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lunes, 3 de junio de 2013

Las Dinastías musulmanas menores de Irán Septentrional (Azarbaijan, Gilan, Tabaristan y Gurgan)

1. Las Provincias Caspianas

Entre las antiguas provincias del  Imperio Sasánida, las regiones costeras a lo largo de la costa meridional del Mar Caspio resistió la penetración de los árabes y el Islam más tenazmente. Protegida por la elevada coordillera montañosa de Alburz escaparon al ímpetu principal de los victoriosos ejércitos árabes cuando avanzaban hacia el este en el interior de Khurasán. Las primeras invasiones árabes solo fueron parcialmente existosas. En el año 30/650-1, bajo el Califa 'Uthmān, Sa'īd b. al-'Ās entró en Gurgān, la provincia que toca la costa suroriental del Mar Caspio, e impuso un tributo a su gobernante. Desde allí marchó al oeste para conquistar partes de Tabaristān. Esas conquistas se perdieron de nuevo durante la lucha entre 'Alī y Mu'āwiya por el Califato, y el impuesto de Gurgān fue retenido frecuentemente. Mu'āwiya poco después de ganar la posesión única del Califato en 41/661 envió a Masqala b. Hubaira para subyugar Tabaristān, pero él y su ejército fueron aniquilados en Rūyān, al oeste de Tabaristān. En los años 61-4/680-3 un intento para conquistar Tabaristān acabó en derrota de un general de Kūfan Muhammad b. al-Ash'ath al-Kindī. Gurgān no fue colocado bajo gobierno musulmán hasta 98/716-17, cuando Yazīd b. al-Muhallab derrotó a los turcos Chöl (en árabe, Sūl) de las estepas de Dihistān al norte del río Atrak, que había tomado el país de manos de su mazbān Firūz b. Qūl, y construyó la ciudad de Gurgān (cerca de la moderna Gunbad-i Qābūs) que se convirtió en  la capital de la provincia musulmana. Un intento posterior de Yazīd para conquistar Tabaristān terminó en fracaso, y fue forzado a dejar el país después de concluir una tregua.

Tabaristān, la provincia más desarrollada y poblada de las provincias caspianas, en ese tiempo gobernada por una dinastía de Ispahbads conocida a partir de su ancestro Dābūya como Dābūyíes con su capital en Sārī. Portaban los títulos Gīlgīlān, Padashwārgarshāh (siendo Patashwārgar el antiguo nombre de las montañas de Tabaristān, más tarde distorsionado como Farshwādgarshāh), Ispahbad de Khurasán, se dice que había sido conferido sobre ellos por el último rey Sasánida Yazdgard III, y pretendía descender del rey sasánida Pērōz a través de su hijo Jāmāsp. La historia primitiva de la dinastía está sumida en la oscuridad. La primera mención de un Ispahbad gobernando Tabaristān en una información fiable se refiere al año 79/698. Las monedas acuñadas en los nombre de los Ispahbads Dābūyíes solo son conocidas desde 711. Se fechan en una era post-sasánida que comienza en 651. Las declaraciones en las fuentes posteriores de que sus ancestros, antes del ascenso del Islam,  gobernaban Gilān, pueden ser meramente un intento de explicar su título de Gīlgīlān. El hecho de que Tabaristān en los primeros tiempos islámicos albergara otras dinastías de Padhghōspans y Ustandārs se ha interpretado como que reflejan un intento de reconstituir la más alta jerarquía administrativa sasánida allí, quizá en la época en que Pērōz, el hijo de Yazdgard III esperaba restaurar el Imperio Persa. El uso de esos títulos en Tabaristān como nombre y designaciones aparece, no obstante, mucho más tarde.  Su adopción entre los gobernantes parece más atestiguar la supervivencia de los sentimientos nacionales persas, que también alentaban la preservación del título Ispahbad mucho tiempo después de la expulsión de los Dābūyíes por la conquista musulmana.  La región del monte Damāvand en el mismo periodo fue gobernada por una dinastía que llevaba el título de Masmughān ("El Grande de los Magos") que indica una función religiosa. Otra dinastía de Masmughānes se menciona en el área de Miyāndūrūd en Tabaristān oriental.

Al-Hajjāj b. Yūsuf durante su mandato como gobernador de 'Irāq y el este renovó los esfuerzos musulmanes para dominar Tabaristān. En 78/697 un grupo de Khārijíes bajo su líder Qatarī que buscara refugio en Tabaristān fueron recibidos hospitalariamente por el Ispahbad. Cuando Qatarī demandó su conversión al Islam en los términos Khārijíes unió fuerzas con el ejército enviado por al-Hajjāj, y Qatarī fue asesinado, de acuerdo con una legendaria información, por el propio Ispahbad en un combate singular. Bajo la presión de nuevos ataques el Ispahbad acordó pagar tributo pero consiguió mantener a los musulmanes fuera del país. Cuando el ejército revolucionario 'Abbāsí alcanzó Ray en 131/748 el Ispahbad Khūrshīd fácilmente siguió la invitación de Abū Muslim de transferir su alianza y pagar tributo al nuevo poder. El Masmughān de Damāvand rechazó una petición similar y repelió las tropas 'Abbāsíes enviadas contra él.

Después  de la ejecución de Abū Muslim por el Califa al-Mansūr el Ispahbad Khūrshīd apoyó al zoroastriano Sunbādh que se rebeló en 137/754-5 reclamando venganza por Abū Muslim y le ofreció refugio tras su derrota por las tropas califales. Sunbādh fue muerto, no obstante, por un pariente del Ispahbad al que había rechazado mostrar respeto. Al-Mansūr intentó expulsar a Khūrshīd al nombrar y coronar a un primo suyo como Ispahbad. Como este expediente fracasó en su propósito de agitar la posición de Khūrshīd, se alcanzó un acuerdo bajo el que Khūrshīd prometía pagar un fuerte tributo. Pero en 141/759 al-Mansūr declaró la guerra contra el Ispahbad. En dos años Tabaristān fue conquistado mediante la acción concertada de los generales Abu'l-Khasīb, Khāzim b. Khuzaima, Abū 'Aun b. 'Abd Allāh, Rauh b. Hātim, y 'Umar b. al-'Alā'. El citado en último lugar también tomó Rūyān e incluso más al oeste, Kalār y Chālūs que se convirtieron en ciudades musulmanas fronterizas hacia el país de Dailamān. El Ispahbad huyó a Dailamān y reunió un ejército de Dailamitas y Gīlitas amenazando un contraataque. Pero cuando sus esposas e hijos fueron capturados por los musulmanes desesperó y se envenenó en 144/761. Damāvand también fue conquistado por los musulmanes, probablemente unos pocos años más tarde.

Desde entonces Tabaristān fue gobernado por gobernadores musulmanes que residían en Āmul. Su primera tarea fue asegurar la dominación musulmana sobre los territorios recientemente dominados. Aunque la nobleza fue generalmente dejada indemne, algunos líderes zoroastrianos prominentes fueron muertos durante los primeros años de la ocupación.  El tercer gobernador, Abu'l-'Abbās al-Tūsī, c.146/763 estableció guarniciones (masālih) que en fuerza van entre doscientos y mil árabes y persas, principalmente de Khurasán, fieles (abnā') a la causa 'abbāsí en más de cuarenta ciudades y lugares estratégicos desde Tamīsha en el este hasta Kalār y Chālūs en el oeste. Las montañas de Tabaristān, no obstante, siguieron eludiendo el control de los conquistadores. Fueron gobernadas por miembros de dos familias que reclamaban, como los Dābūyíes, ilustre descendencia en el pasado sasánida. La sierra montañosa oriental, más tarde conocida como las montañas Sharvín, era el domino de Sharvín de la casa de Bāvand. Se decía que su ancestro Bāv era un nieto de Kā'ūs, hijo del rey sasánida Kavādh, y que había venido a Tabaristān en tiempos de la huida de Yazdgard III ante los conquistadores árabes. Bāv es, por otra parte, el nombre de un magus, y se ha sugerido que la familia era descendiente de un prominente sacerdote zoroastriano de Ray en el cambio del siglo VI. La sede de los Bāvandíes estaba en Firīm en el monte Shahriyārkūh. La cadena montañosa central era gobernada por la casa de Qārinvand que residía cerca de Damāvand y en Lafūr. Un hermano menor de Vindādhhurmuzd, Vindāspagān, mantuvo un domino sobre las montañas occidentales y residía en Muzn en la frontera de Dailamān. Supuestamente los Qārinvand eran descendientes de Sōkhrā, primer ministro de Kavādh, a cuyo hijo Kāren se le concedió partes de Tabaristān por Anūshirvān. Quizá más fiable es un relato diferente que afirma que habían sido instalados en sus dominios por los Dābūyíes un siglo antes. Vindādhhurmuzd y sus sucesores se consideraron herederos de los Dābūyíes y asumieron sus títulos Gīlgīlān e Ispahbads de Khurāsān. En este periodo se los Bāvandíes eran tratados como reyes de Tukhāristān y probablemente también reclamaban el título de Ispahbad.

Khālid b. Barmak durante su gobernorato en Tabaristān (c.151-5/768-772) intentó expandir la influencia musulmana en las tierras altas al establecer relaciones amistosas con Vindādhhurmuzd y construir ciudades allí. Fueron destruidas después de la partida de Khālid por el Bāvandí Sharvīn. En 164/781, en una ápoca de inquietud en Khurāsān, el Califa al-Mahdī envió mensajeros a los príncipes gobernandes del este, entre ellos "el rey de Tabaristān el Ispahbad" (Vindādhhurmuzd) y "el rey de Tukhāristān Sharvīn", y recibió promesas su lealtad. Sin embargo, dos años más tarde, Vindādhhurmuzd, aliado con Sharvīn y el Masmughān de Miyāndūrūd dirigió una peligrosa rebelión antimusulmana. Las crónicas locales informan, sin duda exagerando, que todos los musulmanes por todo Tabaristān fueron masacrados en un solo día. Las masacres supuestamente estarían confinadas a las tierras altas y aquellas partes de las tierras bajas que los rebeldes eran capaces de controlar. Vencieron a los primeros ejércitos musulmanes enviados contra ellos y mataron a sus líderes. El levantamiento fue lo suficientemente serio como para que el Califa enviara en 167/783-4 a su hijo Mūsā con un "enorme ejército e impedimenta tal como nadie  hubiera equipado anteriormente", a Gurgān para dirigir la guerra contra Vindādhhurmuzd y Sharvīn, los dos señores de Tabaristān". En el siguiente año al-Mahdī envió otro ejército de 40.000 hombres bajo Sa'īd al-Harashi a la provincia rebelde. Finalmente, Vindādhhurmuzd fue derrotado y herido y se entregó a Mūsā en Gurgan con la promesa de un perdón. Mūsā, tras su ascenso al Califato en 169/785 le llevó a Bagdad, pero pronto le permitió tegresar a sus dominios.

Las relaciones con los gobernadores permanecieron entonces amistosas durante un tiempo. Jarīr b. Yazīd, gobernador desde 170/786 hasta 172/788, vendió a Vindādhhurmuz extensas propiedades de tierra domanial fuera de Sārī. En los últimos años de Hārūn al-Rashīd, no obstante, ocurrieron nuevos problemas. Los dos reyes de las montañas en alianza controlaron estrictamente el acceso a sus territorios y no permitieron que ningún musulmán fuera enterrado allí. Los hombres del Bāvandí Sharvīn asesinaron a un sobrino del gobernador Khalīfa b. Sa'īd al que este último había nombrado su delegado. En 189/805 Vindāspagān, hermano de Vindādhhurmuz, mató a un recaudador de impuestos musulmán enviados a inspeccionar sus villas. El Califa, que llegó a Ray para tratar asuntos con un gobernador de Khurāsān de dudosa lealtad, envió a los dos príncipes de Tabaristán ordenándoles aparecer ante él. Ambos reyes se apresuraron a garantizar a Hārūn su sumisión, prometiendo el pago del impuesto sonbre la tierra, y Vindādhhurmuz se presentó al Califa quien le confirmó como Ispahbad. A petición suya Hārūn reemplazó al gobernador de Tabaristān , pero dió al nuevo gobernador instrucciones para restrigir la autoridad de los príncipes a las tierras altas. Como rehenes por su lealtad tomó a Qārin, hijo de Vindādhhurmuz , y a Shariyār, hijo de Sharvīn, en Bagdad. Fueron devueltos a sus padres cuatro años después cuando Hārūn pasó a Ray en su camino a Khurāsān.

El nieto de Vindādhhurmuzd, Māzyār b. Qārin, fue privado de su reino por el Bāvandí Shariyār b. Sharvīn y su propio tío Vinda-Umīd b. Vindāspagān. Llegó a la corte del Califa al-Ma'mūn y aceptó el islam recibiendo el nombre musulmán de Abu'l-Hasan Muhammad y se ganó la confianza del Califa. En 207/822-3 retornó con el gobernador Mūsā b. Hafs, nieto de 'Umar b. al-'Alā', a Tabaristān donde al-Ma'mūn le había concedido el gobierno de dos ciudades. Primero mató a su tío y en 210/825-6 conquistó, de acuerdo con Mūsā, los territorios del Bāvandí Shāpūr, sucesor de su padre Shariyār, y le condenó a muerte. Habiendose convertido en el único gobernante de las tierras altas adoptó los títulos tradicionales de los Ispahbads de Tabaristān, construyó mezquitas en Firīm y otras ciudades, y llevó a cabo incursiones provechosas de los cuales él estableció a unos 10.000 en el área fronteriza de Muzn. Su influencia también se expandió en las tierras bajas a expensas del gobernador Mūsā y, después de la muerte de este último en 211/826/7, de su hijo Muhammad. Su régimen pronto encontró la oposición de un sector de la aristocracia nativa y por parte de los descendientes de los abnā', que vió amenazada su posición como elemento gobernante. Como sus intentos de desacreditar a Māzyār con al-Ma'mūn fracasaron, estalló una insurrección contra Māzyār en Āmul en la que el gobernador Muhammad b. Mūsā fue expulsado. Māzyār tomó la ciudad tras un asedió de ocho meses, ejecutó a algunos de los líderes y encarceló a otros, entre ellos a Muhammad. Al-Ma'mūn otorgó a Māzyār el gobierno de todo Tabaristān, y al-Mu'tasim, que le sucedió en el Califato le confirmó al principio.Sin embargo, Māzyār pronto se vió envuelto en una disputa con 'Abd Allāh b. Tāhir que como virrey del Este reclamaba la supremacía sobre Tabaristān. Māzyār rehusó transmitir los ingresos de Tabaristān al Tāhirí, en su lugar sometiéndolos a un representante del Califa, y rechazó al intercesión de  'Abd Allāh para la liberacion de Muhammad b. Mūsā. A su vez 'Abd Allāh denigró a Māzyār ante el Califa y fomentó la oposición interna a él. Como los descendientes de los abnā' le acusaron de apostasía y trabajaron para su derrocamiento, sus medidas contra ellos se convirtieron cada vez más represivas. Tomó rehenes para prevenir su abandono del país y abolió sus privilegios fiscales que ya no se justificaban puesto que ellos ya no eran obligados a lcuhar contra los infieles Dailamíes y montañeses. Finalmente envió a los habitantes de Āmul y Sārī a los campos de prisioneros y estimuló a los campesinos nativos para rebelarse contra sus señores de la tierra. El Califa ordenó a 'Abd Allāh b. Tāhir a iniciar acciones contra ellos. Traicionado por su hermano Qūhyār, Māzyār en 224/839 fue capturado por el ejercito Tahirí y enviado a Samarra donde fue azotado hasta la muerte al año siguiente.

Las fuentes, invariablemente hostiles a Māzyār y los pro-Tāhiríes repiten las acusaciones contra él de que volvió al Zoroastrismo y conspiró con el Khurramī Bābak contra el Islam. Esos cargos no parecen tener inguna base sólida de hecho, aunque es evidente que Māzyār en su lucha con los descendientes de los abnā' vino a depender cada vez más en partidarios nativos, a menudo zoroastrianos. Ni hay clara evidencia de que Māzyār intentara rebelarse contra el Califa. Si fue alentado en su resistencia a 'Abd Allāh b. Tāhir por el rival de este último al-Afshīn, se convirtió en víctima de la lucha por el poder entre esos dos hombres. Sin embargo, esta acusación en sí misma, parece en algunas fuentes un cargo inventado de los Tahiríes para probar la traición de su rival.

 Tabaristān cayó ahora bajo el gobierno Tāhirí durante dos décadas. Qūhyār, a quien los vencedores habían prometido la posesion del reino de Vindādhhurmuzd, fue asesinado por el guardia esclavo de su hermano, y generalmente se ha supuesto que la dinastía Qārinvand llegó a su fin en este momento. Esta suposición probablemente es errónea. En los sucesos del año 250/864 se menciona a un Ispahbad de Lafūr, Bādūspān b. Gurdzād. Se hace referencia a él y sus descendientes, en ocasiones, a través de tres generaciones hsta 318/930 como gobernantes de Lafūr, Vinda-Umīdkūh y Vindadhhurmuzkūh. Uno de ellos es designado en una fuente contemporánea como Qāriní ("Ibn Qārin"). Después de 318/930 la dinastía aparentemente declinó en importancia y no es mencionada durante casi un siglo. Pero hacia el fin del siglo V/XI Ibn Isfandiyār mencionan de nuevo a los amīrs de Lafūr y expresamente les llama Qārinvand. Es evidente, así, que Bādūspān b. Gurdzād también debe ser un Qārin, aunque su relación exacta con Māzyār se desconoce.

El Bavandí Qārin b. Shahriyār, que también había ayudado a la conquista Tāhirí, en recompensa por sus servicios fue restaurado en el gobierno delas montañas Sharvín. En 227/842 aceptó el Islam. La islamización de la población nativa en Tabaristān evolucionó rapidamente ahora. La mayoría adoptó el Islam sunní leal al régimen 'abbāsí , especialmente de las escuelas Hanafī y Shāfi'ī. Pero también el Shī'ismo antagonista se expandió pronto. El Imāmismo encontró partidarios especialmente en Āmul y el este de Tabaristān en Astarābād y Gurgān. En Rūyān y Kalār Zaidī el Shī'ismo fue propagado por los seguidores del 'Alí al-Qāsim b. Ibrāhim al-Rassi (muerto en246/860). Uno de los principales transmisores de las enseñanzas de al-Qāsim fue Ja'far b. Muhammad al-Nairūsī, un nativo de Nairūs en Rūyān. Desde Rūyān con sus estrechas conexiones con los Dailamitas -Rūyān había pertenecido anteriormente, en efecto, a Dailaman- el Zaidismo comenzó a extenderse hacia el oete a los Dailamitas y Gīlitas viviendo fuera del territorio del Islam.

