1. La formación del
Imperio mongol de Genghis Khan
Antes de Genghis Khan (Činggis Qa'an en mongol) el nombre de "mongol" solo se aplicó a los miembros de una pequeña tribu que vivía en la zona que ahora se conoce con el nombre de Mongolia. En el extremo oriental, a lo largo de los lagos Buir-Nor y Kulun-Nor, estaban los Tártaros; al oeste de ellos, en el país regado por los ríos Tola, Orkhon, alto Onon y Kerulen, se encontraban los Keraitas; más al oeste, entre el río Selenga y el Altai, los Naimanos. Al norte de los Keraitas y de los Naimanos había otras tribus, de las cuales las más importantes eran los Oirates (Oyirad) y la de los Merkitas. Todas esas tribus, que serán designadas colectivamente con el nombre de "mongoles", estaban emparentadas entre sí por la raza y por la lengua, y aunque de una manera lejana, con los Turcos y los Tunguses.
La influencia, directa o indirecta, que China tuvo en las tribus dependió, en parte de sus respectivos poderíos militares en un momento determinado, y en parte de la receptividad de las tribus respecto a los atractivos de la civilización china. Es muy significativo de las relaciones de China con los nómadas durante la segunda mitad del siglo XII el hecho de que durante las tres centurias anteriores China septentrional había sido gobernada por dinastías de origen nómada -los Kitanes o dinastía Liao (947-1125) y los Yuchen o dinastía Chin (1122-1234) por medio de las cuales las tribus nómadas seguramente aprendieron más acerca de la civilización china que a través de los chinos directamente.
Muchos de los habitantes de Mongolia eran shamanistas, aunque el shaman (böge) solo ejerció una influencia dominante en los asuntos tribales de los habitantes de los bosques. En las estepas el liderazgo recayó en los jefes de las tribus y los clanes, cuyo "estatus" dio a la sociedad un caracter marcadamente secular y aristocrático. Los jefes tribales se llamaban khanes (qa'an) y el dirigente de una confederación de tribus tomaba el nombre de Khaqan Gran Khan). Fuera de los bosques la vida económica tomaba la forma de un nomadismo pastoril, en el cual la prosperidad y la posibilidad de supervivencia de la tribu dependía de la cualidad y la extensión de los pastos a los que tenía acceso. Entre las tribus más avanzadas el comercio ocupaba un lugar subsidiario en la economía pero no dejaba de ser importante.
La sociedad en la que
nació Genghis Khan (cuyo nombre de nacimiento fue Temujin, nacido en 1155 ó 1156)
estaba perfectamente imbuida de valores feudales y durante su vida se comportó
como un aristócrata. Nacido en el poderoso clan Borjigin, su padre Yesugei-Baghatur, era nieto de
un tal Qabul Khan, que en
su época de esplendor había hostilizado las fronteras de la China de los Yuchen
y había llegado a asumir el eminente título de Khaqan. Esta corta fase de
grandeza había finalizado cuando los yuchen persuadieron a los Tártaros de que
aplastaran a sus pretenciosos vecinos, pero el recuerdo de Qabul Khan y de su
hijo probablemente estimuló las ambiciones juveniles de Temujin.
Yesugei-Baghatur fue un producto característico del feudalismo nómada, un señor
que tenía rebaños propios y que podía reunir un fuerte séquito de parientes y
partidarios, que le ayudaron en la endémica lucha tribal de la época. Por
tanto, Temujin no fue un bárbaro de origen humilde pero genial; era, a pesar de
haber pasado su juventud en medio de grandes dificultades, el heredero de una
tradición aristocrática y de unos sueños de gloria ancestrales.
Después de la muerte
de Yesugei-Baghatur y de las desintegración de su casa, Temujin y sus hermanos
tuvieron que luchar contra la hostilidad de los clanes rivales para poder
subsistir y conservar sus pocos animales. A veces su pobreza fue tan grande que
vivieron gracias a la caza y de la pesca. Pero la participación en pequeños
feudos estimuló los instintos marciales y la capacidad de sobrevivir, de manera
que Temujin fue reuniendo gradualmente a su alrededor una pequeña partida de
hombres que se sentían atraidos por sus facultades de mando, su inteligencia y
su cautela, tanto como por su extraordinaria destreza física. Además, Temujin
disfrutaba de la protección de Tughril,
Khan de los Keraitas y antiguo aliado de su padre. El apoyo de Tughril le
proporcionó el estatus de jefe de segunda fila. Mientras tanto,
Temujin organizó a sus seguidores de forma más eficaz de lo que era usual
entre los jefes; estableció una guardia personal, dispuso un sistema de remonta
para sus hombres y utilizó mensajeros para hacer llegar a su órdenes.
Hacia el final del
siglo XII los Tártaros se volvieron peligrosamente poderosos y los yuchen de la
dinastía Chin se volvieron hacia los Keraitas en busca de aliados contra este
nuevo peligro. Tughril con el apoyo de Temujin atacó a los Tártaros desde el
oeste, mientras que los Yuchen lo hacían desde el sur; los Tártaros fueron
vencidos y dejaron de existir como tribu independiente; los yuchen otorgaron a
Tughril y a Temujin sendos títulos chinos. Pero Temujin era todavía un
subordinado de Tughril y esta situación dio lugar a malentendidos y
recriminaciones. Parece que Tughril conspiró con los enemigos de Temujin pero este
atacó a su antiguo jefe, que después de una breve guerra, fue vencido y muerto.
Temujin había alcanzado una posición de superioridad como aliado de los Keraitas, a los que había ayudado a destruir a los Tártaros. Ahora ambos pueblos eran súbditos suyos y con estas sucesivas adiciones de fuerzas atacó a los Naimanos (cuyo territorio había formado parte del antiguo reino Uighur) que habían sido los primeros mongoles en utilizar la escritura uighur. A la conquista de los Naimanos siguió la de los Merkitas y la unión de todas las tribus bajo el mando indiscutido de Temujin.
El establecimiento de
esta confederación fue señalado por la celebración de un quriltai (asamblea
de príncipes) en 1206, donde Temujin asumió el título de Qa'an (o Khaqan, emperador) con el título de Genghis Khan. Desde
entonces las tribus que habían sido conquistadas y que entraron a formar parte
de la confederación tomaron el nombre de Mongoles.
En 1206 Genghis Khan tenía ya 50 años y no era ya un jovial Alejandro Magno,
sino solamente el gobernante de una confederación tribal situada sobre las
fronteras septentrionales de China. Pero ya estaba comenzando a aparecer su
genio como estratega y organizador. Una absoluta obediencia fue impuesta a
todos los niveles de esta organización.
La estructura de la
confederación tribal establecida por Genghis Khan era claramente feudal, y
quedaba definida por una pirámide de poder en la cima de la cual se hallaba la
familia del Khaqan. Probablemente Genghis Khan se consideró no el líder del
pueblo mongol, sino la cabeza de la aristocracia mongol, y los miembros de esta
clase eran preferidos a los hombres de origen humilde. De esta manera Genghis
Khan conservó la lealtad de los jefes de clan no solo de su propia tribu sino
también de la tribus confederadas y conquistadas.
Entre 1206 y 1209 los Oirates y los Kirguises de Mongolia noroccidental fueron
subyugados y los Uighures,
antiguos vasallos de los Qarakhitanes del suroeste del Altai se
sometieron prudentemente. Genghis Khan se dispuso entonces a atacar a sus
vecinos sedentarios más poderosos. Las confederaciones tribales de gran tamaño
podían mantenerse unidas si existían líderes que pudieran convencer a la
aristocracia nómada de que la confederación era una ventaja para ellos porque
ofrecía muchas oportunidades de saquear y adquirir riqueza mediante el chantaje
al que se sometía a los vecinos más débiles y mediante el cobro de impuestos en
las rutas de las caravanas.
Al sur de Mongolia
existían 4 reinos a los que era posible atacar: China septentrional, gobernada
por los Yuchen; la China
al sur del río Yangze, gobernada por Sung;
el estado tanguto de Xi-Xia,
con base en Gansu, y al sur de este, el Tibet.
Genghis Khan atacó primero a los Xi-Xia, que se convirtieron en vasallos
mongoles. Con el prestigio resultante de ese triunfo y con la reciente
experiencia de combatir contra ciudades fortificadas y entre poblaciones
sedentarias, Genghis Khan se dirigió entonces contra China septentrional.
En 1211 acompañado de sus mejores comandantes y de sus cuatro hijos, Jöči,
Čagatay, Ögödäi y
Tolui, Genghis Khan cruzó la frontera de Manchuria y recorrió triunfalmente
el norte de China. En 1212
los khitanes de Manchuria se rebelaron contra los yuchen y se hicieron vasallos
de los Mongoles. En 1215 tomaron Pekin (Beijin). Pero los Yuchen todavía
sobrevivían en China y durante el resto de la vida de Genghis Khan los mongoles
entablaron negociaciones con ellos y entre ambos pueblos se produjeron
numerosas escaramuzas. Seguramente, las campañas contra los Yuchen fueron las
más difíciles de su carrera militar y en ellas desplegó su mejor destreza.
2. La expansión hacia
el oeste y el primer contacto con el mundo musulmán
Todavía quedaba en el
Altai núcleos naimanos y merkitas que aún resistían, y estos focos de peligro
quedaron eliminados por el general Subetei. Mientras tanto otro general, Jebe,
atacó a Küchlüg, hijo del
rey de los Naimanos, que había
usurpado el trono del Gur-Khan del
pueblo Qarakhitai, una rama de los Khitanes que anteriormente había gobernado
en el norte de China, y que huyendo de los Yuchen, había emigrado hacia el
oeste, derrotando a los turcos Qarakhaníes, e instalándose en la tierra de
Semirechie, a orillas del lago Balkhash. En 1218 Jebe ocupó el reino Qarakhitai
y tomó el partido de los agraviados musulmanes en contra de Küchlüg, el cual
huyó a Kashgaria donde fue alcanzado y se le dió muerte.
