses de su padre, incitó a un vasallo cristiano a atacar a
Muhammad, pero éste le derrotó. Entonces Ibrāhīm envió un ejército de Daiamíes
y kurdos que expulsaron al Shaddādí. Pronto fue vuelto a llamar por el pueblo
de Dvin, que no estaban satisfechos con la guarnición Dailamí, y frustraron un
intento del rey Bagratí Ashot III de Ani por conquistar la ciudad. En 343/954-5
fue expulsado por un ejército dailamí enviado por al-Marzubān, que había
recuperado el gobierno de Āzarbāījān. Muhammad y su clan encontraron refugio
en Dvin y murió en 344/955-6.
El mayor de los tres hijos de Muhammad, al-Lashkarī
Abu’l-Hasan ‘Alī, se convirtió en jefe del clan y entró al servicio del armenio
Grigor, gobernante de Farisos, y recibió de él Shothk y Berd-Shamiram como
feudos. El hermano menor, al-Fadl (Fadlūn), al principio sirvió a Najā al-Saifī,
gobernador de Diyārbakr para el hamdāní Sayf al-Dawla. Cuando Najā fue muerto
en 354/965, volvió con sus hermanos, pero como no quería servir a los cristianos
pronto partió con la intención de unirse al sallārí Ibrāhīm en Āzarbāījān.
Cuando alcanzó Ganja, el gobernador de Ibrāhīm de la ciudad, ‘Alī al-Tazī, le
invitó a asentarse y protegerle contra sus vecinos hostiles. Pronto tuvo
ocasión para probar su utilidad al repeler un ataque de los Siyāvurdiyya
(Sevordi), húngaros armenizados que vivían al oeste de Shamkūr. Cuando se
dispuso a partir para ir a Āzarbāījān los notables de Ganja le persuadieron
para que se asentara e invitaron a su hermano al-Lashkarī a venir a Ganja. Al
principio al-Lashkarī rechazó unirse a al-Fadl, pero éste le indujo, a través
de un ruso, a venir y entonces fue capaz reconvencerle a quedarse. El pueblo de
Ganja cooperó con ellos arrestando al gobernador y abriendo las puertas para
ellos. Al-Lashkarī en 360/971 tomó posesion de Ganja y mató al gobernador. El
Sallārí Ibrāhīm en 361/971-2 puso asedio a Ganja pero fracasó en tomarla y se
retiró tras negociar una paz que prácticamente debió haber reconocido la
independencia de los Shaddādíes. Al-Lashkarī tomó posesión de la región,
expulsando a los Daiamíes, y gradualmente expandió sus territorios hasta
Shamkur al noroeste y Barda’a al este. Murió en 368/978-9.
Aunque al-Lashkarī había favorecido a al-Fadl para
la sucesión, el segundo hijo, al-Marzubān obtuvo el trono con el apoyo del
ejército y los súbditos. Al-Marzubān se demostró deficiente en su juicio
político y perdió c.372/982-3 Barda’a a favor del Sharvān-Shāh Muhammad b.
Ahmad. Algunos servidores provocaron la discordia entre al-Fadl y él. En
375/985 al-Fadl le asesinó y capturó a su hijo Shīrvān y ascendió al trono.
Durante su largo reinado al-Fadl expandió
enormemente el territorio Shaddādí a pesar de algunos reveses. En 383/993 ocupó
Barda’a y Bailaqān. Probablemente conectado con esas adquisiciones está la
información de una fuente Armenia de que invitó a Gagik, hijo de Hamam, señor
de Tandzikh, le mató y se apoderó de su territorio. Cuando el gobernante de
Farisos, Grigor, murió en 1003-4, al-Fadl cargó de cadenas a su hijo Philip, al
que previamente había invitado, y ocupó
Shashvash y Shothkh de los dominos de Grigor. En una fecha desconocida capturó
el país de los Siyāvurdiya al oeste de Shamkur. Probablemente en 413/1022 trajo
Dvin bajo su control, imponiendo un duro impuesto a los armenios, y nombró a su
hijo Abu’l-Asvār gobernador. En 418/1027 ordenó que fuera construido un puente
sobre el Araxes (probablemente en Khudāfarīn), quizá con la intencion de
extender sus dominios sus dominios en Āzarbāījān.
