I. La Rus' primitiva y el principado de
Kiev
1. Orígenes del Principado de Kiev (siglo IX y primera mitad del X)
Los guerreros y comerciantes de las tribus
germanas septentrionales buscaban las tierras costeras del mar Báltico
oriental. Colonias godas y suecas en la costa de Curlandia (Saeborg, junto a
Grobina), en el noroeste de Lituania (Apulen, junto a Skuodas/Schoden), en la
costa y en las islas de Estonia, están atestiguadas arqueológicamente, así como
por documentos escritos, entre el año 650 y el 850. Estos germanos del norte
también llegaron hasta las desembocaduras de los grandes ríos de Europa
Oriental, adentrándose en el interior siguiendo el curso de los mismos.
El Dvina y el Neva alcanzaron una especial
importancia como puertas de entrada. A partir de entonces se navegó por el
Volga, y a partir del siglo IX también por el Dniéper. Las dotaciones de los
barcos germanos se componían de secuaces armados del propietario del barco;
estos partían en busca de botín, de modo que una parte considerable del comercio
debió de ser comercio de bandidaje. Su objetivo era relacionarse con los
mercados de Asia central, practicando seguramente los kházaros, y a partir del
siglo XI también los búlgaros del Volga, el papel de intermediarios. El
comercio con Bizancio apenas tuvo importancia para el norte de Europa y se realizó, si es que existió, a través de rutas comerciales que pasaban por
Europa central y occidental. Estos vikingos o varegos (de
la palabra rusa verjag, que se remonta al paleonórdico vaering =
confederado, y que así ofrece un dato sobre la organización de las asociaciones
marítimas), a menudo llamados en su ayuda por la población establecida en sus
luchas internas, o bien enrolados a cambio de una remuneración, se asentaron en
diversos lugares del territorio de Europa oriental -en su mayoría favorables
para el comercio- y construyeron ciudadelas estratégicas y fortificadas de
menor o mayor tamaño, a partir de las cuales trataron de ejercer un domino
sobre la población de los alrededores.
El problema sobre si los varegos
participaron, y en que medida, en la creación y construcción del Estado
protorruso de Kiev es objeto de controversia desde hace más de doscientos años.
Así como no se puede dudar de que los comerciantes y guerreros escandinavos
cruzaron la zona europea oriental, sin embargo ha sido motivo de
grandes discusiones si la denominación de Rus' se
refería en principio tan solo a los escandinavos o a
una confederación de tribus eslavas orientales asentada en torno a
Kiev, que habría que considerar como fundadora del Estado eslavo oriental
de la Edad Media. La explicación más convincente es la del filólogo finlandés Wilhelm
Thomse, según la cual la palabra finesa para denominar a los suecos (ruotsi,
probablemente "los remeros") corresponde al eslavo oriental rus' y
al griego rhos y, con ella, al principio, al menos, se
aludía a los escandinavos y después, en general, a todas las personas
pertenecientes al reino de Kiev. Habrá que admitir que esta participación ha
sido a veces exagerada sin contar para ello con pruebas suficientes, no dando
importancia, sin embargo, a la existencia de confederaciones de tribus eslavas
orientales con soberanos propios. Por otra parte, no podrá negarse que los
nombres de los primeros príncipes de Kiev que pueden considerarse históricos,
así como los de la mayor parte de sus secuaces, eran escandinavos. Esto indica
que existían centros de poder varegos en distintas zonas de Europa oriental;
además, hasta el siglo XI los séquitos se seguían nutriendo de mercenarios
varegos. El hecho de que a partir de mediados del siglo XI cesara la afluencia
varega está relacionado con los cambios acontecidos en la propia Escandinavia y,
en buena parte, con la propagación y consolidación del cristianismo, tan
importante para la estructura interior de los países escandinavos.
Naturalmente, las condiciones en que
surgieron los centros de poder varegos en Europa oriental eran muy diferentes.
Las tribus eslavas orientales del siglo IX no se hallaban todas en el mismo
estado de desarrollo. Los polianos asentados junto al Dniéper,
en torno a Kiev, que en la tradición cronística ocupan un puesto central, así
como sus vecinos noroccidentales de la zona boscosa, los drevlianos establecidos
junto al Pripet, se habían unido en una confederación más estable, bajo
príncipes cuya autoridad abarcaba a la tribu en su totalidad. En la Crónica más
antigua se señala a los polianos un lugar especial. La dinastía de los
príncipes polianos deriva del legendario fundador de Kiev, Kij, que
según se dice fue reconocido incluso por Bizancio. El dominio de su estirpe se
basaba en las fortalezas. Parece ser que estas fortalezas, de distinta
magnitud, fueron la característica de la estructura social de las restantes
tribus eslavas orientales, tal y como se puede suponer por analogía con las
relaciones existentes en otras confederaciones de tribus eslavas en
Europa. Únicamente en el caso de los polianos y los drevlianos existió, al
parecer, un principado con autoridad superior al poder basado en las
fortalezas. En el caso de los dregoviches, asentados entre el
Pripet y el Dvina, los poločanos, en la confluencia del Polock y el
Dvina, los severianos, en el Desna, el Seim y el Sula, y en el de
los eslovenos, asentados en el lago Ilmen, se carece de tales
indicios. También se menciona Smolensk, la fortaleza de los criviches asentados
en el Volga superior, el Dvina y el Dniéper superior. A los radimiches,
asentados en el Soz, y a los viatiches, que habitaban más al este,
junto al Oka, en la zona fronteriza báltico-finesa, se les supone una
procedencia eslava occidental, por lo que se les atribuye una inmigración desde
occidente bajo el mando de un tal Radim o Viatko;
Viatko aparece incluso como jefe de una liga de tribus (rod). En este
caso podríamos encontrarnos ante una organización más severa. De dos
tribus meridionales, los uluces o uliches y
los tiverces asentados en el Dniéster, se dice que habían
poseído fortalezas y que con anterioridad habían residido más hacia el este, de
donde posiblemente emigraron para librarse del dominio de los polianos. Todos
los nombres de las tribus eslavas orientales, con excepción de los radimiches y
lso viatiches inmigrados, así como de los uliches y los tiverces y de los
eslovenos asentados en el lago Ilmen, deben su nombre a elementos topográficos;
así, por ejemplo, el nombre de polianos deriva de pole =
campo, el de drevlianos de drevo = bosque, etc. Entre los eslavos occidentales
y meridionales se encuentran denominaciones análogas que indican que se trata
de tribus nuevas formadas después del periodo de migración. Tan solo el nombre
de los eslovenos asentados junto al lago Ilmen es un nombre común eslavos. En ellos se dice que no supieron crear ningún orden y que se destruyeron en luchas
internas, "familia contra familia". En cualquier caso, no parece que
en aquellas circunstancias se unieran las pequeñas fortalezas en una
confederación tribal mayor.
Las asociaciones de familias y las
pequeñas tribus eslavas terminaron por unirse libre o forzosamente para formar
grandes tribus o confederaciones de tribus bajo la soberanía central de un
príncipe, como fue el caso de los polianos en torno a Kiev y de los drevlianos
al sur del Pripet. El término técnico para el ejercicio del poder de los
príncipes de las tribus es knjažiti (ser príncipe); aquel que
ejercita el poder es el knjaz', el príncipe, y este concepto
significa tanto la legitimidad como la sucesión y el derecho hereditario de tal
poder, el cual podría consistir en el reclutamiento de guerreros en caso de
ataques enemigos y en la entrega de contribuciones para el mantenimiento la
familia dominante (y de su séquito), así como en trabajos comunes en la
construcción de fortalezas y en otras fortificaciones. Al igual que en el resto
de Europa, también en la Rusia primitiva las tropas que estaban al servicio del
señor contribuyeron a la formación del Estado. Seguramente ya existía esta
institución en diversas tribus eslavas orientales cuando aparecieron
los varegos.
Debió de suceder que
ciertas agrupaciones de comerciantes varegos conquistaron, bajo
la dirección de un caudillo ("rey del mar"), señoríos
ya existentes, asentándose de esta forma en diferente lugares de la Europa
oriental. No puede hablarse de grandes emigraciones de guerreros campesinos
escandinavos; por el contrario, el asentamiento de
cabecillas escandinavos con su séquito en diferentes puntos
de la Europa oriental -en la antigua Ladoga, en la ciudad de Novgorod o en
sus alrededores, en Beloozero, en Izborsk, en Polock y finalmente en Kiev está
demostrado por documentos escritos confirmados por la arqueología.
Aunque la Crónica de Néstor atribuye
todas las formaciones de dominios escandinavos de este
tipo, cuyo territorio era siempre muy delimitado y mantenían continuas
luchas entre sí, a Rjurik y habla de los fundadores de estos dominios en el
mejor de los casos como adeptos rebeldes o infieles a Rjurik y a su estirpe,
sus informes han sido puestos en tela de juicio por la investigación
"antinormandista" y rechazados por tendenciosos No existe ninguna
razón para ello. Por tanto, junto a la fortalezas, las tribus, las asociaciones
y las federaciones de tribus eslavas orientales, también habrá que pensar
en la existencia de formas semejantes de dominio escandinavo, de diferente
poder e importancia política, creadas en la Europa oriental como muy pronto a
partir del siglo VIII o principio del IX.
Los primeros señores escandinavos de Kiev
fueron, como narra la crónica, Askold y Dir. Se desconocen las relaciones que
mantenían entre sí y todo lo que se cuenta sobre ellos resulta tan insuficiente
que no puede asegurarse nada sobre la forma ni la duración de su reinado. Tan
solo el nombre de Askold es claramente escandinavo; se cuenta de ellos que eran
compañeros de armas de Rjurik, que se independizaron, que siguieron el curso
ascendente del Dniéper y se establecieron en Kiev, antigua residencia de Kij y
sus hermanos.
"Congregaron a muchos varegos a su alrededor y
comenzaron a gobernar sobre la tierra de los polianos". (Crónica de Néstor)
Fueron, según se afirma en la crónica, los
jefes de la incursión que en junio del año 860 puso en peligro de muerte a la
ciudad imperial de Constantinopla. El emperador bizantino Miguel III (griego = Mikhael
III) se encontraba en una campaña militar en Asia Menor. El hecho de que la
flota de los agresores fuera destruida por una tormenta se interpretó como la
señal de la intervención de fuerzas divinas, a las que el patriarca
Focio había conjurado con sus rezos. De todos modos, es posible
que el encuentro de estos agresores de Kiev, denominados por los bizantinos
como "Rhos", con el mundo cristiano ortodoxo no solo provocara una
serie de relaciones comerciales regulares, sino también el bautizo de Askold y
Dir, puesto que a su muerte, en el año 882, sobre sus tumbas se construyeron
iglesias. Sea como fuere, a partir de mediados del siglo IX se implantó el
cristianismo en Kiev.
En esta misma época, poco después de 860, los escandinavos se establecieron
también en el norte: según la crónica, en Novgorod, en Beloozero -en medio de
la zona poblada por los fineses en el nordeste- y en Izborsk, en la región fronteriza entre los estonios y los eslavos orientales. Su jefe Rjurik,
a quien se ha intentado identificar en vano con un vikingo llamado Reric que
apareció en esta misma época en la parte occidental del mar Báltico,
debió de gobernar durante veinte años en Novgorod. Cuando murió en el año 872,
según datos de la crónica, eligió a un familiar, Oleg, como tutor
de su pequeño hijo Igor.
En el año 882 Oleg se dirigió a Kiev, donde se estableció tras dar muerte a
Askold y a Dir. El cronista insiste en que Oleg, en su lucha con Askold,
mencionó la noble procedencia principesca tanto suya como de su pupilo Igor.
Resulta evidente el afán de patentizar la legalidad del reinado de Oleg y de
Igor sobre Kiev. Los guerreros de Oleg, fueron siempre, según palabras de la
crónica, tanto varegos como eslavos, y a todos ellos se les denomina
"Rus". También habrá que tomar en serio esta información. Es evidente
que el séquito de Oleg e Igor no se componía exclusivamente de escandinavos,
sino que entre sus filas había también eslavos y fineses.
La esfera de dominio de Askold y Dir abarcaba la tribu eslava de los polianos.
No puede afirmarse hasta qué punto excedió este límite. Sin embargo, Oleg,
según se dice, no solo reinó sobre los polianos, sino también sobre las otras
tribus eslavas orientales (los drevlianos, severianos y los radimiches), o bien
les impuso tributos, luchando con las tribus que no querían doblegarse, como
fue el caso de los uliches y trivercios en el sur. Quedaban por resolver las
relaciones del nuevo reino con sus vecinos, los kházaros al este y el imperio
Bizantino al sur. Con los kházaros, a los que las tribus eslavas orientales
sometidas por Oleg no debían pagar ningún tributo, no parece que se llegara a
ningún encuentro armado. El reino kházaro atravesaba una grave crisis provocada
por los húngaros o magiares, nómadas a caballo, que se habían liberado a
finales del siglo IX de la soberanía kházara y se dirigían hacia el oeste.
Parece ser que pasaron cerca de Kiev, si bien no se detuvieron allí.
Los húngaros estaban aliados a los bizantinos en su lucha contra los búlgaros,
que en 860 se habían convertido al cristianismo, así como también al rey de los
francos orientales, el emperador Arnulfo, que les había llamado en su ayuda
para luchar contra sus enemigos en la frontera oriental, los moravos. Pero las
devastadoras expediciones de los húngaros representaban un precio muy elevado a
satisfacer, principalmente por los países occidentales (Alemania e Italia), al
establecer los húngaros el centro de su reinado en la Llanura Panónica, sin
haber podido liberar a los bizantinos de su principal enemigo, el rey búlgaro
Simeón I (893-927). Oleg aprovechó la situación del Imperio bizantino para
llevar a cabo una expedición contra la ciudad imperial, que acabó felizmente
con un tratado comercial y un tributo monetario que Bizancio debía satisfacer.
El tratado comercial del año 912 es el único testimonio documentado sobre el
periodo de reinado de Oleg; en él se han transmitido los nombres de sus quince
delegados. Todos ellos son, sin excepción, escandinavos; pertenecían,
por tanto, al círculo más estrecho de su séquito, que no solo cumplía
misiones militares, sino también -como en este caso- diplomática. En el texto
del tratado se les presenta como comisionados de Oleg y de todos aquellos
príncipes de las tribus que se habían comprometido al pago de un tributo.
En cualquier caso, el tratado comercial entre Oleg y Bizancio permite
observar que a los inteligentes y prudentes políticos bizantinos les interesaba
que sus nuevos vecinos quedaran sujetos a una serie de reglas, así
como estipular las reparaciones mutuas en caso de robo o saqueo y evitar
que, debido a un comercio del hombres y mercancías sin regularizar, se
provocaran conflictos que pudieran desembocar en una nueva amenaza militar. Con
esto, la diplomacia bizantina también testimoniaba que a partir de entonces
tendría que contar con el reino de Kiev, cuyo verdadero fundador debe considerarse
a Oleg.
Parece que Oleg murió poco tiempo después de haberse firmado el
tratado con Bizancio (912 o 913). Le sucedió Igor, hijo de Rjurik,
desposado, según se dice, con una princesa de Pskov, llamada Olga (Helga), cuyo
origen escandinavo queda testimoniado por su nombre. El hecho de que los
drevlianos se levantaran inmediatamente contra el nuevo príncipe y tuvieran que
ser sometidos a la fuerza demuestra lo insegura y amenazada que estaba la
soberanía de los príncipes de Kiev. Esto se repitió en el siglo X en casi todos
los cambios de gobierno y es una prueba de la persistente resistencia de las
tribus, al menos hasta las postrimerías del siglo.
En la tradición cronística llama la atención sobre dos acontecimientos,
sucedidos durante el reinado de Igor, que se prolongó hasta el
año 945: la primera aparición de los pechenegos y un segundo tratado comercial
con Bizancio. Los pechenegos, federación de tribus de jinetes nómadas bajo el
mando de un pueblo turco ocuparon las estepas al norte del mar Negro. Durante un siglo
fueron los vecinos de los príncipes de Kiev; al controlar estos los
territorios comprendidos entre el Don y la desembocadura del Danubio,
cualquier expedición o viaje comercial de los Rus' por el Dniéper abajo
entrañaba una serie de peligros. Evidentemente para los bizantinos el reino de Kiev tenía la suficiente importancia como para renovar el tratado del
año 912 cuando Igor emprendió una primera expedición contra la ciudad imperial
en el Bósforo (941), repitiéndola años más tarde. El motivo que indujo a Igor
parece ser que fue la interrupción del pago de los tributos bizantinos. Se
realizaron negociaciones y se acordó un nuevo tratado comercial, que quedó
cerrado en el invierno del año 944-945. en general se renovaron las
disposiciones del tratado del año 912, aunque se precisaron los detalles. Los
25 legados de la Rus', enumerados por sus nombres, no
solo representaban al príncipe Igor, sino también a su hijo
Svjatoslav, a su esposa Olga, a sus sobrinos Igor y Jakun (Kakon) a dos
familiares de Oleg (¿sobrinos?), Ladislao y Predslava, que tenían nombres
eslavos, así como a diversos grandes, todos ellos con nombres escandinavos. No
todos los legados eran escandinavos: dos eran estonios, uno era livonio, por lo
tanto perteneciente a una tribu finesa del Báltico, otro era yatvigo y
pertenecía , por tanto, a una tribu prusiana (paleoprusiana). El tratado,
además de por los legados, estaba garantizado por 28 grandes comerciantes, la
mayoría de ellos escandinavos, si bien también había un estonio y un eslavo,
prueba de que podían pertenecer hombres de diferentes tribus lo mismo al
séquito que al grupo de grandes comerciantes. Lo más sorprendente es que
también algunos miembros de la familia reinante tuvieran nombres eslavos. Para
su explicación habrá que pensar que la fusión de los Rjuríkidas
con otros soberanos de tribus eslavas se hallaba en plena actividad. Pero aún
contamos con otro testimonio. Cuando Igor murió en el año 945 durante una
incursión contra los drevlianos, el príncipe de estos, Mal, envió una comisión
a Kiev para pedir la mano de la viuda Olga. No hubiese sido, por
tanto, nada insólito una boda entre un miembro de los Rjuríkidas y un
príncipe de una tribu eslava oriental; sin embargo, Olga se vengó de
los asesinos de su esposo, sometió de nuevo a los drevlianos y ordenó destruir
su principal fortaleza.
En ciertos aspectos, la regencia de Olga (945-964), en espera de que su hijo
Svjatoslav alcanzara la mayoría de edad, es digna de atención. Olga afianzó la
soberanía de los príncipes de Kiev en el país de los drevlianos; estrechó los
lazos entre Novgorod y Kiev, recaudando no solo tributos, como había hecho
Oleg, sino estableciendo también un sistema de prestaciones; además, según se
cuenta, hizo construir en el Dniéper y el Desna una serie de puntos de apoyo de
la soberanía principesca, asegurando las rutas de comunicación entre
Kiev y Novgorod. Es así como se manifiestan los primeros contornos
del territorio dominado por Kiev; éste abarcaba el territorio de los polianos
en el curso medio del Dniéper; por el noroeste se extendía, atravesando este
río, por la cuenca del Desna hasta el territorio de los severianos, y quizás
también comprendiera el de los radimiches establecidos junto al Soz. Hacia el
sur se adentraba en las estepas boscosas, si bien en esta parte las
fronteras estaban amenazadas y eran menos estables. Hacia el norte, el
centro del dominio de los Rjuríkidas era Novgorod; por el oeste se prolongaba
más allá de Pskov, hasta la zona limítrofe entre los estonios y los eslavos
orientales; por el este hasta la cuenca del Msta, es decir, hasta la zona
ocupada por la tribu finesa de Ves'. La zona central en torno a Polock y
Smolensk debió de quedar por el momento fuera de la soberanía de Kiev. De este
modo, aunque el largo camino entre Novgorod y Kiev seguía plagado de
peligros, la 'Rus' septentrional podía llevar en cierta medida una vida
autónoma.
El prestigio del joven principado aumentó considerablemente cuando Olga,
probablemente en el año 955, abrazó el cristianismo ortodoxo, y en el año 957
visitó, acompañada por un numeroso séquito, la ciudad imperial del Bósforo;
allí fue recibida solemnemente por el emperador Constantino Porfirogéneta y su
esposa Elena, de quien tomó el nombre al convertirse al cristianismo. En
cualquier caso, Olga no estaba dispuesta a someterse a posibles exigencias
políticas de Bizancio. Estableció relaciones con la máxima potencia occidental,
es decir, con el reino de Otón (Otto) I el Grande, a quien pidió el envío de
misioneros cristianos. Estos, sin embargo, no tuvieron ningún éxito.
Entre tanto, Svjatoslav, el hijo de Olga, ya se había hecho cargo del
gobierno. Él y su séquito rechazaron el cristianismo, si bien no lo
persiguieron. Olga se retiró a su residencia de Vyshgorod, junto al Dniéper,
más arriba de Kiev, desde donde intervenía en los destinos del país
en cuanto era necesario.
Bajo los tres primeros soberanos de la dinastía de los Rjuríkidas, la
nueva organización política del reinado basado en el séquito
personal del señor (en ruso druzhina) evolucionó hasta convertirse
en un dominio territorial. A esto solamente se podía llegar sometiendo o
suprimiendo las organizaciones de las tribus de los eslavos orientales ya
existentes, creando una organización administrativa, en un principado muy flexible
-gobernadores en las principales localidades, creación de guarniciones
oficiales en las vías de comunicación más importantes-, y
logrando los medios materiales para el mantenimiento de un poder militar
mediante la recaudación de tributos, principalmente monetarios, de
Bizancio.