La conquista del reino
Qarakhitai dió a los mongoles una frontera común con el principal estado
musulmán del siglo XIII, el del Shah de Khwarizm,
'Ala al-Din Muhamamad (1200-1220),
cuyo imperio en los últimos 20 años se había aprovechado del debilitamiento de
los imperios circundantes, conquistando a los Ghuríes el Afganistán y luego se extendió
hacia la Persia Occidental, donde puso fin a los últimos restos del Imperio Saljuqí de Iraq en 1194. Este enorme
imperio no tuvo apenas tiempo de cohesionarse lo suficiente como para poder oponer una
resistencia efectiva al empuje de los ejércitos mongoles. Genghis Khan,
intentando asegurar el libre movimiento de los mercaderes a través de las
estepas, quizá no se planteó, en un primer momento, agredir a un vecino tan
poderoso como 'Ala al-Din Muhammad.
En 1218, un grupo
de unos 450 mercaderes musulmanes (la mayor parte de ellos procedentes de Khiva
y Bukhara) que volvían de Mongolia hacia Mawarannahr (Transoxiana) fueron atacados y
asediados por el gobernador del Shah de Khwarizm en Otrar, que se apoderó de
sus propiedades. Cuando un mensajero de Genghis Khan llegó ante 'Ala al-Din
para pedir retribución por un acto de tal vandalismo y contrario a la política
de Genghis Khan, este lo hizo ejecutar, retando al caudillo mongol, que se vió
obligado a contestar a la agresión.
En 1219 Genghis Khan
se dirigió al oeste con el grueso de sus tropas, sus principales generales y
sus hijos, avanzando despacio y organizando maniobras para que sus hombres y
los caballos estuviesen preparados al máximo. Su ejército era probablemente de
150.000 a 200.000 hombres; el del Shah de Khwarizm era mucho más numeroso, pero
carecía de disciplina, cohesión y líderes. Acompañado de su hijo menor Tolui,
atacó primero Otrar y después avanzó hacia Bukhara, que asedió inmediatamente,
corriendo idéntica suerte Samarcanda. A la vez dos cuerpos del ejército mongol
había cruzado el Syr Darya (Jaxartes), uno, mandado por Jöči, había descendido
hacia Jand y después hacia Urganj, mientras que un tercero había remontado el
río y se había dirigido a Banakat y Khokhand. La resistencia que encontraron
los mongoles fue débil, debido parcialmente a la conducta de 'Ala al-Din, que
muy pronto abandonó la lucha y huyó a una isla del Mar Caspio, donde murió muy
poco después.
Después de la captura
de Bukhara y Samarcanda, Genghis Khan se acercó al Amu Darya (Oxus), mientras
que Jöči y sus hermanos conquistaban Urganj. En la primavera de 1221 se apoderó
de Balkh, a la vez que Tolui invadía Khurasán y saqueaba las ciudades de Marv,
Herat y Nishapur. La conquista del imperio de los Khwarizm-Shahs por los
mongoles resultó en la destrucción total de la civilización urbana en el
Khurasán. Las ciudades fueron arrasadas y la población diezmada para prevenir
posteriores sublevaciones.
El hijo del sultán,
Jalal al-Din se refugió en Ghazna, y reconstituyó un ejército con el que venció
en Perwan a un cuerpo del ejército mongol. Genghis Khan marchó sobre Ghazna,
que no opuso resistencia. Alcanzó a Jalal al-Din a orillas del Indo, despedazando
a sus soldados (1221) junto a Nesawi. El príncipe pudo escapar y buscó refugio
en la corte del sultán de Delhi. Su familia cayó en poder de los mongoles,
quienes mataron a todos sus hijos varones.
Tras la batalla de
Parwan, Herat se había rebelado. El general mongol Aldjigidai se apoderó de
ella en 1222 masacrando a toda la población. Los que regresaron para repoblar
Marv cometieron el error de matar al prefecto persa colocado por Tolui y
aclamaron a Jalal al-Din. Fueron degollados hasta el último hombre.
En Transoxiana, los
mongoles tuvieron menos problemas que en China para tomar las ciudades
fortificadas. Se debía al hecho de que el temor que inspiraba en los países
musulmanes por ser "paganos" era mayor que en China, donde estaban
acostumbrados desde hacía siglos a sus vecinos. Tras haber degollado a 4/5
partes de la población, para administrar a los supervivientes, los mongoles
dejaron a un funcionario civil (daruqatchi), a veces uighur, pero
otras veces incluso persa. Aunque en el Irán Oriental destruyó la brillante
civilización urbana, Genghis Khan lo hizo para tratar de convertir las marcas
del sudoeste en una especie de tierra
de nadie, que sirviera de explanada defensiva de su imperio.
Cruzó el Amu-Darya en
1222 y pasó por Bukhara, donde sintió la curiosidad de que le explicaran los
principales dogmas de la religión musulmana. Los aprobó todos, salvo el
peregrinaje a La Meca, que consideró inutil porque pensaba que el mundo entero
era la Casa de Dios (del Tangri,
el Cielo Eterno de los mongoles). En Samarcanda ordenó
que se hiciera en su nombre la oración pública musulmana puesto que había
sucedido al sultán Muhammad. Su retirada hacia Mongolia fue lenta y hasta 1225
no llegó al valle del Tola.
Una vez muerto el sultán de Khwarizm en el Caspio (1220), como se dijo más arriba, los generales Jebe y Subetei persiguieron su cabalgada hacia el oeste. Tras haber saqueado Ray y haber sometido Hamadan solo exigieron un rescate. Tomaron al asalto Qazwin, matando a toda la población. El último atabeg turco del Azerbaijan, Uzbak, de la dinastía de los Ildeguzíes, logró apartarles de Tabriz pagando un elevado precio. Jebe y Subetei hicieron en invierno una incursión en Georgia (febrero de 1221). Desde allí volvieron a Azerbaijan y saquearon Maragha. En ese momento, los dos generales estuvieron a punto de marchar sobre Bagdad. El pequeño ejército abbasí reunido en Daquqa no hubiera sido capaz de defender el Iraq Arabí. Pero volvieron a Hamadán para pedir rescate y esta vez la población se resistió. Tomaron Hamadán, mataron a la población y quemaron la ciudad, y desde allí volvieron a Georgia, donde saquearon el sur del país.
Los mongoles marcharon
a Shirwan, y después descendieron por Derbend a las estepas del norte del
Cáucaso. Se enfrentan allí a una coalición de pueblos de la zona: alanos,
lezgios y cherkesos y turcos qipchak. Tras separar la coalición sobornando a
los Qipchak los vencieron a todos. Los Qipchak apelaron a los rusos: un khan de
Qipchak logró que su yerno ruso y otros príncipes intervinieran unidos contra
los mongoles, movilizando un ejército de 80.000 hombres dirigidos por los
príncipes de Galich, Kiev, Chernigov y Smolensk. Los mongoles retrocedieron y
solo aceptaron combatir cuando el enemigo estuvo convenientemente fatigado y
sus diversos ejércitos estaban bastante distanciados. Los Qipchaq y los de
Galitzia atacaron sin esperar a los de Kiev, y fueron derrotados. Este primer
desastre ruso no tuvo de momento consecuencias políticas. Los mongoles se
contentaron con saquear en Crimea los establecimientos genoveses de Sudak. Jebe
y Subetei franquearon el Volga, vencieron a los búlgaros del Kama, a los turcos
qamqli del Ural y finalmente se unieron al gran ejército de Genghis Khan al norte
del Syr-Darya.
En Persia, el heredero
de Khwarizm se aprovechó de la indiferencia que parecían mostrar los mongoles
hacia los asuntos de Irán para regresar a su país (1224). Fue reconocido sin
dificultad como sultán por los atabegs o gobernadores hereditarios turcos de
Kirman (Qutlugh-Shahs) y Fars (Salghuríes). Desde Shiraz arrebató
Isfahan y Djibal a su propio hermano que había formado allí un principado
(1224), y después partió para someter Azerbaijan. Uzbak había sabido sobrevivir
mediante un fuerte tributo a la invasión de Jebe y Subetei. Sin embargo,
Jalal al-Din se apoderó de Tabriz y fue reconocido en toda la provincia. Desde
allí, venció a los georgianos en 1225; por dos veces más les venció,
consolidando así su poder en Azerbaijan. Por tanto, Jalal al-Din se convirtió
en señor de toda la Persia occidental, con las capitales de Isfahan y Tabriz.
En lugar de organizar
sólidamente su nuevo reino persa para prepararse para el retorno inevitable de
los mongoles, se enemistó con los más importantes príncipes musulmanes del Asia
Occidental: amenazó con una invasión al Califa de Bagdad (1224), y después de
un largo asedio, fue a tomar la plaza fuerte de Khilat (noroeste del lago Van)
al sultán ayyubí al-Ashraf de
Damasco. Terminó por provocar una coalición en su contra de al-Ashraf y el
sultán saldjuqí 'Ala al-Din
Kay-Qobad I, soberano de la zona turca de Asia Menor, que le derrotaron
cerca de Erzikan. Y justo entonces se produjo una nueva invasión mongola.
El Gran Khan tenía ya
por lo menos 60 años pero su entusiasmo por la guerra estaba intacto. Durante
la campaña contra el Shah de Khwarizm, el gobernante Xi-Xia, su vasallo, se
había negado a enviar tropas en ayuda de su superior mongol y posteriormente se
había rebelado aprovechando la larga estancia de Genghis Khan en Persia
(1219-1225) y había arruinado a los yuchen para reafirmar su autoridad en el
norte de China. En 1226 emprendió su última campaña. Después de una enconada
resistencia, los tangutos fueron finalmente aplastados, pero antes de que se
hubiera producido la muerte de Genghis Khan (1227).