No siempre fueron fructíferas sus guerras con los
Bagratíes de Tashir que adoptaron el pretencioso título “reyes de
Alvankh”(Albania), y los reyes georgianos. Al-Fadl combatió a Gurgen de Tashir
y después de su muerte x.989 atacó a su hijo Davith Anholin, pero sufrió una
derrota. En torno a esa época invadió Kakhetia y Hereth, pero el rey Bagrat III
de Georgia en alianza con el rey Gagik de Ani, atacó Shamkūr, obligándole a
pedir lal paz. Cuando en 417/1026 el rey de Georgia, probablemente Giorgi,
asedió de nuevo Shamkūr, al-Fadl salió a su encuentro y le venció. En 421/1030
al-Fadl atacó Georgia con éxito. En su camino de vuelta fue atacado por un
ejército combinado, del señor de la guerra georgiano Liparit, el rey de
Kakhetia Kuirike III y el rey de Tashir Davith Anholin y perdió 10.000 hombres
y todo su botín. En el mismo año su hijo ‘Askarūya se rebeló en Bailaqān.
Al-Fadl, que tras su derrota cayó mortalmente herido, envió a su otro hijo Mūsā
contra él. Mūsā, con la ayuda de un grupo de rusos que había saqueado Sharvān
conquistó la ciudad y mató a ‘Askarūya. Al-Fadl murió en 422/1031.
El hijo y sucesor de al-Fadl, Abu’l-Fadl Mūsā
gobernó solo tres años, hasta 425/1034, cuando fue asesinado por su hijo
al-Lashkarī ‘Alī, quien ascendió al trono. Al principio, el reinado de al-Lashkarī
fue estable y próspero. El poeta Qatrān, que pasó algún tiempo en su corte en
Ganja y partió no más tarde de 432/1041, en alguno de sus elogios para él
menciona una gran victoria que obtuvo sobre el ejército unido de los reyes de
Georgia y Armenia. Sus relaciones con el Rawwādí Vahsudān inicialmente fueron
pobres. El empleo de Vahsudān de los turcomanos Oghuz supuso una seria amenaza,
pero al-Lashkarī logró atraer alguno de ellos a Arrān. En consecuencia, sus
relaciones mejoraron, y Vahsudān incluso
pagó una visita a la corte del Shaddādí, probablemente en algún momento entre
427/1036 y 432/1041. Al-Lashkarī también entabló amistosas con el gobernante
musulmán de Tiflis, Ja’afar b. ‘Alī, al qe ayudó en su resistencia contra los
ataques georgianos. Tras la muerte de Ja’far (1046) al-Lashkarī desposó a su viuda Shāh-Khusruvān.
Durante los últimos años de su reinado sufrió una fuerte presión de los
turcomanos y la expansión bizantina. En 437/1045-6 los Oghuz bajo Qutlumush
iniciaron un asedio sobre Ganja que duró un año y medio y solo fue levantado
cuando el ejército bizantino bajo el eunuco Nicéforo unido al rey georgiano
Bagrat IV se aproximaba. Al-Lashkarī fue obligado a hacer concesiones a su
salvador reconociendo la soberanía bizantina y entregándo a su hijo Ardashīr
como rehén. Su situación permaneció precaria, y trasladó su residencia de
castillo en castillo hasta que murió en 441/1049 ó 50.