Cronología y Genealogía de las dinastías Dabuyí y Qariní

2. El gobierno 'Alí en Tabaristā

Fue en Rūyān, Kalār y Chālūs donde la insatisfacción creciente con algunos oficiales Tāhiríes estallaron en una rebelión abierta en 250/864. Los líderes locales pactaron una alianza con los Dailamitas e invitaron al Hasaní desde Ray, al-Hasan b. Zaid, a convertirse en su jefe. Al-Hasan, que adoptó el nombre de reinado de al-Dā'ī ila'l-haqq, se convirtió en el fundador del reino zaydí del Caspio. En el año siguiente fue obligado por contraofensiva del Tāhirí Sulaymān b. 'Abd Allāh a buscar refugio en el país de Dailamān, pero antes del fin del año estaba sin incidentes en posesion de todo Tabaristān. Desde 253/867 en adelante generalmente también mantuvo su dominio sobre Gurgān. Otros 'Alíes con su apoyo ganaron temporalmente el control sobre Ray (250-1/864-5, 253/867, 256/870, 258/872), Zanjān, Qazvīn (251/4/865-8) y Qūmis (259-66/873-79). En dos ocasiones al-Hasan fue de nuevo obligado a huir a Dailamān. En 255/869 el general 'abbāsí Muflih y en 260/874 Ya'qūb al-Saffār invadieron Tabaristān y Rūyān, pero ambos se retiraron en corto plazo.

Cuando al-Hasan murió en Āmul en 270/884, su hermano Muhammad, al que había nombrado sucesor, estaba en Gurgān. En Tabaristān, el cuñado de al-Hasan, el 'Alí Abu'l-Husayn Ahmad b. Muhammad, usurpó el gobierno durante diez meses hasta que fue expulsado por Muhammad. Este último, que asumió el mismo nombre de reinado que su hermano, ganó popularidad con los Shī'íes en todas parte por restaurar los santuarios de 'Alī y al-Husayn destruidos por el Califa al-Mutawakkil y por enviar generosos regalos a los 'Alíes fuera de sus dominios. En 277/9/891-3 Rafi' b. Harthama, entonces en el control de Khurasān, conquistó Tabaristān y penetró profundamente en las regiones de Dailamān y Gīlān donde el 'Alí había buscado refugio. Cuando el Califa al-Mu'tadid en 279/892 otorgó el gobernorato de Khurasān a su rival, el Saffārí 'Amr, Rafi' hizo la paz con Muhammad b. Zayd restaurándole en Tabaristān y prometiendole alianza. En 283/896 ocupó Nishāpūr durante un corto tiempo e introdujo el nombre de los 'Alíes en la khutba allí, pero 'Amr pronto le expulsó. En 287/900 Muhammad se dispuso a conquistar Khurasān. Fue derrotado y muerto por el ejército samaní bajo Muhammad b. Harūn al-Sarakhsī en Gurgān. Su hijo y presunto heredero Zayd fue llevado a Bukhārā, y al-Sarakhsī tomó posesión de Tabaristān. 

El reinado de los dos 'alíes fue apoyado incondicionalmente en Rūyān y Kalār. En Tabaristān y Gurgān el entusiasmo inicial por el nuevo régimen pronto dió paso bien a un apoyo voluble, bien a una oposición latente. La dependencia del régimen en los rudos e indisciplinados soldados Dailamíes dio origen a quejas en las ciudades. La adopción oficial de la doctrina Shī’ī y la teología Mutazi’lī provocaron la resistencia entre los ulamā’ sunníes, a los que los gobernantes no dudaban en oponerse con severas medidas de represión. El Qāriní Bāduspān apoyaba lealmente a al-Hasan b. Zayd, pero su hijo Shahriyār se opuso más tarde a Muhammad. El Bāvandí Qārin y su nieto y sucesor Rustam eran tradicionalmente hostiles y no perdieron ninguna oportunidad de fomentar los problemas y aliándose con los enemigos extranjeros del régimen. Finalmente Rustam en 282/895 fue encarcelado y torturado hasta la muerte por Rāfi’ b. Harthama, que en ese tiempo apoyaba a Muhammad b. Zayd, y el reinado Bāvandí decayó temporalmente.
Los Dailamíes demostraron ser los más valiosos, si no siempre aliados fiables, de los dos gobernantes ‘Alíes. Salvaron su reinado varias veces al darles refugio y ayudándoles a recuperar su reino perdido. Los territorios Dailamíes en este periodo se extendían desde el río Chālus hacia el oeste a lo largo de la costa aproximadamente hasta el Gāvarūd y en las tierras altas hasta el valle del Safīdrūd en su curso medio. A lo largo de las pendientes de los Alburz, los Dailamíes ocuparon el cauce del Shāhrūd, separados de las llanuras de Qazvīn por una cadena de colinas. Las tierras bajas alrededor del delta del Safīdrūd estaban ocupadas por los Gilitas. Los Dailamitas y los Gīlíes hablaban dialectos que se diferenciaban lo suficiente del lenguaje de la mayoría de los persas como para ser incomprensible para ellos. Estaban divididos en tribus, y la autoridad política era ejercida por los jefes tribales sobre una base hereditaria. Una dinastía de “reyes de los Dailamíes” conocida como los Justāníes, era reconocida, aunque no está claro cuán lejos se exendía su autoridad fuera de su propia tribu. Su sede estaba en Rūdbār, en un valle lateral del Shāhrūd, cuando en 246/860-1 se dice que uno de ellos había construido la fortaleza de Alamut. Los Justāníes, cuyos orígenes se desconocen, son mencionados por primera vez en las fuentes en c.176/792 cuando uno de ellos dio refugio al refugiado ‘Alí Yahyā b. ‘Abd Allāh. Hārūn al-Rashīd durante su visita a Ray en 189/805 recibió a Marzubān b. Justān, señor de los Dailamíes, y le despidió con regalos. En la época de la llegada de al-Hasan b. Zayd a Kalār, el Justāní Vahsūdān b. Marzubān primero le prometió alianza, pero pronto le retiró su apoyo y murió en 251/865. Su sucesor Khūrshīd era hostil, pero los ‘Alíes eran capaces de neutralizar su influencia entre los Dailamíes y pronto fue reemplazado por Justān b. Vahsūdān que prestó importantes servicios a al-Hasan y a Muhammad. Los Gīlíes, de acuerdo a una única fuente que pueden no ser totalmente fiable, reconocían a reyes de los suyos que pertenecían al clan real Shāhānshāvand y residían en la región de Dākhil al norte de Lāhījān. El primer rey de los Gīlíes que se menciona, Tirdādh, padre de Harūsindan, debe haber sido contemporáneo de los hermanos ‘Alíes, aunque los Gīlíes permanecieron generalmente alejados del apoyo de su causa.

