1.
Los Orígenes de los reinos Galeses en la Alta Edad Media.
El
origen de la temprana organización política galesa debe buscarse en
el período posterior al cese de la dominación romana en torno al
año 400. Los líderes nativos, incapaces de sostener métodos
romanos de gobierno, iniciaron los procesos que iban a llevar a la
creación de una serie de reinos.
Se
cree generalmente que la historia galesa comienza con la llegada de
un cierto Cunedag (en galés tardío Cunedda) y sus
hijos, como es narrado por Nennius en la Historia
Brittonum). Este relato nos cuenta que Cunedag y ocho de sus
hijos y un nieto llegaron desde Manau Guotodin 146 años antes
del reinado de Maelgwn, príncipe de Gwynedd, en tiempos de su
bisabuelo, y que ellos “habían expulsado a los irlandeses para
siempre de esas tierras”. La forma del nombre Cunedag y el contexto
de la historia indican que no es de más tarde del siglo VII. En uno
de los textos de las genealogías reales adjunto a la Historia
se da una lista de los hijos de Cunedag en una ortografía del siglo
X, y en conclusión, se dice que el hijo mayor Typiaun había
muerto en Manau Guotodin y su hijo Meriaun había dividido su
parte de la herencia galesa con su hermanos: ‘Estas son sus
fronteras, desde el río Dee al río Teifi, y fueron titulares de
muchos distritos en las zonas occidentales de Britania’. No hay
insinuación de una migración o de cualquier movimiento a gran
escala desde Manau, y Cunedag nunca es citado como rex, o,
para ese asunto, por ningún título.
No
hay nada inherentemente imposible en la tradición más antigua del
movimiento de Cunedag y sus hijos a Gales, como pretende Nennius,
salvo su expulsión de los irlandeses, que ciertamente no fue
completada tan pronto. En otra parte él declara que ellos expulsaron
a los irlandeses fuera de Dyfed, Gower, y Kidwely, pero no hay
autoridad en las genealogías para los hijos de Cunedag al sur de
Cardigan, y la afirmación generalmente está desacreditada. En
cualquier caso la tradición adicional que da los nombres de los
hijos bien puede ser de origen más tardío, y simplemente una pieza
de especulación de anticuario basada en los nombres de las
divisiones posteriores del norte y oeste de Gales, a los que son
idénticos. La lista es arbitraria y tiene huecos y no todos los
reinos están en la costa o donde la concentración irlandesa pudiera
buscarse, por ejemplo Anglesey. Los textos más antiguos
representados por Nennius no hacen reclamación a esas
identificaciones, que han sido sustituidas, sin duda, a partir de las
genealogías posteriores que pretendían trazar los orígenes de los
príncipes gobernantes a los hijos de Cunedag. Todas las genealogías
se detuvieron al final del periodo romano, y la historia llena un
vacío. Los nombres de los hijos posiblemente están basados en
algunas viejas listas mnemotécnicas, como las de las batallas de
Arturo: Rhufon de Rhufoniog, es decir Conway
meridional; Dunod (en latín, Donatus) de Dunoding,
alrededor de Harlech (donde la línea persistió hasta 900); Ceredig
de Ceredigion; Edeyrn (en latín Aeternus)
de Edeyrnion; Meirion (en latín Marianus) de
Meirionydd, etc. Esta concentración de
genealogías sobre un ancestro del siglo V es estrechamente análoga
a las de los reyes de Irlanda, donde el esquema sistemático es
atribuido a los estudiosos medievales de las antigüedades. Se
crearon esquemas anticuarios similares para los hijos de Erc en
Dálriada, y para los hijos del epónimo Cruithne entre los
Pictos.
La
tradición galesa, nos presenta, entonces, con el mapa político de
Gales al fin del periodo romano, como un mosaico de pequeños reinos,
cada uno gobernado por su propia dinastía, cada uno representado por
su propia genealogía cuidadosamente preservada, y cada uno se
heredaba de padre a hijo. Cinco de esas genealogías pretendían que
la dinastía que representan descendía de Cunedag, de las
cuales cuatro pertenecían a Gwynedd y una quinta a Ceredigion
(Cardigan).
De ningún modo todas las dinastías galesas reclamaban descender de Cunedag. Dyfed (que incluía el moderno Pembrokeshire) en el suroeste conservaba el nombre del reino prerromano Demetia, y era gobernado por una dinastía que duró desde el siglo V al X y pretendía ser de origen irlandés. Siempre ha tenido un interés especial porque aquí en el valle de Hodnant estaba la iglesia de Mynyw, la fundación monástica, y más tarde la catedral, dedicada a S. David, o Dewi Sant, el patrón de Gales.
De ningún modo todas las dinastías galesas reclamaban descender de Cunedag. Dyfed (que incluía el moderno Pembrokeshire) en el suroeste conservaba el nombre del reino prerromano Demetia, y era gobernado por una dinastía que duró desde el siglo V al X y pretendía ser de origen irlandés. Siempre ha tenido un interés especial porque aquí en el valle de Hodnant estaba la iglesia de Mynyw, la fundación monástica, y más tarde la catedral, dedicada a S. David, o Dewi Sant, el patrón de Gales.
El
pequeño reino montañoso de Brycheiniog (Brecknkock) en Gales
centromeridional nunca fue conquistado, y su dinastía que pretendía
descender de una princesa nativa y un irlandés duró hasta el siglo
X. La línea real de Builth sobre el alto Wye pretendía
descender de Vortigern, y la reclamación nunca fue disputada.
De acuerdo con Nennius tanto Builth como Gwerthrynion (nombre
derivado de una antigua forma de Vortigern), eran, cuando él estaba
escribiendo gobernados por Fernmail y es cierto que los
antiguos jefes de Gwerthrynion, como los de Builth trazan su
descendencia de Vortigern. Los reinos del sureste de Gales pretendían
derivarse de la provincia romana de los Silures, y tener una
dinastía descendiente de Caratacus. Esta siempre fue la parte
más romanizada de Gales, y el nombre de Caerwent ha
sobrevivido desde la antigua centro tribal, Venta (Silurum).
El
reino de Powys –bella, fértil Powys, ‘el Paraiso de
Gales’ como la llama el poeta Llywarch Hen-emergió sin duda
del viejo reino de los Cornovii, con su capital en
Viroconium (Wroxeter) y su centinela el Wrekin (colina
de Shropshire de 407 metros de altura). Siempre fue la puerta de
Gales y tenía que guardar sus vados celosamente. El nombre del vado
de Rhyd-y-Groes (‘Vado de la Cruz’) en Buttington sobre el
Severn, y el establecimiento completo está inmortalizado en el
relato medieval galés de ‘El Sueño de Rhonabwy’ como el
campamento de Arturo durante las negociaciones con los sajones. El
origen de la dinastía de Powys es oscuro pero la muerte de Cyngen,
último rey de la vieja línea nativa, está registrada en los
Annales Cambriae para 852.
Al
trazar las dinastías separadas de esos pequeños reinos galeses
independientes desde su origen en el siglo V hasta la gradual
unificación de Gales en los siglos IX y X y su unión final con
Inglaterra bajo Athelstan, no podemos dejar de impresionarnos por su
estabilidad, pues permanecieron intactos durante muchos siglos.
Algunas de las familias gobernantes tuvieron una vida de más de
ochocientos años, y la unificación final del país parece haber
tenido lugar por intermatrimonio más que por conflicto armado.
2.
El desarrollo de los reinos galeses en la época Oscura y la lucha de
los Cymry contra los anglosajones (siglos V-IX)
a)
Gwynedd
Según
la tradición, la reducción de los goidelos (irlandeses) de Gwynedd
no fue completada por Cunedag y sus hijos. Uno de los ocho que
emigraron a Gales, Einion Yrth, no dio su nombre a ningún
cantref o cymwd, y la historia de sus descendientes sugiere que esto
se debió a que permaneció en la línea de combate, llevando la
guerra hasta el fin de su vida contra los goidelos de Mon y
Arfon. Sea como fuere, es a su hijo Cadwallon Llaw Hir
(‘el de la Larga Mano’), a quien la tradición atribuye la
afirmación de la supremacía bretónica en el norte de Gales al
derrotar a los irlandeses en una gran batalla que tuvo lugar en
Cerryg y Gwddyl, cerca de Trefdraeth en Anglesey. Esta lucha
es mencionada en primer lugar en la Tríada que habla de las tres
bandas guerreras de la Isla de Bretaña; uno de sus números era la
banda guerrera de Cadwallon Llaw Hir, quien, cuando estaban luchando
contra los ‘Serygei Wyddel’, los irlandeses, en Cerryg y
Gwyddyl, ataron sus pies a las patas de sus caballos, y así hicieron
imposible la huida, dejando la victoria o la muerte como únicas
alternativas. Otros relatos hablan de que la batalla se celebró en
Llan y Gwyddyl, pero probablemente fue otro nombre para el mismo
lugar. Desde entonces, los bretones dominaron en el norte de Gales;
el hijo de Cadwallon, Maelgwn no parece haber tenido dificultades con
los goidelos recientemente conquistados.
Incluso menos se conoce del progreso de los bretones en el sur que en el norte. Salvo por la ocupación de Ceredigión, la actividad de la Casa de Cunedag parece haber estado confinada al norte de Gales, y solo es posible conjeturar como expulsaron los bretones a los goidelos en el valle del Towy, en Dyfed y en la tierra de los Silures. Los colonizadores bretones del sur probablemente fueron los ordovices del actual Radnorshire, donde presionaron sobre el valle del Irfon en la región de Llandowery, Llandeilo y Llanely. Un movimiento tal como este puede explicar el hecho indudable de que se hubieran descubierto pocas inscripciones en latín entre el Towy y el Tawe, y también la historia de las conquistas de Cunedag en Gower y Kidwelly. Los goidelos del sur de Gales se habrían escindido en dos divisiones, los de Dyfed y los de el País Siluriano, y cada uno de esos dos distritos hay rastros de que el antiguo lenguaje permaneció durante muchas generaciones.
Incluso menos se conoce del progreso de los bretones en el sur que en el norte. Salvo por la ocupación de Ceredigión, la actividad de la Casa de Cunedag parece haber estado confinada al norte de Gales, y solo es posible conjeturar como expulsaron los bretones a los goidelos en el valle del Towy, en Dyfed y en la tierra de los Silures. Los colonizadores bretones del sur probablemente fueron los ordovices del actual Radnorshire, donde presionaron sobre el valle del Irfon en la región de Llandowery, Llandeilo y Llanely. Un movimiento tal como este puede explicar el hecho indudable de que se hubieran descubierto pocas inscripciones en latín entre el Towy y el Tawe, y también la historia de las conquistas de Cunedag en Gower y Kidwelly. Los goidelos del sur de Gales se habrían escindido en dos divisiones, los de Dyfed y los de el País Siluriano, y cada uno de esos dos distritos hay rastros de que el antiguo lenguaje permaneció durante muchas generaciones.
La
dinastía dirigente en la historia de Gales desde el siglo V hasta el
IX descendía de Maelgwn Gwynedd, cuyos ancestros se remontan
a Cunedag en la cuarta generación y que iba a identificarse con
Magloconus, el ‘Dragón de la Isla’ de Gildas. Magloconus
había ganado la alta aprobación de Gildas al pasar algún tiempo en
su juventud en un retiro monástico; pero había ido en contra de su
promesa inicial y se convirtió en un poderoso y despiadado guerrero,
renunciando a sus antiguos votos y cantos religiosos por lo
panegíricos de los juglares de su corte. Aún estamos en la Edad
Heroica de Gales, y todo lo que nos cuenta Gildas de la espléndida e
imponente figura de Maelgwn y su carrera es típico de un príncipe
heroico; pero esta es también la Edad de los Santos, y es
característico de los príncipes guerreros en todos los países
célticos de Bretaña puedan dejar el mundo para entrar en retiros
monásticos, y a menudo emerger de nuevo, ya sea temporal o
permanentemente, para tomar las armas como reyes guerreros.
Citado
por Gildas, “Cuneglasus” fue también, sin duda, uno de
los gobernantes de Gales, pues las genealogías incluyen un cierto
“Cinglas” (en Gales moderno Cynlas) , que era hijo de Owain
Dantgwyn, “el de los Dientes Blancos”, hijo de Einion Yrth,
hijo de Cunedag y por tanto pertenecía a la misma generación que
Maelgwn. No hay ninguna indicación de la sede de su poder, pero
parece que Einion Yrth tenía su sede en Rhos, y fue sucedido por su
hijo Owain, mientras que el otro hijo Cadwallon Llaw Hir
reinaba en Mon. La antigua villa de Penllyn puede
conmemorar su nombre; sus hermanos Engan y Seiriol fundaron
iglesias en el noroeste de Gales, y Caradog, el rey de Gwynedd que
murió en 798 parece haber sido su descendiente.
Tanto
Maelgwn como su hijo Rhun son conocidos para nosotros principalmente
a través de la riqueza de tradiciones que le son atribuidas en
tiempos posteriores, tales como la historia medieval de Taliesin,
y el Sueño de Rhonabwy, y las breves narrativas incorporadas
en la leyes galesas.
Cuando
Maelgwn murió fue sucedido por su hijo Rhun Hir
y este, a su vez, por su hijo Beli ap Rhun. El rey
de Gwynedd que le sucedió fue Iago ap Beli, cuyo óbito se
registra en 613 en los Annales Cambriae. Sin embargo, no
existe certeza de que sea hijo de Beli ap Rhun, puesto que no
concuerdan los datos cronológicos, al situarse ambos en la misma
generación. En Geoffrey de Mounmouth aparece como Iago ap Beli ap
Einion. Puede suponerse con bastante probabilidad que este Einion
era el rey Einion de Lleyn, que aparece citado como hijo de Owain
Dantgwyn de Rhos, hijo de Einion Yrth ap Cunedda.
b)
Powys
Solo
se tienen una idea general de qué tierras pudieron haber constituido
el reino llamado Powys después de la retirada de los romanos a
principios del siglo V. Probablemente se extendía al este hasta el
Severn y al sur hasta el Wye, extendida su parte norte hacia el Mar
de Irlanda, desde el Dee al Clwyd. Esas tierras parecen ser los
territorios combinados que se relacionan con las tribus celtas de los
Cornovii y los Deceangli.
La
porción más septentrional incluía lo que más tarde se llamaría
Tegeingl, Ial, Ystrad Alun, Yr Hob, ambos Maelors, Dyffryn Clwyd, al
borde del río Clwyd, Nanheudwy, Cynllaith, Cheshire y la parte de
Shropshire al norte del Severn. La parte más baja incluía Mochnant,
Mechain, Deuddwr, Gorddnur, Ystrad Machell, Caereinion, Cyfeiliog,
Arwstly, Cedewain, Llanerch, Hudol, Ceri, Maelienydd, Gwerthrynion,
Cwmwd Deuddwr, Buellt (=Builth), Elfael, Llythyfnwg, Shropshire al
sur del Severn, y la porción de Herefordshire, Worcestershire y
Gloucestershire que están al oeste del Severn.
Podría
sospecharse que los dos reinos celtas originalmente separados se
unieron en algún punto del siglo V, posiblemente por los matrimonios
simultáneos de una princesa de cada tribu con un príncipe de la
otra. La fusión puede haber estado motivada por una amenaza común
por enfrentarse a los extranjeros, ya fueran pictos viniendo desde el
norte o sajones desde el este.
Se
dice que cuando los romanos dejaron la isla, poco después del 400,
las ‘ciudades’ de las llanuras habían buscado a un hombre de
Llydaw para encabezar su gobierno central. Se nos relata que
el rey de ese territorio envió a su hermano menor Constantino para
ocupar el cargo. Geoffrey de Mounmouth pretende que el hombre murió
o fue asesinado dejando a un hijo llamado Constante que estaba
preparando para el sacerdocio. Walter Wolcott sugiere que el clérigo
era realmente Custinenn el Bendito, hijo de Maxen Wledig.