Al-Lashkarī fue sucedido por su hijo menor Anūshirvān
en cuyo nombre reinó el chambelán Abū Mansūr. Abū Mansūr acordó con los jefes
del ejército entregar varias fortalezas fronterizas a los soberanos de
Kakhetia, Georgia, a la tribu montañesa Dido y a Bizancio con la esperanza de
aliviar su presión sobre Arrān. Esta decisión todavía en 441/1049-50 provocó
una rebelión del pueblo de Shamkūr, que tomó la ciudadela de la ciudad y
proclamó a Abu’l-Asvār Shāvur, hijo de al-Fadl b. Muhammad, soberano. Abu’l-Asvār
había gobernado Dvin desde 413/1022 prácticamente independiente. Aunque estaba
casado con una hermana del rey armenio Davith Anholin de Tashir, resultó un
vecino problemático para los armenios y se ganó la reputación de Ghazi
ejemplar entre los musulmanes. Concedió asilo al noble armenio Abirat con su
gran séquito y después le mató. Alrededor de 1039 invadió el territorio de su
cuñado el rey Davith saqueando y quemando. Cuando amenazó atacar al mismo
Davith, éste acudió a los reyes de Ani, Kapan y Georgia por ayuda. Ayudado por
sus tropas infligió una derrota al Shaddādí y lo expulsó de sus dominios. En
1043 el emperador bizantino Constantino Monómaco, que intentaba anexionar Ani y
deponer a su joven rey s, invitó a Abu’l-Asvār por carta a atacar el
territorio de Ani y le prometio en un toro dorado el reconocimiento de
cualquier conquista que hiciese. Abu’l-Asvār ocupó una serie de fortalezas y
lugares en el territorio de Gagik. Después de la conquista bizantina de Ani en
1045 el emperador violando sus promesas demandó de él la entrega de las tierras
que anteriormente pertenecían a Ani. Ante la negativa de Abu’l-Asvār, un fuerte
ejército bizantino con contingentes armenios y georgianos atacó Dvin. Abu’l-Asvār
huyó del país anegó el país y colocó a sus arqueros emboscados. Los atacantes
fueron rechazados con fuertes pérdidas. Al año siguiente otro ejército bizantino
tomó algunas de las fortalezas pertenecientes a Ani. Más seria fue la campaña
bajo Nicéforo c.1048-9. Abu’l-Asvār se retiró a Dvin, mietras el enemigo dejó
la campiña perdida. Fue forzado a rconocer la supremacía bizantina antes de que
Nicéforo continuara hasta Ganja.
Después de obtener el control de Shamkūr Abu’l-Asvār
ocupó Ganja y el resto de Arrān. Anūshirvān y el chambelán Abū Mansūr fueron
arrestados. Abū Mansūr logró restaurar para el régimen Shaddādí algo de su
antiguo vigor. En 445/1053 obtuvo una fortaleza fronteriza de manos de los
georgianos y situó una guarnición en ella. Encomendó a su hijo Abu’l-Nasr
Iskandar el gobierno de Dvin. Cuando Toghrïl Beg después de recibir la sumisión
del Rawwādí Vahsūdān en Tabrīz llegó a Ganja en 4464/1054, Abu’l-Asvār se
sometió a él. Más tarde participó en la conquista saljuq de Armenia. La
dinastía Shaddādí sobrevivió como vasallos Saljuqíes gobernando Ani hasta el
fin del siglo VI/XII.
Cronología y Genealogía de los Shaddādíes de Ganja y Ani
Cronología y Genealogía de los Shaddādíes de Ganja y Ani
10. Los Yazīdíes de Sharvān y los Hāshimies de Bāb
al-Abwāb
En las provincias limítrofes de Sharvān y al-Bāb,
dos dinastías, los Yazādíes y los Hāshimíes, fueron capaces de establecer su
gobierno hereditario alrededor de mediados del siglo III/IX. Hasta el periodo
Sallārí tardío permanecieron generalmente bajo la supremacía de los
gobernadores de Āzarbāījān y Arrān, pero estos interfirieron solo
ocasionalmente en sus asuntos. La mayoría de sus esfuerzos estaban dedicados en
saquear los pequeños principados la no musulmanes de la región y repeler sus
ataques. Las dos familias también estaban enfrentadas en una larga e
intermitente contienda una con la otra. Los Yazīdíes, que tenían una
reclamación histórica hacia al-Bāb, una y otra vez interfirieron en los asuntos
de esta provincia vecina y generalmente sacaron ventaja. Los Hāshimies, cuya
posesion sobre al-Bāb también estaba permanentemente amenazada por el poder de
los jefes (ru’asa) de la ciudad, eran
una y otra vez expulsados y restaurados en un corto periodo de tiempo.