El Imamato Zaydí de los ss. IX y X en Tabaristán

Mientras Tabaristān caía bajo el poder del sāmāní Ismā’īl que restauró el sunnismo y otorgó generosas compensaciones a muchas víctimas del régimen zaydí, la causa zaydí fue promovida entre los Dailamíes por un ‘Alí que pertenecía al séquito de los dos Dā’ī’s. El husayní al-Hasan b. ‘Alī al-Utrūsh después de la muerte de Muhammad b. Zayd huyó a Ray desde donde pronto aceptó una invitación de Justān b. Marzubān que le prometía apoyo para vengar al Dā’ī y recobrar Tabaristān. Dos campañas que asumieron conjuntamente en 289/902 y 290/903 terminaron en fracaso.  Más tarde, al-Utrūsh dejó a Justān para convocar a los Dailamíes al norte del Alburz y los Gīlíes al Islam tomando su residencia a su vez en Gīlākjān, en el valle del Pulīrūd entre los Dailamíes, y en Hausam (actual Rūdisar) entre los Gīlíes. Al-Utrūsh convirtió a la mayoría de los Dailamíes “del interior” y a los Gīlíes al este del Safīdrūd que le aceptaron como su imām con el nombre de reinado al-Nāsir li’l-haqq. La doctrina legal y ritual zaydí que él tocaba divergía de algún modo de la doctrina de al-Qāsim b. Ibrāhim a la que los zaydíes se convirtieron anteriormente en Rūyān y siguieron en Dailamān. Esas divergencias provocaron más tarde un fanático antagonismo entre los Nāsiriyya, seguidores de la doctrina de al-Utrūsh, y los Qāsimiyya, seguidores de la doctrina de al-Qāsim. El conflicto tuvo implicaciones más amplias, ya que un nieto de al-Qāsim, Yahyā al-Hādī ila’l-haqq en 284/897 logró fundar un estado zaydí en el Yemen. Él y sus sucesores patrocinaron y desarrollaron la doctrina de al-Qāsim. Los Qāsimiyya del Caspio fueron tentados así de buscar la guía y el liderato de los imāms Zaydíes del Yemen. De hecho un contingente sustancial de Tabarīs, la mayoría probablemente de Rūyān, prestaron ayuda militar efectiva a al-Hādī.
Los Gīlíes al oeste del Safīdrūd, la parte más extensa de Gīlān, probablemente por la misma época se convirtieron al Islam sunní por un estudioso hanbalí de Āmul, Abū Ja’far al-Thūmī. Ustādh Abū Ja’far, como fue conocido más tarde, fue enterrado en Rasht. Su santuario, localizado en el distrito de Ustādsarā, se convirtió en lugar de peregrinación se mantuvo como el santuario principal de Rasht hasta principios del siglo XX, aunque una inscripción del año 1009/1600-1 le identificaba como sobrino del Profeta y hermano de leche de al-Husayn b. ‘Alī. Esta región de Gīlān produjo una serie de distinguidos eruditos hanbalíes durante los siglos siguientes.
La demanda de al-Utrūsh a la lealtad entre los Dailamíes chocó con los intereses de Justān b. Vahsūdān quien se resintió de su pérdida de autoridad e intentó impedir que al-Utrūsh aumentara los impuestos. En el conflicto consiguiente los ‘Alíes ganaron ventaja, y Justān fue obligado a jurarle alianza. En 301/914 al-Utrūsh parte a una campaña en Tabaristān. Esta vez el ejército samaní bajo Abu’l-‘Abbās Su’lūk sufrió una aplastante derrota en Būrdidah sobre el río Būrrūd al oeste de Chālūs, y al-Utrūsh ocupó Āmul. Al año siguiente un contraataque samaní le obligó una vez más a retirarse a Chālūs, pero después de cuarenta días, expulsó al enemigo y puso todo Tabaristān y temporalmente Gūrgān bajo su dominio. El Bāvandí Sharvīn b. Rustam y el Qāriní Shahriyār b. Bādūspān que al principio se opusieron a él, fueron forzados a someterse. El historiador sunní contemporáneo Tabarī, él mismo nativo de Āmul, paga tributo a este soberano ‘Alí afirmando que “el pueblo no había visto nada como la justicia de al-Utrūsh, su buena conducta, y su cumplimiento del derecho”. Al-Utrūsh murió en 304/917. Los Nāsiríes Dailamíes y los Gīlíes durante siglos más tarde hicieron la peregrinación a su santuario en Āmul y conservaron un afecto por sus descendientes, a cada de los cuales se le concedió el sobrenombre honorífico al-Nāsir.
Los seguidores Zaydíes de al-Utrūsh, aparte de los Dailamíes y los Gīlíes, se opusieron a la sucesión de cualquiera de sus hijos, a los que consideraban disolutos y mal dispuestos para el gobierno, y favorecieron al Hasaní al-Hasan b. al-Qāsim, comandante en jefe de su ejército. Ya en vida de al-Utrūsh la rivalidad entre sus hijos y al-Hasan había llevado a disputas durante las que al-Utrūsh mismo fue depuesto durante un breve tiempo por al-Hasan. Tras la muerte de al-Utrūsh, su hijo Abu’l-Husayn Ahmad invitó a al-Hasan desde Gīlān y sometió el reino a él. Ahmad fue amonestado por su hermano Abu’l- Qāsim Ja’far que dejó Āmul con la intención de ganar el trono de su padre por la fuerza. Al-Hasan, que adoptó el nombre de reinado de al-Dā’ī ila’l-haqq, forzó al Bāvandí Sharvīn y al Qāriní Shahriyār a pagar más tributo y conquistó Gurgān. Al pueblo de Tabaristān le gustó, especialmente desde que mantuvo a los soldados bajo estricto control. En 306/919 Abu’l-Husayn desertó del Dā’ī y se unió a su hermano Ja’far. En Gīlān. Ja’far derrotó al Dā’ī y asumió el gobierno en Āmul. Por consiguiente los dos hermanos ocuparon Gurgān. El Dā’ ī, que había buscado refugio con el Qāriní Muhammad b. Shahriyār, fue capturado por este último y enviado al Justāní ‘Alī b. Vahsūdān, por este tiempo gobernador abbasí de Ray. ‘Alī le envió a Alamut para su detención a manos de su hermano Khusraw Firuz. Este último le liberó pronto cuando ‘Alī fue muerto por el Sāllarí  Muhammad b. Musāfir. Siete meses después de su huida el Dā’ī regresó a Tabaristān con un ejército que había reunido en Gīlān y derrotó a Ahmad cerca de Asterābād. Entonces llegó a un acuerdo con él, mientras Ja’far huía a Ray y a Gīlān. Ahmad gobernó generalmente Gurgān por el Dā’ī. En 309/921 el general del Dā’ī Līlī b. “al-Nu’mān” (el nombre real de su padre era Shahdūst), rey de los Gīlíes en sucesión a Tirdādh, conquistó Dāmghān, Nīshāpūr y Marv, pero finalmente fue derrotado y muerto por el ejército samaní.  Cuando el ejército derrotado regresó a Gurgān, un grupo de líderes Gīlíes y Dailamíes conspiraron para matar al Dā’ī. El último fue informado, llegó rápidamente a Gurgān y mató a traición a siete de ellos, entre ellos Harūsindān b. Tirdādh, al que los Gīlíes habían reconocido como su rey tras Līlī. Este incidente dio como resultado la desafección de parte del ejército Gīlí y Dailamí y finalmente la muerte del Dā’ī a manos de Mardāvij b. Ziyār, sobrino de Harūsindān a través de su hermana.
En 311/923 Ahmad de nuevo hizo causa común con su hermano Ja’far contra el Dā’ī. Cuando este último huyó a las tierras altas, los hermanos entraron en Āmul, y Ahmad asumió el gobierno hasta su muerte dos meses más tarde. Ja’far le sucedió y repelió un ataque del Dā’ī que finalmente se retiró a Gīlān. Cuando Ja’far murió en 312/925 los líderes dailamíes en Āmul pusieron a un hijo de Ahmad, Abū ‘Alī Muhammad, sobre el trono. Las constantes disputas entre los ‘Alíes había robustecido en efecto las manos de los jefes Dailamíes y Gīlíes, que cada vez más, eran capaces de utilizar a los ‘Alíes como títeres en sus propias luchas por el poder.  Pronto emergieron dos líderes dailamíes como rivales principales en esta lucha: Mākān b. Kākī y Asfār b. Shīrūya. Mākān y su primo al-Hasan b. Fairūzān conspiraron a favor del joven hijo de Ja’far, Ismā’īl, quien era medio hermano de al-Hasan a través de su madre. Capturaron a Abū ‘Alī y colocaron a Ismā’īl sobre el trono. Sin embargo, Abū ‘Alī tuvo éxito al matar al hermano de Mākān, quien se suponía que iba a matarlo, y consiguió el apoyo de Asfār. Mākān fue derrotado y huyó a las montañas, mientras Abū ‘Alī volvió a reinar. En cuestión de meses fue muerto en un accidente y fue sucedido por su hermano Abū Ja’far Muhammad. Como su reinado estaba debilitado por la revuelta de Asfār, Mākān en 314/926 descendió de las tierras altas y le expulsó de Āmul. El Dā’ī, que no había respondido a las primeras propuestas de Mākān se unió ahora a él desde Gīlān y, una vez más fue restaurado al gobierno de Tabaristān, mientras que Abū Ja’far encontró refugio en las tierras altas. En 316/928 el Dā’ī y Mākān partieron en una ambiciosa campaña  y conquistaron Ray y la provincia de Jibāl hasta Qum. Asfār, que gobernaba Gurgān bajo soberanía samaní, aprovechó la ocasión de su ausencia para invadir Tabaristān. El Dā’ī, sin Mākān, volvió y se enfrentó a Asfār a las puertas de Āmul. Como su ejército fue derrotado, el Dā’ī fue mortalmente herido por Mardāvīj b. Ziyār, que había entrado al servicio samaní incluso antes que Asfār y así vengó el asesinato de su tío Harūsindān. Asfār entonces derrotó a Mākān en Ray, y éste huyó a Dailamān.
El sentimiento dailamí era todavía fuerte entre Dailamíes y Gīlíes, y el gobernador dailamí de Asfār en Āmul restauró a Abū Ja’far al-Nāsir como Imām. Ante la protesta de Nasr b. Ahmad, jefe supremo samaní de Asfār, éste arrestó y lo envió junto con algunos otros ‘Alíes a Bukhārā. En 318/930, una vez más, Mākān conquistó Tabaristān, Gurgān y Nīshāpūr. Su primo al-Hasan b. Fairūzān, al que había dejado a cargo de Tabaristān, se rebeló y de nuevo alzó a su medio hermano Ismā’īl como imām, pero la madre de Abū Ja’far, prima de Ismā’īl, se las arregló para envenenar a éste último. Abū Ja’far, liberado de prisión en Bukhārā durante una rebelión contra Nasr b. Ahmad, en este tiempo ganó el apoyo de Mardāvīj b. Ziyār que se había rebelado contra Asfār y había tomado posesión de Ray. En 319/931 Mardāvīj le envió con un ejército para conquistar Tabaristān a Mākān, pero fue derrotado. Más tarde, Vushmgīr, hermano y sucesor de Mardāvīj, le estableció en Āmul como su gobernador. Tras la conquista de Ray por el Būyí Rukn al-Dawla (331/943) Abū Ja’far fue a vivir allí sin ninguna autoridad política hasta su muerte. Los ‘Alíes  no fueron ya capaces de recuperar su dominio en Tabaristān. Los descendientes de al-Utrūsh continuaron ejerciendo influencia en Āmul donde fueron estuvieron centrados en el santuarios de sus ilustres ancestros y fueron dueños de muchas propiedades. Repetidamente los descendientes de al-Utrūsh son mencionados como gobernadores de la ciudad bajo los gobierno Ziyārí y Būyí.
3. La dominación Ziyārí en Tabaristān y Gurgān
Los Ziyāríes, descendientes de Ziyār b. Vardānshāh, pertenecían al clan Gīlí que vivía en la región de Dākhil. Se dice que Vardānshāsh había disfrutado de gran autoridad entre los Gīlíes. Como otras dinastías persas de la época, más tarde proclamaron ancestros reales preislámicos presumiendo que eran descendientes de Arghush Farhādān, rey de Gīlān en la época de Kai-Khusraw. Mardāvīj b. Ziyār en 318/930 fue enviado por Asfār, junto con el hermano de éste último, Shīrzād para conquistar la fortaleza de Shamīrān en Tārum del Sallārí Muhammad b. Musāfir. Durante el asedio fue persuadido de rebelarse contra Asfār por cartas de Mākān y los Sallāríes, que le prometían ayuda. Con la ayuda de los hijos de los Sallāríes capturó a Shīrzād por sorpresa y le mató junto con 29 jefes de los Varūdāvand, la tribu de Asfār. Cuando se aproximó a Asfār en Qazvīn, el ejército de este último se pasó a él. Asfār huyó, y Mardāvīj heredó sus territorios, Ray, Qazvīn, Zanjān, Abhar, Qum y Karaj. En 319/931 capturó y mató a Asfār y en rápida sucesión capturó Hamadān, Dīnavar e Isfahān de los gobernadores del Califa. Entonces se volvió contra Mākān con el que había concertado al principio un tratado después de haber recibido su apoyo contra Asfār. Tras una derrota inicial, Mardāvīj en 320/932 tomó Tabaristān y Gurgān. Mākān, cuyos intentos por recuperar sus territorios fracasaron, entró al servicio de los Samaníes. En321/933 Mardāvīj, amenazado por una ofensiva del sāmāní Nasr b. Ahmad, acordó un tratado de paz bajo el que él sometía Gurgān y pagaba tributo por la posesión de Ray a este último. Su atención se dirigió ahora hacia el sur de sus dominios donde el Būyí ‘Alī, al que había nombrado gobernador de al-Karaj, había renunciado a su alianza y llevó a cabo con éxito conquistas independientes.  Hacia finales de 322/934 el ejército Ziyārí había ocupado Ahvāz, y ‘Alī, ahora en Shīrāz, reconoció de nuevo su supremacía. Ahora Mardāvīj estaba maquinando ambiciosos planes sobre una campaña para conquistar Bagdad y derrocar al Califato. Entonces intentó ser coronado en Ctesifonte y restaurar el Imperio Persa. Antes de que pudiera llevar a cabo esos planes fue asesinado en Isfahān en 323/935 por tropas turcas a las que había insultado gravemente.
La causa Ziyārí fue debilitada aún más por la defección de los turcos, algunos de los cuales se unieron a ‘Alī b. Būya en Shīrāz mientras otros entraron al servicio del Califa. El hermano de ‘Alī, al-Hasan, el futuro Rukn al-Dawla, fue así capaz de ocupar Isfahān. La mayor parte de los Dailamíes y Gīlíes en ejército Ziyārí, no obstante, retornaron a Ray y prometieron alianza a Vushmgīr, el hermano de Mardāvīj. Vushmgīr todavía en 323/935 rechazó a Mākān y a un ejército sāmāní de Tabaristān y conquistó Gurgān. Entonces reconoció la supremacía sāmāní para reforzar su retaguardia con vistas a resistir el avance Būyí. Evidentemente con la misma motivación devolvió Gurgān a Mākān en 325/936. En 328/939-40 Mākān fue atacado en la principal ciudad de Gurgān por el general sāmāní Abū ‘Alī b. Muhtāj, y expulsado después de un prolongado asedio a pesar de la ayuda que Vushmgīr le envió. Ibn Muhtāj marchó después contra Vushmgīr en Ray y le derrotó en una batalla que costó a Mākān su vida. Vushmgīr huyó a Tabaristān donde se encontró con una revuelta de al-Hasan b. Fairūzān, gobernador de Sārī, que le acusó de ser responsable de la muerte de su primo Mākān. Derrotado por Vushmgīr, al-Hasan se unió a Ibn Muhtāj y le indujo a emprender una nueva campaña en Tabaristān. Vushmgīr fue obligado a reconocer la supremacía sāmāní, pero cuando Ibn Muhtāj partió a Khurāsān, recuperó Ray, solo para ser expulsado de allí en 331/943 por el Būyí al-Hasan, esta vez para siempre. Volvió a Tabaristān y fue derrotado allí por al-Hasan b. Fairūzān, que previamente había ocupado Gurgān. Mientras Vushmgīr huía con el Ispahbad Bāvandí Shahrīyār y luego encontró refugio en la corte del sāmāní Nūh b. Nasr, al-Hasan b. Fairūzān entró en relaciones amistosas con el Būyí dándole a su hija en matrimonio, aunque prudentemente reconoció la soberanía sāmāní  una vez más cuando Ibn Muhtāj reocupó Ray en 333/945. En esta época, Vushmgīr recuperó Gurgān con apoyo sāmāní  pero fue incapaz de mantenerlo. En 335/947 conquistó de nuevo Gurgān y Tabaristān con la ayuda de un extenso ejército sāmāní y expulsó a al-Hasan b. Fairūzān. Al año siguiente Rukn al-Dawla tomó Tabaristān y Gurgān de él. Al-Hasan b. Fairūzān, de nuevo, hizo causa común con los Būyíes. Vushmgīr pudo, no obstante, seguir contando con el apoyo de los Sāmāníes en su contienda con los Būyíes. En los años siguientes Gurgān y Tabaristān cambiaron varias veces de mano hasta que se concertó una paz general entre Rukn al-Dawla y los Sāmāníes en 344/955 bajo el que los primeros se involucrarían en no molestar a los Ziyāríes en Tabaristān. La evidencia numismática muestra que la paz no duró mucho. En 347/958 Vushmgīr logró ocupar brevemente la capital de Rukn al-Dawla, Ray. Dos años más tarde Rukn al-Dawla, a su vez, ocupó Gurgān durante un breve tiempo, y en 351/962 (y quizá en 355/966) Vushmgīr perdió tanto Tabaristān y Gurgān para los Būyíes.
Vushmgīr fue muerto por un jabalí en una cacería en 357/967, justo después de que un ejército sāmāní hubiera llegado a Gurgān durante una campaña conjunta contra Rukn al-Dawla. Bīsutūn, el hijo mayor de Vushmgīr, llegó de Tabaristān, donde había sido gobernador, a Gurgān, ahora capital Ziyārí, para reclamar la sucesión.  El comandante sāmāní, no obstante, favoreció a su hermano Qābūs, cuya madre era una hija del Ispahbad Bāvandí Sharvīn. Bīsutūn volvió a Tabaristān y pidió a Rukn al-Dawla apoyos reconociendo la soberanía Būyí. Cuando el ejército sāmāní dejó Gurgān volviendo a Khurāsān, Qābūs encontró el apoyo de al-Hasan b. Fairūzān, que ahora estaba gobernando Simnān, pero Bīsutūn conquistó Gurgān y Simnān forzando a Qābūs a someterse. Bīsutūn confirmó su alianza con los Būyíes al casarse con una hija de ‘Adud al-Dawla, hijo de Rukn al-Dawla, y en 360/971 fue recompensado con el título de Zahīr al-Dawla, por al-Mutī’, el califa títere de los Būyíes.
Cuando Bīsutūn murió en 357/977 su suegro y gobernador de Tabaristān, el Gīlí Dubāj b. Bānī se apresuró hasta Gurgān para asegurar la sucesión con apoyo sāmāní para el hijo menor de Bīsutūn, en cuyo nombre él pensaba gobernar. El hermano de Bīsutūn, Qābūs ganó el apoyo del ejército y el Būyí ‘Adud al-Dawla, hijo de Rukn al-Dawla. Expulsó a Dubāj de Gurgān y capturó a su sobrino en la fortaleza de Simnān. En 368/978-9 el califa al-Tā’i’ le otorgó el título de Shams al-Ma’ālī. Un año más tarde Qābūs ofendió a su señor Būyí, al ofrecer refugio a Fakhr al-Dawla, hermano de ‘Adud al-Dawla, que había incurrido en la ira de éste último. Qābūs perdió Tabaristān en 369/980 para ‘Adud al-Dawla, y en 371/981 Mu’ayyad al-Dawla, hermano de ‘Adud al-Dawla, le expulsó de Gurgān. Él y Fakhr al-Dawla huyeron a Nīshāpūr. Cuando un ejército sāmāní que fue enviado para restaurar Gurgān a Qābūs fue derrotado, las provincias Ziyāries cayeron bajo el gobierno būyí directo durante 17 años, mientras Qābūs vivían en el exilio en Khurāsān. Fakhr al-Dawla, después de la muerte de Mu’ayyad al-Dawla en 373/984 fue convocado por el visir de éste último, al-Sāhib b. ‘Abbād, y colocado en el trono de Ray, pero no permitió que Qābūs retornara a sus dominios. Solo después de la muerte de Fakhr al-Dawla y la sucesión de su hijo menor Majd al-Dawla en 387/997 fue capaz Qābūs de recobrarlos. Seguidores suyos ganaron el control de Rūyān y Tabaristān y luego se dirigió a conquistar Gurgān. Después del fracaso de algunos intentos būyíes por desalojarlo, su reinado permaneció generalmente indiscutido. Aunque estableció relaciones amistosas con el ghaznawí Mahmūd, gobernó ahora sin reconocer a ningún otro señor supremo que el Califa. Qābūs era culto en términos generales y uno de los famosos estilistas en la literatura epistolar de su tiempo, y compuso poesía, tanto en árabe como en persa.  Su corte atrajo a muchos poetas y famosos eruditos como al-Bīrūnī y Avicena. Sus sentimientos religiosos eran sunníes, y frenó severamente la actividad shī’ī y mu’tazilī en sus dominios. Su sanguinario espíritu de venganza, que costó la vida a muchos de sus altos oficiales y jefes del ejército a la más ligera ofensa o mera sospecha, finalmente provocó su caída. Algunos jefes de su ejército conspiraron contra él y, aunque fracasaron en capturarle en su castillo fuera de Gurgān, ganaron el control de la capital. Invitaron a su hijo Manūchihr, gobernador de Tabaristān, a asumir el gobierno. Manūchihr, temiendo perder el trono, se les unió y persiguió a Qābūs hasta Bistām donde había buscado refugio. Qābūs accedió a abdicar a favor de su hijo y se retiró a un castillo donde pasó el resto de su vida en la devoción. Los conspiradores, no obstante, aún tenían miedo de él y se las ingeniaron para tenerle congelado hasta 403/1012. Su mausoleo cerca de Gurgān, en forma de una torre de ladrillo cilíndrica ha seguido siendo un punto de referencia.
Manūchihr fue confirmado luego en su gobierno y recompensado con el título Falak al-Ma’ālī. También reconoció la supremacía del Ghaznawí Mahmūd y prometió pagarle tributo, quizá para prevenir el apoyo de Mahmūd para posibles pretensiones de su hermano Dārā, que previamente se había unido a la corte ghaznawí, al trono. A petición de Manūchihr, Mahmūd le dio a una de sus hijas en matrimonio. Su relación, no obstante, no siempre permaneció sin molestias. En 419/1028, Mahmūd, en su camino para conquistar Ray al Būyí Majd al-Dawla, invadió el territorio de Manūchihr. Este último huyó y luego consiguió su retirada por su alta suma.
Cuando Manūchihr murió poco después, su hijo Anūshīrwān Sharaf al-Ma’ālī fue confirmado por Mahmūd como su sucesor a cambio de su compromiso de pagar tributo. Anūshīrwān, que todavía era joven, en 423/1032 fue prácticamente excluido del gobierno por Abū Kālījār, pariente materno suyo y jefe del ejército ziyārí. El ghaznawí Mas’ūd, sucesor de Mahmūd, confirmó a Abū Kālījār como gobernante de Gurgān y Tabaristān bajo su compromiso de continuar pagando el tributo y un año más tarde se casó con una hija suya. No obstante, el tributo no fue pagado de manera regular, y en 426/1035 Mas’ūd invadió Gurgān y Tabaristān hasta Rūyān. Abū Kālījār huyó ante el ejército ghaznawí, pero después de su retirada recuperó el control y alcanzó un acuerdo con Mas’ūd prometiendo renovar el pago del tributo. Más tarde, Anūshīrwān, después de 431/1040, logró arrestar a Abū Kālījār y reasumir el gobierno él mismo. Esta inestable situación animó al Saljuq Tughrïl Beg a conquistar Gurgān en 433/1041-2. Tughrïl instaló allí como su representante a Mardāvīj b. Bishūī, anterior comandante ghaznawí, que pronto llegó a un acuerdo con Anūshīrwān bajo el que se proclamó la soberanía de Tughrïl a través de Gurgān y Tabaristān. La dinastía ziyārí sobrevivió bajo la supremacía saljuq, hasta el último cuarto del siglo.

Genealogía y Genealogía de la dinastía Ziyarí 

4. Los Ispahbads Bāvandíes y los Ustandārs de Rūyān en el siglo IV/X
La historia de los Ispahbads Bāvandíes de Shahriyārkūh en el siglo IV/X solo puede ser fragmentariamente ensamblada junta desde referencias ocasionales en las fuentes literarias y algunas evidencias numismáticas. Sharvīn b. Rustam, el Bāvandí que gobernaba en tiempos de los ‘Alíes al-Utrūsh y al-Hasan b. al-Qāsim, es mencionado en los sucesos del año 318/930. Su hijo Shahriyār es citado en primer lugar como gobernante de Shahriyārkūh en 331/943, cuando el ziyārí Vushmgīr, su cuñado, buscó refugio con él. En 336/947-8 Shahriyār personalmente ofreció su  sumisión al Būyí Rukn al-Dawla cuando este último conquistó Tabaristān. Más tarde fue expulsado de Shahriyārkūh por su hermano Rustam, quizá con apoyo Būyí. En 357/968 Shahriyār es mencionado en Gurgān en presencia del comandante del ejército samaní que intentaba conquistar Tabaristān. El gobierno de Rustam en Firim está atestiguado por monedas con su nombre que datan desde 353/964 a 369/979, en el cual regularmente reconocía la supremacía Būyí. La inscripciones de esas monedas también indican su apoyo al shī’īsmo Imāmí. Monedas acuñadas en Firīm en 371/981 y 374/984-5 nombran a “al-Marzubān b. Sharvīn” como el soberano que reconocía la soberanía del Būyí Fakh al-Dawla. Este al-Marzubān probablemente pueda ser identificado como el hijo de Rustam y autor del Marzubān-nāma, una colección de cuentos sobre los reyes persas preislámicos originalmente escritos en el dialecto de Tabaristān. Así, al-Marzubān probablemente sea un hermano de la famosa Sayyida, esposa de Fakhr al-Dawla, quien, después de la muerte de su marido llegó a gobernar en nombre de su hijo menor Majd al-Dawla. En 375/985-6, no obstante, un “Ispahbad Shirvān b. Rustam”, que no es mencionado en las fuentes literarias, mantuvo el dominio sobre Firīm de acuerdo con una moneda en la que la soberanía būyí no es reconocida. Pudo ser un hermano, bien de al-Marzubān o bien de Shahriyār b. Dārā b. Rustam, que de acuerdo a las pruebas numismáticas gobernaba  Firīm en 376/986-7 y reconoció la supremacía del būyí Fakhr al-Dawla. Evidentemente Shahriyār fue expulsado un poco más tarde por su tío al-Marzubān y se alió con el ziyārí Qābūs en su exilio en Nīshāpūr. Hacia 388/998 conquistó Shahriyārkūh que de acuerdo con al-‘Utbī, de cuyo relato dependen todas las fuente más tardías, eran mantenida entonces por “Rustam b. al-Marzubān, tío materno de Majd al-Dawla”, y proclamó la soberanía de Qābūs. Su rival le expulsó con ayuda būyí, pero Shahriyār, ayudado por Qābūs, recuperó sus dominios. Pronto proclamó la independencia del ziyārí y fue atacado y capturado por su rival, que había roto con Majd al-Dawla y ahora reconocía la supremacía de Qābūs. Se ha señalado que al-‘Utbī parece haber invertido el nombre del rival y quería decir al-Marzubān b. Rustam, tío de Shahriyār b. Dārā. Al-Marzubān, en efecto, es conocido por haber sido Ispahbad de Shahriyārkūh, cuando fue visitado por el erudito al-Bīrūnī en algún momento entre 384/994 y 393/1004, más probablemente sobre 389/999. Se desconoce cuanto tiempo continuó gobernando. Shahriyār b. Dārā murió c.390/1000 en Ray, quizá envenenado por el visir Abu’l-‘Abbas al-Dābbī.
Las fuentes literarias no mencionan los nombres de ningún Ispahbad durante las siguientes décadas. Un Ispahbad de Firīm es mencionado anónimamente, no obstante, ayudando a Majd al-Dawla y su madre contra un rebelde en 407/1016-7. Un Ispahbad de Tabaristān en 418/1027 fue capturado en una guerra con el Kākūyí ‘Alā’ al-Dawla, en cuya prisión murió en 419/1016-7. Casi con certeza, el primero, y quizá también el segundo, podrían identificarse con el Ispahbad Bāvandí Abū Ja’far Muhammad b. Vandarīn, quien de acuerdo con una inscripción en 407/1016-7 ordenó la construcción de un mausoleo, conocido como Mīl-i Rādkān en el valle alto del río Nīkā al suroeste de Astarābād y evidentemente estaba todavía vivo en tiempos de su terminación en 411/1020. Esos datos, no obstante fragmentarios, tienden a  invalidar la presunción general de los modernos estudiosos de que el reinado de la dinastía expiró en este periodo hasta su nuevo ascenso a principios de la era Saljuq.
Rūyān en el siglo IV/X cayó bajo el control de una dinastía que lleva el título de Ustandār. La recuperación de este titulo preislámico que señalaba a un gobernador de distrito es una prueba adicional para el fortalecimiento continuado de los sentimientos nacionales persas en la región del Caspio. Se menciona en las fuentes a un Ustandār gobernando Rūyān por primera vez en los sucesos del año 336/947-8. Hay monedas acuñadas en Āmul en los años 337/948-9 y 343/954-5 en nombre de Ustandārs y referencias dispersas en las fuentes literarias los mencionan, de diversas maneras como vasallos de los Būyíes, Ziyāríes o ‘Alíes, hasta alrededor de principios del siglo V/XI. Esas noticias no proporcionan ninguna indicación en cuanto al origen de la dinastía, ni que sean suficientes como para trazar sus relaciones familiares. Los Ustandārs de las eras Saljuq y posteriores pretendían descender de Bādūspān, hermano de Dābūya, ancestro de los Dābūyíes. Bādūspān supuestamente fundó el gobierno de los Ustandārs en Rūyān, que continuó sin interrupción entre sus descendientes. Auliyā’ Allāh Āmuli (siglo VIII/XIV) en su historia de Rūyān fabrica un genealogía completa de los Ustandārs de esta época hasta Bādūspān, y se remonta además hasta Adan. Zahīr al-Din Mar’ashī (siglo IX/XV) añade información sobre los soberanos individuales y la extensión de sus reinados, sobre la cual está basada los relatos y cronología modernos  de una dinastía Bādūspāní en Rūyān en los tempranos siglos del Islam. Esta información es totalmente ficticia. Se duda si los Ustandārs de tiempos saljuqíes y posteriores están relacionados con los del siglo IV/X.