3. Muerte de Genghis Khan y división de su herencia entre sus hijos
Antes de su muerte, Genghis Khan había dividido sus territorios conquistados entre sus cuatro hijos: Jöči, el mayor, recibió el ulus (feudo) que estaba constituido por los territorios que los mongoles habían conquistado al oeste del Irtysh. Como Jöči había muerto antes que su padre, toda esta inmensa zona pasó a su hijo Batu, que lo amplió a expensas de sus vecinos occidentales, fundando el Khanato que fue conocido con el nombre de Horda de Oro. El segundo hijo de Genghis Khan, Čagadai
División del Imperio de Genghis Khan |
Genghis Khan designó
sucesor a su tercer hijo Ögödäi, al haber muerto Jöči antes que su
padre, y al ser considerado Čagatay
demasiado cruel e inflexible para logra retener la lealtad de los jefes de las
tribus. El principio de su reinado (1227-1241) fue testigo de una gran
ampliación del Imperio. Durante el invierno de 1230/1 Ögödäi Khan había enviado
un ejército de 30.000 hombres mandado por Chormaghun
Noyan, que llegó con enorme rapidez por la ruta de Khurasán y Ray, antes de
que Jalal al-Din tuviera tiempo de reunir sus tropas, y se abalanzaron
directamente sobre Azerbaijan. Ante esa noticia, abandonando Tabriz, huyó hacia
las llanura del Monghan y Arran y después a Diyar Bakr, seguido, siempre de
cerca, por los mongoles. Terminó siendo asesinado oscuramente en las montañas
de Diyar Bakr por un campesino kurdo (1231).
Chormaghun Noyan se quedó 10 años (1231-1241) a la cabeza del ejército mongol acampado en el noroeste de Persia. Estableció su residencia habitual en las llanuras del Monghan y de Arran porque esa estepa de abundante hierba convenía a su caballería. Su área de operaciones fue Azerbaijan, Armenia, Georgia y Diyar Bakr. En 1239 se apoderó en la Gran Armenia de las ciudades de Ani y Kars.
En las estepas del norte del Mar de Aral y el río Ural, Batu operaba con su ejército de 150.000 hombres. Estaban presentes todas las ramas gengiskhánidas. El jefe del ejército era el veterano Subetei, que entonces tendría unos 60 años. En 1236 destruyó el reino de los Búlgaros del Kama; desde 1237 atacaron a los turcos paganos, nómadas en estado casi salvaje, a los que los musulmanes llamaban Qipchak y los bizantinos Cumanos. Una parte de los Qipchak se sometieron y se convirtieron en el núcleo de la población del "Khanato de Qipchak" u "Horda de Oro". En 1237 los mongoles atacaron y convirtieron en vasallos a los príncipes rusos. Saquean las ciudades de Suzdal, Moscú y Vladimir, Jaroslavl y Tver. Más al norte, Novgorod se salvó por el deshielo. En 1240 tomaron Chernigov y Kiev; después asolaron el principado de Galitzia. Una parte del ejército mongol mandada por Baidar (hijo de
Las campañas de 1236-1242 proporcionaron un territorio inmenso, que se convirtió en posesión de Batu. Desde entonces este "ulus" será designado en la Historia como Khanato de Qipchak o de la Horda de Oro.
4. La Fragmentación del Imperio
A la muerte de Ögödäi
Khan en 1241 se produjeron los primeros signos de que la unidad del imperio se
estaba resquebrajando. Todos los hijos de Genghis Khan habían muerto y
suponiendo que él pensaba que la sucesión se estableciera a través de la
descendencia de Ögödäi, el hijo de este, Güyüg,
se convirtió en Kaghan (Qa'an) (1241-1248), después de la regencia de la esposa
de Ögödäi, Törägänä Qatun (1241-1246). Sin embargo, Batu era
ahora el mayor de los descendientes de Genghis Khan y muy pronto formó una una
alianza con el hijo mayor de Tolui, Möngkä,
contra la familia de Ögödäi.
Chormaghun Noyan tuvo
como sucesor a la cabeza del ejército mongol de Persia al noyan Baichu (o Baiju), quien conservó este
puesto de 1242 a 1256. Baichu dió un importante paso hacia la conquista mongol
al atacar al sultanato saldjuqí de Qonya (Rum). Aplastó al ejército saldjuqí
cerca de Erzinjan en 1243, y ocupó Sivas. Tokat y Qaisariya, que quisieron
resistirse fueron saqueadas totalmente. El sultán Kay Khusraw II pidió la paz,
reconociéndose vasallo del Gran Khan. La Armenia Cilicia se colocó
espontáneamente bajo soberanía mongol. En 1245 Baichu consolidó el dominio
mongol en Kurdistán. El atabeg de Mosul (Mawsil), Lu'lu también reconoció por su propia
voluntad la soberanía mongol.
Durante su corto
reinado, Güyüg perdió el apoyo de los más poderosos miembros de su familia y en
el momento de su muerte (1248) estaba a punto de producirse un enfrentamiento
entre él y Batu.
Los descendientes de
Gengis Khan estaban divididos en dos facciones: Batu y Möngkä (representantes
de las líneas de Jöči y Tolui) estaban unidos en contra de los descendientes de
Ögödäi y Čagatay.
En 1250 se reunió un quriltai cerca del lago Issyk-Kul para
eliminar estas diferencias, pero no se llegó a ningún resultado. Un segundo quriltai celebrado un año después cerca de
Kerulen fue dominado por Bärkä (Berke), hermano de Batu,
el cual consiguió que fuera elegido Möngkä como Qakhan, puesto que Batu había
cedido sus derechos al trono. El primer acto de Möngkä al subir al trono fue
ordenar la ejecución de los que se oponían a él y a Batu, de manera que durante
el resto de su reinado (1251-1259) le fue posible concentrar sus esfuerzos en
la expansión territorial. Los príncipes de la Casa de Tolui pensaron sobre todo
en Extremo Oriente.
Durante el reinado de
Güyüg y la regente Törägänä Qatun el Khurasán estuvo administrado por el oirato
Arghun Agha (1243-1255). Se esforzó por proteger a la población irania frente a
los abusos y extorsión de los oficiales mongoles. Encontró un apoyo firme
también del Gran Khan Möngka, aplicando en Persia una capitación proporcionada
a la capacidad de los contribuyentes para mantenimiento del ejército y el
servicio de postas imperiales. Möngka confió en 1251 la provincia de Herat a un
señor del distrito de Ghur, Shams
al-Din Muhammad Kart, de raza afgana. Estos príncipes tenían el título de Malik. Sobrevivieron en su
pequeño reino, a la propia dominación mongola (1251-1389). Los mongoles toleran
también, a título de vasallo, a la dinastía de los atabegs de Kirman, de la
Casa de los Qutlugh-Shahs y a los atabegs Salghuríes de Fars.
5. La Fundación de los
tres Khanatos musulmanes: Horda de Oro, Persia y Čagatay
En 1251 Möngkä decidió
confiar el virreinato de Persia a su hermano Hulagu,
que adoptó el título de "Il-Khan", que quiere decir
"Khan subordinado", recibiendo la orden de suprimir los dos
poderes espirituales que subsistían todavía en Persia: el principado de los isma'ilíes en Mazandaran y el Califato
Abbasí de Bagdad. Hulagu cruzó el Amu Darya en 1256. Atacó a los isma'ilíes,
conocidos como "assasins" en sus nidos de águila, de Melmundiz
y Alamut. El gran señor de los isma'ilíes, Rukn
al-Din Kurshah capituló y fue
tomado prisionero. La terrible secta, que en el siglo XII había desafiado todos
los intentos de los sultanes Saldjuqíes, había hecho temblar al Sultanato y al
Califato, finalmente fue exterminada.
A continuación atacó
al Califa Abbasí de Bagdad, jefe espiritual sunni y señor de un pequeño
patrimonio en el Iraq Arabí. El Califa reinante al-Musta'sim (1242-1258) creía poder servirse de la
astucia ante el peligro mongol, tal y como lo habían hecho sus predecesores
desde hacía mucho tiempo con las hegemonías sucesivas que había tenido el mundo
musulmán. El Khan reclamaba al Califa el poder temporal concedido antes en
Bagdad a los Buyíes (Buwayhíes) y a los
Saldjuqíes. Pero el Califa no quería renunciar al dominio temporal que habían
reconquistado a los últimos Saldjuqíes de Persia. El descenso de los ejércitos
mongoles contra Bagdad comenzó en 1257. Baichu descendió por el camino de
Mosul; el naimano Kitbuqa por el camino de Luristán y el propio
Hulagu descendió de Hamadán desde el Tigris por Kirmanshah y Hulwan. El pequeño
ejército califal había tratado de oponerse a la invasión pero quedó despedazado
(17/01/1258). Los soldados de la guarnición trataron de escapar, pero los
mongoles los atraparon, los dividieron entre sus compañías y los mataron hasta
el último hombre. El Califa fue en persona a rendirse. El saqueo duró 7 días.
Murieron 90.000 habitantes. En cuanto al Califa fue obligado a entregar sus
tesoros y por respeto a su dignidad los mongoles evitaron verter su sangre, por
lo que lo metieron en un saco, lo cosieron y lo pisotearon con sus caballos. La
ciudad fue incendiada y destruidas las tumbas de los Abbasíes. Las simpatías de
Hulagu por el cristianismo hizo que respetaran la vida de los cristianos.
Los príncipes de Mosul
y Fars, y los sultanes saldjuqíes de Qonya corrieron a rendir homenaje al
conquistador. Pero Hulagu aún tenía que someter Siria y Egipto. Los francos
dominaban una pequeña franja costera desde que Saladino en 1187 había
conquistado Jerusalén y con ello la mayor parte del reino. El interior estaba
dominado por los distintos príncipes de la confederación ayyubí, los cuales
hicieron acto de vasallaje. A pesar de ello, Hulagu quería conquistar la zona
occidental de Mesopotamia y la Siria musulmana. Las tropas cristianas y
armenias se unieron a los mongoles en la conquista de Siria. Conquistaron
Alepo, Damasco y avanzaron hasta Gaza sin encontrar obstáculo alguno. Los
cristianos fueron los únicos que se salvaron de las matanzas.
Parecía que las
conquistas serían definitivas cuando en 1259 moría Möngkä y estalló una lucha
sucesoria entre sus hermanos Kublai y Arigh Bökä. Una vez que Hulagu
partió hacia Persia, el ejército de siria solo contaba con 20.000 hombres. El
sultán mameluco comprendió que las circunstancias volvían a ser favorables. Los
cristianos de la costa permitieron el paso de las tropas musulmanas. En 1260 el
pequeño ejército mongol fue derrotado y su comandante ejecutado. El resultado
fue que toda la siria musulmana fue anexionada al Sultanato Mameluco de Egipto. A
finales de 1260 Hulagu hizo un nuevo intento pero fue rechazado cerca de Homs.