Los Yazīdíes eran descendientes de Yazīd b. Mazyad,
jefe de la tribu árabe de Shaibān e importante comandante bajo Hārūn al-Rashīd.
Yazīd fue nombrado dos veces gobernador de Āzarbāījān y Armenia
(171/787-9 y 183-5/799-801) y se distinguió en la lucha contra los Kházaros.
Después de él sus tres hijos y su nieto Muhammad b. Khālid fueron enviados
reiteradamente como gobernadores a Āzarbāījān, Armenia y Arrān. Muhammad b. Khālid en
245/859-60 restauró la ciudad de Ganja y
y le fue concedido junto con otros estados como feudo hereditario. Su
hermano al-Haitham, probablemente subalterno suyo, se convirtió en gobernador
de Sharvān. Cuando los disturbios que siguieron al asesinato del califa
al-Mutawakkil en 247 debilitaron el gobierno central, fue capaz de retener su
señorío y transmitirlo a su hijo. Un tercer hermano, Yazīd, en el mismo periodo
se estableció en Laizān, una pequeña región en Sharān septentrional. Al-Haitham
y Yazīd adoptaron los títulos tradicionales Sharvān-Shāh y Laizān-Shāh. La
dinastía pronto se persianizó y pretendió descender de Bahrām Gūr.
Los Banū Hāshim eran descendientes de un cliente de
la tribu árabe de Sulaim de origen desconocido. Los Sulaim eran poderosos en
al-Bāb, y los Hāshimíes eran una de las familias de importancia entre ellos.
Al-Najm b. Hāshim es mencionado como señor de al-Bāb representando los
intereses locales por el año 180/796. Cuando los habitantes de la ciudad
atacaron a su recaudador de impuestos, al-Najm fue asesinado por el gobernador
de Armenia. Su hijo Hayyūn se rebeló y pidió ayuda a los Kházaros, quienes
llegaron con un fuerte ejército y penetraron hasta el río Kur causando mucho
daño a los musulmanes antes de que se retiraran. A pesar de su traidora
actividad, la familia Hāshimí no perdió su influencia en al-Bāb. En 255/869 los
habitantes y los ghāzis de la ciudad, alzaron a un biznieto de Hayyūn como su
amīr, y desde esa fecha y desde esa fecha la familia reinó sobre una base
hereditaria. Hāshim dirigió dos incursiones con éxito en el país ávaro conocido
como al-Sarīr en 263/876-7 y 265/878-9. Tras su muerte en 271/884-5 fue sucedido por su hijo ‘Amr [o
‘Umar] quien murió después de un año y fue sucedido por su hermano Muhammad.
Muhammad en 273/886-7 llevó a cabo una incursión con éxito sobre Shandan, al
noroeste de al-Bāb, y en 288/901 repelió un ataque kházaro. Menos afortunados
fueron sus relaciones con al-Sarīr. En 292/905 Muhammad en una batalla fue
capturado junto con diez jefes de al-Bāb por el señor de al-Sarīr, que más
tarde le liberó con generosos regalos. En 297/909-10 (de acuerdo con otra
versión en 300/912-13) Muhammad dirigió otra campaña contra Shandān junto con
el Sharvān-Shāh ‘Alī, biznieto de al-Haitham b. Khālid, que había sucedido en
el gobierno después de su abuelo Muhammad y su padre al-Haitham. Los musulmanes
sufrieron una aplastante derrota a manos del ejército de Shandān, al-Sarīr y
los khazaros. Los dos gobernantes y
10.000 hombres fueron capturados. Los que cayeron en cautividad con los
Sarisianos, así como los dos soberanos fueron fueron liberados tras unos meses,
mientras que la mayoría de los otros fueron vendidos como esclavos. Quiza fue
durante la cautividad de Muhammad, entre 296/909 y 299/912, cuando el Sājí
Yusuf llegó a al-Bāb y reconstruyó los muros de la ciudad. Muhammad murió en
303/916 y sue sucedido por su hermano ‘Abd al-Malik.