2. Los reinados de Svjatoslav y Vladimir I el Santo (964-1015)
Al aceptar el cristianismo, Olga consiguió
que los príncipes de Kiev también aumentaran su prestigio en Occidente. Ya
hacía mucho tiempo que existían relaciones comerciales con el reino occidental
de los Otones; estas relaciones se desarrollaban en parte por el Mar Báltico y
el río Neva o el Dvina occidental, en parte también por tierra, desde Ratisbona
hasta Kiev. Los Otones introdujeron en el país las codiciadas monedas de plata
de Oton y Adelaida, que han aparecido por millares en tesoros y depósitos
descubiertos. Al encargar Olga a sus legados que pidieran misioneros a Otón el
Grande, obraba de la misma manera, natural e independiente, que cien años antes
el príncipe búlgaro Boris al intentar sustraerse a la influencia política de
Bizancio mediante la toma de contacto con Roma. Ello supone que en Kiev se
estaba mucho mejor informado sobre las relaciones de fuerza europeas de lo que
permiten reconocer los escasos testimonios que nos ofrecen las fuentes.
Aunque Svjatoslav (964-972) no aceptó el cristianismo, supo aprovecharse de la
decisión que su madre había tomado. Ahora tenía las manos libres para
emprender una gran ofensiva contra oriente. Atacó en primer lugar, en el año
964, a los vitiches asentados en las márgenes del río Oka, una tribu eslava
oriental tributaria de los kházaros. Al parecer no logró dominarlos; por su
parte, realizaron entonces una incursión de venganza contra Svjatoslav; éste
rechazó a los agresores en una rápida y victoriosa campaña, conquistó Itil,
capital kházara situada en la desembocadura del Volga en el mar Caspio, y,
siguiendo el curso del Volga, se apoderó también de Bulgar, capital
de los búlgaros del Volga. Y es ahora cuando consigue la sumisión de los
viatiches. El reino de los kházaros había quedado destruido, y con él
también, con más tarde pudo comprobarse, la protección que
este reino brindaba contra los nómadas orientales que intentaban
adentrarse en esta zona. Cuando Svjatoslav se dejó arrastrar en las luchas
internas bizantinas y en las guerras entre búlgaros y bizantinos, aparecieron
por primera vez los pechenegos a las puertas de Kiev, cuya
defensa organizó Olga. Parece ser que ésta mandó regresar a Svjatoslav,
disuadiéndole, antes de morir en el año 969, de otras aventuras en
tierras lejanas. Una vez solo, Svjatoslav intentó establecerse en Bulgaria,
pero en el año 971 el emperador bizantino Juan I Tzimisces (Iōannēs I Tzimiskēs, 969-976) le obligó a
capitular y a retirarse a Kiev. Durante esta retirada, en la primavera del año
972, fue atacado y muerto por los pechenegos junto a los rápidos del Dniéper.
El breve gobierno de Svjatoslav fue rico en aventuras, pero resulta innegable
que el principado de Kiev aumentó sensiblemente su poder y consideración tanto
entre los eslavos orientales como en Bizancio y Occidente. Los tributos que
debían satisfacer los búlgaros del Volga no duraron mucho tiempo; Bulgar se
liberó muy pronto de ellos, convirtiéndose en el emporio comercial más
importante para el comercio entre el mar Báltico, siguiendo la ruta del Volga,
hasta el mar Caspio, Persia y Asia central. Con la destrucción del debilitado
reino de los kházaros, los pechenegos -nuevos, intranquilos y peligrosos
vecinos del principado de Kiev- vieron abiertas las puertas de la zona
esteparia al norte del mar Negro, mas, como tantas veces a lo largo de
la historia, esto no solo reforzó, incluso desmesuradamente, la
supremacía del principado de Kiev en el territorio eslavo oriental, sino
que también la confirmó por encima de cualquier duda.
Antes de iniciar su campaña en Bulgaria, Svjatoslav ya había repartido el reino
entre sus tres hijos. Jaropolk, el mayor, obtuvo Kiev; Oleg, el país de los
drevlianos; mientras que Vladimir, el más joven, habido de unas segundas
nupcias probablemente con la hija del príncipe de los drevlianos, Mal, fue
enviado a Novgorod en compañía de Dobrinia, tío materno y uno de los jefes del
séquito de Svjatoslav. Por primera vez se hace evidente la forma de herencia
que en el futuro provocaría la perdición el principado de Kiev: es decir, el
derecho hereditario de todos los descendientes masculinos que
provocaba necesariamente la partición de la herencia en partes
cada vez más pequeñas. Al mismo tiempo puede observarse con claridad el papel
fundamental desempeñado por los grandes jefes del séquito del príncipe, que a
la muerte de Svjatoslav provocarían una lucha fratricida entre Jaropolk y Oleg;
uno de los jefes del séquito de Svjatoslav incitó a los jóvenes príncipes. En
todo esto debió de resultar fundamental las rivalidades existentes entre los
propios jefes. Al morir Oleg en el año 977, Jaropolk y sus hombres intentaron
al parecer restablecer el gobierno único, tal y como había existido en tiempos
de Igor y Svjatoslav, y eliminar a Vladimir en Novgorod. Pero éste, acompañado
de su tío Dobrinia, huyó a Suecia, enroló allí un ejército de guerreros
escandinavos y emprendió una campaña contra Kiev. De camino tomaron
la fortaleza de Polock y exterminaron a la familia escandinava allí gobernante.
Vladimir obligó a Rogneda, hija superviviente del príncipe asesinado, Rogvolod
(Ragnvald), a contraer matrimonio con él, siguiendo después su
camino hacia Kiev, que fue tomada gracias a la traición. Los hombres del
séquito de Vladimir asesinaron a Jaropolk, se restableció el gobierno único y
se aseguró además el camino que desde Novgorod pasando por Polock y el río
Beresina, conducía al país de los drevlianos y a Kiev. Más tarde Vladimir
entronizó al hijo habido de su matrimonio con Rogneda, Izjaslav,
como gobernador de Polock.
Apenas hubo tomado Kiev, el nuevo príncipe, de quien se dice entre otras cosas,
que era astuto y carecía de escrúpulos, se vio asediado por una
serie de demandas procedentes de los guerreros escandinavos de
su séquito, cuyo cumplimiento le habría costado la soberanía
tan penosamente conquistada. A parecer, envió a sus incómodos compañeros
del norte a Bizancio, donde les aseguró que obtendrían ricas recompensas, y
simultáneamente, previno a Bizancio contra estos hombres. Si responde a la
realidad el fondo de este relato, quedaría demostrada
la reanudación de las relaciones con
Bizancio; reanudación que también debía de interesar a Vladimir.
No obstante, no dejó reconocer ninguna intención de aceptar
el cristianismo.
Resulta evidente que el dominio del príncipe de Kiev aún seguía siendo en
aquella época problemático, y ello se desprende del hecho de que Vladimir
tuviera que someter en los años 981 y 982 a los viatiches, aquella tribu eslava
oriental a la que a Svjatoslav contó tanto hacer tributaria; también los
radimiches, tribu de origen eslavo occidental, fueron subordinados en el año
984 a su soberanía. El sometimiento de los viatiches veinte años antes se había
logrado al avasallar Svjatoslav a los búlgaros del Volga, gracias a la
conquista de su capital, Bulgar. Sin embargo, Vladimir, que intentó hacer los
mismo en el año 985, no obtuvo ningún éxito, teniendo que dar por terminada su
expedición con un tratado de paz. Estos hechos demuestran que la soberanía del
príncipe de Kiev apenas estaba asegurada más allá del Desna, y que la vía de
comunicación hacia Novgord había sido el Beresina, pasando por Polock.
Vladimir, seguramente con la intención de asegurar esta vía de comunicación con
le norte, atacó en el año 983 a los yatvigos prusianos, con quienes ya debió de
existir anteriormente algún tipo de relación, pues uno de los legados que
Igor envió a Bizancio en el año 944/5 era de este origen. En el año 981
Vladimir también se enfrentó por primera vez con sus vecinos occidentales; en
este caso intentó, al parecer, apoderarse de las fortalezas fronterizas
(Przemysl, Červen, entre otras) existentes entre el curso superior del San y el
curso superior del Bug septentrional. El origen de esta contienda no
es desconocido, pero es posible que Vladimir intentara ganar terreno hacia
Occidente, pues a través del territorio en juego cruzaban vías
de comunicación hacia Bohemia; el territorio al pie de los Cárpatos,
cuyo punto más importante era Cracovia, dependía en cierta medida de
Bohemia; aquí estaba asentada la tribu polaca de los vislanes. Polonia, creada
en la misma época que Kiev y que había alcanzado un poder considerable,
conquistó, aproximadamente setenta y cinco años después de este acontecimiento,
durante el gobierno de su primer duque histórico, Mieszko I
(<963-992) el territorio al pie de los Cárpatos (Pequeña Polonia),
adentrándose así entre el reino de Kiev y Bohemia.
Una serie de fracasos en su política exterior contra el soberano bulgaro Samuil (997-1014) y los acontecimientos internos de Bizancio obligaron
al emperador Basilio II (Basileios II Bulgaróctonos, 963-1025), que se encontraba
en una situación apurada, a llamar en su ayuda a Vladimir de Kiev en
el año 987. Vladimir le envió varegos de su séquito y consiguió salvarle.
A cambio, naturalmente, exigió un precio muy elevado:
el matrimonio con Anna, hermana "Porfirogéneta" de los
emperadores Basilio II y Constantino VIII (Kōnstantinos VIII, 1025-1028). Para conseguirlo,
estaba dispuesto a aceptar el cristianismo. Mas, con su apasionado
paganismo, del que tanto se ha hablado, parece ser que llegó a consumar un
sacrifico ante las imágenes de los dioses erigidas por él. Pero el futuro
matrimonio de una princesa imperial con el príncipe bárbaro pagano contó con
la oposición de los diplomáticos bizantinos, y la boda se
retrasó. Vladimir recurrió a las armas. Sitió y conquistó en el año
988 la colonia bizantina más importante de la costa septentrional del mar
Negro, Querson (en ruso primitivo, Korsun') y consiguió que le enviaran a la princesa bizantina. Puede aceptarse como verídica la fecha y el lugar que la llamada Historia del bautismo de Korsun' nos facilita del
bautismo de Vladimir y su matrimonio con la princesa bizantina: el año 988 en
Querson. No cabe duda de que los primeros sacerdotes de Kiev fueron griegos;
algunos quizá procedieran de Querson, e incluso también el primer obispo
misionero. Se cuenta que ya en el año 989 Vladimir no solo ordenó suprimir de
Kiev los ídolos, sino que, también mandó construir una iglesia dedicada a la
madre de Dios, para lo cual pidió la ayuda de arquitectos bizantinos. Las
primeras imágenes sagradas, los iconos, debían de proceder también de Querson.
Vladimir asignó a esta iglesia - de la que se conoce su
planta, mientras que la iglesia de San Elías, documentada en el año
944, aún no ha sido encontrada-, la décima parte
de sus ingresos, por lo que posteriormente se la conoció
popularmente con el nombre de desjatinnaja cerjov, la "iglesia
de los diezmos"; es esta la primera construcción en piedra realizada en
suelo de Kiev: una sencilla iglesia con cúpula en forma de cruz, de dimensiones
discretas y con tres ábsides, decorada con frescos, mosaicos y un suelo de
losas de colores.
La decisión de Vladimir de aceptar el cristianismo ortodoxo tuvo consecuencias
insospechadas. El príncipe de Kiev ingresó en la "familia de los
reyes" cristianos de la Edad Media. Y por su matrimonio con una princesa
bizantina pasó a ocupar un lugar en el grupo más importante de los príncipes de
su época. Ni siquiera el emperador occidental Oton I el Grande había logrado
para su hijo y corregente Oton II una princesa bizantina
"porfirogénita", sino que tuvo que darse por satisfecho con una
pariente colateral del emperador Juan Zimisces:
ésta, sin embargo, la emperatriz Teófano, gobernó a la muerte de su esposo,
desde 983 hasta 991, con energía, prudencia y habilidad, mientras que de Anna
no se afirma en ninguna ocasión que ejerciera influencia política.
Independientemente del gran prestigio que alcanzó la dinastía de los Rjuríkidas
con esta unión, la aceptación del cristianismo ortodoxo fue de decisiva
importancia para el futuro cultural del mundo eslavo oriental. A partir de
mediados del siglo IX, es decir, desde la actuación de los "apóstoles de
los eslavos", Constantino/Cirilo y Metodio, en Moravia, el mundo eslavo
dispuso de un lenguaje eslavo eclesiástico propio. Éste también llegó a Kiev,
puesto que podía ser entendido por los conversos. Esto facilitó evidentemente
la expansión de los textos cristianos originales (nuevo Testamento, Salmos,
partes del Antiguo Testamento), si bien es cierto que a la Rus' de Kiev sólo
llegaban los textos cuidadosamente escogidos por los misioneros ortodoxos
(griegos y búlgaros), principalmente sermones y hagiografías, algunas crónicas griegas (Iōannēs Malalas, Geōrgios Amartolo), así como textos jurídicos, principalmente de derecho canónico, escritos y poesías religiosos (Iōannēs
Damascenos, por ejemplo, y los difundidos escritos de Iōannēs Crisóstomos,
las leyendas de Barlaam y Josafat, de Digenis el Acrita y de Alejandro). Los
eslavos no tuvieron noticia alguna de la literatura ni de la filosofía griegas,
que incluso en Bizancio se seguían consultando al menos para mejorar el estilo
artístico. Esta es la razón de que desde la cristianización hasta bien entrado
el siglo XVIII el mundo de Rusia desconoce la continua polémica con el mundo de
la Antigüedad, hecho tan característico de occidente, con su lenguaje eclesiástico latino. La joven cristiandad eslava oriental, por el contrario,
heredó de Bizancio su rechazo de todo aquello que proviniera del Occidente
latino, en parte considerado como herético por la fe ortodoxa. También aceptó
la discrepancia de opiniones superada totalmente en Bizancio después de las
grandes luchas internas del siglo VIII en torno a la veneración de las imágenes
(iconoclastia) entre la iglesia estatal y su jerarquía, por una parte, y las
órdenes monásticas ascéticas, por otra, discrepancia que pronto se hizo
perceptible en Kiev.
La aceptación del cristianismo ortodoxo reforzó enormemente la posición de los
príncipes de Kiev en el interior del país. En calidad de soberano cristiano, de
persona "ungida del Señor", el príncipe se elevó muy por encima de
sus súbditos, su séquito y la nobleza de su misma familia. A su vez la Iglesia
asumió el carácter de consejera, y más concretamente de colaboradora. La
iglesia era también el lugar donde se guardaban las medidas y los pesos
utilizados. Sus servidores, en su calidad de personas imparciales al margen de
los asuntos terrenales, eran los más apropiados para controlar su exactitud. Al
adjudicar Vladimir a la Iglesia una décima parte de los derechos judiciales y
de las ganancias del comercio, así como también un diezmo del ganado y de los
cereales de la población rural de ella dependiente, y al concederle también más
tarde, tanto él como sus sucesores, tierras y gentes, nacieron los bienes
eclesiásticos, al principio valores en efectivo, más tarde, sin embargo,
también terrenos con sus habitantes incluidos, sujetos todos ellos a la
jurisdicción de la Iglesia, formando unas zonas de jurisdicción autónoma en las
que regía el derecho eclesiástico de Bizancio codificado en el Nomokanon.
Al igual que su abuela Olga, también Vladimir retuvo bajo su soberanía directa
el territorio de Novgorod, fijando a finales de siglo su residencia en el
norte. Inicialmente se lo cedió a su hijo Vyšeslav, y a su muerte
(1001) a Jaroslav, más joven e hijo también de Rogneda, la princesa
de Polock; al parecer éste gobernó de un modo autónomo y no estaba dispuesto a
subordinarse a Kiev. Como en su tiempo Vladimir, también Jaroslav contrató a
guerreros escandinavos para luchar en el año 1014 contra sus hermanos. Otro
hijo de Vladimir, Svjatopolk, fue enviado en calidad de gobernador
a Turov, junto al Pripet, nueva residencia principesca. En cuanto a sus hijos
menores, Jaroslav obtuvo primero la ciudad de Rostov, situada muy
al nordeste, pasando este territorio posteriormente, en el año 1010, a Boris (1010-1015); Gleb obtuvo Murom (1010-1015), situada en la zona de asentamiento finesa; Svjatoslav había
sido entronizado en el país de los drevlianos (988-1015); Vsevolod en Vladimir-Volynskij (Volynia,
987-1013); Mstislav, en calidad de príncipe-gobernador, en la
lejana Tmutarakan', en el estrecho de Kerch (<1010-1036); otros
hijos fueron Izjaslav en Polock (987-1001), Stanislav en Smolensk (c.1010-c.1015)
y Sudislav en Pskov (c.1014-1036). Con esto
queda delimitada el área de dominio de Vladimir; a principio del siglo XI se
añadieron los territorios al noreste, desde Murom hasta Rostov, y los
territorios al suroeste, es decir, principalmente Vladimir-Volynskij y las
"fortificaciones de Červen", que llegaban hasta el curso superior del
San. Puede darse por seguro que también fueron alcanzados a comienzos del siglo
XI por los colonizadors eslavos orientales, que venían del oeste, los
territorios en torno a Rostov, geográficamente una isla de suelo fértil y
étnicamente situada ya en territorio de la población finesa de los Mari. con Rostov
y Murom, situada al sureste, junto al río Oka, se había alcanzdo la cuenca del
Volga. Eran estos los puntos más orientales que los eslavos orientales apenas
consiguieron traspasar durante la Edad Media. Si bien Rostov fue colonizada
seguramente desde el oeste por hombres procedentes del territorio de los
eslovenos y de los criviches, la conquista de Murom se realizó por el suroeste.
Para ello era necesaria la subordinacion previa de los viatiches y el
afianzamiento del paso desde el curso superior del Don al curso superior del
Oka. De ello se deduce que el principado de Kiev amplió su área de dominio en
torno a Kiev, Černigov y Perejaslav' hacia el suroeste y el noreste y que los
nuevos centros de su dominio comenzaron a ganar importancia.
3. La Rus' de Kiev (1015-1125)
El periodo que se extiende desde 1015
hasta 1125, desde la muerte de Vladimir Svjatoslavič hasta la muerte de su
bisnieto Vladimir Vsevolodovič (conocido como Vladimir Monómaco) ha sido
considerado durante mucho tiempo como la edad de oro de la Rus' primigenia;
como una edad de autoridad política relativamente coherente ejercida por el
príncipe de Kiev sobre una tierra unificada y relativamente uniforme que
disfrutaba de una prosperidad económica y seguridad militar relativamente intactas
con los primeros y mejores florecimientos de una nueva cultura cristiana
nativa.
a) El reinado de Jaroslav el Sabio
(1015-1054)
Durante las luchas fratricidas
establecidas entre los hijos de Vladimir a raíz de su muerte (1015),
Svjatopolk, a quien Vladimir había encerrado en Kiev, logró apoderarse de la
misma. En este mismo año fueron asesinados Boris y Gleb. Ambos hermanos fueron
considerados como víctimas piadosas e inocentes de su cruel hermano, y poco
después gozaron de gran devoción popular como santos. Según la Saga
de Eymundar, escrita en fecha posterior, aunque se ocupa de
acontecimientos anteriores, Jaroslav tampoco quedó al margen de la muerte de
Boris; sin embargo, en la tradición rusa primitiva, Jaroslav aparece como
vengador de ambos hermanos. La imagen que la tradición rusa primitiva ofrece de
Jaroslav "el Sabio" (Mudry) ha sido conscientemente estilizada
y no resulta, por tanto, muy fidedigna. Esta cuenta que también Svjatoslav fue
perseguido y finalmente asesinado por Svjatopolk y que el príncipe vencedor
había declarado que pretendía deshacerse de todos sus hermanos para convertirse
en único soberano. Pero Svjatopolk no pudo gozar durante mucho tiempo del
triunfo sobre los hermanos que se habían convertido en peligrosos rivales suyos.
En el año 1015 Jaroslav ocupó Kiev con los guerreros que había conseguido en
Escandinavia y desterró a Svjatopolk; éste huyó a Polonia. Estaba casado con
una hija del duque polaco Boleslaw I el Bravo (Chobry) (992-1025) y en
el año 1018 logró convencer a su suegro -que tras largas luchas contra el rey
germano Heinrich II, había firmado la paz en el año 1015 en Merseburg y, por
tanto, tenía las manos libres- para emprender una campaña contra Kiev; en esta
campaña no solo contó con la ayuda de un contingente auxiliar alemán, sino
también con la de un obispo alemán, Reinbern von Kolberg, de origen sajón.
Naturalmente la ocupación de Kiev no fue duradera. Boleslaw I se retiró y
Svjatopolk huyó con los pechenegos, a quienes llevó como tropa auxiliar; en
cualquier caso no consiguió expulsar a Jaroslav muriendo finalmente en el
exilio en 1019.
No obstante, la soberanía de Jaroslav aún no estaba asegurada; éste se vio en
la necesidad de ceder temporalmente Kiev a su sobrino Brjačislav Izjaslavič, de
Polock, y no pudo evitar que Mstislav de Tmutarakan', instaurara en la orilla
izquierda del Dniéper una nueva zona de soberanía con centro en Černigov.
El intento de expulsar a Mstislav en el año 1124 con la ayuda de nuevos varegos
contratados, fracasó. En el año 1026 Jaroslav logró, por fin apoderarse de Kiev
y cerró con Mstislav un compromiso según el cual se repartirían las tierras.
Mstislav obtuvo las tierras a la izquierda del Dniéper y al parecer Brjačislav
se retiró a Polock. A raíz de la muerte de Mstislav en el año 1036 Jaroslav
consiguió el poder supremo sobre todo el país; no puede, sin embargo, afirmarse
con seguridad en qué medida alcanzó este poder al territorio de Polock.
No fue a partir de 1036, sino ya durante la lucha por Kiev cuando Jaroslav se
relacionó primero con soberanos y potencias del norte de Europa y
posteriormente también con el Imperio, Polonia, Bohemia, Hungría y Francia.