Los dirigentes de las ciudades eligieron a este “hombre de paja”
como su nuevo ‘emperador’ o rey supremo pero seleccionó un
consejo de hombres experimentados para asesorarle. Los historiadores
más antiguos dicen que uno de esos consejeros era Gwertheyrn,
el hombre llamado más tarde Vortigern. Supongamos por un
momento que otro de esos consejeros fuera Cadell Ddrynllwg. El
rey supremo o bien murió o bien fue asesinado en torno a 425 y
Vortigern le sucedió. Unos tres años más tarde, Vortigern invitó
a un pequeño contingente de sajones para establecerse en Thanet,
pequeña isla en la costa de Kent. Cadell pudo haber estado entre los
que se opusieron a ello. Era conocido que las tribus localizadas a lo
largo del canal de la Mancha estaban siendo fuertemente presionadas
por las hordas bárbaras que venían del este; una vez que ese pueblo
puso pie en la puerta de Britannia, miles más los siguieron. Una vez
asentado firmemente en el poder, Vortigern pudo haber invadido las
tierras de Cadell para derrocarle y finalizar su oposición. La
enemistad pudo haber estado ocurriendo en 429 cuando el obispo San
Germanus visitó Britannia para combatir la herejía del
Pelagianismo. Consciente de que tal lucha interna era una
locura en un momento en que las hordas “incivilizadas” de pictos
y escotos del lejano norte estaban atacando a los civilizados y
romanizados habitantes de Britannia, Germanus probablemente trató de
negociar una tregua entre Vortigern y Cadell. Sin duda, la invocación
de los fuegos del infierno sobre Vortigern, hizo que éste diera
marcha atrás y dejó a Cadell gobernar sus tierras en paz. Por
supuesto, Nennius relató el incidente como si Germanus fuera un
hacedor de reyes y Cadell como un hombre que nunca antes había
estado cualificado para ser un líder tribal. Creemos que
después de que Vortigern hubiera muerto, la amenaza creciente de los
sajones empujando hacia el oeste buscando tierra fértil indujo a los
reinos a fusionarse y presentar un frente defensivo unido.
c)
La lucha contra los anglosajones (615-655)
Al
comienzo del siglo VII el ataque de los anglosajones sobre los Cymry
a manos de Æthelfrith se concretó en un movimiento más
amenazante. Durante los primeros doce años de su reinado, desde 592
hasta 604, fue, si hemos de creer al autor de las Saxon
Genealogies, rey de Bernicia solamente, siendo su frontera
meridional el río Tees, o posiblemente el Tyne; en el último año
anexionó el reino inglés vecino de los Deiri (conocido en la
literatura galesa como Deifyr) expulsando de él al joven
Edwin, hijo del anterior rey, Ælle. Ahora mantenía
una posición excesivamente fuerte, y aunque la preeminencia de
Æthelberht de Kent le previno de ejercer mucha influencia al
sur del Humber, al norte de ese río no tenía rival. En 603 había
sido atacado por Aedán mac Gabráin, rey de la importante
colonia irlandesa o “escocesa” que se había establecido en
Argyll, con un gran ejército que probablemente incluía un
contingente de de los Cymry de la región del Clyde; pero Aedán
sufrió una aplastante derrota en Degsastan (‘la Piedra de
Degsa’), probablemente Dawson en la cabeza de Liddesdale.
Posiblemente
fue la distinción que consiguió con esta victoria lo que
envalentonó a Æthelfrith poco después para poner sus manos sobre
Deira y como consecuencia de esta adquisición adicional entró en
contacto con los Cymry meridionales, con los hombres de Gwynedd y
Powys, y los que vivían junto al Mersey y el Ribble. Luego, abrió
el segundo periodo de relaciones entre los anglosajones y los Cymry
–el que transcurre en el espacio de unos 50 años hasta la
separación final de la sección septentrional de la meridional de la
derrotada nación británica, y así Gales y Strathclyde discurrirían
desde entonces por caminos separados.
No
sabemos qué camino tomó Æthelfrith hasta llegar a Chester. Pero
fue cerca de esta ciudad donde, sobre el año 615 obtuvo su más
famosa victoria sobre los bretones. Beda proporicona en su
Historia Eclesiastica, algún relato de la batalla;
desgraciadamente, solo estaba interesado en lo que pudiera
considerarse como un accidente en la lucha. Fue su propósito mostrar
que en esta ocasión una profecía pronunciada muchos años antes por
Agustín se cumplió, en el sentido de que si la clerecía británica
no se le unía en predicar a los ingleses paganos, ellos seguramente
serían víctimas de su furia bárbara. En consecuencia, cuenta la
historia de la aparición en el campo de batalla, después de una
marcha de tres días de muchos cientos de monjes procedentes del no
muy lejano monasterio de Bangor, que estaba situado en los que se
suponía era un lugar seguro bajo la protección de un tal Brochwel,
y desde ese puesto de ventaja, comenzó a implorar la bendición
sobre los hombros de sus compañeros y compatriotas. Æthelfrith
preguntó por el significado de este extraño espectáculo, y al
decírselo, ordenó a sus tropas inmediatamente que arrasaran la
ciudadela de los que rezaban. Brochwel y sus hombres huyeron al
primer encuentro. Se dice que no menos de doce cientos de “santos”
fueron pasados por la espada. Como para las principales cuestiones de
la batalla Beda no tiene nada que decir, excepto que la decisiva
victoria de Æthelfrith no se ganó sin una considerable pérdida de
su propio lado. Siendo como era una victoria, sin duda, no fue
bastante lo bastante completa como para que se produjera una
ocupación del territorio alrededor de Chester: Æthelfrith se retiró
del distrito, y poco después, en 616, encontró la muerte en las
orillas del río Idle en batalla contra el rey Raedwald de
East Anglia.
Hasta
donde podemos comprobar, el líder de los Cymry en la batalla de
Chester era Selyf (o Salomón) Sarffgadau ('serpiente
de batalla'), hijo de Cynan Garwyn (‘el del Carro Blanco’),
afamado señor de la guerra que es recordado en los poemas de
Taliesin por haber emprendido fructíferas incursiones sobre Dyfed,
Gwent, Anglesey, Brycheiniog y Cornwall, aunque nunca tuvo contacto
con los anglosajones, y nieto de Brochwel Ysgithrog (‘el de
los Colmillos’), y a través de ellos descendiente en séptima
generación de Cadel Ddrynllwg, quien como representante de la vieja
línea de Powys era el defensor natural del valle del Dee. Las
noticias galesas e irlandesas de la batalla le citan como el más
notable entre los muertos, y una de las Tríadas le reconoce
entre los héroes británicos que fueron vengados desde sus tumbas,
quizá una alusión al hecho de que Æthelfrith hubiera vivido
poco tiempo después de su triunfo. No hay evidencias de que las
fuerzas de Gwynedd tomaran parte de la batalla, aunque se encuentra
una referencia en una crónica (Harl. M.S.3859) que señala que ese
mismo años murió Iago ap Beli, rey de Gwynedd, como se dijo más
arriba, descendiente de Owain Dantgwyn de Rhos, pero no conecta el
suceso con su noticia de “Gwaith Caerlleon”. Más bien
sugiere que Iago murió en un monasterio después de retirarse de su
cargo. Así, el soberano de Mon y Arfon y heredero de las
pretensiones de Maelgwn Gwynedd era probablemente Cadfan, que
aparece en las genealogías como hijo de Iago ap Beli.
Su
famosa inscripción con su cruz inscrita en la iglesia de
Llangadwaladr, nos habla directamente. La sede familiar en Aberffraw
es una construcción de piedra sobre un piso arenoso que debe haber
sido ideal para el ejercicio de los caballos de sus miembros. En la
inscripción se lee: “Catamanus rex, sapietisimus, opinantisimus
omnium rerum”, ‘El rey Cadfan, el más culto y célebre de
todos los reyes’. Tanto la inscripción como la caligrafía están
en la forma más actualizada de escritura continental, y la pequeña
corte de Aberffraw en la costa oeste de Anglesey estaba probablemente
en contacto directo con la cultura continental. La inscripción
sugiere que el mismo Cadfan fue un hombre educado –sapiens
significa hombre culto, y por tanto un clérigo en este periodo; y el
ambicioso y de mucha categoria epitafio con su cruz inscrita sin duda
fue establecido por su hijo Cadwallon o su nieto Cadwaladr, el
fundador tradicional de la iglesia en la que se ubica la inscripción,
la Abadía de Westminster de la familia.
Si
Cadfan puede ser reconocido como una de las oscuras personalidades de
la historia galesa, su hijo y sucesor Cadwallon (II) fue el
protagonista de la última gran lucha entre bretones e ingleses por
la supremacía en la isla y el derribo de Edwin levantó durante un
tiempo las esperanzas de que los bretones pudieran librarse aún de
las garras del conquistador teutónico. La caída de Cadwallon un año
más tarde esparció esas esperanzas a los vientos.
La
muerte de Æthelfrith en 616 trajo una revolución dinástica en
Northumbria. El poder fue tomado por Edwin, representante de
la línea real despojada de Deira en 604, y así, mientras los dos
reinos aún estaban bajo una sola cabeza era el meridional y no el
septentrional el que tenía la supremacía. Edwin había pasado su
juventud en el exilio, huyendo de corte en corte para escapar de
Æthelfrith; durante sus andanzas había vivido en East Anglia, y
también, si podemos aceptar la prueba de las Tríadas, en Gwynedd,
pues su nombre está incluido en un trío de “los tres principales
opresores de Mon”, alimentado dentro de la isla. Pronto demostró
la energía y resolución que se esperaría de uno que había sido
entrenado en la austera escuela de la adversidad. Atacando al reino
británico de Elmet o Elfet, situado alrededor de Leeds,
dominó y expulsó completamente al rey Ceredig de su trono.
Por esta conquista, la principal barrera que separaba Deira del Mar
de Irlanda fue eliminada, y muy poco después Edwin debió haber
hecho efectiva la brecha entre los Cymyr del Norte y los de Gales que
la batalla de Chester prefiguró, pero que realmente no se había
producido. Para el historiador inglés su más notable logro fue la
conquista de lo que Beda llama las Islas Mevanias, situadas
entre Bretaña e Irlanda, en otras palabras, de Anglesey y
Man. Tal conquista implicaría la equipación de una flota,
que estaba probablemente dispuesta en Chester.
La
tradición no dice nada de la participación de Edwin en la batalla,
y solo conmemora el valor de un Belyn de Lleyn, al que
se describe combatiendo a Edwin con su “teulu” o banda de
guerra en “Bryn Edwin” en Rhos, y también en Erethlyn,
cerca de Eglwys fach”, en la misma región. Rhos, situada como está
entre el Clwyd y el Conway era exactamente la región en la que
oponerse al progreso de cualquier expedición que hiciera su camno
hasta Anglesey, y la Colina de Edwin puede ser la que se conoce
hoy con el nombre ligeramente alterado de Bryn Yr Odyn, no
lejos de Llanelian. La valiente postura de Belyn y sus valientes
seguidores se hizo, no obstante, en vano, pues la lucha se acercó
después de haberse aplazado aparentemente algunos años, con la
amenaza de Cadwallon a la isla de Priestholm o Ynys Lannog,
frente a la costa de Anglesey, donde fue aplastada por la flota de
Edwin. Fue ahora con toda probabilidad cuando la huida a Irlanda de
Cadwallon tuvo lugar, que es avalada por la tradición y debe haber
completado el triunfo de Edwin totalmente.
Pero
Cadwallon, volviendo a Gales, entró en alianza con Penda, que
se había adelantado como líder de los mercianos, los colonos anglos
en la cuenca del alto Trent. Los motivos de Penda no son difíciles
de discernir; era pagano y hasta su muerte permaneció como defensor
del paganismo entre los anglosajones; como merciano estaba resentido
por la ascendencia de Northumbria. El rey británico, no obstante,
había establecido que su principal preocupación debía ser quebrar
el poder de Edwin, y que en fomento de este propósito no debía ser
escrupuloso con los medios empleados. No tenía razón para temer el
triunfo de Mercia, un estado aún en fase inicial, y la religión de
Penda no era obstáculo para quien no consideraba a los cristianos
ingleses, seguidores de los caminos de Roma, como hermanos en la fe.
En 633 Cadwallon y Penda encontraron a Edwin en batalla, le
derrotaron y le mataron, y durante un tiempo tuvo a Northumbria a sus
pies. Beda da el nombre del lugar como Haethfelth y transmite
la sensación de que estaba en Deira, o no lejos de sus fronteras; en
consecuencia, Hartfield, cerca de Doncaster ha sido una
identificación popular, aunque otras fuentes la sitúan en algún
lugar de Shropshire o Montgomeryshire.
Durante
el año que siguió al derribo de Edwin, Northumbria estuvo
enteramente a merced del rey británico y su aliado marciano. Era
tratado como país conquistado y saqueado sin piedad. Cadwallon era
el espíritu dominante, y está claro que su política era puramente
destructiva. Su ánimo no era subyugar Northumbria sino arruinarla. A
la muerte de Edwin Deira y Bernicia se habían convertido de nuevo en
reinos separados; un hijo de Æthelfrith, Eanfrith, había
tomado la corona del norte, mientras que un primo de Edwin, Osric,
la del estado del sur. Derrotó y mató a Osric en verano de 634,
encontrando su oportunidad cuando este príncipe se esforzaba por
encerrarle a él y a su ejército dentro del circuito de una ciudad
amurallada; en otoño de ese mismo año atrajo a Eanfrith a su
campamento, y le despachó también. Con un extenso ejército, al que
había unido, si duda, los Cymry tanto del norte como del sur, en una
ansiosa expectación de un triunfo final sobre el enemigo sajón, se
plantó en el corazón de Northumbria, en las colinas que bajan hacia
el norte en dirección a Hexham y el Tyne.
Un
segundo hijo de Æthelfrith, llamado Oswald, había ocupado
enseguida el lugar de su hermano Eanfrith y con un pequeño cuerpo de
tropas en las que confiaba totalmente, marchó al sur para disputar a
Cadwallon la supremacía de Bernicia. Los dos hermanos habían pasado
el reinado de Edwin en el exilio entre los escotos de Argyll y habían
sido imbuidos allí con los principios de la religión cristiana, que
ellos recibieron, por supuesto, en su forma céltica. La creencia de
Eanfrith no fue, según parece, mantenida, sino débilmente, pues la
abandonó al ascender al trono; Oswald, por otra parte, había
abrazado la nueva religión con toda la sinceridad de un carácter
singularmente noble. La siguiente noche el ejército de Northumbria
reanudó su marcha y al romper el día encontró la hueste de
Cadwallon, como estaba acampado unas 10 millas más al sur, en las
orillas de la corriente conocida como Rowley Water. A pesar de la
disparidad del número, la aniquilación de los británicos fue total
y la muerte de Cadwallon la hizo una derrota irreparable.
El
año de la supremacía de Cadwallon en el norte demostró que aunque
el coraje de los Cymry se mantenía alto, no poseían el secreto del
gobierno. Fracasaron en completar su victoria en el campo de batalla
mediante cualquier medida que pudiera inclinar a los derrotados
northumbrios a aceptar su supremacía, y en consecuencia, la cuestión
de si ellos reconquistarían las islas o serían expulsados a las
regiones montañosas del oeste, fue resulta por los acontecimientos
del años siguiente. Pasó algún tiempo antes de que la disputa con
Northumbria fuera abandonada, pero el desenlace desde entonces fue
seguro.
Oswald
se instaló como rey de toda Northumbria, y de acuerdo con el
testimonio de Beda, su poder no fue inferior en extensión al de
Edwin mismo. Pero el nombre de Oswald no estuvo asociado a ninguna
lucha contra los Cymry, como marcó el reinado de su predecesor, ni
por historia ni por tradición, y nada se sabe de sus relaciones con
el sucesor de Cadwallon, si en efecto, algún príncipe galés fue
capaz en este tiempo de afirmar su pretensión al oficio de
“gwledig”. Su enemigo principal fue Penda de Mercia, quien en
642, cuando él había gobernado sobre los northumbrios durante unos
8 años, le atacó y mató en la batalla de Maserfeld. No hay rastro
de que los Cymry hubieran tomado parte en esta batalla aunque parece
probable que se celebrara no lejos de sus fronteras. Pues, mientras
que ninguna autoridad antigua proporciona ninguna pista para la
situación del campo de batalla, una tradición local, que existía
en tiempos de la conquista Normanda, la fijo en Owestry, ‘el árbol
de Oswald’ (en galés, “Groes Oswallt”, es decir, la
Cruz de Oswald), del que el lugar toma el nombre, siendo tomado como
el poste de madera o pica sobre el que se colocó por orden de Penda
la cabeza del rey caído. La victoria de Maserfeld convirtió a Penda
durante muchos años el poder principal de Britania meridional.
Northumbria se convirtió de nuevo en un reino dividido, y el líder
marciano fue capaz no solo de controlar los asuntos de Deira sino
también de hostigar mediante constantes expediciones de saqueo los
límites más alejados de Bernicia meridional, gobernada por un
hermano de Oswald, Oswy. Hasta donde podemos juzgar, tuvo en
todo momento el apoyo de los Cymry, y en torno a 645 una lucha,
registrada solamente por los analistas irlandeses (Anales de
Tigernach) tuvo lugar entre Oswy y los bretones de Strathclyde o de
Gales, en el que es altamente probable que Penda formara parte ya en
secreto o abiertamente.
Gwynedd
estaba gobernada en este tiempo por Cadfael, hijo de Cynfeddw,
que no era del linaje de Cunedda, pero está clasificado en las
Tríadas entre los Tres Reyes Campesinos de la Isla de Bretaña.