En estas
circunstancias ya habían cristalizado los tres estados mongoles principales que
con el tiempo adoptarían el Islam, expandiendo con su conversión el mundo
musulmán hacia las estepas rusas y hacia Asia Central. El primero en
convertirse al Islam fue la Horda de Oro. Tenía su capital en Saray, en el
Volga. Después de las conquistas iniciales Batu estuvo dedicado en consolidar
los nuevos territorios al oeste del Volga, lo que significó la creación de un
sistema fiscal efectivo y la intensificación de la sumisión exigida a los
pueblos conquistados durante las campañas de 1237-1241. En Rusia esto se logró
con la cooperación de los gobernantes eslavos: Jaroslav de Vladimir, su hijo
Alexander Nevsky y Daniel de Galich. Batu murió en 1355 y la Horda de Oro fue
gobernada durante un siglo por sus descendientes directos hasta que en 1359 el
trono pasó a los descendientes de otro hijo de Jöči. Durante ese periodo la
clase dirigente mongol y sus tropas turcas se fusionaron gradualmente con los
primitivos habitantes de Dash-i Qipchak, hasta convertirse en los tártaros de
tiempos posteriores; asimismo, el Islam se hizo la religión predominante y la
lengua tártara comenzó a evolucionar como una lingua
franca.
Bärkä (Berke, en mongol), hermano de Batu, fue
el primer gobernante mongol en convertirse abiertamente al Islam. Su reinado
(1257-1267) estuvo dominado por el conflicto con su primo Hulagu, y el hijo de
este, Abaqa, con motivo del control del Cáucaso, que se convirtió en la segunda
mitad del siglo XIII en una barrera que se disputaron ferozmente la Horda de
Oro y el Il-Khanato de Persia. La enemistad de Batu y Hulagu se debió en parte
a la conversión de Berke al Islam, lo que le llevó a oponerse a la política que
Hulagu tenía en relación al Califato. Pero también procedía de su resentimiento
por la transferencia que Möngkä había hecho a su propio hermano Hulagu de la
región del Cáucaso, que anteriormente pertenecía a la Horda de Oro. Como
resultado de esta enemistad, Berke cultivó la amistad de los Mamelucos de
Egipto, sobre los cuales ejerció una cierta soberanía nominal ya que su nombre
se leía en la Kutba (Homilía del viernes) de las mezquitas de El Cairo, Damasco
y La Meca. La política de alianza con los mamelucos enriqueció la vida cultural
de la Horda de Oro, puesto que de Egipto llegaron a Saray y a Nueva Saray
artistas, artesanos, intelectuales y teólogos, pero ello también señaló el fin
de esta fase expansionista de los mongoles, que daba por supuesta la unidad de los
descendientes de Genghis Khan como base de la conquista del mundo.
Durante los reinados
de Uz-Bik (Öz-Beg) (1313-1342) y Jani-Bik (1343-1357) la Horda de Oro se
convirtió en un estado islamizado en todos sus aspectos (a pesar de que muchos
de sus súbditos no eran musulmanes) y el Yasak comenzó a ser gradualmente
sustituido por la Sha'riah. Esta conversión fue un hecho de crucial importancia
para los Tártaros (musulmanes de la Horda de Oro) y para los rusos, puesto que
desde entonces ambos pueblos estuvieron divididos por la religión y la cultura
lo que hizo imposible una futura integración. Las ciudades gobernadas por la
Horda de Oro -Saray, Nueva Saray y Astrakhan en el Volga, Urganj en Khwarizm,
Machar en el Kumar, Azaq en la desembocadura de del Don y Kaff, Qiram y Surdaq
en Crimea- eran ricos centros de artesanía y comercio, a los que los Khanes
protegían, ya que constituían su principal fuente de recursos.
En Persia, el alto
nivel que alcanzó la cultura iraní durante el periodo del Il-Khanato fue debido
a la relativa estabilidad del gobierno interno entre los años 1258 y 1335, no
obstante las disputas sucesorias y los frecuentes conflictos que
surgieron con los estado vecinos. Al logro de esta estabilidad contribuyeron
varios factores: la organización militar de los Khanes, que era igual, si no
superior a la de la Horda de Oro y a la del Khanato de Čagatay; la eficiente
organización del sistema de impuestos llevado a cabo por expertos funcionarios
iraníes y la favorable situación del Khanato por el que pasaban las principales
rutas comerciales del Oriente Medio. Tan pronto como el Imperio Mongol estuvo
firmemente establecido, el comercio y la vida urbana comenzaron a revivir, en
parte como resultado de al demanda de bienes de lujo para la nueva clase
dirigente mongola. Como consecuencia, la ciudad de Tabriz creció hasta
convertirse en uno de los emporios más prósperos del mundo medieval, pues se
benefició de us proximidad a los campamentos de los khanes, de la destrucción
de Bagdad en 1258, así como del conflicto entre los mongoles y los mamelucos de
Siria, conflicto que hizo que las rutas se desviaran hacia el norte del
Creciente Fértil.
Aunque Abaqa, hijo de Hulagu, era
budista, lo mismo que su padre, también se mostraba favorable a las comunidades
del interior, aliándose a la Cristiandad contra los mamelucos de Egipto.
En el exterior Abaqa
liquidó la guerra emprendida por su padre contra Bärkä; en el nordeste tuvo que
hacer frente a la incursión del Khan Čagatay Barāq de Transoxiana (1269-1270) que
invadió Khurasán, ocupando Marv y Nishapur. Pero en 1270 aplastó a Barāq cerca
de Herat. En 1273 Abaqa llevó la guerra a Transoxiana, enviando un ejército
para saquear Bukhara.
Por el oeste tuvo que proseguir la lucha contra los mamelucos egipcios. En 1277 el sultán Baibars en Capadocia aplastó las tropas mongolas que ocupaban el sultanato Saldjuqí. Abaqa acudió a Anatolia donde castigó al sultán severamente. En octubre de 1281 un ejército mongol de 50.000 hombres penetró en Siria, auxiliados por los armenios de Cilicia, georgianos y francos, se encontró con los mamelucos cerca de Homs, mandado por el sultán Qalawn. La expedición mongola acabó en desastre y Abaqa murió poco después.
Su sucesor fue su hermano Takudar (Ahmad), que tras subir al torno adoptó el Islam, tomó el nombre de Ahmad y el título de sultán, y emprendió la islamización del Il-khanato de Persia. En 1282 envió a los mamelucos una oferta de paz y alianza. Los viejos mongoles, budistas y nestorianos, se agruparon en torno al príncipe Arghun, hijo de Abaqa. Se rebeló en Khurasán, desde donde marchó a Djibal, pero fue vencido en 1284 y obligado a entregarse. Sin embargo, una conspiración de generales provocó una revolución de palacio. Abandonado por sus tropas, Takudar fue condenado a muerte. Arghun detuvo la islamización del khanato.
Arghun intentó conseguir la ayuda de la Cristiandad contra los mamelucos. Sin embargo, las potencias occidentales no se decidían a organizar una cruzada que en unión del ejército mongol hubiera salvado las colonias francas en Siria. Arghun solo tuvo que tomar las armas para defender sus fronteras septentrionales, en el Khurasán, donde se rebeló el emir Nawruz y estuvo a punto de apoderarse del príncipe Ghazan, pero tuvo que refugiarse en Transoxiana, con el Khan Qaidu, jefe de la Casa de Ögödäi. Por el Cáucaso, el Khan de la Horda de Oro mandó atacar la frontera de Persia, por Derbend, pero el lugarteniente de Arghun deshizo la vanguardia enemiga en 1290.
A la muerte de Arghun se inició un periodo de inestabilidad política, con varios khanes efímeros apoyados por diversos sectores militares mongoles. Contra el último de estos khanes, Baidu, se levantó Ghazan, hijo de Arghun, con el apoyo de Nawruz con el que se había reconciliado en 1294; éste persuadió a Ghazan de que abandonara el budismo por el islamismo, para obtener el apoyo del elemento persa. Finalmente, Ghazan hizo prisionero a Baidu y le condenó a muerte.
Retomando la antigua política de Hulagu y Abaqa, Ghazan dirige una nueva invasión contra el Imperio Mameluco, en Siria, llegando a conquistar Damasco, pero volvió a Persia en 1300 y los mamelucos volvieron a reocuparla. En 1303 intentó de nuevo conquistar Siria, pero fue vencido, siendo esta la última de las intervenciones mongoles en esta región.
Su hermano Uljaytu (Öldjaitü) le sucedió. Por un tiempo se adhirió al shi'ismo persa. Bajo su reinado el islamismo se intensificó en el khanato de Persia. A pesar del abandono de las tradicionales simpatías genghiskhánidas hacia los nestorianos, Uljaytu siguió la política de su hermano Ghazan. En 1305-06 estableció su capital en Sultaniye, en el noeste de Iraq. En política exterior, a pesar de su piedad musulmana, continuó la política de sus antepasados contra los mamelucos egipcios. Los enfrentamientos tuvieron por escenario el reino de Cilicia, vasallo mongol. Las guarniciones mongolas de Asia Menor les infringieron graves pérdidas.
En Asia Menor, a
principios del siglo XIV (1307) la dinastía saldjuqí desapareció. Por lo tanto,
los virreyes mongoles establecidos en Qonya gobernaban directamente el país.
Ello puso a los mongoles frente a los pequeños emires turcos, herederos de sus
señores saldjuqíes, que trataban de aprovechar la ausencia de un poder central
para hacerse independientes. Entre los Karaman y sobre todo los Otomanos, en el
noroeste de Frigia y Bitinia comenzaron a crecer a costa del Imperio Bizantino.
En el oriente iranio
los Il-khanes tuvieron que hacer frente a las incursiones de sus parientes del
khanato de Čagatay y contra las veleidades independentistas de sus vasallos, los Kart, que gobernaban en Herat.