Debido a su planteamiento contrario al occidente católico romano, las crónicas
rusas antiguas informan muy poco sobre estas relaciones. En 1019 desposó al la
hija del rey Olof de Suecia, Ingigerd-Irene († 1050), sobre cuya
importante posición en la corte de Kiev hablan la sagas nórdicas. En su lucha
por Kiev se enfrentó con el suegro de su hermano Svjatopolk, el duque Boleslaw
I el Valiente de Polonia, y las disputas por el territorio de las
fortificaciones de Červen, en la zona limítrofe entre Polonia y el reino
de Kiev y se prolongaron durante mucho tiempo, coronadas por éxitos
alternativos. A la muerte de Boleslaw I (1025) Jaroslav se alió políticamente
con el emperador Konrad II (1024-1039) para luchar contra el hijo de
aquel, Mieszko II, a la muerte de éste (1034) a favor de su hijo Kazimierz I, renovador de la autoridad ducal en Polonia. Conrado II y Jaroslav
contribuyeron al regreso del duque de Polonia, que se había refugiado en el
Imperio, y Jaroslav le dió como esposa a una hermanastra suya mucho más joven
que él, mientras que para su hijo Izjaslav consiguió la mano de la hermana de
Kazimierz, Gertrud. Al descender la madre de Kazimierz, Richenza, por parte de
padre, de la familia de los condes palatinos de la Lorena, emparentada con los
carolingios, y al pertenecer por parte de madre y en calidad de sobrina
carnal del emperador Otto III a la casa imperial de los Otones, la dinastía de
Kiev también se emparentó con las dos dinastías más nobles del mundo
occidental. por tanto, no debe sorprender que en 1042 Jaroslav intentara
desposar, aunque no lo consiguiera, a una de sus hijas, Anna concretamente, con
el heredero del Imperio, el joven rey Heinrich III. En cambio, para
su hijo Svjatoslav consiguió una esposa perteneciente a la más elevada nobleza
sajona. Ana fue desposada finalmente en el año 1043 con el rey Enrique I de
Francia, y otra de sus hijas, Anastasia, se casó en 1046 con el rey András I de Hungría, mientras que Isabel ya estaba casada desde 1043 con el
rey Harald III Hardråda (el Despiadado) de Noruega. Esta
política matrimonial refleja las ambiciosas aspiraciones políticas del
príncipe de Kiev.
Tras varias décadas de relaciones
pacíficas con Bizancio, Jaroslav ordenó que su hijo Vladimir marchara
acompañado de una poderosa tropa en contra del imperio oriental. no están
claras las motivaciones de semejante decisión; el intento, sin embargo, no tuvo
éxito. Antes del año 1052, tras la reconciliación con Bizancio, se celebró la
boda de su hijo Vsevolod con una pariente (¿hija o sobrina?) del emperador Kōnstantinos
IX Monomakhos. Esta unión fue especialmente resaltada por la
tradición rusa posterior. El emperador bizantino, así se dijo más tarde, envió
al príncipe de Kiev, a su hija con una corona. De hecho, en el Gran Ducado de Moscú
se usó un "bonete de Monómaco" como signo de autoridad. En realidad,
en este caso se trataba de un suntuoso casco de oro procedente de Egipto, que
el khan de los tártaros regaló en el siglo XIV al Gran Duque Iván I Kalita.
El príncipe de Kiev, gracias a sus uniones
con las familias más nobles del norte, de Occidente y de Bizancio, había
entrado a formar parte de la "familia de reyes" que regía los
destinos de la Europa medieval. Sin embargo, no por ello estaba dispuesto a
dejarse influir en su libre determinación, y ello queda demostrado con el
nombramiento de un monje ruso primitivo, Hilarión, como metropolitano de Kiev,
sin contar con el consentimiento del patriarca de Constantinopla (1051). Queda
también testimoniado el respeto que debió gozar Jaroslav en su país con la
inscripción realizada por una mano poco hábil en el revoque de una columna de
la catedral de Santa Sofía de Kiev, en la que se decía que el 20 de febrero
(1054) había muerto "nuestro zar". El autor de esta inscripción, quizá
un sacerdote de la propia iglesia, daba con ello a su señor el título que las
fuentes escritas tan solo concedían a los emperadores bizantinos y a los
soberanos de los reinos nómadas orientales.
b) El inicio del periodo de los udel'
(1054-1125)
La historiografía rusa denomina al periodo
que se inicia a la muerte de Jaroslav (1054) la época de los principados
independientes o udel (udel = parte) o, en
terminología marxista, de la "descomposicion feudal". El nacimiento y
consolidación de los udel, el primero de los cuales debe considerarse a Polock,
situado en el curso superior del Dvina, significa ante todo la toma de poder
sobre las gigantescas extensiones de la Europa oriental de la dinastía de los
Rjuríkidas. Es a partir del siglo XI cuando al soberanía principesca se adentra
en zonas que hasta entonces solo habían sido alcanzadas superficial o
marginalmente.
Esto se hizo evidente cuando en 1054 los
hijos de Jaroslav se repartieron el reino. Mientras que Izjaslav,
hijo mayor, unió bajo su mando a la parte central del reino, Kiev, Novgorod,
y el antiguo país de los drevlianos con Turov y Pinsk, Svjatoslav se
hizo cargo de la sede principesca de Černigov, con la ciudad de Murom,
situado más hacia el norte, y a la muerte de Vladimir, otro de los
hermanos, también del lejano Tmutarakan', es decir, en esencia, del
territorio que Mstislav, hermano de Jaroslav, había tenido a su cargo hasta el
momento de su muerte (1036). Vsevolod se convirtió a su vez en
príncipe de Perejaslavl' y Rostov, mientras que Igor obtuvo
su sede en Vladimir-Volynskij, y Viačeslav en Smolensk,
ciudad importante en el curso superior del Dniéper. La expansión hacia el
suroeste, en la zona limítrofe con Polonia, ya había sido iniciada por Vladimir
I el Santo. con la creación de una sede principesca en Vladimir comenzó el
desarrollo de esta zona fronteriza situada entre el
curso superior del Pripet y la vertiente septentrional de los
Cárpatos, zona que en el siglo posterior llegaría a alcanzar una importancia
política considerable. Con la creación de una sede principesca en Smolensk,
este importante centro comercial situado en el paso de la cuenca del Dniéper al
curso superior del Dvina se convirtió muy pronto en el punto neurálgico de una
zona de dominio que muy pronto alcanzaría también un especial peso político
propio. Es ahora cuando por primera vez se incluye en el área de dominio de la
dinastía de los Rjuríkidas el territorio intermedio situado entre la zona de
Novgorod y las zonas marginales del área de Kiev. Naturalmente todos los
principados nuevos o ya existentes tendían a aflojar sus vínculos o incluso a
independizarse de la sede central. Estas manifestaciones, que ya se habían
percibido en Novgorod cuando Vladimir el Santo y más tarde Jaroslav residían
allí en calidad de gobernadores de sus respectivos padres, y que
también se evidenciaron en Polock, se generalizaron cuando el poder
central del príncipe residente en Kiev disminuyó e incluso se puso
en tela de juicio.
Simultáneamente se hizo patente que los centros
comerciales, industriales o de comunicación creados o convertidos en grandes
centros económicos de importancia a partir del siglo X, entrono a los cuales se
había reunido una población ya diferenciada socialmente, no estaban dispuestos
a someterse incondicionalmente y sin oposición a los príncipes. Los intentos
-atribuidos al siglo X y comienzos del siglo XI- de la población de estas
colonias urbanas de crear un Veče o "asamblea
popular" pertenecen, no obstante, casi con seguridad a la segunda mitad
del siglo XI. Y es precisamente en esta época cuando se produce una grave
crisis en el principado de Kiev.
Según nuestras noticias, los primeros
quince años después de la muerte de Jaroslav, durante los cuales gobernó el
"triunvirato" de los hermanos Izjaslav, Svjatoslav y Vsevolod,
transcurrieron sin grandes problemas internos. La crisis se desencadenó al
aparecer en las estepas del note del mar Negro un pueblo de jinetes nómadas del
interior de Asia hasta entonces desconocido, los polovcianos o cumanos, y al
ser derrotado el ejército que al mando de Vsevolod fue enviado a su encuentro
(1061). Este debilitamiento del "triunvirato" fue al parecer el
origen de las luchas internas entre los diferentes sobrinos y los
"triunviros", durante las cuales el ataque de Vseslav, príncipe de
Polock, a Novgorod amenazó la posición del hermano mayor, Izjaslav, en Kiev. No
obstante, con la captura y encarcelamiento del príncipe de Polock en Kiev
(1067) el peligro pareció alejarse. Un año más tarde los cumanos invadieron de
nuevo los territorios al sureste del reino. Los "triunviros"
sufrieron en el Alta una derrota desastrosa. Izjaslav y Vsevolod huyeron a
Kiev, Svjatoslav a Černigov.
En aquellos momentos de peligro mortal
para la capital del reino, el Veče de la población de Kiev
actuó activamente, y se dispuso a contribuir también al futuro de la ciudad.
Dicha contribución a las relaciones políticas se manifestó durante la primera
mitad del siglo XI, en 1015-1016 en Novgorod y en 1024 en Kiev, pero quedó delimitada
a posibles polémicas con el séquito principesco o con un intruso, y a los dos
centros más importantes del reino. En los años 1068 y 1069, el Veče o
asamblea de los kievitas decide por primera vez sobre la ocupación del trono
del gran Duque. Como primera medida se desterró a Izjaslav y se liberó a su
sobrino Vseslav, encarcelado por el primero, entronizándole a continuación. Al
regresar al año siguiente el príncipe desterrado con tropas de su suegro, el
duque Boleslaw II de Polonia, Vseslav huye a Polock, a su principado
de origen, y los kievitas negocian con Izjaslav gracias a la mediación de
Svjatoslav de Černigov; finalmente se someten, aunque Izjaslav organiza un
severo tribunal de castigo contra los cabecillas de la rebelión. Toma medidas
para controlar con más energía la vida económica de la ciudad y
evitar movimientos políticos entre la población urbana. Por
tanto, según puede deducirse de los acontecimientos de 1068-1069 en Kiev, el Veče,
como órgano de la población urbana, aún no estaba capacitado
para imponerse, ni siquiera para afirmarse, en contra del príncipe, de su
séquito y de las tropas que éste había traído en su ayuda.
Poco más tarde (1073) Izjaslav fue
nuevamente desterrado de Kiev, pero en esta ocasión los causantes
de este segundo exilio no fueron los kievitas, sino sus hermanos Svjatoslav y
Vsevolod. Los motivos de estas diferencias siguen sin estar claros, y los
cronistas creen verlos en el supuesto imperialismo del nuevo príncipe de Kiev,
Svjatoslav. Éste parece haber sido también el motivo de las anteriores,
simultáneas y posteriores querellas principescas, pero en muy pocas
ocasiones pueden reconocerse motivos racionales para tan innumerables
luchas, campañas y crímenes sangrientos entre hermanos, primos y sobrinos de la
dinastía de los Rjuríkidas. Con todo, resulta evidente que tras los acontecimientos de
1068-1069. donde por primera vez aparece de forma activa el Veče de
Kiev, el poder de los príncipes se debilita y que, al margen de los pasajeros
periodos de estabilidad, no solo se discute una y otra vez ese poder, sino que
incluso llega a ponerse en tela de juicio su efectividad, sin que a la vista
del creciente número de émulos de la propia familia, lograra afianzarse. Ello,
por el contrario, ayudó a los habitantes de Kiev y de Novgorod, y muy pronto
también a los de otras sedes principescas (Černigov, Perejaslavl', Polock,
Smolesnk y Rostov), a manifestar y también a imponer su voluntad en las
querellas de los príncipes, logrando así el Veče de la
población influir con mayor o menor intensidad según las condiciones existentes
en cada caso. La disminución o simplemente las delimitación territorial del
poder del príncipe provocada por las particiones de la herencia y el progreso
de la población urbana, que convierte al Veče en su órgano
central, condicionan a unos y a otros. Puesto que en el Veče se
hallaba personificado el principio corporativo y el poder principesco se veía
delimitado allí donde se imponía el Veče, se excluyen
recíprocamente los principios corporativos y principescos de la estructura
constitucional; con el tiempo esto se convirtió en una característica cada vez
menos importante de la vida constitucional rusa.
Gracias a sus exilios de 1068-1069 y de
1073-1077, Izjaslav pudo relacionarse personalmente con soberanos de Occidente.
Boleslaw II de Polonia le ayudó a regresar a Kiev. El rey Heinrich III, a quien
conoció a finales de 1074-1075 en Maguncia, envió a Kiev al prepósito de la
catedral Burchard de Tréveris, cuya hermana estaba casada con el príncipe Svjatoslav;
éste, sin embargo, no logró conseguir nada. Entonces Izjaslav envió a su hjio
Jaropolk a Roma para que se entrevistara con el Papa Gregorio
VII, pero el protectorado papal -Jaropolk recibió una investidura formal del
Papa- no tuvo ningún efecto político. Las estrechas relaciones que los
príncipes de la dinastía de los Rjuríkidas mantenían por aquellos tiempos con
la alta nobleza alemana, Polonia, Bohemia y Hungría -el propio Heinrich IV
desposó a la condesa viuda Eufrasia-Adelaida de Stade, sobrina de Izjaslav-
apenas tuvieron tampoco repercusiones políticas, siendo en cambio observadas
con gran desconfianza por el alto clero ortodoxo del reino de Kiev, puesto que
las relaciones de los miembros de la dinastía de los Rjuríkidas con Occidente
resultaban más perniciosas que útiles, y ello no solo por la
definitiva escisión de la cristiandad en la Iglesia occidental y
oriental (1054), sino también por la hostilidad hacia los
latinos que Bizancio había logrado introducir en la joven Iglesia de la
Rus'. Por otra parte, las fuentes antiguas rusas silencian cuidadosamente estas
relaciones, de modo que nosotros no sabríamos nada de no habernos sido
transmitidas por las fuentes occidentales.
Durante el segundo exilio de Izjaslav
gobernó en Kiev su hermano Svjatoslav. Después de la muerte de Svjatoslav
en 1076, su hijo superviviente mayor, Oleg le sustituyó como príncipe senior de
los Svjatoslaviči y príncipe de Černigov. En Kiev le sucedió
Vsevolod, que, sin embargo, se unió a Izjaslav al regreso de éste en el
verano de 1077, tomando a su cargo el principado de Černigov, herencia de
su fallecido hermano Svjatoslav. A partir de este momento se sucedieron una
serie de luchas con los sobrinos, encabezados por Oleg, en las que murió
Izjaslav. Durante el siguiente periodo del reinado de Vsevolod (1078-1093)
abundaron estas luchas entre familiares, mientras que los enemigos exteriores,
los cumanos, aprovechaban la debilidad y desunión del reino para llevar a cabo
continuas expediciones en busca de botín; los intentos de detenerles
fracasaron. Fue sucedido por su sobrino, el hijo mayor de Izjaslav,
Svjatopolk de Turov. Él y el hijo de Vsevolod y una princesa bizantina de los
Monómacos, Vladimir Monómaco de Perejaslavl', no obstante, violaron el
proyecto de Jaroslav el Sabio. En un asamblea mantenida en Liubech en
1097, los príncipes de los Rus' penalizaron a la dinastía de Černigov debido a
que Oleg rehusó a salir en campaña con ellos contra los polovtsy.
Al parecer le degradaron desde ser el único príncipe de Černigov a gobernarla
conjuntamente con su hermano Davyd y nombraron a este último su superior
político. Los príncipes, evidentemente, también colocaron a la familia de Davyd
delante de la de Oleg en el seniorato político de modo que los hijos de Davyd
gobernarían Černigov delante de los de Oleg. Aún más importante fue que
Svjatopolk y Monómaco degradaron a la dinastía entera de Černigov al colocar a
Monómaco delante de los Svjatoslaviči en la carrera de sucesión. En
consecuencia, después de que Svjatopolk muriera, Monómaco y no Oleg ocuparía
Kiev. Al promoverse a sí mismo, Monómaco violó el llamado 'testamento' de
Jaroslav. Además, al cambiar el orden del seniorato político en el círculo interior,
Monómaco, como de hecho ocurrió, excluyó a los Svjatoslaviči. Oleg y Davyd
murieron antes que él y sus hijos se convirtieron en izgoi, es
decir en excluidos del derecho a la sucesión en Kiev.
El plan de Monómaco no se detuvo al degradar a los Svjatoslaviči. Después de
que Svjatopolk muriera formó un pacto con Oleg y Davyd para excluir a los
herederos de Svjatopolk de la gobernación de Kiev. Así, dos familias del
círculo interior, los Svjatoslaviči de Černigov y los Izjaslaviči de Turov, se
convirtieron en izgoi. En consecuencia, el sistema de tres familias
para la sucesión en Kiev, creado por Jaroslav el Sabio fracasó. Los
descendientes de Monómaco quedaron como los únicos pretendientes legítimos.
Pero aún tuvieron otros planes para su dinastía. Hicieron un pacto con los
kievitas para aceptar a la familia de su hijo mayor, Mstislav, como sus
príncipes residentes. Estableció el plan en marcha al convocar a Mstislav desde
Novgorod, darle Belgorod al suroeste de Kiev, y nombrarle corregente.
Vladimir II, que cuando se hizo cargo del
gobierno tenía ya sesenta años, devolvió al reino su prestigio de cara al
exterior, y en lo que respecta al interior logró unificar las divididas
fuerzas. En la propia Kiev y en Novgorod la autoridad de Vladimir fue
indiscutida. Las fuerzas rebeldes que se agitaron en ciertos principados
secundarios fueron rápidamente sofocadas. Sobre él se dijo que había
restablecido el orden, conseguido que se respetar la ley, y logrado un modus
vivendi con los pueblos vecinos de la estepa. Naturalmente se dio por
definitivamente perdido el pequeño principado de Tmutarakan' ocupado ahora por
los cumanos, que en el siglo de su creación había sido una
avanzadilla muy lejana. Pero Vladimir II consiguió, en cambio, asegurar la
frontera oriental de su reino hasta el punto de evitar posibles grandes daños
ocasionados por sus intranquilos vecinos. Gracias a su primera esposa, Gyda,
hija del rey Harold II se Inglaterra, había renovado las relaciones
escandinavas de sus predecesores, mientras que sus segundas nupcias con la hija
de un príncipe cumano aseguraron la paz en Oriente.
4. Los principados de la Rus' desde 1125 a
1246
a) Los sucesores de Vladimir Monómaco
Aunque Mstislav I el Grande (1125-1132) se adelantó a los derechos
de los Izjaslaviči y los Svjatoslaviči al reemplazar a su padre el 19 de mayo
de 1125, ningún príncipe discutió esta acción. Los Izjaslaviči no presentaron
ningún retador porque habían vuelto políticamente impotentes. Los
Svjatoslaviči, no obstante, tenían un candidato elegible en Jaroslav que había
sucedido a sus hermanos Oleg y Davyd en Černigov. De acuerdo con el Pacto de
Liubech, según parece, él era el pretendiente legítimo. Pero a Jaroslav le
faltaba cualidades de liderato para enfrentarse a Mstislav. Por tanto, él y sus
hijos también se convirtieron en izgoi.
El hijo mayor de Oleg, Vsevolod, frustrado
con la ineptitud de Jaroslav, desalojó a su tío de Černigov en 1127 y se
declaró cabeza política de la dinastía. Mstislav de Kiev, su suegro, confirmó
su toma del poder. Mstislav y Vsevolod compensaron a Jaroslav por su pérdida de Černigov al darle Murom y Rjazan' como su patrimonio. Significativamente, al
confirmar la usurpación de Vsevolod, Mstislav violó el orden lateral de
sucesión una vez más. Pero al hacerlo así, ayudó a Vsevolod a reclamar para los
Ol'goviči (descendientes de Oleg) el seniorato legítimo por delante de los
Davydoviči (descendientes de Davyd). Él derogó el cambio en el seniorato
político que los príncipes habían dictado en Liubech.
En 1130, de acuerdo con la política de
Monómaco de afirmar la supremacía de su familia, Mstislav sometió Polock al
exiliar a sus gobernantes a Bizancio. Fue el último soberano de Kiev en imponer
su control sobre esa dinastía. Después de su muerte, los príncipes de Polock se
verían envueltos en rivalidades intestinas durante unos cuarenta años. Las
crónicas dan poca información para la tierras de Polock para el paso al siglo
XIII, pero los indicios arqueológicos sugieren que fue un periodo de intensa
actividad. Los príncipes repelieron a los invasores Caballeros Portaespadas
(Orden Livonia) y a los lituanos. Fue un periodo de prosperidad. En 1229 el
príncipe de Smolensk negocio un acuerdo comercial con Riga que también
benefició a Polock. Poco después, no obstante, la ciudad cayó bajo el dominio
de los lituanos.
Mstislav tuvo un gran éxito y ninguno de
sus descendientes ejercería tanto poder. Ciertamente, algunos historiadores le
llaman 'el Grande'. Antes de su muerte controlaba Kiev, Perejaslavl', Smolensk,
Rostov, Suzdal', Novgorod, Polock, Turov y Vladimir-Volynskij. Mientras que su
padre había conducido a los problemáticos Polovstsy al río
Don, en 1129 Mstislav les expulsó más allá del Volga. Murió el 15 de abril de
1132.
En consonancia con los deseos de su padre
Monómaco y con el acuerdo que él y su hermano habían hecho, Jaropolk II (1132-1139), el
siguiente en el seniorato, sucedió a Mstislav. Pero los conflictos surgieron
inmediatamente entre sus hermanos, los hijos de Monómaco (los Monomashiči) y
sus sobrinos, los hijos de Mstislav (Mstislaviči). Monómaco había planeado que
los Mstislaviči ocuparan la ciudad patrimonial de Perejaslavl' que podían usar
como trampolín para Kiev después de que Jaropolk, que no tenía hijos, muriera.