Cadwallon había dejado, en efecto, un hijo, Cadwaladr, pero
probablemente en la época de la muerte de su padre, era de corta
edad, y parece que tuvo que esperar por su corona durante un periodo
considerable. No se conocen otros líderes galeses del periodo, pero
hay pocas dudas de que actuaron con Penda y que la mayoría estaban
en el ejército que en 655 marchó sobre Bernicia con la intención
de arrinconar a Oswy. Fue la crisis de la carrera de ese rey; estuvo
encerrado en la sólida fortaleza de Iudeu, que se sitúa en
algún lugar cerca del estuario del Forth, y fue obligado a entregar
los tesoros de la reserva real. Las reliquias familiares que había
recibido de sus ancestros y los ricos botines de muchas victorias
sobre los bretones. El rey merciano los distribuyó, con el orgullo
de un conquistador, como dádivas a sus seguidores, y el placer de
los Cymry al recuperar sus antiguas posesiones hicieron memorable
durante años venir a la “Restauración de Iudeu”. Luego,
el ejército regresó triunfante y probablemente cuando las apretadas
tropas estaban pasando a través de Deira, en el estado de ánimo
descuidado de hombres que han logrado su objetivo, Oswy estalló
sobre ellos y en la batalla de Winwaed Field derrotó a la gran
confederación, mató al implacable enemigo de su casa, y finalmente
liberó Northumbria de la dominación de sus aliados británicos.
Cadfael escapó de la destrucción al partir hacia Gwynedd con todos
sus hombres la noche antes del encuentro, lo que llevó a los
sensatos del día a fijar un nuevo epíteto a su nombre, a saber:
Cadfael Cadomedd, “el que declina el combate”. Pero entre los
treinta nobles que cayeron alrededor de Penda debieron haber estado
un número no pequeño de bretones, y fue el último en disputar
seriamente con los ingleses la supremacía de la isla de Bretaña.
La
victoria de Oswy le capacitó para alcanzar la cima de su poder e
influencia no alcanzada por ningún rey inglés. Fue reconocido
igualmente por sajones, anglos, bretones, pictos y escotos como el
supremo soberano de Bretaña, y tras su muerte en 671 una buena parte
de su autoridad fue retenida por su hijo Ecgfrith. Esta victoria
final de Northumbria sobre los Cymry puso fin a la existencia de los
últimos como fuerza unida y dividió irrevocablemente a los cumbrios
de los galeses. Así, el año 655, marca una época de gran
importancia en la historia del pueblo galés: cierra el periodo de
definición, durante el que gradualmente se distinguieron de los
otros habitantes de esas islas, y constituyeron un pueblo separado:
trae al escenario a una nación aislada y autocontenida, dependiendo
en delante de sus propios recursos para su desarrollo.
d)
La Edad del Aislamiento (655-800)
A
partir de las genealogías conservadas y de las leyes galesas, y no
menos desde las escasas noticias de los analistas, puede inferirse
que los galeses estaban en este periodo bajo el gobierno de jefes
menores, “reyes” de distritos que a menudo eran de menor
extensión que un condado galés moderno. La ambiciosa esperanza de
recobrar Bretaña de la dominación inglesa se había disipado para
siempre y con ella había finalizado la misión del “gwledig”;
desde entonces el conflicto con los anglosajones sería una guerra
fronteriza, iniciada contra los reyes y ealdormen de Mercia, en
incontables escaramuzas e incursiones en el limes. Bajo muchos
líderes locales.
Poco
se sabe del proceso por el que evolucionó la frontera entre ingleses
y galeses. No se ha conservado ningún registro de la conquista de
Cheshire, Shropshire y Herefordshire. Parece que fue el siglo VII más
que el VIII el testigo de los triunfos de Mercia a lo largo de la
frontera, y que la gran edad territorial de Mercia fue la de Penda
(† 655) y su enérgico hijo Wulfhere († 675). Chester
y sus alrededores, no ocupados por Æthelfrith como resultado de su
famosa victoria, probablemente cayó en manos de Mercia no mucho
después; pudo haber sido un efecto de la caída de Cadwallon. Si
puede suponerse que Santa Werbuhr tenía un convento aquí
antes del traslado de sus reliquias desde Hanbury en 874, era
totalmente inglesa al menos desde 680, pues ella era hija del rey
Wulfhere. A esto puede añadirse que el hecho de que Beda de al
monasterio de Bangor Iscoed un nombre inglés, Bancornaburg, implica
que, cuando escribía en 731, la frontera inglesa estaba no lejos del
río Dee. En Shropshire, la evidencia apunta en la misma dirección.
Ya se ha sugerido que el nombre de Penda está conservado en el de
Llanerch Panna, cerca de Ellesmere y que la batalla de
Maserfeld se combatió en Oswestry. En la siguiente generación,
Wulfhere dio su nombre a Wulfheresford, conocido por los galeses como
“Rhyd Wilfe ar Efyrnwy”, y por tanto, debe haber estado
cerca de Llanymynech o Melverley. Shresbury mismo no es mencionado
hasta una fecha tardía, pero el monasterio de Wenlock fue fundado
por Santa Milburh, prima de Santa Werburh, así que este
distrito debe haber estado en manos inglesas antes del fin del siglo
VII. Que Herefordshire fue también conquistado sobe mediados del
siglo VII (si no antes) no admite dudas. Esta fue la región de los
Hecana o Magesaetas, con Hereford como sede del obispo.
El Liber Landavensis, compilado a partir de antiguos registros
en Llandaff en el siglo XII, sitúa en la primera mitad del siglo VII
la expulsión de los bretones del triángulo formado por el Dore, el
Worm y el Wye, y en efecto, es evidente que, en interés de la
seguridad de Hereford, esta extensión del país debía haberse
tomado por el tiempo de la fundación de la ciudad. Por tanto, parece
fuera de toda duda que a comienzos del siglo VIII, la edad de la
grandeza de Mercia, el estado ya había alcanzado, en lo esencial,
sus límites más occidentales, y que el trabajo de Offa fue más de
definición que de conquista.
Durante
los años de 716 a 737 Mercia estuvo gobernada por Æthelbald,
que fue el principal monarca inglés de su época, manteniendo a
Wessex bajo su dominio la mayor parte de su reinado, y estando por
encima de Northumbria y su débil línea de reyes. Sin embargo, no
hay ninguna indicacion de cualquier guerra iniciada por él contra
los galeses. Y todo lo que se sabe sobre el conflicto fronterizo que
sin duda continuó incesantemente durante este periodo es que en o en
torno a 722 los galeses obtuvieron dos victorias en el sur de Gales,
una en un “pencon” o “Pencoed”, aún no identificada, y la
otra en Garth Maelog, que probablemente era el lugar de ese nombre
cerca de Llanbisten en Radnorshire. Es bajo el sucesor de Æthelbald,
Offa (757-796) cuando el enfrentamiento entre los galeses y
los ingleses emerge de nuevo a la luz de la historia.
Offa
fue uno de los reyes más poderosos del temprano periodo inglés,
formidable en Kent, Wessex y East Anglia, y tratado como un igual por
su poderoso vecino, Carlomagno (768-814). Por eso, no es del todo
sorprendente que hubiera demostrado vigor e iniciativa en su
tratamiento de los galeses, a los que se abría su reino desde el
Severn hasta el Dee. Se registra una batalla entre galeses e ingleses
en Hereford en el año 760, y su nombre esta ligado de manera
expresiva con dos incursiones que se hicieron sobre territorio galés
en 778 y 784. Estos ataques tuvieron que hacerse a tan gran escala
que atrajeron el interés del cronista, pero probablemente no
formaban parte de un esquema para la conquista de Gales, pues la
empresa particularmente conectada con Offa es la barrera fronteriza,
conocida como ‘Offa’s Dyke’, que hizo levantar junto a
la frontera galesa y que debe considerarse como el cierre deliberado
de la era de conquista.
Las
fuentes inglesas y galesas no mencionan la autoría de Offa, pero el
testimonio de Asser, monje
galés que se convertiría en obispo de Sherborne
(en Dorset) durante la década de los noventa del siglo IX, y que
durante su estancia en la corte del rey Ælfred de Wessex escribió
(893) una ‘Vida del rey Ælfred’, pesa más que el silencio de
otras fuentes. Se ha señalado que la forma u disposición de este
atrincheramiento prueban que había sido realizado por un pueblo
oriental para defenderse de los habitantes del oeste; la zanja o foso
está también en el lado occidental y donde se sigue la línea de un
barranco o escarpadura del terreno la cara esta siempre hacia el
oeste. De acuerdo con Asser, la muralla corría de mar a mar. No se
ha encontrado ningún vestigio del muro al sur de Bridge Sollers
sobre el Wye, unas seis millas arriba de Hereford. Las modernas
investigaciones del muro a cargo de David Hill y Margaret
Worthington, llegan a la conclusión de que es una estructura más
corta de lo que Asser afirmaba, extendiéndose desde Rushock Hill al
norte de Hereford Plain hasta Llanfynydd, cerca de Moll, Flintshire,
unas 64 millas. De acuerdo con Hill y Worthington, los muros en el
lejano norte y sur pueden tener distintas fechas y aunque se pueden
conectar con el muro de Offa, aún no hay evidencias concluyentes de
esto. La porción del muro junto al norte del Wye parece haber
quedado obsoleta como frontera no mucho después de su erección,
como resultado de la colonia de Eardisly y villas circundantes, que
lanzó a los galeses de vuelta a los picos periféricos del bosque de
Radnor.
En
796, año de la muerte de Offa, tuvo lugar la batalla de Rhuddlan,
en el que puede conjeturarse, los ingleses buscaban defender su nueva
frontera en Tegeingl. Bajo el sucesor de Offa, Cenwulf,
los ingleses saquearon la región de Snowdon misma; en 818 penetraron
en Dyfed. Cenwulf murió en 821 en Besingwerk, quizá en el curso de
una nueva batalla contra los galeses, pero ni siquiera su muerte
llevó al cese de los ataques sobre los hombres del oeste, aunque
marca el fin del periodo de grandeza de Mercia, pues en 822 la
fortaleza de Deganwy, en un tiempo bastión seguro de Maelgwn
Gwynedd, fue destruido y el reino de Powys invadido. Poco después,
no obstante, la supremacía pasó de Mercia a Wessex y, cuando Mercia
además comenzó a sentir espeso de la espada de los normandos, los
galeses comenzaron a respirar más libremente.
Tras
la caída de Cadwallon, la Casa de Cunedda estuvo representada por su
hijo Cadwaladr (c.655-682), que fue rey de los bretones en los
días de Oswy de Northumbria. Ninguno de sus hechos han sido
recordados, a pesar de que debió haber sido una figura de alguna
distinción, pues los bardos de épocas posteriores, consideraron su
nombre como digno de evocación, y en los días de opresión nacional
se profetizada sobre su retorno, como también se decía de Arturo,
para liderar a los Cymry a la victoria. Murió en la gran plaga de
664 ó 682, según las fuentes, y es probable, a pesar de su
reputación militar, que pasara el fin de su vida como monje, pues la
iglesia de Eglwys Ael o Llangadwaladr en Anglesey lo proclama como su
santo patrón y fundador, y se le dedicaron iglesias en otras partes
de Gales. La situación de Llangadwaladr, a unas dos millas de
Aberffraw, sugiere que ésta no se había convertido aún en
el principal lugar de residencia de la familia, ni que hablar del
hecho de que la tumba de su abuelo Cadfan esté en la misma iglesia,
recordando la conexión con el distrito un par de generaciones más
tarde. Desde entonces, Aberffraw, un cúmulo de pobladores en la
pequeña elevación que se alza sobre la llanura de arena, en la
desembocadura del Ffraw, fue la ‘”sede principal” de Gwynedd, y
su posesión se mantenía para conferir una dignidad y preeminencia
que ningún otro título pudo suplir.
Los
sucesores de Cadwaladr fueron hombres sin notoriedad, cuyo dominio no
se extendía, según parece, más allá de los límites de Anglesey.
De su hijo Idwal Iwrch (682-712) apenas se sabe nada. De su
nieto Rhodri Molwynog se registra su muerte en 754, y la
familia pasó desapercibida hasta su extinción a principios del
siglo IX.
A
la muerte de Rhodri, muy poco se sabe sobre quien gobernó allí
hasta la segunda década del siglo siguiente. Las fuentes no
describen claramente las circunstancias que rodearon el cambio de
gobierno desde los descendientes de Cunedda a Merfyn Frych
(825-844). En este oscuro periodo de la historia de Gwynedd las
fuentes son contradictorias; el estudioso de la historia y la
genealogía galesa, Darren Wolcott, a partir de un análisis preciso
de las fuentes y los datos recopilados, proporciona una sugerente
hipótesis que podría explicar la transición entre la casa de
Cunedda y la nueva dinastía de Merfyn Frych (825-844):
A
la muerte de Rhodri Molwynog en 754, fue seguido por su hijo Cynan
Tyndaethwy, nacido hacia 730. Cuando Cynan se volvió demasiado
viejo para dirigir hombres a la batalla en la década de 790, la
carga de la defensa del reino del norte de Gales recayó sobre un
pariente lejano, Caradog de Rhos, descendiente de Owain
Dantgwyn, al igual que Cynan. Creemos que el Hywel al que las fuentes
hacen enemigo de Cynan no era su hermano, como se presenta en varias
crónicas, sino el hijo de Caradog. Cuando su padre fue muerto en
798, Hywel ap Caradog se convirtió ahora en el defensor
principal de Gwynedd. Sabiendo que el anciano Cynan no tenía hijos y
que su propia ascendencia le hacía lógico sucesor, creemos que
Hywel se volvió impaciente cuando el viejo rey seguía viviendo
pasado su octogésimo año de edad. Así, en 813/814 Hywel desplazó
su ejército hasta Anglesey para reclamar el palacio real. Pronto
quedó claro para Cynan que su banda guerrera no podía competir con
Hywel, de manera que el anciano huyó a la isla de Man. Habría sido
un santuario lógico para él. Muchos años antes, su única hija
había contraído matrimonio con un dirigente de esa isla, Gwriad,
y su hijo, Merfyn Frych, había alcanzado ahora la madurez.
Con
el apoyo de tropas de Man, fue repuesto en el trono, pero murió el
mismo año debido a su avanzada edad. Hywel retomó el poder y lo
mantuvo hasta su muerte en 825. Entonces Merfyn reclamó el reino
para sí mismo a través de su madre. No obstante creemos que fue el
poder militar de Merfyn y no su estatus de princesa de su madre lo
que acobardó a los hombres de Gwynedd para aceptarle como su
rey. Dada la fiera reputación adjudicada a Merfyn Frych y más tarde
a su hijo Rhodri Mawr, no sería difícil ver por qué ningún hijo
de Hywel se atrevió a reclamar un reino que nunca fue el patrimonio
de su familia. Así, exceptuando solo las interrupciones del siglo XI
por los fuertes hombres de Powys, los descendientes de Merfyn Frych
gobernaron sobre Gwyned hasta que Eadweard I derrotó a Llewelyn
el Último en 1282.
En
Powys, parece que tras la muerte de Selyf Sarffgadau el trono lo
ocupó su hermano Eiludd ap Cynan, que continuó el linaje. Su
biznieto Elisedd ap Gwylogg es famoso por haberse erigido en
su honor una columna conmemorativa conocida popularmente como el
“Pilar de Eliseg”. Elisedd era hijo de Gwylog y Sanan,
hija de Nowy ap Arthwyr de Dyfed; floreció a mediados del
siglo VIII, y hasta donde podemos comprobar de las viejas lecturas de
la borrada inscripción sobre su monumento, inició una guerra
triunfante contra los ingleses. Su nieto Cadell murió siendo
rey de Powys en 808, y fue sucedido por su hijo Cyngen, quien
seguramente al principio de su reinado encargó el Pilar de Eliseg y
lo erigió, de acuerdo con la sabiduría popular, sobre la tumba de
su ancestro, Elisedd ap Gwylog. Pero, al parecer, no antes de que
hubiera creado ese monumento conmemorativo para honrar al hombre que
“había anexionado la herencia de Powys del poder de los ingleses”,
ese viejo enemigo estaba a punto de invertir su fortuna. La entrada
del año 823 del Brut y Tywysogyon (“Crónica de los Príncipes”)
lacónicamente informa que ‘los sajones…tomaron el reino de
Powys para sí’. No hay insinuación de cómo ocurrió esto,
pero se puede suponer que Cyngen había sufrido una derrota en el
campo de batalla que fue más abrumadora que una escaramuza normal, a
pesar de que el rey sobrevivió.