Finalmente, los Kart quedaron definitivamente en posesión de Herat, siendo
considerados por los Il-khanes de Tabriz como los guardianes fronterizos de las
marcas del nordeste.
En 1316 murió Uljaytu
y le sucede su hijo de 12 años, Abu
Sa'id Bahadur (1316-1335).
Durante toda su vida sería el juguete de los señores mongoles, quienes
gobernaron en su nombre, disputándose el poder y las provincias. Durante la
primera parte de su reinado, el poder estuvo en manos del emir Čupan, quien entre 1317 y 1327
fue el verdadero señor de Persia. Pero en 1327, Abu Sa'id cansado de su tutela
rompió con él. Čupan, que estaba en Khurasán, levantó el estandarte de la
revuelta y se dispuso a marchar desde Mashad al Azerbaijan, pero fue abandonado
por sus tropas y se refugió en Herat donde el malik Kart mandó que lo
estrangularan. Uno de sus hijos, Timurtash,
huyó a Egipto, pero los mamelucos lo mataron para no disgustar a Abu Sa'id.
La caída de Chupan
representó un golpe de muerte para el khanato de Persia. Cuando poco después
desaparezca el propio Abu Sa'id no se encontrará nadie, ni a la cabeza de los
ejércitos ni de la Administración, que pueda mantener el estado mongol-persa,
por lo que se disolverá el ulus de Hulagu. Además, en Asia Menor,
la muerte de Abu Sa'id dejó a Anatolia sin dueño, y liberó a los emires turcos
locales, los Karaman al sureste y los otomanos por el noroeste.
A la muerte de Abu
Sa'id (1335), en lugar de elegir un nuevo khan de la Casa de Hulagu, los
señores eligieron a un genghiskhánida de otra rama, Arpa Gawun (Arpa Ke'ün), descendiente de Arigh Bökä,
hermano de Möngkä, Hulagu y Kublai. En 1336 este khan inesperado fue vencido y
muerto por un gobernador que se había rebelado. Después, dos señores feudales,
entre los que se dividía el resto de la nobleza mongola, se disputan el poder
bajo la cobertura de reyes fantasmas. Uno era el gobernador de Asia Menor, Hasan-i Buzurg o Jalayir; el otro Hasan-i Kičik (el Pequeño) era nieto de Čupan. En
1338 éste último consiguió apoderarse de Tabriz, la capital, formando un reino
que incluía Azerbaijan y el antiguo Djibal, y a su muerte (1343) le sucedió su
hermano al-Ashraf. Durante ese tiempo, Hasan Jalayir reinó en Bagdad, donde en
1340 se proclamó rey independiente.
En 1365 el khan de la
Horda de Oro o Qipchak, Jani-Bik penetró en Azerbaijan y mató a al-Ashraf el
Čupaní. Esa catástrofe benefició a los Jalayir: el hijo de Hasan, Uways se apoderó de Azerbaijan en 1358,
reinando hasta su muerte (1374) en Bagdad y en Tabriz.
Mientras, en Herat y
Khurasán oriental el reino afgano de los Kart se hacía totalmente
independiente. El hábil Ghiyath
al-Din Kart había muerto en
1329, y sus dos primeros hijos Shams al-Din y Hafiz solo reinaron algunos
meses. Pero el tercer hijo Mu'izz
al-Din Husayn haría de su
reino un estado relativamente poderoso, que incluso intervino en los asuntos de
Transoxiana. En el Khurasán occidental, un simple jefe de bandidos, Abd ar-Razzaq, que en medio de
la anarquía general se había apoderado de la fortaleza de Sabzawar, fundaba el estado de
los Sarbadaríes. Le mató
su propio hermano Wajih al-Din
Mas'ud (1358) y continuó su
obra, apoderándose de Nishapur. Un príncipe mongol, descendiente de Qassar,
hermano de Genghis Khan, en el desorden total había sido proclamado Khan en
1337. Se estableció en Bistan, al noroeste de Khurasán y reinó también en
Mazandaran. Los Sarbadaríes reconocieron nominalmente su soberanía pero en 1353
lo asesinaron, quedando dueños de todo el noroeste de Khurasán, mientras los Kart
cuidaban el sureste. Los Kart eran afganos sunníes y los Sarbadaríes persas
shi'íes, por lo que ambas dinastías guerrearon encarnizadamente.
En Fars, desde 1336
los Injuíes se hicieron independientes con
capital en Shiraz. Unos años más tarde, en 1353 fueron desplazados por una
dinastía árabe-irania, los Muzaffaríes.
Su fundador, el árabe Mubariz
al-Din Muhammad, instalado ya en Yazd y en Kirmán, se hizo dueño de Shiraz
(1353) y de Isfahan (1356/7). En 1358 fue depuesto y cegado por su hijo Shah Shuja († 1384) que le sucedió en Shiraz,
mientras que Isfahan pasaba a otros Muzaffaríes.
En la zona occidental
de Persia, ya se anunciaba la presencia de la tribu turcomana del Cordero Negro, los "Qara
Qoyunlu". En el momento del reparto del khanato huláguida estaban
instalados en distrito armenio de Much, y avanzaron hasta Mosul, de donde les
expulsó Uways Jalayir (c.1336). En 1374, el jefe Qara Qoyunlu, Bairam Khwadja volvió a ocupar Mosul y Sindjar. Su
nieto Qara Yusuf, fundará la fortuna de su casa quitándoles
a los Jalayir la ciudad de Tabriz (1387) donde se mantendrán hasta que los
expulse Tamerlán.
6. Los sucesores de
Jani Bik en el khanato de la Horda de Oro
Durante casi un siglo
los khanes de la Horda de Oro habían combatido a sus parientes mongoles de Irán
sin haber conseguido ninguna ventaja. La muerte de Abu Sa'id en 1335 ofreció
una oportunidad única a Uz-Bik para intervenir al sur del Cáucaso, pero ni
siquiera él logró algo digno de mencionarse. Sin embargo, en 1357, cuando el
Il-Khanato se había desintegrado por completo y en Azerbaijan gobernaba Malik
al-Ashraf, Jani-Bik cruzó el Cáucaso con un ejército que quizá llegaba a los
300.000 hombres, se apodró de Tabriz y de su gran tesoro, y mandó ejecutar a
al-Ashraf. Sin embargo, por temor a la peste, Jani-Bik no permaneció mucho
tiempo en Azerbaijan, sino que retornó enseguida a Dash-i Qipchak, dejando a su
hijo Birdi Bik como gobernador en Tabriz. La muerte de Jani Bik poco después
requirió la presencia de Birdi-Bik en el norte y Tabriz fue evacuada, siendo
ocupada por el Uways Jalayirí, como se ha visto más arriba.
En 1348-9 Crimea se
vió atacada por la Peste Negra,
la cual al aparecer causó la muerte de 85.000 personas, antes de extenderse por
las rutas comerciales con las caravanas. Muy poco después la estabilidad
dinástica de que había disfrutado la Horda de Oro durante casi un siglo acabó
al extinguirse la línea de descendientes de Batu. Siguió un periodo de 20 años
en el que predominó la anarquía y durante el cual varios descendientes de Jöči
lucharon por el trono. Estos conflictos afectaron las relaciones que la Horda
de Oro tenía con los pueblos vecinos, especialmente con los príncipes rusos,
que eran vasallos del khan. En 1332 Uz-Bik había concedido el título de Gran
Duque a Ivan I de Moscú,
esperando que Ivan impusiera el orden entre los pendencieros rusos, pero esto
tuvo desastrosas consecuencias puesto que Ivan pudo consolidar su poder con la
aprobación de su señor mongol, de lo que resultó que Moscú se engrandeció
continuamente a costa de sus rivales. Un anuncio del peligro que este intenso y
ambicioso vecino representaba, se produjo cuando el general tártaro Mamay, que aspiraba al mando de
la Horda de Oro, fue derrotado por el Gran Duque Dmitriy. Esta derrota destruyó
las aspiraciones de Mamay con lo que facilitó el surgimiento de Tuqtamish, descendientes de
Orda, hermano mayor de Batu, que en 1381 se había proclamado dirigente
indiscutible de la Horda. Antes de que Tuqtamish consiguiera el control de la
Horda de Oro, tuvo que emprender una dura lucha por el liderazgo con sus
parientes de la Horda Blanca (el ulus original de Orda) que se hallaba
establecida en el actual Kazakhstán. En esta lucha recibió la ayuda de
Tamerlán, que normalmente era vasallo del khan Čagatay
de Mawarannahr y que rápidamente se creó un reino para sí mismo a expensas de
los territorios de su soberano. Una vez que se convirtió en gobernante de la
Horda de Oro, parece que percibió la amenaza que representaban las ambiciones
de Tamerlán y que ni quisiera la vasta extensión de Asia Central sería
suficiente para que dos hombres como ellos la compartieran.
El pretexto inmediato
para el choque llegó cuando Tuqtamish volvió a establecer buenas relaciones con
los mamelucos y después cruzó las montañas en 1385-6 y saqueó las ciudad de
Tabriz. Tamerlan se desquitó en 1386-7 atacando el Cáucaso, pero mientras tanto
Tuqtamish atacó Mawarannahr (Transoxiana) llegando en su incursión hasta las
muralla sde Bukhara. Tamerlán volvió rápidamente hacia el este en dirección al
Amu Darya y recobró su prestigio saqueando Urganj, una de las principales
fuentes de riqueza de los khanes de la Horda de Oro. En 1389 Tuqtamish tomó de
nuevo la iniciativa conduciendo un inmenso ejército hacia el Syr-Darya, pero
retirándose a Dash-i Qipchak después de un indeciso encuentro con las fuerzas
de Tamerlán. En 1391 Tamerlán contraatacó al mando de una expedición a través de
Kazakhstán hasta el valle medio del Volga donde venció a Tuqtamish en un
sangriento encuentro al lado del río Korducha, pero cometió el error de no
consolidar su victoria persiguiendo a su enemigo al otro lado del Volga.