En Sharvān ‘Alī b. al-Haitham, no mucho después de
su liberación de cautividad, probablemente en 301/913 se enfrentó a una
incursión de los rusos sobra Baku. Cuando se retiraron a unas islas frente a la
costa, los sharvānianos los atacaron en barcos, pero fueron gravemente
mutilados, y varios miles de musulmanes fueron muertos. Estos reveses alentaron
a Abū Tāhir Yazīd de la rama de la familia de Laizān, que había sucedido en el
gobierno de esa región después de los reinados de su abuelo Yazīd b. Khālid y su
padre Muhammad, para expulsar a ‘Alī en 305/917-18. Mató a ‘Alī y a su hijo
al-‘Abbās y tomó el gobierno de Sharvān. En 306/918-9 construyó la ciudad de
Yazīdiyya cerca de Shamāki como su nueva capital y dio Laizān como feudo a su
hijo Muhammad, quien más tarde parece haberse convertido en corregente. Las
regiones de Khursān, Vardān y Tabarsarān fueron anexionadas a Sharvān bajo Yazīd.
Esta expansión hacia el norte puede haber sido
alentada por las disputas familiares que debilitaron el poder Hāshimí en al-Bāb
en este periodo. ‘Abd al-Malik b. Hāshim dos meses después de su ascensión fue derrocado
y expulsado por su sobrino Abu’l-Najm b.
Muhammad con apoyo popular. ‘Abd al-Malik huyó a Shandān y luego junto a Yūsuf
b. Abi’l-Sāj, que anteriormente le había investido con el gobierno de al-Bāb y
le proporcionó un ejército de 6.000 hombres, que le ayudaron a recuperar la
ciudad a pesar del apoyo de los habitantes por Abu’l-Najm. Unos pocos meses más
tarde marchó a Shābarān con la esperanza de capturar a su sobrino allí.
Abu’l-Najm eludió esta búsqueda y fue capaz de reocupar al-Bāb. ‘Abd al-Malik
retomó la ciudad después de un asedio, esta vez ayudado por el señor de Khaidāq
con un ejército khazaro. Mató a su sobrino y continuó gobernando sin oposición.
Una batalla con Muhammad, el hijo del Sharvān-Shāh, en 318/930 en Shābarān
quedó inconclusa y evidentemente no invirtió la expansión hacia el norte de
Sharvān. Dos incursiones fructíferas a la región de Shandān fueron llevadas a
cabo en 326/938. Un año más tarde ‘Abd al-Malik murió dejando a su hijo Ahmad,
de cuatro años.
La sucesión de un menor trajo un nuevo periodo de
problemas en al-Bāb. Ahmad fue expulsado después de cinco meses por los jefes
de la ciudad, quienes asumieron el gobierno a favor de al-Haitham b. Muhammad,
nieto del Sharvān-Shāh Yazīd y gobernador de Tabarsarān. En 329/941 le
expulsaron y restauraron a Ahmad, solo para expulsarle de nuevo después de seis
meses. Volvieron a llamar a al-Haitham, solo para expulsarle de nuevo después
de seis meses. Volvieron a llamar a al-Haitham, pero después de seis meses le
depusieron e invitaron a su abuelo, el Sharvān-Shān Yazīd, para quedar a cargo
de la ciudad. Yazīd envió a us hijo Ahmad como representante, pero a su vez fue
expulsado después de unos pocos días a favor del Hāshimí Ahmad. Yazīd ahora
dirigió una campaña punitiva contra al-Bāb llevándose mucho botín e
imponiéndole un tributo. Poco después los Dailamíes del Sāllarí al-Marzubān
invadieron Sharvān, y Yazīd fue forzado a buscar el apoyo del pueblo de al-Bāb
restaurandoles todo el botín y el tributo. Ellos expulsaron a los Dailamíes,
pero entonces concluyeron una paz con al-Marzubān que evidentemente implicaba
el reconocimiento de la supremacía sāllarí y el pago de un tributo.