Es
difícil calcular que significa la expresión ‘tomar Powys para
sí’. El objeto de controlar la tierra en esa época no era el
control físico, sino recibir las rentas, impuestos, peajes y otros
ingresos que el pueblo pagaba por su uso. El conquistador extranjero
no quería desplazar a sus residente ni asumir la carga de la rutina
de las tareas de gobierno y judiciales; simplemente quería el
impuesto de ese pueblo, que anteriormente se rendía a su rey y a sus
señores menores. El hecho de que Cyngen sobreviviera a la
insostenible situación a que se enfrentó sugiere que se alcanzó un
acuerdo con los sajones, algo parecido a aceptar ser su marioneta o
dimitir a favor de otro hombre que ellos quisieran.
Aunque
no podemos conocer los acuerdos alcanzados entre la familia de Powys
y los sajones (casi ciertamente bajo Ceolwulf, rey de Mercia), la
transición no parece que afectara a la vida cotidiana del pueblo o
seguramente encontraríamos algún indicio de rebeliones, represalias
y sufrimiento en la crónica. Y si Cyngen marchó inmediatamente al
exilio en Roma o permaneció en su lugar hasta la vejez, su sucesor
también debe estado de acuerdo con esta función de títere. Sin
duda, la partida de guerra del rey fue disuelta o desarmada y
reemplazada por un contingente militar anglosajón para asegurar que
los impuestos fueran recaudados y entregados al rey sajón. Solo
podemos especular sobre estas cuestiones, pero hay indicios de datos
que pueden proporcionar pistas.
Durante
unos 20 años tras la capitulación de Powys no se registran sucesos
militares ni siquiera asesinatos aislados de galeses. Los sajones
parecen haber controlado el norte de Gales todo el camino hasta el
río Conway. Egbert de Wessex había conseguido imponerse en
Mercia y hacia 830 fue proclamado rey sobre todo el reino de Bretaña.
En 844 Merfyn Frych murió; la batalla de Cedyll es recordada
el mismo año, pero no está claro si los dos acontecimientos están
relacionados. Otras batallas se volvieron ahora más frecuentes; esto
podría verse como la prueba de que los galeses habían comenzado a
reafirmar su independencia.
e)
Evolución de los reinos del sur de Gales durante la Época Oscura
i)
Ceredigion
Ceredigion,
el territorio que, según se dice, Ceredig ap Cunedda había
tallado para sí mismo fuera del país de los Demetae, parece
haber tenido a través de su historia las mismas fronteras que el
moderno condado de Cardigan; de este modo, continuó la
tradición de una unidad territorial de este distrito. Sus límites
son dados por un hombre de Ceredigion del siglo XI: al este, las
altas montañas, al oeste, el océano; al sur y al norte, anchos ríos
(el Dovey y el Teifi).
Cerdigion
tuvo pocos puertos naturales a lo largo de su costa, así que
generalmente era accesible solo por tierra. Ni los romanos ni los
ocupantes pre-Cunedda construyeron ningún fuerte notable allí, ni
se han visto restos de cualquier residencia de apariencia real.
Podría esperarse que hubiera estado escasamente poblado en los días
de Ceredig. Más tarde, sus características geográficas sirvieron
para protegerle tanto de las invasiones sajonas como de los
incursores daneses. Sus enemigos en los siglos IX a XI fueron sobre
todo sus vecinos al norte y al sur.
Durante
400 años, si hemos de aceptar las genealogías reales como prueba,
este país fue gobernado por los descendientes de Ceredig. Algunos de
los nombres son indudablemente históricos. El eminente historiador
galés, J.E. Lloyd, cuando hablando de Ceredigion afirma que
“Seisyllt, que fue rey c.730, se embarcó en una carrera de
conquista y añadió los otros cantrefs de Ystrad Tywi, siendo
conocido desde entonces el dominio completo, a partir del nombre de
su fundador, como Seisyllwg”. Indudablemente, Lloyd se está
refiriendo al Seisyllt ap Clydog descendiente de Ceredig ap
Cunedag que es citado en las genealogías de Harleian MS 3859 como
ancestro de Gwgon ap Meurig.
Analizando
las fuentes que utiliza Lloyd para apoyar su tesis comprobamos que
son más legendarias que reales, basadas en el relato del Mabinogi
“Pwyll, señor de Dyfed” que cuenta como Pryderi ap Pwyll gobernó
los siete cantrefs de Dyfed, prósperamente, amado por su país y por
todos alrededor de él; además conquistó los tres cantrefs de
Ystrad Tywi y los cuatro de Ceredigion, y esos son los siete cantrefs
de Seisyllwg. Si la consolidación de Ystrad Tywi tuvo lugar en algún
momento, debe haberse resuelto antes de 900: la entrada del Brut Y
Tywysogyon de 872, llama a Gwgon ap Meurig, rey de Ceredigion,
indicando que esas tierras tenían su propio rey independiente de
Ystrad Tywi. Ademas la entrada de 807 que cita la muerte de Arthen
(ap Seisyllt) le llama “rey de Ceredigion”, y esto es al cabo de
una generación desde el hombre que se supone creó Seisyllwg.
Darren
Wolcott sugiere que las tierras llamadas Ceredigion eran las de los 6
commotes (cymwd) al norte del río Aeron, y que los cuatro
commotes al sur de ese río eran entonces una parte de Dyfed. La
leyenda de Seisyllwg pudo surgir cuando las tierras al sur del Aeron
fueron añadidas al reino original de Ceredigion. La totalidad del
territorio pudo ser llamado Seisyllwg durante su vida pero al
cabo de una generación los 10 commotes eran simplemente Ceredigion.
Continuó su existencia como reino separado hasta ser absorbido en el
reino de Deheubarth por Hywel Dda en el siglo XI. Su familia real, no
obstante no quedó extinguida en línea masculina hasta cuatro
generaciones más tarde en la 2ª mitad del siglo XI.
Por
tanto, cuando el último descendiente directo de Ceredig, Gwgon ap
Meurig murió sin herederos, encontramos a un Einion ap Meurig ap
Caradog ap Cloddien Frych ap Llywarch ap Seisyll ap Eiddon Ddu, de
una línea colateral a la de Gwgon que sería el miembro lógico de
la dinastía de Ceredigion en heredar el gobierno. Pero Angharad,
la hermana de Gwgon, bien puede haber heredado la residencia personal
de su hermano y padre, y puede haber sido parte de la herencia de su
hijo Cadell. Pero cualquiera que puedan haber sido esas tierras,
estaban en Ceredigion y no cerca de Dinefwr.
Podemos
sospechar que cuando Gwgon ap Meurig de la línea senior murió,
el reino recayó sobre Einion ap Meurig de la rama junior,
quien fue seguido por su hijo Owain. El hijo mayor de Owain ap
Einion fue Gwriad, que mantuvo el reino hasta c.932. Otros han
sugerido que Hywel Dda de Deheubarth probablemente añadió
Ceredigion a su reino después de que Gwriad desapareciera de las
listas de testigos de los cartularios de Æthelstan. Su óbito no es
registrado, pero Gwriad fue sobrevivido por sus hijos Anarawd y
Gwgon.
Ambos
nombres Gwriad y Anarawd aparecen aquí por primera vez en la familia
de Ceredigion, habiendo sido conocidos previamente sobre todo en la
familia de Gwynedd descendiente de Merfyn Frych. Esto sugiere un
matrimonio entre las dos familias. Si como sospechamos Hywel Dda
había tomado el reino de Ceredigion hacia 932, los hijos de Gwriad
ap Owain habrían sido chicos preadolescentes. Diez años más tarde,
sobre la muerte de Idwal Foel, Hywel Dda asumió Gwynedd. Pero cuando
Hywel murió en 950, los hijos de Idwal Foel reclamaron con éxito
Gwynedd como patrimonio propio. Podemos sospechar que los hijos de
Gwriad igualmente intentaron reclamar Ceredigion como su patrimonio.
El Brut nos dice que Anarawd ap Gwriad fue muerto en 954 y su hermano
Gwgon fue asesinado en 957. Parece que Owain ap Hywel Dda
mantuvo Ceredigion con éxito, mientras el más remoto reino de
Gwynedd escapó de sus manos.
Mientras
que el linaje de Gwriad de Ceredigion se extinguió en 957, la
familia real sobrevivió en las familias que descendían de los
hermanos menores de Gwriad. El mayor de esos hermanos era Teithwalch
cuyas tierras se sitúan en el lejano norte de Ceredigion.
ii)
Dyfed y Brycheiniog
El
reino de Dyfed ocupaba la península suroeste de Gales. Esta es una
de las últimas regiones que sintieron la fuerza de la conquista
británica. El país conserva el nombre de sus habitantes
prerromanos; fue gobernado por la misma dinastía desde el siglo V
hasta el X, y además por una casa que no tenía relación con
Cunedag Wledig. No se recuerda ninguna conquista por los reyes de
Dyfed, representaban a una raza antigua y en declive que iba a ceder
gradualmente a las invasiones de los bretones, hasta que todo el
reino cayó al final en una rama de la casa de Gwynedd. En un tiempo
el país Demetae había formado una parte considerable del área del
sur de Gales, y los hombres hablaban libremente de toda la tierra al
norte del Canal de Bristol como Demetia. Pero había llegado la
pérdida de Ceredigion, hasta que en el tiempo de las invasiones
danesas, el nombre había llegado a restringirse a la región más
estrecha que es el Dyfed de la literatura medieval. Ahora estaba
limitada por el Teifi, el Tywi, y una línea que conectaba esos dos
ríos que puede trazarse hacia el norte desde Carmarthen. El moderno
condado de Pembroke estaba casi enteramente incluido en Dyfed, pero
habría que añadir un aparte sustancial del condado de Carmarthen
para hacerse una idea de la extensión del antiguo reino.
Los
reyes de Dyfed trazaban su origen, de acuerdo con un relato, desde un
héroe nacional, llamado Dimet, de acuerdo con otro, de una
rama de la línea real de los Deisi, en Irlanda, pero en cualquier
caso no de fuente británica. A comienzos del siglo VI la dinastía
estaba representada por Aircol, o Agrícola el de la
Larga Mano (Llaw Hir), cuyo nombre indica que heredó algunas
tradiciones romanas, y que se permitió ser amigo del monasterio
monástico en su día.
Entre
los gobernantes mencionados por Gildas en su De Excidio Britanniae
se encuentra “Vortiporius”, descrito como tirano de los
Demetae, u hombres de Dyfed, al que acusa de ser el mal hijo de un
buen padre. La genealogía de la línea real de Dyfed como se
conserva en el siglo VIII incluye a un “Guortepir”, que
era hijo de un “Aircol, el de la Larga Mano”. En 1895 la tumba de
este rey fue descubierta en el corazón del reino de Dyfed. Es una
ruda construcción en piedra o “maenhir”, con una inscripción en
latín que corre horizontalmente y otra en caracteres ogam a lo largo
de uno de los bordes. La primera que está encabezada por una cruz de
rueda, indicando que el hombre muerto era un cristiano dice “Memoria
Voteporigis protectoris”; la última no tiene nada excepto
el nombre en su forma goidélica, “Votecorigas”. La piedra
se colocó posteriormente en Gwarmcwydd House, pero originalmente
venía del cementerio de Castell Dwyran, que puede haber sido una
capilla adjunta a una residencia (manor) de los reyes de Dyfed. Se
observará que la piedra, además de dar a este príncipe el título
de “protector”, concedido por los romanos en los declinantes días
de su Imperio a los líderes bárbaros prominentes y sin duda llevado
por Voteporix hereditariamente está en desacuerdo con Gildas en
cuanto a la ortografía del nombre; en este asunto su autoridad es
más pesada que la de los hombres de letras, que pueden haber sido
engañado por la idea de una analogía conformas tales como
Vortigernus y similares.
El
reino de Dyfed propiamente dicho estaba formado por siete cantrefs, y
la parte oriental del reino se componía de tres cantrefs que se
englobaban en un área denominada Ystrad Tywi, ya que abarcaba la
cuenca del río Tywi. Esos tres cantrefs que según la tradición
habrían sido conquistados por Seisyll, rey de Ceredigion, aunque
como se dice más arriba los últimos análisis de las fuentes no
aportan ninguna prueba que apoye tal idea. Una serie de commotes al
norte y al oeste del Tywi se agruparon juntos bajo el nombre de
Cantref Mawr (‘El Gran Cantref’); otros entre el Tywi y
Brycheiniog formaban Y Cantref Bychan (‘El Pequeño Cantref’),
mientras que el tercer cantref (Cantref Eginog) se componía de los
tres commotes que se situabanentre el Tywi y el Tawe. El Gran Cantref
era una extensa región de tierras altas, limitada por el Tywi, el
Teifi y el Gilli; hubo buena tierra junto a las márgenes de esos
ríos, pero la mayoría del suelo estaba cubierto por densos
matorrales que ofrecía una protección excelente para los fugitivos
o para tropas irregulares y así hizo al Cantref Mawr una fortaleza
de la independencia galesa en los problemáticos tiempos que
experimentó el sur de Gales tras la llegada de los normandos.
Brycheiniog
se extendía entre Buellt y Elfael, al norte de Gwent y Morgannwg
al sur, e incluía el actual Brecknockshire. Brycheiniog, desde los
primeros tiempos fue un reino independiente; su fundación se
atribuía a un Brychan, que era por parte paterna al menos de
origen irlandés y que dio nombre al país. Brychan es una de las más
sombrías figuras de la leyenda galesa; fue padre de doce hijos y
veinticuatro hijas, la mayoría de los cuales, según se dice,
adoptaron la vida religiosa. A finales del siglo VII se extinguió el
linaje de Brychan y el reino pasó a la dinastía de Dyfed, al casar
la heredera Ceindred con Gwlyddien, rey de Dyfed. La
unión entre Dyfed y Brycheiniog se mantuvo durante cuatro
generaciones hasta que a la muerte del rey Rhain o Rhun II
dividió los reinos entre sus hijos: Brycheiniog cayó para Tewdwr
I y Dyfed para Tewdos. A partir de entonces siguieron
caminos separados.
En
Dyfed la línea de Tewdos se extinguió con Tryffin II en 814.
La heredera era su prima Tagwystl ferch Owain ap Maredudd, que
había casado con un hombre no identificado llamado Bleddri.
De acuerdo con las Tríadas, este hombre no era un noble de Gales.
Darren Wolcott piensa que se le describe así simplemente porque no
podría encontrarse ningún linaje que citara sus ancestros. Owain,
padre de Tangwystl murió en 811, cuando ella no era más que una
niña, y su hermano Meurig aún no había llegado a la mayoría
de edad para convertirse en rey. Era más probable que fuera un
cuñado de Owain y Meurig quien se convirtiera en rey interino de
Dyfed, un hombre que se hubiera casado con su hermana y fuera padre
de Bleddri. Si fuera así, Tangwystl y Bleddri serían primos
hermanos. Una hipótesis lógica para la identidad de este rey
interino es Dyfnwallon de Ceredigion. Esto explicaría porqué
piensan los historiadores que existía una relación entre Dyfed y
Ceredigion; un hijo de Dyfnwallon se convirtió en rey de Ceredigion
y pudo haber sido otro quien se convirtiera en rey de Dyfed. De este
modo se inicia la última dinastía del Dyfed independiente que solo
abarcaría tres generaciones hasta que su reino fue heredado por
Hywel Dda, nieto de Rhodri Mawr de Gwynedd, con lo cual se
convertiría hacia 920 en el fundador del reino de Deheubarth, que
aglutinaba los antiguos reinos de Ceredigión, Dyfed y los cantrefs
del río Tywi.
En
cuanto a Brycheiniog, los demás hijos de Rhain ap Cadwgan parecen
haber dividido el país entre ellos: los individuos de cada una de
las familias a que dieron lugar son citados como “reyes”, pero lo
más probable es que no fueran otra cosa que señores de cantrefs o
de commotes. Naufedd Hen recibió Cantref Selyf y Cantref
Talgarth, las partes norte y este de Brycheiniog; Tewdwr mantuvo
el señorio de Cantref Mawr, la parte meridional que limitaba con
Talgarth; el último hermano, Elisse probablemente recibiera
la residencia señorial de su padre más otras posesiones
desperdigadas en los señoríos de sus hermanos.
En las genealogías aparece otro Elisse como hijo de Tewdwr I. No hay seguridad para decir que son dos personajes distintos o la misma persona. Este Elisse
tuvo una hija que casó con Nowy, descendiente en novena
generación de Cassanauth Wledig a través de su hijo Cynan.
Sus hijos Cathen, Gruffydd y Tewdos heredaron
sus dominos de Cantref Mawr. Por otra parte, Elisse podría
haber sido padre de otra hija que casó con Tangwydd ap
Tegid, descendiente de Caradoc Freichfras, llevando así parte de las tierras de Elisse a su hijo Anarawd ap Tangwydd. De hecho
Teophilus Jones en su obra “Historia de Brecknock” llama a
Tangwydd y Anarawd “regulus de Brecnock” mientras que los
primeros ancestros de esta familia eran llamados reyes de Radnor,
Buillt y Fferlys, tierras al norte y este de Brycheiniog. Esta sería
la única hipótesis convincente que podría explicar el hecho de que
cuando el caballero normando Sir Bernard Newmarch conquistó
Brycheiniog en 1093, se nos diga en la citada obra que entonces
estaba gobernado por Bleddyn ap Maenyrch ap Dryffin,
descendiente en séptima generación de Anarawd ap Tangwyd.