Por lo tanto, Monómaco había impedido el acceso a sus hijos menores, Vyačeslav,
Jurij y Andrej. No obstante, ellos argumentaban que su reclamación tenía
prioridad a la de sus sobrinos de acuerdo con el sistema de seniorato
genealógico propugnado por Jaroslav el Sabio. Ganaron el apoyo de Jaropolk y
obligaron a los Mstislaviči a buscar la ayuda de su cuñado Vsevolod en
Černigov. La dos partes se enzarzaron en una guerra por el resto de la década.
En la época de la muerte de Jaropolk el 18 de febrero de 1139, parecía que los
Monomashiči habían ganado la batalla. Vyačeslav de Turov le sucedió.
|
Los Monomashiči |
|
Los Mstislaviči |
Con ello los hijos menores de Monómaco
desbarataron su plan de hacer de Kiev el patrimonio de los Mstislaviči. Y lo
que es más importante, Vsevolod Ol'govič terminó con el plan de Monómaco de
hacer a sus descendientes los únicos gobernantes de Kiev. En 1139 depuso a
Vyačeslav. Rehusó aceptar la injusticia de Monómaco de pasar por delante de la
reclamación de su padre Oleg en Liubech. Vsevolod, es cierto, no podía
manifestar que tenía el derecho a sentarse sobre el trono de Kiev, debido a que
Oleg nunca había gobernado Kiev. Sin embargo, era el príncipe senior, en el
sentido político y genealógico, de su dinastía y la usurpación era una forma
reconocida de tomar el poder. Por la fuerza, por tanto, aseguró el derecho de
sus herederos para gobernar Kiev.
|
Los Ol'goviči de Černigov |
|
Davydoviči de Černigov |
Su autoridad, como la de Monómaco y
Mstislav, era suprema. Se apoderó de Turov y Vladimir-Volynskij. Envió a su
hermano Svjatoslav a Novgorod donde este último emitió un estatuto (ustav)
regulando la relación entre el príncipe y la Iglesia. Después de que el pueblo
de Novgorod espulsara a Svjatoslav, Vsevolod le reemplazó con el hijo de
Mstislav, Svjatopolk, uno de sus cuñados. A otro, Izjaslav, le dio
Perejaslavl'. Excepto por Vladimir Volodarevič (Volodimerko) de Galič, que
intentó tomar Vladimir-Volynskij, Vsevolod II no encontró una oposición seria. En
una ocasión reconcilió a sus insatisfechos hermanos y primos al pedir a su
primo Svjatosha Davydovič, que se había convertido en monje en el monasterio de
las Cuevas y más tarde sería canonizado, que mediara en su nombre. Patrocinó la
Iglesia al construir el monasterio de San Cirilo en Kiev y la iglesia de San
Jorge en Kanev.
Antes de que él muriera el 1 de agosto de
1146, Vsevolod tomó una página del libro de Monómaco al intentar hacer a Kiev
patrimonio de los Ol'goviči. Designó a su hermano Igor' como su sucesor. No
obstante, Igor' II, fracasó en afirmar su gobierno. Los candidato s preferidos de los
kievitas, de acuerdo con su promesa a Monómaco, era el hijo mayor de Mstislav,
Izjaslav de Perejaslavl'. Al apoyar a este último, no obstante, los ciudadanos
lanzaron a la Casa de Monómaco en el caos. Izjaslav II y sus hermanos se
enfrentaron una vez más contra sus tíos.
b) Jurij I Dolgorukij
Su líder Jurij era ambicioso. Para obtener
una independencia mayor de los boyardos de Rostov, trasladó su capital a la más
pequeña Suzdal' después de lo cual la región fue llamada Suzdalia. Para
consolidar su gobierno comenzó un enérgico programa de construcción de
ciudades. No obstante, no hay certeza sobre cuáles ciudades fundó (por ejemplo,
Perejaslavl'-Zalesskij, Dmitrov y Jur'ev Pol'skij) y sobre cuáles simplemente
fortificó (por ejemplo, Moscú, Galič, Zvenigorod y Kostroma). Inició la
tradición de construir iglesias de caliza del Kama blanca, y supuestamente
encontramos cinco, incluyendo la iglesia de la Transfiguración en
Perejaslavl'-Zalesskij, que él 'llenó con libros'. Además de expandir las
fronteras de Suzdalia comenzó a afirmar su supremacía sobre los príncipes de
Murom y Rjazan'. Hizo campañas contra búlgaros del Volga-Kama para ganar el
control sobre el tráfico de comercio a través de sus tierras hacia el mar
Caspio. Para promover sus intereses en el comercio del Báltico intervino en
Novgorod. En poco tiempo, Jurij inició la ascendencia política de Suzdalia.
Probablemente recibió el sobrenombre de 'Brazo Largo' (Dolgorukij) después de
comenzar a presentar su reclamación a la distante Kiev.
Mientras, después de la muerte de un
príncipe senior (Vsevolod) y el desalojo de otro (Igor') de Kiev, la fortuna de
los Ol'goviči se desplomó. Su hermano, Svjatoslav de Novgorod-Severskij, pidió
que Izjaslav II Mstislavič liberara a Igor', al que estaba manteniendo cautivo.
Los Davydoviči, que gobernaban Cernigov, tomaron ventaja de la situación de sus
primos al prometer a Izjaslav que volvería a su gobierno en Kiev, si, a su vez,
él les ayudaba a expulsar a Svjatoslav de su dominio. En represalia Svjatoslav,
al contrario que su hermano Vsevolod que había apoyado a los Mstislaviči,
prometió ayudar a Jurij a ganar Kiev si este último le ayudaba a reclamar las
perdidas tierras Ol'goviči. Por tanto, los dos bandos fueron a la guerra.
Jurij retó a su sobrino Izjaslav de
acuerdo con el principio del seniorato genealógico que gobernaba la práctica de
las sucesión a Kiev planeado por Jaroslav el Sabio. Demandó que los hijos
supervivientes de Monómaco, Vyačeslav y Jurij gobernaran Kiev en rotación y que
Izjaslav dejara la ciudad. Este último, no obstante, reclamó Kiev sobre la base
de que Monómaco había designado a los Mstislaviči sus sucesores. Izjaslav
obtuvo la victoria una vez más, más que nada porque tenía el apoyo de los
kievitas cuyo respaldo era vital para cualquier aspirante a gobernante de su
ciudad.
En 1147 Izjaslav se enemistó con muchos,
incluyendo a su hermano Rostislav, al ordenar un sínodo de obispos para
instalar a un nativo de Rus', Klim (Kliment) Smoliatič, como metropolitano de
Kiev. Algunos creen que hizo esta controvertida designación debido a que estaba
intentando liberar a la Iglesia en Rus' de la dominación del patriarca de
Constantinopla. Otros, sin embargo, sugieren que adoptó esta línea de acción
porque no había patriarca en Constantinopla para hacer el nombramiento.
Mientras, los Davydoviči se unieron a su primo Svjatoslav en una conspiración
para matar a Izjaslav y liberar al cautivo Igor'. Los kievitas, en represalia,
mataron a Igor'.
Izjaslav luchó por retener el control de
Kiev al repeler los ataques de Jurij y sus aliados, que incluían a los
Ol'goviči, al yerno de Jurij, Jaroslav Volodimirovič 'Ocho Mentes' (Osmomysl) de
Galič y los siempre complacientes Polovtsy. La coalición de Jurij
expulsó a Izjaslav en dos ocasiones (1149 y 1150). Finalmente, en 1151 adoptó un recurso sin
precedentes que calmó a Jurij. Invitó a su tío Vyačeslav, hermano mayor de
Jurij, a ser corregente. después de que Izjaslav muriera el 14 de noviembre de
1154, su hermano Rostislav de Smolensk le reemplazó como corregente con
Vyačeslav. Pero este último murió poco después, dejando a Rostislav como único
príncipe de Kiev, pero el mismo año fue expulsado por Izjaslav III Davydovič.
El 20 de marzo de 1155 Jurij le expulsó.
Consolidó su gobierno al darles a sus hijos las ciudades de los Mstislaviči.
Envió a Andrej a Vyshgorod, a Gleb a Perejaslavl', a Boris a Turov, y a Vasil'ko
a la región del río Ros'. También devolvió a Svjatoslav los dominios Ol'goviči
de los que Izjaslav se había apropiado. Además permitió a Svjatoslav trasladar
el cuerpo de Igor' a Černigov donde este último fue canonizado. El reinado de
Jurij, no obstante, fue de corta duración, porque los kievitas le despreciaban.
el 15 de mayo de 1157 murió después de ser claramente envenenado en una fiesta.
Después de que el príncipe de Kiev
muriera, sus aliados perdieron las ciudades que él les había repartido de las
tierras kievitas o de las familias desposeídas. Las ciudades fueron tomadas
bien por sus sustitutos o bien por sus dueños legítimos. Eso ocurrió con Turov.
Vladimir Monómaco había capturado el dominio de los hijos de Svjatopolk II (†
1113), y la hizo posesión del príncipe de Kiev. Después de la muerte de Jurij
Dolgorukij, no obstante, el descendiente de Svjatopolk, Jurij Jaroslavič la
volvió a capturar. Después de eso los insignificante príncipes de Turov
cayeron cada vez más bajo la influencia de Volynia, Galič y los Lituanos. No
obstante, la ciudad aparentemente florecía como centro cultural. Esto está
atestiguado mediante los escritos de Kirill (Cirilo), obispo de Turov.
Después de la muerte de Jurij, los
príncipes de Černigov reafirmaron brevemente su supremacía. Izjaslav III Davydovič
tomó de nuevo Kiev (1157-1158). Aunque su padre Davyd nunca había gobernado la ciudad, justificó su
usurpación sobe la base de que era el príncipe senior de su familia y príncipe
de Černigov. Pero su gobierno fue breve. En 1158 una alianza de príncipes
liderada por Mstislav II Izjaslavič de Volynia le desposeyó. Tres años más
tarde, el 6 de abril de 1161, fue asesinado mientras intentaba recuperar Kiev. Después
de eso los Davydoviči se extinguieron y los Ol'goviči se convirtieron en la
única dinastía de Černigov. En 1164, después de que Svjatoslav Ol'govič
muriera, los Ol'goviči se bifurcaron en la rama senior que descendía de
Vsevolod Ol'govič, y al rama junio o cadete que descendía de Svjatoslav
Ol'govič.
c) Los Mstislaviči
El sistema de sucesión a Kiev que Jaroslav
el Sabio había visualizado pudo haber estado condenado desde el comienzo, como
algunos han proclamado, pero a través del tiempo se convirtió en algo olvidado
por las vicisitudes políticas y genealógicas. Hacia mediados del siglo XII, por
tanto, una vez más se constituyeron tres familias, la rama senior de los
Ol'goviči en Cernigov, los descendientes del hijo mayor de Monómaco, Mstislav
en Volynia y Smolensk, y la familia del hijo de Monómaco Jurij I en Suzdalia.
En 1159, después de que Izjaslav Davydovič
huyera de Kiev, Mstislav II Izjaslavič de Volynia y sus aliados invitaron a su
tío Rostislav Mstislavič de Smolensk a gobernar Kiev. Por ese tiempo él había
asegurado la independencia política de Smolensk de Perejaslavl'. La ciudad, que
situada en la ruta griega desde Novgorod a Constantinopla, disfrutaba de
rentables relaciones comerciales. Además, a pesar de la oposición de Klim
Smoliatič a cuyo nombramiento como metropolitano se opuso Rostislav, estableció
una eparquía (circunscripción territorial bajo la autoridad de un obispo en la
Iglesia ortodoxa) autónoma en Smolensk. Emitió una carta (grammota)
estipulando sus privilegios y los de su obispo. El documento es también una
valiosa fuente de información comercial, geográfica y social. Además, la 'Vida'
(Zhitie) de Avramii de Smolensk proporciona datos valiosos sobre las
condiciones sociales de la época.
Dos consideraciones genealógicas eran
esenciales para una ocupación con éxito de Kiev: tras la muerte de su hermano
Izjaslav II él se convirtió en el Mstislavič superviviente de más edad; y
después de la muerte de su tío Jurij se convirtió en el príncipe mayor en toda
la Casa de Monómaco. Por tanto él era el pretendiente legítimo de ambas partes.
Ya que todos los príncipes en la Casa de Monómaco aceptaban su candidatura, su
reinado fue testigo de pocas guerras intestinas. Los Polovtsy, no
obstante, intensificaron sus ataques. Hicieron incursiones sobre las caravanas
que viajaban por río y por tierra desde las regiones del mar Negro y del mar de
Azov. Rostislav organizó campañas contra los nómadas pero no consiguió frenar
sus incursiones.
Murió el 14 de marzo de 1167. Después de
eso, los Mstislaviči se dividieron en dos dinastías: una en Volynia descendía
de Izjaslav, quien había hecho esa región su posesión familiar, y la otra en
Smolensk descendía de Rostislav. Tras la muerte de este último, su sobrino
Mstislav II Izjaslavič de Vladimir-Volynskij impidió el derecho de su tío
Vladimir Mstislavič de Dorogobuzh de gobernar Kiev.
Primero, Mstislav tuvo el apoyo de los
otros Mstislaviči porque esperaban manipularle. Sin embargo, descubrieron que
él no era lacayo de ningún hombre después de que rechazara concederles las
ciudades que pedían. Tambén se enfrentó a Andrej Bogoljubskij, que había
reemplazado a su padre Jurij Dolgorukij en Suzdalia. Andrej vio la
sucesión de Mstislav como una violación del tradicional orden de sucesión en
Kiev. Además, Mstislav nombró a su hjio Roman para Novgorod, donde Andrej
estaba buscando afirmar su influencia. A pesar de la impopularidad de Mstislav,
reunió con éxito a los príncipes de los Rus' contra los Polovtsy. Mientras
estaban en el campo de batalla, sin embargo, se enemistó con ellos aún más. Sin
informarles, permitió a sus hombres saquear el campamento de los nómadas.
Después de esto, se nos cuenta, los príncipes conspiraron contra él.
d) Andrej I Bogoljubskij
En 1169 Andrej Bogoljubskij organizó una
coalición para desalojar a Mstislav de Kiev. Príncipes de Suzdalia, Smolensk,
Volynia y Cernigov se unieron a la campaña liderada por el hijo de Andrej,
Mstislav († 1173). Quizá haya un elemento de verdad en cada
punto de vista. Al obligar al usurpador Mstislav a huir a Volynia, Andrej, el
pretendiente legítimo por la Casa de Suzdalia, fue capaz de tomar el control de
Kiev. Sorprendentemente, después de que sus fuerzas capturaran la ciudad, la
saquearon. Su acción obviamente no penalizaba a Mstislav II de ningún modo. Más
bien, los asaltantes soltaron su ira contra los kievitas. Aparentemente,
saquearon la ciudad por envidia por su prosperidad y por la furia por la
arrogancia de sus ciudadanos. Andrej, por supuesto, tenía sus propias razones
para perdonar el pillaje. Deseaba ver a Kiev menguada en su magnificencia
porque se estaba esforzando en construir su capital de Vladimir como su rival.
Pero este plan fracasó. el saqueo no llevó al declive de Kiev. Se recuperó y floreció
para sufrir saqueos incluso más debilitantes en 1203 y 1240. El hecho de
que las dinastías que tenían derecho a gobernarla continuaron codiciándola como
la ciruela más apreciada en Rus' es testigo de su continuada prosperidad.
Mientras, Novgorod también quedó como una
manzana de la discordia. Desde Suzdalia servía como el conducto a través del
cual el comercio del Báltico pasaba desde Novgorod hacia el mar Caspio, Andrej
buscó arrebatar el control de la ciudad al prícnipe de Kiev y afirmar su jurisdicción
sobre ella. Dos años después de expulsar a Mstislav de Kiev, finalmente obligó
a los de Novgorod a capitular mediante la imposición de un embargo de todos sus
envíos de grano a su ciudad.
Aunque los historiadores no están de
acuerdo sobre los objetivos y logros de Andrej, es seguro afirmar que defendió
el orden de sucesión a Kiev propuesto por su padre. Al contrario que Jurij, no
obstante, eligió vivir en Suzdalia. El destino de su padre fue disuasorio.
Además, si él ocupaba Kiev se trasladaría peligrosamente lejos de su centro de
poder de Suzdalia. Con Jaroslav el Sabio había presagiado, un príncipe cuyo
patrimonio limitara con Kiev, tendría la mejores oportunidades para gobernarlo
con éxito porque podía convocar fuerzas auxiliares rápidamente desde su
patrimonio. Sin embargo, dándose cuenta de que gobernar Kiev daba a su príncipe
una gran ventaja moral, Andrej no podía permitir que cayera en manos de un
rival. Adhiriéndose al sistema de seniorato genealógico, lo dio a sus hermanos
menores, que también tenían el derecho de sentarse en el trono de su padre.
Primero envió a Gleb desde Perejaslavl', pero los kievitas le envenenaron, o
así lo creía Andrej. El supuesto asesinato de
Gleb habría confirmado la sospecha de Andrej de que los kievitas despreciaban a
los hijos tan vehementemente como habían odiado a Jurij. A continuación nombró
a Mikhalko (Mihail). Pero este último declinó el dudoso honor mediante la
entrega de la ciudad a su hermano Vsevolod.
Después de que Mstislav II Izjaslavič muriera
en Volynia en 1170, los Rostislaviči de Smolensk comenzaron la batalla por
Kiev. Desalojaron a Vsevolod y dieron el control de la ciudad a Rjurik II
Rostislavič. Tres años después, Andrej formó una coalición con Svjatoslav
Vsevolodovič de Černigov. Estaba determinado a vengar la muerte de Gleb y
castigar a los Rostislaviči por su insubordinación mediante la expulsión de
Rjurik. Svjatoslav, por su parte, planeaba ocupar Kiev. Así, Andrej concedió
que la reclamación de Svjatoslav a la capital fuera tan legítima como la suya.
También admitió tácitamente su fracaso en mantener títeres en Kiev. Svjatoslav,
el comandante en jefe de la coalición, desalojó a Rjurik y ocupó la ciudad. No
obstante, más tarde, Jaroslav Izjaslavič de Luck, hermano menor de difunto
Mstislav II, trajo refuerzos desde Volynia, ayudó a Rjurik a Svjatoslav y ocupó
Kiev.
|
Los Rostislaviči |
En su patrimonio, uno de los principales
objetivos de Andrej era levantar el estatus político, económico, cultural y
eclesiástico de Vladimir por encima que el de Kiev. Por lo tanto, completó los
proyectos constructivos de su padre e inició otros nuevos. Construyó la
Catedral de la Asunción en Vladimir, sus 'Puertas Doradas' a imitación de las
de Kiev, su corte en la cercana villa de Bogoljubovo (de la que recibió el
sobrenombre de Bogoljubskij), y la iglesia de la Intercesión de Nuestra Señora
sobe el río Nerl. Ya que él empleó artesanos de todas las tierras, sus iglesias
reflejaban estilos románicos, bizantinos y transcaucásicos. En su esfuerzo por
crear un aura de santidad en Vladimir consagró las reliquias del obispo Leontii
de Rostov y trajo el llamado icono de Vladimir de la Madre de Dios desde
Vyshgorod. Esperando igualar la herencia cristiana de su capital con la de
Kiev, propagó el piadoso mito de que san Vladimir fundó Vladimir. También
intentó, en vano, crear una nueva sede metropolitana.
Andrej adoptó prácticas autocráticas en
relación con sus vecinos. Expandió sus dominios en las tierras de los búlgaros
del Volga e impuso su voluntad sobre los príncipes de Murom y Rjazan',
descendientes de aquel Jaroslav Svjatoslavič que fue desposeído de Cernigov por
su sobrino Vsevolod II Ol'govič en 1127. En casa buscó minar la autoridad
de sus súbditos en su asamblea local (veče); expulsó a tres de sus
hermanos, dos sobrinos y a los boyardos senior de su padre; y desdeñó a los
magnates de Rostov y Suzdal' al hacer a la pequeña ciudad de Vladimir su
capital. Después de eso la región también fue conocida como Vladimir-Suzdal'.
Sus políticas autoritarias provocaron un gran resentimiento. Finalmente, el 29
de julio de 1174, mientras estaba esperando a Svjatoslav Vsevolodovič en
Cernigov para dar el visto bueno a su nombramiento de Roman Rostislavič
de Smolensk para Kiev, sus boyardos le asesinaron.
e) Svjatoslav Vsevolodovič
Después de eso, Svjatoslav actuó como
poder en la sombra en Vladimir-Suzdal'. Antes, después de que Andrej hubiera
desalojado a sus hermanos y sobrinos de Suzdalia, Svjatoslav les había dado
santuario en Černigov. Tras la muerte de Andrej ayudó a los refugiados a luchar
por su herencia. Después de una amarga rivalidad entre los tíos y los sobrinos,
Vsevolod, que más tarde sería conocido como 'Gran Nido' (Bol'shoe Gnezdo)
a causa de su abundante descendencia, tomó Vladimir sobre el Kliaz'ma. Estaba
en deuda por su éxito, en parte, al respaldo de Svjatoslav. Gobernaría Vladimir
durante casi cuarenta años y se convertiría en el príncipe más poderoso en el
país.
Después de la muerte de Andrej, Roman, el
príncipe senior de los Rostislaviči, sustituyó a Jaroslav Izjaslavič en Kiev.
En 1176, no obstante, Svjatoslav encontró un pretexto para atacar a Roman con
los polovtsy. No deseando exponer a los cristianos de Rus' a la
carnicería, Roman cedió el control de la ciudad a Svjatoslav. Pocos después los
de Novgorod invitaron a este último a enviarles un hijo.