Después de la muerte de Yazīd en 337/948 su hijo y
sucesor Muhammad encarceló a su hermano Ahmad y en su lugar envió a su propio
hijo Ahmad a gobernar Laizān y confirmó a su otro hijo al-Haitham en el
gobierno de Tabarsarān. Murió en 345/956 y fue sucedido por su hijo Ahmad. El
hermano de Ahmad, al-Haitham pronto se volvió sintió temor de él y buscó refugio
entre los Lakz (Lazgi). En 357/968 se unió al Sāllarí Ibrāhīm b. al-Marzubān y
al año siguiente participó en una campaña con la intención de afirmar la
autoridad Sāllarí sobre Sharvān y al-Bāb. El ejército Sāallarí saqueó Sharvān y
la campiña de al-Bāb. El Sharvān-Shāh Ahmad pidió la paz y pagó tributo.
Las demandas del sāllarí fueron resistidas por el Hāshimí
Ahmad, quien después de habe sido depuesto una vez más en 342/953-4 por seis
meses a favor del rey de los Lakz Khashram Ahmad b. Munabbih, había ganado
firme control de al-Bāb. Al-Haitham se unió ahora al Hāshimí que intentaba en
vano persuadir al Sharvān-Shāh de que concediera algún teritorio a su hermano.
El Hāshimí reunió un ejército compuesto en su mayor parte de ávaros de al-Sarīr
y saqueó y quemó Shābarān llevándose mucho botín. Como los soldados de al-Sarīr
entraron un día antes que el amīr, los habitantes les atacaron, masacrando a un
gran número y cogieron su botín. Los ávaros tomaron venganza en 360/971, cuando
derrotaron al pueblo de al-Bāb cerca de la ciudad y mataron a 1000 musulmanes.
Maymūn b. Ahmad, que había sucedido a su padre en
366/976, pronto fue confinado en el edificio de gobierno por los jefes de al-Bāb,
quienes asumieron las riendas del poder. Secretamente Maymūn buscó ayuda de los
rusos. En 377/987-8 una banda de ellos llegó en dieciocho barcos y liberó a
Maymūn, pero luego muchos de ellos fueron masacrados por el pueblo de al-Bāb y
el resto partió, mientras Maymūn se fortificó en la ciudadela de la ciudad con
uan guardia de rusos. En 379/989-90 un predicador popular de Gīlan, Muhammad
al-Tūzī encontró una ansiosa audiencia en al-Bāb, y obtuvo un control completo
sobre la ciudad. Maymūn, al principio, fue influido por su predicación, pero
más tarde resistió sus peticiones. Fue
asediado enla ciudadela por el pueblo que apoyaba al predicador y fue obligado
a partir hacia Tabarsarān (380/990-1). El predicador invitó al Sharvān-Shāh
Muhammad b. Ahmad para asumir el gobierno de al-Bāb. Muhammad, que había sucedido
a su padre en 370/981, persiguió una política de expansión, tomando posesión de
la ciudad de Qabala de su gobernante ‘Abd al-Barr b. ‘Anbasa (371/981) y
Barda’a (c.372/982). Ahora llegó fácilmente a al-Bāb, pero poco después de su
llegada fue herido por un esclavo de Maymūn, quien le golpeó con un hacha de
guerra. Mientras volvía a Sharvān, Maymūn recuperó al-Bāb. El Hāshimí en
381/991 fue expulsado una vez más, que volvió a llamar al Sharvān-Shāh. Este
último pronto partió de nuevo, dejando una guarnición en la ciudadela. Maymūn
reconquistó al-Bāb en 382/998-9 y al año siguiente también tomó la ciudadela.
En 385/995 el pueblo de la región de al-Karakh, localizada en una posición
estratégica en la ruta desde al-Bāb al Dāghīstān central, fue convertido al
Islam por él. Maymūn murió en 387/997. Su hermano Muhammad, que le sucedió, fue
asesinado después de diez meses por un ghūlam de Maymūn. Cuatro meses más tarde
(388/998) el hijo de Maymūn, al-Lashkarī accedió al gobierno. La enemistad con
Sharvān estalló de nuevo con nuevo vigor.