El
último hijo de Rhain, Nauffed Hen gobernó Cantref Salyf y
probablemente Talgarth. Se menciona en las fuentes a un Tewdwr ap
Elisse ap Gwylog, descendiente en 5ª generación de Naufedd, rey
de Brycheiniog; y se tiene constancia en muchas fuentes del
matrimonio de Maenyrch ap Dryffin ap Selyf ap Gruffyddd,
biznieto del hermano de Tewdwr. Su descendiente, Trahaearn,
fue señor de Cantref Selyf hacia 1095.
iii)
Morgannwg
El
territorio que abarca el sureste de Gales estuvo articulado en los
reinos de Glywysing y Gwent, y en el siglo XI se
fusionaron para formar Morgannwg. Como Dyfed, esta tierra es
reputada como un país con siete cantrefs. Seis de ellos son
generalmente bien conocidos; eran Gorfynyd, Penychen, Y Cantref
Breiniol (“el Cantref privilegiado”), Gwynllwg, Gwent Iscoed y
Gwent Uchcoed (“debajo” y “encima del Bosque”). En cuanto al
séptimo hay menos acuerdo; el punto de vista más probable lo sitúa
en el actual Herefordshire, donde las dos regiones de Ergyng y Ewias
permanecieron plenamente galesas hasta la época de la Conquista
Normanda. Los primeros cinco de esos cantrefs limitaban con el mar.
Este
reino disfrutaba de un clima suave, y fue la sede desde los tiempos
más antiguos de importantes establecimientos. La civilización
romana ganó un firme punto de apoyo en el distrito, como puede
comprobarse por sus restos en Cardiff, Caerleon y Caerwent. Aquí se
establecieron centros monásticos de primer rango, en Llanilltud,
Llancarfan y Llandaff. Políticamente la reigón estuvo apartada del
resto del sur de Gales, en virtud, puede ser, de la fortaleza de las
viejas tradiciones silures, y mantuvo su independencia bajo sus
propios príncipes hasta los albores de la conquista Normanda.
Hasta
la segunda mitad del siglo VII la historia política del distrito es
oscura. La tradición habla del rey Glywys, que gobernó sobre
la mayor parte de él, esa porción entre el Tawe y el Usk, después
conocido como Glywysing, y cuyos hijos, incluyendo Gwynllyw,
padre de San Cadog dividieron el reino de su padre entre ellos. Pero
la dinastía tuvo una breve vida: en una generación o dos su
lugar fue ocupado por un Meurig ap Tewdrig, que poseyó no
solo Glywysing sino también la región entre el Usk y el Wye,
conocida como Gwent debido a que en ella se encontraba el antiguo
centro tribal de Venta Silurum o Caerwent. La leyenda contaba que el
padre de Meurig, Tewdrig había sido mortalmente herido en conflicto
con los anglosajones en el vado de Tintern sobre el Wye y lo más
probable es que este río formaba ahora la frontera entre las dos
razas a una considerable distancia de su desembocadura. A su debido
tiempo Meurig fue sucedido por su nieto (o sobrino) Morgan ap Arthwys, conocido
como Morgan Mwynfawr o el Benefactor; este príncipe era
contemporáneo de Rhain de Dyfed y Seisyll de Ceredigion (c.730) y
proporcionó el nombre a la unión posterior entre Glywysing y Gwent:
Morgannwg. Morgan fue sucedido por su hijo Ithel; en la
siguiente generación parece que tuvo lugar una división del reino
entre los hijos de Ithel. Ffernfael ap Ithel, que murió en c.680 fue rey de Gwent, donde sus descendientes gobernaron hasta que la
línea finalizó con su nieto Ithel ap Arthwys en c.740. Los
otros hijos, Rhys, Rhodri y Meurig, parecen
haber sido reyes de Glywysing, pero el curso de los acontecimientos
al oeste del Usk a mediados del siglo IX está envuelto en mucha
oscuridad, pues cuando los arreglos políticos del distrito de
Morgannwg se revelan más claramente de nuevo, hacia 870, Gwent está
bajo el domino de un biznieto de Hywel ap Rhys, de linaje bastante
incierto.
3.
La Edad de las Invasiones vikingas y los intentos de unificación
(825-1066)
Como
nieto materno del último descendiente varón del linaje de Cunedda
(su madre era Essyllt ferch Cynan Tyndaethwy), Merfyn Frych llegó a
Anglesey desde la isla de Man en 816. Expulsó por la fuerza a Hywel
ap Caradog del cantref de la isla y lo mandó de vuelta a su
patrimonio en Rhos. Podría sospecharse que su primera preocupación
fue reunirse con los cabezas de las otras familias que habían
reconocido a Cynan Tyndaethwy como rey. Después de asegurar su apoyo
en su pretensión al reino, tanto por derecho de conquista como por
vía de herencia materna, probablemente puso su atención sobre el
reino de Meirionydd, todavía gobernado por los descendientes
de Meirion ap Cunedda. Su rey era Cynan ap Brochwel ap
Ednyfed. Suponemos que Merfyn Frych fue capaz de traer esas
tierras a su esfera de influencia al acordar su matrimonio con
la hija de Cynan. Darren Wolcott propone la hipótesis de que fue
Nest ferch Cynan ap Brochwel de Meirionydd con la que se casó y no
la mítica “Nest ferch Cadell ap Brochwel de Powys”. Pero ella no
era heredera, pues Cynan tenía un hijo, Cadwaladr, y por
tanto, no aportó ninguna tierra a su marido o hijos.
Cuando
Merfyn murió, o fue asesinado en 844, su hijo Rhodri contaría
unos 24 ó 26 años de edad. Es posible que el hermano de Merfyn,
Cadrod, actuara como rey interino hasta que Rhodri llegar a la
edad adulta, pero también pudo haber sucedido a su padre. Esta fue
la época de las invasiones vikingas y sajonas, y Rhodri se propuso
unir a los Cymry galeses para la autodefensa. Encontró a Caradog
Freich Fras e Hywel ap Aeddan de Powys deseosos de unir
sus fuerzas para resistir a los sajones que, a diferencia de los
vikingos, piratas del mar, buscaban tierras galesas y no simplemente
objetos de valor. Pero el reino del sur, Ceredigion, pudo haber sido
reacio a prestar su banda de guerra para el ejército unido de
Rhodri. Su rey Meurig ap Dyfnwal, era descendiente directo de
Ceredig ap Cunedda y su familia se defendió durante siglos de
cualquier tentativa de caer bajo la influencia de Gwynedd. Asegurando
a Meurig que sus tierras permanecerían como reino independiente,
Rhodri Mawr probablemente aseguró una alianza militar con Ceredigion
al casarse con la hija de Meurig, Angharad. Una vez más este
matrimonio no trajo consigo tierras, pues Meurig tenía un
hijo, Gwgon.
Los
escritores medievales pretendían que este matrimonio iba a traer el
reino de Seisyllwg a Rhodri cuando el rey Gwgon ap Meurig murió en
872 sin hijos. No solo es dudoso que incluso hubiera un reino de
Seisyllwg, como hemos visto más arriba, sino que se puede sospechar
con bastante certeza que existía un heredero natural a la línea
principal en la persona de Einion ap Meurig.
La
grandeza de Mercia estaba llegando a su fin, pero con el ascenso de
Wessex un nuevo peligro emergió en el sur. Los mercianos comenzaron
a invocar la ayuda de sus señores de Wessex, y en 830 Egbert, y
luego en 853 su hijo Æthelwulf había dirigido sus ejércitos contra
los galeses cuyas victorias se ganaron principalmente sobre el reino
fronterizo de Powys.
A
pesar de su fama para la posteridad, Rhodri no estuvo en ningún
periodo de su largo reinado libre de la amenaza de la invasión
danesa. En 853 (ó 854) los “Dubhgaill” o “Daneses
Negros” saquearon Anglesey. En 856 Rhodri se vengó al matar a su
propio líder, Horm. Sin embargo, todavía lo encontramos
luchando con los “gentiles negros” al final de su vida; el
“gwaith dyw Sul” o “lucha del sábado”, que tuvo lugar
en Anglesey en 877, debe haber sido un encuentro con un enemigo
pagano y sus consecuencias se demuestran por la afirmación en las
crónicas irlandesas de que Rhodri, rey de los galeses, en este año
buscó seguridad en Irlanda de los ataques de los “gentiles
negros”. Al año siguiente estaba de vuelta en Gales, para caer
víctima junto con su hijo (o hermano) Gwriad de los enemigos
ingleses. Se desconoce cómo murió, pero que la pérdida fue
fieramente resentida puede ser deducida del hecho de que una derrota
de los ingleses algunos años más tarde fue triunfalmente celebrada
como la “venganza de Dios por la muerte de Rhodri”.
Con
Angharad ferch Meurig Rhodri fue padre de al menos tres o cuatro
hijos que le sobrevivieron, el más joven de los cuales Tudwal Gloff,
del que se cree que habría sido demasiado joven para haber estado en
la batalla de 877 en la que murió Rhodri, pero que sufrió lesiones
en la “venganza de Rhodri” de 1081 que le dejaron cojo e
incapacitado para reinar. El hermano mayor, Anarawd, le
sucedió como rey de Gwynedd, mientras que Merfyn recibió el
señorío de Lleyn y probablemente los cantrefs vecinos de Eifionydd
y Ardudwy, mientras que el tercer hermano, Cadell habría
heredado posesiones dispersas a través de esas tierras gobernadas
por sus hermanos. Si tuvo algún señorío, en desconoce dónde
totalmente. Su vida es tan oscura que no es mencionado en el Brut ni
en los Anales, salvo su óbito. Tampoco tenemos ninguna autoridad
temprana que cite su matrimonio; los escritores modernos llaman a su
esposa Rheingar, pero no citan su ascendencia. Por tradición, se
suponía que ella era una señora de Dinefwr en Ystrad Tywy.
Sucesos posteriores nos llevan a identificar a esta señora como una
probable hermana de Llywarch y Rhodri ap Hyfaidd ap Bledri.
Los
escritores medievales nos han dejado una versión sobre los hechos
acontecidos en Powys que a la vista de un análisis minucioso ya no
se sostiene. Se pretendía que a la muerte del rey Cyngen ap Cadell
de Powys sin hijos, el reino habría sido heredado por su sobrino
Rhodri Mawr de Gwynedd, que sería el fruto de un supuesto matrimonio
entre la hermana de Cyngen y el rey Merfyn Frych. A la muerte de
Rhodri, su hijo Merfyn habría heredado Powys. Sin embargo, esta
versión “recibida” de que la dinastía de Powys finalizó
durante el siglo IX descansa en especulaciones de otros autores: no
solo no hay pruebas creíbles de que Merfyn ap Rhodri heredara Powys,
sino que hay huellas de que realmente vivía en la península de
Lleyn en Gwynedd. El sesgo anti-Powys estaba tan imbuido en los
primeros relatos que incluso después de reconocer que se estableció
como un territorio totalmente aparte de Gwynedd, se dieron a sus
reyes linajes falsos para demostrar que obtuvieron su posición solo
por descendencia materna desde Rhodri Mawr. La primera invención
genealógica fue la de Llewelyn ap Merfyn ap Rhodri Mawr; Triffyn
fue el único hijo listado de Merfyn en el primer manuscrito que
cita el prodigio de Rhodri. Y en el Brut se menciona en 904 que “el
hijo de Merfyn fue asesinado por su propio pueblo”. Si hubiera
tenido más hijos debería haber citado el nombre de éste. Por lo
que se puede suponer que solo tuvo uno y que se llamó Triffyn. El
único objetivo que tenía inventar un hijo llamado Llywelyn era
asignarle una hija y pretender que ella se casó con Owain ap Hywel
Dda y así aportar en herencia Powys para su hijo Maredudd ap Owain.
Cuando Llywelyn ap Seisyll llegó al poder en el siglo XI, todas esas
ficciones genealógicas dieron sus frutos: su única pretensión al
gobieno de Powys, decía la ficcion de Rhodri Mawr, había sido
obtenida por su matrimonio con la hija de Maredudd. Estamos de
acuerdo con que su pretensión al reino de Deheubarth vino de ese
matrimonio ya que Maredudd no fue sobrevivido por ninguno de sus
hijos.
Cuando
combinamos esas ficciones tardías con las fuentes que informan
que la familia de Brochwel Ysgithrog no fue despojada de Powys hasta
1063, puede considerarse que Llywelyn ap Seisyll realmente heredó
Powys de sus ancestros paternos.
Ya
hemos hablado de la postración del reino de Powys a los sajones tras
su derrota de 823. El rey Egbert se apoderó del reino de las tierras
medias de Mercia en 821 y dos años más tarde se dirigió desde
Chester para tomar todo Powys al norte del Dee sí como Gwynedd al
este del Conway. Tras la muerte sin hijos en 853 de Cyngen, el rey
títere de Powys era el hijo mayor de Aeddan ap Cyngen ap Brochwel y
primo de Cyngen y su nombre era Cadweithian.
Probablemente declinó la participación en la rebelión de Rhodri
que estaba en marcha en otras partes de Gales. Pero su hermano menor
Brochwel ap Aeddan,
estaba preparado para liberarse del yugo de los sajones. Aliándose
con Caradog de Rhos y Rhodri de Gwynedd, dieron a elegir a
Cadweithian entre el exilio de Powys o la muerte. Reunió a sus
fieles y abandonó el país hacia un destino desconocido; las fuerzas
combinadas de las tres partidas de guerra del norte de Gales fueron
capaces ahora de combatir a los sajones en igualdad de condiciones
por primera vez en una generación. El gobierno de Powys fue
restaurado a su dinastía en la persona de Brochwel ap Aeddan, un
hombre que fue reverenciado por sus descendientes por muchas
generaciones.
La
famosa victoria de Ælfred el Grande en 878 sobre los daneses
le dio una posición dirigente en Britania meridional. No solo ganó
una autoridad sin discusión sobre todo Wessex, sino que a la muerte
de Ceolwulf, último rey de Mercia, asumió el control de la mayor
parte de la antigua provincia, quedando en manos inglesas, mientras
que encargaba su gobierno real a un ealdorman llamado Æethelred
junto con la mano de su hija Æethelflæd. Era natural
que los reyes galeses menores buscaran de Ælfred la protección
que su conocido amor de justicia le dispondría a dar. Y así,
sucedió que Hyfaidd de Dyfed, Elise ap Tewdwr de
Brycheiniog, Hywel ap Rhys de Glywysing y Brochwel y
Fferfael de Gwent se colocaron bajo su patrocinio y se
convirtieron en vasallos de un monarca que podía socorrerles por
tierra y por mar.
Ahora
le tocaba el turno a Anarawd y sus hermanos de encontrar su poder
maniatado y su triunfante progreso detenido. Con Mercia habían
peleado en situación de igualdad; una incursión sobre Eyri,
conducido por Æethelwulf en 881, había sido detenido por
Anarawd en la boca del Conway, y la victoria de Cymryd se
había logrado con gran matanza de enemigos. Para asegurarse
contra ataques posteriores de Mercia, Anarawd había entrado entonces
en alianza con el rey danés de York, cuyo reino, la antigua Deira,
se extendía al Mersey y posiblemente también tomaba la península
de Wirral. Pero los daneses se mostraron aliados indiferentes, y
gradualmente Anarawd llegó a la conclusión de que era su interés,
no menos que el de los señores menores del país, hacer la paz con
el fuerte gobernante de Wessex. Fue a visitar la corte de Ælfred,
quien le trato con una notable generosidad. Era parte de la habilidad
política de Ælfred dirigir a los otros príncipes cristianos de la
isla para considerarlo como su señor natural y protector contra un
ataque pagano, y de este modo, Gales cayó gradualmente bajo la
supremacía de Wessex. Gwynedd bajo Anarawd fue reconocida, quedando
en la misma relación con el rey de Wessex que Mercia bajo Æthelred.
En
892, los nórdicos aparecieron de nuevo en Inglaterra. El ejército
dirigido por Hæsten no solo incluía guerreros del otro lado
del mar, sino también daneses de Deira y East Anglia. Asolaron
Britania meridional durante cuatro años (892-896) de mar a mar.