Entretanto, para reforzar el poder de su
yerno Roman Glebovič de Riazaj' contra Vsevolod 'Gran Nido', Svjatoslav envió
tropas comandadas por su hijo Gleb a Rjazan'. Sin embargo, Vsevolod capturó al
joven príncipe. En su indignación, Svjatoslav buscó vengarse contra la Casa de
Monómaco a través de la captura de Davyd Rostislavič de Vyshgorod mientras que
este último estaba cazando. Después de fracasar en el intento, abandonó Kiev y
el hermano de Davyd, Rjurik II la ocupó. La campaña de Svjatoslav para liberar
a Gleb de Vsevolod también fue un fiasco. Por tanto, se unió a su hijo Vladimir
en Novgorod y se convirtió en príncipe de la ciudad.
En 1181 partió hacia el sur contra Rjurik
y se unió con su hermano Jaroslav de Černigov y su primo Igor' Svjatoslavič con
numerosos Polovtsy. Rjurik prudentemente evacuó Kiev y permitió a
Svjatoslav ocuparlo sin oposición. En el ínterin, mientras Igor', el khan
Konchak, y sus tropas estaban divirtiéndose a través del Dniéper desde Kiev,
los hombres de Rjurik derrotaron a los juerguistas. La victoria de su rival
obligó a Svjatoslav a aceptar a Rjurik como su corregente. Los duunviros ya
habían administrado Kiev en el pasado. Como hemos visto, Izjaslav
Mstislavič y su tío Vyačeslav Vladimirovič habían compartido autoridad sobre
Kiev y todas sus tierras. La colaboración entre Svjatoslav y Rjurik fue
diferente. El primero era el socio senior y comandante en jefe, pero él solo
congrolaba Kiev. Rjurik gobernaba los dominio kievitas circundantes y vivía en
el cercano puesto fronterizo de Belgorod. Su patrimonio, no obstante, era
Vručij, al nooeste de Kiev. Su control de las ciudades que rodean a Kiev redujo
significativamente el poder de Svjatoslav. Esta corregencia se extendió desde 1181 hasta 1194, en que muere Svjatoslav y Rjurik queda como gobernante único.
El 1 de octubre de 1187, Jaroslav Osmomysl
de Galič murió. Durante su reinado había mantenido relaciones políticas con los
húngaros (su madre era una princesa húngara), polacos, búlgaros y griegos. De
acuerdo con las crónicas, fortificó ciudades y promovió la agricultura y la
artesanía. El comercio prosperó, especialmente en las regiones del bajo Prut y
el Danubio. Galič también proveía a las tierras de Kiev con gran parte de su
sal. A pesar de su gran poder, sin embargo, Jaroslav nunca reclamó
Kiev porque él no pertenecía a una familia del círculo interior.
Desafortunadamente para Galič, en su lecho de muerte, cometió una serie de
disparates políticos, quizás ante la insistencia de los boyardos que se habían
vuelto más poderosos a finales de su reinado. Designó a su hijo más joven,
Oleg, el vástago de su concubina, antes que al mayor Vladimir, hijo de su
esposa Ol'ga, la hija de Jurij Dolgorukij, como su sucesor. Vladimir desafió a
Oleg en inció una rivalidad general por Galič. En 1188, tomando ventaja de este
conflicto, Svjatoslav Vsevolodovič buscó consolidar su control sobre todas las
tierras de Kiev. Como él y Rjurik se levantaron contra Béla III de Hungría que
había capturado Galič, Svjatoslav propuso tomar la ciudad y entregarla a Rjurik
a cambio de sus tierras kievitas y su patrimonio de Vručij. Rjurik rechazó esta
oferta.
Al año siguiente Vladimir escapó desde
Hungría, donde el rey le tenía cautivo. Después de que el pueblo de Galič le
reinstalara, solicitó a Vsevolod 'Gran Nido' en Vladimir-Suzdal que apoyara su
gobierno. Vsevolod estuvo de acuerdo y pidió que todos los príncipes, en
particular Roman Mstislavič de Vladimir-Volynskij, Rjurik y Svjatoslav se
comprometieran a no desafiar el gobierno de su sobrino. Ellos consintieron en
deferencia a su poder militar. Además, cuando hacían sus promesas parecía que
todos los príncipes en la Casa de Monómaco se comprometían a reconocer a
Vsevolod como el príncipe senior de su dinastía. Svjatoslav, aún siendo un
Ol'govič, también estuvo de acuerdo en obedecer la directiva de Vsevolod de no
atacar a Vladimir. Al hacer esto, no obstante, perdió prestigio como príncipe
de Kiev.
Una de las más importantes obligaciones de
Svjatoslav como comandante en jefe era defender la Rus' contra los Polovtsy. En
el pasado, príncipes como Jurij habían utilizado a los nómadas como auxiliares,
y así lo harían de nuevo alrededor del paso al siglo XIII. Durante unas dos
décadas después del reinado de Rostislav Mstislavič, no obstante, las
relaciones entre los príncipes y los hombres de las tribus eran extremadamente
hostiles. Los jinetes del la orilla oriental del Dniépe y los del norte del mar
Negro hacían incursiones en Pereajslavl' y la región del río ros', al sur de
Kiev. Las tribus que vivían en la cuenca del Donets saqueaban, por lo general,
los dominios Ol'goviči en las regiones de Zadesen'e y Posem'e.
Svjatoslav, Rjurik y sus aliados
dirigieron muchas campañas contra los saqueadores. En 1184 se anotaron una de
las más grandes victorias en el río Erel', al sur de las tierras de
Perejaslavl', donde tomaron cautivos a muchos khanes. Al año
siguiente, sin embargo, el primo de Svjatoslav, Igor' Svjatoslavič de
Novgorod-Severskij sufrió una catastrófica derrota en la cuenca del río Donets.
Se convirtió en el tema del más famoso poema épico de Rus', 'La Canción de la
Campaña de Igor' (Slovo o polku Igoreve). No obstante, a pesar de sus
valientes esfuerzos, Svjatoslav no pudo derrotar al enemigo ni negociar una paz
duradera.
En la cima de su poder, Svjatoslav fue al
figura política dominante en Rus'. Además de disfrutar de la lealtad de todos
los príncipes, también mantuvo relaciones diplomáticas y comerciales con los
húngaros, los polacos y la familia imperial en Constantinopla. Por otra parte,
fue uno de los más ávidos constructores en su día. En Kiev erigió una nueva
corte, la iglesia de San Vasilij, y restauró la dañada Santa Sofía. En
Černigov, construyó una segunda corte principesca y las iglesias de San Miguel
y la Anunciación. Vsevolod Gran Nido de Vladimir-Suzdal', Davyd Rostislavič de
Smolensk y Jaroslav Osmomysl de Galič emplearon la Anunciación como modelo para
expandir sus catedrales existentes y para construir otras nuevas. Durante su
reinado, parece, Černigov creció hasta su área máxima para igualar, si no
sobrepasar a Kiev en tamaño. Svjatoslav murió en 1194 durante la última semana
de julio y fue sucedido, de acuerdo con su pacto, por Rjurik.
f) Rjurik II Rostislavič
Al año siguiente (1195), Rjurik invitó a
Davyd de Smolensk a ayudarle a distribuir las ciudades kievitas entre sus
parientes. Demostró esta deferencia hacia su hermano mayor porque, incluso como
príncipe de Kiev, él estaba subordinado a Davyd, el príncipe senior de los
Rostislaviči. A su pesar, al distribuir las ciudades, Rjurik descuidó a
Vsevolod Gran Nido, al que los Rostislaviči habían reconocido como su príncipe
senior. Después de que Vsevolod amenazara a Rjurik, dio a Vsevolod las
ciudades que él había asignado a su yerno Roman Mstislavič de Volynia. Este
último estaba furioso por el giro de los acontecimientos y formó un pacto con
Jaroslav Vsevolodovič de Černigov.
Rjurik, temiendo que Jaroslav le
depusiera, pidió a Vsevolod que hiciera que Jaroslav se comprometiera a no
tomar Kiev. Lo que es más, pidió que los Ol'goviči renunciaran a las
reclamaciones de sus descendientes. Jaroslav, proclamando que era una petición
estúpida, rechazó renunciar a los derechos de futuros Ol'goviči a Kiev. Por
tanto él y Rjurik empezaron una guerra hasta que Vsevolod y Davyd invadieron
las tierras de Černigov. En 1197, Vsevolod, Davyd y Jaroslav alcanzaron un
acuerdo. Este último prometió no usurpar Kiev a Rjurik, pero rechazó renunciar
futuras pretensiones de su dinastía. Mientras estaban negociando su acuerdo,
los tres príncipes senior también afirmaron el derecho de los de Novgorod a
seleccionar un príncipe de cualquier dinastía que ellos eligieran. Por otro
lado, evidentemente concedieron a los príncipes de Rjazan' permiso para crear
una eparquía autónoma independiente de Černigov. Rjurik no estaba presente en
las deliberaciones y sus demandas, en particular que Jaroslav rompiera su pacto
con Roman, fue en gran medida ignorado. El objetivo de Vsevolod era conservar a
los Rostislaviči dependientes de él para que prestaran asistencia militar. Sin embargo,
después de la muerte de Jaroslav Vsevolodovič, Rjurik formó una alianza con
sucesor Oleg Svjatoslavič.
Al año siguiente Roman capturó Galič con
ayuda polaca. Con ello se convirtió en uno de los príncipes más poderosos en el
país. En 1201, demostró su poder al infligir una demoledora derrota a los Polovtsy y
al desalojar a su suegro Rjurik de Kiev. La entregó a su primo Ingvar
Jaroslavič de Luck, cuyo padre había gobernado la ciudad (1201-1203). El mismo Roman no era
un pretendiente legítimo, aunque era de la línea de Mstislav, porque pertenecía
a una generación más joven que Rjurik y Vsevolod Gran Nido. No obstante, este
último aprendiendo del destino de su padre Jurij y el ejemplo de su hermano
Andrej, no ocupó Kiev. Por tanto, los Rostislaviči de Smolensk quedaron como
los últimos pretendientes de la Casa de Monómaco. sin embargo, Vsevolod, Roman
y sus hijos mantuvieron un ojo atento en los príncipes de Kiev y a veces intentaron
manipular sus nombramientos.
En 1203 Rjurik, con Oleg de Černigov y los Polovtsy,
tomaron la revancha al atacar Kiev. Aunque la capturaría más tarde en varias
ocasiones más, su saqueo de la ciudad es de especial significancia. El cronista
se queja de que fue la más horrenda devastación que Kiev había experimentado
desde la cristianización de Rus'. Esto es, al contrario que los puntos de vista
de muchos historiadores, fue más grande que el caos infligido por la coalición
de Andrej Bogoljubskij. Al año siguiente, no obstante, Roman obtuvo ventaja una
vez más al forzar a Rjurik a entrar en un monasterio. Luego, en 1205, después
de que Roman fue muerto luchando con los polacos, Rjurik se reinstaló en Kiev.
Roman había mantenido estrechos lazos con
los polacos (su madre era polaca) y Bizancio. Después de repudiar a su primera
esposa Predslava, hija de Rjurik, se casó con Anna, probablemente hija del
emperador Isaac II Angelos (Isaakios II). También persiguió una agresiva
política hacia Galič, donde fue el primer príncipe en deponer a los hijos de
Jaroslav Osmomysl. Esto dio a sus propios hijos, Daniil y Vasil'ko, una
reclamación a Galič porque ellos tenían el derecho a sentarse en el trono de su
padre.
Significativamente, capturó Galič
con la ayuda de los boyardos, muchos de los cuales transfirieron sus
lealtades a sus hijos tras su muerte. Desafortunadamente para los muchachos, no
obstante, todavía eran menores de modo que la muerte prematura de su padre creó
un vacío político en la Rus' suroccidental. Fueron desafiados por príncipes de
Volynia, Smolensk, Černigov y por los húngaros.
g) Vsevolod Gran Nido y Vsevolod el Rojo
Cuando Roman murió (1205) Vsevolod Gran
Nido estaba en el cenit de su poder. Evitó interferir en los asuntos del sur y
dedicó sus energías a consolidar su gobierno sobre el noreste. Estaba decidido
a someter a los príncipes de Rjazan', quienes, si permitía que uniera fuerzas
con sus parientes de Černigov, supondría una seria amenaza a su autoridad. Para
asegurar el control del comercio que llegaba desde el mar Caspio, inició una
guerra contra los búlgaros del Volga-Kama y las tribus Mordva. Destruyó los
campamentos polovtsianos a los largo del río Don y reforzó sus defensas a lo
largo de los ríos Volga medio y Dvina septentrional. Aunque tomó las tierras de
Novgorod a lo largo del alto Volga, fracasó en ocupar el mismo Novgorod,
mientras que Mstislav Mstislavič "el Atrevido" (Udaloi), un
Rostislaviči, fue instalado (1210). Como Andrej, persiguió una política
centralizadora en su patrimonio, asfixiando a la oposición local y fortificando
ciudades. también construyó iglesias. Una de las más llamativas era la de San
Dmitrij en Vladimir, famosa por su decoraciones en relieve. Finalmente, la
existencia de recopilaciones de crónicas, como las de su padre Jurij y su
hermano Andrej, atestigua una floreciente actividad literaria durante su
reinado.
En 1204, el año antes de la muerte de
Roman, Oleg Svjatoslavič III de Cernigov murió y fue sucedido por su hermano
Vsevolod 'el Rojo' (Chermnyi). A diferencia de la mayoría de príncipes senior de
Černigov antes que él intentó tomar Galič, pero una familia de la rama cadete
desbarató este plan. Los hijos de Igor' Svjatoslavič (los Igoreviči), cuya
madre era hija de Jaroslav Osmomysl, aceptaron la invitación de los galičianos
para ser sus príncipes. Después de fracasar en tomar Galič para su propia
familia, pero satisfecho de que sus parientes la gobernaran, Vsevolod expulsó a
Rjurik de Kiev (1206). Más tarde también expulsó a Jaroslav, el hijo de Vsevolod Gran
Nido de Perejaslavl'. Por primera vez, un Ol'govič controlaba, aunque
fugazmente, Černigov, Kiev, Galič y Perejaslavl'.
Perejaslavl' había sido el patrimonio de
Vladimir Monómaco. Como se dijo más arriba, sus hijos y nietos (Mstislaviči)
lucharon por la posesión de la ciudad para usarla como trampolín a la capital
de Rus'. Después de Jurij Dolgorukij ocupara Kiev sus descendientes
consiguieron la posesión de Perejaslavl'. durante el último cuarto del siglo
XII, no obstante, la ciudad y sus puestos de avanzada se convirtieron en los
objetivos favoritos de las incursiones polovtsianas. En consecuencia, declinó
en importancia de manera que, hacia el paso al siglo XIII, estuvo sin un
príncipe durante una serie de años. Vsevolod expresó el más grande interés por
Perejaslavl' y envió a su hijo Jaroslav, aún siendo un menor, a administrarla.
El éxito inicial de Vsevolod el Rojo en
Kiev fue de corta duración. Rjurik contraatacó expulsándole (1206). Después de
esto, la ciudad cambió de manos entre ellos en varias ocasiones. Mientras
Vsevolod Gran Nido, enfurecido con Vsevolod el Rojo por desalojar a su hijo
Jaroslav de Perejaslavl', marchó contra Černigov. En el camino, el los
príncipes de Rjazan' se le unieron. Al tener noticia de que de que le
habían traicionado al celebrar un pacto con Vsevolod el Rojo, Vsevolod atacó
Rjazan'. Llevó cautivos a los príncipes, sus esposas y sus boyardos a Vladimir,
donde muchos permanecieron hasta después de su muerte. En 1208 (ó 2010) Rjurik
fue depuesto y Vsevolod el Rojo finalmente ocupó Kiev sin oposición. Dos años
más tarde, formó un pacto seguido por un vínculo matrimonial con Vsevolod Gran
Nido. Su alianza fue la más poderosa en el país.
Los parientes de Vsevolod el Rojo en Galič
fueron menos afortunados. En 1211 los boyardos se rebelaron contra los
Igoreviči y colgaron a tres de ellos. Vsevolod acusó a los Rostislaviči de
complicidad en el crimen y les expulsó de sus dominios kievitas. Con eso se
apoderó con éxito de las tierras que su padre Svjatoslav no había podido tomar
de Rjurik. Los principitos desalojados, no obstante, se volvieron hacia
Mstislav Romanovič de Smolensk y Mstislav Mstislavič el Atrevido de Novgorod
por ayuda. Mientras, el 12 de abril de 1212, Vsevolod Gran Nido murió privando
a Vsevolod el Rojo de un poderoso aliado. Tomando ventaja del cambio en el
equilibrio de poder, los Rostislaviči atacaron Kiev y expulsaron a Vsevolod. Le
persiguieron hasta Černigov donde claramente cayó en batalla (1214).
h) La derrota en el río Kalka
El reinado de Mstislav III Romanovič el Viejo (1214-1223), que reemplazó a Vsevolod en Kiev, fue pacífico, pero el noreste
fue lanzado al caos. Antes de su muerte, Vsevolod Gran Nido debilitó el poder
del príncipe senior en Vladimir-Suzdal al dividir sus tierras entre sus hijos.
Empeoró más las cosas al designar como su sucesor a su segundo hijo, Jurij,
antes que al mayor, Konstantin. Con ello él se enemistó con este último.
Mientras, Mstislav el Atrevido gobernaba Novgorod pero Jaroslav de
Perejaslavl'-Zalesskij, hermano menor de Konstantin y Jurij, estaba decidido a
expulsarlo. Konstantin se unió a Mstislav mientras que Jurij respaldaba a su hermano
Jaroslav. Las dos partes se enfrentaron el 21 de abril de 1216 cerca del río
Lipitsa, donde Mstislav y Konstantin resultaron victoriosos. Por tanto,
Mstislav conservó Novgorod y Konstantin reemplazó a Jurij como príncipe senior.
Dos años más tarde, Mstislav el
Atrevido abandonó Novgorod. Poco después la ciudad cayó en manos de Jurij,
que se convirtió en príncipe senior en 1218 después de la muerte de Konstantin.
Así, los príncipes de Vladimir-Suzdal' finalmente adquirieron Novgorod, no
porque fueran más poderosos que Mstislav el Atrevido, sino porque éste buscaba
pastos más verdes en el suroeste. Acompañado por su primo Vladimir Rjurikovič
de Smolensk y los Ol'goviči, Mstislav capturó Galič de los húngaros. Después de
eso, los Rostislaviči, que controlaban Smolensk, Kiev y Galič, fueron la dinastía
más poderosa.
En 1223 los tártaros (mongoles) eliminaron
a los polovtsy como potencia militar. Al recibir estas
noticias, Mstislav III Romanovič convocó a los príncipes de la Rus' en Kiev
donde acordaron enfrentarse al nuevo enemigo en suelo extranjero. Sus fuerzas
incluían contingentes de Kiev, Smolensk, Černigov, Galič, Volynia y
probablemente Turov. Vladimir-Suzdal, Rjazan, Polock y Novgorod no enviaron
hombres. Después de que las tropas partieran, Mstislav el Atrevido se peleó con
su primo Mstislav de Kiev. Su enemistad fue responsable,
en parte de la aniquilación de sus fuerzas el 31 de mayo en el
río Kalka.
Mstislav el Atrevido escapó con vida.
Mstislav Romanovič de Kiev y Mstislav Svjatoslavič de Černigov, sin embargo,
cayeron en el combate (1223) y sus muertes necesitaron la instalación de nuevos
príncipes senior; Mihail, hijo de Vsevolod el Rojo, ocupó Černigov. Las
transiciones de poder se realizaron suavemente de acuerdo con el sistema de
sucesión lateral. Dadas las duras pérdidas de vidas que los Ol'goviči había
sufrido, Mihail no hizo ningún intento de usurpar Kiev. Por otra parte, sin
darse cuenta de, o ignorando la amenaza que presentaban los tártaros, los
príncipes renovaron sus rivalidades: Mstislav el atrevido, Daniil Romanovič de
Volynia y los húngaros lucharon por Galič mientras en Novgorod los
ciudadanos pelearon para ganar mayores privilegios de los príncipes de
Vladimir-Suzdal'.
i) Mihail Vsevolodovič
En 1224, mientras Mihail estaba visitando
a su cuñado Jurij en el noreste, este último le pidió que actuara como mediador
en Novgorod. Jurij y los ciudadanos no pudieron ponerse de acuerdo en los
términos del gobierno porque su hermano Jaroslav había impuesto gravámenes
debilitantes sobre la población de Novgorod y designó sus oficiales sobre
ellos. Como agente de Jurij, Mihail derogó muchas de las asfixiantes medidas de
Jaroslav pero al hacerlo así incurrió en su ira. Mientras, no obstante, en
Novgorod Mihail derivaba beneficios para Černigov, al celebrar acuerdos
comerciales favorables. A principios de la tercera década del siglo XIII,
después de que Jaroslav saqueara su domino patrimonial y debido a que se vio
involucrado en asuntos meridionales, Mihail terminó su participación en
Novorod.
Después de eso, Jaroslav Vsevolodovič
reafirmó su autoridad sobre la ciudad, a través de sus hijos, sobre todo de Aleksandr,
más tarde apodado, Nevskij. La retirada de Jaroslav del emporio del norte
también capacitó a Jurij a restaurar la unidad entre sus hermanos y sobrinos.
Aún así, al fragmentación de Vladimir-Suzdal que Vsevolod Gran Nido había
iniciado al repartir sus tierras entre sus hijos, se aceleró. Los dominios
hereditarios fueron divididos aún más entre nuevos hijos.
A finales de al década de 1220, el cuñado
de Mihail, Daniil había iniciado una política expansionista en Volynia y Galič.