Cronología y Genealogía de la dinastía Bavandí 
Cronología y genealogía de la dinastía de los Ustandars Bādūspāníes de Rūyān

5. Los ‘Alíes en Gīlān y Dailamān
Cuando el régimen de los ‘Alíes en Tabaristān se colapsó más allá de todo arreglo, las regiones sólidamente zaydíes de Dailamān y Gīlān oriental ofrecieron sus aspiraciones, si bien territorialmente más limitadas, a una nueva etapa. Hausam, la ciudad en el borde oriental del área habitada por los Gīlíes, donde al-Nāsir al-Utrūsh había estado activo, se convirtió en centro de aprendizaje de los Nāsiriyya y sede de una serie de gobernantes ‘Alíes. El fundador del régimen ‘Álida en la ciudad fue Abu’l-Fadl Ja’far b. Muhammad, nieto del hermano de al-Utrūsh, al-Husayn al-Shā’ir, quien en 320/932 se estableció allí, adoptando el nombre de reinado al-Thā’ir fi’llāh, y reinó durante tres décadas. En los años desde 337/948 hasta 341/953 ocupó Āmul tres veces. La primera vez estaba aliado con el Ustandār de Rūyān, la segunda vez con Vushmgīr, y finalmente con Rukn al-Dawla, pero cada vez fue desalojado en cuestion de meses. Murió en 350/961 y fue enterrado en Miyāndih, a 30 kilómetros al este de Hausam, donde su tumba todavía sigue en pie. Dos de sus hijos, Abu’l-Husayn Mahdī al-Qā’im bi’llāh y Abu’l-Qasim Husayn al-Thā’ir fi’llāh le sucedieron a su vez. El último fue pronto capturado por Langar, hijo de Vushmgīr, que desde los últimos años de Abu’l-Fadl al-Thā’ir había estado intentando arrebatar el Gīlān oriental a los ‘Alíes. Los ziyāríes estuvieron, en efecto, permanentemente interesados en mantener su influencia en su país natal. También los Būyíes  de Ray, intentaron afirmar su autoridad en la región, que contenía su propio hogar original, Liyāhij (más tarde Lāhijān). Rukn al-Dawla logró atraer a Siyāhgīl b. Harūsindān, rey de los Gīlíes, a Ray a pesar de los ofrecimientos que Vushmgīr, su primo, le hizo con la esperanza de tentarle a unirse al campo Ziyārí. Después de la muerte de Siyāhgīl, Langar había comenzado a reclamar el reino entre los Gīlíes orientales. Cegó parcialmente a al-Husayn al-Thā’ir y lo envió a su padre Vushmgīr, quien lo mantuvo en prisión. Al-Husayn fue vengado por Abū Muhammad al-Hasan al-Nāsir, hijo de Abū Ja’far Muhammad quien antes de su muerte había llegado a residir en Ray bajo la protección de Rukn al-Dawla. Abū Muhammad, probablemente ayudado o al menos favorecido por Rukn al-Dawla, ganó el control de Hausam y en 353/964 mató a Langar en una batalla. Poco después fue expulsado de Hausam por otro hijo de Abu’l-Fadl al-Thā’ir, Abū Muhammad al-Hasan, conocido como Amīrkā.
Las exacciones de Amīrkā chocaron con los intereses del Justāní Mānādhar, rey de los Dailamíes, que escribió a Abū Abd ‘Allāh Muhammad, hijo del Dā’i al-Hasan b. al-Qāsim, invitándole a reclamar el liderato zaydí entre los Dailamíes y los Gīlíes. Abū Abd ‘Allāh, por esta época, síndico de los ‘Alíes en Bagdad, había adquirido alta erudición en teología y la ley e incuestionablemente cumplía los requisitos para el Imāmato zaydí a este respecto. En efecto, él es el primer ‘Alí después de al-Utrūsh que más tarde fue reconocido universalmente como imām en pleno por los zaydíes. En 353/964 se unió a Mānādhar en Rūdbār y, después de un revés inicial, tomó Hausam de Amīrkā y gobernó con el nombre de reinado de al-Mahdī li-dīn Allāh. Disfrutando de un amplio apoyo entre los Qāsimiyya Dailamíes, así como la mayor parte de los Nasiriyya Gīlíes, hizo grandes esfuerzos para aliviar el intenso antagonismo entre las dos escuelas, manteniendo que ambas doctrinas eran igualmente válidas.
Amīrkā, que había encontrado refugio en un castillo cerca de Hausam, continuó acosando a al-Mahdī hasta que fue capturado por él. Fiel a las aspiraciones tradicionales zaydíes, al-Mahdī partió luego a conquistar Tabaristān. En 355/966 derrotó al Ustandār Nasr b. Muhammad al-Kūhī, que era entonces vasallo de Vushmgīr. Una revuelta de Amīrkā le obligó a volver a Hausam. De nuevo escapó Amīrkā a su castillo y renovó sus incursiones contra al-Mahdī. En 358/969 capturó a al-Mahdī y le mantuvo prisionero durante unos pocos meses, pero entonces fue forzado por los seguidores de al-Mahdī y por un ejército enviado por Mānādhar a liberarle. Un año más tarde al-Mahdī murió y fue enterrado en Hausam.
Amīrkā recuperó el control de Hausam, No obstante, fue atacado por Abū Muhammad al-Nāsir, quien anteriormente había escapado a Ray y por dos veces había venido a apoyar a al-Mahdī, tu tío materno, pero cada vez le había abandonado en protesta por su misericordia hacia Amīrkā. Capturó y mató a Amīrkā, y tomó posesión de Hausam. Una moneda acuñada allí indidca que reconocía la soberanía del Būyí Rukn al-Dawla. El Ziyārí Bīsutūn más tarde liberó al medio ciego Husayn al-Thā’ir y le suministró dinero para combatir a Abū Muhammad, pero fue derrotado y muerto por éste último. Su hijo Abu’l-Hasan ‘Alī se comprometió a vengarle y logró expulsar a Abū Muhammad de Hausam., de acuerdo con la evidencia numismática en 364/974-5. Presumiblemente, Abu’l-Hasan también fue apoyado por Bīsutūn, pues reconocía la supremacía ziyārí. Aun estaba gobernando en 369/980 mientras que su rival Abū Muhammad había perdido todo el poder.
Después de estos datos, la información en relación con la historia de Hausam escasea en las fuentes. Evidentemente, la ciudad quedó como objeto de competición entre los pretendientes Nāsiríes y Thā’iríes al liderato zaydí. En 380/990 un aspirante, representante de otra rama de la casa ‘Alí apareció en Gīlan: Abu’l-Husayn Ahmad b. al-Husayn al-Mu’ayyad bi’llāh de la familia Buthānī. Al-Mu’ayyad y su hermano mayor Abū Tālib Yahyā al-Nātiq bi’l-haqq, habían ganado reconocimiento universal entre los zaydíes tardíos como Imāms por su rango excepcional en la erudición religiosa. Una serie de sus trabajos legales y teológicos han sido preservado por los zaydíes en el Yemen. Nacidos en Āmul, estudiaron en Bagdad y en otro lugar, y luego pertenecieron al círculo del visir al-Sāhib b. ‘Abbād y el famoso juez principal Mu’tazilī ‘Abd al-Jabbār en Ray. Al-Nātiq enseñó varios años en Gurgān y dedicó uno de sus trabajos a al-Hasan al-Mus’abī, visir del ziyārí Manūchihr. Aunque ambos hermanos también aprendieron en la doctrina legal de al-Nāsir al-Utrūsh, ellos se adhirieron, y desarrollaron, la doctrina de al-Qāsim y al-Hādi. La causa de la escuela Qāsimiyya, predominante en Rūyān y las regiones vecinas de Dailamān, había sido impulsada antes de al-Mu’ayyad por la actividad de un nieto de al-Hādi, Yahyā b. Muhammad al-Hādi, que venía de Yemen. Aunque, evidentemente, no tuvo mucho éxito en sus ambiciones políticas, se convirtió en un importante transmisor de la doctrina de su abuelo en las regiones caspianas. Su estancia duró varias décadas, y él u otro pretendiente ‘Alí de ese tiempo fue enterrado en Aspchin, a unos 30 km. al oeste del río Chālūs.
Cuando al-Mu’ayyad llegó a Gīlan, Hausam estaba gobernada por un Dailamí, Shīrzīl, evidentemente bajo la soberanía del Būyí Fakhr al-Dawla, que estaba preocupado por la actividad de al-Mu’ayyad. El ‘Alí ocupó Hausam con apoyo zāydí durante un año, pero fue expulsado y más tarde inducido por al-Sāhib b. ‘Abbād para retornar a Ray. Cuando se levantó una segunda vez en Gīlan, probablemente tras la muerte de Fakhr al-Dawla (387/997), un Thā’irí, Abū Zayd, ejercía el control de Hausam. Al-Mu’ayyad le expulsó y mantuvo el dominio sobre la ciudad durante unos dos años, pero finalmente Abū Zayd sacó ventaja ya que los Gīlíes Nāsiríes gradualmente se apartaron de al-Mu’ayyad. Abū Zayd, a su vez, fue expulsado de Hausam y muerto por un Nāsirí, Abu’l-Fadl. La familia de al-Thā’ir ofreció entonces apoyo pleno a al-Mu’ayyad para vengar la muerte de Abū Zayd. Esta vez, Al-Mu’ayyad se estableció en Langā, no muy al oeste de Aspchīn, entre los Dailamíes Qāsimíes, mientras Hausam fue tomada por el Thā’irí Kiyā Abu’l-Fadl, que reconoció nominalmente el Imāmato de al-Mu’ayyad. En torno al año 400/1009-10 al-Mu’ayyad partió, apoyado por Kiyā Abu’l-Fadl y el Ustandār de Rūyān, para conquistar Āmul, que estaba gobernado por un Nāsirí para el ziyārí Qābūs. Al-Mu’ayyad fue derrotado en Āmul, y su situación se debilitó además por la defección del Ustandār. Más tarde, Manūchihr, el sucesor de Qābūs, que era claramente más simpatizante al Shī’ismo que su padre, celebró un tratado de paz con al-Mu’ayyad y le pagó a él y a Kiyā Abu’l-Fadl un subsidio.
Langā, tras la muerte de al-Mu’ayyad en 411/1020 y su entierro allí, quedó como la sede  de los ‘Alíes que reclamaban el Imāmato entre los Dailamíes Qāsimíes. El hermano de al-Mu’ayyad al-Nātiq († 424/1033?) evidentemente estaba activo allí, aunque no se conoce ningún detalle. En 417/1026 el Husayní Ahmad b. Abī Hāshim, conocido como Mānakdīm, reclamó el Imāmato en Langā, con el nombre de reinado de al-Mustazhir bi’llāh pero no estuvo mucho tiempo. Probablemente poco después de la muerte de al-Nātiq, ‘Alī b. Ja’far al-Mahdī li-dīn Allāh de la rama Huqainī de la Casa ‘Alí consiguieron el reconocimiento de Imam allí. También pertenecía al círculo de Qādī ‘Abd al-Jabbār y seguidor de la escuela legal Qāsimí. Su reinado puede haber durado varias décadas, bien entrado la era saljuqí. Fue enterrado en Langā. Hausam, en el Gīlan Nasirí, durante el mismo periodo continuó, sin duda, siendo disputada entre Thā’iríes y Nāsiríes, aunque no se dispone de ninguna información hasta el año 432/1040-1 cuando los estudiosos de Hausam instalaron a un descendiente de al-Utrūsh, al-Husayn al-Nāsir, y después de instruirle en las ciencias religiosas esenciales, le juraron lealtad como imām. Gobernó durante 40 años en Hausam, donde su tumba todavía es conocida. La expansión de la autoridad saljuq en Tabaristān y las regiones al sur de la cordillera de Alburz no estorbaron apreciablemente las actividades saudíes en Dailamān y Gīlān, pero más avanzado el siglo la difusión del Ismā’īlismo Nizārí colocó a las comunidades zaydíes en Rūyān y Dailamān bajo una presión creciente.

Cronología y genealogía de las dinastías Zaydíes de Tabaristan y Gīlan

6. Los Justāníes y los Sallāríes de Tārum en el siglo IV/X.
La autoridad de los reyes Justāníes, ya disputada por la reclamación de los ‘Alíes a la lealtad entre los zaydíes Dailamíes, se debilitó además a principios del siglo IV/X por querellas familiares y por el ascenso de la dinastía rival Sallārí en Tārum. Justān b. Vahsūdān, después de un gobierno de unos cuarenta años fue asesinado por su hermano ‘Alī, probablemente en la última década del siglo III (903-912). ‘Alī entró entonces al servicio ‘ābbasí y fue gobernador de Isfahān en los años 300-4/912-6. La sede tradicional de los Justāníes, Rūdbār de Alamūt, recayó en otro hermano, Khusraw Fīrūz, que presumiblemente en alguna medida había cooperado con ‘Alī. El asesinato de Justān fue vengado por su yerno Muhammad b. Musāfir, fundador de la dinastía Sallārí, quien mató  a ‘Alī en 307/919, poco después de que el último hubiera sido nombrado gobernador ‘ābbasí de Ray. Los sentimientos anti-‘ābbasíes pueden haberse mezclado  en la motivación de Ibn Musāfir con el deseo de vengar a su suegro. Ibn Musāfir también mató a Khusraw Fīrūz en batalla, pero no pudo impedir la sucesión del hijo de este último Mahdī, conocido como Siyāhchashm, en Alamūt. Siyāhchashm, en 316/928 fue atraído por Āsfar, que codiciaba poseer Alamūt, para aceptar el gobernorato de Qazvīn y en consecuencia fue muerto por él. Un hijo de Siyāhchashm es mencionado mucho más tarde como líder en un ejército del Būyid  Mu’izz al-Dawla, muerto en 347/968 en una campaña contra los Hamdāníes de Mosul. No hay informes sobre el destino de Alamūt tras la muerte de Āsfar en 319/331. En los sucesos del año 379/989 un Mānādhar b. Justān es mencionado por primera vez, quien más tarde es conocido como rey de los Dailamíes que gobernaban en Rūdbār. La identidad de este Mānādhar ha sido discutida, y se ha sostenido que pertenecía, o bien a los Sallāríes, o bien a otra dinastía desconocida. Un pasaje algo oscuro en una información del año 379/989 conservada por Yaqūt se ha interpretado queriendo decir que los Justāníes, en este periodo perdieron la posesión de las tierras altas de Dailamān, incluyendo Rūdbār, a favor de los Sallāríes y transfirieron su sede a Lāhījān en las tierras bajas. No hay ninguna prueba sólida que apoye este punto de vista. Supuestamente Mānādhar fue un hijo, o más probablemente, un biznieto de Justān b. Vahsūdān. Bajo el año 328/940 una crónica anota la muerte de un Justān que bien pudo ser el padre de Mānādhar. Justān puede haber sido apoyado por Muhammad b. Musāfir, supuestamente su tío, para tomar posesión de Alamūt tras la expulsión de Āsfar. Los Justāníes, así, no perdieron Rūdbār por un periodo de tiempo prolongado, aunque su posesión fue eclipsada por el ascenso y espectacular éxito de los Sallāríes.
Mānādhar, como se ha visto, más tarde apoyó al ‘Alí al-Mahdī. Murió probablemente entre 358/969 y 361/972 y fue sucedido por su hijo Khusraw Shāh, que es nombrado en las monedas acuñadas en Rūdbār en 361/971-2 y 363/973/4. Las relaciones con los Būyíes fueron estrechas en este periodo. Mānādhar envió tropas Dailamíes para ayudar a ‘Adud al-Dawla y le dio una hija en matrimonio. A cambio, ‘Adud al-Dawla envió a su físico Jibrīl b. Bukhtyishū’ para tratar a Khusraw Shāh. Un hermano de este último, Fūlād fue un prominente líder del ejército bajo Samsām al-Dawla y más tarde afincado en la corte de Fakhr al-Dawla en Ray, donde murió despue´s de 384/994. Khusraw Shāh probablemente aún estaba vivo y gobernando en Rūdbār en algún momento entre 392/1002 y 396/1006. En el siglo V/XI la mención de los Justāníes solo se da en  raras ocasiones en las fuentes disponibles. Un hijo de Fūlād en 407/1016-7 re rebeló contra el Būyí Majd al-Dawla, que había rechazado su petición para la posesión de Qazwīn, y finalmente tuvo que ser recompensado con el gobierno de Isfahān. En 420/1029 Mahmūd de Ghazna después de conquistar Ray envió a al-Marzubān b. al-Hasan b. Kharāmī, un “descendiente de los reyes de Dailam”, que había buscado refugio con él, contra el Sallārí Ibrāhīm b. al-Marzubān b. Ismā’īl. Se desconoce quien gobernaba Rūdbār en este periodo. En 434/1042-3 el Saljuq Tughrïl Beg después de su conquista de Ray y Qazwīn recibió la sumisión del “rey de Dailam”, sin duda un Justāní de Rūdbār. Evidentemente la dinastía se desintegró más avanzado el siglo.
La dinastía Sallārí es nombrada a partir de su fundador Sal(l)ār (tamién Sālār, de sardār principe, líder), cuyo nombre fue mas tarde regularmente adoptado como título por sus descendientes. Sallār usó el nombre musulmán de Muhammad, y el nombre de su padre, Asvār, fue arabizado como Musāfir. A partir de este último nombre los modernos estudiosos también han llamado a la dinastía Musāfirí. En las fuentes más antiguas se refiere a ella como Langarí, a partir de un ancestro llamado Langar.  Los Langaríes en una fecha desconocida, probablemente en el siglo III/IX, tomaron posesión de la fortaleza montañosa de Shamirān y desde ella ganaron el control sobre Tārum, region a lo largo del curso medio del Safīdrūd (Qizil Uzen) antes de su confluencia con el Shāhrūd. Los lazos matrimoniales con la familia Justāní existieron, al parecer, incluso antes del matrimonio de Muhammad b. Musāfir con Kharāsūya, hija de Justān b. Vahsūdān, que le involucró en el feudo familiar Justāní.  Muhammad reforzó Shamirān con esplendor espectacular atrayendo a trabajadores especializados con la promesa de una alta recompensa y luego reteniéndoles como trabajadores forzosos. Su dura tiranía le hizo odioso incluso en su familia. En 330/942 sus hijos Vahsūdān y al-Marzubān con la connivencia de su madre le capturaron y le encerraron en un castillo. Mientras al-Marzubān conquistó Āzarbāījān, como bien se relatará en el contexto de la historia de esa provincia, Vahsūdān mantuvo su dominio sobre Tārum. Una moneda acuñada en su nombre en 341/952-3 muestra que apoyaba al Ismā’īlismo. Su hermano al-Marzubān, de acuerdo con Miskawaih también se adhirió al movimiento Ismā’īlí, aunque no lo indica en almonedas con su nombre. El Shī’ismo Ismā’īlí había ganado, en efecto, importantes seguidores entre los Dailamíes, principalmente a través de la actividad del misionero Ismā’īlí Abū Hātim al-Rāzi († 322/933-4). Se informa de que Asfār b. Shīrūya, el Justāní Siyāhchashm, y el ziyārí Mardāvīj se habían convertido al Ismā’īlismo, aunque su apoyo al movimiento fue como mucho efímero. Como confirma la moneda de Vahsūdān, la doctrina Ismā’īlí difundida entre los Dailamíes en este periodo no implicaba el reconocimiento de los Califas Fātimíes como Imāms.
Vahsūdān en 355/966 fue expulsado de Tārum por el Būyí Rukn al-Dawla, pero pronto recobró su dominio. Es mencionado por última vez en 356/967. Shamirān más tarde entró en posesión de su hijo Nūh, que murió antes de 379/989-90. En ese año el Būyí Fakhr al-Dawla se casó con su viuda para ganar la posesión de la fortaleza y luego se divorció de ella. Su hijo menor, Justān, fue traído a la corte būyí en Ray, donde también otros Sallāríes estaban presentes en este periodo. Después de la muerte de Fakhr al-Dawla en 387/997 un biznieto de Vahsūdān, Ibrāhīm b. al-Marzubān b. Ismā’īl, obtuvo la posesión de Tārum, Zānjan, Abhar y Suhravard. Durante un tiempo también mantuvo el dominio sobre Qazvīn. Cuando Mahmūd de Ghazna tomó Ray en 420/1029, envió al Justāní al-Marzubān a conquistar los territorios de Ibrāhīm, pero no tuvo éxito. Ibrāhīm expulsó a la guarnición ghaznawí de Qazwīn y derrotó al hijo de Mahmūd, Mas’ūd. Entonces, el último consiguió sobornar a algunos hombres de Ibrāhīm y le capturó. El hijo de Ibrāhīm no pudo ser inducido por Mas’ūd a rendir la fortaleza de Sarjahān, pero fue obligado a acordar pagar tributo. Nada se sabe sobre el destino posterior de Ibrāhīm. En 434/1043-4 el Sallār de Tārum accedió a la petición del Saljuqí Toghrïl Beg, que había conquistado Qazwīn, la de que reconociera la supremacía saljuq y pagara tributo. Este Sallār con más probabilidad, sería el hijo de Ibrāhīm, Justān, que en cualquier caso era señor de Shamirān tres años más tarde, cuando Nāsir-i Khusraw visitó la región. La dinastía sobrevivió bajo soberanía Saljuq durante décadas.