Gales y la frontera galesa ocuparon un lugar prominente en sus
ataques. En 893 se encontraron en Buttingdom, cerca de la confluencia
del Severn y el Wye, donde fue derrotado por un ejército conjunto de
ingleses (mercianos y sajones occidentales) y galeses (Glywysing y
Gwent); después de una gran masacre los que quedaron volvieron a
Essex. Antes del fin de año se habían recuperado, y tras una larga
marcha, que no fue suspendida ni de día ni de noche, tomaron
posesión de las derruidas murallas de Chester. Los mercianos los
asediaron y al no encontrar comida se vieron forzados a atacar el
norte de Gales. Se puede conjeturar que Anarawd recibió alguna ayuda
inglesa para repeler la agresión. Tuvo bajo su mando tropas inglesas
cuando al año siguiente saqueó Ceredigion e Ystrad Tywy. Durante la
mayor parte de 894 y 895 los daneses estuvieron localizados en la
vecindad de Londres. A finales de 895 los daneses estuvieron ocupados
durante el invierno en Quatbridge, que no puede haber estado lejos
del moderno Bridgenorth. Este se convirtió en el punto de partida
para una gran incursión, en la primavera de 896, que devastó, no
solo las áreas adyacentes de Mercia, sino también los distritos
galeses de Brycheiniog, Gwent y Gwynllwg. En verano de ese año la
gran confederación fue disuelta. Los hombres de Deira y East Anglia
volvieron a sus casas, mientras que los piratas errantes volvieron su
atención una vez más a las orillas del Seine.
Los
años finales del reinado de Ælfred fueron relativamente pacíficos,
pero su muerte en 899 fue seguida por un periodo de transtornos.
Ahora los galeses se encontraban entre dos fuegos, pues mientras que
el peligro de invasión de los establecimientos escandinavos en
Irlanda y el norte no era un motivo de preocupación menor que antes,
había que prestar atención también a Mercia. En 902 los irlandeses
obtuvieron un triunfo temporal; Dublín fue liberada de su pueblo
pagano, y muchos de ellos bajo el liderato de un tal Ingimund,
hizo su camino hasta Anglesey, intentado, sin duda, encontrar un
nuevo establecimiento en la isla. Fueron resistidos enérgicamente
por los habitantes y forzados a buscar otro lugar para su base, que
finalmente encontraron, si damos crédito a un relato irlandés, en
los alrededores de Chester.
La
hija de Ælfred, Æethelflæd “dama de los mercianos” y
esposa del ealdorman marciano, que durante la vida de su marido y
siete años después de su muerte dirigió y gobernó al pueblo
marciano con tal energía que aceptaríamos sin sorpresa que los
galeses e irlandeses la designaron como reina. Ella había estado
reparando las murallas caídas de la antigua fortaleza sobre el Dee,
de gran importancia al ser la llave a la Mercia noroccidental, y si
permanecía en manos danesas sería una amenaza perpetua a su poder.
Se sabe escasamente algo de las relaciones de Æethelflæd con los
galeses. En verano de 916 invadió el reino de Brycheiniog, asaltando
una fortaleza real cerca de Llyn Saffadon, y capturó a la
reina y a una serie de cortesanos. El jefe reinante era probablemente
Tewdwr ap Elise, y cualquiera que fuese la ofensa contra su
poderoso vecino, su actitud no permite aclarar la solución de la más
importante cuestión de las relaciones entre Æethelflæd y la casa
de Rhodri.
Eadweard
el Viejo aprovechó la oportunidad que se le ofrecía de
convertirse en soberano directo de toda Mercia y fue llevado a
relaciones inmediatas con los príncipes de Gales. Su política fue
la de su padre, la de amistad y protección a cambio de sumisión y
homenaje. Ya había dado muestra de sentimientos amistosos hacia le
pueblo galés. En 915 una hueste vikinga había navegado desde
Bretaña hasta el estuario del Severn, y desembarcando en la costa
sur de Gales, había extendido la ruina sobre Gwent y Glywysing; su
osadía les llevó hasta Ergyng, y aquí a no muchas millas de
Hereford, capturaron al obispo Cyfeiliog de Llandarff, y
regocijándose en su buena fortuna le llevaron prisionero a sus
barcos. Eadweard obtuvo su liberación, previo pago de un rescate, y
hasta que no se completó la transacción no se tomaron medidas
vigorosas para la expulsión de los daneses, que finalmente se
retiraron, por el camino de Dyfed con sus parientes de Irlanda.
Una
nueva generación de jefes apareció desde los días de Asser; de los
hijos de Rhodri, Merfyn había muerto en 904; Cadell en 909 y Anarawd
en 916. Idwal Foel (“el Calvo”), hijo de Anarawd gobernaba
ahora sobre Gwyneddd; Hywel y Clydog, hijos de Cadell
en el sur.
Solo
un príncipe de entre los que gobernaron Gales en la Edad Media, fue
honrado por la posteridad con el título de “Bueno”. A pesar de
ello, los hechos de su vida son extremadamente escasos, de manera que
incluso en el más breve esbozo de su carrera, los historiadores
deben no pocas veces invocar la ayuda de la conjetura.
Era
hijo de Cadell ap Rhodri, y cuando él y su hermano Clydog (que
era hermano menor puede deducirse del orden de sus nombres)
ofrecieron sumisión a Eadweard el Viejo en 918, lo más probable es
que hubieran heredaron las posesiones y residencias que había
recibido Cadell ap Rhodri por ser sobrino del último rey de
Ceredigion de su línea, Gwgon ap Meurig, ya que hay razones para
pensar que la mayoría del reino fue heredado por una rama lejana de
la familia real de Ceredigion. Pero Cadell quería un reino igual que
el Gwynedd que gobernaba su hermano Anarawd. En medio del su camino
se encontraban sus cuñados, Llywarch y Rhodri ap
Hyfaidd. No se sabe cómo Llywarch, que se convirtió en rey en 893,
encontró la muerte en 904, pero entonces su hermano Rhodri debió
haber reclamado el torno.
Los
Annales Cambriae nos cuentan en 904 que “la cabeza de Rhodri
ap Hyfaidd fue cortada”. Ese lenguaje parece implicar una
ejecución, no simplemente muerte en el campo de batalla. Si continuó
el asalto sobre la iglesia de David que Asser dice marcó el reinado
de su padre Hyfaidd, pudo haber dado a Cadell la oportunidad de
buscar su arresto y ejecución. Pero Cadell tenia ahora entorno a 55
años de edad y quizá por mala salud murió cinco escasos años
después. Sus hijos Hywel y Clydog, no obstante, estaban a mediados
de la veintena. Casi inmediatamente después de que el último
miembro masculino de la dinastía de Dyfed fuera ejecutado, Hywel
Dda ap Cadell se casó con la joven hija de Llywarch ap Hyfaidd,
y así fue como el clan de Rhodri Mawr obtuvo primero el señorío de
Dynefwr. Rápidamente Hywel obligó a las otras familias dinásticas
de Dyfed y Ceredigion a aceptar a los señoríos locales sujetos a él
como rey, llamando a los reinos combinados (Dyfed y Ceredigion)
por el nuevo nombre de Deheubarth. Inicialmente, Hywel pudo
haber gobernado con uno o más hermanos, pero en 921 rindió homenaje
al rey Eadweard el Viejo y se puede asumir que había estado en
posesión del control único de Deheubarth tras la muerte de Clydog.
Clydog
no sobrevivió mucho tiempo a la sumisión de 918; dos años más
tarde murió. Fue entonces cuando Hywel obtuvo todo Dyfed y formó el
reino de Deheubarth, una compacta área que cubría todo el suroeste
de Gales desde el Dovey hasta el Tawe. La fundación de este reino es
el primer suceso destacable en la historia de Hywel. El siguiente fue
su visita a Roma en 928, una empresa que no encuentra paralelo en la
vida de cualquier otro príncipe galés. Se registran, sin ninguna
duda, otros dos ejemplos de peregrinación por parte de jefes galeses
a la Ciudad Santa, pero los de Cyngen de Powys y el de un desconocido
Hywel de 886, de los que se dice que murieron en Roma, de manera que
está claro que el viaje tuvo un carácter penitencial para cerrar un
reinado ocupado y no demasiado escrupuloso, intentando suavizar el
camino a un mundo mejor. Regresó a Gales para ejercer el cetro con
vigor y marcada inteligencia durante 20 años, y debe haber sido en
ese año de peregrinación un hombre en la plenitud de su carrera.
Hay
buenas razones para pensar que hizo de Ælfred su modelo y ejemplo:
Ælfred visitó dos veces Roma siendo niño, y había mantenido la
conexión por los frecuentes regalos a la Santa Sede, y así se
esperaría que cuando Hywel se encontrara libre para emprender su
viaje, él se aventuraría en ella.
El
rasgo destacable de los años que siguieron al retorno de Hywel es su
estrecha asociación con la corte inglesa. Eadweard I el Viejo había
muerto en 924, en Farndon sobre el Dee, habiendo sido convocado a
esta región por una revuelta de la ciudad de Chester, en la que los
vecinos galeses estaban afectados. Fue sucedido por su hijo
Æthelstan, que demostró una energía y resolución mayor al
mantener y extender el poder del reino de Wessex. Parece que sobre
926 o 927 convocó a príncipes galeses de mayor importancia en
Hereford, les impuso un tributo de oro, plata, ganado, perros de caza
y halcones, y fijo el Wye como frontera entre las dos naciones en esa
parte del país. Hywel de Gales occidental y Owain de Gwent (hijo de
Hywel ap Rhys) son expresamente mencionados en la crónica
anglosajona sometiéndose a Æthelstan; de Idwal Foel hay una
conocida historia de que el rey inglés le privó durante un tiempo
de su reino, de manera que su posición en esta coyuntura no es
bastante segura.
Æthelstan
se inclinaba por convertir en subordinación real la sumisión formal
demandada de los galeses por Ælfred y Eadweard. Los cartularios de
tierras proporcionan valiosas evidencias. Estos documentos son
generalmente acreditados por un gran número de testigos, miembros de
la asamblea de “witar” u “hombres sabios” que aprueban
la concesión, y como Æthelstan adoptó la política de convocar a
sus “subreguli” o reyes subordinados para
reuniones ocasionales de este campo, los nombres de los príncipes
galeses a menudo se citan entre los de los consejeros acreditados,
precediendo a los earls (condes) y thengs
(rango nobiliario por debajo del de conde), y a veces inclusos a los
obispos. Es un hecho significativo el que Hywel es de todos los
príncipes galeses el más prominente en esta conexión: desde 928
hasta 949 su nombre adjunta en cada cartulario que tenía firmantes
galeses, y es entre ellos colocado en primer lugar; en tres casos es
el único rey subordinado que se une a la concesión. A menudo es
apoyado por Idwal Foel y Morgan ap Owain de Morgannwg, y en una
ocasión por Tewdwr ap Elised de Brycheiniog. Todo lo que se conoce
de Hywel le señala como un admirador no solo de Ælfred sino también
de la civilización inglesa. La influencia inglesa se manifiesta en
la ley de Hywel y se traiciona incluso en el nombre de sus hijos,
pues Edwin ap Hywel Dda lleva un nombre inglés.
Hywel
estaba ahora en el cenit de su corona y se convierte, como se
denomina en los códigos, “por la gracia de Dios soberano de todos
los galeses”. Esta era una posición que ciertamente no mantuvo en
vida de Idwal Foel ap Anarawd, pues las pruebas dejan claro que Idwal
e Hywel gobernaban el norte y el sur de Gales respectivamente bajo la
supremacía de Æthelstan.
Pero
en 942 Idwal, nunca bastante cómodo bajo la supremacía inglesa,
parece haber desencadenado una revuelta contra el poder del nuevo rey
Eadmund; él y su hermano Elisedd se enfrentaron al
sajón en batalla y murieron ambos. Normalmente el reino habría
pasado a los hijos de Idwal, Iago e Idwal (éste último
llamado a menudo Ieuaf, “júnior”, para distinguirle de su
padre). No obstante, Hywel, aparece ahora en escena, y expulsando a
los jóvenes herederos, se hizo señor de Gwynedd. Es imposible decir
si hubo buenas razones, reconocidas como válidas para la opinión
pública, para este acto de agresión; se podría suponer que la
revolución fue vista favorablemente por los ingleses, y no se hizo
ningún intento de revertirla mientras vivió Hywel. Justificado o
no, Gales se unió casi tan completamente como ningún movimiento
recordado en la historia. Morgannwg y Gwent aún retenían su
independencia bajo los hijos de Owain, Cadwgan y Morgan el
Viejo, pero esta fue una parte de Gales que nunca, salvo unos
pocos años bajo Gruffyddd ap Llywelyn, entró en un
reino galés que englobara tanto territorio.
Los
sucesos de 942 prepararon el camino para la coronación y logro
distintivo de la vida de Hywel, a saber, la reducción de los
diversos usos reales y tribales de Gales, en un sistema uniforme y
consistente, aceptado por todo el país y permanentemente encarnado
en un código escrito. No hay evidencia de que este trabajo fuera
hecho realmente por Hywel salvo las declaraciones hachas en las
diversas copias del código mismo, y ninguna de esas copias son de
fecha más antigua que el final del siglo XII, pero unánimemente fue
atribuido siempre al “buen” rey.
De
acuerdo con testimonio unánime de los prefacios a las diversas
versiones del código, el primer paso fue convocar una asamblea
representativa, en el que cada cantref fue representado por seis
hombres en su pabellón de caza de Y Ty Gwn ar Daf (“La Casa
Blanca sobre el Taff”), ahora marcada por la villa de Whitland en
Carmarthenshire. No se recuerda ninguna otra reunión de este tipo
hasta el siglo XV, pero la ocasión sería recordada por las medidas
excepcionales. Muchos intereses hostiles tuvieron que reconciliarse,
muchas costumbres discordantes se armonizaron y se reforzó el deseo
general contra las peculiaridades locales. Muchos hombres de leyes de
renombre deben haber prestado su ayuda a Hywel en su gran empresa,
pero nada se sabe de ellos excepto Blegywryd ap Einon. Era el
“experto” o “erudito” que actuó como secretario para los 12
comisionados laicos. Es descrito como maestro de leyes para la
familia de Hywel y está implícito que su conocimiento de las leyes
y su poder de exposición eran excepcionales. Las referencias
escritas sugieren que tenía su hogar en Gwent, y que siendo un laico
ofreció sus servicios, tan preciados en su generación, al rey de
Deheubarth, en la gran empresa de su reinado.
Hywel
murió en 950 habiendo hecho algo por la unidad galesa por su carrera
de conquistas, pero más aún por su trabajo como legislador. El
reino que fundó murió con él, pero el código legal que dio a
Gales fue el comienzo de la jurisprudencia galesa.
Hywel
el Bueno no fue hábil en entregar a sus descendientes la autoridad
que había adquirido en el norte de Gales, y en consecuencia, los
reinos de Gwynedd y Deheubarth tuvieron una vez más soberanos
diferentes y haciéndose la guerra unos a otros.
A
la muerte del rey Hywel, los hombres de Gwynedd se liberaron del yugo
meridional y marcharon para encontrarse con los hijos del rey muerto
bajo el liderato de sus propios príncipes, Iago o Jacob e
Idwal o Ieuaf, hijos de Idwal el Calvo. La batalla tuvo lugar
en Nant Carno, en la región de Arwystli, en la frontera entre Gales
del Norte y del Sur, y la victoria fue para los hijos de Idwal,
quienes se aseguraron, por tanto la posesión de Gwynedd.
La
paz y la buena vecindad, no obstante, no se establecieron de nuevo
entre las dos casas. En 952 Iago ap Idwal dirigió a sus hombres
hasta Dyfed en un mensaje de fuego y masacre; los hijos de Hywel en
954, en represalia, marcharon al valle de Conway, donde su progreso
fue comprobado no lejos de Llanrwst y se les infligió una
derrota que envalentonó a los hombres de Gwynedd para perseguirles
hasta Ceredigion. Después de esos reveses, el pueblo meridional se
abstuvo durante un tiempo de hostigar a la Casa de Idwal y dedicó
sus energías a otras empresas. Abandonados a sí mismos, los
gobernantes de Gwynedd gastaron sus fuerzas en una guerra civil: en
969 Ieuaf fue tomado prisionero por su hermano Iago y desde entonces
no jugó ningún papel en los asuntos del reino, aunque parece haber
languidecido en cautividad hasta 988. A su vez, fue el turno de Iago
de sentir el filo de la desgracia; después de una derrota temporal
en 974 de la que parece haberse recuperado, fue hecho prisionero en
979 por el hijo de su depuesto hermano, que se convirtió después
en rey de Gwynedd. Hywel retuvo su posición durante seis años, y a
su muerte en 985, fue sucedido por su hermano Cadwallon (III).
La línea de Idwal el Calvo perdió entonces sus derechos reales en
Gwynedd, pues en 986, Maredudd ap Owain invadió el reino,
mató al nuevo rey y anexionó el estado del norte al del sur.