Su éxito al apoderarse de territorios forzó a Vladimir IV Rjurikovič de Kiev
(1223-1235 y 1238) y a Mihail a unir fuerzas. En 1228, no obstante, no pudieron
derrotarle en Kamenets y quedó libre para continuar su agresión. Mientras, las
fortunas de los Rostislaviči habían menguado debido a las pérdidas humanas en
el Kalka, a la muerte de Mstislav el Atrevido, a las crisis de sucesión que
rompían la dinastía en pedazos, al hambre en Smolensk y a las incursiones
lituanas. A pesar de estos reveses, el comercio prosperó evidentemente en
Smolensk. En 1229 su príncipe Mstislav (II) Davydovič negoció un acuerdo
comercial con los alemanes de Riga y asignó un suburbio especial en Smolensk
para alojar a su mercaderes. Sin embargo, dos años más tarde, a la luz de la
declinante fortuna de su dinastía, Vladimir convocó a los príncipes de la Rus'
para solicitar nuevos compromisos de lealtad.
Poco después Mihail asedió a Vladimir,
obligándole a unirse a Daniil, que por entonces había capturado Galič. En 1235,
cuando ellos invadieron Černigov, Mihail les derrotó con los polovtsy.
Expulsó a Vladimir de Kiev, pero más tarde restauró a los Rostislaviči, en la
persona de Izjaslav IV Mstislavič como su lugarteniente (1235-1236). Con
ello imitó a Andrej Bogoljubskij quien, en 1171, nombró a Roman Rostislavič, el
entonces príncipe senior de los Rostislaviči, como su marioneta en Kiev.
Después de eso, Mihail tomó Galič a Daniil. Pero al contrario que su padre
Vsevolod el Rojo, que había dejado a los Igoreviči gobernar la ciudad, Mihail
la ocupó en persona (1235-1238).
Sus razones para buscar el control de
ambas ciudades y para ocupar Galič en preferencia a Kiev era, por lo general,
comercial. Los mercaderes traían bienes de lujo desde la Baja Lotaringia, la
región del Rhin, Westfalia, la Baja Sajonia por la vía de Galič y Kiev hasta
Černigov. Diez años más tarde el monje franciscano Giovanni da Piano dei
Carpini informó de que mercaderes de Bratislava, Constantinopla, Genova,
Venecia, Pisa, Acre, Austria y las Polonias también estaban visitando Kiev. Mientras
Daniil controlaba Galič, pudo obstruir el flujo de mercancías que llegaban a
través de esa ciudad hasta Černigov. Mihail pudo asegurar que esas mercancías
extranjeras alcanzaban Cernigov al sustituir a Daniil en Galič y al hacer a
Vladimir su lugarteniente en Kiev.
Con el apoyo de los boyardos locales,
obispos, los húngaros, y los polacos, Mihail retuvo el control de Galič hasta
1238. En ese tiempo los ciudadanos invitaron a Daniil a sustituir al hijo de
Mihail, Rostislav, que la gobernaba desde ese año, mientras que aquel estaba
luchando contra los lituanos. Mihail había regresado a Kiev en 1236 debido a
que Jurij y Daniil habían unido fuerzas. Temiendo que Mihail se hubiera
convertido en demasiado poderoso, buscaron privarle de Kiev al expulsar a
Izjaslav. La tarea se hizo más fácil después de una despiadada guerra de
sucesión en Smolensk, después de la cual los Rostislaviči se convirtieron, en
efecto, en los vasallos de Vladimir-Suzdal'. Jaroslav, el hermano de Jurij,
dejó a su hijo Aleksandr a cargo de Novgorod y ocupó Kiev (1236-1238). Después
de que los ciudadanos rechazaran apoyarle, no obstante, regresó a
Vladimir-Suzdal'. Para asegurar su posesión sobre Kiev, Mihail la ocupó en
persona (1238-1240 y 1240-1243, con la única interrupción de Rostislav III
Mstislavič II en 1240).
j) La amenaza mongol
Evidente el principal peligro para los
principados rusos primitivos provenía de oriente. los rumores acerca de un gran
Imperio nuevo en Oriente llegaron incluso hasta la corte papal. Los espíritus
ingenuos esperaban encontrar en este imperio un aliado de los cristianos en su
lucha contra el islam para conquistar Tierra Santa, principalmente cuando
ciertos pueblos islámicos fueron víctimas suyas. Pero Temujin, elevado a jefe
en 1206 por una asamblea de las tribus mongólicas, y como khan adoptó el nombre
de Genghis, tenía otros planes que no eran precisamente ayudar a los cristianos
en su lucha contra sus enemigos islámicos. Durante una larguísima marcha
triunfal sus ejércitos sometieron, en los dos primeros decenios del siglo XIII,
a China, que abarcaba el territorio de Khwarizm, en Asia central, el Turquestán
occidental y Persia, y penetraron a través del Cáucaso, en las estepas entre el
mar Negro y el Caspio. Allí un grupo de exploración tropezó con los cumanos,
quienes pidieron ayuda a los príncipes rusos contra los desconocidos y temibles
enemigos. Muchos de ellos se aventuraron, sin pensárselo mucho, en una campaña
que acabó con la citada derrota a orillas del río Kalka, afluente del Kalmius,
al norte del mar de Azov (primavera de 1223). Algunos príncipes perecieron en
la batalla, entre ellos el que ocupaba el trono de Kiev; otros consiguieron
huir a duras penas. Pero el ejército mongol no tardó mucho en retirarse. Por
ello en la Rus' se llegó a pensar que todo había sido un castigo de Dios por
los pecados cometidos; no supieron quienes eran estos mongoles o tártaros, como
también se les denominaba, pues a ellos se habían unido numerosas tribus que
hablaban el turco. No fueron conscientes del peligro anunciado. Las contiendas
entre los príncipes de la dinastía de los Rjuríkidas siguieron adelante.
Por tanto, en la Rus' de Kiev no se supo
que a la muerte de Genghis Khan (1227) los mongoles habían nombrado Gran Khan a
su hijo Ögödei, y que en una reunión del reino celebrada en el años 1235 en
Karakorum, sede del soberano, se habá decidido atacar a Occidente, nombrando
para ello general del ejército a un nieto de Genghis Khan, Bātū, quien en
la repartición de 1229 le había correspondido la parte suroccidental
del reino. Tras una serie de cuidadosos preparativos, Bātū inició la
ofensiva con sus mongoles y las tribus turcas pertenecientes a su parte del
reino cuya lengua y religión, el islamismo,
adoptaron posteriormente los propios mongoles. Sus primeras víctimas
fueron los búlgaros del Volga, cuyo reino en torno a Kazán, en el curso
medio del Volga, aún seguía teniendo bastante importancia como centro
comercial entre occidente y Oriente y había ofrecido una
enérgica resistencia a los ataques del gran duque
Jurij II. En el invierno de 1237-1238 los mongoles penetraron en los
principados de Rjazan, Vladimir y Suzdal. Aquí murió el gran duque
Jurij II y todos sus hijos. Bātū llegó incluso a las puertas de
Toržok, en la zona fronteriza con Novgorod, pero tuvo que retroceder al
convertir el deshielo los caminos en barrizales. Gracias a esto
Novgorod y los principados del noroeste no fueron
molestados. Bātū mandó construir una residencia en Sarai, en el curso
bajo del Volga, y desde allí atacó a los principados del sureste. En 1239
cayeron sobre Černigov y Perejaslavl', y el 6 de diciembre de
1240 la antigua capital del reino, Kiev. En una rápida ofensiva penetraron en
Polonia, tomaron Cracovia, saquearon Breslavia y vencieron en la batalla de Legnica
(9 de abril de 1241) a un ejercito formado por polacos y
alemanes al mando del duque Henryk II de Wroclaw, que también perdió
la vida. A continuación también penetraron a través de Moravia en Hungría. El
rey Bèla IV, que había pedido ayuda en vano al Papa y al emperador, huyó a una
isla de Dalmacia. El mundo europeo debe agradecer tan solo a la circunstancia
de que en diciembre de 1241 muriera el gran khan Ögödei, el
que Bātū se retirara en la primavera de 1242 para participar en las
nuevas elecciones del gran khan celebradas en Karakorum.
Mientras que para Polonia, Silesia, Moravia y Hungría la
campaña de los mongoles representó un acontecimiento terrible,
pero único y en general pronto olvidado, para los principados del
antiguo reino de Kiev significó un cambio en su destino. Muchos de
ellos quedaron sometidos al domino mongol, y los restantes se subordinaron
libremente a él, como fue el caso de Novgorod. Sin embargo, prosiguieron los
contactos de Novgorod, especialmente, pero también de Polock y Smolensk con la
zona del mar Báltico. pero durante una serie de siglos también
sobre estos principados pesó el yugo del dominio mongol, si bien éste fue mucho
más duro en los restantes principados rusos primitivos.
Después de que Batū estableciera Sarai
como la capital de la Horda de Oro, ordenó a cada príncipe visitarle
y obtener una patente (iarlyk) para gobernar su dominio. En 1243
Jaroslav II de Vladimir-Suzdal', que había sustituido a Jurij II como príncipe
senior después de que los tártaros le asesinaran, fue el primero en inclinarse
ante Batū. Como recompensa el khan le nombró príncipe senior de la Rus' y le
designó en Kiev en lugar de Mihail. En 1245 Daniil obtuvo el iarlyk para
Volynia y Galič. Al año siguiente Mihail viajó a Sarai, pero Batū le ejecutó
porque rechazó adorar un ídolo. Durante el llamado periodo de yugo mongol que
siguió, el centro de poder cambió de Kiev a Moscú donde los descendientes de
Vsevolod Gran Nido, al convertirse en vasallos subordinados de los tártaros,
lograron la supremacía.
|
los Principados Rusos en 1246 |
5. Las relaciones exteriores durante el
periodo de decadencia de Kiev
Con el traslado de la residencia del gran
duque hacia el noreste, a Vladimir, junto al Kljaz'ma (1169), quedó de
manifiesto que la antigua capital del reino, Kiev, únicamente conservaba su
importancia como sede del metropolitano, es decir, de la cabeza de la iglesia
ortodoxa de las Rus' primitiva. Las extensas relaciones de la ciudad de Kiev
siguiendo el curso inferior del Dniéper hacia bizancio y Asia central
habían ido disminuyendo ya a lo largo del siglo XII. La conquista de
Constantinopla por los miembros de la Cuarta Cruzada (1204), y el nacimiento de
un imperio y patriarcado latinos en el Bósforo provocó no solo la pérdida de
las relaciones económicas, sino también de las eclesiásticas con Kiev. En
adelante los venecianos dominaron el comercio en el Mediterráneo oriental y en
la salida del mar Negro. El patriarca ortodoxo de Constantinopla había huido a
Nicea, en Asia Menor. Sin embargo, la Iglesia ortodoxa de la Rus' primitiva no
rompió con él, reconociendo, por el contrario, al emperador bizantino
residente y elegido en Nicea como señor legítimo sobre el Imperio y
la Iglesia. Así, por parte de la Iglesia se hizo más profundo el abismo
existente con el Occidente latino.
Independientemente de esto las relaciones de los príncipes de la dinastía
de los Rjuríkidas con Occidente no se relajaron aún. A lo largo del siglo XII
se celebraron numerosas uniones matrimoniales con los Piast polacos, los
Przemyslidas bohemios, los Arpades húngaros, los duques pomeranios y también
con las dinastías principescas escandinavas y alemanas, sin que todas ellas
trajeran consigo necesariamente consecuencias de orden político. En las luchas
entabladas ente Jurij Dolgorukij, de Suzdal-Vladimir y su sobrino Izjaslav II
por Kiev, éste último contó con el apoyo del rey Geza II de Hungría; de esta
forma entró en oposición con el emperador bizantino Manouēl I
Comneno (1143-1180), que precisamente por aquella misma época se había unido al rey Konrad III Hohenstaufen para combatir los planes de conquista del rey de los normandos
sicilianos Roger II en el Mediterráneo oriental. Cuando Izjaslav nombró
metropolitano a un eslavo oriental, Clemente de Smolensk, el patriarca de
Constantinopla no lo confirmó, y Jurij Dolgorukij, al conseguir la soberanía
sobre Kiev en 1154, le destituyó. Esta fue, sin embargo, la única consecuencia
directa de esta relación pasajera y más estrecha de Kiev con Occidente.
Por el contrario, la independencia
política exterior de los distintos principados puso a éstos en contacto con las
distintas potencia europeas occidentales y septentrionales. Desde la fundación
de Lübeck en 1158, y desde que los comerciante alemanes penetraran hacia 1160, a
través de Visby, ciudad de Gotlandia, en el mar Báltico, haciendo retroceder a
los comerciantes rusos y principalmente daneses, las relaciones comerciales y
culturales que desde hacía siglos unían a Suecia y Dinamarca con las
costas del golfo de Finlandia y de Riga sufrieron poco a poco numerosos
enfoques. El comercio por el Dvina había inducido al principado y la ciudad de
Polock a fundar, a finales del siglo XII, algunos puntos de apoyo y finalmente
incluso pequeños principados en el territorio de los infieles livonios y
letones; Novgorod no solo comerciaba a través del mar Báltico hasta
llegar a Lübeck, que ya existía de forma documentada hacia 1160, sino
también hacia el este y el norte, donde aprovechó un inmenso territorio
colonial que llegaba hasta el mar blanco y los Urales. Su ciudad adjunta,
Pskov, situada en el territorio limítrofe con las tribus infieles de los
estonios báltico-fineses, hizo extensiva su esfera de influencia al país de los
estonios y al territorio septentrional de los letones. También el principado de
Smolensk, cuya área de domino abarcaba el curso superior del Dniéper,
del Dvina y del Moscova, ganó en importancia gracias al comercio por
el Dvina como lugar de tránsito hacia el este o el sur, mientras que
los comerciantes alemanes visitaron regularmente desde 1160 la
desembocadura del Dvina. Aproximadamente en el año 1180 un capellán que acompañaba
a los comerciantes, Meinhard, canónigo agustino del monasterio
de Segeberg, en Holstein, comenzó a ejercer actividades misioneras entre los
livonios con el permiso del príncipe de Polock. En 1186 el Papa le consagró
como obispo de Livonia. A lo largo de escasamente dos decenios estos discretos
comienzos desembocaron en la creación no solo de un obispado latino, sino
también de una colonia alemana. El tercer obispo de Livonia, Albert de
Buxhövden, miembro de una familia de nobles ministeriales del arzobispado de
Bremen, fundó en 1201, la ciudad de Riga, en 1202 la Orden de los Portaespadas
e inició la sumisión de los livonios y los letones. Los principados secundarios
de Polock, Kukenois y Gerzike fueron víctimas de los alemanes del Báltico. En
el año 1219 el rey Valdemar II inició una campaña hacia Estonia y fundó, en el
emplazamiento del castillo de los estonios, Lyndonisse, la ciudad de Reval. Su
nombre estonio (Tallin = ciudad de los daneses) hace referencia a esto. La
Estonia septentrional se convirtió en una colonia danesa en la que
naturalmente, se establecieron principalmente caballeros y ciudadanos alemanes,
mientras que la Estonia meridional, Livonia y Letonia fueron sometidas por los
alemanes. Se fundaron dos obispados más, Dorpat, junto al emplazamiento del
castillo estonio de Tartu, y el Ösel-Wiek. En 1237 la orden Teutónica, que ya
actuaba desde 1231 en el curso bajo del Vístula en territorio prusiano, se hizo
cargo de la herencia de la Orden de los Portaespadas, casi exterminada en su
lucha contra los lituanos. En años sucesivos, la orden Teutónica sometió
también el territorio de los semigalios de Letonia y de los curos, sin
conseguir dominar a los lituanos, parientes cercanos de los prusianos y de los
letones, y, al igual que éstos, infieles. Los pequeños principados lituanos no
solo dirigieron sus ataques contra la colonia alemana en desarrollo de Livonia,
sino que también contra sus vecinos orientales y meridionales, iniciando un desarrollo que en
época posterior alcanzaría una fatal importancia para todo el oeste y suroeste
de la Rus' primitiva.
II. El Periodo Moscovita
1. La época del dominio mongol directo.
Tras la retirada a Asia de las hordas
tártaras, los supervivientes salieron de sus escondite en los bosques y se
llevó a cabo con bastante rapidez la reorganización de las regiones
menos afectadas. los príncipes independientes del noreste de Rusia ni
siquiera habían interrumpido sus contiendas intestinas por la campaña
de Bātū. Seguramente pensarían que al igual que los ataques de pueblos
nómadas en siglos anteriores, también éste tendría el carácter de
"acción" única, sin mayores consecuencias. Este pensamiento se vio
reforzado al formarse el dominio mongol sobre Europa oriental muy lentamente,
pues en los grandes principados eslavos orientales no llegaron a permanecer
nunca grandes contingentes de tropas. por otra parte, la atención de Bātū
estuvo durante diez años puesta primero en sus desavenencias con el gran
khan Güyüg en Karakorum y posteriormente en el afianzamiento en el sur de
su propio reino.
Aprovecharon este periodo de respiro aquellos príncipes que no tenían al
intención de someterse a la voluntad de los mongoles. Exponentes de este
pensamiento eran el gran duque Andrej II Jaroslavič de Vladimir en el noreste y el
príncipe Daniil Romanovič de Galič-Volynia en el suroeste. Ambos siguieron frente
a los mongoles la misma política ambigua, que consistía en un sometimiento
aparentemente nominal y una simultánea concentración de sus fuerzas en el
interior. En oposición a éstos se reunió otro grupo en torno al príncipe de
Novgorod, Aleksandr I, llamado Nevskij, hermano de Andrej, cuyas
ideas políticas se caracterizaban principalmente por sus luchas ofensivas
contra la penetración de los suecos en el Neva (1240) y contra la orden de los
Caballeros Teutónicos en el lago Peipus (1242). Ante el dilema de tener que
elegir entre someterse a los mongoles, o a los cercanos y, por tanto,
peligrosos "latinos" que amenazaban al mismo tiempo la fe ortodoxa,
Aleksandr decidió cooperar con los infieles nómadas. Por otra parte, el
compromiso antimongol de su hermano le ofrecía la posibilidad de despojarle,
con ayuda de Bātū, de su dignidad de gran duque. Como puede
observarse las familias seguían divididas.
En 1250-1251 la consolidación económica y militar del noreste de Rus'
y de Galič-Volynia estaba tan desarrollada que Andrej y Daniil se quitaron por
fin las máscaras y contrajeron una alianza. Fue entonces cuando Aleksandr Nevskij vio
su oportunidad. Intrigó contra Andrej ante Bātū y consiguió que se pusiera
de su lado una gran parte de la nobleza, que seguramente temía las
represalias tártaras en caso de una insurrección. En general también el clero
tomó partido a su favor, pues desconfiaba de una posible amistad de Daniil
con los latinos, debido a las negociaciones con el papa y a su alianza con Béla
IV de Hungría. Bātū, después de otorgar la dignidad de gran duque de
Vladimir a Aleksandr Nevskij, envió en 1252 dos ejércitos en contra
de los compañeros de coalición. Andrej fue derrotado en la batalla de
Perejaslavl'-Zaleeskij, mientras que Daniil logró retrasar su definitiva
sumisión hasta el año 1258-1259. Con ello desaparecía durante más de un siglo
la oposición organizada al dominio mongol. Debe aclararse , sin embargo, que
las causas de esta derrota no se deben exclusivamente a la superioridad de los
mongoles, sino también a la disposición de gran parte de las
capas sociales altas de los eslavos orientales a colaborar con
ellos. Igualmente cabe resaltar que la ambigua política oriental del
Papa Inocencio IV, que, por una parte, intentaba aunar a las dos
Iglesias en una coalición antimongólica y, por otra, animaba a la vez a
los suecos y a los caballeros de distintas Órdenes a realizar cruzadas en el
territorio eslavo oriental, contribuyó decisivamente a este colaboracionismo.
Durante el gobierno de Aleksandr Nevskij como gran duque
(1252-1263) se consolidó definitivamente el dominio mongol. Al sistema se
incorporaron también todos aquellos territorios que
las tropas de Bātū aún no habían sometido, como, por ejemplo, el
territorio de Novgorod. Aleksandr supo sofocar enérgicamente los
levantamientos.
La política del gran duque Aleksandr, claramente encaminada a cumplir los
deseos de los mongoles, obtuvo sus frutos. no solo protegió al noreste de la
Rus', en vida de Aleksandr, de otros ataques más graves de los jinetes nómadas,
sino que al mismo tiempo facilitó al gran duque el suficiente apoyo frente al
Gran Novgorod y el principado de Tver principalmente, donde se fundían de modo
latente corrientes antimongólicas que salían a la luz periódicamente. Ante los
crecientes problemas, sus sucesores no fueron capaces de mantener la posición,
realmente fuerte, que Aleksandr había tenido, gracias ante todo a su gran
autoridad personal. Estos dependían en grado cada vez mayor de la ayuda de la
Horda de Oro para lograr imponerse a los restantes príncipes. En 1273 el gran
duque Vasilij Jaroslavič (1272-1276) utilizó abiertamente tropas mongolas para hacer
frente a la rebelde Novgorod. Durante los últimos 25 años del siglo XIII la
debilidad del gran duque de Vladimir era tan evidente que los khanes fueron
empleando progresivamente a los príncipes de Rostov como personas de confianza.
Cuando hacia 1270 Nogai, mayordomo (emir) de los khanes que había conseguido
poder y prestigio, se introdujo cada vez más en la política exterior, sentando
así las bases para la separación de la Horda de Nogai en Qipčak occidental,
muchos príncipes eslavos orientales aprovecharon esta ocasión para
ampliar su campo de acción valiéndose de las disputas existentes ente las
dos agrupaciones tártaras. Ello provocó a su vez una serie ascendente de
injerencias militares de los mongoles, que, junto con los continuos ataques
lituanos y las querellas intestinas de los príncipes colocaron hacia
1280 a la Rus' nororiental al borde del precipicio. Las crónicas nos informan
de 15 acciones militares perpetradas por los mongoles ente 1273 y 1297. Las
fuentes contemporáneas comparan, por sus consecuencias la campaña de Tudāns en
1293 con la de Bātū.