Tuqtamish demostró
tener un gran poder recuperación y en 1394 volvió a atravesar el Cáucaso de
norte a sur. En 1395 el mismo Tamerlán marchó desde Azerbaijan a través del
Cáucaso y aplastó de forma decisiva a Tuqtamish al lado de Terek. Este nunca se
recuperó de esta derrota y pasó el resto de su vida como un fugitivo en busca
de aliados que le ayudaran a ocupar de nuevo el trono. Desde el río Terek,
Tamerlán avanzó profundamente en los territorios de la Horda de oro, penetrando
hacia el norte hasta Rjazan y devastando Azaq, Nueva Saray y Astrakhan
(seguramente como forma de debilitar la prosperidad comercial del khanato),
antes de volverse hacia Samarcanda para planear la invasión de la India.
El derrumbamiento de
Tuqtamish despejó el camino para que emergiera la última figura importante en
la historia de la Horda de Oro; este fue Idiku,
un tártaro nogai del clan Manguit que en 1399 derrotó al Gran Duque Vytautas de Lituania (1377-1430), el cual
intentaba ampliar sus dominios a expensas del khanato. Con este rechazo de la
agresión lituana Idiku restauró el prestigio de la Horda de Oro ante sus
vecinos occidentales y ante los principados rusos, a la vez que en el este
reconquistó Khwarizm de manos de los timuríes en 1405-06 y lllegó a penetrar
hasta las cercanías de Bukhara. En 1408 atacó Moscú y exigió un elevado tributo
como precio de su retirada. Como no pertenecía a la familia de Genghis Khan
Idiqu no pudo asumir la soberanía total, pero se sintió satisfecho con ejercer
la autoridad en nombre de los khanes genghiskhánidas, a los que manejó como
marionetas. Pero, desgraciadamente, a la muerte de Idiqu en 1419 estalló una
lucha inevitable entre los jefes tártaros que aspiraban a ocupar su lugar. Todo
ello fue aprovechado por Vytautas para debilitar el khanato con continuas
interferencias en sus asuntos internos.
Durante el siglo XV la
Horda de Oro se desintegró, precipitándose este proceso por la obra de
devastación que Tamerlán llevó a cabo y por el crecimiento del poder de
Lituania y Moscú. Pero sobre todo más importantes fueron las irresponsables
luchas intestinas dirigidas por los jefes de los clanes y la aristocracia
militar en nombre de los impotentes khanes, convertidos en títeres en sus
manos.
Hacia la mitad del
siglo XV el ulus original de Batu había
desaparecido completamente. En su lugar se establecieron los khanatos
independientes de Kazán y Astrakhán en el valle del Volga y el de Crimea, además de la Horda Blanca en Kazakhstán, la Horda Nogai al norte del Caspio y el Khanato de Sibir (basado sobre todo en la depresión
de Irtysh-Tobol), cuyos gobernantes eran descendientes de Sibagan (cuya forma árabe, Shayban, dará nombre a
una poderosa dinastía uzbeka), que era hermano de Batu. Los encarnizados y
sangrientos conflictos que se produjeron entre estos estados sucesores del
khanato explican la facilidad con que el creciente poderío moscovita derrotó a
sus antiguos soberanos tártaros durante la segunda mitad del siglo XV y la
primera del XVI. En 1552 Ivan
el Terrible se apoderó de
Kazán y en la misma década Astrakhán también fue incorporado. El khanato
de Crimea sobrevivió durante otros dos siglos, pero a en calidad de
protectorado otomano.
7. El Khanato Čagatay
El tercer y último
gran khanato mongol que adoptó el Islam, y que tuvo su origen, al igual que los
de Persia y Horda de Oro, en
el reparto de la herencia de Genghis Khan entre sus hijos, fue el Khanato Čagatay. El ulus originario estaba formado por los
territorios de los uighures y los Qara-khitai (Jungaria, Semirechie) y la
depresión del Tarim (Kashgar, con las ciudades principales de Kashgar, Aqsu y
Yarkand), a los que se le había añadido una parte sustancial de las posesiones
de los últimos Shahs de Khwarizm, Mawarannahr y Khurasán (que después pasó a
los il-Khanes de Persia), pero no la propia Khwarizm que había sido
incluida en el ulus de Jöči). en general, pude decirse
que sus fronteras se extendían desde le Altai y el alto Irtysh hasta el mar de
Aral y el Amu-Darya y durante algún tiempo llegó a estar incluida en el ulus la región al sur del Hindu
Kush hasta Ghazna y el país del Indo. Entre los súbditos de Čagatay había
shamanistas, musulmanes, nestorianos, cristianos y budistas, y estaban
dedicados a una gran cantidad de trabajos y ocupaciones; había nómadas,
agricultores de oasis y habitantes de importantes centros manufactureros y
comerciales como Samarcanda, Bukhara, Kashgar, Yarkand y Aqsu). El mismo
Čagatay mostró poco interés por la vida urbana; sus principales campamentos,
tanto de invierno como de verano, se hallaban muy cerca del río Ili, y aunque
la antigua ciudad de Bishbaliq fue la primera sede de su administración muy
pronto fue reemplazada por Almaliq, situada entre el Tian Chan y el lago
Balkhash.
Durante el reinado de
Čagatay, Mawarannahr estuvo gobernada por un musulmán, Mahmud Yalavach, rico mercader de
Khwarizm, que fue sucedido por su hijo, Mas'ud
Bik, el cual recibiría el cargo de gobernador de todo el ulus, mientras
otro mercader musulmán, Habash
'Amid, también gozaba de la confianza de Čagatay.
Al morir Čagatay en
1241, le sucedió un nieto suyo, Qara
Hulagu, que no consiguió la aprobación de Güyüg, el cual le reemplazó por Yisu-Möngkä, el quinto hijo de
Čagatay. En 1251, cuando Möngkä se convirtió en khaqan reinstaló a Qara Hulagu,
que murió antes de volver a obtener el trono y durante el resto de la década el ulus fue gobernado por su viuda, Urġinah (Orqina), que actuó como regente de su
hijo Mubarak Shah,
mientras que la continuidad administrativa se mantuvo mediante Habash 'Amid y
su hijo Nasir al-Din.
La tranquilidad
obtenida por este acuerdo finalizó al ser invadido el ulus por otro nieto de Čagatay, Alġu, partidario de Arigh Bökä
en su lucha contra Kublai. En 1260 Alġu se estableció como gobernante,
fortaleciendo su posición mediante su matrimonio con Urġinah. Entonces abandonó
su alianza con Arigh Bökä, el cual en revancha asoló la Jungaria tan
profundamente que durante los años1263-64 su población fue diezmada por el
hambre. Después, favorecido por Kublai, Alġu dedicó sus últimos años a combatir
a Qaydu que gobernaba la Jungaria oriental, y era el representante del ulus de Ögödäi. Alġu murió en 1266 y
fue sucedido por Mubarak Shah,
el primer gobernante Čagatay que se convirtió al Islam, pero cuya candidatura
no fue aceptada por Kublai, el cual le sustituyó por su primo Baraq, otro biznieto de
Čagatay.
El ulus de Čagatay era ya menos extenso
que anteriormente: la fundación del Il-Khanato de Persia en Irán había
convertido el Amu-Darya en la frontera suroccidental del khanato a la vez que
el triunfo de Qaydu sobre Kublai en Jungaria significó
una pérdida de territorio en el este. Baraq se enemistó pronto con Kublai y se
encontró en una guerra simultánea con Kublai y con Qaydu. Éste le derrotó, lo
que hizo llegar a un acuerdo: a principios de 1269, durante un quriltai celebrado entre los descendientes
de Čagatay y de Ögödäi, contra los de Tolui, que reinaban en China y en Irán.
Habiéndose quejado Baraq de que no tenía pastos suficientes, se llegó al
acuerdo de que invadiría Irán. Entró en Khurasán venciendo a su
gobernador pero el Il-Khan Abaqa lo atrajo a una trampa cerca de Herat y la infligió
un completo desastre. Baraq entró en Transoxiana con el resto de su ejército y
pasó el invierno en Bukhara, donde se hizo musulmán. Murió en 1271, quizá
envenenado por Qaydu. Desde entonces, hasta que su hijo Duwā (1282-1307) obtuvo
el trono con la ayuda de Qaydu, hubo un intervalo de dos breves reinados de
poca importancia. Duwā fue un firme gobernante, apropiado para su aliado Qaydu,
y ambos juntos combatieron a los generales de Kublai y a la Horda Blanca por el
norte. En 1273-4 Abaqa tomó venganza de la incursión de Baraq al Irán y él
mismo entró en Mawarannahr, saqueando Urganj y Khiva, y saqueó Bukhara en 1273.
Pero Duwā contestó al ataque, expulsó de Afghanistán a los Huláguidas e incluso
realizó una incursión desde Ghazna hacia el interior del Pujab.
Duwā siguió
siendo fiel a Qaydu hasta el final. En 1301 ambos iniciaron una expedición para
reconquistar Karakorum a los descendientes de Kublai pero Qaydu fue
derrotado y murió durante la retirada. El núcleo de su reino, el ulus de la Casa de Ögödäi era Jungaria
y Semirechie, que había arrebatado a los Čagataydas en 1271, a la muerte de
Baraq, y sus campamentos de invierno y verano se hallaban situados en la región
al sur del lago Balkhash, entre los ríos Ili y Chu, y probablemente el Talas le
servía de frontera con el disminuido Khanato de Čagatay, aunque es casi seguro
que llegó a ejercer una forma de soberanía sobre Transoxiana (= Mawarannahr) y
Kashgaria. Por el noroeste su dominio alcanzaba, a través de la cordillera de
Altair, hasta los cursos altos del Irtysh y el DuwāYenisei; por el este hasta
el lago Chagan-Nor y por el sur hasta el Lop-nor.
Duwā reconoció al hijo
y heredero de Qaydu, Chapar,
pero poco después comenzaron de nuevo las guerras entre ellos. Chapar fue
vencido por Duwa y por el ejército imperial Yuan. cogido entre dos frentes,
Chapar se entregó a duwa, que se apoderó de todas sus tierras,
reconstituyéndose integramente su territorio hasta 1306.