De
los tres hijos de Hywel el Bueno que lucharon con los hijos de Idwal,
Rhodri murió en 953 y Edwin en 954, dejando a Owain
soberano indiscutido de Deheubarth, dignidad que mantuvo hasta su
muerte en 988. La posición dinástica de Owain era fuerte; sus
hermanos no habían dejado herederos, y así, fue el único
representate de Cadell ap Rhodri, así como de la línea nativa de
Dyfed, que había terminado con su madre Elen. No es
sorprendente que hubiera dedicado esfuerzos especiales a reunir un
registro permanente de sus pretensiones. Tanto la crónica como las
genealogías contenidas en Harleian MS 3859 fueron, sin lugar a
dudas, compiladas en el reinado de Owain ap Hywel Dda, aunque la
copia real en la que están conservadas es de fecha más tardía. La
crónica está basada en los anales preservados durante todo este
periodo en St. David’s; su propósito es registrar detalles sobre
las personas mencionadas en las genealogías, y esta planeado
originalmente llevarla hasta el año 977, intención no cumplida
plenamente. Las genealogías siguen a continuación: primero está la
de Owain, trazando su ascendencia desde Cunedda y Maelgwn, pasando
por Rhodri Mawr; la segunda es la de su madre, remontándose hasta
Voteporix de Dyfed, y el padre de ese príncipe, Agrícola el de la
Larga Mano. Entonces se insertan una serie de genealogías, dando los
linajes de los antiguos príncipes de Powys, Strathclyde, Morgannwg,
Ceredigion, Meirionydd y otros distritos. Pero llama la
atención el que en ni un solo caso esas listas llegan hasta los días
de Owain; no hay ninguna mención de Idwal y sus hijos o de Morgan de
Morgannwg, por lo que debe suponerse que Owain deseaba presentarse
como el único heredero legítimo de las antiguas dinastías, tanto
en el norte como en el sur de Gales. No obstante no dio pasos activos
tras la batalla de Llanrwst para reforzar sus pretensiones al trono
de Gwynedd; él y su hijo Einion, que aparece en el
escenario volvieron sus armas en su lugar contra Morgannwg: en 960
Owain cruzó el Tawey, saqueó el cantref fronterizo de Gorfynydd;
en 970 y de nuevo en 977 Einion arrasó las llanuras de Gower de
las que los jefes de Morgannwr habían tenido quizás posesión
temporal. Fue en una empresa de este tipo en la que Einion encontró
la muerte; en 984 el “uchelwyr” de Gwent cayó sobre él y
le mató, en reivindicación, sin duda, de las libertades
provinciales que él estaba buscando destruir. Owain se estaba
haciendo demasiado viejo para los trabajos que las ideas tribales
imponían sobre un príncipe y su lugar fue ocupado por su hijo
Maredudd que demostró su temple al principio de su carrera
con su conquista de Gwynedd de manos de Cadwallon ap Ieuaf.
Los
trece años del gobierno de Maredudd (986-999) suponen un contraste
para la época de confusión recien descrita, en el que este príncipe
mantuvo un domino sobre Gales del norte y del sur y opuso un frente
audaz tanto a los ingleses como a los bucaneros nórdicos. Es
recordado por haber dirigido una incursión en Maes Hyfaidd, o
la llanura de Radnor, donde, sin ninguna duda saqueó las aldeas
mercianas de la vecindad; en sus relaciones con los merodeadores del
mar, también mostró una alerta y un espíritu ingenioso, salvando a
sus cautivos, mediane el pago de ung ran rescate. A pesar de que su
reinado fue turbulento y perturbado por ataques extranjeros y por
movimientos a favor de su sobrino Edwin ap Einion, y los hijos
de Meurig ap Idwal que buscaban volver a ganar Gwynedd para la
vieja línea. A su muerte su trabajo fue deshecho: Gwynedd fue
recuperada por un vástago de Idwal Foel en la persona de Cynan II
ap Hywel ap Ieuaf que gobernó durante seis años (999-1005)
mientras cae un velo sobre la historia de Deheubarth que sugiere el
comienzo de un periodo de anarquía sin precedentes incluso en esa
turbulenta edad. Parece que también pudo haber reinado en
Deheubarth, pero a su muerte una vez más, los pretendientes de la
dinastía de Hywel lograron tomar posesión de su patrimonio: los
hermanos Edwin II y Cadell I ap Einion ap Owain
gobernaron unidos desde 1005 hasta 1018.
Lo
que es más notable en el periodo que se llega ahora es el éxito de
los hombres que estaban fuera de la línea de sucesión de Rhodri el
Grande al tomar la autoridad en Gwynedd y Deheubarth. El primero de
ellos fue Llywelyn ap Seisyll. Según las genealogías que se
conservan, su madre, Prawst, era hija de Elisedd ap
Anarawd, hermano del rey Idwal Foel, y reforzó su posición al
casarse con Angharad, hija de Maredudd ap Owain, rey de
Deheubarth y Gwynedd. Darrell Wolcott ha revisado la información
existente, y mantiene la hipótesis de que Llewelyn pertenecía a la
familia real de Powys, insertándose este personaje en la nueva
teoría que postula que tras la abdicación de Cyngen ap Cadell, rey
de Powys, en 853, motivado por una invasión que convirtió a Powys
en un reino vasallo de los sajones, fue otorgado a otra rama de menor
de su dinastía en la persona de Cadweithian ap Aeddan ap Cyngen ap
Brochwel II. El hermano de Cadweithian, Brochwel se habría unido a
la campaña de Rhodri Mwr que devolvió la soberanía a Powys. Varias
generaciones más tarde al morir sin hijos el rey de Powys Cadell
III ap Brochwell (IV) la sucesion probablemente recayó al
siguiente hijo de Brochwel. Como no hay rastro de que un Seisyll ap
Brochwel fuera rey, podría haber muerto antes que Cadell III,
haciendo a Llywelyn, hijo mayor de Seisyll, el siguiente rey de Powys
(c.995).
El
siguiente paso fue ocupar el trono de Gwynedd en 1005, tras Cynan ap
Hywel, y en 1018 derrotó y mató en combate a Aeddan ap Blegywryd
y a sus cuatro hijos, Lloyd interpreta que Aeddan era en ese tiempo
rey de Gwynedd, y que Llywelyn lo expulsó. No obstante excepto por
su manera de morir, este personaje es totalmente oscuro, y más
probablemente podría aceptarse que fue un usurpador en Deheubarth en
la turbulenta época que vivió este reino a la muerte de Maredudd ap
Owain; Llywelyn consiguió unificar los tres reinos hasta su muerte
en 1023. En 1022 derrotó y mató en Abergwili al
pretendiente irlandés Rhain, supuesto hijo de Maredudd ap
Owain, con lo cual alcanzó una posición de mando en Gales, que a
pesar de su breve reinado, fue largamente recordado por sus
compatriotas y no solo estimuló la ambición de su hijo Gruffyddd
sino que le dio una gran ventaja inicial en la lucha por el poder
supremo.
Durante
esas vicisitudes la región de Morgannwg, permaneció en posesión de
sus príncipes y durante la mayor parte escapó de las revoluciones
que afectaban al resto de Gales. Glywysing, al que estaba
frecuentemente restringido el Morgannwg, y Gwent aún formaban reinos
separados, pero los reyes de Gwent de la época de Asser no habían
dejado, al parecer, descendientes, y ambos reinos cayeron en manos de
Hywel I ap Rhys ap Arthfael de Glywysing. Arthfael II ap
Hywel (c.900-c.930) fue rey de Gwent en el tiempo del obispo
Cyfeiliog de Llandarf que murió en 927; fue sucedido por su hijo
Cadell, que murió c.950.
Una
nueva dinastía tomó entonces posesión del país, representada por
Nowy ap Gwriad ap Cadwgan de Gwent (974-c.980) y seguido por
su hijo Arthfael III, quien asesinó a su hermano Elisedd,
hecho que junto a la solemne expiación por la concesión de tierras
al obispo Gwgon († 982) son registrados en el Liber Landa-vensis.
Los hijos de Elisedd, llamados Rhodri y Gruffydd, a
continuación gobernaron sobre Gwent, pero c.1015 dio lugar a un tal
Edwin ap Gwriad, de origen desconocido, quizá sobrino de
Arthfael III que fue el único rey independiente de esta región,
manteniéndolo hasta que fue desposeído, cegado y metido en prisión
en 1045 por Meurig III ap Hywel . Mientras, la Casa de Hywel I
ap Rhys había retenido un firme dominio sobre el país al oeste del
Usk. Los tres hijos de Owain I ap Hywel tenían cada uno
alguna autoridad en esa región, pero la muerte de Gruffyddd I
en 934 y de Cadwgan I en 950, finalmente dejó toda la tierra
bajo el dominio de Morgan II el Viejo, cuyo largo reinado no
terminó hasta 974 (c.930-974). El siguiente en la sucesión fue
Owain II ap Morgan, cuyos hijos Rhys III e Hywel II
continuaron la línea hasta el siglo XI. El nieto de Owain II,
Rhydderch ap Iestyn consiguió hacerse con el poder en
Deheubarth a la muerte de Llywelyn ap Seissyll, manteniendose una
década (1023-1033), antes de perderlo en beneficio de la antigua
dinastía, pero su hijo Gruffyddd volvió a reconquistarla en
1047 hasta su muerte en 1055.
La
estrecha conexión entre los príncipes galeses y la corte de Wessex,
que marcó el reinado de Hywel el Bueno continuó durante algunos
años tras su muerte. Podría parecer que Eadred (946-955) y
los consejeros del rey Edwig (955-959) estaban ansiosos por
mantener la política de Æthelstan y animar la asistencia de
los galeses a encuentros con los magnates sajones. De acuerdo con
esto hay pruebas de la presencia en 955 de tres jefes principales en
la corte de Eadred, esto es, Morgan el Viejo, Owain ap Hywel Dda e
Iago ap Idwal. Pero cuando Eadgar I llegó al trono (959-975),
hubo una inversión de esta línea de acción, y en adelante no se
encuentran más asistencias en las cortes de los reyes ingleses.
Eadgar
I, como es bien sabido, fue un activo y enérgico monarca, y la
posesión de una flota le hizo especialmente formidable para los
galeses. En 973 todos los jefes de las islas, incluidos los galeses
hicieron acto de sumisión en Chester. El rey inglés no sobrevivió
mucho a este gran triunfo, y tras su muerte en 975 las fuerzas de la
disolución comienzan a sentirse en el reino anglosajón, de manera
que con Inglaterra dividida entre grandes ealdormen la corona dejó
de preocuparse mucho menos por los hechos de los príncipes galeses.
Como en los días de Ælfred fue el gobernante de Mercia quien
vigilaba los movimientos de los galeses, y dirigían expediciones
punitivas contra ellos. Ya en 956, Ælfhere había sido
investido con el ealdorm marciano, y en 967 había saqueado las
tierras de Iago e Ieuaf en 983, al final de su larga ocupación del
cargo, es encontrado actuando con Hywel ap Ieuaf de Gwynedd en
un ataque sobre Einion ap Owain de Deheubarth, que éste último
repelió con mucha matanza. Después de la expulsión de Ælfric,
hijo de Ælfhere en 985, quedó vacante durante muchos años el
ealdorm de Mercia, y no es fácil decir quien era el Æthelsige de
992, cuando Edwin ap Einion obtuvo la ayuda de un ejército inglés
para hostigar los dominios de su tío Maredudd. Pero en 1007 Mercia
recibió un earl en la persona de Eadric Streona; por tanto,
es Eadric quien 1012 lidera un ataque inglés sobre Mynyw, ataque que
bien puede haberse realizado por mar, con la yuda de alguno de los
barcos daneses tomados ese año por el rey Æthelred a su servicio.
El Eilaf que en 1022 repitió esta incursión sobre la antigua
sede de St. David’s no era el earl de Mercia (posesión mantenida
bajo Knut por Leofwine) pero claramente completó algún
puesto de autoridad sobre la frontera, pues la vida de St. Cadog le
llama“sheriff inglés” y nos cuenta que invadió Morgannwg con
una fuerza mixta de ingleses y daneses, y alarmó tanto al clero de
Llancarfan que que trasladaron el santuario de su santo al
retiro montañoso de Mamheilad. Además, si no hay registro de
ninguna expedición dirigida por el earl Leofwine, fue su hijo
Edwin quien lideró a los ingleses en el fatidico día de Rhyd
y Groes.
A
través de todo este periodo, los desafortunados habitantes de Gales
tuvieron que soportar el choque de los ataques de merodeadores del
mar, que ean más frecuentes y más difíciles de prever que las
invasiones procedentes de la frontera inglesa. Era inusual durante el
medio siglo entre 950 y 1000 que pasaran más de 5 años sin un
ataque danés sobre algún distrito de Gales lo bastante
importante como para ser registrado en alguna crónica de esta época.
Anglesey, Lleyn, Dyfed y las costas del Severn sufrieron
especialmente por este azote, pero ninguna parte de la costa era
totalmente segura. Como en el siglo IX los atacantes eran atraídos
sobre todo por el expolio de monasterios; el saqueo de Aberffraw,
sede real de Gwynedd, en 968 es una excepción, pues se dice que los
otros lugares que habían sido atacados por los extranjeros eran
todos lugares con importantes iglesias. Holyhead fue expoliado en
961, Towyn en 963, Penmon en 971, Clynnog en 978, Mynyw (St. David’s)
en 982, 988 y999, y en 988 toda una serie de santuarios,
incluyendo Llandabarn Fawr, Llandudoch (St. Dogmael’s), Llanilltud
y Llancarfan. La mayoría de los saqueos tomaban la forma de cautivos
para vender pues los daneses eran comerciantes además de piratas y
el comercio de esclavos era un de los más florecientes ramas de su
comercio.
Se
dice que dos mil cautivos habían sido trasladados por Godfrey,
hijo de Harald desde Anglesey en 987, y en 989 Maredudd rescató a
muchos de sus súbditos de la esclavitud al coste de un penique por
cabeza. El centro del poder danés en los mares occidentales era la
ciudad de Dublín, donde Anlaf Cuaran gobernó desde 945 hasta
su abdicación en 980 y fue sucedido por sus hijos Gluniarain
(esto es, rodilla de hierro) y Sihtric Barba
de Seda. Pero aunque los “hijos de Abloec” (Anlaf) en 961
devastaron Holyhead y Lleyn, esta casa es menos prominente en el
relato de las matanzas y ruina que la de Limerick, donde se
estableció una dinastía danesa en el siglo IX, que también se
convirtió en dueña de las Hébridas y la Isla de Man. Magnus o
Maccus hijo de Harald de esta línea descendió sobre Penmon en 971,
mientras que su hermano Godfrey, que le sucedió en 977, aparece en
cuatro ocasions como líder de una flotilla dirigiéndose a Gales en
busca de botín. En 972 saqueó Anglesey; en 980 ayudó a Cystennin
ap Iago a atacar sobre la misma isla, ataque que iba dirigido
contra Hywel ap Ieuaf; en 982 invadió Dyfed; en 987 él y su tropa
danesa, en una tercera irrupción en Anglesey obtuvo una victoria
sobre los galeses, la fama de al cual -pues un millar de
enemigos fueron dejados en el campo y dos mil llevados en cautividad-
penetró en Irlanda y se consideró valiosa para ser conservada en
los anales del país. Los galeses de la edad de Maredudd ap Owain no
tuvieron un enemigo más implacable o persistente que Godfrey
Haraldsson.
Después
de las meteóricas carreras de Llywelyn ap Seisyll y Rhydderch ap
Iestyn hubo un retorno, tanto en el norte como en el sur a las
antiguas dinastías; Iago III ap Idwal, biznieto de Idwal el
Calvo fue elegido para gobernar Gwynedd (1023-1039), mientras que
Deheubarth reconocía el señorío de los hermanos Hywel II
(1033-1044) y Maredudd II (1033-1035), nietos del Einion
ap Owain que cayó en 984. No obstante fue un breve triunfo de la
legitimidad pues en 1039, después de un reinado de trece años Iago
fue muerto por sus propios hombres y el único hijo de Llywelyn ap
Seisyll, que llevaba por nombre Gruffyddd ocupó la posición que una
vez había alcanzado su padre.
Cuando
Llywelyn murió en 1023 su hijo Gruffyddd aún era
adolescente; como se esperaba que los reyes celtas fueran guerreros,
nunca tuvieron tradición de reyes-niños. Primero fue sucedido por
su hermano Cynan II (1023-1027). Lo más probable es que el
primo de Llywelyn, Aeddan también muriera antes de 1023 (incluso
pudo haber luchado a su lado y caer con él); por tanto, los
dirigentes de Powys se enfrentaron a un problema de sucesión:
mientras que Gruffyddd llegara a la mayoría de edad, hubo de
buscarse un rey en su lugar. Una buena elección era Cynfyn ap
Gwerystan pues era nieto del rey Cadell por vía materna. Pudo
casarse con la viuda de Llywelyn y convertirse en padrastro del
endling (presunto heredero) Gruffyddd. De hecho lo hizo y pudo
servir como rey interino de Powys (1027-1039). Probablemente esta fue
la base de la reclamación de sus hijos en 1063.