La matanza se prolongó inexorable durante los primeros veinticinco años del
siglo XIV. En la lucha por el título de gran duque cristalizaron principalmente
dos dinastías rivales que luchaban entre sí con todos los medios a su alcance y
sirviéndose de la alternativa de la ayuda tártara: la de Tver y la de Moscú. Se
consiguió una cierta tranquilidad en el país cuando en 1328 Iván I de Moscú
logró asegurar definitivamente el gran ducado para su familia gracias
a las acertadas relaciones mantenidas con los tártaros.
Mientras tanto el poder de la Horda de Oro había alcanzado con el
khan Ūz-Bīk (Öz-Beg) (1313-1342) un último apogeo y dominio tártaro sobre
los eslavos orientales seguía siendo indiscutible. Sin embargo, parece ser que
en la mayoría de las cortes desapareció, como muy tarde durante el reinado de
Iván I, la representación perpetua del khan en la persona de sus delegados (baskakes).
2. El desplazamiento demográfico y sus consecuencias
Una de las consecuencias más importantes del ataque mongol para la historia de
Rusia fue el desplazamiento demográfico que éste provocó. No cabe duda de que
las regiones más meridionales, situadas ente el curso superior del Dónetz y el
Bug meridional, es decir, los principados de Perejslavl' y Kiev, así como el
territorio meridional de los principados de Černigov y Novgorod-Severskij,
ya habían quedado enormemente despoblados a raíz del
ataque mongol. Kiev, la "madre de las ciudades de la Rus'", vino
a menos y la ciudadela permaneció casi desierta hasta la entrada de la Edad
Moderna. Fue mucho más tarde cuando comenzó el desplazamiento demográfico en el
noreste de la Rus', en la zona comprendida ente el Oka y el Volga.
Precisamente en estas regiones se formó casi inmediatamente después de la
campaña de Bātū una oposición militar
contra los mongoles. Tan solo cuando, a raíz de la muerte de
Aleksandr Nevskij, los mongoles se vieron obligados a intervenir durante más
de medio siglo y de manera cada vez más intensa en la política interior rusa
debido a las resucitadas contiendas principescas, muchos habitantes de las
regiones más regular y duramente afectadas buscaron su salvación en
la huida. No se debe a la casualidad que se trate en este caso de las
regiones localizadas junto al Kljaz'ma cercanas a la estepa, de Murom y Rjazán
y del principado de Perejaslavl'-Zalesskij. Naturalmente
la despoblación no fue tan intensa como en el sur, pero suficiente
como para que los príncipes de Rjazán dispusiera a finales del
siglo XII el traslado de su sede desde la antigua Rjazán, muy cercana a la
estepa, siguiendo el curso ascendente del Oka hacia Perejaslavl', a la actual
Rjazán. El debilitamiento de la autoridad de los grandes duques de
Vladimir a raíz de la muerte de Aleksandr también permite deducir
una despoblación y disminución de los recursos
en los territorios en cuestión.
Fueron tres los centros especialmente favorecidos por el movimiento
demográfico: Galič-Volynia en el suroeste, los principados de Moscú y Tver
en el oeste, y, finalmente las vastas regiones boscosas al norte y noreste del
curso superior del Volga. por tanto, no resulta sorprendente que las zonas
preferidas por la inmigración se convirtieran en los nuevos centros de poder de
la época mongola, mientras que los antiguos centros de dominio, situados en las
regiones abandonadas, como, por ejemplo, el caso de Kiev y posteriormente
también de Vladimir, junto al Kljaz'ma, decayeran.
Consecuentemente con esta nueva situación, Daniil de Galič-Volynia intentó
sanear su reino dando hospitalidad a los fugitivos que provenían principalmente
de las zonas limítrofes con las estepas situadas entre el Dniéper y el
Dniéster. Este potencial de energía concentrado en su área de dominio le
ofrecía la posibilidad de desarrollar una política obstruccionista frente a los
mongoles, así como de bloquear eficazmente sus fronteras septentrionales frente
a la progresiva presión de los lituanos. Incluso después de que el general
tártaro Burundai consiguiera en 1258-1259 la sumisión real del principado
cambió poco la situación. Galič-Volynia permaneció, al contrario que
Podolia, situada más hacia el este, relativamente segura ante los mongoles, si
bien las tropas de la Horda de Oro solían saquear la región de sus
"aliados" en su paso hacia Polonia o Lituania. Daniil regresó en 1259
a su patrimonio en calidad de soberano. Aunque sus sucesores no fueron capaces
de recobrar el antiguo poderío, su gran interés por los acontecimientos
políticos de sus vecinos occidentales indica que se sentían mucho menos sujetos
a la horda que los príncipes del noreste.
Moscú estaba separada de los "campos" de Vladimir-Suzdal, pobres en
bosques y frecuentemente castigados por los mongoles, por un ancho cinturón de
pantanos boscosos, y Tver, además, por un mayor distanciamiento de la estepa.
En su evolución histórica ambas ciudades iban muy parejas; ambas había sido
durante la primera mitad del siglo XIII ciudades fortalezas de escasa
importancia, evolucionando, a raíz del ataque mongol hasta convertirse en sedes
permanentes de príncipes secundarios. Si los príncipes de Moscú y Tver se
habían convertido a principios del siglo XIV en los únicos que podían competir
seriamente por la dignidad de gran duque, resulta fácil deducir la cantidad de
transformaciones económicas que durante este corto periodo de tiempo tuvieron
que suceder par llegar a este estado de cosas.
Moscú tenía que compensar de algún modo la
ventaja que en un principio tenía Tver con respecto a Moscú como
punto de atracción para inmigrantes, debido a su favorable situación en
un punto clave del comercio por el Volga. Existían dos caminos para ello: por una parte, los príncipes moscovitas podían ampliar su área de domino
mediante la expansión territorial, ya fuera gracias a la sucesión, la compra o
la ocupación de tierras; por otra parte, también cabía la posibilidad de
desacreditar ante la corte del khan a los molestos competidores de Tver. Ambas
posibilidades fueron aprovechadas felizmente y con gran habilidad por el
príncipe Jurij I Daniilovič (1303-1325) y su sucesor Ivan I Daniilovič Kalita (1325-1340).
Los príncipes de Tver, arrinconados de esta forma poco a poco, buscaron apoyo
en su nuevo vecino occidental, el gran duque lituano Gediminas (1316-1341), con
quien estaban emparentados desde 1320. De este modo iniciaron una política que
no solo siguieron más tarde sus descendientes, sino en el siglo XV también un
grupo interno de Novgorod con el fin de defenderse de la creciente presión
que ejercía Moscú. Pero el Gran ducado de Lituania se encontraba en los inicios
de su desarrollo y no estaba en condiciones de ofrecer una protección eficaz
contra las acciones conjuntas de los tártaros y los moscovitas. Por ello,
cuando en 1327 se desencadenó en Tver un levantamiento popular contra un
gobernador tártaro, el nuevo príncipe de Moscú y hermano de Jurij, Ivan,
no le resultó difícil eliminar por un cierto periodo de tiempo, y contando para
ello con la ayuda tártara a su molesto competidor. Por otra parte, Tver estaba
tan debilitado económicamente por las represalias, que precisó cierto tiempo
para recuperarse de este golpe.
Ivan de Moscú recogió los frutos de
esa política a base de intrigas practicada desde principios del siglo
XIV. En su calidad de recaudador de tributos de la Horda en el gran
ducado de Vladimir y en Gran Novgorod no solo se apropió de parte del dinero
ingresado (de ahí su apodo "Kalita" = bolsa de dinero),
sentando así las bases financieras de su ulterior poder, sino que invirtió
gran parte de este dinero en comprar tierras: en gran parte pueblos aislados,
en parte principados completos. Estas medidas estuvieron acompañadas de una
actividad política matrimonial que atrajo a su causa a otras familias
principescas. Quedaban establecidas las bases del "periodo moscovita"
en la historiografía de Rusia.
La tercera región también favorecida por
el desplazamiento demográfico fue la región boscosa del norte de Rusia: el
cinturón de bosques de coníferas denominado taiga, que la colonización de los
eslavos orientales ya había alcanzado a finales del siglo anterior siguiendo
aproximadamente la línea Volga-Mologa-lago Ladoga-Neva, si bien no habían
llegado a sobrepasarla en el momento del ataque mongol. Mientras dispusieron de
suficientes reservas de terreno sus habitantes no habían visto la necesidad de
hacerlo, máxime cuando el bosque de coníferas no podía ofrecer al campesinado
eslavo oriental ni prados apropiados ni árboleda para sus abejas. Por
esta razón, en la época anterior a los mongoles únicamente existían pequeñas
colonias eslavas orientales aisladas en medio de esta enorme extensión
escasamente poblada por grupos fino-ugrios, con preferencia en las principales
vías fluviales del Volga pasando por los lagos Onega o Ladoga hasta el golfo de
Finlandia (por Beloozero) o hasta el mar Blanco y los Urales.
La región septentrional de esta
extensa zona boscosa estuvo dominada por Novgorod, que ya en el siglo XII
percibía tributos de los nativos valiéndose de una red de puntos de apoyo. Todo
este territorio escasamente poblado al norte y noreste del Volga estaba situado
delante de las puertas del antiguo centro demográfico en torno a
Vladimir-Suzdal y por ello ofrecía otra posibilidad de refugio ante los
tártaros. A pesar de sus tierras poco fértiles, de su mayor cantidad de
pantanos y de su menor capacidad de explotación agrícola, gran parte de
los que huían elegían este camino. Esta emigración masiva se realizó a través
de tres diferentes vías principales: hacia el norte, siguiendo el curso del
Mologa y el Seksna; hacia el noreste, siguiendo el curso ascendente del
Sujona hacia el mar Blanco y el Vycegda, que transcurría por regiones
ricas en animales de pieles al oeste de los Urales, y finalmente hacia el
este por las cuencas del Unza y el Vetluga, con ramificaciones hacia el Viatka.
3. La amenaza lituana
El hecho de que el centro de gravedad de
la Rus' se desplazara hacia el noreste tampoco puede considerarse una
consecuencia del ataque mongol, sino de una evolución iniciada en el siglo XII.
A raíz de la segunda campaña de Bātū y de la continua despoblación de
las regiones más expuestas, en el curso medio del Dniéper, no podía
pensarse de ninguna manera en la restauración de Kiev como sede del
gran duque. Mas, cuando finalmente también el metropolitano consideró
la situación y se trasladó hacia 1300 a Vladimir con el fin de
restablecer la "armonía" entre el poder eclesiástico y terrenal, tan
necesaria para la Iglesia ortodoxa, este fue a alojarse de nuevo en un país
enfermizo. A raíz de la muerte de Aleksandr Nevskij tampoco residió el gran
duque en Vladimir, sino en su propio patrimonio; y los príncipes luchaban por
el título de gran duque solo por el honor que ellos representaba y por los
territorios de él dependientes (Vladimir, Perejaslavl'-Zalesskij,
Kostroma y posteriormente también Niznij-Novgorod y Gorodec, sobre el
Volga). Así pues, los metropolitanos se vieron obligados a decidirse por uno de
los dos poderes florecientes del noreste. La tolerancia religiosa de los
tártaros facilitó que aquéllos, tras, unas primeras simpatías por Tver, se
decidieran finalmente por los príncipes de Moscú, simpatizantes de los
tártaros, y que el metropolitano Teognosto ya residiera en Moscú desde
1325-1326. Al asegurar Ivan Kalita definitivamente en 1328 el
título de Gran Duque para su dinastía las dos autoridades máximas del mundo
ruso-ortodoxo se hallaban reunidas en un mismo lugar después de 170 años
aproximadamente.
Igualmente se remonta a tiempos premongólicos la amenaza que para los
principados secundarios occidentales significaban los lituanos. Ya a finales
del siglo XII y comienzos del XIII saqueaban las bandas lituanas -a menudo
requeridas como tropas auxiliares en las contiendas internas de los príncipes
rusos- los principados vecinos de Polock, Smolensk, Turov-Pinsk e incluso parte
de Volynia. durante la primera mitad del siglo XIII se realizaron las primeras
uniones matrimoniales entre familias de príncipes eslavos orientales del Dvina
y grandes lituanos, llegando incluso algunos príncipes lituanos a asentarse con
carácter transitorio en Polock. La amenaza se hizo real cuando en 1240 y en
1250 se logró la consolidación interna de Lituania bajo el reinado de Mindaugas
I (c.1238–1263), y se empezaron a concebir ideas expansivas. Si bien es cierto
que el particularismo de los principados udel de la Rus'
premongólica preparó el terreno, este auge del poder lituano fue desencadenado
sin duda alguna por los trastornos que el ataque mongol produjo en el mundo
eslavo oriental. Obstaculizada su expansión hacia el oeste por el
establecimiento de la Orden Teutónica en Prusia y Livonia, y a partir de
comienzos del siglo XIV también por el fortalecimiento de Polonia, los grandes
duques lituanos tuvieron que fijarse irresistiblemente en sus vecinos
orientales debido al vacío de autoridad allí existente. Los principados udel de
la Rusia occidental se hallaban demasiado alejados del área de dominio de la
Horda de oro como para poder ser protegidos por ésta de forma eficaz en contra
de sus inmediatos vecinos, los lituanos.
A la muerte de Mindaugas (1263), de los territorios eslavos orientales
conquistados, únicamente quedó bajo dominio permanente lituano la llamada
"Rusia Negra", en el curso superior del Niemen, junto a Grodno y
Novogródek, pero al unir de nuevo Vytenis (1294-1316), a finales del siglo
XIII, todo el poder lituano en sus manos, comenzó la fase decisiva de su
expansión. El propio Vytenis anexionó Polok en 1307. Su hermano y sucesor
Gediminas (1316-1341) logró ampliar su área de dominio hasta el Bug occidental
y más allá del Pripet y ejercer su influencia también en Smolensk. Finalmente,
Algirdas u Olgerd (1345-1377), a quien su hermano Keskutis, responsable
de la defensiva, cubría las espaldas, se apoderó, ganando al rey
polaco Kazimierz III, de Galič-Volynia, quedándose finalmente con Volynia
y Podolia oriental. Con la conquista de Kiev, y de casi toda la cuenca del
Dniéper central llegó a dominar más del 60 % del antiguo reino de Kiev. con
ello quedaba trazado el punto de partida para la siguiente rivalidad con los
grandes duques de Moscú por la soberanía de todo el territorio de la Rus'. El
intento de proporcionar a Kiev un nuevo significado como antiguo centro
espiritual y cultural de la Rus' mediante la creación de una metrópoli propia
nunca tuvo éxito, porque los grandes duques lituanos carecían de legitimidad como
soberanos ortodoxos. Algirdas también llegó a dar el paso decisivo de trasladar
su residencia desde Vilna a Kiev y así reclamar abiertamente la sucesión de los
grandes duques de Kiev. Por consiguiente su política oriental se resintió de
esta última consecuencia, lo que, junto con los vínculos de los intereses
polacos, favoreció en la época posterior la victoria de Moscú.
Sobre el suelo de esta potencia que de nuevo nacía en el siglo XIV tras la
fragmentación en principados secundarios del territorio eslavo oriental se
ratificó también la forma definitiva de la individualidad racial de los pueblos
de la Gran Rusia, la Rusia Blanca o Bielorrusia y la Pequeña Rusia o Ucrania.
Una vez que el progresivo fraccionamiento en principados secundarios en los siglos
XII y XIII y la transmutación demográfica provocada por el ataque mongol
hubieron preparado el terreno, fue la constelación político-territorial de la
Alta Edad Media la que dio el impulso definitivo para el desarrollo paulatino
de las tres nacionalidades.
Envueltas en tres reinos, de los que Polonia y Lituania, por un lado, y el gran
ducado de Moscú, por otro, se enfrentaban como irreconciliables rivales, las
generalidades fueron desapareciendo a lo largo de los siglos XIV, XV y XVI. En
el territorio de Moscú, y debido a la colonización de los espacios inmensos del
norte de Rusia, colonización que llega hasta la Edad moderna, prosiguieron como
antes los procesos de asimilación entre la población eslava y la autóctona, en
su mayoría fino-ugria. Finalmente en la formación de la nacionalidad ucraniana
desempeñó un importante papel el hecho de que Polonia, una vez que se hubo
apoderado de Galič tras las luchas mantenidas con Lituania a mediados del siglo
XIV, también se anexionara, mediante la unión de Lublín en 1569, los voivodatos
lituanos situados al sur del Pripet. La unión de Brest, que en 1596 fusionó la
Iglesia ortodoxa de Polonia y Lituania con Roma, suscitó
una tensión confesional, si bien es cierto que en la
época posterior solo parte de los creyentes se sintió atada a esta unión.
4. El auge de los duques de Moscú
(desde mediados del siglo XIV hasta mediados del siglo XV)
El hecho de que la rama moscovita de los
Rjuríkidas pudiera asegurarse con carácter permanente, gracias al apoyo que
buscaron en los tártaros, el título de gran duque y el Gran Ducado de Vladimir
unido a éste, y de que, partiendo de esta base, pudiera someter uno
tras otro a los restantes principados y a los restantes principados y a los
otros principados y a los otros territorios, no fue en modo alguno consecuencia
de un proceso lineal y en cierto modo obligado. Si bien el conjunto de
diferentes factores creo una pauta para el auge de Moscú, éste no estaba aún
tan desarrollado como par superar sin más las eventuales crisis.
La figura trascendental del metropolitano Aleksej (1357-1378)
alcanzó una importancia trascendental para la salvaguardia del predominio
moscovita en semejante situación de crisis. Al morir el gran duque Iván
II en 1359 dejando dos hijos menores de edad, fue Aleksej quien, con
todo el peso de su autoridad eclesiástica, se ocupó de que, tras un breve
intermedio, le fuera entregado al joven Dmitrij Ivanovič de
nuevo en 1362-1363 el Gran Ducado de Vladimir (IV de Vladimir [1562-1589]
y I de Moscú [1359-1389]). Apoyó a
Dmitrij al desarrollar éste una política ofensiva y ensanchar sus dominios
incorporando una serie de principados más allá del Volga hacia el noreste hasta
Beloozero y Galič. De los nuevos tres "Grandes Ducados" que los
tártaros crearon a mediados del siglo XIV con el fin de equilibrar el creciente
poder moscovita (Tver', Rjazan', Suzdal'-Niznij-Novgorod), Dmitrij logró
controlar el último. También consiguió vencer en la segunda fase la lucha
decisiva con Tver' (1368-1375); aunque el Gran Duque Mihail
Aleksandrovič de Tver' conservó su independencia, tuvo que reconocer a
Dmitrij como "hermano mayor", es decir, como superior, y admitió
ciertas limitaciones a su política exterior.
Si bien el respaldo que el metropolitano a las pretensiones políticas del joven
Dmitrij se hallaba desde luego dentro de la tradición bizantina de la Iglesia
ortodoxa, la "armonía entre el poder eclesiástico y el laico adquirió un
nuevo matiz, evidentemente nacional. El gran duque de Moscú, como paladín de la
unidad estatal de todos los eslavos orientales ortodoxos: esta concepción se
oculta (aunque aún no de forma manifiesta) tras la política de Aleksej, cuya
procedencia de una antigua familia de boyardos de Černigov favoreció
indiscutiblemente su gran deseo de responsabilidad y acción política. pero, al
mismo tiempo, esta clara toma de partido,
incluso identificación de la ortodoxia con Moscú abrió las puertas
para una posterior y fatal evolución, que con la progresiva superioridad
de la parte laica convirtió finalmente a la Iglesia estatal ortodoxa en
apologista ideológico del régimen autocrático.
Mas la estrecha fusión de la política imperialista y eclesiástica no puede
considerarse aislada de la nueva orientación concreta de la política
exterior que introdujeron por primera vez en los años sesenta del
siglo XIV el gran duque y el metropolitano. Empujados por el
proceso de descomposición de la Horda, que alcanzó su primer momento
culminante durante ese decenio y que permitió al gran duque de Lituania ampliar
su reino hasta Kiev, Dmitrij y Aleksej intentaron, en primer lugar, apoyándose
hábilmente en la Horda de Mamāy, abandonada por Sarai, expulsar a los
príncipes fieles a Sarai y así ampliar la zona de dominio moscovita.
También parece pertenecer a esta época la pretensión moscovita de convertir la
región del principado de Vladimir en "patrimonio" (otčina), es
decir, anular el derecho del khan de la Horda a adjudicarla libremente.
La política de Dmitrij empezó a resultar demasiado afortunada a los ojos
de Mamāy; apoyando por ello cada vez más a Tver' y Rjazan contra
Moscú y llegando incluso a cerrar un pacto con Lituania. Dmitrij ya se sentía,
a raíz de la victoria sobre Tver', lo suficientemente fuerte como para atreverse
a luchar contra Mamāy. Naturalmente él no buscó este conflicto, pero tampoco
pudo evitarlo cuando se recrudecieron los incidentes fronterizos. Su
victoria sobre el ejército tártaro, en la batalla de Kulinovo, no lejos
del Don, en el año 1380, no supuso la independencia de la Horda, pues el
khan, Tūqtāmīš conquistó en 1382 Moscú, pero la independencia empezó a
convertirse en un poderoso ideal moral. A Dmitrij se le conoció a raíz de esto
con el sobrenombre de "Donskoj" (= del Don). Por primera vez habían
perdido los tártaros la aureola de su invencibilidad en batalla abierta. El
gran duque de Moscú había pasado de ser el esbirro del jefe pagano de los
nómadas a su rival más poderoso y con ello también a ser el defensor, en el
campo eclesiástico y nacional, de los eslavos orientales ortodoxos.
Los "grandes duques" de Tver' y Rjazan estaban desacreditados desde u
punto de vista religioso por su colaboración con Lituania y la Horda. Así,
la victoria en el campo de Kulinovo, aunque el metropolitano no vivió
y apara verlo, fue la coronación de
sus aspiraciones políticoeclesiásticas e imperialistas.