Cronología y genealogía de las dinastías Justaní y Sallarí (Musafirí)

7. Āzarbāījān y Transcaucasia oriental
Āzarbāījān y las provincias persas en Transcaucasia oriental hasta Darband, a diferencia de las provincias caspianas meridionales, ofrecieron solamente una pequeña resistencia a la conquista árabe inicial que tuvo lugar pronto, parcialmente todavía bajo el califato de ‘Umar. El marzpān sāsānida de Āzarbāījān, que en esta época se sometió a los conquistadores acordando pagar tributo, no es mencionado después. En al-Bāb (o Bāb al-Abwāb), como los árabes llamaban a Darband, el comandante de la guarnición persa hizo causa común con ellos contra otros enemigos, principalmente los armenios y los kházaros. En efecto, los últimos frustraron el avance más hacia el norte de los árabes y durante las siguientes décadas repetidamente invadieron Arrān, Armenia y Āzarbāījān. Cuando Salmān al-Bāhilī bajo el Califa ‘Uthmān invadió Transcaucasia oriental desde Armenia, los príncipes locales desde Shakkī en el oeste hasta Sharvān en el este y Masqat en el norte se sometieron a él y acordaron pagar tributo.
La población de Āzarbāījān en la época de la conquista era predominantemente irania, hablando numerosos dialectos. Grupos de kurdos ya habían penetrado en algunas partes de la provincia. Al norte, las provincias de Arrān, entre los ríos Kur y Araxes,  Sharvān (más tarde Shīrvān), la región al norte del Kur, y Darband, estaban localizadas en el territorio del antiguo reino de Albania (en árabe Arrān). Los albanios, un pueblo no indoeuropeo, se habían convertido al cristianismo armenio y estaban parcialmente armenizados en las áreas al sur de los Kur, donde se habían establecido los armenios en grandes grupos y se habían efectuado matrimonios mixtos con ellos. Su lenguaje sobrevivía, no obstante, y todavía se hablaba en Barda’a, la capital de Arrān, en el siglo IV/X. Los albanios desde el fin del siglo VI habían sido gobernados por la dinastía Mihránida que sobrevivió bajo la soberanía musulmana hasta 821-2. Al norte del Kur los inmigrantes iranios se habían asentado en una cantidad sustancial. Nombre locales como Laizān, Sharvān, Bailaqān, sugieren que venían de Dailamān y otras áreas al sur del Mar Caspio. Varios invasores del norte también habían dejado establecimientos en el área, el más importante por este tiempo los Kházaros que habían ocupado la ciudad de Qabala al oeste de Sharvān. La variedad de la población así como la fragmentación de la región favoreció la supervivencia de numerosos principados pequeños, alguno de los cuales habían sido establecidos por los Sāsānidas con la pretensión de reforzar la defensa fronteriza. Esas dinastías locales se convirtieron en tributarias de los conquistadores árabes y generalmente sobrevivieron intactas, al menos, hasta la era Omeya tardía, aunque poco se conoce sobre su historia. Más tarde alguna de ellas desaparecieron, mientras que en otros principados el gobierno fue sustituido por miembros de la nueva nobleza de los conquistadores.
A causa de la expuesta localización fronteriza de Āzarbāījān y Transcaucasia, los conquistadores árabes fueron obligados a situar fuertes contingentes allí. Ya en tiempos de ‘Uthmān un gran número de guerreros de Kūfa se establecieron en Āzarbāījān. En consecuencia, árabes tribales procedentes de Kūfa, Basra y Siria emigraron a Āzarbāījān y obtuvieron extensas posesiones de tierra cultivadas por los campesinos nativos. En torno al año 141/758-9 el Muhallabí Yazīd b. Hātim, nombrado gobernador de Āzarbāījān por el Califa al-Mansūr, asentó grupos tribales yemeníes procedentes de Basra en varias partes de la provincia. Al-Rawwād b. al-Muthannā al-Azdī, ancestro de la dinastía Rawwadí, se estableció entre al-Badhdh y Tabrīz, ganando poder en la última. También en otras ciudades, los jefes árabes vinieron a construir sus castillos y dominaron a los habitantes: en Marand Abu’l-Ba’īth Halbas de la tribu de Rabi’a, en Urmīya Sadaqa b. ‘Alī, cliente de Azd, en Miyāna ‘Abd Allāh b. Ja’far de Hamdān, en Barza el clan de al-Aud, en Naīrīz Murr b. ‘Amr al-Mausilī de Tayy, y en Sarāb descendientes de al-Ash’ath b. Qays de Kinda, uno de los primeros conquistadores. Esos poderosos señores árabes y sus familias causaron un considerable problema a los gobernadores de la provincia en los siglos II/VIII y III/IX. La situación fue considerablemente corregida por el frecuente nombramiento de gobernadores pertenecientes a esas familias locales. En el norte Barda’a y más tarde al-Bāb mantuvieron fuertes guarniciones árabes y sirvieron como bases para las guerras con los Kházaros. Barda’a recibió nuevas fortificaciones bajo el Califa ‘Abd al-Malik, y las de al-Bāb fueron enormemente reforzadas en 113/731 por Maslama, hijo de ‘Abd al-Malik, quien asentó a 24.000 soldados sirios allí. Arrān fue regida normalmente por los gobernadores de Armenia. Frecuentemente, las provincias de Āzarbāījān y Armenia fueron mantenidas conjuntamente por un único gobernador.
Aunque de acuerdo con una información la mayoría de la población de Āzarbāījān había aceptado el Islam y “estaba recitando el Qu’rān” por el tiempo del califato de ‘Alī, esto puede referirse solamente a localidades limitadas, quizá en particular Ardabīl. La fuerza del movimiento Khurramī en Āzarbāījān, que bajo el liderato de Bābak desde su fortaleza de al-Badhdh cerca del Araxes resistió todos los ataques de los ejércitos califales durante unos 20 años (201-22/816-837) prueba suficientemente la persistencia de sentimientos anti-islámicos y anti-árabes entre parte de la población. El Islam en Āzarbāījān fue predominantemente sunní en los primeros siglos, aunque el Khārijismo se descontrolaba a veces. Serios combates entre Mu’tazilíes y Sunníes en Barda’a se informan en la época del califa al-Ma’mūn. Entre los sunníes, el Hanbalismo conservador fue patrocinado por los estudiosos de hadith, mientras el Hanafismo y Shāfi’ismo estaban representadas como escuelas menores.
8. Los Sājíes, Sallāríes y Rawwādíes.
La revuelta de Bābak solo había reducido temporalmente el poder de los jefes árabes en Āzarbāījān. Era evidente, en parte con el propósito de reducir su turbulenta independencia, y en parte para verificar la influencia de los reyes Bagratíes de Armenia, que el califa al-Mu’tamid en 276/889-90, o con mayor probabilidad, en 279/892 nombró a uno de sus principales comandantes, Muhammad b. Abi’l-Sāj, gobernador de Āzarbāījān y Armenia. La familia Sājí provenía de Ushrūsana en Asia Central y probablemente era de origen sogdiano. El padre de Muhammad, Abu’l-Sāj Dēvdat b. Dēvdasht se distinguió en el ejército ‘abbāsí bajo al-Afshīn en la guerra final contra Bābak y más tarde sirvió a los califas en varias provincias. Después de su muerte en 266/879 sus dos hijos, Muhammad y Yusūf, siguieron su carrera. La primera tarea de Muhammad en Āzarbāījān fue someter al rebelde ‘Abd Allāh b. al-Hasan al-Hamdānī, supuestamente jefe de los Hamdān en la provincia, que había ocupado Māragha. En 280/893 Muhammad le indujo a someterse bajo la promesa de seguridad, pero luego confiscó sus propiedades y le ejecutó. Tomó Maragha como capital, aunque más tarde residió generalmente en Barda’a. Luego volvió su atención a Armenia, donde el bagratí Smbat I había accedido al trono en 890. Muhammad le había enviado en nombre del Califa una corona y regalos, afirmando así su supremacía. Cuando Smbat en 892 envió mensajeros al emperador bizantino, Muhammad amenazó con atarle, pero fue pacificado por una carta diplomática del rey. El Bagratí ocupó entonces Dvin (en árabe Dabīl), y en 895 invadió Georgia y Albania. Enfrentándose a esta invasión en el norte, Muhammad en el mismo año ocupó Nakhchivān y Dvin, pero luego sufrió una derrota y concluyó una paz con Smbat.
Muhammad pronto se sintió suficientemente fuerte para rebelarse contra el gobierno califal, supuestamente reteniendo los ingresos de sus provincias. Quizá fue en este tiempo cuando asumió el sobrenombre al-Afshīn, título tradicional de los reyes de Ushrūsana, que aparece en una moneda en su nombre acuñada en Barda’a en 285/898. En el mismo año se entregó de nuevo a la autoridad califal, evidentemente en preparación para una nueva campaña contra Smbat, y fue confirmado en el gobernorato de Āzarbāījān y Armenia. Penetrando en el corazón del reino Bagratí capturó Kars y se llevó a la esposa de Smbat y parte del tesoro real. Dvin fue firmemente traída bajo su gobierno en este momento. En 899 acordó cambiar a la reina por el hijo de Smbat, Ashot. Poco después invadió Vaspurakan y forzó a su gobernante, el Ardzruní Sargis Ashot, a convertirse en su vasallo y entregó a su hermano como rehen. Entonces ocupó Tiflis, que ya estaba en manos musulmanas, y, rompiendo su tregua con Smbat, de nuevo invadió el núcleo bagratí pero fracasó en capturar al rey. Después de esos éxitos espectaculares su lealtad al gobierno califal una vez más se volvió sospechoso, pues en 287/900 fue descubierta una conspiración por la que esperaba ganar la posesión de Dīyar Mudar. Ese mismo año volvió a invadir Vaspurakan en venganza por la fuga del hermano de Sargis Ashot. Como éste último huía ante él, dejó una fuerza de ocupación y volvió a Barda’a para preparar una nueva campaña contra Smbat. Sus planes se vieron truncados cuando sucumbió a una epidemia en 288/901.
Tras la muerte de Muhammad el ejército colocó a su hijo Dēvdād sobre el trono, pero después de cinco meses fue expulsado por su tío Yūsuf b. Abi’l-Sāj, que transfirió la capital a Ardabīl y arrasó las murallas de Maragha. El rey Smbat intentó liberarse de la supremacía Sājí al ofrecer su vasallaje directo al Califa al-Muktafī. Cuando rechazó una convocatoria de Yūsuf para presentarse ante él, el Sājí invadio su país. En 290/903 se alcanzó un acuerdo, y Smbat recibió una corona de Yūsuf reconociendo así su soberanía. Las relaciones de Yūsuf con el Califa, que nunca habían sido formalizadas, se volvieron cada vez más tirante. En 295/908 se envió un ejército contra él desde Bagdad. Solo después de la ascensión del Califa al-Muqtadir se negoció un acuerdo en Bagdad, evidentemente con el apoyo del nuevo visir Ibn al-Furāt, al que desde entonces Yūsuf consideró su protector, citándole regularmente en sus monedas, y en 296/909 el Sājí fue formalmente investido con el gobernorato de Āzarbāījān y Armenia.
El rey Smbat en el tiempo de la insubordinación de Yūsuf había sido alentado por el Califa para armarse contra el Sājí. Yūsuf nunca le perdonó este acto de deslealtad e inmediatamente después de normalizar sus relaciones con Bagdad se dispuso a reforzar su autoridad en Armenia. Había encontrado un aliado en Gagik, príncipe de Vaspurakan, que estaba envuelto en una disputa con Smbat por la posesión de Nakhchivān y ofreció convertirse en vasallo de Yūsuf. Éste le coronó rey y rechazó las proposiciones de Smbat, cargando de cadenas a su enviado, el Catholicos Hovhannes. En 296/909 tomó Nakhchivān y, ayudado por Gagik, ocupó el país de Siunikh. Persiguiendo a Smbat a través del país, pasó el invierno en Dvin y en 297/910 derrotó al ejército real bajo dos hijos de Smbat, Ashot Erkath y Mushel, al norte de Erivan. Mushel fue capturado y envenenado por el Sājí. Cuando la despiadada guerra se prolongaba, Smbat fue asediado por Yūsuf en una inexpugnable fortaleza y finalmente se sometió voluntariamente para detener el baño de sangre. Al principio Yūsuf le permitió salir, pero luego le capturó otra vez y le encarceló durante un año. Durante el asedio de Ernjak, probablemente en 301/914, Yūsuf le había torturado y matado ante las murallas de la fortaleza con la esperanza de inducir a la guarnición a rendirse y luego mando su cuerpo a Dvin para que fuera colgado. La guerra causó una extensa devastación y fue acompañada de una ola de represión religiosa. El geógrafo Ibn Hauqal comenta sobre la dureza sin precedentes que Yūsuf introdujo en el tratamiento musulmán a los armenios y afirma que el pueblo de Bagdad rechazó comprar esclavos armenios sabiendo que ellos eran ahl al-dhimma. Al principio Yūsuf también persiguió una política hostil contra Ashot II, el hijo de Smbat, que se esforzó en restaurar el reino de su padre. Después de que el Ardzruní Gagik rechazó cooperar más con él, Yūsuf estableció al Sparapet Ashot como rey rival coronándole en Dvin. Como hijo de Smbat, no obstante, ganó el apoyo general en Armenia y la atención de Yūsuf cambio a otro lugar, Yūsuf finalmente le reconoció, probablemente c. 304/917, y le concedió una corona.
Después de la destitución de Ibn al-Furāt, su protector en Bagdad, Yūsuf había comenzado a retener parte de su tributo anual al gobierno califal. En 303/915-16 aprisionó al enviado del califa, aunque más tarde le liberó y le mando de vuelta con regalos y dinero. Después de la restauración de Ibn al-Furāt al visirato en 304/917 Yūsuf conquistó Zanjān, Abhar, Qazwīn y Ray del gobernador sāmāní y reclamó en una carta a Bagdad que el visir previo le había investido con el gobernorato de la provincia, en la esperanza de que Ibn al-Furāt le respaldara. El Califa al-Muqtadir estaba completamente enfurecido, no obstante, y se envió un ejército contra el Sājí, que lo derrotó. Cuando el comandante en jefe ‘abbasí Mu’nis se aproximaba con otro ejército, Yūsuf se retiró a Ardabīl. A pesar de la intercesión de Ibn al-Furāt por él, el Califo rechazó confirmarle en el gobierno de las provincias. Mu’nis fue derrrotado por Yūsuf en una primera batalla cerca de Ardabīl, pero un año más tarde en 307/919 derrotó al Sājí allí. Yūsuf fue llevado a Bagdad donde al-Muqtadir le metió en prision durante tres años. En Āzarbāījān su ghulām Subuk ganó el control y, después de derrotar un ejército enviado contra él, fue reconocido por el Califa como gobernador.
En 310/922 Yūsuf fue liberado e investido con el gobierno de Ray, Qazwīn, Abhar, Zanjān, y Āzarbāījān. Se dirigió a Āzarbāījān donde Subuk, que había permanecido siempre fiel a él, había muerto. En 311/924 derrotó y mató al gobernador previo de Ray, que se había rebelado contra el califa y tomó la ciudad. Cuando salió y ocupó Hamadān, su delegado pronto fue expulsado por el pueblo de Ray. Yūsuf volvió allí brevemente en 313/925 y fue a Āzarbāījān. En 314/926 fue llamado por el gobierno califal a ‘Irāq para tomar el cargo de la guerra contra los Qarmatíes de Bahrain que estaban saqueando el país. Un año más tarde fue derrotado cerca de Kūfa por esos fieros oponentes, aunque su ejército les sobrepasaba en número en gran medida. Yūsuf fue capturado y unos pocos meses más tarde, en 315/928, muerto. Alguno de sus tropas turcas entraron al servicio califal en Bagdad, donde formaron el regimiento Sājiyya.
Tras la muerte de Yūsuf su sobrino Abu’l-Musāfir al-Fath, hijo de Muhammad al-Afshīn, fue investido por el califa con el gobierno de Āzarbāījān. Un año y medio más tarde, en 317/929, fue envenenado en Ardabīl por uno de sus esclavos. Aunque la dinastía Sājí finalizó con él, Āzarbāījān no revirtió al gobierno de los gobernadores enviados por el gobierno califal. Después del asesinato de al-Fath, Wasīf al-Sharvānī obtuvo el dominio sobre Āzarbāījān. Fue sucedido, probablemente todavía en el mismo año, por Muflih al-Yūsufī, quien de acuerdo con la evidencia numismática permaneció en el poder al menos hasta 323/935. En 325/937 el Hamdāní al-Hasan de Mosul envió a Nazīf, un oficial del regimiento Sājiyya que había buscado refugio con él, para conquistar Āzarbāījān, pero evidentemente no tuvo mucho éxito. Hacia 326/938 Daisam b. Ibrāhīm al-Kurdī había tomado las riendas. El padre de Daisam, cuyo patronímico b. Shādlūya apunta a un origen iranio, con más probabilidad kurdo, fue un compañero del líder khārijí Hārūn al-Wāziqī en Mosul. Después de la captura de Hārūn por el Califa al-Mu’tadi en 283/896, Ibrāhīm huyó a Āzarbāījān donde se casó con la hija de un jefe kurdo que dio a su hijo Daisam. Daisam, khārijí al igual que su padre, fue empleado por el Sājí Yūsuf y alcanzó la fama a su servicio.
Daisam, en primer lugar, confió principalmente en tropas kurdas. La expansión Dailamí, no obstante, pronto engullo también Āzarbāījān. En 326/937 Lashkarī b. Mardī, un Gīlí anteriormente al servicio de Mākān y los Ziyāríes Mardāvīj y Vushmgīr, con un ejército compuesto de Gīlíes y algunos Dailamíes invadió Āzarbāījān y expulsó a Daisam, que, no obstante, recobró sus dominios con la ayuda de Vushmgīr. Como los guerreros kurdos de Daisam llegaron a ser ingobernables y pusieron sus manos en alguno de sus dominios, comenzó a emplear Dailamíes, entre ellos a Sālūk (en árabe Su’lūk), hijo del Sallārí Muhammad b. Musāfir, para contrapesar su fortaleza y arrestó a algunos jefes kurdos. El visir de Daisam Abu’l-Qasim Ja’far b. ‘Alī, que había sido administrador de finanzas bajo el Sājí Yūsuf y también estaba activo como misionero ismā’īlí, huyó en 330/941-2 a causa de las intrigas contra él a Tarum, donde Muhammad b. Musāfir fue expulsado por sus hijos Vahsūdān y al-Marzubān. Alentó a al-Marzubān a conquistar Āzarbāījān y por correspondencia secreta ganó la alianza de muchos jefes del ejército de Daisam, especialmente Dailamíes, para al-Marzubān. Cuando este último invadió Āzarbāījān en 330/941-2 y dio la batalla a Daisam, los Dailamíes se pasaron a él. Daisam fue obligado a huir y encontró refugio con el rey Ardzruní Gagik de Vaspurakan, con el que previamente había tenido buenas relaciones.