En Sharvān Muhammad b. Ahmad había sido sucedido
por su hermano Yazīd. Como consecuencia de la conquista anterior de Qabala, el
ejército sharvāniano en 382/992 se encontró con el ejército de Shakkī cerca de
l aciudad y sufrió severas pérdidas. En 389/999 Yazīd tomó el castillo de Gurzūl
de manos de ‘Abd al-Barr, el anterior señor de Qabala. Luego combatió al Hāshimí
al-Lashkari en una disputa sobre un estado. Al-Lashkari obtuvo una victoria
inicial y tomó el estado, pero más tarde el Sharvān-Shāh le envió a Shābarān y
capturó a su hermano Abū Nasr. Cuando al-Lashkari murió en 392/1002, el pueblo
de al-Bāb le solicitó que liberara a Abū Nasr. Yazīd, intentando restaurar la
autoridad sharvāní sobre al-Bāb, propuso que Abū Nasr se casara con su hija y
pidiera la entrega de la ciudadela de al-Bāb para sí mismo. Cuando el pueblo de
al-Bāb rechazó esta petición mató a Abū Nasr y combatió a su hermano al-Mansūr,
al que el pueblo de al-Bāb había jurado lealtad en 393/1003. La guerra entre
Sharvān y al-Bāb se eternizaba con fortuna cambiante hasta que el pueblo de
al-Bāb se rebeló y expulsó a al-Mansūr en 410/1019-20 y entregó la ciudad al
Sharvān-Shāh, que situó una guarnición en la ciudadela. Al-Mansūr recuperó la
ciudad y la ciudadela en 412/1021-2 con el apoyo del señor de al-Sarir y libró
una batalla no decisiva con los Sharvānianos en Shābarān. En 1414/1023-4 de
nuevo fue expulsado por el pueblo, que entregó la ciudad al Sharvān-Shāh, pero
la reconquistó en 415/1024. La contienda fue temporalmente interrumpida cuando
el Sharvān-Shāh en 416/1025 durante su ausencia de su capital al-Yazīdiyya se
enfrentó a una rebelión de su hijo Anūshīrvān allí. Anūshīrvān pronto perdió a
la mayoría de sus seguidores y huyó cuando su padre se aproximaba a la capital.
Fue capturado y murió de hambre en prisión. Yazīd murió en 418/1027 y fue
sucedido por otro hijo Manūchihr.
Manūchihr en 420/1029 volvió a abrir la guerra con
al-Bāb sobre la posesión de un estado en Masqat. Fue derrotado, y en 421/1030
el ejército de al-Bāb hizo incursiones en sus dominios causando una extensa
destrucción. Más tarde en el mismo año, los rusos desembarcaron en Sharvān e
infligieron una derrota a Manūchihr cerca de Bakū matando a muchos sharvānianos
antes de que avanzaran hacia Arrān. En 422/1031 de nuevo tomaron tierra en Bakū
pero fueron rechazados por Manūchihr. Se unieron con los Alanos y en 423/1032
tomaron al-Yazīdiyya por la fuerza saqueando y matando. A su vuelta fueron atacados
y acometidos por un ejército de ghāzīs bajo el amīr al-Mansur de al-Bāb y
perdieron todo su botín y muchos hombrs. Un año más tarde intentaron tomar
venganza sobre al-Bāb, pero fueron repelidos en al-Karakh.
Tanto el Hāshimí al-Mansūr como el Sharvān-Shāh Manūchihr
murieron en 425/1034, el último muerto por su hermano Abū Mansūr con la ayuda
de la esposa de Manūchihr, hija del Shāddadí al-Fadl. Mientras que Abū Mansūr
ascendía al trono en Sharvān y se casó con la viudad de su hermano, al-Mansūr
fue sucedido en al-Bāb por su hijo ‘Abd al-Malik, que pronto fue derrocado y
expulsado por el pueblo, que entregó la ciudad en 426/1035 al nuevo Sharvān-Shāh.