Duwā murió en 1307 y
su hijo y sucesor Kūnčik solo reinó año y medio. Entonces ocupó
el trono Tāliqū, nieto de
Buri, cuya abierta profesión del Islam le enajenó el apoyo tribal que le
hubiera sido necesario para consolidar su posición.
Una amplia
conspiración contra el usurpador fue dirigida por Kibak, hijo menor de Duwa, el
cual finalmente penetró en la tienda de Taliqu y le mató en 1309. Estos
conflictos terminaron por animar a Chapar a reanudar las hostilidades pero su
ejército fue aniquilado por las fuerzas superiores de Kibak, y volviendo a
cruzar el Ili fue a refugiarse en la corte de Qaišan,
Qa’an y emperador mongol de China, su pueblo se fusionó con las tribus Čagatay
y con las de la Horda Blanca y la línea de los descendientes de Ögödäi pasó a
la historia. Tras esta victoria, los príncipes Čagataydas celebraron un gran quriltai en el que decidieron nombrar khan
a Esen Buqa, que estaba entonces en China. Como los Čagataydas no podían
ampliar su territorio por el lado de China, por las estepas aralo-caspianas y
Persia, donde estaban solidamente establecidas las casa de Kublai, Joci y la de
Hulagu, trataron de expandirse por el Afganistán oriental. Īsan-Būqā (1309-1318) mandó un ejército que
asoló Khurasán hasta llegar a las puertas de Herat (1315), pero se vieron
obligados a retirarse al enterarse de un ataque de los mongoles de China, que
penetró hasta el lago Issyk-Kul. Además en 1316, Uljaytu invadió Mawarannahr
(Transoxiana), saqueando Bukhara, Samarcanda y Tirmiz. Īsan-Būqā murió en 1318
y fue sucedido por Kibak de nuevo, que reinó hasta 1326, y que cambió la capital
a Naskhshab (Qarshi), lugar situado al suroeste de Bukhara, temiendo una
ocupación permanente de Mawarannahr. De esta manera el centro político del
kanato se trasladó de Semirechie y Jungaria a Transoxiana, donde las costumbres
paganas nómadas fueron sustituidas por otras islámicas e iraníes. Kibak fue
sucedido por otros tres hijos de Duwa, Īlčikdāy (1326-1330), Dūrah-Tīmūr (1330-1331) y Tarmašīrīn ˁAlāˀ-al-Dīn (1331-1334), a los cuales se cree que intentaban una
alianza con el sultán de Delhi, Muhammad
b. Tughluq, en contra de los Il-khanes. Tarmašīrīn fue un musulmán muy devoto, y a
pesar de que el Islam estaba muy difundido entre las tribus, esta religión era
inaceptable para los jefes tribales que todavía eran paganos, por lo que en
1334 se sublevaron y le destituyeron. Este suceso marca el comienzo de un
periodo de más de treinta años durante el cual la anarquía se adueñó de
Trasoxiana, como resultado de las luchas entabladas entre los diversos jefes de
las tribus en nombre de khanes rivales, miembros de familia de Genghis Khan.
Este oscuro periodo terminó con la subida al trono de Trasoxiana del turco Tīmūr Lang (Timur 'el Cojo'), conocido en
Occidente como Tamerlán, en la segunda mitad de siglo.
El antiguo khanato
Čagatay se dividió a continuación en dos khanatos gobernados por dos ramas
diferentes de la familia real: por una parte Transoxiana y por otra parte Moghulistán, es decir, el país
que rodeaba el lago Issyk-Kul, entre los ríos Talas y Manas. En Transoxiana
reina, con Qarghi como residencia, el khan Qazān (1343-1346) hijo de Yīsūdūr, y
biznieto de Buqa Timur,
que era, a su vez, tataranieto de Čagatay (ver arbol genealógico al final
del artículo). Parece que intentó dominar la insubordinación de la nobleza
turca de Transoxiana, que le había colocado a él en el trono. El jefe de esta
nobleza era el emir Qazghan,
cuyo feudo estaba situado en los alrededores de Sali Serai, en la orilla
septentrional del Amu-Darya. Se rebeló contra Qazān, le derrotó y le mató en
1346. Convertido en el verdadero señor de Transoxiana, no dudó en romper con la
legitimidad dando el trono a un
descendiente de Ögödäï, llamado Dānišmandjī (1346-1348), pero Qazghan lo
sustituyó por un Čagatayda, Bayān-Qulī (1348-1358), nieto de Duwā. En realidad,
los Čagataydas de Transoxiana
fueron unos reyes holgazanes y todo el poder pasó a manos de los jefes de la
nobleza lical, primero Qazghan y más tarde Tamerlán.
Qazghan obligó al malik de Herat, Husayn Kart, a reconocerse
vasallo y acudir como tal a rendirle homenaje en Samarcanda. Cuando fue
asesinado Qazghan en 1357, su hijo Mirza
Abd 'Allāh se mostró incapaz
de continuar su obra, pues asesinando al khan Bayān-Qulī
para poder poseer a su mujer, se hizo acreedor de la reprobación de la nobleza
turca. Bayān-Selyuz y Hadji
Barlas, tío de Tamerlán, expulsaron a Mirza Abd 'Allah hasta Andereb, al
norte del Hindu Kush, donde murió. Esas luchas debilitaron a los señores
feudales provocando una inesperada reacción genghiskhánida .
Mientras los khanes
'holgazanes' de Transoxiana se dejaban dominar por el feudalismo turco local,
los nómadas de Moghulistán, es decir el Issyk-Kul, los ríos Ili, Elbinor,
Talas, y Chu, tras haber permanecido algún tiempo en la anarquía habían
restablecido la realeza Čagatayda
en la persona de Tūghluq Tīmūr,
un nieto de Duwā. el principal clan mongol de la región eran los Dughlat, que
poseían dominios muy importantes tanto en Moghulistán como en Kashgaria,
conocida entonces como 'Alti Shahr', 'las seis ciudades'. A mitad del
siglo XIV este clan tenía por jefes a tres hermanos: Tulik, Buladji y Qamar al-Din. Buladji tuvo la
iniciativa de buscar a un descendiente Čaġatāyda que nofuera señor feudal en
Transoxiana. Por eso recibió solemnemente a Tūghluq
Tīmūr en Aqsu y le proclamó Qa'an. Tulik, hermano mayor de Buladji se convirtió
en ulus begi,
primer emir del imperio. Sin embargo, Tūghluq
Tīmūr no fue un títere en manos de los Dughlat. Su reinado tuvo gran
importancia. En el terreno religioso, si los habitanes de Transoxiana eran
fervientes musulmanes, los seminómadas del Ili y de Aqsu seguían siendo en su
mayoría 'paganos' budistas y chamanistas. El emir Tulik, primogénito de los
Dughlat se había convertido. Tres años más tarde, en 1353, hacía lo mismo Tūghluq Tīmūr, después de un voto
hecho en momentos de dificultad; pero independientemente del atractivo
espiritual que el islamismo pudiera ejercer sobre él, midió, sin duda, la
influencia que le daría esa conversion para apoderarse de Transoxiana. Los dos
emires que habían triunfado sobre Abd 'Allāh b. Qazghan se mostraban incapaces
de mantener un poder coherente. Fuera de ellos, el reino de Transoxiana estaba
dividido hasta el infinito entre los demás representantes del feudalismo local
turco. Por eso, Tūghluq Tīmūr en
1360 invadió Transoxiana. Hadji Barlas cruzó el Amu-Darya y se retiró al
Khurasán. El triunfo de Tūghluq Tīmūr fue tan completo que el propio sobrino de
Hajji Barlas, Timur Leng, de 26 años de edad, consideró prudente unirse al
vencedor. Su tío volvió de Khurasán y ocupó de nuevo su posición, pero temiendo
que Tūghluq Tīmūr le hiciera matar huyó de nuevo a Khurasán donde unos bandidos
lo mataron cerca de Sabzawar.
El nieto de Qazghan,
el emir Husayn, se había
hecho un feudo que incluía Balkh, Qunduz, Badakhsan y Qabul. Tūghluq Tīmūr le venció y le hizo
huir. Al regresar la Samarcanda mandó matar a Bayān Selyuz y dejó a su hijo Ilyās-Khwāĵah, como virrey de
Transoxiana, con Tamerlán como consejero.
La muerte de Tūghluq Tīmūr (1363) fue seguida por
grandes transtornos, en los que la familia Dughlat asesinó a cuantos
descendientes suyos tuvo a su alcance. En efecto, el emir Qamar al-Din
ambicionaba el cargo de ulus
begi, que había sido dado a su sobrino Khudaidad,
hijo de Buladji. Se vengó matando a Ilyās-Khwāĵah,
que venía de Transoxiana expulsado por las victorias de Tamerlán. Qamar al-Din
desposeyendo a la dinastía Čagatayda, usurpó el título de Khan y reinó sobre el
Moghulistán. Un joven hermano de Ilyās-Khwāĵah, Khiḍr-Ḫwāĵah escapó de Qamar al-Din gracias a Khudaidad quien le ayudó
a huir de Kashgar para ir a las montañas del Pamir.
Contra Qamar al-Din
Tamerlán inició hasta cinco expediciones de carácter preventivo con el
objetivo de poner definitivamente a Transoxiana a salvo de las invasiones
periódicas de los nómadas. Qamar al-Din siempre retrocedía ante él, y cada vez
que Tamerlán volvía a Transoxiana, recuperaba los territorios perdidos. En
1389 Tamerlán envió un ejército que persiguió a Qamar al-Din hasta la región
del Irtish negro, donde se perdió su rastro y nunca volvió a saberse de él. La
desaparición del usurpador permitió al Čaġatayda Khiḍr-Khwāĵah
recuperar el trono de Moghulistán que mantuvo buenas relaciones con Tamerlán,
al que dió una hija suya como esposa en 1397, unión preciosa para éste, pues
ella permitía su entrada en la familia genghiskhánida.