 
Āzarbāījān en el siglo X

Al-Marzubān, él mismo iniciado ismā’īlí, nombró a Ja’far b.‘Alī como su visir y le permitió que enseñara Ismā’īl’īsmo abiertamente. Pronto, no obstante, le dio motivos para temer por su posición. Ja’far solicitó permiso para ir a Tabrīz , donde invitó a Daisam para unirsele y con la ayuda de los habitantes mataron a los jefes Dailamíes. Cuando Daisam llegó a Tabrīz , todos los kurdos, a los que al-Marzubān había ofendido, se reunieron alrededor de él. Al-Marzubān, con su ejército Dailamí les derrotó y asedió Tabrīz . Hizo propuestas a Ja’far, que una vez más se pasó a su bando, y según su deseo le fue permitido vivir libremente en su casa sin posición oficial. Antes de que al-Marzubān hubiera ocupado Tabrīz , Daisam y sus seguidores escaparon a Ardabīl. Al-Marzubān, ayudado por su hermano Vahsūdān, le asedió allí y después de sobornar a su nuevo visir logró forzarle a someterse en 331/942-3. Daisam fue tratado bien por el Sallārí y por petición propia puesto en el cargo del castillo de al-Marzubān, en Tārum. El importante pueblo de Ardabīl, por otra parte,  fue castigado por su apoyo a Daisam, con la imposición de un fuerte tributo y la demolición de la muralla de la ciudad, que ellos habían levantado con sus propias manos. Más tarde Ja’far volvió al visirato, antes de 344/955 cuando Ibn Hauqal estuvo visitando Āzarbāījān. Su actividad misionera fue claramente fructífera, pues Ibn Hauqal destaca la presencia de muchos ismā’īlíes en la provincia.
Ahora al-Marzubān mantuvo su dominio sobre todo Āzarbāījān y Transcaucasia oriental. Hacia 333/945 también tomó posesión de Dvin de acuerdo con la evidencia numismática. En la primavera de ese año los rusos (Rūs) vinieron en barcos por el río Kur y ocuparon Barda’a después de derrotar a un ejército bajo el gobernador de al-Marzubān, que constaba principalmente de voluntarios locales. Primero, los habitantes fueron bien tratados por ellos, pero como la muchedumbre abiertamente ayudó a los ejércitos musulmanes contra los invasores muchos de ellos fueron masacrados y otros obligados a entregar todas sus bienes. Los voluntarios musulmanes de todas partes acudieron en manada para unirse a al-Marzubān en la lucha contra los intrusos infieles. A pesar de la gran superioridad numérica de su ejército al-Marzubān fue varias veces vencido. Finalmente, después de que el feroz enemigo hubiera sido diezmado por una epidemia causada por su indulgencia excesiva en fruta fresca él preparó una exitosa emboscada en la que 700 hombres y sus jefes fueron muertos. El resto se retiró a la ciudadela de Barda’a. Cuando al-Marzubān les asedió se enteró de que al-Husayn b. Sa’īd había sido enviado por su tío, el Hamdāní al-Hasan Nāsir al-Dawla de Mosul, a conquistar Āzarbāījān y había alcanzado Samās, donde fue reforzado por los kurdos Hadhbāníes bajo Ja’far b. Shakūya. Al-Husayn, en 331/942, cuando al-Marzubān y Daisam todavía estaban en guerra por el control de Āzarbāījān y Nāsir al-Dawla estaba a cargo del gobierno en Bagdad, había sido investido por el califa al-Muttaqī con el gobernorato de Armenia y Āzarbāījān. Al-Marzubān marchó contra el Hamdāní, dejando solo una pequeña tropa para hacer frente a los rusos, y le derrotó en invierno de 334/945-6. Poco después, al-Husayn fue llamado a Bagdad por su tío para una campaña. Por el mismo tiempo los rusos partieron llevándose mucho botín y cautivos.
En 337/948-9 al-Marzubān, enfurecido por su insulto que su enviado había sufrido por parte del Būyí Mu’izz al-Dawla, decidió arrebatar Ray de manos de Rukn al-Dawla. Este último consiguió mediante propuestas diplomáticas retrasar la campaña de al-Marzubān hasta la llegada de ejércitos auxiliares de sus hermanos y con su apoyo  le derrotó completamente cerca de Qazwīn. El Sāllarí fue capturado. Los jefes Dailamíes de su ejército que escaparon se reunieron alrededor de Muhammad b. Musāfir y le trajeron a Ardabīl, mientras Vahsūdān, que, aparentemente, había sido dejado por al-Marzubān como su representante, se retiró a Tārum. Muhammad pronto ofendió de nuevo a los Dailamíes y fue obligado a huir con Vahsūdān, que le encarceló en un castillo donde murió antes de 341/953. Rukn al-Dawla, entretanto había proporcionado un ejército a Muhammad b. ‘Abd al-Razzāq, antiguo gobernador de Tūs, que había desertado de los Sāmāníes, para invadir Āzarbāījān. En esta situación Vahsūdān envió a Daisam allí, supuestamente para ayudar a los hijos de al-Marzubān durante la ausencia de esté último, ya que conocía el país bien y ganaría el apoyo de los kurdos. Cuando Ibn ‘Abd al-Razzāq invadió Āzarbāījān, Daisam se retiró a Arrān. En 338/949-50 Ibn ‘Abd al-Razzāq después de un revés se fue a Ray, y Daisam obtuvo el control sobre Āzarbāījān y Armenia.
En 341/952-3, al-Marzubān, habiendo escapado de su prisión, envió un ejército contra Daisam, que había usurpado el gobierno de Āzarbāījān. Daisam fue derrotado cerca de Ardabīl, ya que los jefes dailamíes le habían abandonado, y huyó a Armenia, donde los príncipes cristianos le ayudaron. Un año más tarde fue expulsado de allí, también, y buscó refugio en Bagdad, con Mu’izz al-Dawla, que le dio una recepción real. En 343/954-5 Rukn al-Dawla hizo la paz con al-Marzubān y se casó con su hija. Daisam perdió la esperanza en la ayuda Būyí para recuperar su reino y se unió a los Hamdāníes. Después de recibir ayuda de Sayf al-Dawla de Alepo, ocupó Salmās en 344/955-6 reconociendo la soberanía de los Hamdāníes. Fue expulsado por al-Marzubān y primero encontró seguridad con el Ardzruní Derenik, hijo de Gagik. Bajo la presión de al-Marzubān, Derenik más tarde le arrestó y entregó al Sallārí, que le cegó y encarceló. Fue asesinado después de la muerte de al-Marzubān por los partidarios de este último.
Después de la captura de Daisam, el reinado de al-Marzubān permaneció tranquilo hasta su muerte en 346/957. Una lista de sus tributarios en el año 344/955-6 citada por Ibn Hauqal muestra que su soberanía era reconocida por la mayoría de los pequeños príncipes del área del Cáucaso y Armenia. Antes de la muerte de al-Marzubān nombró sucesor a su hermano Vahsūdān como sucesor. Los comandantes de las fortalezas rehusaron, no obstante, entregarlas a él, obedeciendo las instrucciones anteriores de al-Marzubān que había dispuesto el gobierno sucesivo de los hijos de al-Marzubān, Justān, Ibrāhīm y Nāsir. Incapaz de imponer su autoridad en Āzarbāījān, Vahsūdān volvió a Tārum. Justān ganó el control de Āzarbāījān mientras Ibrāhīm gobernaba en Dvin como su delegado. Los esfuerzos de Vahsūdān por sembrar la discordia entre sus sobrinos pronto dieron sus frutos, especialmente cuando Justān dedicó más y más tiempo a su harem. En 349/960 un nieto del Califa al-Muktafī, Ishāq b. ‘Īsā, se rebeló en Gīlān adoptando el nombre califal de al-Mustajīr bi’llāh y encontró apoyo entre los sunníes de Gīlān occidental. El anterior visir de Justān que había escapado de prisión, le invitó a venir a Mūqān donde reunió seguidores para su causa. Justān e Ibrāhīm les derrotaron, y el ‘Abbāsí fue capturado y muerto en prisión.
Poco después Vahsūdān consiguió atraer a Justān y Nāsir juntos con su madre a Tārum donde les encarceló. Entonces envió a su hijo Ismā’īl a asumir el control de Āzarbāījān. Cuando Ibrāhīm en Armenia reunió un ejército para oponerse a Ismā’īl y liberar a sus hermanos, Vahsūdān les ejecutó y a su madre. Ibrāhīm fue expulsado de Āzarbāījān por los seguidores de Ismā’īl, pero retuvo el control de Armenia. Justo cuando había reunido de nuevo un fuerte ejército Ismā’īl murió, entre 351/962 y 354/965 de acuerdo con la evidencia numismática. Ahora Ibrāhīm ocupó Ardabīl y devastó los dominios de Vahsūdān, mientras que este huyó a Dailamān. En 355/966 Ibrāhīm fue derrotado por un ejército de Vahsūdān, que había vuelto a Tārum. Abandonado por su ejército Ibrāhīm buscó refugio en Ray con Rukn al-Dawla, mientras Vahsūdān colocó a su hijo Nūh a cargo del gobierno de Āzarbāījān. Rukn al-Dawla trató a su cuñado más generosamente y envió a su visir Ibn al-‘Amīd con un ejército para restaurarle en sus dominios. Ibn al-‘Amīd conquistó Āzarbāījān y ordenó su administración. Entonces escribió a Rukn al-Dawla proponiéndole desposeer al Sallārí ya que sería incapaz de conservar el país bajo control y malgastaría su riqueza, pero Rukn al-Dawla rechazó traicionar la buena fe de Ibrāhīm y retiró a su visir.
Después de la partida de Ibn al-‘Amīd, Vahsūdān envió de nuevo un ejercito que quemó Ardabīl. Ibrāhīm celebró una paz con su tío, cediéndole parte de Āzarbāījān, presumiblemente la región de Miyāna. En los años siguientes se esforzó, con solo un éxito parcial, en volver a imponer su soberanía sobre los principados musulmanes de Transcaucasia que se habían vuelto progresivamente independientes. Durante los últimos años antes de su muerte en 373/983 su régimen parece haberse desintegrado y fue encarcelado. Después de él, Āzarbāījān cayó en manos de los Rawwadíes excepto una pequeña parte (Miyāna?) que fue mantenida por un nieto de Vahsūdān, al-Marzubān b. Ismā’īl. Un año más tarde este último fue atacado y capturado por el Rawwādí Abu’l-Haijā. Su hijo Ibrāhīm huyó a Tārum, donde más tarde fue capaz de restaurar el reino Sallārí. Un hijo de Ibrāhīm b. al-Marzubān b. Muhammad, Abu’l-Haijā, es mencionado en una fuente Armenia como gobernando en Dvin en 982-3 cuando fue incitado por el rey Mushel de Kars para invadir el territorio del rey Bagratí Smbat II. Probablemente un poco más tarde atacó a Abū Dulaf al-Shaybānī, primer miembro conocido de la dinastía que gobernaba en Golthn y Nakhchivān hasta después de 458/1066, pero fue derrotado y perdió sus dominios para Abū Dulaf. Más tarde, Abu’l-Haijā vagabundeó con su familia buscando ayuda por toda Georgia y Armenia e incluso visitó al emperador Basilio II. En 989-90 Smbat II le proporcionó un ejército armenio para reconquistar Dvin, pero luego retiró su apoyo. Finalmente Abu’l- Haijā fue estrangulado por sus sirvientes.
Los Rawwādíes que sucedieron a los Sallāríes en el gobierno de Āzarbāījān eran descendientes de la familia árabe Azdī de al-Rawwād b. al-Muthannā que en los siglos II/VIII y III/IX había dominado la ciudad de Tabrīz. Con el rápido ascenso en fuerza del elemento kurdo en Āzarbāījān en el siglo IV/X, vinieron a asociarse estrechamente con él, especialmente con parte de la tribu Hadhbāni, y ellos mismos eran considerados kurdos. Durante la cautividad del Sallārí al-Marzubān (337-41/949-953) se informa que Muhammad b. al-Husayn al-Rawwādí había tomado algunas partes de Āzarbāījān, probablemente Ahar y Varzuqān, al noeste de Tabrīz, por el que su hijo y sucesor Abu’l-Haijā Husayn en 344/955-6 pagó tributo a al-Marzubān. Un año más tarde Abu’l-Haijā ocupó Tabrīz . Después de construir una muralla alrededor de la ciudad la tomó en 350/961 como su capital. Tabrīz siguió siendo sede de los Rawwādíes incluso cuando más tarde mantuvieron su dominio sobre todo Āzarbāījān.