Aunque los grandes duques de Moscú no pudieron evitar en
los siguientes decenios tener que recurrir al soberano y a las
hábiles maniobras entre los grupos de poder tártaro, la autoridad moral y la
ambición política que de ella resultó -que Dmitrij Donskoj había dejado a sus
descendientes como fruto de su victoria aislada en el campo de Kulinovo-
avivaron aquel constante viento que elevó definitivamente a los grandes duques
en las siguientes generaciones. Al mismo tiempo, y debido a la paulatina fusión
de la dignidad del gran duque de Vladimir con el "patrimonio"
moscovita a partir de Dmitrij Donskoj, la antigua residencia principesca fue
perdiendo cada vez más importancia, y en la conciencia de los hombres el gran
ducado se asoció definitivamente al de Moscú, que dio nombre a un
largo periodo de la historia de Rusia.
Los jefes tártaros que sucedieron a Mamāy -el khan Tūqtāmīš y
el emir Idikū (Edige)- no tuvieron otra opción frente a la creciente
dinámica del gran ducado moscovita que apoyar con más fuerza a los restantes
"grandes ducados" y debilitar a Moscú con saqueos ocasionales de su
territorio. Con mano dura Idikū logró consolidar políticamente a la
Horda por última vez y utilizar toda su fuerza de combate en el
invierno de 1408-1409 contra el gran ducado de Moscú. La población campesina
sufrió duramente bajo las incursiones de los tártaros, pero ya no lograron
conquistar Moscú como hicieran en 1382. Cuando, a lo largo de la primera mitad
del siglo XV, se crearon a partir de la Horda nueva formas estables de domino,
como en el caso de los khanatos de Crimea y de Kazán, los tártaros eran ya
definitivamente demasiado débiles como para evitar el auge ulterior de Moscú.
No obstante, sus ataques continuaron resultando peligrosos durante más de medio
siglo.
Aprovechando igualmente el debilitamiento tártaro el gran ducado de
Lituania conoció durante el reinado de Vytautas (Witold)
(1401-1430), con la incorporación de Smolensk (1404) y con la
construcción de bases militares en la costa noroeste del mar Negro, su mayor
expansión. El brazo de Vytautas llegó a alcanzar incluso a Moscú, donde, tras
la muerte de su yerno Vasilij I (1389-1425), ejerció desde 1425 hasta 1430 la
tutela sobre su nieto menor de edad, el futuro Vasilij II Vasil'evič Tëmnyj (1425-1433;
1433-1446 y 1447-1462). Pero a la muerte de Vytautas su activa política
oriental no encontró ningún sucesor. El tratado de Krevo había abierto en 1385
la serie de uniones entre Lituania y Polonia; únicamente por el hecho
de que el gran duque lituano Jogaila (Jaguellón) (en Lituania, 1377-1381 y
1382-1401; en Polonia, 1386-1434), elegido rey de Polonia, había delegado en su
primo Vytautas la administración, prácticamente absoluta, del
gran ducado, se le había dado a éste mano libre en Oriente.
Esto fue, sin embargo, una excepción. puesto que los grandes duques lituanos
posteriores se convertían siempre con relativa rapidez en
reyes de Polonia, sin querer por ello renunciar al gran ducado, centraron
su atención forzosamente en la política exterior polaca, dirigida ante todo
hacia occidente, mientras que en el flanco oriental adoptaron un apostura
defensiva. Esto, unido a la separación religiosa de sus súbditos eslavos
orientales ortodoxos, provocada por su conversión al catolicismo
romano, ofreció en su momento al gran duque moscovita ortodoxo el pretexto
y la posibilidad de emprender el restablecimiento del antiguo reino
de Kiev también a costa de Lituania.
La muerte de Vytautas en 1430 provocó en
el gran ducado de Moscú una grave crisis interna que duró 20 años y degeneró en
una sangrienta autodestrucción. en esta ocasión no se trataba de una lucha
con los restantes grandes duques o con territorios aún independientes, sino de
un conflicto que se enconó dentro de la dinastía moscovita dominante por el
orden de sucesión. De nuevo se enfrentaban violentamente las dos formas de
derecho de sucesión a partir del seniorato y de la
primogenitura, cuyo antagonismo tanto daño causó a la Rus'.
A partir de los testamentos de los grandes duques de Moscú, puede deducirse
cómo, de acuerdo con el aumento de su poder político, los soberanos intentaban
reforzar la posición de su hijo mayor, para así excluir las luchas fratricidas.
Si Ivan Kalita había dividido su herencia, siguiendo en cierta medida el
principio de la igualdad jurídica y del gobierno colectivo, entre sus hijos y
esposa, Dmitrij Donskoj, que tuvo cuatro hijos varones, aumentó la herencia de
su hijo mayor, Vasilij, a costa de sus hermanos. Esta falta de seguridad, la
desunión territorial y la ausencia de firmeza de los principados secundarios,
pensados más para dar satisfacción a los hijos más jóvenes que para estimular
sus ambiciones, habían logrado evitar un conflicto dentro de la dinastía
moscovita mientras se mantuvo al menos en sus aspectos fundamentales la
práctica de sucesión acostumbrada. Pero cuando Vasilij I, rompiendo el
principio del seniorato practicado aún testamentariamente por su padre, no
eligió como sucesor a su hermano siguiente en edad, Jurij de Galič, sino a su
propio hijo menor de edad Vasilij (II), se cernió aquella tormenta
desencadenada al acabar tutela de Vytautas.
Jurij inició la lucha por sus derechos, lucha que a raíz de su muerte
prosiguieron sus dos hijos Vasilij el Bizco (Kosoj) y
Dmitrij Šemjaka con pretensiones ya mucho más dudosas. La
suerte de las armas cambiaba constantemente, al igual que als coaliciones, y no
solo se inmiscuyeron los enemigos rusos de Moscú, sino también los tártaros.
Vasilij II, que a causa de su juventud no estaba en condiciones de responder a
las exigencias en él puestas, tuvo que entregar tres veces Moscú al adversario.
Le quitaron los ojos y tampoco pudo evitar caer prisionero de los tártaros.
Pero puesto que su más contumaz enemigo, Dmitrij Šemjaka, no fue
capaz de mantener ninguna coalición duradera en contra suya, finalmente mantuvo
la supremacía.
El pueblo sencillo fue quien más sufrió en esta guerra civil, que evidenció una
dureza despiadada en todos los bandos. Tras los saqueos producidos por el
ataque de Idikū , tras las graves y
recrudecidas epidemias de peste y de hambre en los años 1417-1427, en
los dos decenios siguientes de guerra la miseria general se transformó en
un periodo de desolación, durante el cual se despoblaron casi por completo
ciertas regiones.
Si a pesar de las numerosas humillaciones Vasilij salió vencedor de la lucha
política interna, puede verse en ello una prueba del afianzamiento, ya
asombradamente desarrollado, de la posición de poder de Moscú. Para el pueblo
sencillo, los grandes comerciantes, la Iglesia y la nobleza de espada en
desarrollo, el gran duque de Moscú, especialmente a raíz de la victoria de 1380
sobre los tártaros, era claramente la única garantía de la estabilización aún
moderada, pero que ya se percibía tanto en la economía como en la política
interior. Con ello, sin embargo, se señala una
decisiva transformación de las estructuras políticas y la mentalidad
que concebía la soberanía del gran duque menos como un resultados de los
méritos personales del correspondiente soberano, sino que aspiraba a una
institución permanente que garantizara la protección tanto interna como externa
y que fuera independiente de la personalidad del soberano. Sobre esta base
podía prepararse entre los sucesores de Vasilij la evolución hacia la
autocracia.
5. El final de la unificación de la Gran Rusia bajo el gobierno de Moscú
El fin del conflicto dinástico interno durante el gobierno de Vasilij II inició
en la Rusia primitiva un periodo de florecimiento de más de cien años de
duración. Puesto que la autoridad de los grandes duques de Moscú se había
afirmado definitivamente, los países rusos, hasta entonces todavía
fuera de la zona de influencia de Moscú, no consiguieron mantener por más
tiempo su independencia. Tártaros y lituanos, en los cuales siempre se habían
podido apoyar los enemigos de Moscú, dejaron de ser unos aliados a tener en
cuenta: los tártaros debido a su continuo desmembramiento político
que puso fin inapelable también a su hegemonía tributaria sobre la Rus',
y los lituanos debido al crecimiento carácter defensivo de su
política oriental.
Aunque Vasilij II, después de la guerra civil y de las amplias devastaciones,
se veía obligado todavía a reconocer al gran duque de Tver' como a un igual, ya
en 1456 consiguió, mediante un ataque, obtener mayor influencia sobre la
política exterior de Novgorod. En este mismo año obtuvo también la tutoría del
gran duque de Rjazán, menor de dad, sustituida posteriormente por relaciones de
parentesco, manteniendo el ducado limítrofe bajo su tutela hasta 1521, en que
lo dominó por completo. El hijo de Vasilij, Ivan III tenía, pues, señalado el
camino a seguir.
La incorporación de los dos principados secundarios restantes, Jaroslavl',
con el que hacía mucho existían relaciones amistosas, y Rostov, no
presentó grandes dificultades. Pskov, que poco después de su separación de Gran
Novgorod (1347-1348) había buscado apoyo en los grandes duques de
Moscú como contrapeso a los intentos de presión por parte de Novgorod,
lo declaraba oficialmente desde 1469 mediante la inscripción en
su escudo: "Patrimonio del Gran Duque Iván Vasil'evič". Aunque
los gobernadores de Moscú vigilaban el sometimiento de la ciudad-estado, los
funcionarios elegidos y la asamblea del pueblo pudieron seguir llevando sus
asuntos internos hasta la incorporación definitiva en 1510.
La oligarquía de los boyardos de Novgorod reconoció definitivamente, a raíz de
la derrota de 1456, que ya no existían las condiciones para seguir su
política a caballo entre Moscú y Tver', pues Moscú había alcanzado una
supremacía evidente. Había, pues, que decidir bajo qué hegemonía, la moscovita
o al lituana, se podía conservar mayor cantidad de derechos. En vista del
desarrollo de Polonia hacia una república aristocrática,
el partido lituano obtuvo en la ciudad un gran empuje. Pero
cuando en 1471 Kazimierz IV de Polonia y Lituania fue reconocido como gran
duque de Novgorod mediante un tratado, Ivan III
intervino militarmente. Novgorod cayó y tras la aparición de nuevas
corrientes antimoscovitas en 1478
perdió definitivamente sus libertades.
No tuvo más éxito con su adhesión a Lituania el gran duque Mihail
Borisovič de Tver'. Abandonado por Kazimierz IV
y presionado militarmente por Iván III a causa de sus
contactos, traicioneros, a los ojos de los moscovitas, con los
latino, tuvo que huir en 1485 y abandonar su país. Primero en Novgorod y
luego en Pskov se aseguró el gran duque de Moscú, mediante la deportación de
casi todos los miembros de la clase superior de terratenientes, contra nuevas
tendencias independentistas.
Ivan III dejó de pagar los tributos a la Horda y el khan Ahmad intentó
en 1480 conminarle por medio de una expedición de castigo, si bien solo
se atrevió a ello contando con la ayuda de Lituania; pero, al
fallarle finalmente las tropas lituanas, se retiró sin haber obtenido
nada positivo. De esta forma la política oriental defensiva de los grandes
duques de Lituania, ocupados en Polonia, aceleró no solo el fin de las últimas
potencias importantes no moscovitas del territorio ruso, sin
también de la hegemonía de los tártaros sobre Moscú.
Por eso no es extraño que Iván III, aún antes de que Rjazan' y Pskov estuviesen
completamente integrados en su imperio, quisiera poner a prueba la capacidad
defensiva de Lituania. Al principio el gran duque no llevó a cabo una guerra de
ocupación masiva, sino que se inmiscuyó en las guerrillas de los numerosos
príncipes en las cuencas del curso superior del Oka y del Desna, que si bien
habían estado bajo la soberania de Lituania, ahora se pasaban en número
creciente al servicio de Moscú.
Aleksandras de Lituania (1492-1506; en Polonia = Aleksander,
1501-1506), que sucedió a su padre Kazimieras (en
Polonia, Kazimierz IV) como gran duque, intentó frenar el impulso
expansivo de Moscú mediante su casamiento con Elena, hija de Iván III, pero con
ello solo dio a su suegro la posibilidad de mezclarse en asuntos internos
lituanos y de lamentar la discriminación religiosa de su hija, que permanecía
ortodoxa. Iván poseía un objetivo vivo, en el que podía demostrar su
ideología basada oficialmente en su expansión occidental: "unificación del
territorio de la Rus'", es decir, de las tierras que antes pertenecían al
imperio de Kiev y la liberación de los cristianos ortodoxos del yugo de los
latinos. Asegurada la política exterior exterior por una unión con Manglī
Girāy I (1467–1474; 1475–1476 y 1478–1514), khan de Krimea, Iván estaba en
situación de arriesgarse a una guerra abierta. En la tregua de 1503,
Aleksandras, también rey de Polonia desde hacía dos años y que por dicha razón
no tenía mucho interés en comprometerse en el este, tuvo que aceptar como un
hecho el resultado de la desmembración de los principados limítrofes orientales
de su reino y las conquistas militares de Moscú: Lituania perdió la cuenca
superior del Dniéper, del Oka y del Desna. En 1514 cayó también Smolensk,
importante cerrojo situado en el camino más importante desde Moscú a Europa
central. Con ello los grandes duques de Moscú hubieron de dar por terminada la
primera fase de su expansión occidental. Si bien la región de los Rus' poblada
por grandes rusos estaba ya casi en sus manos, después de haber fallado las
ofensivas contra Livonia y contra los suecos en Carelia, careció de fuerzas
suficientes para emprender proyectos más ambiciosos hasta la mitad del siglo
XVI, en parte también porque desde 1518 el khanato de Krimea había considerado
más oportuno pasarse al lado de Lituania.
Pero en lo que se refiere a la política exterior, los caminos hacia occidente
ya estaban tendidos, y la enemistad con Lituania finalizó tan solo con las
particiones de Polonia; es así como finalmente Polonia se convirtió en la
víctima de aquella infausta Unión de Krevo. A la vez la iniciación del
conflicto abierto entre Moscú y Lituania volvió a establecer los contactos
interrumpidos en el último periodo de Kiev entre el noreste de la Rus' y Europa
occidental, pues los enemigos europeos de Polonia, y especialmente la casa de
los Habsburgo, intentaban atraer a los grandes duques de Moscú como aliados en
su juego diplomático desde finales del siglo XV. Con esto quedaba establecido
el principio del difícil y largo reencuentro entre Rusia y Occidente.
El hecho de que Iván III consiguiese
zafarse del dominio tributario de los tártaros, que durante su reinado se
acercase al fin la unificación de todos los países colonizados por grandes
rusos, que Lituania perdiese progresivamente su poder y esplendor y Moscú se
estuviese convirtiendo en la potencia más importante de Europa Oriental, todo
eso tuvo que influir en el concepto de soberano de Iván III y con ello también
en la forma de su gobierno. de hecho, la época de este gran duque
introduce una nueva fase en la historia constitucional rusa. Sin
abandonar por ello la base de la continuidad, sus cuarenta y tres años de
gobierno han servido de fundamento para aquellas formas de gobierno que en
general se conocen bajo el nombre de autocracia. En principio, la forma de
gobierno de Iván III no era una apropiación consciente o inconsciente de la
imagen del bizantino, sino tan solo la prosecución de principios más antiguos
que, naturalmente, fueron adaptados al creciente poder del gran duque. Con el
fin de subrayar sus legítimos derechos al trono durante la cruenta lucha
sostenida en contra del príncipe de Galič, Vasilij II ya mandó grabar en sus
monedas las siguientes palabras: "soberano de toda la Rus'".
Durante la última fase de su gobierno ya practicaba en el gran ducado de Rjazan
y en Novgorod la regalía de acuñar monedas, que finalmente generalizaría Iván
III. También fue él el primero que -como en Bizancio- elevó a su propio hijo
Iván a la calidad de corregente.
En la época de Vasilij II puede observarse otro paso de importancia para el
futuro: a raíz de la separación real en 1448 mediante la elección no canónica
de Jonás como metropolitano del patriarcado, acusado de herejía por su unión
con la Iglesia y después de la conquista de Constantinopla por los turcos en
1453, un sínodo de obispos rusos,convocado en Moscú en 1459, llegó a una serie
de conclusiones. El sínodo aclaraba que una vez elegido "el metropolitano
de Kiev y de toda la Rus', residente en Moscú, ya no precisaba la confirmación
del patriarca ecuménico, sino que bastaba la aprobación del gran duque de
Moscú. Esta resolución ha sido la base real de la autocefalia de la Iglesia
moscovita, si bien el "metropolitano de Moscú y de toda la Rus'",
como se denominó a partir de 1461, solo consiguió el título de patriarca
en 1589.
Iván III podía muy bien aceptar principios de este tipo y adaptarlos a su
política de fortalecimiento y desarrollo de su autoridad como gobernante.
Recordando el grave conflicto dinástico solucionado tan solo hacía unos años,
se le planteaban con la eliminación de los principado secundarios dos
problemas: impedir que resurgieran dichos principados y con ellos algunos
deseos separatistas, y como condición previa, regular con más exactitud la
cuestión de la sucesión y el derecho de herencia.
Puesto que Iván III tenía cuatro hermanos menores, que habían recibido tales
principados secundarios, este problema se le presentó con especial agudeza. Su
política pretendía evitar que estos territorios se distanciaran mediante
herencias. Por ello se apoderó por muerte o por "traición" de los
principados de sus hermanos, sin tener en cuenta a los posibles herederos,
salvo en un solo caso. Si después de él Vasiliji III e Iván IV repartían
principados secundarios a hijos menores, lo harían con la conciencia tranquila,
pues estos udely no eran sino rentas que debían asegurar a sus
hijos un sustento adecuado.
En cuanto al problema de la sucesión al trono, Iván III manifestó una
arbitrariedad autocrática hasta entonces desconocida. Tras la muerte prematura
de su hijo mayor y sucesor, Iván Ivánovič, se vio en la necesidad de
elegir entre Vasilij, hijo mayor de su segunda esposa Sofía (Zoe) Paleólogo, y
Dmitrij Ivánovič, hijo del difunto Iván. Si bien inicialmente se decidió
por el joven Dmitrij, fortaleciendo su decisión en 1498 con una pomposa
coronación como corregente, con el nombre de "gran duque de Vladimir, de
Moscú y de toda la Rus'" en 1502 se retractó, coronando a Vasilij como
corregente y sucesor. Dmitrij tuvo una horrible muerte en el calabozo. Aunque
indudablemente el cambio inesperado en la política de sucesión de Iván III se
debió menos a una extravagancia personal que a unas necesidades políticas y
eclesiásticas externas e internas, tras la consecuencia política frente a un
miembro de la propia familia llevada hasta la crueldad, ya se percibe la sombra
amenazadora de Iván el Terrible.
Se ha demostrado que el matrimonio de Iván III y Zoe, heredera de
los Paleólogo se había realizado principalmente por deseo de
la curia, interesada en la unión eclesiástica, y que Zoe no tenía ningún
derecho hereditario al trono de Bizancio, además de que en Moscú desempeñó un
papel muy modesto. La adopción del águila bicéfala por Ivan
III, probablemente no se adoptó de los emperadores bizantinos, sino del
emperador occidental, con el que mantenía relaciones diplomáticas desde 1488.
Finalmente "autócrata" es una palabra ajena a los documentos de
estado de los grande duques hasta Iván IV, y hasta el año 1859 no se convirtió
en elemento fijo del título oficial en su forma rusa: "samoderžec". Si
a finales del siglo XV se le impuso a Iván III el título de autócrata, la
iniciativa partió de la Iglesia. En un principio, Iván, al igual que sus
antecesores, normalmente solo llevaba el título de gran duque (velikij
knjaz'), al que se añadió a partir de mediados de los años 80, dudando y no
siempre consecuentemente, el atributo "de toda la Rus'" (seva
Rusi). También en lo que respecta a esta denominación ya se había
adelantado la Iglesia en los tiempos premongólicos, pero salvo casos aislados,
los gobiernos moscovitas tampoco entonces siguieron el ejemplo aislado iniciado
por Iván Kalita. El título de zar (car'), extranjerismo
llegado a través del eslavo y del griego (kaisar), con lo que las
antigua crónicas rusas designaban tanto al emperador bizantino como a los
khanes de los pueblos nómadas, solo se uso por la terminología oficial del
estado a partir de la coronación de Iván IV en 1547, aun cuando ya Iván III y
Vasilij III habían intentado introducirlo en su correspondencia con los
Habsburgo.
Como conclusión podemos decir que pocos principados rjurikidas habían
sobrevivido, si excluimos a los territorios septentrionales de Suzdalia y
Novgorod, al dominio tártaro o lituano: en Černigov se produjo una
atomización entre los descendientes de Mihail Vsevolodovic, de los cuales
a finales del reinado de Iván III solo quedaban tres líneas: los udely de Odoev, Belev
y Vorotynsk, desaparecidos en 1547, 1558 y 1573, respectivamente; el
último rjuríkida de Smolensk, fue depuesto en 1405, pasando el territorio a
Lituania; Volynia fue conquistada por los lituanos en 1324, Turov en 1318 y
Pinsk en c.1330; el principado de Polock, también se
fue subdividiendo entre varias ramas familiares hasta que cayeron en manos
de los lituanos en torno a mediados del siglo XIII; Perejaslavl' hizo lo propio c.1324;
y Novgorod-Severskij pasa a Lituania en 1362, y no volvió a recuperarse para
Moscú hasta 1454. La única rama de príncipes de la dinastía Rjuríkida
superviviente fue la de Moscú, convertidos sus miembros desde 1480 en
emperadores, aunque solo duraría un siglo más, pues su último representante Fëdor I Ivanovič murió en 1598 y el estado ruso pasó
a la familia de los Godunov.