A su muerte se
produjeron una serie de desórdenes que dieron a los sucesoreis de Tamerlán en
Transoxiana pretexto para intervenir en la zona occidental del khanato, pero
finalmente el trono fue ocupado por Uways (1418-1421 y 1425-1428), nieto o
biznieto de Khiḍr-Khwāĵah, que pasó su vida luchando infructuosamente en Jungaria
contra los oiratos (oyirat). Al morir se produjeron
nuevos disturbios entre los emires, los cuales forman facciones rivales en
apoyo de sus hijos Īsan-Būqā
(II) y Yūnus. En el enfrentamiento la
facción de Īsan-Būqā demostró ser
la más fuerte y Yūnus fue entregado por sus partidarios a Ulugh Beg, sultán de Samarcanda y nieto de
Tamerlán.
El largo reinado
de Īsan-Būqā (1428-1462)
fue interrumpido por frecuentes incursiones de los oiratos, por la guerra
contra los Timuríes (descendientes de Tamerlán) en Transoxiana y por revueltas
internas. Cuando murió, la parte occidental de Moghulistán fue fácilmente
ocupada por los partidarios de Yūnus,
protegido de los Timuríes, pero este no conquistó Aqsu y Turfan hasta 1472,
cuando murió Kibak (II),
nieto de Īsan-Būqā. Yūnus fue un estricto musulmán y
protegió en gran medida a la clase religiosa, especialmente a los miembros de
las órdenes derviches. Tranquilo, cortés y especialmente inteligente, Yūnus tenían un prestigio tan grande
entre sus belicosos vecinos de Transoxiana que frecuentemente actuó como
árbitro en sus inacabables disputas.
A su muerte en 1487,
el khanato fue dividido: su hijo mayor, Maḥmūd (1487-1508) gobernó en Tašqand mientras su hijo más joven, Aḥmad (1487-1504) , modelo de gobernante Čaġatāy según los
moldes tradicionales, reinó en Aqsu. Aḥmad fue un
incansable guerrero; combatió a los oiratos dos veces, venciéndolos en ambas, y
derrotó tres veces a ejércitos kazakos rebeldes. Sin embargo, no hizo ningún progreso
contra el emir Dughlat, Abu
Bakr, y falló por completo en sus intentos de conquistar Kashgar y Yarqand.
Cuando su hermano Mahmud se vió amenazado por el conquistador uzbeko Muhammad Shaybani, Ahmad se
dirigió rápidamente a Tašqand
para ayudarle.
En 1503 ambos hermanos fueron derrotados en la batalla de Akhsi, al nordeste de Khokhand (Farġānah) y hechos prisioneros por Muhammad Shaybani, y aunque liberados muy pronto, perdieron Farġānah y Sairam, y nunca alcanzaron su antigua preeminencia. Ahmad moriría de parálisis en Aqsu en 1504, y Maḥmūd cometió el error de caer de nuevo en manos del Shaybánida, quien esta vez le condenó a muerte cerca de Khokhand (1508). La muerte de Maḥmūd marcó el apartamiento definitivo de los Čaġatāydas en el Turkestán occidental. Expulsados desde entonces a la zona oriental del Tian Shan se perpetuarían allí durante un siglo. A la muerte de Ahmad fue reconocido su primogénito Manṣūr como khan en Uighuristán (1504-1543), en Turfan, Qarashahr y Kutcha. El emir de Kashgar Abu Bakr Dughlat entró en Aqsu y saqueó el tesoro Čaġatāyda, tras lo cual fue a arruinar las ciudades de Kutcha y Bai.
Sin embargo, los hijos de Aḥmad demostrarían ser una formidable banda de guerreros que habían heredado totalmente los instintos combativos de su padre. El jefe de ellos era Abū-Saˁīd que había sido capturado de pequeño por los uzbekos y había combatido al lado de Muhammad Shaybani. En 1514 condujo a sus hermanos y seguidores, una fuerza de unos 4.700 hombres contra Kashgar, conquistó esta ciudad fácilmente y acabó con el mando de la familia Dughlat. Abu Bakr huyó a Ladakh y allí fue asesinado. Después de la conquista de Kashgar sus hermanos atacaron las ciudades del este (Uch-Turfan, Aqsu, Bai, Kutcha, Qarashahr y Turfan) con la intención de reconstruir el antiguo khanato de Moghulistán en la forma que tenía durante la vida de su abuelo Yūnus. Abū-Saˁīd combatió a los uzbekos, a los kazakos y a los kirguises, e incluso emprendió la conquista de Ladakh y Cachemira, regiones en donde nunca habían penetrado los khanes Čaġatāy anteriormente. Su ejército abandonó la región de Kashgar para entrar en Cachemira entre 1531 y 1532, al mando de Muhammad Haydar Dughlat; el mismo Abū-Saˁīd salió también en esa dirección un poco después, invernó en Baltisan y murió en 1533.
El entendimiento entre los dos hermanos aseguró al Asia Central una paz profunda. En el khanato de Uighuristán o Turfan Manṣūr tuvo como sucesor a su hijo Šāh Khan (1543-1570), quien tuvo que luchar contra su hermano Muhammad que se había apoderado de una parte del país de Hami y obtiene contra él la ayuda de los oirates. A la muerte de Šāh Khan se convirtió en soberano de Turfan pero tuvo que defenderse contra un tercer hermano, Sūfi Sultān. Tras él las fuentes guardan silencio sobre el khanato Čaġatāyda de Turfan, aunque sabemos que en 1647 y 1657 un sultán de Turfan al que los chinos consideraban Čaġatāyda auténtico envió una embajada a Beijing.
El hijo y
sucesor de Abū-Saˁīd en Kashgaria, ˁAbd-al-Rašīd I (1333-1560) mantuvo
intactas sus conquistas pero a su muerte el khanato se desintegró como
resultado de la rivalidad entre varios miembros de la familia dirigente y la
presión ejercida por los uzbekos, kazakos y kirguises.
Durante el curso del
siglo XVI el khanato de Moghulistán dejó de existir virtualmente, ya que los
oirates (de raza mongol puros, aunque no del linaje de Genghis Khan) habían
ocupado Jungaria (región al sureste del lago Balkhash), los kazakos se habían
establecido recientemente en Semirechie y los kirguises del Tian Shan no
reconocían a ningún soberano extranjero. El dominio de los Čaġatāydas solo sobrevivió en
Kashgaria, debilitándose gradualmente hasta que fue reemplazado por unos
regímenes casi teocráticos dirigidos por una ambiciosa dinastía
Khwāĵah procedente de Transoxiana. El primero de esta dinastía fue
misionero y milagrero ambulante de Bukhara, conocido por Hazrat-i Makhtum-i 'Azam, que recibió del khan unos dominios muy
bien dotados y murió en Kashgar en 1540. Sus hijos y nietos que pronto se
dividieron en facciones rivales llegaron a ejercer una autoridad tanto política
como espiritual sobre la población urbana de Kashgaria, aunque fuera de la
áreas dominadas por las dos confederaciones rivales de tribus kirguises
conocidas por los nombres de Aqtaghliq ('gente de la montaña blanca') y Qarataghliq ('gentes de la montaña negra') con
las que las facciones rivale de los Khojas llegarían a aliarse.
A finales del
siglo XVII, el último gobernante efectivo Čaġatāyda
que tenía alguna autoridad efectiva sobre las ciudades, Ismāˁīl Khan (1670-1680), se enemistó con el líder de los Ḫwāĵah Aqtaghliq, Khwāĵah Hidayatullah y le envió al exilio. Pero desgraciadamente para Ismāˁīl Khan Hidayatullah, popularmente
conocido como Hazrat-i Afaq, era un hombre de personalidad dominante que era
venerado por sus seguidores como un santo poseedor de poderes milagrosos
y como un profeta solamente inferior a Mahoma. Solicitó la ayuda del gran
jefe de los oiratos, Galdan,
el cual en 1678 invadió la depresión del Tarim, expulsó a la familia de Ismāˁīl Khan e instlaó a Hidayatullah en
calidad de representante personal. Pero no quedando contento con esta
subordinación muy pronto comenzó a conspirar con un sobrino de Ismāˁīl Khan, Muḥammad-Amīn de Uch-Turfan para
expulsar a los oirates. Estsos fueron derrotados en la lucha y Muḥammad-Amīn fue asesinado por uno de sus propios partidarios. De esta
manera, Khwāĵah Hidayatullah quedó dueño indiscutido
de Kashgaria hasta su muerte, ocurrida hacia 1694. Después de un periodo
de anarquía los Khwāĵah Qarataghliq se establecieron en
Yarkand, mientras que los Aqtaghliq retenían Kashgar con lo que se consiguió un
equilibrio entre los dos facciones hasta que los oiratos en 1713, librados de
las desuniones internas que habían seguido a la muerte de Galdan, volvieron a
imponer su poder en Kashgaria y se llevaron a los líderes de ambas facciones a
sus cuarteles generales situados en el valle del Ili. Así, Khwāĵah Khwāĵah Dāniyāl, líder de los
Qarataghliq se ganó la confianza de Tsewang-Rabtan (1697-1727), que le mandó a Kashgaria
como gobernante único, cargo en el que fue confirmado por el siguiente caudillo
oirato, Galdan-Tsering (1727-1745). Pero a la muerte de
Daniyal los oiratos consideran prudente dividir las ciudades de Kashgaria entre
sus cinco hijos, los cuales en el caos que siguió a la muerte de Galdan-Tsering en 1745, retiraron su
lealtad a los oiratos. Pero su sumisión fue restaurada fieramente por Amursana (1755-1757), nieto de Galdan-Tsering, que desde entonces
apoyó a la facción de los Aqtaghliq. Una vez más establecidos en Kashgaria, los Khwāĵah se encontraron con que ahora eran no
solo vasallos de Amursana, sino también del soberano de este, el emperador
manchú de China. Sin embargo, los Khwāĵah se unieron a Amursana en su rebelión
contra los manchúes, y tras su derrota Kashgaria fue ocupada ocupadas por las
tropas chinas en 1758-9, aunque no sin encontrar una fiera resistencia por parte
de los Khwāĵah y sus seguidores.
BIBLIOGRAFÍA:
Grousset, René: El imperio de las estepas: Atila, Gengis Khan, Tamerlán. Edaf (colección Clío, 21), Madrid, 2001
Hambly, Gavin: Asia Central. Historia Universal siglo XXI, Volumen 16. Edit. Siglo XXI de España, 1972
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