La historia de Āzarbāījān desde en torno  a 370/980 hasta 420/1029 es oscura por una falta de materia prima. No hay informes sobre las circunstancias del ascenso de Abu’l-Haijā a la independencia después del Sallārí Ibrāhīm b. al-Marzubān. Obviamente se aprovechó del declive del poder del último, y quizá fue él quien encarceló al Sallārí durante un tiempo.  Tras afirmar su autoridad en Āzarbāījān devastó en 377/987 los dominios de Abū Dulaf al-Shaybānī y le quitó Dvin. El rey Bagratí Smbat II a petición suya pagó los atrasos del tributo armenio. En 378/988-9 atacó Vaspurakan, pero durante la campaña murió.
Abu’l-Haijā fue sucedido por su hijo Mamlān (Muhammad), que fue incapaz de prevenir la reocupación de Dvin por Abū Dulaf. Encaró la oposición de su hermano al-Marzubān, al que capturó en 386/996. Cuando el Curopalate Davith de Taikh conquistó Malāgird (Manazkert) entre 992 y 994 y expulsó a los habitantes musulmanes levantando una indignación generalizada en el mundo musulmán, Mamlān actuó como defensor de la causa musulmana. Penetró en Armenia hasta Valāshgird. Encontrando los ejércitos unidos de Davith, el Bagratí Gagik I, y el rey georgiano Bagrat II, se retiró sin dar batalla. En 388/998 dirigió otro ejército, esta vez compuesto con los voluntarios de ‘Irāq y Khurāsān, hasta la villa de Tsumb, al noreste del lago Van, donde fue encontrado por los ejércitos conjuntos armenio y georgiano. El encuentro terminó en contra de lo esperado en una severa derrota del ejército musulmán a pesar de su superioridad numérica.
De acuerdo con la única fuente literaria existente Mamlān murió en 393/1001 y fue sucedido por su hijo Abū Nasr Husayn. El nombre de Mamlān, no obstante, aparece en las monedas al menos hasta el año 405/1014. Así, o bien la fecha dada para su muerte es errónea, o bien Abū Nasr, sobre cuyo reinado nada se conoce, continuó acuñando moneda en nombre de su padre. De acuerdo con la misma fuente Abū Nasr murió en 416/1025 y fue sucedido por otro hijo de Mamlān, Abū Mansūr Vahsūdān. Bajo Vahsūdān las primeras oleadas de inmigración de turcos Oghuz (Ghuzz) alcanzaron Āzarbāījān, que gradualmente iban a cambiar completamente la composición de su población. Fuentes armenias tardías fechan la llegada de los turcos incluso antes y la describen como una de las causas de la migración de los Ardzruníes y su pueblo desde Vaspurakan a Sebastaia (Sīvās) y la cesion de la anterior provincia a Bizancio en 1021. Tal fecha temprana para la llegada de los turcos no puede conciliarse con las informaciones de las fuentes musulmanas. Los primeros inmigrantes Oghuz en Āzarbāījān pertenecían todos a los así llamados Turcomanos ‘Irāqíes, que fueron expulsados de Khurāsān por los Ghaznawíes mientras su líder, Arslan Isrā’īl b. Saljuq fue arrojado en prisión donde murió c.427/1034. El primer grupo Oghuz que constaba de unas 2.000 tiendas llegó en 420/1029 y fue bien recibido por Vahsūdān y empleado de manera efectiva contra sus enemigos. Los armenios quedaron fuertemente impresionados por su primer encuentro con esos arqueros montados. Su presencia no detuvo por el momento la presión de Bizancio hacia el este. Habiendo tomado previamente Arjish a los musulmanes, los bizantinos en 425/1034 expulsaron a Abu’l-Haijā b. Rabīb al-Dawla, sobrino de Vahsūdān y jefe de los kurdos Hadhbāníes, de la fortaleza de Bergri, al noeste del lago Vān. Como Abu’l-Haijā estaba en desacuerdo con su tío, el califa intervino para reconciliarles en aras de recobrar la fortaleza. Sus esfuerzos conjuntos solamente llevaron a una breve reocupación antes de que la fortaleza se perdiera definitivamente.
Una segunda ola Oghuz, mucho más fuerte que la primera, llegó en 429/1037-8 bajo sus líderes Būqā, Göktāsh, Mansūr y Dānā. Aunque Vahsūdān estableció lazos matrimoniales con uno de sus líderes, pronto comenzaron a rapiñar el país. Saquearon Marāgha en 429/1039, quemaron su mezquita, y masacraron a muchos de sus habitantes. Un grupo, que se había establecido en Urmīya, después de una fructífera incursión en Armenia fue atacado a su vuelta por los Hadhbāníes a causa de la fricción previa entre ellos. Mataron a muchos de los kurdos y saquearon la campiña. El líder Hadhbāní Abu’l-Haijā b. Rabīb al-Dawla, que mantenía el control sobre Urmīya, y Vahsūdān unieron fuerzas para expulsar a los agitadores. Mucho de los Oghuz fueron muertos, mientras que extensos grupos salieron para Ray y Hamadān. Otros, sin embargo, se quedaron. En 432/1040-1 Vahsūdān capturó a treinta de sus líderes en un acena a la que los había invitado y luego mató a muchos de sus hombres. Como resultado los Oghuz de Urmīya decidieron salir para Mosul. En el siguiente año otro extenso contingente de Oghuz llegó desde Ray y Hamadān huyendo del saljuq Ibrāhīm Ïnäl. Fueron derrotados y expulsados por Vahsūdān. De nuevo en 435/1044 unos 5.000 turcomanos volvieron a Āzarbāījān desde Mesopotamia a través de Diyārbakr y Armenia y ocuparon la ciudad de Khūy (en armenio Her). Los restos de los turcomanos ‘irāqíes se establecieron ahora firmemente en Āzarbāījān. Poco después Qutlumush, hijo de Arslān b. Saljuq, se les unió para asumir el liderazgo.
Tabrīz fue golpeada por un terremoto que destruyó grandes partes de la ciudad y su muralla; se dice que 40.000 o 50.000 habían muerto. El palacio se derrumbó, pero el gobernante, que estaba en un jardín, resultó ileso. Hizo muchos esfuerzos para reconstruir la capital a corto plazo. Vahsūdān durante la mayoría del resto de su reinado fue el patrocinador del poeta Qatrān, que le elogió en numerosas odas.
En 446/1054 Toghrïl Beg llegó a Āzarbāījān y Arrān para recibir la sumisión de los gobernantes locales. En Tabrīz Vahsūdān se sometió a él, introdujo su nombre en la Oracion del Viernes, y le entregó a su hijo como rehén. De este modo los Rawwādíes se convirtieron en vasallos de los Saljuq. El hijo de Vahsūdān Abū Nasr Mamlān, que le sucedió en 451/1059, una vez más se rebeló contra la dominación turca. Toghrïl en 452/1060 en vano apostó por Tabrīz. Mamlān viajó en persona a Bagdad para quejarse al Califa al-Qā’im sobre las depredaciones de los Oghuz en Āzarbāījān, mientras que muchos notables enviaron cartas de quejas. El Califa escribió a Toghrïl solicitándole que impidiera a los turcomanos devastar el país, pero fue en vano. En 454/1062 Toghrïl volvió a Āzarbāījān y obligó al Rawwādí de nuevo a la sumisión, imponiéndo un fuerte tributo sobre él.

Cronología y Genealogía de los Sājíes y los Rawwādíes de Āzarbāījān

9. Los Shaddādíes de Arrān
Los Banū Shaddād fueron jefes de un clan kurdo, probablemente de la tribu Haddhbāní, que vagaban por las tierras de pasto de Armenia. Muhammad b. Shaddād b. Qurtaq sobre el año 340/951-2, en la época de la detención del Sallārí al-Marzubān, ganó el control de Dvin, probablemente invitado a la ciudad como protector. Ibrāhīm b. al-Marzubān, que intentó preservar los intereses de su padre, incitó a un vasallo cristiano a atacar a Muhammad, pero éste le derrotó. Entonces Ibrāhīm envió un ejército de Daiamíes y kurdos que expulsaron al Shaddādí. Pronto fue vuelto a llamar por el pueblo de Dvin, que no estaban satisfechos con la guarnición Dailamí, y frustraron un intento del rey Bagratí Ashot III de Ani por conquistar la ciudad. En 343/954-5 fue expulsado por un ejército dailamí enviado por al-Marzubān, que había recuperado el gobierno de Āzarbāījān. Muhammad y su clan encontraron refugio en Dvin y murió en 344/955-6.
El mayor de los tres hijos de Muhammad, al-Lashkarī Abu’l-Hasan ‘Alī, se convirtió en jefe del clan y entró al servicio del armenio Grigor, gobernante de Farisos, y recibió de él Shothk y Berd-Shamiram como feudos. El hermano menor, al-Fadl (Fadlūn), al principio sirvió a Najā al-Saifī, gobernador de Diyārbakr para el hamdāní Sayf al-Dawla. Cuando Najā fue muerto en 354/965, volvió con sus hermanos, pero como no quería servir a los cristianos pronto partió con la intención de unirse al sallārí Ibrāhīm en Āzarbāījān. Cuando alcanzó Ganja, el gobernador de Ibrāhīm de la ciudad, ‘Alī al-Tazī, le invitó a asentarse y protegerle contra sus vecinos hostiles. Pronto tuvo ocasión para probar su utilidad al repeler un ataque de los Siyāvurdiyya (Sevordi), húngaros armenizados que vivían al oeste de Shamkūr. Cuando se dispuso a partir para ir a Āzarbāījān los notables de Ganja le persuadieron para que se asentara e invitaron a su hermano al-Lashkarī a venir a Ganja. Al principio al-Lashkarī rechazó unirse a al-Fadl, pero éste le indujo, a través de un ruso, a venir y entonces fue capaz reconvencerle a quedarse. El pueblo de Ganja cooperó con ellos arrestando al gobernador y abriendo las puertas para ellos. Al-Lashkarī en 360/971 tomó posesion de Ganja y mató al gobernador. El Sallārí Ibrāhīm en 361/971-2 puso asedio a Ganja pero fracasó en tomarla y se retiró tras negociar una paz que prácticamente debió haber reconocido la independencia de los Shaddādíes. Al-Lashkarī tomó posesión de la región, expulsando a los Daiamíes, y gradualmente expandió sus territorios hasta Shamkur al noroeste y Barda’a al este. Murió en 368/978-9.
Aunque al-Lashkarī había favorecido a al-Fadl para la sucesión, el segundo hijo, al-Marzubān obtuvo el trono con el apoyo del ejército y los súbditos. Al-Marzubān se demostró deficiente en su juicio político y perdió c.372/982-3 Barda’a a favor del Sharvān-Shāh Muhammad b. Ahmad. Algunos servidores provocaron la discordia entre al-Fadl y él. En 375/985 al-Fadl le asesinó y capturó a su hijo Shīrvān y ascendió al trono.
Durante su largo reinado al-Fadl expandió enormemente el territorio Shaddādí a pesar de algunos reveses. En 383/993 ocupó Barda’a y Bailaqān. Probablemente conectado con esas adquisiciones está la información de una fuente Armenia de que invitó a Gagik, hijo de Hamam, señor de Tandzikh, le mató y se apoderó de su territorio. Cuando el gobernante de Farisos, Grigor, murió en 1003-4, al-Fadl cargó de cadenas a su hijo Philip, al que previamente había invitado,  y ocupó Shashvash y Shothkh de los dominos de Grigor. En una fecha desconocida capturó el país de los Siyāvurdiya al oeste de Shamkur. Probablemente en 413/1022 trajo Dvin bajo su control, imponiendo un duro impuesto a los armenios, y nombró a su hijo Abu’l-Asvār gobernador. En 418/1027 ordenó que fuera construido un puente sobre el Araxes (probablemente en Khudāfarīn), quizá con la intencion de extender sus dominios sus dominios en Āzarbāījān.
No siempre fueron fructíferas sus guerras con los Bagratíes de Tashir que adoptaron el pretencioso título “reyes de Alvankh”(Albania), y los reyes georgianos. Al-Fadl combatió a Gurgen de Tashir y después de su muerte x.989 atacó a su hijo Davith Anholin, pero sufrió una derrota. En torno a esa época invadió Kakhetia y Hereth, pero el rey Bagrat III de Georgia en alianza con el rey Gagik de Ani, atacó Shamkūr, obligándole a pedir lal paz. Cuando en 417/1026 el rey de Georgia, probablemente Giorgi, asedió de nuevo Shamkūr, al-Fadl salió a su encuentro y le venció. En 421/1030 al-Fadl atacó Georgia con éxito. En su camino de vuelta fue atacado por un ejército combinado, del señor de la guerra georgiano Liparit, el rey de Kakhetia Kuirike III y el rey de Tashir Davith Anholin y perdió 10.000 hombres y todo su botín. En el mismo año su hijo ‘Askarūya se rebeló en Bailaqān. Al-Fadl, que tras su derrota cayó mortalmente herido, envió a su otro hijo Mūsā contra él. Mūsā, con la ayuda de un grupo de rusos que había saqueado Sharvān conquistó la ciudad y mató a ‘Askarūya. Al-Fadl murió en 422/1031.
El hijo y sucesor de al-Fadl, Abu’l-Fadl Mūsā gobernó solo tres años, hasta 425/1034, cuando fue asesinado por su hijo al-Lashkarī ‘Alī, quien ascendió al trono. Al principio, el reinado de al-Lashkarī fue estable y próspero. El poeta Qatrān, que pasó algún tiempo en su corte en Ganja y partió no más tarde de 432/1041, en alguno de sus elogios para él menciona una gran victoria que obtuvo sobre el ejército unido de los reyes de Georgia y Armenia. Sus relaciones con el Rawwādí Vahsudān inicialmente fueron pobres. El empleo de Vahsudān de los turcomanos Oghuz supuso una seria amenaza, pero al-Lashkarī logró atraer alguno de ellos a Arrān. En consecuencia, sus relaciones mejoraron, y  Vahsudān incluso pagó una visita a la corte del Shaddādí, probablemente en algún momento entre 427/1036 y 432/1041. Al-Lashkarī también entabló amistosas con el gobernante musulmán de Tiflis, Ja’afar b. ‘Alī, al qe ayudó en su resistencia contra los ataques georgianos. Tras la muerte de Ja’far (1046)  al-Lashkarī desposó a su viuda Shāh-Khusruvān. Durante los últimos años de su reinado sufrió una fuerte presión de los turcomanos y la expansión bizantina. En 437/1045-6 los Oghuz bajo Qutlumush iniciaron un asedio sobre Ganja que duró un año y medio y solo fue levantado cuando el ejército bizantino bajo el eunuco Nicéforo unido al rey georgiano Bagrat IV se aproximaba. Al-Lashkarī fue obligado a hacer concesiones a su salvador reconociendo la soberanía bizantina y entregándo a su hijo Ardashīr como rehén. Su situación permaneció precaria, y trasladó su residencia de castillo en castillo hasta que murió en 441/1049 ó 50.
Al-Lashkarī fue sucedido por su hijo menor Anūshirvān en cuyo nombre reinó el chambelán Abū Mansūr. Abū Mansūr acordó con los jefes del ejército entregar varias fortalezas fronterizas a los soberanos de Kakhetia, Georgia, a la tribu montañesa Dido y a Bizancio con la esperanza de aliviar su presión sobre Arrān. Esta decisión todavía en 441/1049-50 provocó una rebelión del pueblo de Shamkūr, que tomó la ciudadela de la ciudad y proclamó a Abu’l-Asvār Shāvur, hijo de al-Fadl b. Muhammad, soberano. Abu’l-Asvār había gobernado Dvin desde 413/1022 prácticamente independiente. Aunque estaba casado con una hermana del rey armenio Davith Anholin de Tashir, resultó un vecino problemático para los armenios y se ganó la reputación de  Ghazi ejemplar entre los musulmanes. Concedió asilo al noble armenio Abirat con su gran séquito y después le mató. Alrededor de 1039 invadió el territorio de su cuñado el rey Davith saqueando y quemando. Cuando amenazó atacar al mismo Davith, éste acudió a los reyes de Ani, Kapan y Georgia por ayuda. Ayudado por sus tropas infligió una derrota al Shaddādí y lo expulsó de sus dominios. En 1043 el emperador bizantino Constantino Monómaco, que intentaba anexionar Ani y deponer a su joven rey s, invitó a Abu’l-Asvār por carta a atacar el territorio de Ani y le prometio en un toro dorado el reconocimiento de cualquier conquista que hiciese. Abu’l-Asvār ocupó una serie de fortalezas y lugares en el territorio de Gagik. Después de la conquista bizantina de Ani en 1045 el emperador violando sus promesas demandó de él la entrega de las tierras que anteriormente pertenecían a Ani. Ante la negativa de Abu’l-Asvār, un fuerte ejército bizantino con contingentes armenios y georgianos atacó Dvin. Abu’l-Asvār huyó del país anegó el país y colocó a sus arqueros emboscados. Los atacantes fueron rechazados con fuertes pérdidas. Al año siguiente otro ejército bizantino tomó algunas de las fortalezas pertenecientes a Ani. Más seria fue la campaña bajo Nicéforo c.1048-9. Abu’l-Asvār se retiró a Dvin, mietras el enemigo dejó la campiña perdida. Fue forzado a rconocer la supremacía bizantina antes de que Nicéforo continuara hasta Ganja.
Después de obtener el control de Shamkūr Abu’l-Asvār ocupó Ganja y el resto de Arrān. Anūshirvān y el chambelán Abū Mansūr fueron arrestados. Abū Mansūr logró restaurar para el régimen Shaddādí algo de su antiguo vigor. En 445/1053 obtuvo una fortaleza fronteriza de manos de los georgianos y situó una guarnición en ella. Encomendó a su hijo Abu’l-Nasr Iskandar el gobierno de Dvin. Cuando Toghrïl Beg después de recibir la sumisión del Rawwādí Vahsūdān en Tabrīz llegó a Ganja en 4464/1054, Abu’l-Asvār se sometió a él. Más tarde participó en la conquista saljuq de Armenia. La dinastía Shaddādí sobrevivió como vasallos Saljuqíes gobernando Ani hasta el fin del siglo VI/XII.