En
1039 Gruffyddd se convirtió en rey de Powys. Inmediatamente lanzó
una campaña sobre Iago ap Cynan de Gwynedd, matándole y anexionando
Gwynedd a Powys. Teniendo ambos reinos bajo su poder, pudo, al
comienzo de su reinado asestar un polpe en Mercia que por su osadía
y vigor atrajo por una vez la atención sobre el ascenso de un nuevo
poder en Gales. En Rhyd Y Groes sobre el Severn, un vado en la
cercanía de Welshpool, su situación no puede ser indicada con mayor
precisión, cayó súbitamente sobre un ejército marciano que no se
había apercibido de su acercamiento y le infligió una aplastante
derrota. Su líder Edwin, hermano del earl Leofric y otros muchos
hombres fueron muertos y tan completa fue la victoria que Gruffyddd
no necesitó proteger el botín asumiendo la defensa sino que fue
capaza de pasar a otro objetivo.
Durante
los años que siguieron, la principal preocupación de Gruffyddd era
hacerse dueño de Deheubarth. Maredudd ap Edwin había sido asesinado
en 1035, y fue con Hywel ap Edwin con quien tuvo que
contender, príncipe que, como representante de la línea ancestral
del distrito, no era fácil de desplazar de ningún modo. Gruffyddd
atacó su territorio en el año de Rhyd Y Groes, invadiendo
Ceredigion y arrasando las tierras de la iglesia de Llanbadarn Fawr,
y el súbito ataque tuvo éxito por el momento. Pero Hywel fue capaz
de recuperar su posición pronto, como puede apreciarse del hecho de
que se encontró con Gruffydd, en la batalla de 1041, en Pencader,
cerca del lugar donde Dyfed, Ceredigion e Ystrad Tywi se encuentran.
El rey de Gwynedd fue vencedor y se llevó a la esposa de su
derrotado rival. A pesar de la derrota seguía siendo el señor de
Dyfed e Ystrad Tywi en 1042, pues en ese año se encontró con una
tropa de merodeadores daneses en Pwll Dyfach, a unas cinco millas al
noroeste de Carmarthen y les derrotó rotundamente. Siguió un revés
no recordado, de modo que en 1044 se le encuentra volviendo a
Deheubarth como exiliado y entrando en la desembocadura del Towy con
ayuda de una flota danesa. Fue su última empresa: Gruffyddd opuso
una fuerte resistencia a los invasores, y al final la muerte de Hywel
en la refriega le dio el trono por el que se había esforzado tanto
tiempo.
La
línea de Hywel el Bueno en ese momento no tenía candidatos que
ofrecer en sustitución de Hywel ap Edwin, y puede suponerse, por
tanto, que Gruffyff el camino libre ante él. Pero al año siguiente
de la victoria de Aber Tywi otro rival se mostró en la persona de
otro Gruffyddd, hijo de Rhydderch ap Iestyn. La familia estaba
asociada localmente con Erging y Gwent Uchaf, pero Gruffyddd encontró
los medios para estimular el sentimiento provinciano de Deheubarth, y
organizó un formidable movimiento contra el intruso del norte de
Gales. Tan amenazante era que en 1046 Gruffyddd había recurrido a la
ayuda inglesa. Se aseguró la intervención del earl Swegen,
hijo de Godwine, cuyo ealdom incluía Herefordshire y
Gloucestershire, y el rey y el earl fueron juntos a través de Gales,
esperando sin duda aplastar el movimiento a favor del hijo de
Rhydderch. La paz que siguió no fue sino la calma que prende a la
tormenta; el año siguiente el “uchelwyr” de Ystrad Tywi,
ahora más que nunca indomable en su independencia, súbitamente cayó
sobre el “teulu”, la guardia doméstica del líder norteño, y
mató a 140 de su número. Gruffyddd no andaba muy lejos y
probablemente escapo con dificultades de la trampa, que había sido
preparada para él.
Fue
inútil que castigara el atrevido intento con una devastación
general de Dyfed e Ystrad Tywi: su autoridad estaba siendo destruida
en esa época, y durante los siguientes ocho años es Gruffydd ap
Rhydderch quien aparece como rey de Deheubarth. De no haber sido
eclipsado y finalmente anulado por un príncipe del calibre de
Gruffyddd ap Llywelyn, Gruffydd de Gales del Sur podría haber jugado
un papel significativo en la historia del país.
Demostró
en su breve reinado una abundante energía y algo del atrevimiento de
su más grande tocayo. En 1049 se enfrentó al peligro de una
invasión danesa; se adoptó la heroica medida de cargar con todo el
botín disponible desde la región de la costa hasta el inaccesible
bosque del interior. No contento con esto, Gruffydd decidió hacer
causa común con los piratas y desviar sus operaciones desde sus
propias costas a las de sus vecinos en Gwent y el bosque de Dean.
Gwent Iscoed había sido ocupado hacia1040 por la Casa de Morgannwg;
Meurig ap Hywel ap Owain, que debido a la avanzada edad de su
padre había asumido la soberanía algunos años antes de la muerte
de este último, en 1043, se había apoderado de la región por la
fuerza y la gobernaba ahora a través de su hijo Cadwgan.
Gruffydd, por tanto, dirigió con celeridad los 36 barcos de la flota
pirata a la desembocadura del Usk y cuando ya habían hecho bastante
fechorías, pasó con ellos a través del Wye a la gran residencia de
Tidenham, que también fue saqueada sin piedad. El obispo Ealdred de
Worcester convocó las fuerzas de la comarca de Herefordshire y
Gloucestershire para enfrentar a la invasión, pero la respuesta fue
débil y los galeses de la frontera incluidos en el reclutamiento
jugaron con sus falsos camaradas y pasaron información al enemigo.
El resultado fue que Gruffydd fue capaz de sorprender el campo inglés
y dispersó con gran matanza la fuerza reunida.
Fue,
sin duda, con su apoyo y valor con las que se cometieron las
devastaciones por las que en la primera semana de 1053 su hermano
Rhys ap Rhydderch sufrió la muerte por orden de Eadward, y es
difícil no ver la mano de Gruffydd en la súbita incursión del
mismo año sobre Westbury sobre el Severn, un poco al oeste de
Gloucester, cuando los galeses mataron a una serie de vigilantes que
custodiaban la ciudad por sorpresa en el lado del bosque de Dean.
Se
puede indicar poco sobre a qué dedicaba el tiempo Gruffyd ap
Llywelyn. Durante el reinado de Gruffydd ap Rhydderch solo aparece en
un ataque sobre Herefordshire, a principios de verano de 1052. Bien
puede pensarse que la ocasión que desencadenó este golpe fue el
ascenso en esta parte de la frontera de una nueva y formidable fuerza
en el establecimiento normando que por una razón u otra encontraba
en Herefordshire un solar especialmente adecuado. El earl Swegen,
anterior aliado de Gruffydd, había sido obligado a abandonar el
reino, con toda su parentela; su lugar en Hereford fue ocupado por
Ralph, hijo del conde de Vexin y la hermana del rey Eadward, y
con estos parientes normandos del rey vinieron otros de la misma raza
como Richard, hijo de Scrob, que se construyó un castillo un
poco al sur de Ludlow, Osbern, llamado Pentecost, quien
puede haber sido el constructor de Ewias Harold Castle, y un Robert
que no ha sido identificado. Gruffydd fue lo suficientemente
astuto para darse cuenta de que vecinos de este tipo estaban más
lejos de ser temidos que los thegns y ceorls de Mercia,
y su incursión probablemente fue más defensiva que ofensiva
en su propósito. Casi había alcanzado Leominster cuando una fuerza
mixta de normandos e ingleses le dio batalla solo para sufrir una
contundente derrota, que hizo posible que Gruffydd pudiera
volver triunfalmente con su botín así como aumentó su
renombre por su victoria contra este nuevo enemigo.
El
periodo culminante del reinado de Gruffydd se alcanza ahora, durante
el cual fue señor de todo Gales, así como de la mayor parte de los
que hasta su aparición había sido suelo inglés. En 1055, a la
muerte de su rival Gruffydd ap Rhydderch, fue capaz de añadir
Deheubarth a sus posesiones. No llevaba muchas semanas en su nueva
posición antes de que las vicisitudes de la política inglesa le
diera un aliado inesperado. En la época de la expulsión de 1051 de
Godwine y sus hijos, Ælfgar, hijo del gran Leofric de Mercia,
había recibido el earldom de Harold Godwinson, East Anglia; pero
cuando Harold volvió tuvo que someterse con el resto de la familia
en 1052, pero de nuevo le fue otorgado cuando en 1053 Harold sucedió
a su padre como earl de Wessex. En el consejo mantenido en Londres en
1055 se levantaron cargos de traición contra Ælfgar. Privado de su
earldom y fuera de la ley, el desconcertado noble buscó ayuda; en
primer lugar, como había hecho Harold bajo similares condiciones,
transportando una considerable cantidad de tropas mercenarias. En ese
punto pactó una alianza con Gruffydd ap Llywelyn. Los conspiradores
acordaron no atacar a Eadward o su reino excepto a la colonia
normanda en Hereford. Marcharon contra esa ciudad, que fue tomada e
incendiada. Se hicieron con gran botín y cautivos en
abundancia, que se llevaron de vuelta a Gales.
Este
osado desafío al poder del rey inglés no falló en provocar una
respuesta rápida. El earl Harold, ahora figura principal de la corte
de Eadward, fue encargado de reunir una fuerza en Gloucester. Pero no
fue capaz de penetrar en territorio enemigo mas que una pocas millas
más llá del valle del Dore; el resultado final fue fortificar
Hereford contra futuras incursiones, dejando a Gruffydd libre en su
fortaleza de la montaña. Estaba claro que debía hacerse la paz con
Ælfgar, cuya ayuda hizo al jefe galés doblemente peñigroso;
después de muchas conversaciones se llegó a un acuerdo en
Billingsley, recobrando su earldom y posesiones anteriores, y
seguramente se permitió a Grufydd a conservar sus conquistas
fronterizas.
Rhuddlan,
sobre el Clwyd, que una vez hapía sido mantenida por los earls de
Mercia, era en 1063 la sede real de Gruffydd, donde sus barcos podían
colocarse a salvo en la desembocadura del río, listos para llevar al
rey a cualquier puerto de sus dominios. Todo el país de aquí al
valle de Maelor, hasta el Wat’s Dyke, sección septentrional del
Muro de Offa, al este, fue despejada de colonos ingleses. Una línea
trazada desde Brampton Bryan sobre el Tewe hasta Williersley sobre el
Wye indicaría a grosso modo el límite occidental de la
ocupación inglesa en este tiempo: todas las villa inglesas entre
ésta y el bosque de Radnor –Knighton, Radnor, Kington, Huntingdon
y otras- habrían sido abandonadas a los galeses, sin duda, como
resultado de la incursión de 1052. Al sur del Wye, el país fue fiel
testigo del trabajo de 1055, solo unas pocas villas alineadas en el
margen occidental de río fueron incorporadas al Domesday como
produciendo un ingreso para los señores ingleses bajo Eadward el
Confesor, aunque pagaron durante un tiempo impuestos al rey que
habían sido tan devastadas por Grufydd y su sucesor que no
sería de valor para la Corona en 1066.
Este
notable relato de conquista fronteriza puede cerrarse con la
referencia a la posición de Gruffydd en Gwent, donde expulsó, no a
los ingleses, sino a la dinastía local, representada por Meurig ap
Hywel, o por su hijo Cadwgan. Así, Gruffydd gobernaba de mar a mar,
rey de los cuatro reinos de Gwynedd, Powys, Deheubarth y Morgannwg y
señor de muchas millas al este del Muro de Offa.
Unos
meses después de la paz de Billingsley al guerra se renovó, aunque
según parece esta vez se inició por una incursión del obispo de
Hereford en 1053, junto con le sheriff Ælfnoth. La
victoria de nuevo fue para Gruffydd, muriendo el obispo y el sheriff.
Tan grave era la situación que los más grandes hombres del
reino se preocuparon por la pacificación: el earl Harold, el viejo
earl Leofric de Mercia, y Ealdred de Worcester; se llegó a un
acuerdo por el que Gruffydd juraría ser fiel como rey subordinado
del rey Eadward y a cambio se le permitiría rtener sus conquistas.
Por
la muerte del earl Leofric, marido de la célebre Godgifu o
Godiva, él mismo figura dirigente de este periodo; Ælfgar
se convirtió en 1057 en earl de Mercia, quedando en
estrecha vecindad con Gruffydd. Un lazo aún mayor se creó por el
matrimonio de Gruffydd con la bella hija de Ælfgar, Ealdgyth y
el nacimiento de una hija Nest, quedando un reciente compromiso de
amistad entre las dos casas. Así, cuando los enemigos de Ælfgar
consiguieron su expulsión, fue una vez más, en 1055 reinstalado con
ayuda de Gruffydd; además también aportó alguna ayuda con ocasión
de la aparición de una flota, traida por Magnus, hijo de
Harald III Hardrada de Noruega, al Mar de Irlanda con la vaga idea de
conquistar Inglaterra; el propósito no se logró, pero Magnus
debilitó la posición de Eadward el Confesor al contribuir al
triunfo de los dos poderosos aliados del Oeste.
Ælfgar
y Gruffyd, como vecinos confederados, se fortificaron contra todo
ataque, y en consecuencia no se oye anda de ningún movimiento contra
Gales hasta el fin del año 1062. En este último año, hacia la
Pascua tenemos la última referencia al earl, y en ausencia de
cualquier registro de la fecha de su muerte, podemos suponer con
seguridad que habría muerto no muchos meses más tarde. Su joven
hijo Edwin le sucedió en el earldom, y Gruffydd sintió por
una vez cuan trascendental resultó el cese de la fuerte mano
de su amigo. El earl Harold obtuvo del rey permiso para intentar un
golpe audaz, un rayo de cielo lanzado contra el jefe galés en el
descanso de su palacio, antes de que tuviera tiempo de escapar. El
plan tuvo lugar después de la festividad de Navidad, cuando desde la
corte de Gloucester, en una estación usual para iniciar una campaña,
Harold cabalgó con una pequeña fuerza de miembros de su guardia a
Chester, donde Ælfgar no pudo bloquear su progreso, y desde ahí
inició una carrera hasta Rhuddlan, esperando que lo súbito del
ataque y la rapidez de sus movimientos le permitiera abatirse sobre
su presa antes de que pudiera huir. Pero Gruffydd recibió a tiempo
el aviso de la llegada del enemigo y huyo en una embarcación al pie
de sus murallas.
Sin
embargo, este respiro fue breve. Su expulsión se convirtió ahora en
el objetivo primordial del gobierno inglés, y tan pronto como la
primavera hizo practicabla las operaciones en Gales se organizó una
expedición contra él. Tostig, earl de Northumberland, trajo
una fuerza de caballería al país, rodeando, probablemente, la costa
norte, con Anglesey como objetivo, mientras que su famoso hermano
dirigió un cuerpo de tropas ligeras, especialmente apropiadas para
atravesar las agrestes montañas galesas, desde Oxford a Bristol.
Embarcó allí con sus hombres en una flota que le llevó alrededor
de la mayor parte de Gales para unirse al contingente del norte. El
curso de la campaña no puede determinarse con seguridad pero parece
probable que la aparicion de la armada de Harold en el Canal de
Bristol privó a a Gruffyd de los apoyos que tenía en el sur de
Gales; al contacto con los extranjeros, la envidia provinciana
despertó en todo su vigor; los hombres de Deheubarth entregaron
rehenes a Harold y se quitaron el yugo de Gwynedd. En segundo lugar,
hubo señales de una lucha en el norte de Gales, en el que la
infantería ligera de Harold tuvo un importante papel. Las
fortalezas de Snowdon fueron invadidas y el rey galés fue expulsado
de un escondite a otro, y sus súbditos eran acosados en todas
partes. En este extremo, Gruffydd, que debía tener enemigos en
abundancia, fue abandonado por los más cercanos a él; cayó en
1063, como resultado de una conspiración y su cabeza fue
inmediatamente enviada a Harold como precio de la paz.
La
deposición de Gruffydd y la sumisión de Gales debe considerarse un
triunfo militar de primer orden. No obstante, Harold no conquistó
Gales en el sentido que lo hizo Edward I. Lo que logró fue la
reducción de la cuestión galesa de una importancia nacional a un
mero problema fronterizo.
Bibliografía:
N.
CHADWICK y M. DILLON: The Celtic Realms: The History and
the Culture of the Celtic Peoples from Pre-History to the Norman
Invasion, 1967.N. CHADWICK: Celtic Britain, 1963.
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