Este último guarneció la ciudadela y colocó a su visir a cargo de al-Bāb. Pero
‘Abd al-malik después de dos años recuperó sus dominios y mató al visir. Fue
capaz de pactar una paz con el Sharvān-Shāh y en 427/1035 se casó con su
hermana Shamkūya. La nueva alianza fue vista con recelo por los poderosos jefes
de al-Bāb. Cuando asesinaron al visir de ‘Abd al-Malik, este partió
secretamente hacia Sharvān. Dos de ellos siguieron al amīr para convencerle de
que volviera. Fueron detenidos como rehenes por el Sharvān-Shāh mientras ‘Abd
al-Malik retornaba a al-Bāb y se fortificó en la ciudadela. En 429/1038 un
ataque del pueblo de Shandān sobre la ciudad fue rechazado. En 430/1038/9 uno
de sus jefes, ‘Alī b. al-Hasan b. ‘Anaq, se rebeló y asedió al amīr en la
ciudadela pero fracasó. El pueblo de Khaidāq tomó la ciudadela en 432/1040-1 y
brevemente mantuvo al amīr y su esposa cautivos. En el mismo año el jefe ‘Alī
b. al-Hasan llevó a cabo una incursión sobre Shandān. En 433/1041-2 ‘Abd
al-Malik de nuevo huyó con miedo de los jefes, que capturaron a su esposa y la
enviaron a su hermano el Sharvān-Shāh. ‘Abd al-Malik pronto recuperó al-Bāb,
mientras que los jefes huyeron, y su esposa retornó desde Sharvān. ‘Abd
al-Malik murió en 1043 dejando un hijo, Mansūr, de cuatro años.
Mansūr fue proclamado amīr, y el jefe ‘Abd al-Salām
b. al-Muzaffar b. Aghlab actuó como su regente durante su minoría. Después de
la muerte de ‘Abd al-Salām en 443/1051-2 Mansūr se convirtió en el gobernante
efectivo. Pero ya en 443/1054 los jefes se rebelaron, y su reinado permaneció
problemático por su oposición hasta que fue finalmente asesinado por ellos en
457/1065. En Sharvān Abū Mansūr b. Yazīd fue sucedido en 435/1043-4 por su
hermano Qubād. En 347/1045-6 Qubād construyó una muralla en torno de la capital
al-Yazīdiyya por temor a los turcomanos Oghuz, que en este tiempo estaban
poniendo asedio a Ganja. Qubād fue sucedido en 441/1049 por su sobrino
Bukhtanassar ‘Alī b. Ahmad, que fue rápidamente expulsado por su tío Sallār b. Yazīd.
‘Alī huyó pero fue capturado y muerto cerca de Bailaqān. Sallār persiguió
activamente la lucha contra los infieles durante su reinado. En 445/1053-4
ocupó el castillo de Mālūgh en Shakkī por la fuerza y la guarneció. Cercana a
ella construyó una ciudad con una mezquita de la congregación.
Se desconoce si los gobernantes de Sharvān y al-Bāb
estaban entre los príncipes que formalmente se sometieron a Toghrïl Beg en la
época de su campaña a Āzarbāījān y Arrān en 446/1054. Su reconocimiento de
la soberanía Saljuq en cualquier caso no puede haber sido demorada mucho más
tiempo. Una década más tarde la región
cayó bajo la masiva ocupación turca.
Cronología y Genealogía de los Sharvān-Shāhs Yazīdíes
Cronología y Genealogía de los Hāshimíes de al-Bāb
Cronología y Genealogía de los Sharvān-Shāhs Yazīdíes
Cronología y Genealogía de los Hāshimíes de al-Bāb
Bibliografía:
MADELUNG, Wilferd. "Minor Dynasties of Northern Iran." The Cambridge History of Iran, Volume 4: The Period From the Arab Invasion to the Saljuqs. Ed. R. N. Frye. New York, New York: Cambridge University Press, 1975
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