Cronología y Genealogía de los Shaddādíes de Ganja y Ani

10. Los Yazīdíes de Sharvān y los Hāshimies de Bāb al-Abwāb
En las provincias limítrofes de Sharvān y al-Bāb, dos dinastías, los Yazādíes y los Hāshimíes, fueron capaces de establecer su gobierno hereditario alrededor de mediados del siglo III/IX. Hasta el periodo Sallārí tardío permanecieron generalmente bajo la supremacía de los gobernadores de Āzarbāījān y Arrān, pero estos interfirieron solo ocasionalmente en sus asuntos. La mayoría de sus esfuerzos estaban dedicados en saquear los pequeños principados la no musulmanes de la región y repeler sus ataques. Las dos familias también estaban enfrentadas en una larga e intermitente contienda una con la otra. Los Yazīdíes, que tenían una reclamación histórica hacia al-Bāb, una y otra vez interfirieron en los asuntos de esta provincia vecina y generalmente sacaron ventaja. Los Hāshimies, cuya posesion sobre al-Bāb también estaba permanentemente amenazada por el poder de los jefes (ru’asa) de la ciudad, eran una y otra vez expulsados y restaurados en un corto periodo de tiempo.
Los Yazīdíes eran descendientes de Yazīd b. Mazyad, jefe de la tribu árabe de Shaibān e importante comandante bajo Hārūn al-Rashīd. Yazīd fue nombrado dos veces gobernador de Āzarbāījān y Armenia (171/787-9 y 183-5/799-801) y se distinguió en la lucha contra los Kházaros. Después de él sus tres hijos y su nieto Muhammad b. Khālid fueron enviados reiteradamente como gobernadores a Āzarbāījān, Armenia y Arrān. Muhammad b. Khālid en 245/859-60 restauró la ciudad de Ganja y  y le fue concedido junto con otros estados como feudo hereditario. Su hermano al-Haitham, probablemente subalterno suyo, se convirtió en gobernador de Sharvān. Cuando los disturbios que siguieron al asesinato del califa al-Mutawakkil en 247 debilitaron el gobierno central, fue capaz de retener su señorío y transmitirlo a su hijo. Un tercer hermano, Yazīd, en el mismo periodo se estableció en Laizān, una pequeña región en Sharān septentrional. Al-Haitham y Yazīd adoptaron los títulos tradicionales Sharvān-Shāh y Laizān-Shāh. La dinastía pronto se persianizó y pretendió descender de Bahrām Gūr.
Los Banū Hāshim eran descendientes de un cliente de la tribu árabe de Sulaim de origen desconocido. Los Sulaim eran poderosos en al-Bāb, y los Hāshimíes eran una de las familias de importancia entre ellos. Al-Najm b. Hāshim es mencionado como señor de al-Bāb representando los intereses locales por el año 180/796. Cuando los habitantes de la ciudad atacaron a su recaudador de impuestos, al-Najm fue asesinado por el gobernador de Armenia. Su hijo Hayyūn se rebeló y pidió ayuda a los Kházaros, quienes llegaron con un fuerte ejército y penetraron hasta el río Kur causando mucho daño a los musulmanes antes de que se retiraran. A pesar de su traidora actividad, la familia Hāshimí no perdió su influencia en al-Bāb. En 255/869 los habitantes y los ghāzis de la ciudad, alzaron a un biznieto de Hayyūn como su amīr, y desde esa fecha y desde esa fecha la familia reinó sobre una base hereditaria. Hāshim dirigió dos incursiones con éxito en el país ávaro conocido como al-Sarīr en 263/876-7 y 265/878-9. Tras su muerte en  271/884-5 fue sucedido por su hijo ‘Amr [o ‘Umar] quien murió después de un año y fue sucedido por su hermano Muhammad. Muhammad en 273/886-7 llevó a cabo una incursión con éxito sobre Shandan, al noroeste de al-Bāb, y en 288/901 repelió un ataque kházaro. Menos afortunados fueron sus relaciones con al-Sarīr. En 292/905 Muhammad en una batalla fue capturado junto con diez jefes de al-Bāb por el señor de al-Sarīr, que más tarde le liberó con generosos regalos. En 297/909-10 (de acuerdo con otra versión en 300/912-13) Muhammad dirigió otra campaña contra Shandān junto con el Sharvān-Shāh ‘Alī, biznieto de al-Haitham b. Khālid, que había sucedido en el gobierno después de su abuelo Muhammad y su padre al-Haitham. Los musulmanes sufrieron una aplastante derrota a manos del ejército de Shandān, al-Sarīr y los khazaros.  Los dos gobernantes y 10.000 hombres fueron capturados. Los que cayeron en cautividad con los Sarisianos, así como los dos soberanos fueron fueron liberados tras unos meses, mientras que la mayoría de los otros fueron vendidos como esclavos. Quiza fue durante la cautividad de Muhammad, entre 296/909 y 299/912, cuando el Sājí Yusuf llegó a al-Bāb y reconstruyó los muros de la ciudad. Muhammad murió en 303/916 y sue sucedido por su hermano ‘Abd al-Malik.
En Sharvān ‘Alī b. al-Haitham, no mucho después de su liberación de cautividad, probablemente en 301/913 se enfrentó a una incursión de los rusos sobra Baku. Cuando se retiraron a unas islas frente a la costa, los sharvānianos los atacaron en barcos, pero fueron gravemente mutilados, y varios miles de musulmanes fueron muertos. Estos reveses alentaron a Abū Tāhir Yazīd de la rama de la familia de Laizān, que había sucedido en el gobierno de esa región después de los reinados de su abuelo Yazīd b. Khālid y su padre Muhammad, para expulsar a ‘Alī en 305/917-18. Mató a ‘Alī y a su hijo al-‘Abbās y tomó el gobierno de Sharvān. En 306/918-9 construyó la ciudad de Yazīdiyya cerca de Shamāki como su nueva capital y dio Laizān como feudo a su hijo Muhammad, quien más tarde parece haberse convertido en corregente. Las regiones de Khursān, Vardān y Tabarsarān fueron anexionadas a Sharvān bajo Yazīd.
Esta expansión hacia el norte puede haber sido alentada por las disputas familiares que debilitaron el poder Hāshimí en al-Bāb en este periodo. ‘Abd al-Malik b. Hāshim dos meses después de su ascensión fue derrocado y expulsado  por su sobrino Abu’l-Najm b. Muhammad con apoyo popular. ‘Abd al-Malik huyó a Shandān y luego junto a Yūsuf b. Abi’l-Sāj, que anteriormente le había investido con el gobierno de al-Bāb y le proporcionó un ejército de 6.000 hombres, que le ayudaron a recuperar la ciudad a pesar del apoyo de los habitantes por Abu’l-Najm. Unos pocos meses más tarde marchó a Shābarān con la esperanza de capturar a su sobrino allí. Abu’l-Najm eludió esta búsqueda y fue capaz de reocupar al-Bāb. ‘Abd al-Malik retomó la ciudad después de un asedio, esta vez ayudado por el señor de Khaidāq con un ejército khazaro. Mató a su sobrino y continuó gobernando sin oposición. Una batalla con Muhammad, el hijo del Sharvān-Shāh, en 318/930 en Shābarān quedó inconclusa y evidentemente no invirtió la expansión hacia el norte de Sharvān. Dos incursiones fructíferas a la región de Shandān fueron llevadas a cabo en 326/938. Un año más tarde ‘Abd al-Malik murió dejando a su hijo Ahmad, de cuatro años.
La sucesión de un menor trajo un nuevo periodo de problemas en al-Bāb. Ahmad fue expulsado después de cinco meses por los jefes de la ciudad, quienes asumieron el gobierno a favor de al-Haitham b. Muhammad, nieto del Sharvān-Shāh Yazīd y gobernador de Tabarsarān. En 329/941 le expulsaron y restauraron a Ahmad, solo para expulsarle de nuevo después de seis meses. Volvieron a llamar a al-Haitham, solo para expulsarle de nuevo después de seis meses. Volvieron a llamar a al-Haitham, pero después de seis meses le depusieron e invitaron a su abuelo, el Sharvān-Shān Yazīd, para quedar a cargo de la ciudad. Yazīd envió a us hijo Ahmad como representante, pero a su vez fue expulsado después de unos pocos días a favor del Hāshimí Ahmad. Yazīd ahora dirigió una campaña punitiva contra al-Bāb llevándose mucho botín e imponiéndole un tributo. Poco después los Dailamíes del Sāllarí al-Marzubān invadieron Sharvān, y Yazīd fue forzado a buscar el apoyo del pueblo de al-Bāb restaurandoles todo el botín y el tributo. Ellos expulsaron a los Dailamíes, pero entonces concluyeron una paz con al-Marzubān que evidentemente implicaba el reconocimiento de la supremacía sāllarí y el pago de un tributo.
Después de la muerte de Yazīd en 337/948 su hijo y sucesor Muhammad encarceló a su hermano Ahmad y en su lugar envió a su propio hijo Ahmad a gobernar Laizān y confirmó a su otro hijo al-Haitham en el gobierno de Tabarsarān. Murió en 345/956 y fue sucedido por su hijo Ahmad. El hermano de Ahmad, al-Haitham pronto se volvió sintió temor de él y buscó refugio entre los Lakz (Lazgi). En 357/968 se unió al Sāllarí Ibrāhīm b. al-Marzubān y al año siguiente participó en una campaña con la intención de afirmar la autoridad Sāllarí sobre Sharvān y al-Bāb. El ejército Sāallarí saqueó Sharvān y la campiña de al-Bāb. El Sharvān-Shāh Ahmad pidió la paz y pagó tributo.
Las demandas del sāllarí fueron resistidas por el Hāshimí Ahmad, quien después de habe sido depuesto una vez más en 342/953-4 por seis meses a favor del rey de los Lakz Khashram Ahmad b. Munabbih, había ganado firme control de al-Bāb. Al-Haitham se unió ahora al Hāshimí que intentaba en vano persuadir al Sharvān-Shāh de que concediera algún teritorio a su hermano. El Hāshimí reunió un ejército compuesto en su mayor parte de ávaros de al-Sarīr y saqueó y quemó Shābarān llevándose mucho botín. Como los soldados de al-Sarīr entraron un día antes que el amīr, los habitantes les atacaron, masacrando a un gran número y cogieron su botín. Los ávaros tomaron venganza en 360/971, cuando derrotaron al pueblo de al-Bāb cerca de la ciudad y mataron a 1000 musulmanes.
Maymūn b. Ahmad, que había sucedido a su padre en 366/976, pronto fue confinado en el edificio de gobierno por los jefes de al-Bāb, quienes asumieron las riendas del poder. Secretamente Maymūn buscó ayuda de los rusos. En 377/987-8 una banda de ellos llegó en dieciocho barcos y liberó a Maymūn, pero luego muchos de ellos fueron masacrados por el pueblo de al-Bāb y el resto partió, mientras Maymūn se fortificó en la ciudadela de la ciudad con uan guardia de rusos. En 379/989-90 un predicador popular de Gīlan, Muhammad al-Tūzī encontró una ansiosa audiencia en al-Bāb, y obtuvo un control completo sobre la ciudad. Maymūn, al principio, fue influido por su predicación, pero más tarde resistió  sus peticiones. Fue asediado enla ciudadela por el pueblo que apoyaba al predicador y fue obligado a partir hacia Tabarsarān (380/990-1). El predicador invitó al Sharvān-Shāh Muhammad b. Ahmad para asumir el gobierno de al-Bāb. Muhammad, que había sucedido a su padre en 370/981, persiguió una política de expansión, tomando posesión de la ciudad de Qabala de su gobernante ‘Abd al-Barr b. ‘Anbasa (371/981) y Barda’a (c.372/982). Ahora llegó fácilmente a al-Bāb, pero poco después de su llegada fue herido por un esclavo de Maymūn, quien le golpeó con un hacha de guerra. Mientras volvía a Sharvān, Maymūn recuperó al-Bāb. El Hāshimí en 381/991 fue expulsado una vez más, que volvió a llamar al Sharvān-Shāh. Este último pronto partió de nuevo, dejando una guarnición en la ciudadela. Maymūn reconquistó al-Bāb en 382/998-9 y al año siguiente también tomó la ciudadela. En 385/995 el pueblo de la región de al-Karakh, localizada en una posición estratégica en la ruta desde al-Bāb al Dāghīstān central, fue convertido al Islam por él. Maymūn murió en 387/997. Su hermano Muhammad, que le sucedió, fue asesinado después de diez meses por un ghūlam de Maymūn. Cuatro meses más tarde (388/998) el hijo de Maymūn, al-Lashkarī accedió al gobierno. La enemistad con Sharvān estalló de nuevo con nuevo vigor.
En Sharvān Muhammad b. Ahmad había sido sucedido por su hermano Yazīd. Como consecuencia de la conquista anterior de Qabala, el ejército sharvāniano en 382/992 se encontró con el ejército de Shakkī cerca de l aciudad y sufrió severas pérdidas. En 389/999 Yazīd tomó el castillo de Gurzūl de manos de ‘Abd al-Barr, el anterior señor de Qabala. Luego combatió al Hāshimí al-Lashkari en una disputa sobre un estado. Al-Lashkari obtuvo una victoria inicial y tomó el estado, pero más tarde el Sharvān-Shāh le envió a Shābarān y capturó a su hermano Abū Nasr. Cuando al-Lashkari murió en 392/1002, el pueblo de al-Bāb le solicitó que liberara a Abū Nasr. Yazīd, intentando restaurar la autoridad sharvāní sobre al-Bāb, propuso que Abū Nasr se casara con su hija y pidiera la entrega de la ciudadela de al-Bāb para sí mismo. Cuando el pueblo de al-Bāb rechazó esta petición mató a Abū Nasr y combatió a su hermano al-Mansūr, al que el pueblo de al-Bāb había jurado lealtad en 393/1003. La guerra entre Sharvān y al-Bāb se eternizaba con fortuna cambiante hasta que el pueblo de al-Bāb se rebeló y expulsó a al-Mansūr en 410/1019-20 y entregó la ciudad al Sharvān-Shāh, que situó una guarnición en la ciudadela. Al-Mansūr recuperó la ciudad y la ciudadela en 412/1021-2 con el apoyo del señor de al-Sarir y libró una batalla no decisiva con los Sharvānianos en Shābarān. En 1414/1023-4 de nuevo fue expulsado por el pueblo, que entregó la ciudad al Sharvān-Shāh, pero la reconquistó en 415/1024. La contienda fue temporalmente interrumpida cuando el Sharvān-Shāh en 416/1025 durante su ausencia de su capital al-Yazīdiyya se enfrentó a una rebelión de su hijo Anūshīrvān allí. Anūshīrvān pronto perdió a la mayoría de sus seguidores y huyó cuando su padre se aproximaba a la capital. Fue capturado y murió de hambre en prisión. Yazīd murió en 418/1027 y fue sucedido por otro hijo Manūchihr.
Manūchihr en 420/1029 volvió a abrir la guerra con al-Bāb sobre la posesión de un estado en Masqat. Fue derrotado, y en 421/1030 el ejército de al-Bāb hizo incursiones en sus dominios causando una extensa destrucción. Más tarde en el mismo año, los rusos desembarcaron en Sharvān e infligieron una derrota a Manūchihr cerca de Bakū matando a muchos sharvānianos antes de que avanzaran hacia Arrān. En 422/1031 de nuevo tomaron tierra en Bakū pero fueron rechazados por Manūchihr. Se unieron con los Alanos y en 423/1032 tomaron al-Yazīdiyya por la fuerza saqueando y matando. A su vuelta fueron atacados y acometidos por un ejército de ghāzīs bajo el amīr al-Mansur de al-Bāb y perdieron todo su botín y muchos hombrs. Un año más tarde intentaron tomar venganza sobre al-Bāb, pero fueron repelidos en al-Karakh.
Tanto el Hāshimí al-Mansūr como el Sharvān-Shāh Manūchihr murieron en 425/1034, el último muerto por su hermano Abū Mansūr con la ayuda de la esposa de Manūchihr, hija del Shāddadí al-Fadl. Mientras que Abū Mansūr ascendía al trono en Sharvān y se casó con la viudad de su hermano, al-Mansūr fue sucedido en al-Bāb por su hijo ‘Abd al-Malik, que pronto fue derrocado y expulsado por el pueblo, que entregó la ciudad en 426/1035 al nuevo Sharvān-Shāh. Este último guarneció la ciudadela y colocó a su visir a cargo de al-Bāb. Pero ‘Abd al-malik después de dos años recuperó sus dominios y mató al visir. Fue capaz de pactar una paz con el Sharvān-Shāh y en 427/1035 se casó con su hermana Shamkūya. La nueva alianza fue vista con recelo por los poderosos jefes de al-Bāb. Cuando asesinaron al visir de ‘Abd al-Malik, este partió secretamente hacia Sharvān. Dos de ellos siguieron al amīr para convencerle de que volviera. Fueron detenidos como rehenes por el Sharvān-Shāh mientras ‘Abd al-Malik retornaba a al-Bāb y se fortificó en la ciudadela. En 429/1038 un ataque del pueblo de Shandān sobre la ciudad fue rechazado. En 430/1038/9 uno de sus jefes, ‘Alī b. al-Hasan b. ‘Anaq, se rebeló y asedió al amīr en la ciudadela pero fracasó. El pueblo de Khaidāq tomó la ciudadela en 432/1040-1 y brevemente mantuvo al amīr y su esposa cautivos. En el mismo año el jefe ‘Alī b. al-Hasan llevó a cabo una incursión sobre Shandān. En 433/1041-2 ‘Abd al-Malik de nuevo huyó con miedo de los jefes, que capturaron a su esposa y la enviaron a su hermano el Sharvān-Shāh. ‘Abd al-Malik pronto recuperó al-Bāb, mientras que los jefes huyeron, y su esposa retornó desde Sharvān. ‘Abd al-Malik murió en 1043 dejando un hijo, Mansūr, de cuatro años.
Mansūr fue proclamado amīr, y el jefe ‘Abd al-Salām b. al-Muzaffar b. Aghlab actuó como su regente durante su minoría. Después de la muerte de ‘Abd al-Salām en 443/1051-2 Mansūr se convirtió en el gobernante efectivo. Pero ya en 443/1054 los jefes se rebelaron, y su reinado permaneció problemático por su oposición hasta que fue finalmente asesinado por ellos en 457/1065. En Sharvān Abū Mansūr b. Yazīd fue sucedido en 435/1043-4 por su hermano Qubād. En 347/1045-6 Qubād construyó una muralla en torno de la capital al-Yazīdiyya por temor a los turcomanos Oghuz, que en este tiempo estaban poniendo asedio a Ganja. Qubād fue sucedido en 441/1049 por su sobrino Bukhtanassar ‘Alī b. Ahmad, que fue rápidamente expulsado por su tío Sallār b. Yazīd. ‘Alī huyó pero fue capturado y muerto cerca de Bailaqān. Sallār persiguió activamente la lucha contra los infieles durante su reinado. En 445/1053-4 ocupó el castillo de Mālūgh en Shakkī por la fuerza y la guarneció. Cercana a ella construyó una ciudad con una mezquita de la congregación.
Se desconoce si los gobernantes de Sharvān y al-Bāb estaban entre los príncipes que formalmente se sometieron a Toghrïl Beg en la época de su campaña a Āzarbāījān y Arrān en 446/1054. Su reconocimiento de la soberanía Saljuq en cualquier caso no puede haber sido demorada mucho más tiempo. Una década más tarde la región  cayó bajo la masiva ocupación turca.

Cronología y Genealogía de los Sharvān-Shāhs Yazīdíes 
Cronología y Genealogía de los Hāshimíes de al-Bāb

Bibliografía:

MADELUNG, Wilferd. "Minor Dynasties of Northern Iran." The Cambridge History of Iran, Volume 4: The Period From the Arab Invasion to the Saljuqs. Ed. R. N. Frye. New York, New York: Cambridge University Press, 1975



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